Uruguay quiere que sea un Mundial celeste

Uruguay se encontró con un rival difícil, que le hizo enredado y trabado el inicio del juego. Irak, con orden y entusiasmo, le hizo difícil el comienzo, pero el equipo uruguayo supo tener paciencia, y de a poco torció la historia a su favor.

El conjunto celeste arrancó con Randall Rodríguez; Mateo Ponte, Sebastián Boselli, Facundo González y Alan Maturro; Fabricio Díaz y Damián García; Luciano Rodríguez, Franco González y Matías Abaldo; Andrés Ferrari.

Irak comenzó con Hussein Hassan; Alai Ghasem, Abdulkhalek, Kadhim Raad y Mahdi; Ali Sadeq, Qasim, Jameel, Abdulkaarem, Youssef Amin; Ali Jasim.

Luego de unos minutos enredados, Uruguay empezó a imponer condiciones. Con la línea de fondo bien adelantada, empezó a hacer circular el balón hasta encontrar el espacio claro de ataque. A los 15′ tuvo un tiro libre de Luciano Rodríguez que el arquero iraquí controló bien. Cuando iban 24′ una buena maniobra colectiva cerró con un disparo de Ferrari que salió apenas desviado.

Recién a los 30′ llegó Irak, con un tiro de Alí Jasim que atajó bien Randall Rodríguez. Pero el equipo uruguayo era mejor, a los 36′ lo tuvo Luciano Rodríguez, quien no llegó por derecha a conectar el centro que venía de la izquierda, y enseguida abrió el marcador.

Iban 37′ cuando Matías Abaldo cruzó muy bien un remate para poner el 1-0 a favor de Uruguay. El primer tiempo se cerró con varias emociones. Un tiro de Alai Ghasem que sacó Rodríguez, a los 41′; un disparo de Abaldo, a los 44′, que salió muy cerca, y un tiro fuerte de Damián García que controló Hussein Hassan, a los 45′.

Para comenzar el segundo tiempo, Irak realizó una variante: Ashar Alí entró en lugar de Mohammed Jameel. Pero poco iba a variar. El equipo celeste era el dueño de la noche y empezó a decorarla con goles.

Así llegó el segundo, con un centro de la izquierda y un cabezazo certero de Andrés Ferrari para poner el 2-0 para Uruguay, cuando iban 47′ de juego.

Entonces el partido entró en una meseta. Uruguay dominaba y su rival intentaba a través de alguna jugada combinada, pero con poca profundidad. A los 61′ llegó el gol de Hassan, en contra, tras un cabezazo de Facundo González, la pelota pegó en el travesaño y dio en la cabeza del arquero para meterse en su propia valla. Uruguay quedaba adelante, por 3-0.

El entrenador iraquí, Emad Mohammed Ridha Al Easeri, decidió, a los 66′, hacer tres variantes. R. Doulashi ingresó por A. Ghasem; A. Jameel reemplazó a Y. Amyn, y A. Aoraha entró por A. Qasim.

A esa altura, ya quedaba poco por descubrir en el partido. A los 72′, llegaron tres cambios en Uruguay: S. Homenchenko reemplazó a Andrés Ferrari; R. Chagas ingresó por el lesionado M. Ponte, y A. Duarte entró en lugar de F. Gonzalez.

Más tarde, el entrenador uruguayo, Marcelo Broli, hizo las dos modificaciones que le quedaban; a los 81′ N. Siri reemplazó a Matías Abaldo, y cuando iban 86′, I. Sosa entró por Damián García.

Uurguay tuvo tiempo para anotar uno más. Cuando iban 90+1′, de un tiro de esquina de la derecha, apareció Alan Matturro, como un fantasma, para meter un cabezazo fuerte al primer palo, para poner el 4-0 a favor de Uruguay.

Fue una noche redondita, clara, y “celeste”. Como lo quiso Uruguay.

Hernán O’Donnell