Tigre y Belgrano hicieron un buen partido hasta que se les agotó la energía

Fue un empate muy entretenido, sobre todo por lo hecho en el primer tiempo. Tigre convirtió casi al amanecer del juego; Belgrano se recuperó y tomó el control del partido, generó varias llegadas claras, y en el complemento lo igualó. Después, se quedaron sin piernas, bajaron la intensidad, y si bien el equipo cordobés mantuvo el dominio, tuvo menos profundidad y el empate se decantó de manera lógica.

Tigre formó con Felipe Zenobio; Martín Ortega, Juan Nardelli, Kevin Lomónaco y Ángelo Marchese; Lorenzo Scipioni y Agustín Cardozo; Blas Armoa, Martín Garay y Tomás Galván; Facundo Ferreyra.

Belgrano comenzó con Nahuel Losada; Juan Barinaga, Alejandro Rébola, Mariano Troilo y Agustín Baldi; Facundo Quignon; Francisco González Metilli, Esteban Rolón, y Juan Velázquez; Matías Suárez y Máximo Oses.

Tigre tomó la iniciativa muy pronto, y a los 3′ Blas Armoa enganchó de la derecha hacia adentro para sacar un buen disparo que controló Nahuel Losada. Un minuto después, Scipioni, joven volante de las inferiores del local y de buen partido, recuperó la pelota en la mitad de la cancha, abrió para Galván, quien se fue por izquierda, lanzó el centro y Facundo Ferreyra, con un toque corto, puso el 1-0 para Tigre cuando iban 4′ de juego.

Belgrano sintió el golpe, y fue a la búsqueda del empate. Sin resignar su estilo, con balón limpio desde el fondo, acumuló llegadas muy claras en la primera parte.

A los 25′ González Metilli abrió a la izquierda para Máximo Oses, y este sacó un tiro alto que Zenobio desvió al corner. De ese tiro de esquina, Alejandro Rébola metió un cabezazo, apenas alto.

Cuando iban 27′, un tiro libre se ejecutó con una jugada preparada: pase bien abierto de la derecha a la izquierda, por allí entró libre Velázquez y su remate fue tapado por el arquero local. A los 28′, tras un centro de la derecha, bajaron el balón y González Metilli entró muy libre, pero también su cabezazo salió afuera.

Belgrano sumaba llegadas limpias, peor no lograba convertir. Tuvo otra chance diáfana a los 35′, cuando González Metilli abrió hacia la derecha para la entrada libre de Juan Barinaga, y el tiro del “Colorado” fue tapado por Zenobio con su pie derecho.

Tigre recién volvió al ruedo a los 40′, con un remate lejano de Scipioni. Pero tenía una noche problemática, y empezaba a los 43′ con la lesión de “Chucky” Ferreyra, quien debió dejarle su lugar a Flabián Londoño. y si bien tuvo, a los 45′, un tiro de Marchese que atajó Losada, sufrió bastante en el primer tiempo, incluso al final, a los 45+2′, cuando cabeceó Matías Suárez, tras un tiro de esquina para la visita, y el balón pasó muy cerca del arco local.

Juan Cruz Real, el DT del equipo cordobés, entendió que debía arriesgar más para llegar a la igualdad, y dispuso dos variantes para comenzar la segunda etapa. Rafael Delgado entró por Baldi, y Jeremías Lucco ingresó en lugar de Máximo Oses.

Tigre seguía con su infortunio, y a los 54′ se lesionó el ingresado Flabián Londoño, quien debió ser reemplazado por Ezequiel Forclaz.

Y a los 64′, Belgrano llegó a la igualdad que merecía. Perdió un balón en la salida el local, a provechó bien Matías Suárez, ganó la posición, y definió con calidad ante la salida del arquero. El partido quedaba 1-1.

A los 66′ Gerónimo Heredia entró por Juan Barinaga, y a los 68′ Santiago Longo entró por Facundo Quignon, que se había lesionado en la jugada del gol del empate cordobés.

Sebastián Domínguez, el entrenador de Tigre, decidió usar la tercera ventana para efectuar el tercer y cuarto cambio del equipo local. Santiago González entró por Ángelo Marchese, y Nicolás Contín ingresó por Blas Armoa, cuando iban 73′ de juego. Y Real hizo entonces el quinto cambio de la visita: Ignacio Tapia reemplazó a Francisco González Metilli, agotado entre los golpes, el cansancio y lo mucho que corrió en el campo de juego.

Tuvo una última chance la visita, a los 81′, con una llegada clara de Ignacio Tapia, por derecha, que atajó el arquero local, mientras que a los 82′ un cabezazo de Santiago González que salió alto.

Fueron las últimas llegadas de un segundo tiempo que se había apagado hacía rato. Incluso se jugaron diez minutos más, en los que no pasó nada. Tigre y Belgrano ya lo habían dado todo.

Hernán O’Donnell