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El sueño de Argentina terminó en la noche caliente de Belo Horizonte

El comienzo fue a todo estudio, Con pases cortos, pelota asegurada y el intento de darle un destino cierto, preciso. Con mucha lucha en la mitad de la cancha, pierna fuerte y amarilla para Tagliafico a los 9′ . Brasil quería empujar, pero la primera clara fue un remate de Paredes a los 12′ que se fue apenas arriba del travesaño.

Sin embargo, a los 18′ Brasil abrió el marcador: gran jugada de Dani Alves, proyección imparable por derecha, apertura a la banda, Otamendi no pude impedir el centro y Gabriel Jesús marca el 1 a 0 para Brasil,

Un sacudón, un golpe fuerte. Sin embargo, el partido se mantuvo en la pelea del medio. Le costó a la Argentina equilibrar la lucha, pero puso corazón y trató de seguir en el partido.

Y a los 25′, tras un tiro libre de Messi el cabezazo de Aguero pegó en el travesaño de Alisson. Argentina sentía que podía; el camino era duro, el rival muy exigente, el partido, difícil, pero podía…

Sobre el final, hubo una buena maniobra combinada entre Aguero y Messi, del rebote remató Martínez y despejó Marquinhos.

El fin del primer tiempo encontró a una Argentina que estaba en la pelea. Era difícil el partido, el medio de Brasil cortaba los circuitos, con un gran despliegue de Casemiro y Arthur más la inestimable colaboración de Gabriel Jesús, Philippe Coutinho y Everton, quienes se metían en la línea de volantes cuando Argentina tenía la pelota.

Willian por Everton al inicio del segundo tiempo. Brasil comenzaba con un cambio. Messi, en un esfuerzo conmovedor, se mete entre los volantes, para ayudar, para crear, para hacerse más rápido de la pelota, aunque eso le cueste quedar lejos de los delanteros.

A los 55′ Brasil elaboró una maniobra de ataque y Philippe Coutinho desvió el remate; Messi contestó con un tiro en el poste derecho de Alisson…El Super Clásico se volvía a encender. Y Di María por Acuña, de enorme esfuerzo.

Un tiro libre espléndido de Messi y una atajada brillante de Alisson; el partido no daba tregua. Adentro Lo Celso, afuera De Paul.En Brasil se va Marquinhos y entra Miranda.

En esa intensidad, una jugada que pareció ser falta sobre Aguero , el contragolpe rápido, no llega Pezzella a cubrir a Gabriel jesús, también se le va a Otamendi y el centro encuentra libre a Firmino para marcar el 2 a 0 a los 69′.

Tité metió un cambio para cerrar el partido Allan por Gabreil Jesús, a los 79′ A poblar la mitad de la cancha y cerrarle los caminos a la Argentina.

Y ya no hubo espacio para más. El sueño se había terminado en la noche caliente de Belo Horizonte.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Belo Horizonte, Minas Gerais, Brasil)

La noche de Belo Horizonte va a presentar al primer finalista de la Copa

Lionel Scaloni fue muy claro en la conferencia de prensa previa, la que siempre se hace el día anterior al juego y donde se dejan algunso conceptos importantes, aunque detalles necesarios para conocer, como forma el equipo, por ejemplo, se guardan hasta último momento.

La Argentina se juega el pasaje frente a Brasil. Nada menos. El Super Clásico de las Américas esta vez tiene un premio grande: “Es un partido muy importante, pero más que nada por lo que da: el pase a la final del torneo. Yo creo que más allá de enfrentar a Brasil, lo que resalto del encuentro es la chance de pasar a la final. Ese es el premio que da. Más allá de lo que tiene un Brasil-Argentina”, señaló Scaloni.

“Quizás para Brasil tenga otra impronta porque juega ante su gente, en su casa y eso le puede dar otro entorno. Es un partido difícil, con un valor importante como es pasar a la final”, señaló el entrenador.

El único confirmado es Sergio Aguero; es el único nombre que el DT apuntó que va a ser titular. Del resto no dio pistas, pero se intuye un equipo similar al que jugó frente a Venezuela.

