Portland Timbers ganó con justicia y es finalista

Son la base fundamental de un buen equipo, uno de los mejores de la MLS (Major League Soccer), que ha llegado a la final de este torneo rápido a fuerza de buenas actuaciones, de un juego veloz y asociado, con varios hombres importantes, pero con dos pilares fundamentales: los argentinos Sebastián Blanco y Diego Valeri.

Muy rápido Blanco para moverse por los costados, preciso para la entrega y de fuerte remate al arco. cerebral Valeri, inteligente para la conducción, perspicaz para el pase más acertado, tiempista para manejar los tiempos y dueño del balón parado.

Philadelphia lo esperó con su estrategia inteligente que le permitió llegar hasta las semifinales. Un equipo concentrado, luchador y dispuesto a explotar el contragolpe, con la frescura de Aaronson para desequilibrar en ataque.

A los pocos minutos Blanco sacó un remate fuerte y bajo con destino de red, que el arquero Blake controló muy bien. Luego llegó la apertura del marcador, tras el corner ejecutado desde la derecha, y la aparición de Jeremy Ebobisse para concetar de cabeza y convertir de pique al suelo a los 12′ el 0-1 para Portland.

Ahí el equipo se acomodó mejor en el campo, se tiró unos metros más atrás y empezó a manejar el ritmo al compás de Chara, Valeri y Blanco. Philadelphia salió un poco más, a partir del trabajo de Bedoya, la insistencia de Aaronson y la tosudez de Przybylko, pero no encontraba fluidez en su juego. Se enredaba en la táctica de Portland y los Timbers tenían más llegadas, aunque Blake, como siempre, resultaba un escollo duro de superar.

Sin embargo, sobre el final del primer tiempo Philadelphia iba a encontrar una inmejorable oportunidad. Infracción de Blanco en un centro que no revertía demasiado peligro y el árbitro que sancionó, de modo correcto, penal. Sergio Santos se hizo cargo de la ejecución, pero su remate se fue alto y el partido siguió 0-1 para Portland cuando iban 45′ de juego. Se jugaron unos pocos minutos más de tiempo agregado y terminó el primer tiempo, con la ventaja de Portland Timbers.

En el complemento se acentuó la primacía del equipo verde; se afianzó en el dominio, le imprimió velocidad y acumuló varias chances para aumentar, con un aprovechamiento integral de los espacios. A los 65′ una gran jugada de Valeri dejó solo a Niezgoda (había ingresado a los 55′ por Ebobisse, en tanto Polo reemplazó a Loria) y su remate fue al medio, bien controlado por el jamaiquino Blake.

Philadelphia movió el banco a los 59′; salió Santos, que había desviado el penal, e ingresó Ilsinho.

Se lo perdió Valeri en otro contragolpe bien iniciado por Blanco y enseguida llegó el segundo tanto. Corner desde la derecha, cabezazo de Chara al costado, aparición de Sebastián Blanco como un fantasma y segundo cabezazo para marcar el 0-2 a los 69′ de juego.

Era todo de Portland, que en cada contragolpe amenazaba con aumentar el marcador. Parecía todo resuelto, pero el fútbol tiene muchos duendes que siempre dan vueltas y cuando nadie lo espera, aparecen…

En el final, las emociones subieron las pulsaciones de todos los seguidores del fútbol del planeta que vibran con cada partido a través de todas las plataformas en estos tiempos sin espectadores en las canchas.

Tiro libre para Philadelphia, el remate fuerte de Jamiro que Clark despeja a medias y la pelota que queda a merced del primero que llega. Es Wooten, quien con un remate fuerte y cercano descuenta para el 1-2 a los 83′ del encuentro.

Y quedaban más sorpresas, porque muy pronto una pared entre Aaronson y Kacper Przybylko terminó con el balón en la red, pero la jugada no fue convalidada por una posición adelantada previa. Era un inmenso susto para Portland, que había jugado mucho mejor, realizado un buen partido y en dos minutos parecía que el castillo se le derrumbaba.

Portland trató de pasar el sofocón y enfriar el juego. Había hecho un gasto enorme y sobre el cierre estuvo cerca de perder la ventaja. Trató de atacar con precisión y de controlar con seguridad la pelota, hasta que el tiempo consumiera. Y en el último instante sufrió un nuevo susto con un remate peligroso que Steve Clark atrapó con buenos reflejos.

El temblor había pasado. Portland Timbers, el equipo de Diego Valeri y Sebastián Blanco, había hecho todo para llegar a la final, y con algún sobresalto en el epílogo, llegó a la jornada final, a jugar por la gloria.


Hernán O’Donnell