Cuando parecía la noche de Sevilla, PSV dio vuelta el partido y se quedó con el festejo final

Durante más de una hora, era la noche del Sevilla. Dominante, creativo, feroz en ataque…el equipo andaluza dominó el primer tiempo y más de un cuarto de hora del complemento, sacó una ventaja importante en el marcador, y parecía que se aseguraba el resultado, para meterse en la discusión de la clasificación de la UEFA Champions League. Peo el fútbol es maravilloso por esto, porque un partido que parece tener un rumbo claro y definido, unos pocos detalles, o una incidencia, pueda torcer de manera brusca ese destino previsto, y cambiar todo el desarrollo de la película. Tal vez fue la expulsión de Ocampos, tal vez unos cambios discutibles, lo cierto es que en poco más de veinte minutos, PSV Eindhoven torció el camino, y revirtió el resultado, para conseguir tres puntos de oro, y soñar con la clasificación.

El conjunto de Diego Alonso formó con Marko Dmitrovic; Jesús Navas, Nemanja Gudelj, Sergio Ramos y Marcos Acuña; Djibril Sow, Fernando e Iván Rakitic; Lucas Ocampos, Youssef En-Nesyri y Dobi Lukebakio.

El equipo holandés se alineó con Walter benítez; Jordan Teze, André Ramalho, Olivier Boscagli y Sergiño Dest; Jerdy Schouten y Joey Veerman; Johan Bakayoko, Guss Til y Hirving Lozano; Luuk de Jong.

El partido comenzó con un Sevilla dispuesto a atacar, sobre todo con la velocidad de Lukebakio y Ocampos por los costados. A los 21′ tuvo una chance clara, con una entrada de En-Nesyri por izquierda, y Walter Benítez supo taparla bien.

A los 23′ abrió el marcador; empezó con un tiro libre de Iván Rakitic, el centro fue al corazón del área, y Sergio Ramos la empujó para poner el 1-0 para Sevilla.

Tuvo otro contacto con la red, a los 38′, por intermedio de Sow, pero el VAR advirtió que el suizo había recuperado el balón con la mano, y el juego siguió con la mínima diferencia para el local.

Volvió a tener una llegada a los 40′, tras un centro desde la derecha, y el cabezazo de En-Nesyri dio en el poste izquierdo de Benítez.

De contra, a los 41′ Hirving Lozano sacó un buen tiro para PSV, pero Dmitrovic desvió al corner. Del remate, Lozano quedó lesionado, y los reemplazó Yorde Vertessen, a los 43′ de juego.

Sevilla aumentó a los 46′, apenas iniciado el segundo tiempo. Un buen pelotazo del “Huevo” Acuña para la entrada de En-Nesyri, quien definió de emboquillada ante la salida de Benítez, y el partido quedó a favor de Sevilla por 2-0.

Tuvo una chance la visita, con un cabezazo de de Jong que controló el arquero local, a los 49′, y respondió el Sevilla con un disparo desviado de Ocampos, a los 52′.

El primer cambio del conjunto español llegó a los 57′; Juanlu reemplazó a Jesús Navas, quien manifestaba una molestia física. En PSV, el entrenador Peter Bosz decidió hacer dos variantes más. Malik Tillman entró en lugar de Guus Til, mientras que Ismael Saibari reemplazó a André Ramalho. Debía jugarselá el equipo de Eindhoven.

El partido lucía muy controlado por el conjunto andaluz. Tenía una ventaja de dos tantos, dominaba el medio campo, aceleraba de contragolpe. Todo indicaba que tras más de una hora de juego, podía llevar el partido hasta buen puerto. Pero el fútbol tiene incidencias que cambian el rumbo, como los vientos en ultramar. Iban 65′ cuando Lucas Ocampos quiso perseguir a Yorbe Vertessen, cuando lo fue a marcar se tropezó, lo barrió y el juez sancionó la falta, con una amarilla que se sumaba a la primera. Expulsado el jugador argentino, y el local debía afrontar lo que restaba con un futbolista menos.

Para colmo, enseguida, a los 67′, Sergiño dest sacó un buen centro de la izquierda y Saibiri puso el descuento para la visita. El partido quedaba 2-1 para el local, que sintió que un nubarrón atravesaba el hermoso Estadio Ramón Sánchez Pizjuán.

También pareció preocupado el DT Alonso, porque determinó tres variantes de corte defensivo; iban 73′ cuando hizo ingresar al defensor Nianzou Kouassi por el extremo D. Lukebakio; al volante Joan Jordan por el interior D. Sow, y delantero por delantero, Rafa Mir ocupó el lugar de Y. En-Nesyri.

El libreto cambió de modo abrupto, y ya era PSV el equipo que atacaba con voracidad, mientras Sevilla se refugiaba en su campo.

Cuando iban 81′ llegó el segundo golpe visitante. El centro surgió de la derecha, por la izquierda, y a la espalda de todos, apareció Vertessen para cabecear a la valla, el balón dio en Gudelj e ingresó al arco, para poner el partido 2-2.

Bosz ya tenía los dos últimos cambios preparados, y los hizo a los 82′; Patrick van Aanholt reemplazó a Olivier Boscagli, mientras que Ricardo Pepi ingresó por Jerdy Schouten.

Diego Alonso intentó salir por más, y a los 83′ efectuó la quinta modificación en Sevilla: Oliver Torres reemplazó a Fernando.

Quiso reaccionar el equipo andaluz, y a los 88′ Ivan Rakitic armó una buena jugada en la que asistió a Rafa Mir, pero el delantero demoró en el giro y sacó un tiro débil que no trajo consecuencias.

