En la inmensidad del Signal Iduna Park vacío, Dortmund gritó fuerte su victoria

Entre el asombro de un gigante vacío, con todo el protocolo de sanidad por la pandemia que azota a la humanidad, la Bundesliga se puso en marcha y el planeta fútbol, esa enorme legión de amantes de la pelota, los que la seguimos donde sea, en Nicaragua o Inglaterra, la liga alemana reabrió sus puertas y se encendieron las plataformas de transmisión, con la televisión a la cabeza, del mundo.

Schalke 04 salió sin complejos a buscar el partido. Sabía que tenía enfrente un rival superior en cuanto a nombres y jerarquía. Pero no se amilanó, no tuvo vergüenza y a los 5′ ya había tenido una llegada tras forzar un tiro libre en la puerta del área local, que al final se estrelló en la barrera.

Luego, se acomodó el Dortmund. A partir del trabajo de Hakimi por la banda derecha, su relación con Brandt y la actitud de Haaland, siempre ubicado para armar los ataques. Empujó el local y volcó el juego hacia el arco de Schubert. Y llegó la apertura del marcador.

Dortmund había avisado en un par de ataques, y a los 28′ Brandt metió un taco abierto hacia la derecha para la aparición por sorpresa de Hazard, volcado en esa banda, quien lanzó un centro bajo, fuerte y preciso para la aparición de Haaland, quien convirtió con un remate cruzado y el local se adelantó en el marcador. 1 a 0.

Le costó a Schalke 04 salir y emparejar el partido. Su mejor argumento era la salida por izquierda con Oczipka, la búsqueda de Raman y la dinámica de Harlt. Pero la defensa se afirmaba con Hummels como estandarte y el dominio de Dortmund era sostenido.

Así, no sorprendió que llegara el segundo. Una salida apurada de Schubert, la presión del local, el pase a la entrada libre de Rafael Guerreiro por izquierda quien marcó el 2 a 0 con un remate fuerte, bajo y cruzado a los 44′.

La visita planteó dos variantes para comenzar el segundo tiempo a fin de modificar el rumbo complicado que tenía el partido: adentro Matondo y Burgstaller, en reemplazo de Todibo y Benito Raman.

Salió con ímpetu el visitante, apretó adelante y en el primer contragolpe sufrió un tanto casi de knock out. Perdió el balón en zona de ataque, Brandt se fue por izquierda, combinó con Haaland, este se la devolvió abierta por izquierda a Brandt quien habilitó a Hazard, que entró por derecha y marcó el 3 a 0 a los 47′. Un contragolpe en cuatro toques, contundente y letal. Arrancaba el complemento y Dortmund pegaba otro grito en la inmensidad de su estadio vacío.

A partir de allí el partido tomó un libreto definido: Schalke 04 lanzado al ataque con pocas luces y mucha vergüenza deportiva y Dortmund, muy cómodo, replegado y a la búsqueda de cada espacio para meter contragolpes filosos.

Volvió a golpear el Dortmund. Con una jugada bárbara, desde la mitad de la cancha, la habilitación de Hazard, la corrida rapídisma de Guerreiro por izquierda , la pared con Haaland, quien lo habilitó con suma precisión y Guerreiro definió cuando entró por el medio, con “tres dedos” al ángulo superior izquierdo de Schubert. 4 a 0 a los 62′. Era knock out, y podían llegar más goles…Entró Leonardo Balerdi, ex defensor de Boca por Delaney, para jugar como volante defensivo, una posición que no le conocíamos.

El partido entró, en los últimos quince minutos, en una meseta. Scalke hizo dos cambios más, con los ingresos de Schopf y Miranda por Serdar y Caligiuri; Dortmund sumó una variante: Jadon Sancho entró por Hazard. Pero el ritmo bajó, ya no fue el encuentro rápido y dinámico de la primera hora. Timo Becker entró por Kenny y así Schalke hizo los 5 cambios ahora permitidos.

Borussia Dortmund ganó 4 a 0 y se trepó en la lucha por el título. En el regreso de la Bundesliga, en medio del silencio de la inmensidad del Signal Iduna Park vacío de público, el local gritó bien fuerte su victoria.


Hernán O’Donnell