Mario Saralegui, y una nueva etapa en Peñarol

Es un hombre conocido de la casa. Fue un volnate de buen andar, siempre por el costado derecho, que en su mezcla de buen manejo y espíritu de lucha le permitió llegar al seleccionado celeste, jugar en Europa en el Elche de España, después pasar a un River Plate de Buenos Aires que hizo historia, porque integró aquel equipo que ganó Campeonato local, Copa Libertadores e Intercontinental en 1986. Más tarde se integró a Estudiantes de La Plata y cerró su carrera como futbolista en el Peñarol que lo vio nacer, con un paso intermedio por Barcelona de Ecuador.

Dirigió muchos equipos del interior de Uruguay, y luego comenzó su vínculo con Peñarol; primero en las divisiones inferiores, después en la tercera. Luego se hizo cargo de la primera división en dos ocasiones; esta es la tercera vez que asume la conducción del plantel “Aurinegro”.

“Siento felicidad y responsabilidad a la vez; Peñarol tiene un gran equipo, mucho mejor de lo que la gente cree, y tiene la obligación de pelear arriba”; y también se refirió a la Copa Libertadores: “La gente quiere la sexta y estamos en carrera por ella. Todos los equipos tienen posibilidades, así que depende de cada uno y de lo que pueda luchar por el objetivo”, declaró el lunes por la noche.

El martes al mediodía fue su presentación formal en el Palacio Peñarol. “Afronto un desafío muy especial, que me genera una gran responsabilidad con la institución, con los hinchas. Tengo muy en claro el lugar donde estoy”, declaró en conferencia de prensa. “El campeonato tiene muchas fechas aún, se puede mejorar. Es un torneo parejo, más que lo que era antes y hay equipos que juegan bien; el primer objetivo debería ser la Copa Libertadores, para estar a la altura de la historia de este club. Me dirán que estoy loco, pero ese debe ser el objetivo. También hay que ganarle al tradicional rival y luego hay que jugar la final del Torneo Uruguayo”, resumió Saralegui.

“No miro la edad de los jugadores, miro el rendimiento. Va a jugar el que mejor esté para hacerlo; yo no puedo hacer ahora un diagnóstico de lo que pasa, hay que observar y dilucidar que condiciona el rendimiento”, señaló en referencia al equipo y su situación. “Han cambiado algunas reglas, pero en lo básico el fútbol es el mismo de siempre. Es estrategia pura, Una parte es jugar, otra pensar y otra engañar”, explicó el DT.

Se habló, en los pasillos, de refuerzos. Uno podrìa ser Lucas Viatri, habría que ver la situación contractual con Colón y si existe una deuda que le permita salir al delantero argentino del equipo de Santa Fe y regresar a Montevideo…

Tiene sangre “aurinegra” y es odiado por los hinchas del clásico rival. Reúne dos condiciones indispensables, entonces, para ser un Dt avaldo por el pueblo “Manya”, dentro de todo lo que se comprende por folcklore futbolero bien entendido. Se crió en el club y dijo que esperaba este llamado desde hacía 11 años, el último día de su segunda etapa en el club. Apenas se había ido de Peñarol y ya deseaba regresar. Ahora le apareció la oportunidad, y Mario Saralegui no está dispuesto a dejarla escapar.


Hernán O’Donnell

Diego Forlán conoció muy pronto los sobresaltos de su nueva profesión

Luego de un domingo oscuro, con una derrota impensada y una imagen preocupante, Diego Forlán conoció muy rápido los sinsabores de su nueva profesión y fue despedido de la dirección técnica de Peñarol este lunes 31 de Agosto, tras nueve meses en el cargo. Tres partidos ganados, tres empatados y tres perdidos. En 9 fechas del Torneo Uruguayo, Forlán no pudo encontrar el funcionamiento del equipo, tampoco halló un equilibrio en los resultados y empezó a extraviar la confianza de los dirigentes, en tanto aparecieron las voces críticas de las expresiones de los hinchas a través de las redes sociales. La última derrota de local ante Montevideo Wanderers caló hondo en todo Peñarol, porque es un equipo acostumbrado a pelear y ganar campeonatos, que a lo largo de la historia ha sido protagonista siempre y cuyos objetivos desde el inicio de cada torneo son los vinculados a las más altas posiciones. Hoy el equipo navega en la mitad de la tabla y el malestar se ha trasladado al entrenador, un hombre con un pasado glorioso como futbolista tanto en Europa como en el seleccionado celeste. Y toda esa estela que lo acompañó en su presentación, un DT joven, inteligente, educado, instruido y con una cultura modelada en Europa, se desvaneció. Las críticas lo alcanzaron como a cualquier hijo de vecino, cuando uno de los dos equipos más populares de Uruguay no logran resultados.

La campaña, tras la reanudación del torneo por la pandemia, fue irregular. Comenzó con un empate ante Nacional el pasado 8 de agosto que pudo haber sido un trampolín, porque el equipo pudo sobrellevar el hombre de menos por la expulsión de Matías Britos, mientras perdía por 1 a 0; pero así y todo se sobre puso y logró empatar 1 a 1.

