Argentina se llevó el Oro tras una actuación para recordar

Un partido distinto, como toda final. Un encuentro diferente a todos. La Argentina se midió con Honduras por la medalla de Oro de los Juegos Panamericanos Lima 2019 y ya no había lugar para las especulaciones, ni los análisis. Ni mucho menos poner en la balanza antecedentes de uno y otro equipo. Las finales siempre son partidos aparte, no cuenta el historial ni la trayectoria de los equipos en el certamen que se define, ni mucho menos la historia de cada seleccionado. Es un encuentro diferente donde todo parece equilibrarse y no hay demasiado espacio como para elegir un favorito.

Argentina intentó dominar el juego a través de la movilidad y creatividad de Nicolás González y Valenzuela. Bien apuntalados por Colombatto, el equipo albiceleste se paró con actitud ofensiva y así llegó al gol a través de Urzi, cuando iban 7′ de juego.

Parecía que podía encaminar el partido, pero Honduras mostró los atributos de sus primeros encuentros y con mucho juego físico, mucha velocidad en los desplazamientos, equiparó las acciones, y en una buena maniobra combinada llegó al empate, a los 41′ cuando Martínez Juarez capturó un despeje de Cambeses y convirtió. 1 a 1 y final del primer tiempo.

En el segundo tiempo, la Argentina buscó apurar el juego. Se despertó. Se sacó los temores propios de un encuentro definitivo y lo fue a buscar sin pensar en lo que podía perder. Y a los 58′ llegó el gol que le devolvió la tranquilidad: desborde por izquierda, centro al área y valenzuela que define con un tiro cruzado. 2 a 1 para el equipo de Batista.

Y vino una catarata que puso fin al suspenso. A los 61′ apareció Lucas Necul para marcar el 3 a 1. Y a los 65′ fue Fausto Vera el que convirtió para la Argentina para aumentar a 4 a 1 la diferencia.

Quedaba poco menos de media hora de juego y todo estaba terminado. La selección había marcado una diferencia indescontable, un golpe de K.O. para el equipo centroamericano. Honduras supo jugar el primer tiempo, pero esa ráfaga de goles la dejó desconcertada. Intentó reaccionar más por inercia y por obligación que por confianza.

Argentina controló el juego a partir de ordenarse bien en el campo, saber achicar espacios y manejar el balón con inteligencia. Tuvo alguna posibilidad más, pero le faltó certeza para sumar algún tanto más.

Pusieron en marcha el sueño allá por la primera fecha, el lunes 29 de Julio cuando le ganaron con esfuerzo y sacrificio a Ecuador, tras quedarse con un hombre menos, sacar una ventaja de dos goles y luego aguantar hasta el final para sostener un apretado 3-2. Luego tuvieron una falsa actuación con México el jueves 1 de Agosto, un mediodía que nada salió bien y aún así cayeron 1-2 con los dos goles del rival por dos penales en contra.

Se recuperaron el domingo 4 de Agosto con la victoria frente a Panamá. Y la gran actuación ante Uruguay por las semifinales; fue el miércoles 7 de Agosto con un rotundo 3-0.

Por eso llegaron a la final. Por eso vivieron unos días inolvidables en Perú. Por eso se llevaron con honor y alegría una medalla de oro, merecida e inolvidable.


Hernán O’Donnell

La Selección tuvo una noche estupenda y se clasificó para la final

El clásico del Río de la Plata se mudó a Lima. En un hermoso estadio, pero con menos gente de la que de modo habitual concurre cuando este viejo enfrentamiento se disputa en Uruguay o la Argentina. Y con un un condimento extra: el pasaje a la final del Torneo de Fútbol Masculino de los Juegos Panamericanos Lima 2019.

La Argentina disputó su mejor partido del torneo. Segura, decidida, ambiciosa, salió con determinación a llevarse por delante al rival, a atacarlo y lastimarlo. A ganar el partido. Es cierto que había tenido una buena performance en el debut ante Ecuador, donde se acomodó mejor al partido cuando le expulsaron a Nico González y armó un 4-4-1 un poco replegado pero que le sirvió para convertir dos goles pronto y después poder manejar ese partido inicial. Después tuvo una falsa actuación ante México y se recompuso con Panamá.

