Archivo de la categoría: Copa Mundial de la FIFA-México, USA, Canadá 2026

Argentina llega al Mundial con una goleada histórica ante Brasil

Fue una goleada histórica, pero pudo haber sido aún más amplia. Porque la superioridad que mostró la Selección argentina frente a Brasil fue tan grande y tan extensa, que los números bien pudieron ser catastróficos. Desde el minuto uno hasta el último la Argentina merodeó el arco de su rival. Convirtió rápido y a punto estuvo de concretar en el último minuto del tiempo agregado. Y en el correr del juego, su protagonismo fue contundente, aún cuando llegó el gol de Brasil, producto de un error propio más que de mérito del adversario, y hubo algunos minutos de dudas y de crecimiento del “Scratch”, que se apagó como la llama de un fósforo.

La Argentina ganó, goleó y gustó. Fue un 4-1 lapidario que lo clasifica a la Copa Mundial de la FIFA-México, Candá, USA 2026 con más de un año de anticipación.

El local formó con Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; Leandro Paredes; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister; Thiago Almada y Julián Álvarez.

El conjunto de Dorival Junior arrancó con Bento; Wesley, Marquinhos, Murillo y Guilherme Arana; André y Joelinton; Rodrygo, Raphinha y Vinicius Júnior; Matheus Cunha.

Argentina comenzó el partido como una carrera de Fórmula 1. Largó a toda velocidad, tomó la punta y no la soltó a lo largo de todas las “vueltas” (o minutos) programadas. A los 3′ Julián Álvarez entró solo en diagonal y definió con contundencia para poner el 1-0 a favor de Argentina. Ahí se desató un festival de fútbol donde el local tenía el monopolio del balón con un juego asociado impresionante. Cada pase era perfecto, se jugaba a uno o dos toques, y el rival corría detrás de la pelota.

Cuando a los 12′ Enzo Fernández puso el 2-0 para la Argentina, en el estadio Monumental corrió una energía que parecía iba a transformar el partido en algo histórico. Y estaba todo dado para que así sucediera.

Sin embargo, en el fútbol hay duendes misteriosos que aparecen en los momentos menos imaginados, a Cristian Romero se le escapó una pelota, Matheus Cunha la supo aprovechar y con un remate fuerte descontó para Brasil, a los 25′ de juego. El partido quedaba 2-1 a favor de Argentina.

La “Verdeamarelha” tomó confianza y por unos minutos pudo tener la pelota y manejar el juego. Fueron pocos instantes, pero resultó el tramo del partido donde el local debió ponerse el overol y trabajar el partido. Sin perder la identidad y el respeto por su línea de juego, Argentina corrió y volvió a hacerse del balón.

Avisó a los 35′ con un tremendo disparo de Thiago Almada que bento desvió al corner, y a los 36′ Alexis Mac Allister marcó el 3-1 que volvió a estirar la diferencia que se plasmaba en el juego.

Dorival Junior decidió hacer tres variantes para comenzar el segundo tiempo. Joao Gomes entró por Joelinton, Leo Ortíz ingresó por Murillo (Marquinhos se corrió a la izquierda), y Endrick entró en lugar de Rodrygo.

Pero nada cambió para Brasil. Continuó bajo el dominio local, y a los 48′ ya tuvo otro susto, cuando Álvarez definió por arriba y Bento la sacó al corner.

Cuando iban 60′ Nicolás Tagliafico llegó de cabeza, y tuvo otra oportunidad. Y a los 67′ vino la primera modificación en el local: Giuliano Simeone reemplazó a Thiago Almada. A los 68′ Savinho reemplazó a Matheus Cunha, en Brasil.

A poco de entrar el hijo del “Cholo”, convirtió. La jugada vino por izquierda, el centro pasó a todos, y por derecha llegó Giuliano Simeone para meter un terrible remate que puso el 4-1 para la Argentina, cuando iban 71′ de juego.

Cuando iban 75′, Facundo medina entró por Nicolás Tagliafico, y Nicolás Paz reemplazó a Alexis Mac Allister, con lo cual Simeone pasó a la banda izquierda, una posición en la que no lo habíamos visto, y jugó un partido a la perfección.

La visita tuvo una sola chance en el segundo tiempo. El tiro libre de Raphinha que pegó sobre el travesaño, a los 76′ de juego.

