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Un balde de agua helada de Leganés, enfrió las ilusiones de la Real Sociedad

Un viernes de lluvia y frío, como un anticipo del invierno europeo que se acerca. El partido que adelanta la fecha y el País Vasco que vibra en San Sebastián con la ilusión de un equipo que se ha metido bien arriba en la tabla y que invita a soñar. Enfrente está el Leganés, preocupado por el puntaje y la lucha dura en el fondo de la tabla. Nada impide que la gente se acerque, desafíe el clima y acompañe la ilusión. Y nos metimos a disfrutar un partido que las pantallas llevaron al mundo y que produjo un reparto de puntos y buen fútbol para gozar.

El primer tiempo nos dejó una trama previsible; el local que atacaba, que buscaba, mientras que la visita se refugiaba, achicaba espacios y medía el terreno para elaborar algún contragolpe.

Mikel Oyarzabal, el conductor, se asociaba con William José y Portu; se sumaban Zubeldia y Merino y la Real Sociedad que iba. Mientras, El Leganés se agazapaba para la contra. El partido se hizo entretenido, porque la lluvia también le agregó una cuota de dramatismo. El local acumulaba situaciones, pero Cuellar, el arquero visitante ahogaba una y otra vez cada oportunidad.

En el complemento, aparecieron las emociones. A los 62′ el centro de Januzaj se dirige a la altura exacta para la entrada al primer palo de Merino, quien conecta de cabeza y marca el 1 a 0 para el local. El público que estalla y la punta en la tabla se hace firme en la piel del equipo vasco.

Ahí se lanzó al ataque total el Leganés. Perdido por perdido, entra el argentino Guido Carrillo y va a la caza del empate con tres delanteros definidos. Pero la tarea no es sencilla. El local amenaza cuando puede atacar y el campo se vuelve pesado y barroso.

Portu, William José y Luca Sangalli, que había ingresado por Januzaj, se asociaron por derecha y construyeron varias maniobras interesantes; Leganés insistía hasta que llegó al empate: jugada por derecha, pase atrás a Roque, centro preciso al corazón del área y el cabezazo perfecto de En-Nesyri para sellar el 1 a 1 a los 77′. Un balde de agua helada caía sobre San Sebastián.

El partido creció mucho más en intensidad. Entrábamos en los 15′ finales y aumentaron los roces, los golpes, los contactos fuertes. Uno jugaba por la punta; el otro, para salir de la última posición. Bengoetxea salió muy golpeado e ingresó Elustondo en el local. Isak entró por William José y Real Sociedad se jugó todas las cartas.

Con ímpetu, toques rápidos y juego vertical, el local no se rendía. Lo tuvo Oyarzábal, pero su tiro se fue alto. Y el reloj corría…

Los minutos finales se consumieron entre los nervios, la ansiedad y el apuro de la Real Sociedad ante la férrea defensa del Leganés, su espíritu de lucha y la templanza para enfriar el juego.

Parecía que la noche iba a ser para la alegría del equipo vasco, pero el Leganés le dejó un balde helado, como la lluvia que cayó durante toda la fría noche.


Hernán O’Donnell

De esta noche triste, a la Argentina le queda el aprendizaje de que el fútbol siempre es imprevisible

La noche de Argentina en Vitória terminó con una gran tristeza, porque se le escapó la clasificación luego de un primer tiempo favorable, donde el resultado lo acompañaba y pocos podían imaginar el desenlace que se produciría en el complemento cuando las luces se apagaron y Paraguay sacó provecho de lo que fue a buscar.

El equipo que dirige Pablo Aimar salió a jugar con decisión ante Paraguay, a la búsqueda de la clasificación a los cuartos de final de la Copa del Mundo Sub 17 de la FIFA-Brasil 2019. Con la conducción de Matías Palacios, la movilidad de Zeballos y el pivoteo permanente de Medina y Fernández, Argentina controló el juego en los 15′ iniciales.

Después, creció Paraguay. Con el ritmo de Duarte, la habilidad de Torres, y la frescura de Ovelar, el equipo guaraní se impuso en el juego y tuvo su momento con llegadas a través de un juego directo y veloz.

En ese lapso, los duendes del fútbol le sonrieron a la Argentina; porque en el mejor momento de Paraguay, desbordó Lomónaco por derecha, llegó el centro pasado, y Zeballos ganó muy bien la posición para marcar el 1 a 0 a los 26′ de juego.