Pero lo de anoche fue superlativo. El equipo se mostró confiado y confiable desde el inicio. Un centro de Andrés Herrera y la potencia de Adolfo Gaich dentro del área para conectar y marcar el 1 a 0 cuando iban 6′ de juego. La combinación entre los jugadores de San Lorenzo le daba la ventaja a la Argentina.

Y no se quedó el equipo de Batista. No se conformó. Buscó aumentar y tras otra gran maniobra colectiva en ataque, el remate de Gaich fue detenido por la mano de un defensor uruguayo. Penal y gol de Valenzuela a los 29′; la Argentina ganaba 2-0

Uruguay no era el equipo sólido de la primera rueda. Le faltaba fútbol, no encontraba la pelota y encima se quedó con un jugador menos a los 33′ por la expulsión de Gularte tras una entrada violenta contra Gaich.

La primera parte se cerraba con un panorama oscuro para la “Celeste” y tranquilizador para la Argentina.

El segundo tiempo transcurrió sin grandes novedades. La Argentina se paró unos metros más atrás para explotar espacios más grandes y manejar la pelota con cierta comodidad. El reloj le jugaba a favor y Uruguay se empezó a soltar un poco más, pero no tenía profundidad. Era un poco la inercia del juego que lo llevaba a atacar, pero chocaba contra el orden del conjunto albiceleste.

Y cuando parecía que todo concluía con el resultado sellado en la primera parte, otra vez apareció el centrodelantero de San Lorenzo para aumentar el marcador y erigirse como la figura de la cancha.

Gran maniobra por izquierda, el centro de Medina, el remate posterior en el palo, el rebote que le queda a Gaich y su tiro que se transforma en el 3 a 0 cuando iban 85′ de juego.

La Argentina sellaba una actuación estupenda. Con convicción, juego y ambición, ganaba el clásico del Río de la Plata en Perú y se metía en la final para darle vuelo al sueño que mantienen desde el inicio de los Juegos.


Hernán O’Donnell

Los “Gladiadores” cerraron un fin de semana a puro Oro

Terminó un fin de semana largo con otra victoria colectiva de la Argentina y un cierre de lunes a la noche con una fantástica victoria de “Los Gladiadores”, el seleccionado argentino de Handball que conquistó la medalla de Oro tras ganarle a Chile por un apretado pero justo 31-27. Había sido una primera parte muy pareja y en el segundo tiempo, la Argentina consiguió desequilibrar.

Y esto se sumó a las grandes victorias del domingo en el Básquetbol, con una selección que le hizo honor a su leyenda. La “Generación Dorada” quiere prolongarse en estos chicos, conducidos por Luis Scola, el desparpajo de Facundo Campazzo, la dinámica de Laprovíttola y la calidad que transmite el “Tortu” Deck.

También hubo una noche fructífera para el Voley Masculino, que logró la medalla de Oro tras ganarle a Cuba la final por un contundente 3-0, con parciales de 25-20, 25-17 y 25-20.

Nadia Podoroska fue otra gran protagonista del domingo de Gloria. En su categoría singles femenino, le ganó la final a la estadounidense Caroline Dolehide por 2-6, 6-3 y 7-6 (4) y subió al escalón más alto del podio envuelta en una gran alegría. “Todavía no caigo del todo. Pero de a poco me doy cuenta de lo que logré”, señaló al llegar a Rosario. “En el 0-4 en contra en el tie-break traté de no pensar en el resultado, sino en quebrarle el saque y tratar de ganar cada punto. Iba punto a punto. Y trataba de ganar cada pelota para que no se me escapara en el resultado”, agregó en el aeropuerto de su ciudad.

