La vigencia permanente de los entrenadores uruguayos

Siempre se habla de los futbolistas uruguayos; de sus características, sus cualidades, su capacidad para sobrevivir en cualquier medio. Tan parecido al argentino, esa mezcla de habilidad y garra que muchas veces se funden en el mismo jugador, y que los lleva a tener un reconocimiento en el mundo. Y se los asocia a las grandes gestas de los clubes y del seleccionado celeste en las canchas del mundo.

Pero ese reconocimiento debe ir acompañado de otra rama del fútbol en la que Uruguay genera profesionales de jerarquía y de capacidad mundial a lo largo de los tiempos.

Desde el mítico Washington “Pulpa” Etchamendi hasta el gran “Maestro” Tabarez de estos tiempos; hubo otros que los antecedieron,como el célebre Ondino Viera, pero la memoria de este cronista se remonta a la niñez y a las anécdotas del “Pulpa”, uno de los primeros que conocí del Uruguay, y que hizo de sus conocimientos del juego y su manera de expresarse una leyenda viviente del fútbol de esta parte del mundo. El hombre que patentó la frase “dos cosas faltan en Latinoamérica: democracia y wing izquierdo”, o la otra que le cabe a la Argentina y a muchos otros países, aunque él refería a su nación, “el problema uruguayo es que todos somos muy vivos. Habría que traer dos o tres camiones de bobos y mezclarlos, a ver si conseguimos mejorar la especie”. Por cierto, tan válido para nuestras tierras pampeanas…

Luis Cubilla, Nelson Acosta, Jorge Fossati, Sergio Markarián, el “Maño” Ruiz, Gregorio Pérez, Gerardo Pelusso, y tantos otros.

Hoy es el tiempo de nombres que se han empezado a ganar un lugar en el mundo. Diego Alonso, el actual entrenador de Inter de Miami, equipo debutante en la MLS, fue elegido entre los mejores 30 entrenadores del mundo en Octubre de 2019 según el portal “World Football Ranking”; se lo consideraba a partir de su buen trabajo en Monterrey de México. Si bien comenzó su carrera en los clubes Bella Vista de Uruguay y Guaraní de Paraguay, enseguida llegó a instituciones de prestigio como Peñarol de Montevideo y luego Olimpia de Asunción.

Creció en Pachuca, donde fue campeón Clausura 2016 y de la Liga de Campeones CONCACAF 2017 y clasificó a la Copa Mundial de Clubes de la FIFA-EAU 2017, donde salió tercero. Más tarde fue a Monterrey, en el que ganó la Liga de Campeones CONCACAF 2019 y ahora comenzó en la MLS un desafío mayúsculo: insertar a un equipo nuevo dentro de un campeonato duro, competitivo y en alza permanente. Tiene la cara visible de David Beckham detrás, con lo cual la presión de los buenos resultados es aún mayor.

En su presentación en el equipo, señaló a modo de presentación: “Los grandes soñadores nunca cumplimos nuestros sueños. Los superamos”.

“Aprendí desde pequeñito en mi país que no hay nada imposible; vivimos en el medio de dos gigantes, Argentina y Brasil, y me han enseñado desde chico que les podíamos ganar igual. Brasil ganó 9 Copa América, Argentina 14 y Uruguay 15. Podemos ser menos, pero cuando competimos somos más”. Toda una declaración de principios. Hoy está al frente de un equipo que quiere entrar y consolidarse en la MLS.

Guillermo Almada todavía no es un nombre frecuente en el fútbol de Argentina. pero se empezó a ganar un nombre tras salir campeón con Barcelona de Ecuador en 2016 y llegar a Santos Laguna de México.

Empezó su carrera como DT en Tacuarembó, luego dirigió a River Plate de Montevideo donde ganó el Torneo Preparación 2012. Tanto en Uruguay como en Ecuador fue elegido DT del año.

Martín Lasarte lleva casi 25 años de profesión en el mundo. En su país ha dirigido a Rampla Juniors, Rentistas, Danubio, Nacional. Entrenó en Arabia Saudita; Millonarios (Bogotá, Colombia) Real Sociedad (San Sebastián, España), Universidad Católica (Santiago de Chile) también contaron con su experiencia.

Así como Julio Comesaña tiene una larguísima trayectoria en muchos equipos de primera línea de Colombia, el público argentino lo “descubrió” recién en 2019, cuando dirigió a Colón de Santa Fe, también el “Cacique” Medina se hizo conocido a su llegada a Talleres de Córdoba, aunque ya había dirigido a Nacional y ganado dos campeonatos locales.

Pablo Repetto dirigió a Fenix (campeón de Segunda División 2007), a Cerro, a Blooming de Bolivia y a Defensor Sporting (Campeón Torneo Apertura 2010), antes de dar el salto a Ecuador para hacer grandes campañas con Independiente del Valle. Fue Sub campeón de la Copa Libertadores de América 2016, y luego fue a Liga de Quito donde ganó la Serie A en 2018, la Copa de Ecuador en 2019 y la Supercopa del mismo país en 2020.

A Juan Ramón Carrasco los argentinos lo conocen por su pasado como brillante futbolista de Racing y River; siempre estuvo en la mente de varios dirigentes de nuestro fútbol para dirigir equipos locales; Diego Aguirre comenzó su profesión en Plaza Colonia, luego fue a Peñarol para salir campeón dos veces del torneo uruguayo, ganó cuatro copas en el Al-Rayyan de Doha, el campeonato Gaúcho con Internacional de Porto Alegre y tuvo un buen inicio con San Lorenzo hasta llegar a las semifinales de la Copa Sudamericana 2016.

Y la lista sigue. Todo coronados por el hombre más influyente, tal vez más pedagógico y que mas ha aportado para el crecimiento y estabilización del fútbol uruguayo: Oscar Washington Tabárez. El “Maestro” fue el gran artífice de la resurrección de la Celeste, de un seleccionado lleno de gloria pero que había quedado retrasado, la mano prudente, trabajadora y persistente de Tabárez lo volvió a posicionar entre los grandes y poderosos seleccionados del mundo.

Uruguay recuperó la estima y el valor. Su fútbol creció en la última década hasta ser 4to en la Copa Mundial de la FIFA-Sudáfrica 2010, Campeón de la Copa América Argentina 2011 y protagonista esencial de los torneos que siguieron.

Por sensatez, dignidad y capacidad, ocupa el primer puesto en la lista, pero que tiene una longitud y una cantidad de nombres más que interesantes, que revelan el grado de conocimiento y trabajo de una profesión cada vez más exigente en este bendito fútbol.


Hernán O’Donnell