Argentina se tranquilizó, se paró bien en el terreno y ya pudo controlar mejor los intentos de Paraguay, mientras que en cada arranque de Palacios, parecía que la cifra podía aumentarse.

Y así sucedió, pues cuando se llegaba al final de la primera etapa, un corner, rechazo, un pelotazo cruzado para Matías Godoy, quien apareció libre por derecha y con un tiro cruzado puso el 2 a 0 a los 42′ del primer tiempo. Dentro de cierta paridad, Argentina sacaba una ventaja importante.

En el complemento, el partido se hizo cuesta arriba. De a poco, Paraguay empezó a volcar las acciones contra el arco de Rocco Ríos Novo. Duarte se movió por todo el frente de ataque, se soltaron los laterales, adelantó las líneas y puso el juego en campo argentino.

Matías Segovia entró por Ovelar para darle más frescura al ataque; Argentina trataba de esperar con orden, pero se apretaba muy atrás y empezó a sufrir situaciones. Un tiro libre que pegó en el palo izquierdo de Ríos Novo, una llegada de Duarte, un cabezazo cercano hasta que a los 58′ una desinteligencia en la defensa argentina derivó en el rebote en Cano que fue contra su propia valla y no pudo impedir que la pelota entre, antes de despejarla. 2-1 para Argentina, pero ya el resultado se mostraba muy estrecho.

Y Paraguay fue; tomó confianza, y buscó un poco más. Ayala entró por Ignacio Fernández, Sforza por Cano, con la intención de sumar gente a la mitad de la cancha y pelear allí el partido. Argentina proponía un partido más cerrado, aún el marcador le era favorable.

Paraguay llegó al empate con un remate de Torres a los 73′ y sintió que alcanzaba el objetivo. Lo que parecía un partido perdido, ahora estaba equilibrado: 2 a 2. Podía ser para cualquiera, pero había que jugar esos minutos que quedaban y los guaraníes habían empardado. Si nada pasaba, iban a los penales.

Argentina reaccionó y fue a la búsqueda del desequilibrio. Atacó por los costados, ingresó Velasco para tener más desborde y velocidad, y volcó el juego hacia el arco guaraní. Sforza sacó un excelente remate, que el arquero González desvió al corner.

Y de un contragolpe Paraguay se llevó el premio mayor. Jugada rápida desde el fondo, pelotazo largo para Duarte, la Argentina que estaba jugada en ataque, y el centrodelantero guaraní que se la lleva entre los centrales, cuando entra al área amaga a ir por adentro y engancha hacia afuera para quedar sólo ante el arquero y vencerlo con un remate fuerte y alto pegado al palo derecho. A los 86′ Paraguay daba vuelta el resultado, para pasar a ganar 2-3.

Los minutos finales se fueron entre nervios, alguna discusión y un par de centros que no pudieron ser conectados a favor de nuestra selección.

Los chicos se quedaron con la bronca, la amargura y la desazón de haber perdido algo que tuvieron muy cerca. Durante casi una hora, la clasificación les sonreía. Pero el fútbol tiene estas cosas, y en la media hora final Paraguay revirtió el resultado.

Les queda el sinsabor de la derrota, la tristeza de la eliminación y la ilusión frustrada, pero también la enseñanza y la experiencia que deja cada partido, cada torneo, cada noche que siempre puede ser cambiante e impredecible en este hermoso y bendito fútbol.


Hernán O’Donnell

Los candidatos avanzan y la Argentina quiere sumarse a la lista

La super jornada de miércoles no deparó grandes sorpresas; sí estuvo emparentada con la lógica y los seleccionados más importantes de la Copa del Mundo Sub 17 de la FIFA-Brasil 2019 ganaron sus encuentros correspondientes a los octavos de final y dieron un importante paso adelante.

México le ganó a Japón 2 a 0 y aprovechó el envión y la confianza que había obtenido unos días antes frente a Islas Salomon, cuando funcionó bien y metió 8 goles, amén de unos cuantos más que pudo haber convertido.

A la misma hora, en primer turno, en Goiania, España fue más que Senegal y lo venció por 2 a 1. Fue el equipo de siempre, sólido, parejo, con el estilo basado en la posesión, en el juego asociado y la creatividad de sus futbolistas. Así llegó el primer gol, a los 27′ con una maniobra combinada, varios pases y la aparición de Navarro para convertir el 1-0.