Después le ganó a Boston River por 2 a 0 y cuando se suponía que el barco iba a enderezar su rumbo, llegaron las dificultades. Derrota concluyente ante Deportivo Maldonado en Punta del Este por 2-0, empate de local 2 a 2 con Rentistas tras ir en ventaja por 2-0 y recibir dos goles para sufrir el empate cuando restaban quince minutos de juego, un triunfo ante Cerro Largo también por 2-0, y la caída ante Wanderers que sembró de dudas a la dirigencia.

La noche del domingo fue candente y determinante, porque la derrota dejó muy preocupado al pueblo “Aurinegro”. El equipo no mostró una idea clara de juego, no tuvo propuestas y dejó muy acentuada la falta de respuestas anímicas, porque Peñarol, después del primer tanto visitante se empezó a caer y luego del segundo ya se mostró vencido. La imagen del entrenador se desdibujó y le criticaron todo lo que sucedió esa noche: la alineación titular, el planteo táctico, el juego del equipo, los cambios tardíos. Y en ese sentido, a la distancia, resultó llamativa la ausencia en la alineación titular de Facundo Pellistri, el futbolista más hábil del equipo. Igual que la prescindencia de Fabricio Formiliano en la zaga central, confinado al banco de suplentes.

También le cuestionaron las desvinculaciones de algunos futbolistas. Muchos destacaron a Ignacio Lores como el mejor futbolista del último partido, influyente en el triunfo de Wanderers, y se preguntan por qué Forlan lo dejó ir de Peñarol. Asimismo le critican a la dirigencia la salida de Lucas Viatri del equipo, a comienzos de este año.

El entrenador saliente tomó la decisión con tranquilidad y se expresó a través de sus redes sociales: “Gracias por la oportunidad que me dieron, fue un orgullo para mí dirigir al Club Atlético Peñarol; a los jugadores muchas gracias por su respeto, su paciencia, su entrega y sus enseñanzas. A los que trabajan día a día en Los Aromos, de corazón, gracias. Por último, gracias a los hinchas por el cariño. No me quedan reproches, así es el fútbol. Exitos en lo que venga, ¡Arriba peñarol!”, escribió a modo de despedida, en un nuevo ejemplo de su integridad, su educación y su hombría de bien.

Diego Forlán, el futbolista que surgió en Independiente, que brilló en Manchester United y Atlético de Madrid, que obtuvo dos veces la Bota de Oro, en las temporadas 2004/2005 y 2008/2009, que fue distinguido con el Balón de Oro al mejor jugador de la Copa Mundial de la FIFA-Sudáfrica 2010, que jugó en Internazionale de Milan e Internacional de Porto Alegre, que se mezcla entre los mejores futbolistas de la historia de Uruguay, que vivió con suma educación las mieles de la fama, en este año debut en la nueva tarea de Director Técnico, empieza a conocer los efectos de la “silla eléctrica”, las críticas punzantes que se destinan a los entrenadores fecha a fecha, el cargo cuestionado en forma permanente y los sobresaltos que caracterizan a su nueva profesión.


Hernán O’Donnell

Hamilton no afloja y Renault volvió a la palestra

Una carrera impecable del inglés Lewis Hamilton. Una más. Y un camino hacia la Gloria que parece estará rodeado de rosas, porque su marcha es imparable, porque domina de punta a punta y porque hace en cada una de ellas un esfuerzo tremendo a la par de una exhibición de conducción que va más allá del dominio de Mercedes, que en Bélgica volvió a hacer el 1-2 con la segunda ubicación de Valteri Bottas, que dicho sea de paso, finalizó a casi 10″ de su compañero de equipo. Toda una demostración de Lewis en el Gran premio de Spa-Francorchamps.

En tercer lugar llegó Max Verstappen, el tercero en discordia de cada competencia, el segundo en las posibilidades de alcanzar el título. Muy buena carrera de Max, pero, tal como lo reconoció en la nota posterior a la carrera que le realizó la TV oficial, siempre vio de lejos a los Mercedes, no sintió que aparecieran oportunidades y al final optó, como todos, por conservar el auto y la posición.

Pero todos los aplausos se los lleva el siempre amable Daniel Ricciardo quien llevó a Renault al cuarto lugar, realizó un gran fin de semana de clasificación y coronó el domingo con el récord de vuelta al final de la competencia para llevarse un punto más y todos los aplausos virtuales de quienes siguieron la carrera alrededor de todo el mundo.

Y por si fuera poco, para Renault la carrera fue soñada, porque Esteban Ocon llegó en el quinto lugar tras realizar también una gran carrera y logró superar, cuando faltaba una vuelta, al Red Bull de Alexander Albon, en una persecución final que tuvo su premio en el ocaso del Gran Premio.

Albon finalizó sexto y apretado, porque Lando Norris también se le acercó mucho. De hecho, pareció que en un momento podía acercarse y superar a Ocon, pero el Renault fue más veloz.