Mientras, el clima se encendió en las calles de Belo Horizonte. Han arribado argentinos en las últimas horas, se han mezclado por las calles y la multitud que promete acompañar a Brasil también empezó a desbordar los accesos.

Brasil y Argentina se encuentran en Minas Gerais. Dos potencias se saludan. Una de ellas se llevará el premio mayor: ir por la final de la CONMEBOL Copa América Brasil 2019. La noche abre sus puertas, disfrutemos de la magia del fútbol en su mayor esplendor.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Belo Horizonte, Minas Gerais, Brasil)

El continente vibra al compás del Super Clásico

Llegó el gran día. Belo Horizonte no durmió. Como tal vez no haya dormido Tité, tal como confesó en la conferencia de prensa previa, la clásica del día anterior. Duerme poco, se despierta, mira papelitos…”La vida del entrenador”, describió el “coach” de Brasil.

Es que todo está por jugarse hoy a la noche. Un partido importante, con un premio grande y con todos los condimentos adicionales que siempre provoca el gran clásico del fútbol mundial, como es Brasil y Argentina.

Y las horas aumentan la expectativa. Todos están pendientes del partido, la televisión habla y comenta desde anoche. Se reiteran escenas de partidos anteriores, se pasan los goles de clásicos jugados, se analiza el presente, se tiene en cuenta la actualidad, se especula con las formaciones y se reiteran los 5 partidos jugados en Belo Horizonte.

Para Tité, la estadística no cuenta. Ni el debut contra Argentina aquí, por las eliminatorias de la Copa del Mundo de la FIFA-Rusia 2018, allá por 2016 y el triunfo por 3 a 0 para Brasil, ni tampoco la derrota ante Alemania por 1-7 en esta ciudad.

“Cada partido es una historia nueva, una nueva posibilidad. Está ahí, para tomarla, para aprovecharla. No hay que fijarse en el pasado”, señaló el entrenador brasileño.

No adelantó el equipo: “Tenemos un número de atletas que cuando ha entrado tuvo un rendimiento significativo: Richarlison lo hizo muy bien; Alex Sandro, Gabriel Jesús, Willian. Todos cuando entraron jugaron muy bien”, dijo Tité.

Tité cree que a Messi no se lo neutraliza: “Se pueden disminuir sus acciones, pero neutralizarlo de modo total, jamás”.

“Tengo una expectativa enorme por este partido, es verdad que no pude dormir bien. Es un partido muy importante. Estamos bien”, apuntó.

La ciudad vive su ritmo diario, de trabajo, de estudios, de obligaciones y actividades. Las oficinas, los colegios, las Universidades, las tiendas, los superemercados viven las horas rutinarias. Pero con una expectativa grande, porque a la noche se juega el gran Super Clásico de las Américas.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Belo Horizonte, Minas Gerais, Brasil)

Belo Horizonte desborda con el Super Clásico de las Américas

La ciudad tomó un pulso más acelerado, más intenso. La cálida tarde del domingo, apacible y con el ritmo que siempre trae la jornada de descanso, empezó a aumentar con la llegada de Argentina. En medio de lo que prometía ser una tarde serena, dominada por la quietud y la reflexión habitual del domingo, con la aparición de la “Albiceleste” se alteró la tranquilidad y se desdibujó el horario de la siesta.

El equipo de Scaloni llegó en medio de la alegría y los vítores de un público que muestra respeto por nuestra selección, pero sobre todo por un futbolista: Lionel Andrés Messi. Es muy sano lo que siente el brasileño por Lío; admiración, respeto, incluso afecto. Lo ven como una super estrella, un jugador distinto en el planeta, incluso lo consideran, muchos de ellos el mejor del mundo. Y hasta el mejor de la historia, tal como lo definió Thiago Silva en una conferencia de prensa reciente: “Argentina tiene a Messi, el mejor jugador de la historia, el mejor del mundo y eso la hace un equipo respetable”, afirmó con seguridad el defensor central del París Saint Germain.

