Cuando el mundo descubrió el talento de Cassius Clay

En el verano boreal de 1960, el mundo entraba en una década que iba a estar llena de significados, cambios y sacudones. La política, el arte, la música, la sociedad toda se iba a recomponer, a revolucionar. Iban a ser 10 años de muchas modificaciones y el tiempo los ubicaría en un lugar muy especial; hasta las guerras tendrían un significado distinto: Vietnam fue la época donde la expresión pacifista se volvió multitudinaria.

Pero no todo era imaginable al comienzo de esa década. En 1960 todavía no había comenzado lo mejor, y los Juegos Olímpicos de Roma iban a traer algunas de las novedades que perdurarían en el tiempo y se volverían íconos de toda una época. Faltaba un tiempo aún para la explosión de The Beatles, The Rolling Stones, el movimiento hippie, el pacifismo, el festival de Woodstock , el “Mayo Francés” y la llegada del hombre a la Luna. Todo iba a suceder en esos años, pero aún faltaba y el comienzo nos trajo la presentación de un joven llamado Cassius Clay, que años más tarde se rebautizaría como Muhammad Alí.

Había nacido el 17 de Enero de 1942. Tenía 12 años cuando sucedió el hecho que marcaría su vida y está detallado en cada una de sus biografías. Aquella tarde que fue al Columbia Auditorium, donde se desarrollaba la convención anual de la Luisville Service Center, una feria de ventas organizada por los comerciantes de color., y al salir no pudo encontrar su bicicleta. Su llanto inicial le dio paso a una gran furia, y así se dirigió a un policía que estaba en el sótano del edificio, donde había un gimnasio. El joven Cassius le habló del robo sufrido y sus deseos de hacer justicia por sus manos. Entonces el agente Joe Martin, le respondió con una pregunta: “Está muy bien, pero…sabes pelear?”. A los pocos días comenzó su entrenamiento en el gimnasio de Martin y la leyenda empezaría a dar sus primeros pasos. Primero le costó; en poco tiempo, comenzó a moldear al pugilista que cautivaría al mundo con un estilo novedoso para un peso pesado.

Se había inspirado en Ray Sugar Robinson, y creía que un hombre podía hacer todos los movimientos de robinson aún en una categoría mayor, entre los pesados. Sería toda una revolución.

Viajó a Roma tras vencer a su primer gran rival: el miedo a viajar en avión. Una vez superado el primer en escollo, ya en Italia empezó a sentirse cómodo. Estaba en plena etapa de crecimiento, había cumplido 18 años y como no había alcanzado la clasificación en los pesados, probó en la categoría inferior. En mayo de 1960 venció a Alan Hudson y se clasificó para combatir en la categoría semipesado. Y su actuación sería impecable, aunque los viejos cronistas de entonces no valoraron ni advirtieron los cambios que prometía el joven Clay. Les pareció interesante, sí, pero pasivo, sin la explosión ni el ataque salvaje de pesados como Rocky Marciano o Joe Louis.

Su debut fue contra el belga Yvon Becot; lucía el número 272 en su musculosa, y mostró enseguida agilidad y destreza. Tuvo una muy buena actuación y ganó por KOT 2.

En la segunda presentación derrotó al soviético Gennady Shatkov, que había ganado de la medalla de oro de los semipesados en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956.

Ganó muy bien la semifinal ante el australiano  Tony Mardigan.

Y el Jueves 18 de Agosto de 1960, el joven que había llorado cuando sufrió el robo de la bicicleta se subió a lo más alto de un peldaño olímpico. La final fue ante el polaco Zbigniew Pietrzsikowsky, y si bien tuvo un primer asalto deslucido, en el resto de los rounds lució veloz, movedizo, indescifrable. El polaco lo persiguió por todo el cuadrilátero sin poder alcanzarlo, hasta caer en el agotamiento.

Alzó la medalla de oro y de su cuello casi ya no salió en los días que se quedó en Roma. Recuerdan haberlo visto con ella erguido y orguollos en el comedor de la Villa Olímpica, en sus calles, en el edificio donde vivía la delegación de Estados Unidos. Alguna vez confesó que hasta había aprendido a dormir boca arriba para no lastimarse con ella, pero sobre todo, para no dañarla, mientras su amado trofeo lucía en su cuerpo. Estaba fascinado con su presea dorada .

De regreso a norteamérica, estuvo un par de días en New York, donde celebró en una cena en el restaurante de Jack Dempsey, tomó una copa en “birdland” y compró regalos para su madre, su padre y su hermano en”Tiffany’s”. La gente lo reconocía por la callé y él estaba embelesado. Luego viajó a Louisville, donde fue recibido como un héroe. En el aeropuerto de Standiford Field el propio alcalde de la ciudad y cientos de fanáticos lo esperaron en la mismísima pista. Luego le sucedieron días de celebraciones continuas, mientras Clay aumentaba en su exposición y verborragia. El mito empezaba a crecer. Más tarde se escribió sobre la leyenda de su medalla arrojada al río, que si bien apareció en una autobiografía de Alí, años más tarde fue desmentida por él mismo con un “no recuerdo que he hecho con la medalla”, y muchas leyendas tejidas alrededor de ella.

Lo cierto es que el mundo había conocido, hace ya casi 60 años, a un boxeador que innovaría la categoría con un estilo desenfadado y alertaría al mundo con su palabra y acción. El hombre que unos años más tarde ya sería, quizás, el más conocido en la tierra. La leyenda que le ganó al deportista. Esa historia empezaba a nacer en el verano boreal de 1960, cuando el mundo comenzaba un década de cambios, sorpresas y transformaciones.


Hernán O’Donnell

Don Shula, el legendario coach de Miami Dolphins para la eternidad

El legendario entrenador de Football Americano, Don Shula, entró en la inmortalidad. Nos ha dejado en este mundo, pero su leyenda, su mito, su historia ha dado un paso hacia la eternidad. Amado y venerado en Miami, respetado en los Estados Unidos que siguen y aman ese deporte con devoción religiosa, admirado por colegas y adversarios, celebridad destacada de los medios…todo eso fue Donald Francis Shula, un hombre que nació en Grand River, Ohio, el 4 de enero de 1930 y falleció en Miami, Florida, el 4 de mayo de 2020, a los 90 años de edad.

Descendiente de húngaros, el apellido original de su familia era Süle, pero por esas deformaciones típicas de los registros de inmigraciones se transformó en Shula. Su sueño fue ser profesional del Football, y lo logró. Luego de su formación en la Universidad pudo acercarse a Cleveland Browns en 1951, lugar en el que permaneció durante dos años. Allí se desempeñó como back defensivo. En 1953 pasó a Baltimore Colts hasta 1956 y en 1957 se unió a Washington Redskins, y tras un año en esta franquicia, decidió retirarse, para totalizar 7 años de profesional en la NFL, la National Football League.

Muy pronto conseguiría su primer trabajo en el área que lo llevaría a convertirse en mito. Su rol fue el de asistente técnico en la Universidad de Virginia, bajo la dirección de Dick Voris. Apenas hubo decidido su retiro y ya en febrero de 1958 comenzaba su nueva vida. Había ingresado a un mundo que lo atraparía, primero en el Football Universitario; más tarde pasaría a la máxima división, la National Football League.