“Fueron muchas cosas las que viví esta semana, tanto la medalla asegurada el viernes, como la clasificación lograda para los Juegos Olímpicos Tokio 2020 y la medalla de Oro al final, fueron todas cosas muy lindas y espero que tenga la repercusión para que el tenis femenino crezca”, declaró en conferencia de prensa en Rosario.

Había pasado una semana hermosa, coronada con el título máximo y un saludo especial de Gabriela Sabatini que la emocionó hasta las lágrimas. Es tiempo de viajar a España para preparar los próximos torneos.

Mientras juegan las chicas del fútbol femenino en busca de la final, mientras esperamos por el equipo de Fernando Batista y comienza la gran atracción de la natación y el atletismo, los Juegos Panamericanos Lima 2019 viven días de fuego y un fin de semana de gloria para la Argentina.


Hernán O’Donnell

Argentina volvió a la victoria y ahora pelea por una medalla

Los Juegos Panamericanos Lima 2019 ofrecen un abanico grande de deportes y oportunidades. porque en algunos casos, no todos, un equipo puede tropezar, y aún así, continuar en carrera. Le pasó al equipo de Básquetbol. Perdió con México, pero continuó en la ruta de las Medallas. Y lo mismo le sucedió al seleccionado de fútbol que dirige el “Bocha” Batista. Cayó ante el tricolor mexicano, pero esta victoria frente a Panamá lo deposita en semifinales.

La Argentina jugó un partido más que aceptable. Fue incisivo en el comienzo, salió con determinación y tranquilidad. Mostró juego, jerarquía individual y buen acople colectivo. Por eso no extrañó que llegara rápido el gol de Adolfo Gaich, a los 4′ cuando aprovechó un buen pase y entró sólo por el medio para convertir con un remate de primera.

Enseguida aumentó: Un formidable remate de Lomónaco se metió en el ángulo superior izquierdo del arquero de Panamá y a los 14′ Argentina ya ganaba 2 a 0.

Entonces se tomó un tiempo y manejó con inteligencia los momentos del partido. Parecía todo bajo control, pero sobre el cierre llegó el descuento de los panameños, tras un centro desde la derecha, Cambeses quisó atrapar el balón y dejó un rebote corto que Aguilar sypo aprovechar para marcar el 1-2 a los 44′.

El segundo tiempo fue un poco más confuso. Panamá intentó adelantar sus líneas pero no tuvo profundidad ni ideas creativas. La Argentina se abroqueló unos metros para tratar de definir de contragolpe.

Y así llegó la resolución: iban 80′ cuando Valenzuela capturó una pelota dentro del área rival, se acomodó y sacó un remate cruzado, “tres dedos”, con una buena comba que se metió otra vez en el ángulo superior izquierdo de Panamá. 3 a 1 y partido liquidado.

Quedó la sonrisa, el volver a gozar y a recuperar el optimismo. La Argentina había dado un paso importante, se sacudió la bronca por la caída inesperada ante México y sueña con la conquista de la Medalla más preciada.


Hernán O’Donnell

Y un día, el sol bañó de luz a los Juegos Panamericanos

Valió la pena la espera. Casi una semana de cielo gris, de techo plomizo, pero de gran alegría por todas las disciplinas deportivas. Desde el viernes 26 lo esperábamos. El inicio de las competencias el sábado 27 ya fue con un día nublado. Y así seguimos toda la semana, hasta que el viernes, que había amanecido con una fresca llovizna, de pronto movió sus nubes y se asomó el Dios Febo. Una enorme sonrisa se posó sobre la ciudad. Si algo le faltaba a los Juegos Panamericanos Lima 2019, era el sol. Que, de pronto, decidió acompañarnos.

La jornada arrancó con el tenis y la gran victoria de Nadia Podoroska sobre la norteamericana Usue Arconada por un cerrado 6-4 y 6-4, aunque la joven argentina fue más precisa en los momentos decisivos y tuvo mucha clama y serenidad para revertir un segundo parcial que se le había complicado tras quedar 2-4 abajo.

Sin embargo, se repuso y ganó 4 juegos consecutivos hasta llevarse la victoria.