El capitán Valera aumentó a los 59′ con un soberbio remate y puso a españa 2-0; sobre el final, llegó el gol de Souleymanne a los 85′ y el encuentro quedó 2 a 1 para España.

Brasil ganaba, perdía y ganó. Con la ventaja de ser local y a la vez la presión que eso significa para chicos de 17 años, pudo revertir un encuentro que se presentó complicado.

Kaio Jorge abrió la cuenta a los 8′ y parecía que iba a ser una noche tranquila. Sin embargo llegaron los sobresaltos con los goles de Cruz a los 25′ y a los 41′; Chile vencía a Brasil en su propia tierra. Sobre el cierre del primer tiempo llegó el gol de penal de Kaio Jorge y a los 45+2′ el partido quedó 2 a 2.

En el segundo tiempo, Diego logró el gol que dio vuelta el resultado con un tremendo remate al ángulo superiorizquierdo, y el 3 a 2 quedó sellado a los 65′ de juego.

Francia no tuvo inconvenientes: derrotó con amplitud a Australia por 4 a 0, con tres goles de Mbuku a los 6′, a los 74′ y a los 82′. Millot cerró la cuenta a los 87′ del partido.

Argentina va esta noche ante Paraguay, un rato después del partido entre Italia y Ecuador. Para el equipo de Aimar es todo un desafío. Un rival que lo conoce un poco más, un duelo sudamericano que siempre parece equilibrar las cosas, el choque que no tiene revancha porque se gana o se termina el torneo…toda un experiencia para estos chicos que quieren cumplir un sueño grande, pero que también saben que estos son los días de sumar experiencias, sembrar amistades, hacer un grupo, formar un equipo. El resto vendrá como lógica consecuencia.


Hernán O’Donnell

La etapa decisiva comenzó y será un miércoles de candidatos

Ahora los partidos son a todo o nada. Comenzaron los octavos de final de la Copa del Mundo Sub 17 de la FIFA-Brasil 2019 y no hay alternativa: el que gana sigue, el que pierde queda afuera del torneo. Los famosos “play-off”, los partidos donde la adrenalina crece y un error se puede pagar caro.

República de Corea le ganó por 1 a 0 a Angola y se convirtió en el primer seleccionado en llegar a los Cuartos de Final; unas horas más tarde, Países Bajos protagonizó un gran partido y le ganó a Nigeria por 3 a 1, en un primer tiempo con mucho ritmo y goles. La vieja Holanda parecía estar afuera de la Copa cuando perdió sus primeros partidos, pero le ganó a Estados Unidos por 4 a 0, se metió como uno de los mejores terceros y ahora ya ingresa en la parte más trascendente del torneo.

Hoy hay cuatro partidos y uno promete más que el otro. Japón, que tuvo una gran primera fase, con victoria holgada ante Países Bajos inclusive, se mide en Brasilia con México que se recuperó de un comienzo dubitativo tras ganarle a Islas Salomón por 8 a 0. A la misma hora, 16.30, juega uno de los principales candidatos: España. Lo hará en Goiania ante Senegal.

A las 20 hs, en Brasilia, se presenta otro de los firmes candidatos: Brasil. No tendrá un duelo fácil ante Chile, los partidos entre equipos sudamericanos siempre son duelos que se equilibran por el fervor y la rivalidad. Pero Brasil ha crecido en el torneo y parece ser un equipo mucho más completo de lo que fue en el Sudamericano.

En el segundo turno de Goiania jugarán Francia y Australia. Los franceses ganaron los tres partidos de su zona, mostraron su clásico fútbol-champagne y están en el grupo de los favoritos; Australia fue de menor a mayor: cayó con Ecuador, empató con Hungría y en el último partido venció a Nigeria y logró la clasificación como uno de los mejores terceros.

Es un miércoles de platos fuertes, con la presencia de varios candidatos y partidos que prometen la emoción de la clasificación y la frescura de los jóvenes futbolistas.


Hernán O’Donnell

Aimar cantó los 40 con un triunfo, la clasificación y la alegría que contagia su equipo

La victoria del domingo del seleccionado Sub 17 de la Argentina vino acompañada de una celebración más que importante. Más trascendente que la victoria, la clasificación y la continuidad en la ciudad de Vitória, con un día más de descanso antes de jugar ante Paraguay por los octavos de final de la Copa del Mundo Sub 17 de la FIFA-Brasil 2019.