Pierre Gasly fue para el gran público el piloto del día. Terminó octavo, pero tuvo una gran tarea. Se acercó a Ricciardo, logró ponerse quinto al promediar la carrera, pero cuando tuvo que detenerse a cambiar neumáticos perdió posiciones que le costó recuperar.

Fue un Gran Premio constante, con una largada prolija donde Hamilton tomó la punta, lo siguió Bottas y Verstappen debió esforzarse para conservar el tercer lugar en tanto Ricciardo lo acosó con un muy buen comienzo de carrera.

No resultó para Ferrari, que tuvo un mal fin de semana; fue mala su performance en la qualy dos, no pudo tener una mejoría en el inicio de la competencia, ni tampoco le funcionó el trabajo de boxes, con detenciones prolongadas que perjudicaron a Charles Leclerc y Sebastian Vettel.

No hubo cambios en las primeras posiciones; las emociones quedaron reservadas a la zona media, donde Renault fue el gran protagonista, y donde brillaron sus pilotos Ricciardo y Ocon, en tanto Albon y Norris también animaron el espectáculo.

Pero poco le importó a Mercedes, y menos al gran Lewis Hamilton, que elaboró otra magnífica conducción para llevarse el GP de Bélgica de punta a punta y seguir en su camino hacia la Gloria.


Hernán O’Donnell

Niza tuvo los goles de Kasper Dolberg y la convicción de todos para vencer a RC de Estrasburgo

El mundo de la pelota gira alrededor del futuro de Lionel Messi, en tanto la pelota sigue su andar por el resto del planeta. El público se divide en diálogos que se dividen entre el porvenir del crack argentino y el partido o el tema que los ocupe. Aún en la Ligue 1, cuando el fútbol le abre las puertas a la gente y lo hace mucho más agradable, más humano.

El primer tiempo fue interesante, con una imagen superior del visitante. Niza lucía más atento, más rápido para armar los ataques y más ductil en el uso de las bandas, para ampliar el territorio y hacer bien ancho el campo de juego. Thuram, el hijo del célebre defensor campeón del mundo en 1998, Lilian Thuram, fue un protagonista importante para esa táctica. Niza siempre se mostró más intenso, con las ideas más claras y con el objetivo más afianzado en su idea de juego. Bien Silvestre en todo su desarrollo en el campo, firme el brasileño Dante en la defensa y seguro el argentino Walter Benítez en el arco. El local se ahogaba en su intento de salir y no se organizaba para armar su juego.

Así fue el primer período, con un dominio mental del visitante y en una escapada de Silvestre le llegó la oportunidad, porque fue derribado en el área por Kone, en una acción que se vio apurado al zaguero para ir al piso, y Kasper Dolberg convirtió, de penal, el 0-1 cuando se jugaban 37′ del primer tiempo del partido.

Así se cerró la primera etapa, con un equipo visitante que dejaba una impresión más organizada y sobre todo una actitud dominante, que le costaba mucho al Estrasburgo poder emparejar.

En el complemento, Niza mantuvo la intensidad y muy pronto llegó a aumentar el marcador; otra corrida veloz, en este caso de Dolberg y el goleador de la tarde marcó el 0-2 con un tiro fuerte y cruzado a los 59′ del encuentro. Recién se acomodaban en el campo, faltaba más de media hora de juego, y sin embargo empezó a flotar en el ambiente una sensación de partido resuelto.

Tras las ventanas de los cambios, Rony Lopes entró por Silvestre en el visitante a los 62′, en tanto en Estrasburgo ingresaron a los 63′ I. Saadi por A. Thomasson, L. Zohi lo hizo por M. Chahiri y A. Caci en lugar de L. Carole, en un intento claro del entrenador Thierry Laurey de modificar las fuerzas de ataque.

El partido se hizo a pedir de Niza, porque la visita se ordenó en su campo, dejó que el local se adelantara, lo esperó, achicó terreno en defensa y abrió espacios en el frente de ataque. Lo contuvo y amenazó de contragolpe, con Dolberg como abanderado y con el ingresado Rony como acompañante estelar, porque el ex jugador de Sevilla se mostró rápido, potente, hábil para elaborar maniobras individuales y grupales, bien secundados por Gouiri.

Para Racing de Estrasburgo, la jornada fue confusa. No tuvo ideas claras, careció de creatividad y le faltó animarse a la aventura, a la rebeldía para generar ocasiones. Se repitió en los centros frontales, en tirar pelotazos al área sin demasiado sentido, y chocó con Dante, Pelmard y las manos seguras del ex arquero de Quilmes, Walter Benítez.

Así Niza construyó una victoria importante, trascendente, que resolvió a media hora de finalizar el juego y que lo lleva a la punta del campeonato en el inicio del mismo, para darle paso a la ilusión.