Al lado suyo, en la cancha 1, Facundo Bagnis derrotó al dominicano José Hernández por 6-2 y 6-3y logró un paso importante en la búsqueda de lo más alto. También se impuso Guido Andreozzi, al dominicano Roberto Cid por 6-1 y 6-4.

El doble masculino de Andreozzi y Bagnis ganó por 6-1 y 7-5 a los locales Galdos y Varillas. Mañana juegan la final contra los ecuatorianos Quiroz y Escobar.

El equipo de Basquetbol perdió con México 64-72. Una derrota que duele, pero que aún está a tiempo de enderezar el camino y poder luchar por el escalón más alto.

Los muchachos del Handball, “Los Gladiadores”, le ganaron a Cuba por 23 a 21 y se clasificó a semifinales. El equipo de Beisbol le ganó a Perú y Fernanda Russo ganó la medalla de bronce en Tiro, especialidad rifle de aire 10m.

El seleccionado de Voley le ganó a Puerto Rico por 3 a 0, con parciales de 25-18, 25-12 y 25-18.

Para el final de la noche quedó Dayana Erika Sánchez, quien obtuvo la medalla de plata tras caer ante la brasileña Soares Ferreira por la final de la categoría ligero.

Pero el viernes ya se había vestido de gala unas cuantas horas antes; cuando el sol que tanto le reclamábamos a Lima, se hizo presente y bañó sus costas, estimuló a la gente e iluminó a los Juegos en una jornada decorada por su brillo y su calidez.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Lima, Perú)

La selección tuvo un mal día y sufrió un traspié en los Juegos Panamericanos

No fue el día para el equipo de Fernando Batista. Salió mal barajado de entrada, con muchas complicaciones, algunos fallos arbitrales y errores propios que desembocaron en la derrota ante México por 1-2 en la segunda fecha del Grupo A de los Juegos Panamericanos Lima 2019.

Argentina salió con cierta cautela al partido y eso lo pagó caro. Porque se paró un poco atrás, le cedió el balón al rival y quedó muy cerca de Cambeses, el arquero de Banfield. Entonces, los riesgos eran grandes. A los 13′ ingresó Venegas por la izquierda de la defensa Argentina, Medina lo cruzó y el árbitro sancionó penal cuando Cambeses ya había atrapado la pelota. desde nuestra psición no advertimos la falta, pero hay que darle crédito al juez y aceptar su decisión. Vengas remató a la izquierda del arquero argentino y México se puso muy rápido 1 a 0 arriba.

Ahí apareció algo del fútbol de Argentina. Se adelantó en el campo, empezó a tener un poco más la pelota, Colombatto se desprendió del medio y buscó asociarse con Gaich y Valenzuela, mientras que Urzi comenzó a pesar con su habilidad por la izquierda. Así tuvo la mejor situación a los 29′ con un remate cruzado del hombre de Banfield que se fue muy cerca; unos minutos después, a él le cometieron una falta cerca del área, el centro al medio y un desvío a la derecha para la aparición de Adolfo Gaich que empató el partido con un remate cruzado a los 38′. La selección llegaba al empate 1 a 1 sin brillar, pero con el peso de la potencia del delantero de San Lorenzo, el mejor del equipo en los dos partidos.

Al final del primer tiempo se fue expulsado el capitán de México, Govea, por agresión a Urzi. Iban 44′ y se podía esperar algo más de Argentina en el complemento, ero no fue así.

El equipo se adelantó por inercia y también porque México optó por replegarse con un hombre menos, armar dos líenas de cuatro y que Godínez se las arreglara solo para elaborar contras, tal como lo había hecho la Argentina en el partido anterior frente a Ecuador cuando le expulsaron a González.

Y le costó a la selección. Chocó contra una pared y no pudo elaborar situaciones de gol, más allá de algún centro, algún rebote, algún tiro de lejos…Incluso la situación más clara la tuvo México con una chilena de Martin del Campo que parecía meterse de emboquillada pero Cambeses la desvió al corner con una volada fenomenal.

