Tigre y Bolívar hicieron todo por ganar, pero empataron y quedaron relegados

El menú de la Copa CONMEBOL Libertadores de América es variado e interesante. Hay partidos para todos los gustos; con grandes candidatos, con equipos grandes, o tradicionales, también con conjuntos con mucha historia copera; pero también vale la pena observar a aquellos que se juegan la última carta, que no son los favoritos, pero guardan una luz de esperanza y sueñan con la chance de alcanzar la clasificación, y a partir de allí jugarse una cara o ceca en los play-off, o en última instancia, llegar al tercer lugar del grupo para sumarse a la Copa CONMEBOL Sudamericana.

En ese lote están Tigre y Bolívar. En un grupo donde Palmeiras había ganado sus primeros tres partidos, un renovado Guaranía de Paraguay se había acomodado al segundo lugar con dos victorias, para Bolívar y Tigre, en la cuarta fecha, el partido en Victoria era la última oportunidad.

Y no defraudaron, porque salió un partido entretenido, con ritmo, llegadas y goles. Luego de unos cinco minutos donde los dos necesitaron acomodarse, se armó un primer tiempo con muchas llegadas. A los 5′ Cavallaro enganchó desde la izquierda y sacó un tiro fuerte que el arquero Rojas sacó al corner; a los 8′ Marcos Riquelme, el centrodelantero visitante, metió un cabezazo bombeado que pegó en el poste izquierdo de Marinelli, el arquero local. A los 10′ Monteseirín arrancó desde el fondo, puso un pase filtrado y certero para el pique de Mangnín, y el cruce de Gutiérrez desvió el balón al tiro de esquina. Eran llegadas claras de uno y otro lado.

Hasta que a los 17′ se abrió el marcador. Giacopuzzi sacó un tiro al ángulo para el local, voló Rojas y la manoteó para desviarla, pero el balón quedó servido para la entrada de Magnín que marcó, con un tiro cruzado que dio en el poste izquierdo y entró, el 1 a 0 para Tigre.

Bolívar sintió el impacto y creció en su juego. Ya el equipo de Claudio Vivas había mostrado su intención de jugar al ataque, de presionar arriba, de buscar el partido. Con el resultado adverso, salió aún más. Y a los 26′ Rey se fue por izquierda, pasó el balón al medio y Arce estrelló su tiro en el travesaño. A los 29′ fue Vaca quien se filtró por el medio, quedó mano a mano, y su disparo fue rechazado por Marinelli.

Había hecho méritos Bolívar para alcanzar el empate y lo logró del modo más inesperado, pues llegó tras una salida de Marinelli, quien quiso pasar el balón a un compañero, Riquelme puso el pie para cortar el remate y el rebote elevó el balón por encima del arquero local para meterse en el arco y sellar el 1 a 1 a los 35′ de juego.

Bolívar se había hecho dueño del encuentro en esa parte final del primer período y casi se lleva algo más cuando Riquelme entró solo casi hasta el área chica para cabecear y Gonzalo Marinelli desvió al corner, a los 45+1′ del encuentro.

“Pipo” Gorosito decidió dos variantes para comenzar el segundo tiempo: Facundo Melivilo por D. Gallardo y Bolaño por Juan Ignacio Cavallaro; las modificaciones dieron resultado, porque Melivilo, a quien habíamos visto muy bien en Central Córdoba de Santiago del Estero en la última temporada de la Liga Argentina, se convirtió en el conductor de Tigre, aunque la visita arrancó mejor el complemento: a los 46′ Rey sacó un remate muy bueno que pasó cerca del palo izquierdo del arco local y a los 55′ Riquelme robó un balón en una salida defensiva local, trató de pasarla de emboquillada ante la salida de Marinelli y Abel Luciatti cortó el balón en defensa.

Bolívar también abrió la ventana de los cambios: a los 66′ Andersson. Emanuel entró por A. Rey, de muy buen primer tiempo. Y Tigre levantó a partir de los 70′. primero con un cabezazo de Magnín que Rojas desvío al corner, tras un gran centro de Melivilo. Luego entró Protti por Cardozo, a los 71′ y otra vez Magnín volvió a cabecear, esta vez al ángulo superior izquierdo, pero el arquero visitante Rojas sacó de modo magnifico.

Claudio Vivas observó la necesidad de modificar y a los 72′ V. Abrego entró por L. Vaca, en tanto R. Fernandez Toro reemplazó a E. Flores.

El partido creció en ritmo y llegadas. Lo tuvo Bolívar a los 81′ con un pelotazo largo a espaldas de Monteseirín que aprovechó Riquelme para sacar un remate que pasó cerca del palo derecho local. A los 83′ entró el delantero Enzo Diaz por Diego Morales; en Bolívar a los 86′ V. Castellon ocupó el lugar de J.C. Arce y P. Azogue reemplazó a C. Machado; un minuto más tarde, Martín Galmarini entró, en Tigre, por Giacopuzzi.

Era un final a toda orquesta, porque entre cambio y cambio, los dos llegaban. Hasta que a los 90+2′ vino el centro local desde la izquierda, el cabezazo de Magnín y la mano de Gutiérrez. Penal y la gran chance para Tigre. Lo ejecutó Magnín, el pie abierto y la búsqueda del palo izquierdo de rojas, que supo leer el remate, se tiró bien y la desvió con un toque posterior en el poste.

El partido quedó, entonces, sellado en ese empate 1-1. Y fue un gran encuentro, donde los dos pudieron ganar, jugaron con buenas armas e intenciones, pero la igualdad los dejó relegados.

Hernán O’Donnell