Helsinki se llenó de fútbol. Con la ya tradicional UEFA Super Cup, la Supercopa de la UEFA, la que se dirime entre los campeones de la UEFA Champions League y de la UEFA Europa League, que va por sus bodas de oro y que esta vez encontró al Real Madrid y al Eintracht Frankfurt, dos equipos que sostienen una propuesta atractiva, al margen de los antecedentes inmediatos, porque Madrid está en el inicio de la temporada y Frankfurt viene de caer por 1-6 en su casa ante el Bayern Munich, en la primera fecha de la Bundesliga.
El conjunto de Carlo Ancellotti se alistó con su esquema tradicional; Courtois en el arco; Carvajal, Militao, Alaba y Mendy al fondo; Toni Kroos, Casemiro y Luka Modric; Federico Valverde, Benzema y Vinicius. El conjunto alemán se presentó con Trapp en la valla; Touré, Tuta y N’Dicka; Knauff, Rode, Sow y Lenz; Lindstrom y Kamada; y el colombiano Rafael Santos Borré de centro delantero.
Salieron a estudiarse; Madrid un poco más adelantado, Eintracht, a la expectativa. Así estuvieron en los primeros diez minutos, el clásico round de estudio. A los 13′ el equipo del austríaco Oliver Glasner llegó por primera vez, a través de una entrada de Kamada, quien se fue solo hacia el arco español y Courtois interrumpió su tiro con una gran atajada. Contestó el Madrid con una gran jugada colectiva, a los 16′, con la proyección de Federico Valverde por derecha, el centro para Benzemá, el francés abrió para Vinicius Jr., y salvó Tuta sobre la línea, cuando Trapp ya parecía vencido.
Era equilibrado el juego, hasta que a los 36′ llegó la apertura del marcador. Corner desde la derecha para el equipo Madrileño, Benzemá la bajó de cabeza, Casemiro la volvió a cabecear hacia atrás, y Alaba, ya solo frente al arco convirtió el primer gol del partido, para poner el 1-0 a favor de Real Madrid.
Allí pareció que el partido tomaba un rumbo casi definitivo, porque apareció todo el oficio del Madrid para manejar, el balón, los tiempos y el espacio de juego. Pudo aumentar a los 40′, con un remate de Benzemá que se fue muy cerca del palo derecho de Trapp. Y también contó con la pequeña cuota de respeto que siempre le tienen los árbitros, asistentes, y ahora el VAR, de todo el mundo, porque no ven aquellas cosas, a veces chiquitas, a veces más grande, que siempre lo benefician. En este caso, una infracción clara, y sin pelota, de Carvajal a Lenz, que nadie de los que imparten justicia fue capaz de ver, a pesar de la claridad con que se cometió. Una jugada de posible expulsión que fue inadvertida, cuando iban 44′ de juego.
En el segundo tiempo Madrid se agazapó y esperó el momento de dar el golpe final; a los 54′ Vinicius sacó un fuerte tiro que desvió Trapp, tras un rebote. Allí vinieron dos variantes en el equipo alemán. Iban 57′ cuando Mario Gotze ingresó por S. Rode, y R. Kolo Muani reemplazó a J. Lindstrom; pero le costaba tener profundidad, y a los 60′ Casemiro estrelló un remate en el travesaño.
Frankfurt tuvo su chance a los 63′, con una entrada libre de Knauff que controló bien Courtois. Y a los 64′ se resolvió el partido; centro de Vinicius desde la izquierda, y Benzemá sacó un disparo fortísimo que venció toda la resistencia alemana y puso el partido 2-0 para el Real Madrid.
Entonces Carlo Ancellotti, el director técnico del equipo español, decidió hacer una variante: a los 66′ Rodrygo ingresò en lugar de Luka Modric; Glasner se la jugó a los 69′ con el ingreso de lucas Alario por Touré. A jugar con más delanteros y solo dos defensores. Más tarde, a los 75′ E. Camavinga reemplazó al uruguayo Federico Valverde.
El partido se jugó bajo el control del equipo “Merengue”. Se le hizo difícil a Frankfurt entrar y los últimos cambios madridistas le cerraron todos los caminos. Se jugaban 84′ cuando D. Ceballos entró en lugar de Vinicius, A. Tchouameni reemplazó a Toni Kroos, y A. Rudiger ingresó por Dani Carvajal.
Real Madrid celebró una nueva victoria. Con oficio, categoría, el peso de sus individualidades y de su camiseta, hizo valer la historia y le sumó una Copa más a su nutridísima vitrina.
Hernán O’Donnell