Para Pablo Aimar, el entrenador del equipo, fue nada menos que el día de su cumpleaños número 40, y para un apasionado por este deporte, celebrarlo en una cancha de fútbol es casi una cuestión natural. “Cuando vivís en el ambiente del fútbol pasás varios cumpleaños en situaciones así; puede ser porque te toque jugar, o tener que estar concentrado en un hotel, o tal vez en un viaje. Está bien que cumplir 40 años es un número importante, pero a mí me gustó. Más me hubiese gustado que estuviese mi familia, pero bueno, es lo que hay. Tengo este trabajo, me gusta hacerlo y me tocó estar en un partido el día de mi cumpleaños” nos dijo en la zona mixta cuando el domingo 3 de noviembre llegaba a sus últimas horas.

Sobre el partido y el funcionamiento de los jóvenes futbolistas, respondió tras el encuentro: “Los chicos quieren jugar. Tienen ganas, quieren la pelota, se sienten libres de arriesgar, aún cuando puedan perder el balón o cometer algún error, saben que tienen la edad para hacerlo. Para medir cada acción en el campo, tal vez equivocarse y aprender de esos errores”, señaló.

Le preguntamos por Ignacio Fernández, volante de Boca, que dejó una gran señal durante el partido frente a Tayikistán; de un andar similar a Riquelme, en la posición de volante central como jugaba Román en sus inicios en Argentinos Juniors, y de una notable pegada con las dos piernas. Eje permanente del equipo. “Para nosotros la posición de él es de 5, bien ahí. Bien de volante central; en Boca a veces juega un poco más adelante, pero para nosotros la posición en el campo es de medio centro. Es super importante para el equipo, pero también hubo muy buenos rendimientos de muchos futbolistas y nos sirvió el partido para darle minutos a chicos que no se los habíamos podido dar, y han jugado muy bien”, respondió el entrenador.

Uno de los aspectos que deben vivir estos jóvenes es ser “visitantes”, sentir un poco que el público está a favor del otro equipo y jugar con esa presión, más allá de que el público es reducido. “Lo empiezan a asimilar. Y empiezan a ver que cuando jugás en la Selección Argentina sos visitante en más de un lugar, no sólo en Brasil. También, sobre todo, en Sudamérica, pero las condiciones son esas, hay que asimilarlas. Después ojalá les toque jugar partidos de Copa Libertadores que son parecidos, con 60.000 personas en contra, pero de a poquito empiezan a convivir con eso que es ser visitante en muchos lugares”, nos comentó Aimar.

Para el final le pedimos una reflexión sobre las palabras de David Luiz, su reconocimiento al compañero que le dedicó un tiempo a mejorar cosas del juego y la admiración que el brasileños siente por él, por Pablo Aimar. “Fui compañero de David cuando él era muy joven, y tomé esas declaraciones con mucha alegría. Es más, el video me lo mandó él. Sí, las recibí con mucha alegría, le tengo mucho afecto y celebro lo bien que le va”, respondió con humildad, sin hacer pie en su gesto, en su dedicación y en su enseñanza, sólo manifestó su placer y alegría por el cariño y el éxito que obtuvo su ex compañero.

La vida te hace esos regalos, ésas muestras de afecto y agradecimiento que te llenan el alma, tanto cuando un jugador exitoso recuerda un consejo pasado, o cuando un grupo de chicos te regalna una actuación tan agrdable el día que cumplís 40 años.


Hernán O’Donnell

(Enviado especial a Vitória, Espirito Santo, Brasil)

México elaboró una goleada lógica y ahora quiere discutir por lo que viene

La gran incógnita era cuanto tardaría México en resolver el partido; si habría alguna posibilidad de que el entusiasmo de los chicos de Islas Salomón pudieran poner en aprietos a los del “Tri”, si estarían en condiciones de complicarlos…todo se acabó en dos minutos. Cuando El-Mesmari desbordó a toda velocidad, tiró el centro atrás y Alvarez conectó en el área chica para abrir el marcador, todo quedaba resuelto. Podía pensarse en que el marcador apretado daría cierto interés, pero ni el más optimista pensaba que el partido cambiaría ya de rumbo.

