Lionel Messi, el deportista del año

En medio de un enjambre de micrófonos, cables, celulares, cámaras de televisión y curiosos, se encontraba él. Como casi siempre fuera de la cancha, se mostró tímido, un poco cohibido por generar tanta atracción. Pero no se quejó. Aguantó todo, las preguntas en forma de grito, los empujones, las reiteraciones…”Leo” Messi estaba otra vez en la Argentina, y a su modo demostraba, en ese tiempo precioso y dedicado, el gran amor que tiene por su tierra y su gente.

Y esa es su manera: tolerar con naturalidad el revuelo de Ezeiza, aceptar una suerte de conferencia atropellada y desprolija, pero sin quejas. Se “bancó” un momento que en ningún otro lugar del mundo lo hubiera soportado más de dos minutos; de hecho, en Japón dejó una entrevista ante la TV que nunca se terminaba de concretar. Aquí, en “su” país, “Leo” tuvo una paciencia infinita, como para demostrar (si alguien aún tiene alguna duda) que ese respeto grande que mostró a su llegada es parte de sentirse muy involucrado con su gente.

Y recibió el premio merecido. El tradicional Olimpia de Oro, que desde hace alrededor de 50 años distingue al mejor deportista del país en cada temporada, fue, por fín, a las manos de Messi. Justo y merecido. Un premio que consagró a los más grandes: Juan Manuel Fangio, Carlos Monzón, Guillermo Vilas, Diego Armando Maradona, Emmanuel Ginóbili…Messi no podía quedar afuera de ésta galería.

“No se si me llegó tarde, valoro que me lo hayan dado”, dijo y cerró cualquier tipo de controversia. Nunca es tarde cuando la dicha es buena, y Messi sólo mostró agradecimiento por tamaña distinción. Incluso, comparó la estatuilla con tantas otras premiaciones recibidas: ” Me habían dado muchas cosas en otros países, y ésta es la primera vez que ocurre aquí”, dijo con candidez, dandolé más importancia de lo que muchos creen.

Un jugador excepcional, en un equipo excepcional, que está en medio de la construcción de un mito que será eterno. Messi y Barcelona cierran un 2011 a puro éxito, con la Liga de Campeones en el bolsillo después de un tremendo triunfo ante el Manchester United en Londres y el Mundial de Clubes como cierre luego de una aplastante goleada al Santos de Neymar…En ambos casos, “Leo”, amén de convertir golazos en los dos juegos, fue la figura del match.

Y aclara “quiero ganar algo con el seleccionado”. Sería un sueño concretado. Pero el éxito de “Leo” no se medirá por eso. Al contrario, en esa paciencia infinita en Ezeiza, en sus vacaciones retieradas en Rosario, en su cariño sincero por la tierra y la gente que lo vio nacer está garantizada la mayor de sus victorias.

 

Hernán O’Donnell