A algunos les llamó la atención, pero es el pensamiento claro de muchos colegas y contemporáneos de Messi más allá de clubes diferentes y seleccionados distintos. “Es el mejor de la historia, es el mejor que yo he visto jugar; siempre es un privilegio muy grande poder enfrentarlo. Ahora es Brasil-Argentina, así que yo me preocuparé por defender mi lado y a él lo admiraré en otros partidos”, agregó el zaguero brasileño.

“Siempre es muy difícil enfrentarlo; porque es un jugador que, aunque lo estudies, nunca vas a comprender sus habilidades y la diferencia que pueda marcar. Pensás que va a hacer una cosa y luego hace otra que no podés imaginar. He jugado con Ronaldo, Ronaldinho, pero Messi no tiene comparación”, afirmó Thiago Silva.

Así está el Super Clásico. Con las últimas noticias que proponen las miradas previas de los jugadores, el recuerdo reciente de la Copa del Mundo de la FIFA-Brasil 2014 y todo lo que se vivió: “Nadie tiene amnesia”, dijo Thiago Silva, “todos recuerdan lo que pasó, pero no podemos quedarnos en eso, solo pensar en las cosas malas que pasaron. tenemos que pensar en las cosas buenas y aquí con Argentina hicimos un buen partido, quedarnos con eso y no con que hicimos un partido horrible con Alemania”, agregó.

Es que todavía está fresco el Mundial, el sueño incumplido, la presión por “vengar” la afrenta de 1950, el peso enorme sobre los hombros de un equipo al que se lo devoraron los nervios…

De todo eso se habla aún aquí. De todo lo que sucedió en aquella semifinal, del sueño frustrado y las cargadas, de las palabras y todo lo que el viento parece no poder llevarse aún…

Con estas historias vibra Belo Horizonte, a la espera de un nuevo capítulo del fútbol, con un Super Clásico de las Américas que siempre teje una nueva historia.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Belo Horizonte, Minas Gerais, Brasil)

La caída de dos candidatos que se van con tranquilidad

Se fueron muy rápido dos candidatos importantes, que muchos auguraban en una de las semifinales y que habían realizado una excelente primera ronda.

Se fue Colombia tras haber ganado los tres partidos del grupo, haber hecho muy buenas producciones futbolísticas e incluso sin perder ningún partido, y sin siquiera que le hayan convertido un gol. Pero el equipo no tuvo una gran noche ante Chile y se quedó afuera por penales, aunque tampoco se puede decir que esto fue injusto, pues el equipo trasandino se mostró mejor en el encuentro de cuartos de final.

Queda el consuelo de haber mejorado el rendimiento, de haberle dado un giro al carácter, de haber agregado al tradicional buen toque de pelota una dósis de carácter, de fuerza, de presión intensa en zonas de ataque.

Le queda la conciencia tranquila de haber intentado todo.

Uruguay es el mejor equipo del continente. lo es aún hoy, cuando ha quedado eliminado y no superó los cuartos de final. Es decir, no completa todo el calendario, pero eso no modifica el pensamiento que tenemos sobre ellos: un equipo en el sentido estricto de la palabra, un grupo que se prodiga a sí mismo, voluntades que se unen para dar todo por el objetivo colectivo, humildad y respeto como principales características…Uruguay debió ganarle a Perú, si bien el primer tiempo se le fue en amagues y la lluvia lo complicó mucho, la “Celeste” fue más en todo el partido y hasta contó con 3 conversiones que el VAR no convalidó.

Pero no hubo quejas, ni desbordes ni histeria. Uruguay se fue con la tranquilidad de haber ofrecido todo, de brindarse en cada partido y de aceptar el resultado que favoreció a Perú en los penales.

“Es triste, es doloroso, pero hay que dar vuelta la página porque el fútbol sigue, como sigue la vida misma”, dijo sereno Edison Cavani.