A esa altura, el humor de la gente local ya era malo, pero aún faltaba lo peor, porque a los 90+1′ Pepi aprovechó un buen centro de la izquierda y con un cabezazo seco puso el 2-3 a favor de PSV Eindhoven.

Todo había virado para mal para el local, y que pudo rozar el desastre cuando Saibari se perdió el cuarto gol , a los 90+4′, tras una entrada y el rebote que le quedó, pero el tiro final se fue afuera.

Sevilla parecía tener una noche de fiesta, pero terminó pasada por agua. PSV encontró un agujero, golpeó la pared, y se puso a tiro de la clasificación.

Hernán O’Donnell

Sobre el final, París Saint Germain rescató un punto que merecía

La resistencia de Nick Pope duró hasta casi el último segundo del partido. Fue una noche muy destacada del arquero inglés, que sostuvo a su equipo, Newcastle, con la ventaja del marcador hasta que Mbappé convirtió el penal agónico. Así, París Saint Germain alcanzó la igualdad, en un partido que lo tuvo como amplio dominador. Pero entre la falta de eficacia, el embudo que le propuso el equipo inglés, y la noche brillante del arquero Pope, recién en el cierre los franceses rescataron algo de lo que merecían, y se mantienen expectantes en una zona dura y compleja.

El conjunto local formó con Gigi Donnarumma; Hakimi, Skriniar, Danilo Pereira y Lucas Hernández; Fabián Ruiz, Manuel Ugarte y Lee Kang-In; Kylian Mbappé, Randal Kolo Muani y Dembelé.

El equipo inglés se alineó con Nick Pope; Kieran Trippier, Lascelles, Fabian Schar, Valentino Livramento; Lewis Miley, Bruno Guimaraes, Joelinton; Miguel Almirón, Alexander Isak y Anthony Gordon.

El local salió con la intención de dominar el juego, y muy pronto generó una chance. Iban 8′ cuando de la derecha surgió el centro de Hakini y Mbappé conectó de taco, pero apareció Nick Pope, para mostrar que iba atener una noche brillante.

En la primera llegada clara, Newcastle abrió el marcador. Una gran jugada de Livramento, de la izquierda al centro, siguió con el balón a la derecha del ataque inglés. De allí salió el tiro de Miguel Almirón, Donnarumma dio rebote y Alexander Isak entró libre y solo para poner el 0-1 a los 24′ de juego.

A partir de allí, PSG volcó el juego al campo rival, y tuvo otra llegada a los 32′, con un centro de Dembelé, el tiro de Danilo y la aparición de Pope. Igual que al final del primer tiempo, cuando Ruiz probó de lejos, a los 43′, y controló el portero inglés, o a los 45+2′, en el que un centro de Mbappé fue conectado por Dembelé y el balón dio en Schar.

El dominio del local se acentuó en el segundo tiempo. Y con el correr de los minutos se transformó en un monólogo. A los 60′ llegaron los primeros dos cambios. Vitinha entró por Manuel Ugarte, mientras que Barcola reemplazó a Randal Kolo Muani.

A los 65′ un centro de Mbappé fue conectado por Bradley Barcola, y otra vez intervino Pope. Enseguida, a los 66′, Barcola ingresó libre por izquierda y su tiro se fue afuera.

París atacaba, pero Newcastle se cerraba con mucha gente acumulada en la puerta de su área, y el local no encontraba los caminos para perforar esa fortaleza. A los 81′ un buen centro de Lucas Hernández fue conectado por Dembelé, y la pelota pasó cerca. Luis Enrique, el Técnico local, fue por dos variantes más. Primero, a los 81′, Marco Asensio entró por L. Kang-In, y un poco más tarde, a los 84′, Gonzalo Ramos ingresó en lugar de Danilo Pereira.

Un buen tiro de Asensio, a los 85′, fue controlado por Pope, en señal de que aún los ingresados iban a sufrir con él. A los 86′ Mbappé entró por derecha, sacó un tremendo remate, y Pope respondió con el peco. El rebote, el delantero lo cruzó desviado.

París empujaba y recién en el minuto final del descuento encontró su premio, tras una mano en el área, y el penal que Kylian Mbappé convirtió, a los 90+7′, para poner el 1-1.

Fue una noche de esas en que las brujas pasean por París y parece que van a desteñir los sueños. Esta vez, el verdugo fue el arquero Inglés, Nick Pope, que cortó muchas oportunidades del local, pero que en el instante final rescató parte del premio que merecía, para que París Saint Germain mantenga vivo su sueño por esta Copa tan esquiva.

Hernán O’Donnell

Platense logró un buen triunfo y se ilusiona con el futuro

Platense jugó con mucho ímpetu, fue ambicioso y logró una victoria que lo mantiene expectante en la Copa de la Liga 2023, depende de algunos resultados para clasificarse a los Cuartos de Final, mientras aguarda el futuro con ilusión y espera por la definición de la continuidad d Martín Palermo al frente del equipo.

Sarmiento jugó envuelto en dudas. No supo si atacar o cuidar el empate. En esa ambiguedad, se vio superado y solo logró tranquilidad cuando los resultados que se producían en otras canchas le daban la certeza de la continuidad en la Liga Profesional, o sea, la vieja y querida Primera División.

El “Calamar” formó con Ramiro Macagno; Nicolás Morgantini, Ignacio Vázquez, Miguel Jacquet y juan Infante; Facundo Russo, Franco Díaz, Nicolás Castro y Agustín Ocampo; Mateo Pellegrino y Ronaldo Martínez.