Nada pasaba hasta que pasó. México se animó en un ataque, Godínez se metió por izquierda y cuando entraba al área, el cruce de Mosevich encontró su pierna y el penal para México le daba una magnífica oportunidad. Iban 78′, pero entre la sanción y las protestas, la falta se ejecutó a los 80: peor para Argentina, porque Godínez convirtió a la izquierda de Cambeses y menos tiempo quedaba para la selección.

Se había ido muy rápido el segundo tiempo. Entre imprecisiones y falta de profundidad, la Argentina no pudo quebrar a su rival, y un error lo pagó muy caro. Más allá de la insistencia, la voluntad y los ingresos finales de Aliseda y Lomónaco (antes a los 65′ había ingresado Necul por Moreno), el equipo ya estaba atado a su destino.

No tuvo un buen día y lo pagó caro, pero los Juegos siguen y aún hay mucho camino por recorrer y continuar con el sueño de llegar a la máxima medalla.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Lima, Perú)

El show del Básquetbol llegó a Lima

La zona de San Borja es un hervidero. Autos, colectivos, taxis, uber, los vehículos que a usted se le ocurran. Y gente, mucha gente. Lima ha vuelto a su rutina laboral, tras cuatro días de vacaciones. Al fin de semana se le agregaron el lunes por la celebración del día de la Independencia y el martes con asueto. Hoy está nublado, como en los últimos días, pero la gente desborda las calles en sus tareas laborales y en esta zona de la ciudad, además, continúan los Juegos Panamericanos Lima 2019. Con un agregado especial, porque el show del Básquetbol llegó al Coliseo Eduardo Dibós.

Y nada mejor que Estados Unidos para comenzar. Un equipo de ese país siempre es una enorme atracción, juegue quien juegue. está claro que no vendrá un Dream Team ni siquiera un equipo de relieve de la NBA, pero es siempre un equipo de la Meca del Básquetbol el que va a llegar.

Estados Unidos lleva el deporte en la sangre y sobre todo aquellos que forman parte de su identidad nacional, como el Básquetbol. Y cualquier conjunto que ponga en cancha, con una mínima dósis de experiencia, de conocimiento y de entrenamientos, es posible que marque un estilo, una forma de jugar, una manera de sentir.

Se refleja en sus acciones, en su técnica, en su manera de entender el juego. Se nota. Se destaca. Y en el primer partido que abre el ciclo de este deporte en los Juegos, le tocó el debut ante Islas Vírgenes. Dominio sostenido y primer cuarto a favor. Fin del primer tiempo con ventaja de 56-43, con algunas cuestiones a destacar.

El pivot Groselle cumplió una gran tarea; fue fuerte en la zona pintada, capturó rebotes gracias a su buena altura y fue un buen abastecedor para sus compañeros.

Samuels Jr. se destacó en los lanzamientos, mientras el equipo fue un desborde de intenciones. También fue buena la primera parte de Powell, incisivo para penetrar y romper la defensa de Islas Vírgenes, que tuvo en Hodge a su jugador más destacado, de muy buenos lanzamientos de tres.

El Coliseo lucía completo, con pocos lugares libres en una tendencia generalizada de estos Juegos. Mucha gente se acercó a disfrutar de las disciplinas.

Isla Vírgenes se mantuvo en partido con una enorme voluntad. Le psuo el pecho a las balas y si bien tenía una diferencia fuerte, no se achicó. Pero el Gigante era demasiado y al promediar el tercer cuarto ya había sacado una ventaja importante de 69-45.

El peso de su juego, la experiencia, la jerarquía, todo se profundizó con el correr de los minutos. Cuando faltaban 2’52” para el final del tercer período, el resultado ya era de 81-55 para Estados Unidos.

Powell y Diallo sumaban 19 puntos cada uno. Samuels Jr, 16. Gillespie, 11. Las mejores performances del ganador. Para Islas Vírgenes Hodge sumaba 16 y Smith 12 puntos. Eran los más destacados cuando se inició el último cuarto y ya la ventaja de Estados Unidos se estiraba a 95-62.