Uruguay aprendió la lección, por eso sabe que existe la alternativa de perder. De perder un partido; pero lo que no se debe perder es la humildad, el don de gente, el objetivo colectivo como principal faro. Si se mantienen esos principios, las derrotas son sólo accidentes en el camino correcto.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Belo Horizonte, Minas Gerais, Brasil)

Uruguay desperdició un tiempo, no pudo concretar y Perú festejó en los penales

Perú dio la primera gran sorpresa de la CONMEBOL Copa América 2019. Porque hasta ahora, los grandes se habían clasificado y si bien Colombia era un candidato, Chile, el rival que lo eliminó con justicia, venía con buenos antecedentes en el juego y en los resultados, además de ser el último bicampeón. Que Chile eliminara a Colombia no era impensado; pero Uruguay era claro favorito ante Perú, y sin embargo se quedó sin nada. El equipo de Gareca, que había sufrido una dura caída ante Brasil, se relamió sus heridas y llegó a las semifinales.

El equipo de Tabárez salió tranquilo, sin apurar el ritmo, sin apretar a Perú contra su arco. Tal vez imaginaba a un equipo inca metido atrás, sin ambiciones, por eso pensó un plan sereno, que el juego fluyera hasta decantar en el gol.

Pero tanta pasividad lo llevó a que los minutos pasen y las oportunidades se demoraran. Recién a los 23′ tuvo una clarita, muy clarita, cuando Suárez desbordó por izquierda, su remate se desvió en el arquero Gallese y el rebote le quedará a Edison Cavani, solo con el arco libre. Pero le entró muy abajo y la pelota se fue arriba del travesaño.

Después tuvo otra oportunidad el propio Cavani, cuando apareció libre e ingresó al área apenas apareado por Abram y el remate encontró la pierna salvadora de Gallese.

Dos oportunidades en un tiempo, que entre la lluvia y la falta de decisión, se le fue muy rápido.

Perú no tuvo muchas ocasiones en ese tiempo. Solo el peligro que irradia Guerrero y el comienzo, cuando Cueva y Carrillo tuvieron la pelota y manejaron, un poco, el ritmo del partido.

En el segundo tiempo, las obligaciones aumentaron. A los 46′, Valverde avisó de tiro libre. A los 57′, desborde por derecha, centro al corazón del área y Godin, solo, eleva el remate. Uruguay acumulaba ocasiones y encima el VAR volvía a invalidarle un tanto a Cavani por offside previo.

Ya era otro equipo y otro partido. Perú tardaba en aparecer. Pero se aferraba a su libreto, que había estudiado y aprendido. Defensa firme, salida prolija con Carrillo, Cueva y el “Oreja” Flores; cuando podían armar juego, asistían a Paolo Guerrero para preocupar a la defensa uruguaya, que en los últimos minutos pasó varias zozobras…

Todo nos condujo a los penales. Luis Suárez erró el primero; mejor dicho, se lo atajó Gallese. y ya no hubo posibilidad de redención. Todos convirtieron hasta terminar en el 5-4 para el equipo de Ricardo Gareca.

Una pena por ese sabio del fútbol que es el Maestro Oscar Tabárez. Ya había anticipado las posibilidades de Argentina cuando muchos la descartaban en la Copa; y también cuando afirmó que “ningún resultado está asegurado en el fútbol antes de jugarse un partido; ninguno. Nada se sabe, todo puede suceder. Lo que existe son presunciones, que a veces se confirman y a veces, no”.

Esta vez, las presunciones no se confirmaron. Quienes preveían una victoria de Uruguay, el fútbol volvió a demostrarles que nada está asegurado desde antes. Perdió el partido, pero el fútbol le volvió a dar la razón al Maestro Tabárez.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

Chile siempre fue superior y los penales le dieron la razón

Pocos lo tenían en cuenta, pero allí está Chile. Llegó a las semifinales sin que su participación hiciera mucho ruido en los medios, pero lo cierto es que el equipo se mostró sólido y competitivo desde el primer momento de su primer juego ante Japón. Ya ahí habíamos advertido que el bicampeón defensor del título estaba en un buen nivel, con un equipo competitivo y cuatro jugadores, integrantes de la columna vertebral, de gran nivel.