Al poco tiempo empezó su etapa como entrenador en la fabulosa NFL. En 1963 Carroll Rosenbloom, magnate californiano y dueño de los entonces Baltimore Colts (luego, en 1984, trasladados a la capital de Indiana y llamados Indianapolis Colts), despidió a su coach y de inmediato contrató a Don Shula, quien tenía 33 años y fue, entonces, el entrenador más joven de la Liga. Rosenbloom, quien conocía a Shula de su época de jugador, había advertido en él a un joven con inquietudes, apasionado por el Football. Avizoraba a un hombre que tenía el espíritu para dirigir.

La primera temporada no fue nada del otro mundo, pero en la segunda comenzó a construirse la leyenda. Con la conducción del quaterback Johnny Unitas, los Colts alcanzaron la final ante Cleveland Browns, y a pesar de caer derrotados por 27-0, Shula recibiría el premio como el mejor entrenador del año.

Permaneció 7 temporadas en los Colts. En 1968 llegó a la final del Superbowl, partido decisivo entre los campeones de las dos conferencias, la Nacional (NFC) y la Americana (AFC). También se lo ha “españolizado” como “Super Tazón” por gran parte del público latino que se emigró hacia Estados Unidos y abrazó a este deporte.

Aquella temporada del ’68 tuvo su encuentro final el 12 de Enero de 1969 en el viejo y recordado Orange Bowl de Miami. Los Colts de Shula cayeron por 7-16 ante los New York Jets, en otro eslabón de partidos decisivos perdidos que algunos maliciosos quisieron emparentar con una carencia a la hora de jugar finales. Muy pronto el bueno de Don acabaría con esa mala fama.

En 1970, a los 40 años de edad, Shula iba a cruzar su camino con los Miami Dolphins, y el éxito, la gloria y el mito lo abrazarían para siempre. Como una jugada magistral, como un designio de Dios, como una película de Hollywood o un cuento de hadas, se iban a unir un entrenador fantástico que aún no había podido coronar su trabajo con un campeonato y un equipo que naufragaba entre las dudas, empujado por la constancia , la garra y el carácter de su creador, Joe Robbie, padre de los Miami Dolphins.

Robbie era un abogado de Minneapolis que a mediados de la década de los ’60 soñaba con tener un equipo profesional en la Florida, y para ello convocó a un grupo de inversionistas con la intención de comprar una franquicia a la American Football League. Así llegó a cumplir su meta y en 1966 nacieron los Dolphins.

Los primeros años no fueron positivos; el equipo no contaba con demasiados fondos, los resultados no eran buenos y poca gente los acompañaba. La síntesis era que en la cancha no se lograban victorias, la comunidad no apoyaba, y el dinero comenzaba a escasear. Era un círculo vicioso. La gente no concurría porque el equipo no andaba bien, y este no podía mejorar porque no surgían apoyos. Hasta que Joe Robbie encontró un consejo que le cambiaría la vida: ir por Don Shula, el afamado entrenador de los Colts, y seducirlo con un propuesta. La historia cuenta que Shula tuvo algunas dudas al principio, pues no quería afectar al entrenador que estaba en Miami, su amigo George Wilson, quien había echado las bases en un equipo nuevo, sin raíces ni experiencia y que forjó los primeros cimientos para el crecimiento del mismo. Lo cierto es que al final Shula aceptó y viajó al sur de la Florida.

En 1970 se unirían sus caminos y Don Shula reconstruiría al equipo, lo convertiría en un grande y poderoso de la NFL, lo llevaría a ganar campeonatos y alimentaría su leyenda. Don Shula junto a los Dolphins materializó su sueño de campeón. Sacó del fondo al equipo y este le regaló el sueño del campeonato. Una alianza para la historia.

El primer año fue la reconversión de una franquicia que siempre navegaba por el fondo de la tabla y cerraba los años con récord negativo, a un equipo que se arrimó a las posiciones más altas de su conferencia y finalizó con un récord positivo de 10-4. Miami ya tenía otra cara. La ciudad festejaba. Y no sabía que lo mejor estaba por venir…

La temporada siguiente, 1971, los Dolphins de Shula mejoraron sus números. Fueron primeros en la Conferencia Este, avanzaron en los play off y llegaron por primera vez al Super Bowl. Esa final se jugó el 16 de Enero de 1972 en Nueva Orleans, Luisiana, y a pesar de caer por 3-24 ante los Dallas Cowboys, los fanáticos de Miami estaban satisfechos y entusiasmados, pues habían encontrado un redentor. Poco les importaba a ellos lo que podían hablar de las finales de Shula perdidas. Habían recuperado el orgullo por tener un equipo valioso, competitivo, respetado.

La temporada 1972 iba a quedar en la historia. Ya no de los Dolphins, ni de la ciudad de Miami. Iba a quedar en los anales de la National Football League. Iba a registrarse como un año perfecto, ilustre. Los Dolphins arrasaron en todos su juegos, fueron primeros en la Conferencia, ganaron todas las batallas de Play-off hasta llegar al Super Bowl del 14 de Enero de 1973, en Los Angeles, California. El equipo totalizó un récord de 14-0 y pasó a la historia como “La Temporada Perfecta”. Aún así se la valora y distingue hasta el día de hoy. Don Shula rompería con el maleficio de las finales perdidas y Miami estallaba en una celebración sin antecedentes.

Los Dolphins de Shula volverían a ganar el anillo de la NFL de la temporada 1973 tras conquistar el siguiente Super Bowl. Otra vez primeros en su Conferencia, con un récord de 12-2, el equipo llegó a la gran final del 13 de Enero de 1974 ante los Minnesota Vikings por 24-7 en Houston Texas.

También fue muy buena la actuación del año siguiente; pero los Dolphins cayeron en el primer play-off y ahí se acabaron las esperanzas de llegar a un cuarto Super Bowl consecutivo y a la chance de ganar el tercero en línea.

Shula había encontrado su lugar en el mundo. “La gente aquí me adoptó como propio cuando asumí en los Dolphins. Este lugar, esta ciudad, los Dolphins, los fanáticos, todo eso es parte de mí ahora. Siempre lo será.”, recordó muchos años más tarde, ya afincado en la Florida, “un lugar ideal para vivir, formar una familia y verlos crecer”, señaló.

Después vinieron los años de vacas flacas. El equipo mermó en su rendimiento. Recién en la temporada de 1982 los Dolphins de Shula llegaron otra vez a la final. Se jugó el 30 de Enero de 1983 en el “Rose Bowl” de Pasadena, California, y Miami cayó ante Washington Redskins por 27-17. Ese año fue especial porque hubo una huelga de jugadores que acortó la temporada a sólo 9 partidos.

El optimismo en la Florida volvió en 1984, Ese año tuvo un récord de 14-2, un número importante que motivó una enorme fe de esperanza en el equipo que viajó a Stanford, California a jugar el Super Bowl frente a los San Francisco 49ers. Los días previos la ciudad se contagiaba de entusiasmo, al compás de los programas de radio y televisión que desbordaban confianza y optimismo, en tanto miles de fanáticos viajaron al Oeste para presenciar el partido. Pero el domingo 20 de Enero de 1985 no fue la tarde. Miami cayó por 38-16 y ya no pudo, hasta ahora, volver a disputar la final máxima de la NFL. Queda el legado de 5 presencias en el Super Bowl, con dos victorias conseguidas. Nada mal.

