Bayern Münich ganó en Berlín y mantiene su liderazgo en la Bundesliga

Por todo lo que le rodeaba, no parecía un partido de un puntero de campeonato. Tendremos que acostumbrarnos, al cabo, a este fútbol sin público, a los grandes estadios vacíos, a ver a las moles de cemento en toda su estructura, sus detalles y sus formas. Cada encuentro sin público es una película sin sonido, sin ambientación, desnuda en su escenografía. Aunque se puedan ver detalles de los escenarios que siempre están ocultos por banderas, personas, estandartes y pancartas, esa visión de los detalles de las bocas de acceso, alambrados, rejas divisorias, plateas, formas y colores, luego de un tiempo de asombro y curiosidad, despiertan la nostalgia de días no tan lejanos, cuando la gente iba a la cancha y hoy nos parece un recuerdo del ayer…

En ese silencio y soledad se presentó el Bayern Münich, el gran poderoso de la Bundesliga que mantiene la punta y la expectativa por el título, en una cancha antigua y coqueta llamada “An del Alten Försterei”, “Antigua casa forestal”, situada en medio de un bosque, para enfrentar al local Unión Berlín y tratar de mantener la diferencia sobre el Borussia Dortmund que había goleado en su casa el sábado.

El Bayern arrancó a ritmo tranquilo, con la premisa de asegurar la pelota y de a poco someter a su adversario. Con su estilo habitual, de salida clara y limpia a partir del buen juego de pies del arquero Neuer, la proyección de Pavard y Davies, la movilidad en el medio de Thiago y el peso en ataque de Goretzka, Gnabry, Muller y Lewandowski, el visitante se hizo dueño de las acciones.

Creció en el juego, apretó y aprovechó a fondo su oportunidad cuando un error de la defensa de Unión Berlín, que hasta allí corría y trataba de emparejar el juego con mucho entusiasmo, le permitió ponerse en ventaja. Fue el yerro del zaguero Schlotterbeck quien le abrió el camino, pues erró su despeje y golpeó al delantero visitante Goretzka a los 39′, lo que generó un penal que convirtió Lewandowski para marcar el 0-1.

Ya terminaba el primer tiempo y Bayern Münich sacaba una ventaja que podía ser decisiva.

En el complemento, el local intentó salir un poco, pero se encontró con todo el poder del Bayern. A los 48′ tuvo Gnabry una clara posibilidad, a los 50′ fue Goretzka el que hizo lucir al arquero local, a los 56′ fue Pavard el que buscó con un gran cabezazo… la visita marcaba las distancias entre uno y otro equipo y el segundo tanto estaba al caer. Era el dueño del balón, manejaba los tiempos y tenía el control del partido.

El local mantenía la concentración para contener al Bayern y soñar con un contragolpe salvador; hacia los 70′ empezaron a llegar los cambios y la lógica descomposición del partido, tal como sucede en los amistosos cuando hay 5 o 6 variantes por conjunto.

A los 77′ hubo otra llegada de Bayern y enseguida vino el segundo, que definió el partido. Corner de Kimmich desde la derecha, la entrada franca y libre de Pavard, y el cabezazo que marcó el 0-2 cuando iban 79′ de juego.

Bayern Münich con su lógica dominante imponía condiciones y sellaba el marcador del partido. Recién a los 90′ tuvo una clara, bien clara oportunidad el local; tras una buena maniobra colectiva, quedó solo Kroos y su remate fue tapado por Neuer en forma brillante.

Fue lo último del partido en cuanto a emociones. Duró unos minutos más, para consolidar la victoria de Bayern Münich que mantiene su liderazgo con el estilo clásico, sobrio y dominante que suele mostrar en la Bundesliga.


Hernán O’Donnell