Ante Colombia, que llegaba invicto y con puntaje ideal, se mostró agresivo desde el inicio. Con sus líneas bien adelantadas, un Gary Medel que se desprendía del fondo, el trabajo incesante de Pulgar, la versatilidad de Arturo Vidal, la habilidad de Alexis Sánchez y la potencia de Vargas, Chile se llevó por delante a Colombia.

Fue un primer tiempo completo, donde dominó e incluso llegó al gol, pero el VAR detectó una posición adelantada milimétrica de Sánchez y el tanto no tuvo validez. Pero era una clara señal de la superioridad de la “Roja” sobre la Selección Colombia.

El equipo de Queiróz no tuvo el juego atildado de siempre, pero tampoco lució en la pelea del partido. Se vio superado en el juego, y sólo la voluntad de Barrios y la dinámica permanente de Cuadrado equilibraban las acciones.

No tuvo casi posibilidades el equipo cafetero; pero Chile siempre se mostró activo y más metido en el partido.

En el segundo tiempo también llegó al gol tras un violento remate cruzado de Arturo Vidal, su mejor figura, pero tampoco fue convalidado por una mano previa también detectada por el VAR.

No se cayó el equipo trasandino a pesar de esos dos goles muy festejados y poco después no convalidados. No se dejó caer por el impacto anímico y continuó con su intención ofensiva hasta que el árbitro Néstor Pitana dijo basta.

En la tanda de Penales, el suspenso y los nervios se apoderaban de todos en tanto los ejecutores no fallaban. Hasta que llegó el quinto tiro y Colombia erró el suyo tras el remate afuera de Tesillo. Toda la definición le quedaba a Alexis Sánchez, igual que tantas otras veces, y no falló.

Chile a semifinales, un equipo serio, comprometido y con varias figuras en alto nivel que le permiten mantener el sueño de la defensa del título muy vigente.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

Argentina tuvo una actuación sólida, destacada y convincente

Argentina y Venezuela, por un lugar en las semifinales. Un Maracaná vibrante y una tarde a pleno sol. Vamos a ver la selección, acompañenos…

De entrada, Argentina salió a apurar el partido. Un corner, un desvío, la pelota que lo sorprende a Pezzella y se la lleva por delante, para el cuerpo de Fariñez. Argentina se plantaba en el campo adversario. Y buscaba el partido. 10′ y llegó el gol;: Lautaro Martínez abrió el marcador y la tranquilidad empezó a hacerse piel.

Argentina y Venezuela empezaban otro partido. Ya no servían los planes iniciales, habría que cambiar los originales por nuevas estrategias. Venezuela salió un poco más. Se adelantó Rincón, se desprendieron los laterales, Rondón ya no estaba tan solo y aislado. Era otra versión, aunque Argentina controlaba con su despliegue y el manejo de sus figuras. Y el partido se equilibró un poco, aunque la sensación que se irradiaba del campo de juego era la de un combinado, el albiceleste, que pesaba más en el juego.

El problema de la selección estaba en el medio, por la inferioridad numérica. Era mucha tarea para Paredes pelear en el centro, aunque colaboraban los internos. Lo de Acuña era encomiable, porque se desplegaba hacia afuera para desbordar y abrir por el extremo izquierdo y se cerraba hacia adentro para ayudar al “5”. Tremendo primer tiempo del “Huevo”, y De Paul intentaba hacer lo mismo del otro lado. Chancellor tuvo un cabezazo peligroso arriba del travesaño de Armani. Fue la acción más peligrosa de Venezuela.

Argentina sumó un tiro libre de Messi, una aparición de Aguero, y una buena combinación de Acuña, Messi, Acuña, y el centro que no pudo conectar Lautaro Martínez. El primer tiempo se cerró con una mejor imágen de Argentina.

Había que esperar al complemento para vivir nuevas emociones. Una clasificación estaba en juego y ambos sabían que todo se resolvería en los 45′ que restaban por disputarse. A los 47′ Lautaro metió otra corrida y su remate se fue cerca. A los 49′, Messi metió una buena jugada, que no pudo prosperar. Argentina decía que salía decidida en la segunda parte.