Luego de algunos años de frustraciones (en la temporada de 1988 terminó con récord negativo, algo que no le había sucedido en casi 20 años), aparecieron por primera vez algunas críticas y Shula, de carácter fuerte y firme, creyó que había llegado el momento de dar un paso al costado al finalizar la temporada de 1995. Así fue que a comienzos de 1996 anunció su salida del equipo, entre otras razones para “dedicarle más tiempo a mi esposa, hijos y nietos”. Una razón que no parecía del todo la de mayor peso en un hombre que amaba el Football y le había dedicado su vida, pues sus padres no veían con buenos ojos que jugará este deporte cuando tuvo un golpe feo en la nariz a los 11 años. Sin embargo, nunca decayó en él su amor y su interés por el Football.

Creó una cadena de restaurantes llamada “Shula’s Steakhouse”, participó en publicidades y comerciales. Tuvo 5 hijos con su primera esposa, Dorothy Bartish, y luego de que ella falleciera en 1993 de cancer de mama, en 1993 se casó con Mary Ann Stephens., en segundas nupcias.

Fue entrenador por 33 años, en los que pasó 26 de ellos en Miami. Creció con el equipo, fueron una sola voz, mejoraron los récords y festejaron campeonatos. Tuvo un amor indisoluble con la franquicia y con la ciudad. Una autopista en el sur del condado de Miami, la Florida State Road 874 fue bautizada con su nombre, “Don Shula Expressway”. Fue ovacionado en cada oportunidad que visitó el Hard Rock Stadium en los últimos tiempos. Y aunque haya pasado veranos en California o Carolina del Norte, su nombre es sinónimo de Miami. Es la cara del éxito deportivo de la ciudad, legado que luego continuaron ídolos del baloncesto como Dwayne Wade.

Don Shula llegó a Miami hace 50 años, cuando tenía 40 de edad y le entregó su alma, vida y corazón. Ese hombre y esos atributos, ya entraron en la inmortalidad.


Hernán O’Donnell

Vergil Ortíz Jr., el orgullo de Dallas que espera por su oportunidad

Es el orgullo de Dallas, es la promesa de su ciudad natal, es el joven al que todos apuestan. Vergil Ortíz Jr. ha empezado su camino en el boxeo y todos suponen que pronto estará en la galería de los grandes fondistas de Estados Unidos.

En verdad, su sendero comenzó hace bastante tiempo. Nació el 25 de marzo de 1998, y cuando apenas tenía 5 años se calzó los guantes y ya no los dejó. Se metió de lleno en un mundo que lo iba a cautivar para siempre. Porque su carrera amateur iba a estar jalonada de victorias que formarían un camino ascendente hasta consagrarse en el célebre Torneo “Guantes de Oro”. Mientras sus compañeros pensaban en la celebración de las fiestas de fin de curso, tras la finalización de los estudios en la escuela secundaria (High School) “Grand Prairie”, Vergil se alistaba para dar el golpe en el torneo a desarrollarse en el gimnasio Salt Palace de Salt Lake City, Utah. Vergil ya había sido campeón nacional Junior Olympic en 2013, y ahora se preparaba para el tradicional torneo amateur. Corría 2016 y para Ortíz era el cierre de una etapa. Después, vendría el profesionalismo.

En ese momento, el ascenso era irresistible. Había ganado en marzo de 2016 el Torneo de los Guantes de Oro en Dallas, luego fue Campeón en el Estado de Texas y esos logros le permitieron ir por el Título Nacional. Llegaba el mes de mayo, y mientras los amigos pensaban en el baile de fin de curso, Vergil tenía otros planes. “Bueno, en definitiva, en el ring también podrá bailar”, bromeó su padre cuando el momento llegaba. Se perdía el baile de graduación, pero había alcanzado a acompletar los estudios y se encaminaba a practicar, en serio, el deporte que había hecho durante tantos años.

“Pelearé contra hombres”, decía entonces Ortíz; “Soy muy joven y el hecho de enfrentar a boxeadores de experiencia me resulta muy emocionante”, afirmó.

“Son muchos días de competencia, y lo más importante es estar en peso” resumió por aquel desafío.

Su fama ya había alcanzado altos niveles. Fue entonces que firmó contrato con Golden Boy Promotions, la empresa de Oscar de la Hoya, mientras se entrenaba 6 días a la semana en Vivero Boxing Gym, propiedad de su entrenador de entonces, Gene Vivero. En su página web reflejan con orgullo los títulos amateurs conseguidos: 7 veces campeón nacional, Campeón Olímpico junior en 2013 y un récord admirable de 140-20.

El paso inmediato fue el debut en el profesionalismo. Lo hizo el 30 de julio de 2016 con un triunfo po K.O. ante Julio Rodas, en Indio, California. En septiembre vencería a Ernesto Hernández y el 16 de diciembre, a Néstor García. Su camino profesional sería de victoria en victoria. Y sin descanso, porque enseguida, el 28 de enero se enfrentaba con Israel Villela. Iba a ser una tremenda noche. En el primer round hizo valer el poder de sus puños. Apenas lo midió con un jab de izquierda, sacó una derecha tremenda, letal, que impactó de lleno en el rostro del mexicano, lo tiró y ya no pudo regresar al combate. Ya era, para los fanáticos del boxeo, el “futuro” campeón Mundial Superliviano.

El 5 de mayo se medía con el cotizado Angel “Pescado” Sariñana en el MGM Grand Arena de Las Vegas, Nevada. En esa fecha suele haber combates porque se conmemora “La Batalla de Puebla”, en la que un pequeño ejército de soldados mexicanos venció al ejército francés. Vergil, de raíces mexicanas, hizo honor a la fiesta que siempre se recuerda en esa fecha y venció por KOT en el 3er round.

Después continuó su senda con triunfos ante Ricardo Fernández y César Valenzuela.

Ante Evandro Cavalheiro ya peleó a 8 rounds; fue su octava contienda profesional y se impuso por KOT en el primer asalto. 

Luego venció a Jesús Alvarez Rodríguez y alcanzó el título vacante del peso welter junior de la NABF. Un paso adelante en su búsqueda del título mayor.

Detrás siguieron combates ya pactados a 10 rounds; igual, le alcanzaron menos para derrotar a Juan Carlos Salgado,  Roberto Ortíz y Jesús Valdezen Barrayán.

Y llegó el combate frente a Mauricio “El Maestro” Herrera, una pelea con mucha promoción, un semifondo de Canelo Alvarez vs Daniel Jacobs, el 4 de mayo de este año en el T-Mobile Arena en Paradise, Nevada, Estados Unidos de América. “Esta será una prueba exigente para Vergil”, dijo entonces su manager Oscar de la Hoya, y agregó: “Ortíz tiene todo para ser un gran campeón, merece la oportunidad de ser un co-estelar de Canelo Alvarez, ante un pugilista como herrera, que tiene mucha experiencia, que ha peleado con los mejores de la categoría y que tiene una victoria sobre Danny García. Si Vergil puede vencer a Herrera, entonces estaremos ante una realidad”.