Todo fue un monólogo de México, que nunca apuró el trámite ni se puso nervioso. Dejó que Islas Salomón corriera, se desgastara, y a medida que pasaban los minutos pensaba que aparecerían los espacios para estirar la diferencia. Por eso vimos media hora sin demasiado vuelo, apenas matizada con una llegada de Puente, que remató desviado a los 10′ y algún toque en mitad de cancha.

Recién pasada la media hora de la primera parte el equipo tricolor, vestido todo de negro en la noche de Vitória, estiró la distancia en el marcador. Fue después de un tiro libre de El-Mesmari, que rebotó en el arquero y tras varios disparos que el joven guardameta no pudo controlar, el último le quedó a Gómez quien marcó el 2 a 0 a los 33′ de juego.

Al minuto, un tiro en el palo de El-Mesmari, la figura de los americanos en el primer tiempo.

Y sobre el cierre de la etapa, llegó el tercero de México, pase de emboquillada, entrada libre y franca de Puente y remate fuerte a un costado para clavar el 3 a 0 a los 43′ del encuentro.

El segundo tiempo comenzó tranquilo, sin grandes variantes y con la misma tónica. Un equipo muy superior a otro, que manejó el ritmo con tranquilidad y no se alteró cuando Islas Salomón amagó con ir a apretar; al contrario, un contragolpe ejecutado a toda velocidad con más delanteros que defensores que retrocedían permitió que Luna entrara sólo y marcara el 4 a 0 a los 57′ del partido.

Largos cabildeos en el VAR, la concesión del gol y la reanudación ya pasada la media hora del partido. Y a los 62′ Alvarez capturó el rebote tras varios errores en defensa y la salida apurada del arquero y señaló el 5 a 0 a los 62′ del juego. Ya la defensa de Islas Salomón estaba desarticulada y podía permitir cualquier llegada en un peligro para su arco.

Entró Avila y a los 72′ conquistó el 6 a 0. Ya era menos que un entrenamiento y los jugadores mexicanos no forzaban demasiado el juego sino que fluía con tranquilidad y los tantos de decantaban como uvas en la madurez.

No había resistencia por parte del equipo de las Islas; apenas el entusiasmo para intentar alguna jugada en ataque, pero perdían muy pronto el balón y quedaban muy expuestos a sufrir en su área.

A los 79′ llegó el séptimo. Centro pasado, los defensores que miran, la pelota que vuelve, varios rebotes y Gómez la deriva a la red. 7-0, lapidario y terminante.

Se jugaba en el campo de Islas Salomón y sólo cabía esperar el final. En eso estaban cuando Luna fue a apurar al central Kofana, le sacó el balón, gambeteó al arquero cuando salía y señaló el 8 a 0 a los 89′ de juego.

Sobre el final, ya en el descuento, Mani tuvo la única chance para Islas, pero Eduardo García tapó muy bien.

México ganó y se clasificó en un partido que no fue tal; le sirve para el futuro, le deja poco para rescatar, pero la idea es saber que a partir de ahora le llegarán todas finales.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Vitória, Espirito Santo, Brasil)

Argentina se metió en octavos y mira con optimismo el futuro

Fue un partido complicado, jugado, por primera vez, con mucho público. Y la mayoría, en contra. Lógico. Es parte de la histórica rivalidad entre argentinos y brasileños, tiene que ver con una historia de grandeza futbolística compartida y en este torneo, la Copa del Mundo Sub 17 de la FIFA-Brasil 2019, no iba a ser la excepción.

El domingo de sol brillante, de alta temperatura de invitación a pasar la jornada en la playa y el mar también invitaba a ver a la Albiceleste. No siempre anda la Argentina por estas ciudades, y Vitória no quiso perderse la oportunidad.