Dudamel, el Dt de Venezuela, metió un cambio. Adentro Yeferson Soteldo, afuera Del Pino, para tener más gente en ofensiva. Mientras. Argentina se las arreglaba de contras veloces, comandadas por Leo Messi..

Scaloni respondía con un cambio: Di María por Lautaro a los 63′. Si no estaba lesionado, pareció extraño. El hombre del PSG se paró por el medio, cerca del lugar de Martínez. Y a los 66′ entró Lo Celso por Acuña. Los dos mejores del primer tiempo quedaban afuera.

Y a los 73′, una pelota que recupera De Paul, pase a Aguero, remate del Kun, Fariñez que no logra retener y Gio Lo Celso arremete para marcar el 2 a 0. Argentina aumentaba la ventaja en un partido que tenía controlado.

El último cambio fue a los 84′: Dybala por el Kun Aguero, de gran entrega y sacrificio. Un partido sin estridencias pero con todo su juego puesto al servicio del conjunto.

Por eso Argentina se ordenó y tuvo el control del juego. Porque le agregó sacrificio a su jerarquía. Y tuvo una actuación sólida, destacada y convincente que lo llevó a una merecida semifinal.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

Brasil encontró en los penales la justicia que no tuvo en el partido

Sufrió mucho Brasil para llegar a las semifinales. Sufrió, y sin merecerlo. Porque el equipo de Tité buscó desde el inicio del partido. Fue protagonista, con orden y la búsqueda de los laterales para poder abrir a un Paraguay que se mostró prolijo en la táctica de apretar las líneas. Bien cerca los cuatro defensores de los cuatro volantes, retroceso ordenado y espacios que se achicaban hacia atrás para impedir que Brasil se acercara al arco del “Gatito” Fernández.

El local no perdió la paciencia, fue siempre en la búsqueda del desborde por el costado, y buscó armar circuitos de juego con Philippe Coutinho, Roberto Firmino, Gabriel Jesús y Everton.

Sin embargo, se le fue el primer tiempo porque Paraguay nunca se desesperó ni perdió la tranquilidad; al contrario, cuando pudo adelantó líneas e intentó presionar en todos los sectores, para que el local no llegara cómodo hasta el área guaraní.

En el complemento aparecieron un poco los apuros, pero también las chances grandes. Porque Brasil aumentó el ritmo, le imprimió más peso a la ofensiva e intentó por todos lados perforar la resistencia paraguaya. De arranque, Alex Sandro ingresó por Filipe Luis para tener un lateral izquierdo con más proyección ofensiva; después Willian para proponer más llegadas por el extremo derecho: el jugador del Chelsea, desbordó siempre y ejecutó centros de las más diversas maneras, hasta convertirse en el hombre más trascendente en los armados ofensivos.

Y sumaron llegadas, casi siempre abortadas por la dura defensa de Paraguay, basada en el juego aéreo de Gustavo Gómez, Junior Alonso y Balbuena.

A propósito, a los 68′ un episodio pudo haber cambiado la historia del partido. Roberto Firmino se iba con pelota dominada al arco de Fernández y cuando ingresaba al área grande, Balbuena lo cruzó y el árbitro Tobar cobró penal sin dudar. Enseguida le llegó el llamado del VAR, y cuando revisó las imágenes cambió la sanción: tiro libre para Brasil (la falta había sido afuera del área) y expulsión (exagerada) para el zaguero paraguayo. Los dos se sintieron perjudicados; Brasil, porque ya no tuvo el penal, aunque la infracción fue centímetros afuera del área, y estaba bien revertirla. Y Paraguay porque perdía a un defensor importante en una jugada que creemos era sólo de amonestación.

Brasil fue, y cada vez que estaba cerca de abrir el marcador, algo pasaba. O se interponía una pierna, o un roce desviaba la pelota al corner, o aparecía el arquero Fernández…

No podía abrir el marcador y las agujas del reloj corrían veloces. Además, Paraguay apostaba a la velocidad de Miguel Almirón para los contraaatques y algún sofocón pasó. Una jugada fue bien controlada por Arthur en un contragolpe peligroso, que el volante de Barcelona pudo manejar a partir de un retroceso veloz y bien posicionado para no perder ni al atacante ni al balón.

