Fue un domingo largo, impredecible, sufrido y, al final, victorioso. Un domingo muy distinto al sábado inaugural, con una temperatura mucho más amigable, un cielo nublado, y tres partidos cambiantes y sorprendentes, donde la lógica se tomó feriado, y donde se estuvo muy cerca del abismo, en una caminata por la cornisa que hizo sufrir y delirar al público que copó el Jockey Club de Rosario. Un domingo que empezó temprano, con el arribo del público antes de las diez de la mañana, y se cerró con los últimos rayos de sol, más allá de las siete y media de la tarde.
En esa larga jornada hubo tiempo y espacio para las dudas, para el optimismo, para el festejo anticipado, para el temor a la derrota, y para desatar una alegría contenida durante casi diez horas. Argentina venció a Kazajistán por 3-2 por las Qualifiers 2024 y avanzó a la Fase de Grupos de las Finales de la Copa Davis 2024, que se jugará en 4 ciudades la semana del 10 al 15 de septiembre. Dos equipos de cada grupo se clasificarán a la Final 8 (por las naciones clasificadas) que se disputará en Málaga.
El largo domingo comenzó con preocupaciones. Porque el dobles de Máximo González y Andrés Molteni tuvo algunos inconvenientes en el primer set ante Aleksandr Nedovyesov y Dmitry Popko. Los kazajos lucieron sólidos y firmes, mientras que “Machi” González sostenía a un doble con intermitencias de Molteni. Fue parejo hasta el final, pero tras el 6 iguales, los visitantes dominaron a voluntad el Tie Break, que ganaron por 7-3, para llevarse la primera manga por 7-6.
Pero el primer quiebre del primer game del segundo set, les permitió a los argentinos ganar en confianza. Por eso siempre mantuvieron la iniciativa, hasta vencer por 6-4. Y luego el envión los llevó a dominar el juego hasta sellar el triunfo con un 6-0 claro en el tercer set.
Ese 6-7 (3-7), 6-4 y 6-0, generó un optimismo avasallante en el Jockey Club. La gente se entusiasmó (y confesamos que nosotros también compartimos ese sentimiento) y creyó que la victoria estaba cerca.
El dia continuaba nublado, y las dudas volvieron a aparecer en el campamento argentino. La confianza depositada en Francisco Cerúndolo se iba a ver alterada en un match que resultó muy complejo.
El comienzo fue alentador. Fran supo conservar su saque, quebrar a Timofei Skatov, y luego mantener el suyo para adelantarse 3-0. Que se transformó en 4-1, y luego en 5-2. Skatov defendió su saque y achicó a la diferencia a 5-3. Y aquí aparecieron los nubarrones de verano, porque Cerúndolo no pudo cerrar el set en tres ocasiones. Lo quebró Skatov, al cabo y el partido quedó 5-4.
El kazajo ganó su saque, e igualó en 5. Cerúndolo hizo lo propio, 6-5, pero luego Skatov igualó en 6 y llevó un set increíble, al tie break, que resultó una pesadilla. Se adelantó Timofei 5-0, logró un punto el argentino, y luego avanzó el kazajo: 7-1 en el tie break, para ganar 7-6 la primera manga.
Los nervios se apoderaron de Fran, y tras un comienzo parejo, donde comenzó Skatov con su saque, en el cuarto game, con ventaja 2-1 para el visitante, este logró quebrar al local, y se adelantó 3-1, para conservar su servicio e ir al descanso con un sorprendente 4-1.
El partido siguió por los carriles normales, donde cada uno mantuvo su saque hasta llegar al 5-3. Allí volvió Fran al partido, porque logró quebrar al rival y sacar con el score 4-5. Pero no pudo ser…Porque arrancó con un 30-0 que prometía ir por la hazaña, pero se perdió ante un rival duro, que revirtió el juego, y se llevó el partido, por un global de 7-6 (7-1) y 6-4.
Toda la esperanza quedaba en manos de Sebastián Báez, en una lógica decisióndel Capitán Guillermo Coria. No había tenido una buena tarde de viernes Tomás Etcheverry, y Báez, fresco y con la confianza intacta, podía ser la mejor alternativa.