El público, como es habitual y normal, se puso del lado del más débil y celebró cada tanto, cada tapada y toda buena jugada de Islas Vírgenes. Aunque el marcador ya se había estirado a 113-81, igual gritaban con cada punto del menor.

Cuando restaban 10″ el entrenador de Estados Unidos vio que su equipo tenía la pelota, pasó la mitad de la cancha y entonces tuvo un enorme gesto de nobleza deportiva. Se paró, hizo una seña de terminado y comenzó a aplaudir. El partido había terminado 119-84 y una ovación contagió a ese pedido del coach,

Estados Unidos había dado un buen espectáculo. El show del Básquetbol había llegado a Lima.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Lima, Perú)

Buen final para el Voley de Playa, un premio en el Handball y comienza el Basquetbol

Otra jornada finaliza en estos días ventosos, nublados y movidos de Lima. Otro día con medallas, sonrisas, festejos y el final melancólico de cada competencia deportiva.

En el Voley de Playa, seguido por mucha gente, con entradas agotadas para todas las jornadas, a orillas del Pacífico, la Argentina terminó con una satisfacción en las dos competiciones. La dupla masculina integrada por Nicolás Capogrosso y Julián Azaad finalizó con un triunfo una semana dura, difícil, competitiva. Tuvieron muchísima entrega y el premio final en el partido por el tercer puesto. Habían sufrido ante Uruguay en cuartos de final, cayeron ante el duro México en las semifinales, pero lograron la medalla de bronce al vencer a Canadá por 21-17 y 21-18.

Las chicas, Ana Gallay y Fernanda Pereyra cayeron ante Estados Unidos por 1-2, tras haber jugado un gran partido y haber hecho una semana muy buena.

Es tiempo del Básquetbol. Por estas horas se espera la presentación de Estados Unidos, que jugará por la mañana y a la tarde debutará la Selección Argentina ante Uruguay.

Sabrina Ameghino ganó la medalla de Oro en Canotaje en Velocidad tras haber participado en cinco Juegos. Nunca es tarde cuando la dicha es buena, y el saber esperar tiene su premio.

Natalia Cuglievan fue la tapa de todos los diariso de Perú. Ganó la medalla de oro en Esquí Acuático, modalidad figuras, y logró repetir el premio máximo tal como lo había hecho en los Juegos Panamericanos Toronto 2015. Ya había brillado en nuestro país en marzo de este año, en los juegos ODESUR de Playa Rosario 2019.

En Tenis ganó Guido Andreozzi y avanzó a la tercera ronda; Facundo Bagnis es uno de los favoritos para la prensa peruana. Jugará el miércoles en la cancha central a las 17 hs.

México no pudo con panamá en su debut en el Fútbol Masculino. Empujó, buscó, pero no pudo doblegar a un rival ordenado, de buen porte físico y con oficio para jugar. Contó con un penal en el minuto 93, pero el remate se estrelló en el travesaño.

Aquí se lamentan por la caída del local, pero la prensa entendió que Uruguay fue superior y se llevó de manera merecida la victoria por 2 a 0. Núñez había marcado a los 6′, apenas comenzado, y Fernández aumentó a los 36′. Cáceda tapó un penal a Fernández a los 88′, lo cual evitó que la caída del local fuera más abultada.

Un rato antes, Honduras derrotó a Jamaica 3 a 1, tras una levantada importante porque hasta los 70′ perdía por 1 a 0 y convirtió tres goles en el lapso de 9 minutos, entre los 71′ y los 80′.

La selección femenina de Handball, llamada “La Garra” le hizo honor a su apodo y dejó jirones de verguenza deportiva hasta caer en la final frente a Brasil por 21-30. Un resultado que dolió en sí mismo, pero que no empaña la excelente actuación de las chicas y lo valiosa que resulta la medalla de Plata, para su propio deporte y para engrosar el medallero argentino.

Otra jornada agitada pasó por los Juegos Panamericanos Lima 2019. Ya se viene el Básquetbol, continúa el Fútbol y el Tenis suma adeptos, en tanto el Atletismo y la Natación esperan por las jornadas finales.