Se fue el tiempo y los penales llevaron toda la angustia, la emoción y el suspenso. Alisson Becker atajó el primero de la serie y todo Brasil estalló en un grito. Parecía que muy rápido definiría. Luego, convirtieron Wiilian, y Brasil quedó arriba 1 a 0.

Entonces el suspenso entró en acción. Acertaron sus penales Almirón, Marquinhos, Valdéz, Coutinho, Rojas…erró Firmino y todo quedaba igual. Si convertía González, Paraguay se adelantaba en el marcador y lo dejaba match point, porque luego Brasil estaría obligado a hacer el gol o de lo contrario quedaba eliminado. un escalofrío recorrió a Brasil. Pero el paraguayo desvió su tiro, y volvía a aquedar todo a manos del local.

Gabriel Jesús, que no pudo convertir su penal ante Perú, esta vez no dudo y con un remate seguro le dio el pasaje a semifinales a su selección.

Brasil gritaba victoria tras sufrir en el partido y encontrar la justicia en los tiros desde el punto del penal.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

Scaloni y Dudamel jugaron al misterio

El primer tiempo, o la previa del primer tiempo del partido entre La Aragentina y Venezuela lo jugaron los entrenadores; o mejor dicho, no lo jugaron. Se mostraron cautelosos y precavidos. No confirmaron ni equipos, ni esquemas ni estrategias o tácticas. Se fueron en palabras, pero nada definieron, ni una pista para empezar a armar el encuentro.

“No tengo el equipo definido”, dijo Lionel Scaloni, entrenador de la selección blanquiceleste ante la primera requisitoria. “Antes tenía la costumbre de definirlo y darlo por anticipado, pero ahora ya no; prefiero darlo cuando falta una hora y media como permite el reglamento”, agregó el DT.

Imagina un partido ida y vuelta, difícil, pero “estamos preparados y mentalizados para ganar el encuentro. Hemos parcticado penales, pero yo soy de los que creen que no es lo mismo ejecutar un penal en una práctica que en un partido delante de mucha gente”, cuando las presiones son otras, está claro.

“Venimos de una victoria importante, de un triunfo que nos dio un importante envión anímico. Vamos a salir a ganar y cuanto antes hagamos el primer gol, mejor. Siempre lo más conveniente es convertir lo más rápido posible. Es un partido difícil, con un rival importante, que evolucionó como mejoraron tantos equipos en el mundo. Antes Qatar no tenía un bajage futbolístico y hos es el campeón de Asia”, dijo Scaloni.

“No nos conviene un partido de ida y vuelta; tenemos que tener el control del partido e imponer nuestra idea”, finalizó.

También habló Lautaro Martínez, quien estuvo muy cerca de ir a la Copa del Mundo de la FIFA-Rusia 2018, quien tuvo una explosión muy grande en Racing y parecía que la oportunidad estaba al caer. Bueno, ahora es el tiempo de vivir la emoción de participar en un gran torneo con la selección argentina.

“Trataremos de seguir con la línea de juego que tenemos en los últimos partidos; con presión, tratar de buscar arriba e intentar convertir lo más rápido posible”, dijo el delantero del Inter.

“Para nosotros ahora empieza otra Copa y trataremos de salir a presionar desde el primer minuto, si es posible convertir rápido. Debemos salir muy concentrados desde el primer momento”, agregó Martínez.

“Ellos juegan a buscar la pelota a espaldas de los centrales, los hemos estudiado y vamos a ir a buscar el partido”, finalizó el delantero, quien agregó que es el partido más importante de su vida y que siempre soñó con esto.

Es lo que espera y sueña la Argentina futbolera. El paso adelante necesario para meterse en los primeros de América. Otra vez en la semana decisiva, otra vez con el orgullo bien alto. Serán 90´a todo o nada; por ahora los entrenadores no movieron la pelota. Todo quedó para mañana.

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)