El primer tiempo arrancó con el entusiasmo de Tayikistán, que salió a apretar a la Argentina, sin temores y sin verguenza. Pero quedó en esa imágen inicial de los primeros minutos, porque en cuánto el equipo de Pablo Aimar se hizo del balón, se adueñó del juego como resultado instantáneo. La Argentina presentó muchos cambios con respecto al equipo que venció a Camerún, pero esto obedeció al cansancio acumulado, a las amonestaciones que podrían complicar la presencia en octavos (caso Amione) y la clasificación asegurada ameritaban la posibilidad de realizar variantes en el equipo. Aún así, el juego no se resintió. Al contrario, se vio una selección dominante, bien parada en el medio con un doble “5” muy capaz, porque Ayala recuperaba con mucha destreza e Ignacio Fernández distribuía el juego, circulaba la pelota, controlaba las acciones con unas cualidades tremendas. es cosa seria este jóven volante de Boca; de lejos, desde la tribuna tiene la pose, el ritmo, los gestos, de Juan Román Riquelme. Se parece mucho en el andar y en el juego. Y maneja las dos piernas con mucha precisión y habilidad. Con una u otra puede tirar fuertes pelotazos o toques sutiles. Habrá que seguirlo.

Lo cierto es que Argentina empujó y con tres hombres de punta, muy rápidos Velasco y Orozco, inteligente Varaldo, armó jugadas que derivaron en la apertura del marcador.

Fue a los 37′, cuando Velasco se fue por derecha y lanzó un centro largo, bien pasado, para la entrada de Orozco que marcó cruzado y puso a la Argentina 1 a 0 cuando se terminaba el primer tiempo.

A los 55′ un tiro libre de Orozco se fue muy cerca; enseguida desbordó por izquierda y Varaldo no llegó a conectar. Argentina era más sin exigirse, pero Tayikistán corría y se mantenía con entusiasmo e ilusión por capturar algún descuido y llegar al arco de Rocco Ríos Novo.

La Argentina se mostró suelta y con facilidades para llegar al arco rival. Cano convirtió un gol a los 61′ tras dos rebotes por tiros de Varaldo y Orozco, pero el VAR no lo convalidó por off side previo del extremo derecho argentino. Pero no se quedaría en el lamento la Argentina. Ingresó Matías Godoy y enseguida metió un desborde por derecha, centro atrás y Orozco, a los 77′, marcó el 2 a 0.

Una contra a los 79′ derivó en una salida rápida de Ríos Novo, que derribó al delantero asiático y el penal consiguiente fue marcado por Soirov a los 80′ de juego.

Si alguien se ilusionó con la igualdad, el sueño se rompió rápido. Una gran jugada colectiva de Argentina, un pase de magia de Matías Palacios a Godoy, derivó en la entrada limpia del delantero de Atlético de Rafaela y el 3 a 1 a los 88′ del partido.

Con autoridad, con jerarquía, Argentina liquidó el partido y ya piensa en los octavos de final, para disfrutar y soñar con un Mundial para recordar.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Vitória, Espirito Santo, Brasil)

El sábado de super acción dejó la candidatura de Francia, clasificaciones sopresas y la incógnita de Holanda

La jornada de sábado fue la última de la fase del Grupo “C”, y Francia cerró la zona con una tercera victoria consecutiva. Esta vez ganó por 2 a 0 frente a Haití, con dos goles casi pegados y sobre el epílogo del encuentro. A los 78′ y a los 79′ marcó Georginio Rutter, y así pudo imponerse el equipo galo, que es uno de los principales candidatos al título en la Copa del Mundo Sub 17 de la FIFA-Brasil 2019. Fue un eslabón más en la cadena de los europeos, que ya estaban clasificados por lo que decidieron realizar siete modificaciones con respecto al equipo titular.

Fue un triunfo para Francia que lo lleva a posicionarse primero en su zona y ahora deberá esperar por un tercero, que podría ser del Grupo “A”, “B” o “F”, para jugar el partido de octavos de final el 6 de noviembre en Goiania, a partir de las 20 hs.

Chile sufrió una derrota que no estaba en sus planes, aunque se sabía que el encuentro no iba a resultar sencillo. pero fue más duro de lo pensado, porque al minuto caía ante República de Corea por uno a cero con gol de Paik, a los 30′ llegó el segundo de Corea y a pesar del descuento, el resultado no se modificó, Corea ganó por 2 a 1 y jugará ante Angola el 5 de Noviembre en Goiania, a partir de las 16.30 hs por los octavos de final. Chile se clasificó por Fair Play, ya que quedó igualada en todo con Holanda, que venció 4 a 0 a Estados Unidos, pero deberá aguardar los resultados del domingo para conocer su suerte.

La Argentina ya está clasificada y en unas horas se mide ante Tayikistán, en el Estadio Kleber Andrade. El equipo de Aimar dio una gran muestra de carácter ante Camerún. Perdía 1 a 0 a los 9′, se encontró con un rival que le cortó los caminos y a partir de ese instante le propuso un partido cortado, interrumpido, sin continuidad y con demoras irritantes.