En tanto, Vergil afirmó: “Esta es una gran oportunidad para que todos me conozcan, así que espero mostrarles de qué estoy hecho. Será una pelea difícil y quiero dejar una grata impresión”.

Y fue una terrible noche del Aericano-mexicano. Ortíz dominó en todo momento a Herrera, quien casi no pudo hacer nada, y lo venció por KO en el tercer round con una izquierda al hígado y una derecha terrible a la mandíbula. “Todo es el resultado del trabajo. Lo hago con mucha intensidad y ahora quiero pelear por el Título Mundial”. Fue una victoria inapelable, con una superioridad notable de Vergil Ortíz. “Trabajo con sparrings que fueron campeones mundiales, soy muy exigente conmigo mismo. Desde el primer round sabía cómo le iba a ganar; quiero la chance ahora, sé que tengo las herramientas para lograr el título”, afirmó tras la pelea.

Hasta que llegó el gran combate ante Antonio Orozco, la pelea que vio el mundo y que todos los aficionados al boxeo le prestaron suma atención, pues estaban ante la posibilidad de ver a un gran prospecto del que se habla desde hace un buen tiempo y que tras vencer a Herrera ya nadie quería perderse. “Ortíz posee dinamita en sus manos, lo demostró con Herrera, y Antonio Orozco es uno de los mejores boxeadores en la categoría”, dijo de la Hoya para promocionar el combate.

Era el debut de Vergil en el peso welter. Y respondió a todas las expectativas. Salió decidido desde el primer round; luego, Orozco emparejó, lo llevaba contra las cuerdas y Ortíz retrocedía, pero siempre dejaba la impresión de tener el control del combate.

Pero  Vergil supo salir, atacar, golpear y terminar el pleito. En el sexto lo tiró; una, dos y tres veces hasta llegar al KOT. Era una tormenta de golpes que sacudían a Orozco, quien supo desde la primera caída que la derrota asomaba inminente: Ortíz lo golpeaba arriba y abajo, sin piedad y sin pausas y así llegó el final, con el cinturón de Oro de la Asociación Mundial de Boxeo para el vencedor.

“No quedé muy conforme, creo que en el arranque pude haber hecho algo más. Pero todo sirve de experiencia”, señaló Vergil tras la pelea.

Sabe que siempre se aprende. De todo. Incluso de una noche que no brilló como quisiera pero en la que ganó sin discusiones y dio un paso más al frente para su sueño de ser Campeón Mundial.

Después llegó la victoria frente a Brad Solomon el 13 de Diciembre último. Un KOT 5 contundente, como acostumbró a sus seguidores. Fue un cierre de año a toda orquesta, con una actuación explosiva que despidió un 2019 a puro éxito y que le abrió un año lleno de expectativas, que por ahora pandemia mediante, deberá entrar en un paréntesis.

Vergil Ortíz Jr., es, a los 22 años, el nuevo nombre que asoma en el firmamento del boxeo, una estrella en ascenso que busca su consagración y cumplir el sueño que tiene desde muy chico, cuando tenía 5 años y se calzó los guantes de boxeo por primera vez.   


Hernán O’Donnell

(Publicada en Revista Ring Side)

El empate entre Real Estelí y Managua FC postergó la definición para el próximo sábado

El Torneo Clausura 2020 de la Primera Liga de Nicaragua entró en su gran definición. La final de ida se jugó en el Estadio Independencia de Estelí y ahora todo deberá resolverse en Managua. Real Estelí se mostró un poco mejor, más profundo y más ambicioso en ataque, aunque Managua supo recuperarse de la adversidad y se mostró aguerrido, concentrado y fuerte en defensa, mientras, agazapado, buscaba la contra para lastimar.

El primer tiempo fue entretenido, con los dos equipos que buscaron ir por la apertura del marcador. Con los lógicos recaudos propios de una definición, ambos intentaron progresar en ataque. El local con la potencia de Ayerdis y Betancur. La visita, con el talento de Pablo Gállego, y las llegadas de Nahúm Peralta y Christiam Quinto.

Fue un primer tiempo entretenido, con ocasiones en los arcos y buen trato del balón. Real Estelí se había mostrado un poco más agresivo, pero el resultado quedó en blanco y se esperaba más para la segunda parte.

El complemento empezó con cambios en los dos equipos. En Real Estelí ingresó Oscar Acevedo por Manuel Rosas y en el visitante, Ulises Pozo por Jeremy Cuarezma.

A los 52′ hubo una falta sobre Richard Rodríguez que debió sancionarse con penal, pero el árbitro interpretó simulación y amonestó al jugador local. Pero insistió Real Estelí, y a los 64′ minutos tuvo su premio: desborde de Rodríguez por izquierda, el centro atrás y el rechazo afuera de la defensa de Managua FC que le cayó justo a Marión López. El “Chino” sacó un remate fuerte y preciso desde 30 metros que se coló en el ángulo derecho de Méndez y abrió el marcador: 1 a 0 para el local.

El partido se encendió. Managua salió decidido y adelantó líneas a la búsqueda de la igualdad. Apuntó y acertó. Christiam Quinto se fue por derecha, lanzó el centro al corazón del área, sobró al arquero y Pablo Gállego se elevó para marcar de cabeza el 1 a 1 a los 68′ de juego.

Los “Leones Azules” se agrandaron en la igualdad y crecieron en el juego. Siempre con la conducción del español Gállego, el visitante emparejó lo que era un buen inicio de Real Estelí. Y el juego creció, fue más abierto y animado. Estaba para cualquiera, era difícil prever quien se impondría.

A los 78′ se movió el banco en los dos equipos: Erick Mendoza por Quinto en la visita y Luis Acuña por Harold Medina en Real Estelí. Los dos buscaban refrescar el ataque. Querían un poco más.

A los 81′ Taufic Guarch entró por Henry García en el local, que se jugaba más cartas por ganar y parecía un poco más lúcido. Por lo menos, se paraba más adelante, mientras Managua apostaba a las contras con la velocidad de Gállego. A los 84′ Betancur sacó un remate alto en otra clara oportunidad para Estelí. A los 87′ lo tuvo Taufic cuando recibió sólo al ingresar al área por derecha, pero su tiro fue bien contenido por Méndez.

A los 90+2′ Luis Acuña ejecutó un tiro libre con mucha precisión que se estrelló en el travesaño, lo que impidió otra ocasión para el local para aumentar el marcador. Y ahí se cerró el partido, con la igualdad en 1 a 1 entre dos equipos que hicieron méritos para llegar a la final, armaron un buen partido y deberán definir todo el próximo sábado en la capital de Nicaragua.


Hernán O’Donnell

Teófimo López espera el año de su gran consagración

Impacta por sus declaraciones, por su impronta, por sus actitudes y, sobre todo, por el poder de sus puños. Es uno de los apariciones más interesantes del boxeo de hoy. Combina capacidad pugilística con características de showman, puede ser una figura atractiva en esa singular mezcla de boxeo y espectáculo, de pegada y declaraciones, de guapeza y actuaciones. Ahora aguarda por un combate ante Vasyl Lomachenko, al que cree que vencerá sin inconvenientes. “No es el mejor libra por libra; tal vez lo sea Crawford, pero a Lomachenko lo venzo antes del 8vo round”, afirmó en recientes publicaciones.

