Edin Dzeko le puso un freno a la recuperación de Italia

Le dolió mucho la eliminación a la última Copa del Mundo de la FIFA-Rusia 2018; en realidad, fue un sacudón en el mundo del balompié, una sorpresa para todo el planeta fútbol. Nadie podía entender que sucedía, y a la Italia futbolera y opulenta, la que levantó ¡cuatro veces! la Copa Mundial, quedar afuera de ese Campeonato le dolió hasta el infinito. Y el mundo quedó boquiabierto. Una suerte de conmoción futbolística que desató una crisis y el punto de partida para el relanzamiento, la refundación de su fútbol y la búsqueda de volver a ser una de las grandes potencias futolísticas, esas que son respetadas y temidas con el solo hecho de mencionar su nombre o que aparezca su camiseta en un campo de juego. Se fue tras esa Competición Preliminar el entrenador Ventura y asumió Roberto Mancini, quien brilló como delantero en la Sampdoria, conquistó el Scudetto con el equipo genovés en 1992, formó una dupla de ataque trascendente con Gianluca Vialli y fue parte del seleccionado que salió tercero en el Mundial en su casa, en 1990. Luego jugó en Lazio y en el Leicester de Inglaterra.

Dirigió a equipos muy importantes como Fiorentina, Lazio, Inter, Manchester City y luego de dirigir al Zenit de San Petersbugo, llegó a la “Nazionale”. Y emprendió con entusiasmo esta nueva etapa.

Tuvo una buena participación en la primera edición de la UEFA Nations League, mantuvo la categoría y ganó los 10 partidos de su zona de clasificación a la EURO 2020.

Uno de sus rivales fue Bosnia y Herzegovina, a quien había batido 2-1 de local y 0-3 de visitante en ese clasificatorio. Y le tocó debutar en esta UEFA Nations League en el Estadio Artemio Fancchi, en Florencia.

El primer tiempo casi se podría pasar de largo; fue livianito, con el dominio de Bosnia inicial, en los primeros quince minutos, más por su intención de ir a buscar el partido que de generar situaciones concretas. Después se acomodó el local, a partir de la movilidad de Lorenzo Insigne y el empuje de Sensi, pero no tuvo más que la posesión, el traslado prolijo y una media vuelta de Belotti como llegada más importante; el visitante se desdibujó después de ese cuarto de hora inicial, y dependía de Dzeko, figura y capitán, para armar algo que se asemejara a una maniobra ofensiva.

En el complemento se armó el partido. Creció en intensidad y tuvo un poco más de emoción, amén de la llegada de los goles. A los 51′ Insigne tuvo un buen remate que tapó Sehic, el arquero de Bosnia; de contra, se fue Hodzic por izquierda, sorteó la salida de Donnarumma y su tiro, con un ángulo muy cerrado y difícil, pegó en el palo derecho del arquero del Milan.

Y a los 56′ Bosnia y Herzegovina llegó al gol; corner desde la derecha, la bajada de cabeza de Sunjic y Dzeko de media vuelta lanzó un buen tiro cruzado que se convirtió en el 0-1 en Florencia.

Con el marcador en contra, se despertó Italia. A los 62′ un tiro libre desde la derecha fue rechazado por la defensa visitante y el balón le quedó a Barella, pero el remate del volante de Inter fue controlado por Sehic. Pero pronto llegó a la igualdad.

Iban 66′ de juego cuando se produjo el desborde por izquierda y Sensi sacó un remate fuerte, que se desvió en un defensor para descolocar al arquero; así llegó el 1 a 1 para tranquilidad de Mancini.

Italia movió el banco a los 72′ con los ingresos de 72′ N. Zaniolo en lugar de F. Chiesa y de Ciro Immobile en reemplazo de A. Belotti; el equipo tuvo más frescura en ataque e insistió por desequilibrar el marcador, pero le costó ante una defensa que se cerraba y apostaba al ímpetu de Dzeko para generar contragolpes; así, las llegadas más peligrosas, al final las tuvo la visita: a los 82′ Visca se fue solo y salvó Donnarumma. A los 89′ el contragolpe lo encabezó Besic, la defensa tardó en tomarlo y el bosnio se fue solo ante el arco local, pero su disparo salió al lado del palo izquierdo de Donnarumma. No hubo tiempo para más. Italia tuvo más el balón, pero le faltó profundidad, imaginación y creatividad para generar situaciones de peligro. No pudo continuar con su serie larga de victorias, pero mantuvo el espíritu y a pesar de este freno, vive el tiempo de la recuperación.

Hernán O’Donnell