En diez minutos, Milan destrozó la ilusión de SPAL 2013

Para el equipo local era algo así como una hazaña; un récord, algo que nunca había logrado en su historia en su casa: derrotar a Milan. Conseguir la victoria ante un equipo grande de Italia, uno de esos gigantes que han ganado Scudettos, Copas de Campeones, Champions Leagues e Intercontinentales. SPAL 2013 acunó la ilusión durante gran parte del partido, pero la pujanza de su rival, el momento ascendente que vive, y el peso de la camiseta, terminó por destrozar la historia que construía con paciencia y sacrificio, y el Milan se llevó un valioso empate para mantener la racha invicta y hacer que perdure la intención de arribar a los puestos de clasificación de las Copas de Europa.

Iban 12′ de juego cuando el local abrió el marcador. Un corner, varias piernas que quisieron intervenir, una serie de rebotes y al final Valoti tiró a una esquina donde Donnarumma, tapado, no pudo advertir que iba el balón y el partido se puso 1 a 0 para SPAL.

Milan sintió el golpe y fue por la igualdad; con la conducción inteligente de Calhanoglu, y el esfuerzo de todos, se adelantó en el campo. Sufrió con la lesión de Castillejo, quien debió dejar la cancha a los 16′, reemplazado por A. Saelemaekers, mientras el local se ordenaba en una escalera defensiva.

Pero las sorpresas no se detendrían allí. A los 30′ Sergio Floccari sacó un remate de larga distancia que tomó un efecto sensacional y se metió por detrás del vuelo de Donnarumma, en su ángulo superior derecho y el partido quedó 2 a 0.

Sobre el cierre se fue expulsado Marco D’Alessandro por una fuerte infracción y el local se quedó con diez hombres a los 43′. Todo un detalle para el complemento.

El DT decidió sacar a los goleadores y rearmarse para la segunda etapa con dos volantes. Salieron los “héroes” del primer tiempo, Valoti y Floccari, y los reemplazaron S. Missiroli y M. Fares.

En Milan, otro cambio más para reafirmar al equipo en la ofensiva: el joven portugués Leao por Calabria.

La visita empezó a acumular llegadas, la mayoría con elaboración por las bandas y centros, pero también con muchos remates al arco, que si bien la mayoría se fue afuera, en muchos casos encontró la respuesta del arquero Letica. Pero empujaba con fútbol y jerarquía, adelantaba sus líneas y terminó por acorralar al local. Sobre todo a partir de los cambios, el ingreso a los 64′ de D. Laxalt por T. Hernandez y Zlatan Ibrahimovic por A. Rebic fuern determinantes. El uruguayo contagió ganas, dinámica y espíritu. El sueco, la enorme jerarquía y el inmenso respeto que provoca en rivales y también compañeros.

Paquetá y Calhanoglu se apropiaron del balón y una y otra vez llegó el Milan al arco rival. Hasta que la defensa heróica de SPAL hizo agua. A los 79′, con el gol de Leao, que definió con serenidad tras capturar el balón en una serie de rebotes en el área local. 2 a 1 quedaba el partido y la sombra del gigante se asomaba por la ciudad de Ferrara.

Cuando ya se jugaba el descuento, un centro de Saelemaekers de derecha al medio, encontró la pierna de Francesco Vicari quien quiso despejar y no hizo más que meter el balón en su arco. Iban 90+4′ de juego y el partido quedaba 2 a 2.

La desazón ganó los cuerpos de los futbolistas locales; el dolor por no haber podido sostener el resultado, que hubiera sido histórico. pero también, cuando lo analicen con frialdad, entenderán que el marcador fue justo, que Milan había hecho todo para empatar y tal vez un poco más, y que entonces no les queda mal llevarse un punto. Ese mismo que conquistó el equipo “Rossonero” a fuerza de buscar, luchar y no resignarse nunca.


 Hernán O’Donnell