Pero era todo de la “Albiceleste”, y a los 80′ un remate lejano de Paredes tuvo un tremendo potencial, pero Bento la sacó al corner. Cuando iban 81′ vinieron dos modificaciones en el local, las últimas. Ángel Correa ingresó por Julián Álvarez, y Exequiel Palacios entró por Leandro paredes. En la visita, a los 83′ Ederson ingresó por André.

Argentina dominó de punta a punta, y así como a los pocos minutos de empezar, convirtió, los 90+2′ Rodrgio de Paul metió un tiro bárbaro que pasó por arriba del travesaño.

Fue toque, baile y milonga. La Argentina sacudió a Brasil con un 4-1 concluyente, para llegar con mucha anticipación al Mundial y dejar para el recuerdo una goleada histórica.

Hernán O’Donnell

Argentina jugó con inteligencia y determinación para ganar el Clásico del Río de la Plata

El Clásico del Río de la Plata tuvo una edición más, intensa, luchada y jugada. Un partido que fue pensado, trabajado, en el que la Argentina prevaleció a partir de la inteligencia para elaborar un plan de juego y llevarlo a cabo a la perfección. Supo contrarrestar las intenciones ofensivas de Uruguay, le quitó ritmo, y lo desgastó, para doblegarlo en el segundo tiempo.

Uruguay formó con Sergio Rochet; Nahitán Nandez, Ronald Araujo, José María Giménez, Mathías Olivera; Federico Valverde, Rodrigo Bentancur, De Arrascaeta; Facundo Pellistri, Darwin Núñez y Maximiliano Araújo.

La Argentina comenzó con Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico; Enzo Fernández, Leandro Paredes y Alexis Mac Allister; Gianluca Simeone y Thiago Almada; Julián Álvarez.

Crédito: @Argentina

El comienzo fue parejo, pero de a poco Uruguay empezó a tener más la pelota, a manejarla, aunque sin profundidad y sin poder entrar en el embudo que la Argentina lo metió, mientras amenzaba con contragolpes rápidos. A los 32′ tuvo un disparo de De Arrascaeta fuerte y bien direccionado, que Emiliano Martínez controló con eficacia.

Respondió Argentina con un tiro de Giuliano Simeone desde un ángulo muy cerrado que Rochet sacó al corner, cuando iban 38′ de juego.

Cuando iban 41′ se lesionó Giorgian De Arrascaeta y debió ser reemplazado por Nicolás de la Cruz. Y con una jugada dudosa en el área local, donde pareció haber una falta sobre Nicolás Tagliafico, se cerró la primera etapa.

Crédito: @Argentina

En el segundo tiempo, se acentuó el dominio de la Argentina. Empezó a tener más la pelota, a jugarla con inteligencia, a usufructuar el desgaste uruguayo. A los 58′ Marcelo Bielsa decidió hacer la segunda variante de la Celeste, y Brian Rodríguez entró por Facundo Pellistri.

Pero estaba mejor la “Albiceleste”, porque Julián Álvarez bajaba mucho para tener la pelota y hacerse cargo de la organización del juego. El sacrificio de Julián para hacer un enorme despliegue físico tanto para obtener la pelota y luego llevarla para distribuir el juego, fue clave para la producción argentina. Y a los 61′ le puso un pase exacto a Giuliano Simeone, quien intentó gambetear a Rochet, pero el arquero le ganó el mano a mano.

A los 67′ Álvarez armó una jugada por izquierda, cedió a Thiago Almada, quien metió un tremendo remate que se metió en el ángulo superior izquierdo de Rochet, y puso el 0-1 a favor de Argentina con un golazo.

A los 68′ Nicolás González entró por Giuliano Simeone, en el primer cambio visitante. Y enseguida llegaron dos modificaciones más en el local: Rodrigo Aguirre ingresó por Federico Valverde, mientras que Federico Viñas entró por Darwin Núñez, cuando iban 72′.

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Pero no mejoró el local, y la Argentina se sintió cómoda en el partido. A los 78′ Exequiel Palacios reemplazó a Alexis Mac Allister. Y a los 86′, Angelito Correa entró por Leandro Paredes, en tanto que Leandro Balerdi ingresó por Tiago Almada.

Uruguay no inquietó al Dibu, la Argentina manejó el juego. Al final, a los 90+4′ fue expulsado Nicolás González por una falta sobre la cara de Nandez. Indiscutible.

Como fue indiscutible la victoria de Argentina, que fue al mítico Estadio Centenario con un plan de juego, lo ejecutó a la perfección y consiguió un triunfo valioso, como tantas veces lo logró en el Clásico del Río de la Plata.