Teófimo Andrés López Rivera nació en Brooklyn, el 30 de julio de 1997, y muy pronto se inició en el boxeo, de la mano de su padre, Teófimo López Sr, quien además es su entrenador. López padre había nacido en San pedro Sula, Honduras, pero muy joven se marchó a Brooklyn y luego se mudó a Davie, Florida, una zona al norte de Miami, entre Fort Lauderdale y Weston.

“Soy boxeador porque Dios así lo quiso”, respondió cuando le consultaron como se inició en esta actividad.

Hizo un largo recorrido amateur, logró la medalla de oro en el Campeonato Nacional de los Guantes de Oro en las 132 libras, y luego se ganó un lugar en las pruebas olímpicas 2015 para los Juegos del año siguiente.

Sin embargo, al final representó al país de sus padres, Honduras, en los Juegos Olímpicos de verano Río 2016. Tenía un lugar en el equipo de Estados Unidos, pero no quedó incluido en la nómina. Entonces decidió representar al país de sus padres. “Honduras no siempre tuvo esperanzas en el deporte, y yo quiero darle una”, manifestó tiempo después. “Quiero darle un título mundial, para Honduras y para los latinos”. Lleva la bandera de Honduras en cada presentación, demuestra el amor por la tierra de sus padres cuando se esfuerza en hablar en español, que no lo hace mal, pero que no tiene la misma solidez que con el inglés. Sin embargo, siempre que puede habla en la lengua de sus padres y trabaja para mejorar el idioma.

Enseguida se hizo profesional bajo la tutela de Top Rank. Tenía sólo 19 años y ya auguraba un porvenir; Bob Arum le había echado el ojo. “Creo que este chico es un verdadero talento”, señaló el promotor, “y los match-makers están haciendo un gran trabajo con él”. “es muy fuerte y creo que cuenta con un gran futuro”, agregó.

Lo presentó el 5 de noviembre de ese año 2016 en la velada en que Manny Pacquiao y Jessie Vargas protagonizaron el combate estelar.

Teófimo ganó por KO 2 a Ishwar Siqueiros.

Y comenzó una carrera fulminante, impresionante. Mezclaba sus presentaciones con sesiones de sparrings de figuras consagradas. Así, ayudó a Shawn Porter en sesiones de guanteo cuando preparaba su combate ante Keith Thurman (Barclays Center, Brooklyn, 26 de junio de 2016), o Guillermo Rigondeaux. No le escapaba ni a la diferencia de peso ni a la mayor experiencia de sus oponentes.

Mientras, empezó a escalonar victorias: tras ese debut de fines de 2016, al año siguiente encadenó 6 triunfos consecutivos, entre ellos uno frente a Daniel Bastien en el Theater del Madison Square Garden y ante Ronald Rivas en el propio Madison. Había llegado muy pronto al mítico escenario de Nueva York.

Y no defraudó. Logró un terrible Knock Out en el 2do round, producto de un gancho de izquierda fulminante. Impactó a la gente, a la prensa y fue candidato al Knock Out del año. Además, mostró un festejo con movimientos de brazos, piernas y algunos pequeños pasos de baile que comenzaron a hacerse conocidos. También por esto el público se empezó a acercar y a la vez nacieron las críticas, ya que entendían que no era respetuoso con el adversario.

“Los que no me conocen creen que soy arrogante”, dijo a la TV mexicana. “El mundo del boxeo es muy duro, y uno tiene que ser muy fuerte. Pero afuera es muy diferente. Tenemos como dos personalidades, una arriba del ring, dura. Y otra afuera, que es humilde”.

En 2018 logró otras cuatro victorias. El 12 de mayo volvió a ser el centro de atracción en el Madison; allí volvió a ganar por Knock Out, esta vez frente a Vitor Jones Freitas, Pero la sorpresa sería mayor cuando los espectadores vieron al vencedor festejar con el baile de Fortnite, un video juego de tremendo éxito, lanzado en 2017 y que causó sensación entre los fanáticos de la Play Station. Es un juego en el que supervivientes controlados por humanos cooperarán online para mantener sus fortalezas a salvo de los ataques en oleadas de los muertos vivientes, que están intentando conquistar la tierra.

Este juego se hizo muy popular y Teófimo aprovechó para celebrar con un baile que aparece en las consolas de millones de fanáticos.

También adoptó la costumbre de subir a los cuadriláteros con una remera que tenga la inscripción “The Takeover” (El Dominador). Cuenta que una vez su hermana pronunció el latiguillo, casi de casualidad, a él le gustó y quedó para siempre.

El 14 de Julio venció al brasileño Silva, pero sufrió la fractura de su mano derecho, hecho que le costó un parate y un suspenso en su carrera. Un duro golpe a su oponente se llevó la fractura del quinto metacarpiano y la cirugía que demoró los planes de ese año.  

El 8 de diciembre se presentó en al Hulu Theater del Madison Square Garden y venció a Mason Menard  en sólo 44 segundos! Un derechazo acabó con Menard y el teatro vio el baile victorioso característico de López apenas nacía el combate.

Y el 2 de febrero noqueó a Diego Magdaleno en otra categórica pelea. Fue un capítulo más en esta serie de triunfos. Un Knock out espectacular, que llegó con cierta anticipación. En el sexto asalto Teófimo envió a su adversario a la lona. En el séptimo, lo derribó de un izquierdazo espectacular y celebró con sus ya famosas volteretas y bailes.

La fe de él y su equipo aumentó a medida que llegaron las victorias. El padre cree que está listo para enfrentar a los mejores del mundo. “Ya no hay muchos que lo quieran enfrentar”, sostuvo en una entrevista.

Por eso quiere las grandes carteleras, los grandes adversarios. Ha tenido ídolos como Tyson o Floyd Mayweather, pero nadie como su padre. “El ha sido un gran luchador callejero, un hombre muy fuerte. Solía noquear a todos. Y yo tengo el puño de mi padre”, desafió. Ascendió en las programaciones y el sábado 20 de abril de 2019 fue ubicado en el combate de semifondo en el mítico Madison Square Garden de New York, donde venció al finlandés Edis Tatli, en el festival donde la pelea estelar fue entre Terence Crawford y Amir Khan.

El 14 de Diciembre de 2019 abrazó el título mundial de la Federación Internacional de Boxeo tras vencer al ghanés Richard Commey por KOT 2 en el Madison Square Garden. Fue la noche que lo consagró de manera contundente; la que lo metió de lleno en la galería del momento.

Es terminante, carismático y noqueador. Cuenta con aptitudes y la fuerza que le da la juventud. Aún debe trazar un recorrido, ganar experiencia, mantener la guardia, sumar minutos y peleas. Avanzó mucho, y cuando la pandemia termina y el mundo retome su andar, Teófimo dice estar listo para todo lo que viene. Tiene a Lomachenko como un gran objetivo; su padre cree que le ganara sin problemas…

Allí va Teófimo López. Sin prejuicios ni temores.