El conjunto de Junín comenzó con José Devecchi; Gonzalo Bettini, Franco Paredes, Juan Manuel Insaurralde y Nahuel Gallardo; Fernando Martínez; Guido Mainero, Maico Quiroz y Yair Arismendi; Juan Cruz Kaprof y Alan Marinelli.

A pesar de que Platense tuvo la iniciativa, la primera llegada fue del equipo visitante. A los 13′ un pase al vació para la entrada libre de Quiroz no pudo ser aprovechado, porque el remate de este, por encima y ante la salida de Macagno, fue bien retenido por el arquero.

A los 22′ Platense llegó a fondo; un pelotazo de Ocampo al corazón del área, Martínez fue a buscar arriba y chocó fuerte a Devecchi cuando este salía a controlar. El balón le quedó a Pellegrino, quien convirtió, y Silvio Trucco, en primera instancia sancionó el tanto, pero ante el llamado de consulta del VAR no lo convalidó por la falta de Martínez al ex arquero de San Lorenzo, y el encuentro siguió 0 a 0.

Volvió a llegar el local cuando iban 36′, con un centro de la derecha y el cabezazo de Mateo Pellegrino que salió apenas afuera.

Y a los 42′ abrió el marcador. La jugada nació con un tiro de esquina desde la izquierda, Vázquez y Pellegrino saltaron a cabecear, el balón se fue a la izquierda. Allí lo conectó Ronaldo Martínez con una volea espectacular, para poner el 1-0 a favor de Platense.

Facundo Sava decidió una variante para que Sarmiento comience el segundo tiempo. Agustín Fontana ingresó por Alan Marinelli.

Sin embargo, el dominio del local se acentuó. A los 50′ una volea de Mateo Pellegrino fue rechazada por Devecchi, la pelota le quedó a Ocampo, y su tiro también fue sacado, esta vez al corner, por el portero visitante.

Enseguida, cuando iban 51′, Pellegrino recibió un centro y su cabezazo se fue apenas desviado. Entonces, Sava decidió hacer dos cambios más. Manuel García entró por Fernando Martínez, y Manuel Mónaco reemplazó a Guido Mainero, cuando iban 55′.

El “Calamar” no cesaba en la búsqueda ni en el ataque. A los 59′ un tiro libre de Agustín Ocampo fue sacado por Devecchi al corner. Cuando iban 61′ un cabezazo de Ronaldo Martínez, salió muy cerca.

Recién a los 63′ Sarmiento tuvo su primera llegada del segundo tiempo. Un disparo de Juan Cruz Kaprof fue controlado, abajo, por Ramiro Macagno.

La primera variante en el local Martín Palermo la dispuso a los 65′, con el ingreso de Leonel Picco por Ronaldo Martínez. El equipo se reacomodó; se mantuvo la línea de cuatro, dos contenciones con Díaz y Picco, aunque el primero se soltaba para juntarse con Russo, Castro y Ocampo, mientras que Pellegrino se quedaba de punta de lanza.

Luego Palermo hizo dos cambios más. Ciro Rius entró por Facundo Russo, y Nicolás Servetto ingresó en lugar de Mateo Pellegrino, a los 75′. también en esa ventana Sava hizo su cuarto cambio: Sergio Quiroga entró por M. Quiroz. Y a los 79′, la visita efectuó su última modificación; un delantero Lautaro Cerato, reemplazó a un defensor, Nahuel Gallardo.

Y “Chiche” Quiroga le dio más fútbol al equipo, incluso con un buen disparo de larga distancia que atrapó Macagno, a los 84′.

El partido se cerró con los últimos dos cambios en el local. Debutó Manuel Tucker, quien ingresò por Agustín Ocampo, y Jerónimo Cacciabue reemplazó a Nicolás Castro.

Ganó Platense porque siempre lo fue a buscar. Sarmiento dudó entre ir o esperar, y se quedó en un híbrido que fue salvado por las derrotas de Gimnasia y Colón.

Hernán O’Donnell

Argentina logró una victoria histórica, pero quedó en duda el futuro del entrenador

Un Super Clásico de las Américas que llegó con antecedentes poco habituales. Con dos equipos que venían de una derrota, la Argentina en su casa ante Uruguay, y Brasil de visitante frente a Colombia. Los dos con un juego discreto, superados por el rival, y con algunas bajas, sobre todo en la “Canarinha”, de mucha importancia. Además, con la atención puesta en la política, las elecciones presidenciales y el cambio de gobierno en el país de la representación “Albiceleste”. Con todos esos detalles poco usuales, llegaron a medirse en el mítico Estadio “Maracaná”, Brasil y Argentina.

Y el partido tuvo ribetes de todo tipo; desde muy serios incidentes antes de comenzar, por los problemas que hubo primero entre los simpatizantes, y luego con la represión indiscriminada de las fuerzas de seguridad, que demoraron el inicio en poco más de media hora. En ese lapso, los jugadores argentinos, y varios brasileños como el capitán Marquinhos, se acercaron a la tribuna de los incidentes, para intentar poner freno a la acción policial, y a llevar calma al lugar. No lo lograron en primera instancia, y los futbolistas argentinos decidieron retirarse a los vestuarios, hasta lograr que les brinden las garantías de seguridad a los hinchas.

Crédito: @Argentina

El partido fue muy intenso, disputado, cortado. Con más infracciones que jugadas elaboradas. Brasil tuvo cierto dominio en el primer tiempo, que se acentuó en el comienzo del segundo. La Argentina nunca dejó de luchar ni de intentar jugar cuando podía, aún con Leo Messi en desventaja física, por una molestia en el aductor derecho que le requirió atención médica y kinesiológica en varios momentos del partido, sobre todo cuando tenía una interrupción.