Hernán O’Donnell

En la MLS, Toronto se quedó con el duelo entre canadienses

Es el líder de la Zona “A” y lo ratificó con un triunfo trabajado, luchado, por momentos bien jugado y con el aliciente de ganar el clásico de Canadá, porque Toronto FC no sólo se afirma en la MLS, sino que la victoria como visitante ante Montreal Impact, le deja el sabor dulce de vencer ante su clásico nacional.

El local intentó con Lappalainen y Maximiliano Urruti por las bandas, con el buen trabajo de Emanuel Maciel, ex San Lorenzo, en el centro del campo y un esquema abierto, y con la intención de ser ofensivos. Enfrente, un Toronto sostenido en el trajinar del experimentado Michael Bradley, y la habilidad de Pablo Piatti.

En ese contexto, el equipo de Thierry Henry intentó jugar, tener la pelota, y progresar. Más práctico el visitante, buscaba llegar con mucha gente, pero con salidas rápidas y contraataques veloces, con mejor manejo del balón y mayor posesión, había dejado una impresión superior en ese lapso.

En el complemento, Toronto sacó ventajas con el penal sancionado por mano de Maciel y lo ejecutó Alejandro Pozuelo a los 50′, para abrir el marcador y dejarlo 0-1.

Allí se tranquilizó el visitante, y enseguida tuvo un par de ocasiones para aumentar el score, con un buen remate de Delgado.

El DT local optó por una variante: a los 69′ S. Shome, delantero, por A. Sejdic, con la intención de mejorar el ataque. Y más tarde volvió a mover el banco por una lesión; a los 71′ O. Okwonkwo reemplazó al argentino Maximiliano Urruti.

Toronto supo ordenarse y con el buen trabajo defensivo cerró los caminos del local. Tuvo paciencia para jugar y capacidad para soportar el embate final de Montreal Impact, que tuvo una buena chance sobre la hora, con un tiro libre y cabezazo ofensivo, pero que Westberg pudo contener con seguridad. Así, el arquero se quedó con la última pelota del partido y Toronto FC sumó una victoria en el clásico de visitante, en tanto se trepó a lo más alto de la tabla en su zona y sueña con el porvenir.


Hernán O’Donnell

Gonzalo Bergessio, y un reverdecer de su carrera en Nacional

Parecía que lo mejor de su carrera había pasado. Que habíamos visto al mejor Gonzalo Rubén Bergessio en esos años de esplendor donde surgió en Platense, Instituto de Córdoba lo lanzó a la fama, Racing le abrió las puertas de Europa para llegar a Benfica y en San Lorenzo alcanzó un nivel estupendo, con una noche consagratoria el 8 de Mayo de 2008, cuando el Ciclón revirtió un 2 a 0 en contra ante River Plate en el Monumental, con dos jugadores menos por expulsiones de Diego Rivero y Jonathan Bottinelli, y a puro coraje, con las gambetas de Andrés D’Alessandro y el esfuerzo de todos, Bergessio fue el héroe con dos goles de su autoría para alcanzar un memorable 2 a 2 que le permitió al Ciclón pasar a los cuartos de final de esa edición de la Copa Libertadores de América. Años dorados que le permitieron regresar a Europa para jugar en Saint-Etienne de Francia y brillar en el Catania de Italia, donde fue ídolo venerado.

Después, sus goles en la Sampdoria y el Atlas de México, para regresar al Ciclón, esta vez con menos oportunidades que en su primera etapa, un paso fugaz por Vélez Sársfield y la llegada a Nacional de Montevideo para un relanzamiento de su carrera que pocos sospechaban podía darse de forma tan contundente y rotunda.

Se metió muy rápido en el equipo, se adaptó con facilidad y encontró un nuevo lugar en el mundo. En Nacional de Montevideo vio reverdecer su carrera a fuerza de excelentes actuaciones, goles importantes y una gran participación en el grupo, en el vestuario, con voz de mando y palabra orientadora para los más jóvenes.

Consiguió con el “Bolso” el Campeonato Apertura y el Campeonato Intermedio en 2018; la Supercopa Uruguaya, el Torneo Clausura y el Campeonato Uruguayo en 2019. Todos los logros le llegaron en su último club.

Amado por la enorme hinchada tricolor, es rechazado por la otra mitda de Uruguay: los simpatizantes de Peñarol creen que es un jugador que se excede en el uso de la fuerza y los codos cuando juega de espaldas al arco contrartio, y es vehemente con los defensores rivales. Así lo hicieron saber los hinchas rivales, ya no solo los “Manyas”, tras su última expulsión ante Plaza Colonia, de visitante, luego de un golpe hacia el defensor rival Yvo Calleros, que hizo explotar las redes sociales. Para los hinchas propios solo fue un manotazo que se solucionaba con una tarjeta amarilla y fue expulsado por la “fama” que le construyeron, en tanto el resto de los hinchas de fútbol expresaron su coincidencia con la expulsión y un malestar y fastidio con el jugador, al que acusan de violento y le recuerdan sus cuatro expulsiones desde que se sumó a la Liga Uruguaya. La primera fue en 2018 ante Rampla Juniors con roja directa y las otras fueron ante Feniz y Peñarol, en 2019, ambas por doble amonestación.