Hernán O’Donnell

En una noche llena de goles, Managua FC fue certero y logró el pase a la final

Todo lo que habíamos visto en el primer enfrentamiento por la ida de una de las semifinales del torneo Clausura 2020 de la Liga Primera de Nicaragua entre Walter Ferretti y Managua FC, en un empate en cero pero con muchas situaciones de gol, con una propuesta abierta y generosa por parte de ambos, todo lo que preveíamos y decíamos que podía suceder en el desquite, que todo quedaba abierto y listo para disputarse, se cumplió. Y muy rápido, porque la promesa de un desquite vibrante la hicieron realidad muy pronto.

Apenas se disputaban 3′ y llegó la apertura del marcador. Un centro rasante al ángulo del área chica y el jóven Christiam Quinto que pone la punta del pie para marcar el 1 a 0 para el local. Managua se ponía al frente apenas arrancaba el encuentro.

Después llegó el empate, tras un tiro libre, y el centro que aprovechó Fernando Villalpando para empatar con un buen cabezazo a los 7′. 1 a 1 y todo estaba como al comienzo.

No se daban tregua; los dos buscaban el arco de enfrente y tras un tiro libre de Managua, Villalpando desvió hacia su propia valla y los Leones Azules se adelantaron por 2 a 1 a los 22′ de juego.

Y tal como había sucedido en el prólogo, enseguida llegó el empate de Walter Ferretti a través de Hayder Calero quien, de cabeza, empató 2 a 2 a los 24′. Y ya era partidazo. Con goles, llegadas, buen ritmo y alguna pierna fuerte que motivó a llegar a 5 amonestados a los 40′ del primer tiempo.

Mangua, con la conducción de Gállego y Agenor Baez, se mostró más punzante en el resto del primer tiempo. Y todo quedó a resolverse en 45′.

En el segundo tiempo Walter Ferretti salió con decisión. Buscaba el tanto que le diera la victoria, por eso adelantó líneas y se volcó al ataque con Figueroa y Ugalde en posiciones más ofensivas, mientras que Forbes y Villalpando intentaban penetrar por el medio. Managua FC, que había comenzado el complemento con el cambio de Carlos Félix por Ulises Pozo, se organizaba bien en defensa y buscaba la salida rápida con el español Gállego por el costado izquierdo.

A los 66′ el visitante mostró su mejor llegada del complemento, con un centro desde la izquierda, la aparición libre de Villalpando y su remate fue desviado con los justo por el arquero Méndez quien también halló un aliado en el poste derecho para sacar la pelota al corner.

Se veía complicado Managua FC. Carlos Félix debió salir por un corte en la cabeza y lo reemplazó Luis Gutiérrez. Había agotados dos variantes casi por obligación y no encontraba el juego, pero el fútbol es tan maravilloso que en ese momento complicado le apareció un bálsamo: buena maniobra por derecha, el pase para la entrada de Nahúm Peralta y su definición certera para marcar el 3-2 a los 69′. Cuando peor la pasaban, los “Leones Azules” salían a flote.

Walter Ferreti echó mano a la banca de suplentes. A los 70′, Christian Florez por Ezequiel Ugalde. Enseguida, a los 75′ Daniel Reyes por Fernando Villalpando. Dos variantes rápidas para refrescar el ataque. En el local, a los 76′, Marel Alvarez entró por Camphers Pérez, y así agotó las variantes. Nos quedaban más de quince minutos de juego y dramatismo por delante.

Walter Ferretti se complicó con la expulsión de Bryan García a los 79′ por un terrible codazo sobre Nahúm Peralta. Indiscutida tarjeta roja por agresión. Un problema más para un equipo que había hecho un buen segundo tiempo.

No se rindió la visita. A los 80′, tras un tiro de esquina desde la derecha, Lanuza metió un tremendo cabezazo que Méndez desvió al corner con una espectacular volada. Era una ocasión clara para empatar. Pero no era la noche para Ferretti. Porque a pesar de no bajar los brazos con desventaja y un hombre menos, muy pronto sufrió otro golpazo con un gol de Gállego, quien recibió desde la derecha y entró solo al área para convertir con un remate cruzado que estiró a 4 a 2 la diferencia para Managua cuando iban 83′ del partido.

A los 85′ la visita apeló al último cambio: Pedrinho por Manuel Guitérrez. Y fue igual, con fútbol y vergüenza. Iban 89′ cuando Flores lanzó un centro de la izquierda que nadie capturó y se estrelló en el poste izquierdo de Méndez. Otra ocasión para Ferretti, que demostraba haber jugado un buen partido aunque el resultado no le sonriera.

Y no hubo tiempo para más. Managua FC fue preciso, certero, acertó cada vez que llegó al arco contrario y justificó la victoria global por el muy buen primer tiempo del partido de ida. El 4 a 2 nos deja una noche de buen fútbol.

Para Walter Ferretti queda el consuelo de haber sido un digno rival, de haber tenido un muy buen segundo tiempo y de no haberse rendido ni áun cuando se quedó con un hombre menos y el resultado en desventaja.

Managua canta y sonríe. Irá por el campeonato. llegó a la gran final. lo espera Real Estelí. Pero ya tendrá tiempo de pensar. Por ahora es tiempo de celebrar una noche certera, que le dio el pasaje a la definición.


Hernán O’Donnell

La FIFA aporta una ayuda económica a Federaciones con mayores necesidades

En la crisis económica que ha generado la pandemia, al margen de la angustia y la anisedad por una solución sanitaria a una enfermedad que ha puesto en jaque a la humanidad, la FIFA ha resuelto ejecutar una partida de fondos para las Federaciones que más lo necesiten, tal como lo había anunciado el presidente Gianni Infantino en una video conferencia apenas unos días después de declarada la pandemia por la Organización Mundial de la Salud, la postergación de las fechas de juego vinculadas a la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-Qatar 2022 previstas para marzo y la suspensión de la mayoría de las ligas en el mundo. Pocos días después de esas medidas, en una video conferencia, Infantino anunció la ayuda para las Asociaciones con la entrega de los fondos correspondientes al período 2019/2020 sin tomar en cuenta si cumplieron o no los criterios solicitados.

Con esto, se pone en marcha la primera fase del plan de ayuda a la comunidad futbolística afectada por la pandemia. Con esta medida, se distribuirán unos 150 millones de dólares entre 211 Asociaciones de fútbol de cada nación.

“La pandemia del COVID-19 ha generado complicaciones sin precedentes para toda la comunidad futbolística y la FIFA, como órgano rector mundial, tiene el deber de apoyar a quienes más lo necesiten”, señaló Infantino, quien agregó: “El primer paso es darle apoyo económico a nuestras asociaciones miembro, ya que muchas tienen serios problemas. Junto a nuestros grupos de interés, evaluamos las pérdidas y trabajamos en los mecanismos de respuesta más efectivos para implementarlos en las próximas fases del plan de ayuda”.

Se abonarán, entonces, los fondos de 2019 y 2020 asignados a gastos operativos en el marco del Reglamento de Forward 2.0 que aún estén pendientes de pago. Quiere decir que el segundo pago de 2020, previsto para julio, se abonará de inmediato. Por lo tanto, en los próximos días, cada asociación miembro recibirá 500.000 dólares y los fondos pendientes de pago de 2019 y 2020. 