Así y todo en cuanto tuvo su chance, facturó. Iban 62′ cuando llegó el centro desde la izquierda, ejecutado por Giovanni Lo Celso, y Nicolás Otamendi. con un salto espectacular, y un cabezazo cruzado, puso el balón muy lejos de Alisson Becker, para meterse en su ángulo superior derecho y poner el resultado 0-1 a favor de la Argentina.

Luego, fue aguantar y jugar. La expulsión, exagerada, de Joelinton, a los 81′, fue lapidaria para el local. Con un jugador menos, y la obligación de buscar el resultado, Brasil no tuvo ideas ni rebeldía para quebrar a un equipo que lo esperaba agazapado y con superioridad numérica, para frenar sus avances y lanzar contragolpes preocupantes.

Crédito: @Argentina

Pero a la historia del triunfo de la “Albiceleste” en Río de Janeiro, aún le aguardaba un capítulo más. Luego de los festejos en el campo de juego, la alegría en los abrazos, las notas en el terreno para la TV, Lionel Scaloni fue, junto a su cuerpo técnico, a sacarse una foto en medio del Maracaná. Algunas escucharon una voz que decía, “Dale, hagamos la última foto”…

Lo cierto, es que el propio entrenador argentino iba a sorprender con declaraciones ¿inesperadas? en la conferencia de prensa posterior. “Una cosa importante que quería decir es parar la pelota, ponerme a pensar, tengo muchas cosas que pensar en este tiempo, estos jugadores nos han dado un montón a todo el cuerpo técnico, y necesito pensar mucho que voy a hacer. No es un Adiós, ni otra cosa, pero necesito pensar porque la vara está muy alta, y está complicado seguir, y está complicado seguir ganando, toca pensar en este tiempo, se lo diré al Presidente, se lo diré a los jugadores después, porque esta selección necesita un entrenador que tenga todas las energías posibles, y que esté bien”.

Las especulaciones se reprodujeron como reguero de pólvora. Miles de interpretaciones circularon por los medios de comunicación, las redes sociales y los comentarios en la calle, en las oficinas, en los colegios. Se habló de un contrato aún no renovado, y no mejorado, amén de la interferencia política que domina a nuestro fútbol, y que en la semana previa a las elecciones nacionales, ejercieron su peso sobre los jugadores y el cuerpo técnico del seleccionado. Que eso generó días incómodos de trabajo previo al partido con Uruguay, en el que al final, producto de ese ruido, se vio a un equipo perturbado, desenfocado en el juego y superado con claridad por el rival.

Esas interferencias, a veces en forma de sugerencias o pedidos, ocurrieron en varias ocasiones, y a un equipo que siempre quiso mantener una distancia prudente y lógica de los intereses políticos, terminó por fastidiarlo.

Habrá que ver si esas son las razones, si es la suma de algunas de ellas o habrá otras. Solo lo sabe el entrenador, Lionel Scaloni.

Por lo pronto, solo se limitó a expresar sus sentimientos de su forma natural y genuina, saludó con su habitual cortesía, y se despidió. ¿Para siempre?

Hernán O’Donnell

Lionel Scaloni, por la recuperación rápida de la Selección

La caída ante Uruguay resultó un duro golpe, más allá de que el entrenador argentino, Lionel Scaloni, siempre sostuvo que perder era una posibilidad latente. Y que lo más importante era, en el momento que sucediera, recuperarse rápido. Ya ocurrió ante Arabia Saudita, en el primer partido de la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022, y acaba de pasar frente a Uruguay, por la Competición preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-México, USA, Canadá 2026.

Crédito: media.afa.org.ar

Un día antes del partido frente a Brasil, en el Maracaná, Scaloni ofreció una rueda de prensa, en la que dejó conceptos interesantes:

“Siempre dijimos que no éramos imbatibles. Tenemos que recuperarnos rápido. Más allá de perder y de no hacer un buen partido, el equipo compitió y eso me deja tranquilo”, sostuvo en cuanto al momento del equipo.

“Los cambios no van a ser por rendimientos. Si hacemos cambiamos, los haremos para intentar hacerle daño al rival, y que ellos no nos lastimen a nosotros. Brasil tiene jugadores de gran nivel, veloces, con trayectoria en equipos muy importantes”, agregó.

“Es un clásico, se juega en su cancha, y sabemos todo lo que significa. Son jugadores distintos a los de la final de la Copa América y creemos que hay que enfocarse en el presente, eso es lo más importante”, comentó el entrenador.

A las 18 hs del Lunes 20 de Noviembre, la selección viaja a Río de Janeiro. Lo espera una noche de vigilia, ante un Maracaná colmado que rugirá ante un nuevo Clásico de las Américas.

Hernán O’Donnell

Argentina no encontró el rumbo y perdió el invicto en el camino al Mundial

Fue una noche oscura, deslucida, ingrata. Lo resumió mejor que nadie el entrenador Lionel Scaloni, quien en la conferencia de prensa posterior a la derrota ante Uruguay por 0-2, señaló que “La Argentina tuvo un partido incómodo, donde no pudo encontrar los caminos, el rival jugó mejor y ganó de manera justa”, sostuvo con su habitual madurez, sencillez y humildad.