Pero esto no empaña su renacer futbolístico ni su romance con la gente de Nacional, que vitorea sus goles, tal como lo hizo en el último clásico, el de la niebla, ante Peñarol, o los tres tantos convertidos ante River Plate para encaminar a un equipo que había tenido algún tropiezo en el inicio del Torneo, o el tanto a Montevideo City Torque en la fecha siguiente.

Mientras espera cual será la sanción final por la expulsión ante Plaza Colonia, que podría llegar a 3 partidos, el presente de Gonzalo Bergesssio en Montevideo es de un rencaer futbolístico. Campeón de varios títulos en su carrera, goleador del Bolso en 2019, ganador del Premio “Atilio”, que en homenaje al gran delantero y goleador de Nacional, Atilio García, se le otorga al máximo artillero “Bolso” de cada temporada, el cordobés lo alcanzó con 20 tantos el año pasado.

Y en esta temporada arrancó bien alto en la tabla de los goleadores, la que encabeza con 7 tantos.

Ahí está Gonzalo Rubén Bergessio. En el alma y corazón de la gente de Nacional, en un reverdecer de su carrera profesional.


Hernán O’Donnell

Gustavo Alfaro empieza un nuevo camino en Ecuador

Tiene la edad justa y una experiencia aconsejable para hacerse cargo de una seleccionado nacional. 58 años, una carrera de futbolista profesional que le valió conocer el juego desde adentro y una muy destacada trayectoria como entrenador, que incluyó su trabajo inicial en Atlético de Rafaela, el club en el que jugó y luego siguió en Belgrano (Córdoba), Patronato (Paraná, Entre Ríos), Olimpo (Bahía Blanca), Quilmes, San Lorenzo, Arsenal, Rosario Central, Tigre, Gimnasia, Huracán y Boca. Salió campeón con Arsenal de la Copa Sudamericana en 2007; luego ganó la Liga Argentina en 2012; en 2013 salió campeón de la Copa Argentina con el equipo de Sarandí. Y conquistó con Boca Juniors la Supercopa 2018. Un palmarés para destacar.

Conocido en el Pacífico por su trabajo en medios de Colombia, Alfaro fue propuesto por Francisco Egas, Presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, tras la salida del neerlandés Jordi Cruyff, quien no llegó a debutar al mando del equipo nacional. De acuerdo al presupuesto económico estimado por el Directorio de la Federación, Alfaro es uno de los hombres adecuados.

Habían pensado en otros entrenadores. Guillermo Almada, actual entrenador de Santos Laguna de México; Guillermo Barros Schelott, el DT de Los Angeles Galaxy, y también Matías Almeyda, quien dirige a San José Earthquakes, de la Major League Soccer.

Pero la decisión del Presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) ya estaba tomada.

Y así lo confirmó el titular de la FEF hoy a través de una rueda de prensa: “Gustavo Alfaro será el conductor del seleccionado a partir de ahora”.

Y el DT habló: “Desde la primera charla tuve una ilusión muy grande, dirigir una selección es una ambición muy fuerte, muy grande y es un camino arduo y difícil”, dijo en su presentación el entrenador. Mi compromiso con el equipo es total; han depositado la ilusión de un país en nosotros y eso no podemos perderlo de vista nunca. Quiero llegar a Ecuador para empaparme de todas las ilusiones de la gente común, el ciudadano de a pie que confía en nosotros”, dijo Alfaro

“Esta eliminatoria será mucho más difícil que las anteriores, hasta la disputa del Mundial va a ser distinta a todas las anteriores, porque será en otra fecha a todas las tradicionales. Todo va a ser distinto. Y debemos armar un equipo donde el “nosotros” es más importante que el “yo”; los objetivos grupales va a estar sobre los individuales”, expresó en una conferencia de prensa virtual.

“A mi me gustan los equipos que presionen en campo contrario, que sean explosivos, cortos y que manejen los espacios, que sepan usar el ancho del campo. Debemos hacer un equipo confiable; que sepa hacer lo que tiene que hacer en el campo. Y que esté convencido, porque no me sirve que un jugador no esté convencido, tiene que estarlo para poder hacer lo que uno le pide”, agregó el DT argentino.

“El jugador debe poder adaptarse a muchos sistemas, tiene que tener sentido de pertenencia y saber las virtudes y debilidades del rival”, analizó

“El sistema de eliminatorias es muy exigente. Vamos a analizar partidos de la última Copa América y posteriores, tenemos un marco de alrededor de 60 jugadores posibles a ser convocados. Ya vi varios partidos del fin de semana de Ecuador, ahora quiero verlos en la cancha y en los entrenamientos”, definió el entrenador.

