El gran Clásico del Fútbol Mundial tuvo otro episodio vibrante, emotivo, inolvidable. Un encuentro frenético, el choque siempre esperado entre dos potencias gigantes del fútbol, lleno de ritmo, llegadas y emoción. Con un primer tiempo en el que los dos equipos achicaron tanto que prevalecieron más los off sides que las jugadas válidas. Y con un complemento que nos sostuvo al borde del asiento, con el palpitar permanente de cada jugada, que retumbó de energía a lo largo y ancho del Planeta. Nadie se quedó ajeno a esta fiesta, y luego de un primer tiempo equilibrado, Barcelona aceleró en el segundo para armar una goleada para recordar.
Real Madrid formó con Lunin; Lucas Vázquez, Eder Militao, Antonio Rúdiger y Ferland Mendy; Federico Valverde, Aurelien Tchouameni, Eduardo Camavinga; Jude Bellingham, Kylian Mbappé y Vinicius.
Barcelona alineó a Iñaki Peña; Jules Koundé, Pau Cubarsí y Alex Balde; Marc Casadó y Pedri; Lamine Yamal, Fermín López y Raphinha; Robert Lewandowski.
El inicio fue frenético, ambos buscaron el arco contrario con voracidad, pero cada ataque era abortado por off sides. Barcelona hizo del achique un culto, y así con una presión constante sobre el lanzador, dejó al local en posición fuera de juego en más de una decena de oportunidades. Real Madrid también apeló al adelantamiento, pero más como recurso que como sistema de juego.
Recién a los 12′ tuvo el partido la primera llegada válida, cuando Yamal se fue por el medio y su tiro fue cortado por la salida rápida de Lunin. Y a los 20′ Raphinha optó por patear cuando entraba Balde solo a su izquierda.
Madrid llegó por izquierda, con un disparo de Vinicius que salió al lado del palo derecho, a los 21′, mientras que un fuerte remate de Pedri, a los 27′, fue rechazado por el arquero local. Cuando Casad{o metió el rebote, Militao la sacó al corner.
Un buen cabezazo de Martínez, que salió por encima del travesaño, fue otra llegada del Barça, cuando iban 28′ de juego. Luego, el VAR advirtió una y otra vez las posiciones adelantadas.
Hans-Dieter Flick, el entrenador de Barcelona, decidió hacer una variante para comenzar el segundo tiempo. Frenkie de Jong ingresó por Fermín López.
Y fue importante la variante, porque el visitante se acomodó mejor para explotar espacios y liquidar a toda velocidad.
Un tremendo pase de Casadó fue bien conectado por Robert Lewandowski para poner el partido 0-1 a favor de Barcelona cuando iban 53′ de juego.
Y casi no tuvo tiempo el Madrid de acomodarse, porque perdió un balón en ataque, salió rápido el rival, se fue por izquierda Balde, sacó un gran centro y con un excelente cabezazo Robert Lewandowski marcó el gol que puso el 0-2 para Barcelona, a los 55′.
Carlo Ancelotti hizo pronto una variante. Puso a Luka Modric por Aurelien Tchouameni, a los 62′. Y también Flick movió el banco. Iban 64′ y Dani Olmo reemplazó a Marc Casadó en el elenco visitante.
Pero el partido ya estaba bajo control total del equipo catalán. Lo pudo liquidar a los 65′, con una escapada de Raphinha, que había recibido un excelente pase de Dani Olmo, luego le dio el balón a Lewandowski, y el polaco, con el arco vacío, estrelló el tiro en el poste izquierdo de Lunin.
Tuvo otra chance a los 68′, con un cabezazo de Lewandowski que se fue alto. Y Madrid con más empuje que dominio llegó con un tiro libre Bellingham, a los 69′, y un remate de lejos de Militao, a los 75′, que salió desviado.
A los 76′ llegó el momento decisivo del juego. Mientras Ancelotti se jugó una carta ofensiva con el ingreso del delantero Brahím Díaz por Eduardo Camavinga, la visita ejecutó con mucha rapidez una salida del fondo, donde la pelota viajó de Peña a más llá de la mitad de la cancha, ahí Lewandowski se la bajó a Raphinha, quien aceleró y abrió a la derecha para Lamine Yamal, quien recibió por su costado y de un tremendo derechazo marcó el 0-3 para Barcelona que sentenció el partido, a los 77′.
La defensa local estaba muy adelantada, el medio campo abierto, y el desorden ya era generalizado. con ese tercer tanto se terminó de fundir el equipo, y a los 83′ otro pelotazo a espaldas de los centrales fue bien aprovechado por el brasileño Raphinha, que se escapó por el medio y de emboquillada puso el 0-4 a favor de Barcelona, en una goleada inolvidable.
Flick cerró su participación desde la línea de cal con el tercer cambio de su equipo: iban 86′ y Gavi reemplazó a Pedri, una de las figuras del ganador.
También entró Francisco García por Ferland Mendy en el Real Madrid, a los 86′.
Pero todo estaba terminado. Quedó la última llegada de Mbappé, también en off side, cuando iban 90′ de juego. Como un símbolo de lo que fue el partido. Un equipo, el ganador, que envolvió en su juego al rival, hasta triturarlo.
Barcelona fue fiel a su histórica filosofía, atacó con ambición, achicó los espacios al máximo, asumió riesgos sin medir consecuencias, retomó sus banderas tradicionales, y las hizo flamear muy alto en la noche de Madrid, para construir una goleada inolvidable.
Hernán O’Donnell