Fue una síntesis clara de lo que sucedió la noche triste de la Bombonera. La selección, que aún en la derrota, se fue aplaudida por la gente, nunca pudo encontrar los caminos hacia el arco rival. Y Uruguay fue sòlido en defensa, ganó el medio campo, y tuvo eficacia para convertir.

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Argentina comenzó con Emiliano Martínez, Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; Rodrigo de Paul, Alexis Mac Allister y Enzo Fernández; Lionel Messi, Julián Álvarz y Nicolás González.

La visita formó con Sergio Rohet; Ronald Araujo, Sebastián Cáceres, Mathías Olivera y Matías Viña; Manuel Ugarte y Federico Valverde; Facundo Pellistri, Nicolás de la Cruz y Maximiliano Araujo; Darwin Núñez.

Argentina intentó tomar el control del juego, pero su dominio no alcanzó los primeros diez minutos. A los 9′ avisó Darwin Núñez con un contragolpe rápido y un remate cruzado, que Uruguay estaba dispuesto a lastimar cuando tuviera una oportunidad. A los 11′, otro ataque visitante fue pligroso; Núñez asistió a Maxi Araujo, y su remate fue tapado por “Dibu” Martínez.

La visita apretaba a los volantes argentinos cuando recibían de espaldas, no los dejaban girar y les cortaban el juego. Con la recuperación, salían muy prontos hacia el arco local. Esa batalla de la mitad de la cancha la ganó el “celeste”, y fue la clave del triunfo. Argentina se sostenía sólo en la capacidad de Messi, que a los 12′ sacó un buen tiro atrapado por Rochet. Después, era un equipo impreciso. A De Paul lo ahogaban cuando estaba de espaldas al arco rival y recibía el pase de Otamendi o Romero; Mac Allister no lograba dominar el centro del campo y Enzo Fernández estuvo desconocido. Igual que Julián Álvarez, de muy baja producción. Nicolás González era, junto a Messi, el más constante y persistente en su rol.

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Pero el problema mayor fue la falta de solvencia en la línea de fondo. Uruguay sumó llegadas porque tampoco la defensa podía cortar. A los 27′ una buena triangulación de la visita se coronó con un tiro elevado de Nicolás de la Cruz; cuando iban 31′ un error en la defensa entre Otamendi y Romero finalizó con otro remate de de la Cruz, desviado.

Y a los 40′ una jugada por izquierda, siguió con el centro de Matías Viña y por el tor lateral, el derecho, apareció Ronald Araujo para poner el 0-1 a favor de Uruguay.

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Los dos equipos empezaron el segundo tiempo con una variante. José María Giménez entró por el lesionado Matías Viña en la visita, mientras que Scaloni decidió incluir a Lautaro Martínez por Alexis Mac Allister en la selección local. De esa forma, la Argentina quedó con una suerte de 4–2-4, con González por derecha, Messi y Martínez por el medio, y Julián Álvarez por izquierda. En el centro del campo, De Paul y Enzo Fernández. Tampoco funcionó. Ni Fernández pesaba en el medio, ni Álvarez podía recorrer la banda izquierda.

A los 52′, se hizo una nueva modificación. Angel Di María entró por Nicolás González. La Argentina atacaba, o buscaba hacerlo, pero se enredaba con la buena agrupación de jugadores uruguayos, que se replegaban en buen número, ordenados y expeditivos.

Lo mejor de la selección ocurrió a los 56′, con un tiro libre de Messi que pegó en el travesaño. Pero no hubo mucho más hasta cerca del final. El segundo cambio de la visita fue a los 61′ R. Betancur entró por Maximiliano Araujo, mientras que en el local Exequiel Palacios reemplazó a Rodrigo De Paul, cuando iban 63′ del partido. Y a los 78′ llegaron las últimas variantes en la Argentina: Marcos Acuña entró por Nicolás Tagliafico, y Giovanni Lo Celso ingresó en lugar de Julián Álvarez.

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La segunda situació clara que tuvo la selección en el complemento ocurrió a los 82′. Un tiro de esquina de Angel Di María fue cabeceado por Lautaro Martínez con exactitud, pero Rochet desvió por arriba, en una gran intervención.

Y en un rápido contragolpe, a los 86′, Darwin Núñez puso el 0-2 para Uruguay, con un disparo cruzado ante la salida de Emiliano Martínez.

Fue el fin del partido. Sólo quedó tiempo para la tercera y cuarta modificación de la “Celeste”; a los 87′ Agustín Canobbio entró en lugar de Facundo Pellistri, y a los 90′ Federico Viñas ingresó por Darwin Núñez.

Argentina tuvo una noche imprecisa y dejó el invicto en las eliminatorias. “Ahora queda revisar el partido, corregir lo que haya que corregir, y levantarse”, fueron las palabras del DT Lionel Scaloni en la conferencia del final. Sabias palabras de quien supo llevar al equipo a lo más alto y entiende, desde la humildad, que el camino nunca es un sendero de rosas.

Hernán O’Donnell

Liverpool dejó dos puntos que al final del torneo verá que valor tienen

El torneo uruguayo ingresa en su etapa de definiciones, y cada partido toma un valor mayor a los que ya se han jugado. Mientras Peñarol tiene la tranquilidad de haber ganado el Apertura, y por consiguiente está habilitado para jugar el repechaje con el vencedor del Clausura, hay una enorme disputa en este segundo torneo del año, mientras la tabla anual consagrará al finalista que enfrentará al ganador de aquel repechaje mencionado. Por eso, Peñarol ya tiene un boleto para la primera final. ¿Puede ganar el Clausura? Sí, claro, aunque ahí pelea con Liverpool, de manera principal. Y también con el equipo de Jorge Bava se disputa el primer lugar en la tabla anual. Así que entre ambos está la discusión, aunque Defensor Sporting, Boston River están en la pelea del segundo semestre. Y el propio Defensor, junto a Nacional, también se metieron en la pelea del anual.