Tuvo la locuacidad de siempre, el discurso claro y convencido, la ilusión a flor de piel y la expectativa renovada de un hombre que ya lleva 27 años de trayectoria profesional y aún cree que es tiempo de soñar…


Hernán O’Donnell

La Selección Argentina está cerca de empezar el año

Será en Octubre, un mes atípico y demorado para comenzar el año, pero este es un año atípico también y el calendario deportivo se ha corrido y se ha modificado, adaptado a estos tiempos donde la pandemia del COVID-19 no nos deja en paz ni tranquilos. Pero el mundo sigue, y la Selección de Lionel Scaloni tiene que empezar a trabajar y prepararse para la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-Qatar 2022. La fecha prevista es en Octubre, ahora nomás, y por lo menos podemos empezar a imaginar el equipo, el plantel, y como le fue a cada uno de ellos en estos meses, cual es su actualidad, su momento. El entrenador Lionel Scaloni propuso una lista de convocados en marzo pasado, pero luego la situación mundial modificó todos los planes. Si será ese el equipo, aún no lo sabemos. lo que proponemos en esta nota es un juego de como están nuestros futbolistas, quienes deberían integrar la plantilla y queines podrían tener una chance. Veamos.

El primer jugador es Lionel Andrés Messi, indiscutido para el equipo, para cualquier equipo en verdad. Estos son días poco claros para su futuro, pero eso no empaña ni modifica su relación con la selección argentina de fútbol. pase lo que pase con su carrera personal, su futuro en el Barcelona o en otra institución, no influye en nada en su vínculo con la celeste y blanca. No debería.

Leo es parte fundamental del equipo. Y él lo siente así; está identificado con la camiseta, con el equipo, con el predio de entrenamientos y también con la conducción técnica. Incluso con la dirigencia; su relación con Claudio Tapia es de las mejores que haya sostenido con dirigente alguno a lo largo de su carrera profesional. No es temerario afirmar que con el dirigente que mejor se llevó, en el que más confió y con el que construyó una relación más afectuosa que con ningún otro, es con el actual presidente de AFA, “Chiqui” Tapia.

Emiliano Martínez fue el mejor arquero de estos meses. Se afirmó en Inglaterra, en una liga difícil y competitiva como la Premier League, quizás la más vista y seguida del mundo, y confirmó su gran momento con actuaciones destacadas y la conquista de la FA Cup. Ya estuvo convocado por Scaloni y asoma como el arquero del futuro.

Juan Musso tuvo un buen cierre de temporada en Udinese y también aparece en el radar de los convocados al plantel; la misma situación para el arquero del Porto, Agustín Marchesín o del propio Paulo Gazzaniga, acostumbrado al roce europeo por su calidad de arquero de Tottenham Hotspur de Inglaterra.

Vale aclarar que Franco Armani y Esteban Andrada, los dos arqueros más vistos y considerados por el público argentino en general, no tuvieron actividad en estos meses en sus clubes, y recién cuando River y Boca vuelvan a competir en la Copa Libertadores de América, los dos podrían volver a entrar en escena y el DT observar sus rendimientos.

¿Quienes serán los defensores convocados? En estos meses de competencia todo queda reservado a lo que pasó con las Ligas que tuvieron actividad. Europa, Estados Unidos, alguna de Asia…Juan Foyth sería uno de los llamados. Puede jugar de lateral derecho o de central. Nicolás Otamendi llegó hasta los cuartos de final de la Champions League con el Manchester Cyty, y si bien no fue titular en varios partidos, siempre estuvo a la orden y la consideración de Pep Guardiola. Nicolás Tagliafico está también en la lista, sus actualidad y su prestación en la última Copa América Brasil 2019 le permiten ganarse un lugar. Germán Pezzella sería el central derecho, y habrá que ver a varios que tuvieron visibilidad en estos meses: Leonardo Balerdi, que también jugó de volante en el Borussia Dortmund, Lisandro Martínez, o el propio Walter Kanemann, a quien se lo puede seguir ahora en el Brasileirao. Renzo Perez y Nehuén Paz estaban en la lista original de marzo; habrá que ver si vuelven ahora.

Entre los volantes, hubo muchos que se destacaron en estos meses. Leandro Paredes dejó en la retina su buena actuación en París Saint Germain, sobre todo en la semifinal donde lució ante RB Leipzigg, y también el rato que entró frente a Atalanta. Un jugador que se gano el puesto y su actualidad lo convierten en titular. Casi lo mismo podríamos decir de Rodrigo De Paul, que como volante interno tuvo un muy buen fin de temporada con Udinese. Jugador inteligente y hábil, puede desdoblarse tanto en el trabajo de orden defensivo y recuperación como en la gesta de las jugadas por su habilidad. Exequiel Palacios tuvo buenas tardes en la Bundesliga y debería estar en el plantel. Igual que Roberto Pereyra, por lo que jugó, demostró que se lo puede sumar. Está claro que hay futbolistas que están en el lote de observación, pero por capacidad, roce internacional y experiencia, se los puede tomar muy en cuenta. Y podría estar Ever Banega, de exquisita calidad en la organización del juego del Sevilla Campeón de la UEFA Europa League.