Una fiesta del deporte que se vive en todo el continente, a toda hora y en cualquier lugar.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Lima, Perú)

La potencia de Gaich, el sacrificio de todos y tres puntos para comenzar a soñar

Al minuto de juego la Argentina avisó. Tremendo tiro libre de Fernando Valenzuela y el arquero Cevallos que la desvía al corner cuando parecía que se metía en su ángulo superior izquierdo.

Argentina avisaba y Ecuador se sostenía. Ya habían abierto el Grupo “A” de la Primera Ronda de los Juegos Panamericanos Lima 2019 en el muy coqueto Estadio “San Marcos” los equipos de Panamá y México con una igualdad en cero. Y la Argentina quería llevarse la victoria para empezar a soñar, aunque enfrente estaba el rival llamado “candidato” por los especialistas.

Y así empezamos la mañana nublada de Lima. El equipo de Batista fue y fue, pero en una acción aislada, un pelotazo largo para Nicolás González cuando la pelota se iba larga, y el arquero de Ecuador la fue a buscar fuera del área, al intentar cabecearla, se encontró con el golpe arriba del delantero argentino. Una acción arriesgada e imprudente, un poco violenta, y a los 24′ fue expulsado. La albiceleste se quedaba con 10 jugadores y faltaba muchísimo.

La Argentina ordenó las piezas: Valenzuela a la derecha, Vera y Colombatto mantenían el doble “5” y Urzi a la izquierda. Dos líneas de cuatro y Gaich arriba, solo como el llanero solitario.

Sin embargo, Argentina se acomodó y golpeó: avisó a los 31′ cuando Herrera se proyectó, metió la diagonal, armó la pared con Colombatto y habilitó a Urzi quien entró por izquierda y su remate se fue apenas afuera.

A los 33′ Adolfo Gaich encabezó un contragolpe, metió quinta velocidad, se fue fuerte y adelante por la derecha, llegó al fondo y el centro preciso a Valenzuela, quien metió un gran remate y abrió el marcador. Argentina ganaba 1-0 con un hombre menos.

Y enseguida llegó el segundo. Colombatto presionó en la salida, robó la pelota y habilitó a Gaich que marcó el 2 a 0 a los 39′.

Argentina se retiraba del primer tiempo con un buen resultado, y buna buena producción.

Ecuador salió con todo en el complemento. Muy rápido empujó a la albiceleste contra el arco de Cambieses. A los 47′ remató Alcívar, un pco alto, pero fuerte y preciso. A los 52′ llegó la chilena de Campana, bonita y sorpresiva, pero respondió bien Cambieses. El argentino Célico, DT de Ecuador, metió cambios paulatinos que aumentaban la voracidad ofensiva del equipo, pero Argentina respondía con orden y sacrificio.

Argentina tuvo su primera variante a los 70′ cuando entró Lucas Necul, oriundo de Puerto Madryn por Urzi, que estaba amonestado. Y cuando todo parecía controlado a los 74′ Cifuentes metió un tiro libre al ámgulo que achicó la distancia. El partido quedaba 2-1 y parecía empezar una etapa de preocupación. Por suerte, duró poco. Al minuto, corner para la Argentina, centro a la cabeza de Colombatto, la pelota que se desvía, le cae a Gaich y el potente remate del delantero de San Lorenzo se mete en un costado, para ampliar el marcador a 3 a 1 a los 75′.

Todo parecía concluído, Argentina volvía a mantener dos goles de diferencia y encima a los 79′ fue expulsado Vallecilla por un golpe a Gaich, que un minuto después fue reemplazado por Lomónaco.

Pero al partido le quedaban emociones y suspenso. Naula apareció a la espalda de los defensores argentinos y metió un cabezazo cuando se jugaban 88′. El resultado volvía a comprimirse, 3-2 y quedaban 4′ de adición por jugarse.