Visto el primer set, la decisión estaba bien tomada. El argentino se impuso por 6-4, en un juego donde estuvo sólido en el comienzo, para quebrar Dmitry Popko, y mantener su servicio. 2-0 y a trabajar el game. Hasta llegar al final, cada uno con la defensa de su saque, y lograr el 6-4 inicial.
Popko comenzó bien el segundo set. Ganó el primer game, quebró en el segundo y sostuvo el servicio en el tercero. 3-0. Báez supo recuperarse; porque sacó para achicar a 3-1, luego quebró y con su servicio puso el 3-3. Popko recuperó el protagonismo. Mantuvo el saque, y se adelantó 4-3. Lo quebró con claridad en el octavo game para colocarse 5-3, y con su saque, se llevó la manga por 6-3.
El tercer set, de una jornada larga y tensionante, fue tan cambiante que Báez estuvo cerca de perder, y con él toda la selección argentina de tenis, pero logró mostrar una enorme personalidad en los momentos más peligrosos, y logró el triunfo anhelado.
Cuando fueron al descanso, con Báez adelante por 3-2, el kazajo pidió asistencia médica, por una molestia en la pierna izquierda. Parecía que su físico llegaba al límite. Había jugado con intenso calor el sábado, un largo partido de dobles el domingo al mediodía, y al atardecer debía disputar el quinto punto, para definir una serie que estaba igualada en 2 puntos por equipo.
Pero Dmitry, que fue otro de los grandes protagonistas del fin de semana, a pesar de caer en sus tres partidos, peleó un largo sexto game, para conservar su saque y poner el set definitivo igualado en 3. El séptimo lo ganó Báez; 4-3. Popko defendió el suyo, y el set quedó 4-4…
Entonces aparecieron los momentos sublimes, los más emocionantes y tensionantes de una jornada inolvidable. Popko quebró a Báez en el noveno game, y puso el match 5-4 a su favor, y con su saque por delante
Ahí apareció todo el aplomo del argentino. Con el saque del visitante arrancó 0-15, luego 15 iguales, y con un excelente passing shot, logró el 15-30. Luego 15-40, 30-40, y al cabo, el quiebre que le permitió sostenerse en el partido y poner el set 5-5.
No sólo eso; con su saque, Báez se colocó 40-0 muy rápido; luego, 40-30, pero se llevó el juego y estaba adelante 6-5. Popko sacó con mucha autoridad, también estuvo muy pronto 40-0, luego 40-15 y llegar a la igualdad en 6. El tie break, los “penales” del tenis, definirían la serie…
Báez tuvo un comienzo que ilusionaba. Sacó, y se puso 1-0. Quebró los dos saques del oponente, y se puso 3-0. Con su saque, perdió y ganó: 4-1. Todo estaba encaminado…pero el deporte tiene misterios y sorpresas en cada esquina, que surgen para darle el dramatismo que alimenta las pasiones.
Popko ganó sus dos servicios y achicó a 4-3. Quebró dos veces al argentino; entonces lo dio vuelta, para estar 4-5 y su saque. Metió el primero, 4-6 y match point. Pero su segundo servicio fue defendido por Báez, que salvaba el primer punto de partido, se ponía 5-6, y ahora él tenía dos saques. Ganó el primero con claridad, 6-6. Volvió a imponer su autoridad, y se puso adelante 7-6. Ahora Báez tenía su primer match point.
Con el temple mostrado para jugar en los momentos más críticos, fue a buscar la victoria y se llevó por delante a su rival, para cerrar el desempate en 8-6, y ganar el partido por 6-4, 3-6 y 7-6 (8-6) en un final que desató la locura y la alegría argentina.
Un desborde de felicidad que explotó tras casi diez horas de una jornada inolvidable. Que empezó a las 11 hs, y cerró a las 19.52. Que tuvo de todo. Emoción, expectativa, optimismo, pesimismo, drama y euforia. Una jornada que la Argentina tenística, y sobre todo la hermosa Rosario, jamás olvidará.
Hernán O’Donnell
(Enviado Especial a Rosario, Santa Fe, Argentina)