Lo mismo cabe para Angelito Di María, un jugador de elite que demostró una vez más su capacidad deslumbrante en las instancias finales con el PSG. Llamarlo es una cuestión de Scaloni, que evaluará la decisión en estos días. Si quiere estar, es uno de los insustituibles. De la generación dorada. Como Agüero, Higuaín y Mascherano.

Giovanni Lo Celso, Nicolás Domínguez, Alexis Mac Allister y Guido Rodríguez eran parate de la convocatoria de marzo. Veremos si continúan para esta etapa.

Paulo Dybala la rompió en la Juventus hasta que el equipo empezó a quedarse sin nafta y llegó con la lengua afuera a ganar el “Scudetto”. Fue el mejor mientras la Scuadra funcionaba; cuando decayó, ese lugar de futbolista imprescindible, lo ocupó Rabiot. Pero Dybala está en la lista, claro que sí.

Lucas Ocampos deslumbró a algunos incautos en el Sevilla triunfador de la Copa; pero lo cierto es que hace rato se destaca en el equipo andaluz y bien ganad tiene su plaza en este plantel.

Lautaro Martínez también debe estar en el grupo. Su actuación en la Europa League fue muy destacada, más allá de que en la final no haya tenido una actuación esplendorosa, pero jugó muy bien estos meses y sin dudas estará en el equipo.

El “Kun” Agüero, lo dijimos más arriba, debe estar. No hacen falta ningún tipo de explicaciones. A Alario se lo vio menos, pero cuando jugó, respondió bien, y Nicolás González es parte del futuro, se lo puede llamar. Se podrá seguir a Darío Benedetto en Olympique en esta reanudación de la liga francesa, pues puede ser útil un futbolista que llegue en ritmo de competencia.

Después están los gustos particulares. Los futbolistas que cada hincha, un DT en potencia, en definitiva, quiere o es de su paladar futbolístico. Y ahí entran a jugar un montón de nombres.

Pero la decisión es de Lionel Scaloni y él tendrá la elección. Lo cierto es que la competencia está a la vuelta de la esquina y la Argentina ya tiene que prepararse. El camino hacia el próximo Mundial ya está cerca y vamos a recorrerlo juntos.


Hernán O’Donnell

Bayern Münich demostró en la cancha que era el candidato lógico y gritó Campeón

El primer tiempo resultó muy estudiado y a la vez emotivo. Porque tuvo muchas acciones de peligro, y a la vez se vio que los dos se estudiaban, se cuidaba y se protegían más de lo habitual. Atacaban, pero se mostraban muy atentos a los retrocesos, a la cobertura de espacios, a la seguridad en defensa. Y entre la búsqueda del desequilibrio y la atención a la propia valla, salió un primer tiempo tenso, emotivo y precavido.

La primera llegada fue de PSG, tras un buen pase adentro de Mbappé para Neymar y la tapada a salvo de Neuer; luego fue Lewandowski quien recibió en el área rival a los 21′, giró y sacó un buen remate de derecha que pegó en el palo derecho de Navas. A los 23′ contestó París Saint Germain, con la llegada de Di María, quien recibió de Herrera tras una combinación entre ambos, le entró de derecha y su disparo se fue apenas alto.

Bayern Münich perdía, en ese momento, a un pilar en la defensa. Salía lastimado Boateng y era reemplazado por Süle.

El equipo alemán tuvo una situación muy clara a los 30′, tras un centro desde la derecha, el cabezazo limpio de Lewandowski y la tapada brillante de Keylor Navas. Y la última fue para el equipo francés, tras una doble combinación entre Herrera, que debió patear y volvió a ceder a Mbappe, y el remate de este fue al medio, para el control seguro de Neuer.

Así se cerró el primer tiempo, con un 0 a 0 que decía menos de lo que fue ese período.

En el complemento hubo quince minutos de dominio alemán. Con las proyecciones de los laterales, el adelantamiento de las líneas, el trabajo de Goretzka en la media cancha y la potencia de sus atacantes. No fue avasallador, pero lucía mejor que el oponente y a los 58′ llegó a la apertura del marcado, con el pase de Kimmich atrás a Gnabry, el centro de Serge que conectó Coman para marcar el primer y único tanto del partido: 0-1 y a remar.

Enseguida tuvo otra chance y Thiago Silva la sacó cerca de la línea de meta. Iban 61′ y Bayern aceleraba sus acciones; PSG intentó variantes, primero con Verrati por Leandro Paredes a los 63′. Tuvo una clara a los 66′, tras un buen pase de Angel Di María a Mbappé y Neuer que apareció para salvar el arco alemán.

Y dos variantes para refrescar a Bayern Münich a los 67′: Philippe Coutinho entró por Serge Gnabry y en lugar de Coman ingresó Ivan Perisic.