Se espera que las federaciones miembro utilicen esta ayuda económica para mitigar las consecuencias negativas de la COVID-19 en el fútbol. Significa que deben usarse para cumplir las obligaciones económicas u operativas que puedan tener respecto a su personal y a terceros vinculados a ellas.

Por último, el presidente Infantino agradeció la colaboración “del presidente de la Comisión de Desarrollo de la FIFA, el jeque Salmán bin Ebrahim al Jalifa, y el presidente de la Comisión de Finanzas de la FIFA, Alejandro Domínguez, por su compromiso y por que sus comisiones hayan aprobado con tanta urgencia estas medidas”.

La FIFA y una ayuda importante, mientras se mide cuando puede volver la pelota en todo el mundo. Por ahora, en muy pocas ligas vemos rodar la pelota. Mientras rogamos por el fin de esta enfermedad, el fútbol vive y piensa en lo que va a venir.


Hernán O’Donnell

El enorme futuro de Ryan García que el mundo empezó a valorar

Nació en Victorville, California, el 8 de agosto de 1998. El destino le tenía guardado su futuro: su papá, Henry había soñado con ser boxeador, pero no pudo realizar esa meta y  su camino en el deporte se desarrolló como entrenador. Y empezó a trabajar con su hijo cuando Ryan tenía apenas 7 años. Henry y su esposa Lisa tuvieron 4 hijas mujeres y dos varones: Ryan y Sean, quien también es pugilista. Ryan aprendió rápido los secretos del boxeo y muy pronto empezó su carrera amateur, donde se observaron sus progresos y sus enormes habilidades para esta disciplina. Su padre trabajaba con él de modo permanente, y el garaje de su casa era su gimnasio, al cual acudía muchas horas por día. Allí comenzó a alimentar sus sueños de campeón: “Siempre creí en mí mismo, siempre creí en que puedo llegar a ser campeón; la confianza es lo más importante que uno pueda tener”, afirmó cuando comenzó a tomar notoriedad. “Pase lo que pase, siempre debes creer en ti mismo”.

El 9 de junio de 2016 hizo su debut profesional con un KOT a Edgar Meza en Tijuana, California. Ryan es estadounidense pero siente mucho la patria de sus padres y en varias oportunidades ha ingresado al ring con la bandera de México, y ha hecho honores a dicho país.

A partir de esa victoria, empezó una carrera fructífera, jalonada de triunfos y con un número de fanáticos creciente. “No sólo quiero ser campeón” afirmó en la TV. “Me gustaría poder ser un ejemplo para los jóvenes, para mis seguidores. Que no tomen, que no fumen, que se cuiden y lleven una vida sana”. Y tiempo más tarde, agregó más contenido  esa filosofía de vida: “Quiero aprovechar el boxeo para ofrecer otras cosas; siento que Dios me ha bendecido, y estoy listo para usar lo que El me dio por un cambio, para mejor. Mucha gente quiere decir cosas pero no se les escucha porque no son populares. Dios me ha bendecido para hacerlo. Quiero ayudar a cambiar el mundo y quiero ser Campeón Mundial muy pronto”.

Su manager Roger Ruiz sintió que estaba ante un diamante en bruto apenas lo vió por primera vez: “Apenas lo vi me di cuenta que era diferente. Que podía ver una pelea pero en sus ojos estaba el deseo de estar arriba del ring, listo para boxear”, le señaló a la TV de México.

Se sumó a las huestes de Oscar de la Hoya y Golden Boy Promotions tomó su representación. “Oscar es un boxeador que yo admiraba cuando era chico; pero hay algo que yo siempre sentí. A los 7 años ya sabía que quería ser boxeador”.

Su carrera sumó éxito tras éxito; cuando llegó a su 11ra victoria consecutiva ante Miguel Carrizoza logró el título Liviano Jr de la NABF (North American Boxing Federation), un organismo que otorga títulos de boxeo regionales. Es una federación de boxeo dentro del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Allí se hizo conocido en el ambiente. Y sumó muchos seguidores, pero como todo éxito siempre está acompañado de un precio elevado, también aparecieron los detractores: muchos sostuvieron que no tenía grandes nombres enfrente, que no había peleado con figuras de cartel, que los humos se le habían subido a la cabeza antes de ser campeón del mundo…Ryan siguió y los triunfos también siguieron. Multiplicó los seguidores en las redes sociales, Facebook, Instagram y Twitter, pero también se sumaron voces críticas.

Tiene habilidades increíbles que se observan no sólo en sus combates, sino en sus entrenamientos. Los videos que sube a YouTube contienen escenas llamativas, espectaculares. Su habilidad y velocidad son para destacar. Mide 1,78 m y pesa 78 kilos. Se prepara para las grandes contiendas. Además de esas imágenes que sube a  YouTube, tiene una vida activa en las redes sociales. Es algo que le enorgullece: sus seguidores en Twitter e Instagram aumentan día a día. Incluso tuvo mucha repercusión un “like” que le dio el famoso futbolista Sergio “Kun” Agüero a una imagen suya donde le pegaba a la bolsa en un entrenamiento. Eran los días de julio, mes de vacaciones o comienzos de pretemporada para los jugadores de fútbol que actúan en Europa, y el delantero se hizo un tiempo para destacar la foto de la joven promesa del boxeo.

El gran público del boxeo espera un choque ante Teófimo López. Lo han pedido los fanáticos en las redes sociales, se lo comenta y mucho en los medios de prensa mexicanos. Sin embargo, Teófimo le ha bajado el precio a su rival. “Sé que se habla de esa posibilidad”, dijo López, pero “yo siento que estoy en otro plano, no veo esa chance”. 

Pero Ryan no se distrae. Sigue su camino, con orgullo y ansiedad. Llegó a un récord de 20-0 tras su triunfo ante el nicaragüense Francisco Fonseca en el Honda Center de Anaheim, California, Estados Unidos de América. Todo sucedió en 1’20” del primer round, para demostrar por qué se ganado en buena ley el apodo “The Flash” y también para generar una locura y una expectativa enorme por el futuro de un pugilista que tiene el crédito abierto para ser la gran estrella de los próximos años.


Hernán O’Donnell

 

Walter Ferretti y Managua FC empataron sin goles y dejaron todo abierto para el desquite

El Estadio Nacional de Managua vacío, con toda su inmensidad en la noche del domingo, recibió una nueva versión de este enfrentamiento que ya promete ser un clásico capitalino. Walter Ferretti recibió a Mangua FC en la otra semifinal del último fin de semana de Abril y el Clausura empieza a perfilar sus finalistas para este 2020.

Los Leones Azules aparecen como uno de los grandes favoritos, se han acomodado entres finales consecutivas y los “Ferrettistas” quieren dar el paso al frente. Llegaron con buenos antecedentes y abrieron un primer tiempo entusiasta, libre, con vocación ofensiva por parte de ambos elencos.

En ese contexto, el visitante se mostró mejor. Tuvo un buen arranque y dos o tres llegadas claras, con la conducción de Pablo Gállego Lardiés, jugador oriundo de Huesca, Aragón, conocido como “El Español”. Gállego se mostró hábil y veloz por la banda izquierda y las mejores ocasiones nacieron de sus pies. Una posibilidad estuvo en la aparición de Christian Quinto, que no prosperó.