Pero los chicos dieron una muestra grande de madurez, de personalidad, de temple, para luchar, jugar, buscar los mejores caminos y revertir el marcador hasta ganar por 3 a 1 y hasta perderse un gol más sobre el final del encuentro.

Ahora buscará un poco más, aunque también su posición va a depender del resultado del partido entre España y Camerún.

Todo está abierto, en el calor de Brasil la Copa toma color y los protagonistas empiezan a asumir los roles más importantes del torneo.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Vitória, Espirito Santo, Brasil)

Pablo Aimar y la satisfacción de un equipo que crece

Parecía que iba a ser una noche de brujas, de esas que siempre se manifiestan en estas fechas, cuando llega “Halloween” y millones de chicos en el mundo salen a las calles disfrazados de fantasmas, brujas, hechiceros pero en el fondo no es más que una broma para pedir caramelos y golosinas.

La noche se presentaba muy complicada para la Argentina. El gol de Camerún llegó a los 9′ y a partir de allí se vio un partido atípico: cortado, interrumpido, con lesiones fingidas que demoraban la reanudación luego de alguna infracción o un simple roce. Jugadores del equipo africano que se acalambraban a la media hora de juego, ingresos de los auxiliares médicos y por si esto fuera poco, el VAR que revisó tres jugadas con una demora de más de dos minutos cada una. Poder jugar en ese primer tiempo, fue un suplicio.

“Jugar cada tres días con el calor y la humedad es complicado”, dijo Pablo Aimar en la zona mixta cuando todo hubo terminado. “Y sí, es verdad, hubo muchas interrupciones, se hace difícil tener entonces continuidad. Y con respecto al VAR, los chicos van a tener que convivir con esto, no lo van a poder evitar, El VAR llegó al ´futbol para quedarse y lo que vivieron hoy también para ellos es aprendizaje y crecimiento”, agregó.

Con respecto a los cambios en el entretiempo, explicó: “Los chicos que salieron estaban muy cansados; David (Ayala) estaba con un golpe desde el principio del partido, de hecho ahora casi no puede ni caminar, y por eso decidimos los cambios”.

“Para ellos el Mundial es un crecimiento enorme. Lo bueno y lo malo que les pasa. Lo que suceda en esta Copa del Mundo para ellos va a ser una marca en su vida deportiva. Van a aprender a convivir con decisiones que tal vez para ellos en el momento les parezca injustas, pero luego verán que también hay otras que nos puedan beneficiar como el otro día que nos dieron un penal en contra y luego lo quitaron porque había un fuera de juego previo. Para ellos es una experiencia nuevísima jugar un Mundial, jugar con VAR, jugar con un equipo muy fuerte en lo físico, y que tenía sus armas para tratar de ganar el partido”, dijo el entrenador argentino.

Creemos que la Argentina jugó de menor a mayor y hasta pudo hacer un gol más. Y se lo comentamos a Aimar, que respondió: “Terminaron superándose a ellos mismos, y se pusieron en situación de dominar al equipo rival y lo hicieron con nuestras armas que son tener la pelota y encontrar los espacios a través de los pases, las gambetas, y la habilidad de cada uno de ellos”.

“Todo lo que viven en estos días, en estos partidos, los chicos lo van a absorber y les va a servir para los 15 o 20 años de carrera que tienen por delante. Estoy seguro. El equipo está bien, juegan bien los chicos. Hay jugadores y veremos que nos depara el futuro; aún hay que jugar un partido y veremos como seguimos”, finalizó en una muestra clara de humildad, que esta triunfo aún no determinó nada, ni siquiera la clasificación a la siguiente ronda.

Pablo Aimar y las ideas claras, en una noche que parecía estar embrujada pero que los chicos la transformaron en una alegre muestra de fútbol y caramelos.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Vitória, Espirito Santo, Brasil)

Argentina y la noche del orgullo para vencer a Camerún

Empezó torcido el partido para la Argentina. Complicado, trabado y en desventaja. Todo salió al revés en un primer tiempo duro, cortado hasta la exasperación, con varias intervenciones del VAR que desfavorecieron a la selección y muchos errores propios.