Otra vez Di María generó una situación para París Saint Germain, a los 69′, cuando metió un pase filtrado para Marquinhos y la salida rápida de Neuer ahogó el grito francés. A los 71′ Draxler entró por Herrera, en un segundo cambio de PSG y una segunda ventana utilizada. Y a los 79′ quemó la última posibilidad de variantes con dos modificaciones: Kurzawa entró por el lesionado Juan Bernat y el delantero Choupo-Moting por Angel Di María, en un cambio que no nos pareció el más aconsejable, porque el rosarino era, hasta ese momento, el mejor jugador de París.

Bayern Münich se ordenó bien; sobre todo en los retrocesos, porque achicaba el campo con rapidez y cerraba bien el centro del área. No solo bajaban los cuatro defensores, sino los dos mediocampistas centrales como Thiago Alcántara y Goretzka, pero poblaban bien el área para que no hubiera espacios donde Mbappé y Neymar pudieran maniobrar.

A los 85′ Tolisso entró por Thiago Alcántara y Bayern empezó a cerrar de modo defintivo el partido. Tuvo PSG una chance con una corrida de Mbappé y un centro al que Choupo-Moting no llegó y otra maniobra del extremo francés, quien entró por izquierda, pero no pudo resolver, más allá de un par de gambetas, por estar muy rodeado de defensores del equipo alemán.

Ganó Bayern Münich. Por su solidez, su potencia de ataque, su trabajo en la mitad de la cancha, el orden defensivo para cerrar caminos y un arquero, que como ya dijimos varias veces, cuando se lo requiere, está.

Eliminado pronto el Liverpool, era el candidato natural, el equipo más fuerte de todos los que quedaron para el final en Portugal, y ganó sus partidos con convicción, buen fútbol y una fortaleza mental admirable.

Era el mejor en los papeles y lo demostró en la cancha. ¡Salud, Bayern Münich campeón!


Hernán O’Donnell

Maravilla, más allá del paso del tiempo

Por supuesto que no es aquel boxeador de hace diez años. No es el Sergio Martínez veloz, contundente, dueño del ring, como lo era cuando explotó en el mundo del boxeo, una década y algo más, atrás. No es y es casi seguro que no será aquel “Maravilla” que derrotó a Kelly Pavlik, que fulminó a Paul Williams, que superó a Sehy Dzinziruk, que dió cátedra ante Julio César Chávez JR.. Ese boxeador fantàstico que conquistò al mundo, ya no lo es y tal vez no lo sea, pero se dio el gusto de regresar a los 45 años, volver a sentir la emoción de subir a un ring, volver a dominar la adrenalina inminente de un combate y dosificarla con una alta dòsis de inteligencia y serenidad; volver a sentir el sabor de la victoria y el aplauso. Todos esos gustos se los pudo dar Sergio “Maravilla” Martínez y nos dio el placer de volver a ver a un fenómeno, de los más grandes de la historia de nuestro boxeo.

Ante José Miguel Fandiño ganó por KOT 7, con un gancho al cuerpo, una definición poco habitual en su carrera, pero con una contundencia no table, tras dos rounds finales de muy buena producción.

“Yo no me olvido de todo lo que pasé. Momentos muy duros. Pero esta fue una noche maravillosa. Y Quiero volver a ser Campeón Mundial”, dijo en el centro del ring, ante la gente que estaba presenta y miles que lo seguían alrededor del mundo por todas las plataformas de transmisión posibles.

Tuvo un combate aceptable en cuanto a su producción individual y una victoria inobjetable, pues fue dueño de la mayor cantidad de rounds, en tanto tuvo algunos pasaje interesantes en varios asaltos. Está muy claro que no lució veloz ni desbordante, que tampoco tuvo los desplazamientos de otrora. El tiempo pasa para todos, pero Sergio se mostró inteligente y con un dominio de la escena desde el round inicial.

Tuvo destellos de aquel que fue. Los primeros tres asaltos lo mostraron con una saludable postura ofensiva, en tanto Fandiño lucía cauteloso, con un plan definido en cuanto a esperar y dejar que el gasto lo hiciera el pugilista argentino.

En ese momento, el hombre de Quilmes fue superior, con algunas chispas que creíamos olvidadas. La guardia baja, el visteo, los movimientos laterales y los golpes bien pensados. Fandiño reaccionó en el quinto round, cuando vio que el combate, pactado a 10 vueltas, empezaba a irse y asumió los riesgos pertinentes.

Martínez fue categórico en el sexto round, fue al golpe por golpe sin temores, y en un cruce Fandiño puso la rodilla en el suelo, aunque acusaba un golpe bajo, que no se advirtió. Y en el siguiente asalto la contienda llegó a su resolución.

Otra vez Maravilla tomó la iniciativa y con un gancho al cuerpo doblegó al español, quien ya no pudo salir, mientras el rincón gritaba el abandono de Fandiño.

Se dejó caer y se arrodilló en el centro del ring. Agradeció el regreso y recordó los sufrimientos padecidos. Ganó Sergio Martínez, otra vez, a los 45 años. El futuro tal vez haya pasado, pero esta fue la noche para agradecer y vivir el presente.


Hernán O’Donnell