Al cabo de los 45′ iniciales, Managua tuvo varias chances claras, mientras que Ferretti sólo tuvo una ocasión que terminó en la red, pero no fue convalidada por posición adelantada de Fernández. Para los “Rojinegros” no fue una etapa provechosa, más allá de que encontraban algún espacio para el contragolpe. Las más claras fueron sobre el cierre de ese primer tiempo, donde entre los 40′ y los 45′ acumularon cuatro llegadas claras.

En el complemento Ferretti arrancó un poco mejor, más decidido y volcado al ataque. Castellón por derecha comenzó a trazar el camino, Fernández progresaba por izquierda y entonces el local lucía mejor. Más profundo. Managua se sostenía con la velocidad de Gállego, el talento de Nahúm Peralta y el ingresado Erick Mendoza.

Pero ese arranque nos dejaba una mejor impresión de Ferretti; a los 55′ Forbes desvió un remate alto, tras una buena maniobra individual, en una profunda jugada del local. Contestó Ferretti con una buena elaboración de Nahún y la habilitación a la izquierda para Pablo Gállego, pero su remate cruzado se fue alto.

A los 56′ ingresó Christian Flores por Bryan Muñoz en el equipo local. Un intento de darle más velocidad al ataque de Walter Ferretti. Un jugador que podía moverse como interno o buscar por afuera, rápido y de buen pie. A los 63′ Bryan García elevó un buen disparo, que se fue cerca del arco visitante. A esa altura, el segundo tiempo era manejado por Walter Ferretti, mientras Managua apostaba al contragolpe. Dominaba Ferretti pero fallaba en la decisión final; un poco de imprecisión, algún centro mal ejecutado, o los definidores que no llegaban a tiempo…

Managua intentó darle aire al ataque con el ingreso de Pedro Espinoza, quien entró por el mexicano Carlos Félix a los 67′. Y a los 69′ tuvo un lindo contragolpe en un pelotazo largo y Gállego no pudo definir bien. Sacó un remate defectuoso que fue bien controlado por el arquero local, el “Pulpo” Espinoza. Más tarde, a los 77′, Luis Gutiérrez entró por Nahúm Peralta. Managua buscaba respuestas para resolver un partido que en el complemento se le había hecho cuesta arriba. Christian Fernández ejecutó un tiro libre bajo, al ángulo inferior derecho del “Pulpo” Espinoza que logró rechazar con un gran esfuerzo. Era la situación más clara del visitante en el segundo tiempo. Mejoraron “Los Leones Azules” en la última media hora de juego. Se asentó Serapió, Espinoza fue dinámico y equilibraron el juego, aunque Ferretti dejaba siempre una imágen de mayor control.

Sobre el cierre, Walter Ferretti produjo dos cambios: a los 87′ salió el argentino Leandro Fernández y lo reemplazó Jeffrey Chávez; a los 89′, el brasileño Pedro Dos Santos entró por Fernando Villalpando. Pero no hubo tiempo para más. Nada cambió.

Walter Ferretti y Managua FC dividieron honores en el partido de ida y dejaron todo abierto para el miércoles. El partido de ida fue entretenido y con bastantes ocasiones, queda todo abierto para esperar un desquite con mayores emociones.


Hernán O’Donnell

Real Estelí ganó de visitante y se perfila en búsqueda de la final

La Liga Primera, la primera división de Nicaragua, de golpe tomó trascendencia e interés en una buena parte del planeta futbolero. El mundo del fútbol, que mendiga alguna jugada buena y partidos para ver, comenzó a prestarle cierta atención a las pocas ligas que continúan en actividad en un mundo detenido por la pandemia. Y entre esas pocas competencias está la liga de NIcaragua que, junto a la de Tayikistán, Belarús y alguna más de Africa, son de las contadas con la mano las que permanecen abiertas. Y con las nuevas tecnologías, en este caso gracias al canal de YouTube de la Liga Primera, podemos ver los partidos. En este caso, el primer choque del fin de semana, la semifinal de ida entre Diriangén y Real Estelí. Un clásico que tiene una larga historia y rivalidad, y los encuentra en la búsqueda de la final del Torneo Clausura 2020. El partido, como todos, a puertas cerradas.

Diriangén llegaba con mejores antecedentes, tanto en el clásico como en el andar del torneo. Además, la condición de local podía influir en el juego. Pero es fútbol, y todo se dirime en la cancha.

El local salió con ambición en los primeros minutos. En el Estadio de Diriamba, intentó volcar el juego hacia el arco oponente. Siempre con los recaudos necesarios, con un esquema cerrado de 4-4-2 y la búsqueda de asegurar el balón, con el uruguayo Bernardo Laureiro como eje principal del juego.

El Tren del Norte planteó un 3-4-3, intentó hacerse del balón y el primer tiempo fue entretenido.

De a poco, el visitante empezó a tomar las riendas del juego. Se mostraba más fresco, más decidido, mientras el local no terminaba de acomodarse al partido.

Diriangén no profundizaba ni era certero en los ataques. REal Estelí, en tanto, se animó con el correr de los minutos, se adelantó en el campo y empezó a presionar más arriba, para obtener más rápido el balón y estar más cerca del arco rival a la hora de atacar.

El primer tiempo se fue con pocas emociones y en el complemento creció el juego. Estelí había sido un poco más ofensivo y se aguardaba por una mejoría del local.

Harold Medina por derecha y Brandon Ayerdis por izquierda marcaba el rumbo del visitante; abrían la cancha, mostraban el juego, y orientaban para atacar. Luego, sobre los 60′ de juego salió Ayerdis, muy cansado, y lo reemplazó Oscar Acevedo, quien ocupó el lugar en la defensa y Quijano pasó a la posición de Ayerdis.

A los 63′ avisó la visita con un buen cabezazo de Betancur que se fue pegado al travesaño. Enseguida, se fue expulsado el volante Richard Rodríguez en Real Estelí, por un codazo ante el acoso de Luis Coronel, que se llevó la tarjeta amarilla.

Parecía que todo lo construído podía derrumbarse en el equipo visitante tras quedarse con uno menos. Pero no fue así. El equipo siguió en la búsqueda y encontró su premio.

La jugada empezó por el lateral derecho, recibió Medina, la acomodó con el pecho y habilitó hacia atrás para la entrada libre de Oscar Acevedo que metió un zurdazo bárbaro, alto, al ángulo superior derecho de Espinoza que no pudo desviar a pesar de su gran vuelo. Iban 73′ y Real estelí abría el marcador para pasra al frente por 0-1.

Faltaba muy poco y el tren del Norte se aseguró la victoria. Se ordenó un poco más atrás, sin meterse en el área, pero con un orden mayor. Y buscó generar espacios para amenazar de contragolpe.

El “Cacique” fue con más empuje que ideas, pero no le sobró nada. No generó mayores riesgos, no tuvo imaginación y chocó con el orden del visitante. Y en esa impotencia cayó ante un Real Estelí que en el duelo de ida de las semifinales obtuvo una ventaja merecida e importante.


Hernán O’Donnell