Entonces, cada punto, vale. Y Liverpool dejó dos muy importantes en su visita a Plaza Colonia. Porque mereció llevarse las tres unidades, pero la actuación del golero local, Kevin Dawson, impidió su victoria.

El equipo local formó con Dawson; Lorenzi, Nicolás Ayala, Díaz, Olivera y Greising; Emanuel Redín, Diego Villalba y Bryan Olivera; Nicolás Dibble y Osinachi Ebere.

El visitante comenzó con Sebastián Britos; Federico Pereira, Juan Izquierdo, Mateo Antoni y Miguel Samudio; Luaciano Rodríguez, Marcelo meli, Pablo Siles y Gonzalo Nápoli; Alan Medina y Thiago Vecino.

Fue más Liverpool desde el comienzo. El equipo de Jorge Bava salió a dominar en el Estadio “Alberto Supicci”. Y tuvo la iniciativa desde el comienzo. A los 11′ un tiro libre de Luciano Rodríguez fue bien controlado por Dawson, en su ángulo superior derecho. Respondió el local, a los 22′, con un tiro de Bryan Olivera que Britos atrapó en el medio de su valla. Y volvió a avisar la vista, cuando iban 26′, a través de un buen remate del argentino Marcelo Meli.

En el segundo tiempo, Liverpool profundizó su dominio. Con las subidas del paraguayo Samudio por la banda izquierda, desacomodó de modo permanente a la defensa de Plaza. un desborde de Samudio, a los 50′, fue cabeceado por Vecino, y el balón salió al corner. Otra subida del lateral paraguayo siguió con un centro para Thiago vecino, y su cabezazo se fue un poco alto, cuando iban 54′ de juego.

Y al mejor jugada fue un contragolpe, tras una mala decisión en un tiro libre favorable a Plaza Colonia, que Samudio aprovechó para irse por la izquierda, cruzar el balón para Alan Medina, quien entró solo por el medio, y su disparo fue desviado por Kevin Dawson, en la ocasión más clara del partido, a los 57′.

El equipo de Sebastián Díaz llegó a los 61′, con un centro de Greising, que cabeceó Diego Villalba por arriba del travesaño.

A los 63′ llegaron los primeros dos cambios de la visita. Betancur entró por Thiago vecino, mientras que Facundo Perdomo reemplazó a Marcelo Meli. Y se quedó un poco Liverpool, porque perdió dinámica en el medio y potencia en el ataque.

En el local, a los 64′ entraron Lucas Carrizo por Bryan Olivera, y Nicolás Brun en lugar de Dribble. Más tarde, a los 77′ llegó la tercera variante en Plaza; Santiago Paiva ingresó por Redín.

El partido lo manejaba la visita, y aunque había perdido un poco de fuerza, volvió a llegar con claridad a los 82′ de juego, con un disparo claro de Luciano Rodríguez, que Dawson tapó abajo, de modo sensacional.

Bava se jugó por dos cambios más en su equipo. Martín Barrios entró por Siles, mientras que Renzo Machado ingresó en lugar de Antoni, a los 84′. Y la cuarta modificación en el local sucedió a los 89′; Luciano Cosentino reemplazó a Diego Villalba.

Liverpool no pudo con Kevin Dawson, y allí está una de las grandes razones del empate. Ahora, cuanto pesarán estos dos puntos dejados en Colonia del Sacramento, el final del torneo dirá su valor.

Hernán O’Donnell

Empezó la semana de los clásicos para la Selección

En medio de la vorágine por las elecciones presidenciales, la discusión política que ganó la mesa de los argentinos, el debate que ha polarizado el tema más importante, sobre la Argentina y el futuro, en medio de ese clima electoral, la Selección Argentina tendrá una semana de fuego por la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-México, USA, Canadá 2026. Parece ajeno a la agenda que predomina los algoritmos de las redes sociales, pero el Campeón del Mundo se enfrenta en unas horas ante Uruguay, en una nueva edición del clásico más antiguo del Río de la Plata, y la semana que viene deberá viajar a Brasil, para jugar ante el poderoso seleccionado local en el célebre Estadio Mario Filho, conocido de forma popular como “Maracaná”.

Crédito: media.afa.org.ar

Las tareas del lunes comenzaron a cargo del Preparador Físico, Luis Martín, quien dio comienzo a la jornada en el gimnasio del complejo que lleva el nombre de “Lionel Andrés Messi”. Luego de ese primer bloque, la segunda parte se se desarrolló en el campo de juego, que comenzó con el tradicional rondo. Luego, la práctica fue dirigida por el Director Técnico Lionel Scaloni y sus colaboradores, quienes dispusieron labores técnicas con balón en circuitos. Por último, los jugadores practicaron remates para trabajar a los arqueros de la plantilla.

El martes la práctica será vespertina, y el miércoles hablará el entrenador en conferencia de prensa.

De a poco, el clima futbolero toma color. Aunque no lo parezca, es una semana crucial para la Selección Argentina, con los dos clásicos regionales por delante. Y con el Mundial que empieza también a asomar en el horizonte.

Hernán O’Donnell

Girona ganó en Vallecas y no detiene su marcha

Fue un triunfo importantísimo, por como se dio, por la exigencia del rival, por el resultado inicial adverso, porque hasta el final estuvo comprometido. Girona venció al Rayo Vallecano en calidad de visitante y se afirma más en lo alto de la tabla, para que toda la comarca del Gironés se sume al barco de la ilusión.