Pero Argentina no se rindió ni asustó. Se abroqueló, Barquet entró por Valenzuela y se sostuvo en el sacrificio de todos. Corrió y luchó por sostener una victoria justa y merecida, que había construído en los 90′ con la potencia de Adolfo Gaich, la habilidad de Valenzuela, el criterio de Vera, la dinámica de Colombatto, la seguridad de Mosevich, la velocidad de Herrera y el enorme sacrificio colectivo.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Lima, Perú)

El coraje de la dupla argentina dio otro paso en el voley de playa

Empezó gris como el cielo de Costa Verde San Miguel, a orillas del Pacífico. Allí, en las costas de Lima, donde el océano ruge y se cubre de niebla, la dupla argentina de Beach Voley, Julián Azaad y Nicolás Capogrosso tuvo que apelar a todo su coraje, su energía y también su sangre fría para sacar adelante el partido ante Uruguay y clasificarse a la semifinal de la especialidad en estos Juegos Panamericanos Lima 2019.

No fue nada fácil en encuentro por los cuartos de final. Porque la pareja celeste comenzó más enchufada, más segura y los argentinos no estaban precisos. Además, tuvieron alguna falla no forzada y no se mostraron seguros en la recepción.

Por eso la primera manga se fue para Uruguay, que dominó desde el inicio el set. Cuando miramos el marcador ya estaba 9-15; enseguida se fue a 14-21 y casi sin darnos cuenta, Argentina se encontraba set abajo.

Pero los muchachos se hicieron fuertes en la adversidad, apretaron los dientes y se mostraron muy recuperados en el segundo parcial. Se sacaron la bronca y le metieron hasta ponerse 21-14 para forzar el tie break. El equipo se ordenó, tal como lo reconoció Azaad más tarde en la zona de entrevistas, fueron más frontales, más ordenados y mejoraron la recepción. Era cuestión de calmarse, dijo Azaad y en cuanto pudieron bajar ese cambio y meterse en el juego con tranquilidad, todo varió.

Este último fue duro y parejo. Uruguay siempre se mantuvo en partido, incluso estaba arriba en el marcador: 8-9, después 10-12″pensé que se nos escapaba en ese momento”, nos confesó Nico Capogrosso, en la zona mixta y ahí parecía que todo podía terminar…

“Hubo un poco de todo; nervios, juego. Bancamos un partido muy difícil”, dijo Capogrosso después que tras ponerse 15-14 terminar con un 18-16 a favor, “Se me cruzó por la cabeza un partido que pudimos dar vuelta hace unos días contra China en Polonia, ahí también estábamos 10-12 y pensé que lo podíamos repetir. Juli lo aguantó en ese momento, defendió una pelota muy importante en el 13-12, y por eso creo que nos llevamos el partido, y ahora hay que disfrutarlo”, sentenció.

“Antes del partido si me preguntás como quiero ganar, te respondo 21-10 y 21-10, pero después nos gusta ganar así, sufrir…es una cosa rara que tiene el deporte. Es más lindo y más satisfactorio ganar de esta manera.”, nos dijo Azaad también en la zona mixta.

“Pero no es el último partido del torneo. Esto sigue. Más allá de la adrenalina por ganar así, queda muchísimo por delante y tenemos que pensar en lo que viene”, completó Julián.

Esa adrenalina es la que los llevó a la gran explosión final. Nico se sacó la remera, la tiró a la tribuna donde estaba su gente, saltó y se abrazó con Azaad. La tarea estaba cumplida. “Fue un poco para sacarme la angustia, no tengo porque negarlo, hace varios días que no la paso bien, no me siento cómodo, no disfuto el torneo como debiera sino que sólo pienso en como ganar y eso te lleva a muchos nervios, mucho desgaste mental. Y lo decsargué así”, dijo Nico sin falsos pudores y con una clara muestra de humildad y grandeza.

Los muchachos se tranquilizaron, se sacudieron los nervios y sacaron adelante un partido que se presentó duro y parejo, pero que pudieron torcerlo a su favor con garra, inteligencia y coraje.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Lima, Perú)