Casper Ruud es el nuevo nombre para celebrar los 20 años de Tenis en Buenos Aires

Un nombre nuevo, lleno de futuro, con un tenis atractivo, variado, sólido. Y con una semana impecable, jalonada de buenos triunfos hasta llegar a la victoria final en una tarde contundente. Casper Ruud gritó su primer título ATP en el Argentina Open que se juega, con distintos nombres y patrocinios, desde 2001, hace ya 20 años en el Buenos Aires Lawn Tennis Club, la catedral de este deporte en nuestra ciudad.

El noruego hizo un camino prolijo y sensato. Se llevó cada partido que le tocó jugar y tras vencer al local Juan Ignacio Lóndero en semifinales, se presentó con todas las luces ante un disminuido Pedro Sousa, quien había llegado con cierta fortuna a la final por haber ingresado como “perdedor afortunado” tras la deserción del chileno Cristian Garín, ganador del Córdoba Open, y también se vio favorecido por la lesión de Diego Schwartzman, quien no pudo jugar la semifinal.

Pero estos antecedentes poco le importaron a Ruud, quien salió con determinación a jugar su partido y alcanzó la primera manga con un juego compacto, fuerte, basado en un buen saque, el aprovechamiento de su servicio, y forzar a su rival a moverse cuando le costaba hacerlo.

Casper hizo valer su derecha y no resignó casi puntos, hasta llegar a un 6-1 que presagiaba un final temprano del último partido del torneo.

En el comienzo del segundo set, Ruud quebró el saque de su rival, se adelantó con su servicio 2 a 0 y la situación permitía avizorar un cierre rápido del encuentro.

Sin embargo, Sousa reaccionó. Empujado por el público, el portugués sintió que debía hacer un esfuerzo, que el dolor en el sóleo, molesto y traicionero, debía olvidarse por un momento y tratar de ofrecer lo máximo. “No creo que vuelva a jugar una final, tardé 30 años en llegar a la primera, así que no creo juegue otra a los 60…”, bromeó en la conferencia de prensa posterior al juego. Y se soltó. Empezó a arriesgar, a soltar el brazo, a pegarle fuerte a la bocha. Y ganó su saque para achicar a 2-1.

Y mantuvo su servicio en los games siguientes para llegar a un decoroso 5-4 abajo, con el saque de Ruud.

Fue el final. Si bien Pedro Sousa tuvo varios puntos y el apoyo de la gente para pelear, el final se avecinaba.

Ruud no se desesperó. Aún con el 15-30 en contra sabía que todo dependía de él. Y sumó los puntos necesarios para llevarse el juego y cerrar el partido con un claro 6-1 y 6-4.

La tarde caliente y calurosa de Buenos Aires llegaba a su fin. Los 20 años del Torneo, la presencia cálida de Gabriela Sabatini, intocable para el público, las palabras de Martín Jaite, alma mater del certamen, la premiación…

La emoción de los años vividos, la alegría de compartir días y noches de tenis con viejos y nuevos amigos, las tardes de calor matizadas con bromas y chimentos, las ofertas de los stands, el desfile de los que quieren hacerse ver más que mirar…

Otro año ha pasado, otra edición se ha cerrado. Y como el mundo no para de girar, para celebrar los 20 años del Torneo de Buenos Aires, la sangre nueva de Casper Ruud simboliza el futuro que no para de venir.


Hernán O’Donnell