El equipo local formó con Stole Dimitrievski; Andrei Ratiu, Abdul Mumin, Florian Lejeune, y Alfonso spino; Isi Palazón, Oscar Valentín, Unai López y Álvaro García; Sergio Pérez Camello y Oscar Trejo.

La visita arrancó con Paulo Gazzaniga; Arnau Martínez, Eric García, Daley Blind y Miguel Gutiérrez; Iván Martín, Aleix García y Yangel Herrera; Viktor Tsygankov, Artem Dovbyk y Savio.

Rayo Vallecano sorprendió en el inicio, con un ataque firme y decidido. Fue a buscar el partido, y enseguida abrió el marcador.

Iban 4′ cuando una buena presión en la salida de la visita generó un rebote que le cayó a Álvaro García, quien definió con frialdad, para poner el 1-0 a favor de Rayo Vallecano.

Pudo aumentar a los 7′, con un disparo de Oscar Valentin que Gazzaniga sacó al corner, con una tapada rasante.

De a poco, Girona se empezó a meter en el partido. Con el trabajo de los volantes, Iván Martín y Yangel Herrera, ganó la pelota en la zona media y volcó el partido a su favor. Tuvo una llegada clara, la primera, a los 21′ con un centro de derecha a izquierda, por allí apareció Savio, quien mandó la pelota al medio, remató Herrera, de tacó corrigió Dovbyk, y Lejeune despejó sobre la línea.

Pasó a mandar la visita. El equipo de Vallecas se paró de contra. Y el peso fu sobre el área local. A los 37′, un disparo de Iván Martin fu sacado por Dimitrievski. Pronto llegó la igualdad.

Iban 41′ cuando Tsygankov recibió por derecha, sacó el centro al medio y Artem Dovbyk se acomodó y lanzó un remate fuerte, de zurda, que se transformó en el primer gol de Girona. El partido quedaba empatado 1-1.

Rayo Vallecano volvió a ser claro dominador en el inicio del segundo tiempo. Como un calco de la primera etapa, el local apretó fuerte y sumó varias llegadas consecutivas.

A los 51′ hubo una excelente asistencia de Oscar Trejo para Espino y el remate de este lo sacó Paulo Gazzaniga al corner. Del tiro de esquina de Unai Lòpez, llegó el cabezazo de Camello que pegó en el poste derecho de Gazzaniga, cuando iban 52′. Otra vez apareció el arquero argentino para sacar al corner un disparo de Álvaro García, a los 53′, y a los 54′ un remate de Oscar Trejo rozó en un defensor local y pegó en el travesaño. Fue una andanada de llegadas del local, que no pudo aprovechar su gran momento.

A los 58′ Randy Nteka reemplazó al lesionado Oscar trejo, y allí perdió fuerza el equipo local. Creció la visita, y en la primera que tuvo, golpeó.

Iban 64′ y una gran jugada del medio a la derecha fue el germen. Apareció por el extremo Tsygankov, combinó con Iván Martin, Tysgankov, ya por el medio cedió a Dovbyk, este remató al arco, rechazó Dimitrievski, el balón le quedó a Savio, quien hizo el gol que revirtió el resultado. Ahora era el Girona el que pasaba al frente por 1-2.

Entonces , Francisco Rodríguez, el DT local, hizo dos modificaciones. Iban 66′ y Ramadel Falcao entró por Camello, mientras que Kike Pérez ingresó en lugar de Unai López.

Pero ya Girona se había recompuesto y marcaba el ritmo del partido. A los 71′ Herrera llegó por derecha y sacó un tiro violento que dio en el palo y el travesaño. Bien pudo ser el tercero de la visita.

Una amplia ventana de cambios sucedió a los 77′. La cuarta y quinta variantes en el local; Bebé entró por Álvaro García, mientras que Jorge De Frutos reemplazó a Ratiu. En Girona, se produjeron los dos primeros cambios. Yan Couto reemplazó a V. Tsygankov, mientras que el uruguayo Cristian Stuani ingresó en lugar de A. Dovbyk.

Cuando el final se acercaba, Rayo Vallecano fue con todo a buscar el empate. A los 79′ un remate de Kike Pérez fue sacado por Gazzaniga al corner. A los 80′, Lejeune cabeceó el tiro de esquina y el balón pasó muy cerca.

Lo pudo rematar la visita, a los 82′, con un centro de la derecha, y el disparo de Stuani salió cruzado y desviado.

Las últimas variantes del equipo catalán sucedieron a los 84′. Portu entró por Savio, y Valery reemplazó a Iván Martin.

Girona consiguió una victoria importantísima para seguir en lo alto de la tabla. Le tocó un rival que lo sometió al inicio de cada etapa, supo levantarse, revertir el marcador y edificar un triunfo que mantiene viva su gran ilusión.

Hernán O’Donnell

Athletic Club ganó un partidazo e invita al País Vasco a soñar

La Liga española entró en su primer cuarto de desarrollo y ya empieza a perfilar los objetivos y los destinos de los equipos. En lo alto de la tabla, en lo bajo, por el medio. Todo comienza a vislumbrarse. Y en el choque de dos equipos característicos y muy representativos de dos ciudades, más, de dos regiones, a priori se imaginaba lo que buscaban ambos. Uno, el equipo del País Vasco, sueña con meterse en la pelea grande. Por el ingreso a la UEFA Champions League, y porque no, algo más. El otro, el de Vigo, una de las ciudades más características de Galicia, mira de reojo no caer en el fondo.

