Inter cantó victoria en una noche llena de goles

Fue un gran partido, plagado de emociones, de goles y de incertidumbre por el resultado final. Tuvo ritmo y llegadas de principio a fin, aunque con algún altibajo en la segunda parte. No fue la locura de Liverpool-Leeds, donde no hubo ni se pidió tregua, pero fue muy loable lo que produjeron Inter, al cabo el ganador del encuentro, y América de Cali, un dignísimo adversario.

Apenas se acomodaban apenas la gente se conectaba a las mútiples paltaformas audiovisuales para seguir el partido en estos tiempos de pandemia, cuando se abrió el marcador. Iba 1′ de juego, el desborde por izquierda del equipo local, el centro al área chica y la aparición del uruguayo Abel Hernández para marcar el 1 a 0.

A partir de allí se armó un encuentro intenso; Inter se movía cómodo con el trabajo de Boschilia como cerebro organizador, en tanto Nonato y Thiago Galhardo acompañaban con mucho protagonismo. le costaba al América entrar en ritmo, lucía mejor en ese tiempo inicial el local. Como si la larga espera del conjunto colombiano le pasara una factura en cuanto al ritmo de juego.

Muy pronto aumentó el local, a través de una llegada por izquierda, el rebote en el arquero de Galhardo y la aparición de Boscilia para subir a 2 a 0 la diefrencia cuando iban 18′ del partido.

Sin embargo, América no se amilanó. Podía quedar expuesto, pero fue por el descuento. Adelantó líneas en el campo y se dispuso a pelear más arriba de la cancha. Así llegó a la posibilidad de convertir, cuando tras un muy buen pase de Sierra, entró por derecha Duván Vergara y conectó cruzado para achicar la distancia; 2 a 1 a los 27′ del encuentro.

Pero el partido no daba tregua; llegó el Inter a los 31′ con una aparición de Galhardo, el arquero que la sacó al corner y de ese tiro de esquina volvió a convertir, pues el arquero salió a destiempo a cortar el centro, el cabezazo de Nonato dio en el travesaño y apareció Hernández para marcar de cabeza el 3 a 1.

Inter había sacdo otra vez dos tantos de ventaja y parecía que podía controlar el juego cuando terminó la primera parte.

Sin embargo, en el complemento se acomodó la visita. Se apoyó en un espíritu más ambicioso y enseguida achicó el marcador, con un gol muy parecido al último, al tercero del Inter, y en el mismo arco. Corner desde la izquierda, cabezazo de Marion Torres que pegó en el travesaño y el balón que le quedó justo a Ramos para achicar a 3 a 2 a los 48′ del match.

En ese momento se cayó el partido. Entró en una meseta, cuando todo hacía presagiar que se encendería aún más. Pero entre el cansancio que se acumuló, el cambio de aire a veces necesario y las variantes que comenzaron a decidir los entrenadores, el ritmo decayó.

Eduardo Couedt decidió, a los 64′, que Johnny ingresara por Nonato y Leandro Fernandez por Abel Hernandez. En América, a los 66′ S. Moreno ingresó en lugar de J. Perez.

Sin embargo, el cuarto de hora final volvió a llenarse de luces en porto Alegre. Cuando parecía que el partido ya se había planchado, una corriente eléctrica lo encendió una vez más.

A los 77′ América llegó al empate, con una jugada desde la derecha, el pase a la otra banda y la aparición libre de Moreno para marcar el 3 a 3.

Ahí vino un cierre a toda orquesta, porque se sucedieron las llegadas, las salvadas y la resolución definitiva.

Primero lo tuvo Inter, a los 83′ con una llegada de Leo Fernández y la tapada del arquero; a los 86′ fue América el que pudo desequilibrar por el pie del arquero local, Marcelo Lomba.

Y a los 90′, Boschilia sacó un remate de afuera del área que se desvió en el pie de Torres y venció a Chaux, para sellar el 4 a 3 final para el equipo brasileño.

Así, Inter se llevó los tres puntos. Con un poco de fortuna y toda la energía desplegada en una noche llena de goles.

Hernán O’Donnell