El primero llegó con el nacimiento del partido. Apenas se estaban por acomodar, aún cuando se estudiaban y perfilaban el tipo de encuentro que iba a salir, se abrió el marcador…para Camerún.

Corner desde la derecha, la defensa que se distrae, las marcas que se extravían y la aparición solitaria de Bere para conectar de cabeza y marcar el 1 a 0 para Camerún cuando iban 9′ de juego.

Era aún el amanecer del encuentro, y la Argentina se despertaba con un cachetazo. Una situación que le modificó los planes, y que para Camerún fue determinante para desarrollar el siguiente plan: juego cortado, infracciones tácticas y de las otras, simulación de faltas y dolores con jugadores que se caían de modo permanente y obligaban a interrumpir el juego hasta la exageración que se vio reflejada en los 8′ de adicional en el primer tiempo.

Además, el VAR también hizo lo suyo: Primero un choque de Amione y el arquero de Camerún que en la revisión fue falta del defensor de Belgrano. después un penal sancionado por el referee serbio Srdjan Jovanovic, el VAR lo rectificó y anuló la sanción. Una violenta falta sobre Lomónaco de Mezama fue sólo amarilla y el VAR corroboró. Una pena, porque las tres intervenciones fueron falladas en favor del rival. Y la Argentina lo pagó con nervios y fastidio.

Le costó mucho al equipo encontrarse en el primer tiempo. A los nervios descriptos por esas situaciones se sumaban las interrupciones, el enfriamiento y la velocidad de juego de Camerún cuando se reanudaba. Los africanos tenían un plan. Cortar, frenar, enfriar y arrancar a toda marcha con un buen estilo de toques, manejo y velocidad.

La Argentina sumaba imprecisiones. En ataque se fallaba porque no había justeza en los pases, en la puntada final, en la decisión final para terminar la jugada. Y se nublaban las mentes y se confundían las ideas. Dos cambios en el entretiempo para sacudir al equipo.

Adentro Fernández y Medina y afuera Sforza y Ayala. Un revulsivo para despertar a la selección. A empujar y lucharla, aunque Camerún mantenía su táctica. Y se hacía muy difícil jugar así, porque no había continuidad en el desarrollo. Cada roce, era una simulación. El contacto, una invitación a la farsa. Y Argentina que luchaba contra esa impotencia y los errores propios, que eran varios, aunque en el segundo tiempo empezó a mejorar. A los 52′ un pase de Palacios a la derecha, la aparición de Simón, el centro y Krilanovich que no pudo llegar para conectar.

Ahí, el último cambio: Matías Godoy por Simón y todas las cartas echadas. El DT Pablo Aimar tiró toda la carne al asador y la Argentina fue con fútbol y bronca.

Levantó el equipo. Corner de Zeballos a los 57′, varios que cabecean y al final Flores captura el último rebote y de cabeza marca el 1 a 1. Sin jugar bien, Argentina llegaba al empate, por el mérito de querer jugar ante un rival que nada proponía. Y el empuje y las ganas de jugar tenían un premio. Error del arquero Ekoi, que salió lejos del arco a jugar una pelota dividida, Zeballos que pone fe y entusiasmo para pelearla y ganarla, desbordar y habilitar al medio para la entrada libre de Krilanovich que convirtió el 2 a 1 a los 62′ En un ratito, Argentina lo daba vuelta. Había levantado el nivel de juego con las variantes, pero sobre todo encontraba el premio por querer siempre jugar.

La noche empezaba a tener un poco más de luz. Más alegre, o por lo menos más tranquila. Con la angustia que se empezaba a hacer carne, ahora afuera de las cabezas de los chicos.

Argentina terminó mejor, manejó el partido y los tiempos. Llegó al tercer gol a los 88′ por una jugada rápida por izquierda, una habilitación para Godoy y el cabezazo de este para sellar el 3 a 1 para nuestro seleccionado.

Una alegría inmensa para los pibes, una noche tremenda que incluso pudo ser más amplia porque Palacios lo dejó solo a Matías Godoy y el remate dio en el travesaño y picó en la línea.

Los chicos sacaron orgullo, ganas y mucha decisión para dar vuelta un partido que se había hecho muy complicado.

Será una de las grandes lecciones aprendidas que con el tiempo siempre recordarán.


Hernán O’Donnell

(Enviado especial a Vitória, Espirito Santo, Brasil)