El jueves amaneció fresco, lluvioso, muy húmedo. Era el día del debut del vigente Campeón del Mundo en su nuevo recorrido para defender la corona, que implica llegar a la próxima competencia de la FIFA, la Copa Mundial de la FIFA-México, Estados Unidos, Canadá 2026. Para la Argentina se acabaron los festejos; llegó la hora de defender el trono, y eso se logrará en el próximo Mundial. Y para eso, hay que clasificarse.
Se vivieron días intensos en la semana previa al debut frente a Ecuador. Con el arribo de los futbolistas, los pocos entrenamientos realizados, y la palabra del entrenador, Lionel Scaloni, donde recalcó las bases de este equipo. La humildad que debe mantener, y el ojo puesto en una nueva competición que se pone en marcha, con todos los riesgos y los desafíos que implica. Ecuador, el primer adversario en la eliminatoria, llegaba con un nuevo entrenador, Félix Sánchez Bas, de experiencia en España y Catar, un plantel ambicioso, una buena eliminatoria pasada, y una figura estelar, Enner Valencia.
Y fue un partido duro, complicado. Con la Argentina dispuesta desde el minuto inicial, con Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister; Lionel Messi, Lautaro Martínez y Nicolás González. Y enfrente Ecuador, con un planteo inteligente, sostenido en Hernán Galíndez; José Hurtado, Félix Tores, Robert Arboleda, William Tenorio, y Pervis Estupiñán; José Cifuentes, Carlos Gruezo y Moisés Caicedo; Gonzalo Plata y Enner Valencia.
La visita se sostuvo en la tarea de la línea de tres centrales y los dos carrileros, amén de la voluntad de Carlos Gruezo y José Cifuentes para pelear en la mitad de la cancha. Con eso le pudo trabar el partido a la Argentina, que contó con un tiro libre de Messi, a los 11′, que controló Galíndez; una jugada de Mac Allister, Lautaro Martínez y Leo Messi, cuando iban 15′ de juego, que finalizó con un remate del capitán argentino apenas desviado.
Y cerró el primer tiempo con un tiro de Lautaro Martínez en el poste derecho de Galíndez, cuando iban 45+1′ de juego.
No había podido profundizar el local, a pesar de los intentos, del cambio posicional entre Fernández, que pasó a la izquierda y Mac Allister, que se corrió de ese lugar al medio de la cancha, donde estaba Enzo; tampoco con las subidas de los laterales, ni con el juego asociado por el medio.
En el segundo tiempo acentuó el dominio. Ya fue más sostenido el ataque, y más cercano a la meta del rival. A los 54′ un tiro libre de Messi generó un rebote y una sensación de peligro. Cuando iban 57′ Tagliafico probó de media distancia. Era mejor el local, y a los 60′ vino el primer cambio: Angel Di María entró por Nicolás González.
Ecuador, que había hecho un planteo duro y cerrado, tuvo su primera llegada a los 66′, con un remate de Enner Valencia, que controló Emiliano Martínez.
A los 67′ hizo los dos primeros cambios la visita; Kevin Rodriguez entró por Gonzalo Plata, mientras que Julio Ortiz reemplazó a José Cifuentes.
Enseguida llegó una espléndida jugada de Messi, quien se llevó la pelota con su pie izquierdo, limpió a dos hombres y sacó un tiro rasante que tapó el arquero visitante.
Llegaron, entonces, la segunda y tercera modificación en la Argentina. Leandro Paredes entró por Alexis Mac Allister, mientras que Julián Alvarez ingreso en lugar de Lautaro Martínez, cuando iban 75′ del partido.
Cuando el árbitro colombiano Wilmar Roldán sancionó el tiro libre a favor de Argentina, tan cerca del área, un fuerte rumor de sensación de gol recorrió las bases del Río de la Plata. Messi se paró frente a la pelota, y sucedió lo mágico, pero ya, de tan repetido, previsible. Un toque suave y perfecto al balón le dio la comba necesaria para elevarse y caer junto a la red, y hacer del gol un estallido popular. Argentina abría el marcador a los 77′ de juego, para ponerse 1-0 y encaminar una victoria que se le negaba.
Félix Sánchez Bas, el entrenador español de Ecuador, sintió que había que meter mano rápido en el equipo; así, a los 80′ hizo el tercer y cuarto cambio de la visita. Angelo Preciado entró por J.Hurtado Cheme, y Angel Mena lo hizo por Félix Torres.
Pudo aumentar la “Albiceleste”, a los 84′, con un tiro de Di María, cruzado y peligroso. y a los 88′ llegó el cambio que fue toda una rareza, pero podrá ser un anuncio a futuro. Salió Lionel Andrés Messi del campo de juego. Lo reemplazó Exequiel Palacios. Y la cinta de capitán le quedó a Angelito Di María.
Toda una novedad en la Selección, que se las arregló sin El rey, para armar una gran jugada, a los 90+1′, que arrancó con un pase largo de Otamendi, la corrió por izquierda Álvarez, cedió al medio para Fernández, este tocó con Di María, que abrió para Molina, y el centro final fue cortado por la defensa ecuatoriana.
Un símbolo de lo que será el futuro; aunque por ahora, lo esperamos lejano, bien lejano.
La Argentina ganó con merecimientos, pero la lámpara la frotó el genio para que el deseo se haga realidad.
Hernán O’Donnell