Entre los dos, armaron un “Partidazo”. Con mayúsculas; de los mejores en lo que va de la Liga. Con un ritme frenético de principio a fin, con emociones, muchos goles, marcadores cambiantes y un suspenso que se mantuvo hasta el final. Athletic Club fue superior en el balance global y se llevó en la agonía los tres puntos, que le permiten meterse en la alta discusión. El equipo de Rafa Benítez jugó con dignidad y tiene mucho para dar en pos de salir del fondo de la tabla.

El local comenzó con Unai Simón; Oscar De Marcos, Dani Vivian, Aitor Paredes e Iñigo Lekue; Mikel Vesga y De Galarreta; Iñaki Williams, Ohian Sancet y Nico Williams; Gorka Guruzeta.

El conjunto de Galicia formó con Vicente Guaita; Kevin Vázquez, Carl Starfelt, Unai Núñez y Manuel Sánchez; Oscar Mingueza, Fran Beltrán, Carlos Dotor y Jonathan Bamba; Iago Aspas y Jorgen Larsen.

Athletic Club tomó la iniciativa y ya a los 2′ avisó con una entrada de Iñaki Williams que cortó Guaita. Muy pronto quedó planteado un partido con el local en el dominio territorial, y la visita que jugaba al contragolpe veloz, conducido por el hábil Iago Aspas. Así, a los 9′, Aspas probó de muy lejos, al ver a Simón adelantado, y su tiro salió desviado.

El local sostenía el control, con sus líneas bien adelantadas. A los 19′, un desborde de Nico Williams siguió con un centro que Guruzeta, de cabeza, ejecutó desviado.

A los 24′ llegó la primera emoción del partido, con un remate bajo y combado de Iago Aspas, que se metió junto al palo derecho de Simón para poner el 0-1 a favor de Celta. El visitante sacaba provecho de su astucia, y despertó la reacción local.

Tuvo una oportunidad el Athletic cuando un cabezazo de Sancet fue atajado por Guaita, a los 32′. Pero pronto tuvo su premio, porque a los 36′, tras un centro de la izquierda, un rebote en la defensa, el balón le quedó a Sancet, quien con un toque suave puso el empate, 1 a 1.

A sea altura ya era un partidazo. Pero aún faltaba lo mejor. Volvió a adelantarse la visita, a los 40′, cuando Jonathan Bamba, tras una serie de rebotes, sacó un disparo fortísimo que se convirtió en el segundo gol de Celta, que se adelantaba 1-2.

Rafa Benítez se paró en l banco y le pidió a su equipo que piense; que iba arriba en el marcador y ya casi acababa el primer tiempo. Y su gesto fue muy claro. Estar juntos, en un equipo corto.

Pero no pudo aguantar el ataque frenético del local. A los 45+1′ Iñaki Williams se fue por izquierda, gambeteó a dos hombres y sacó un tiro que despejó Guaita.

Pero, a los 45+4′, fue Nico Williams el que asistió a Guruzeta, quien marcó para Athletic Club, y el primer tiempo se cerró con la igualdad 2 a 2.

El local aprovechó el envión final del primer período, y arrancó con mucha actitud el complemento. Y enseguida dio vuelta el marcador, con un gol Guruzeta, a los 56′, que puso al Athletic arriba por 3-2.

Un tanto de Larsen, que el VAR con acierto invalidó, a los 62′, fue un llamado de atención al local. Y ese ruido se hizo presente enseguida, cuando a los 65′ Iago Aspas asistió muy bien a Larsen, para que este colocara, con un remate suave el empate para la visita. El encuentro, ahora se puso 3-3.

Entre tanto frenesí, los entrenadores decidieron abrir la primera ventana de variantes. A los 67′ Luca De la Torre entró por Fran Beltrán, en el Celta, mientras que en el equipo de Bilbao Dani García ingresó por Mikel Vesga.

La película seguía con el mismo suspenso y la misma carga emotiva. A los 71′, una infracción en el área local fue advertida por el VAR y Celta contó con un penal a favor. Pero el tiro de Iago Aspas fue desviado por Unai Simón, y el equipo de Vigo no pudo aprovechar esa oportunidad. Aún así, a los 73′, Aspas sacó un remate muy cercano.

Cuando iban 78′, Ernesto Valverde, entrenador del local, decidió hacer el segundo y tercer cambio de su equipo. Alex Berenguer entró por Iñaki Williams, y Raúl Garcia reemplazó a Gorka Guruzeta.

Quería ganar el Athletic, y mantenía la ambición de ataque. A los 82′, Nico Williams sacó un tremendo tiro que salió apenas alto. Luego, a los 83′, Franco Cervi entró por Jonathan Bamba, en el equipo de Benítez, en tanto Unai Gómez ingresó en lugar de Sancet, en el conjunto vasco. Y a los 87′. Anastasios Douvikas reemplazó a Jorgen Larsen, en el tercer cambio de Celta de Vigo.

Insistía el local, y a los 90+1′ un tiro de Dani García fue sacado por Guaita. Después llegó una falta de Núñez que ni el árbitro ni el VAR consideraron, hasta que a los 90+6′ una mano de Oscar Mingueza, dentro del área visitante, le dio un penal, en el cierre al local.

Se hizo cargo Alex Berenguer, y a los 90+7′ marcó el 4-3 definitivo para el Athletic Club de Bilbao. Así ganó un partido tremendo, dramático, emotivo. Trepó en la tabla y le mostró al País Vasco que se puede soñar.

Hernán O’Donnell