Hernán O’Donnell

La palabra de Scaloni, de cara al primer clásico de la semana

Estamos a horas de dos enfrentamientos clave para la Selección Nacional de Fútbol. Por la importancia de los mismos en pos de asegurar la clasificación a la Copa Mundial de la FIFA-México, USA, Canadá 2026, pero aún más por el calibre de los rivales a enfrentar y la historia enorme que se ha construido a lo largo de más de un siglo. Argentina jugará ante Uruguay en el Estadio Centenario de Montevideo, en un encuentro de alta intensidad, en el primer desafío de esta Fecha FIFA. Y el Técnico argentino nos respondió, en conferencia de prensa, acerca de que piensa del rival.

“Sabemos como juegan los equipos de Marcelo (Bielsa); siempre atacan y buscan el arco rival, y más allá del sistema de juego, que yo creo que varía durante el partido, porque también depende de lo que hace su rival, él siempre quiere atacar y hacer goles. Nosotros buscamos lo mismo, espero que la gente disfrute del partido, vamos a tratar de contrarrestar lo que ellos propongan, es un equipo de los buenos, peligroso, rápido, y juegan de local. Será un lindo partido, y para nosotros, a partir de las bajas que tenemos será una oportunidad para que los chicos muestren su valor, no tanto por el resultado que muchas veces puede ser engañoso pero sí para verlos y analizarlos de cara a lo que viene”, dijo Scaloni.

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“Cuando se aproxima una Fecha FIFA siempre la jornada previa es un poco crítica”, expresó Scaloni. “Siempre estamos alertas, porque por la cantidad de partidos que juegan, es un problema. Y ha pasado que han sido tocados varios jugadores, es lo que toca. Ha sido una temporada agobiante para los jugadores, se ha hecho larga, pero vamos a afrontar el partido con lo que tenemos y sin quejas”.

Sobre la lesión de Lautaro Martínez, la última baja del equipo, señaló: “Contábamos con Lautaro (Martínez), que llegó más tarde que el resto porque fue el último que jugó, y nos encontramos con la noticia de que tenía una molestia. Siempre que falta Leo (Messi) me preguntan si podía jugar con Lautaro y Julián (Álvarez) juntos, pero esos planes que uno tenía hace quince días ya quedan inútiles, y por eso debimos planificar nuevamente el partido; el equipo lo tengo un 90% definido. En el entrenamiento de la tarde lo voy a terminar de resolver, pero ya tengo una idea”.

También habló sobre algunos casos puntuales de jugadores: “Julián (Álvarez) es un chico que le da muchísimas opciones a cualquier entrenador. Es muy importante. El presente de Giuliano Simeone es bueno, va de menor a mayor y a cualquier entrenador le gusta. Para nosotros es de gran ayuda. Y con Paulo (Dybala) ayer intercambié algunos mensajes; lo de su operación es una noticia triste, sobre todo en la parte humana. Para nosotros, más allá del jugador, la persona es muy importante. Y Paulo es un chico ejemplar en como ha trabajado siempre. Nos duele que no pueda estar acá y se lo hicimos saber”.

Una reflexión clave sobre los jugadores del ámbito local, señaló: “No vamos a sumar jugadores para este partido, veremos si hay alguna baja para el siguiente, pero si no, seguiríamos con los que están. Nos gustaría ver un montón de jugadores, pero tampoco podemos acumular mucho. tenemos a la Sub 20, y podemos tirar de ahí. Es donde tenemos puestos los ojos, y creemos que los jugadores de la Sub 20 son de mucha ayuda”.

Un Scaloni claro y preciso, de cara al Clásico del Río de la Plata, antes de pensar en el Super Clásico de las Américas.

Hernán O’Donnell

La Selección comienza una semana clave, con dos clásicos por delante

Es una semana clave, porque más allá de la comodidad de estar primero en la Tabla de Posiciones de la Zona CONMEBOL para la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-México, USA, Canadá 2026, la Argentina afrontará dos partidos de los más difíciles de la región por lo que implica jugar dos clásicos. El primero, en Montevideo ante Uruguay, representa el enfrentamiento más añejo de la Selección Argentina, con una fuerte rivalidad, que estuvo marcada desde su nacimiento y pasó momentos variados, con mayor o menor intensidad, hasta que en los últimos tiempos volvió a tomar preponderancia. El siguiente, frente a Brasil en el Estadio de River Plate, en un derby eterno y de nivel Mundial, hasta llamarlo el “Super Clásico de las Américas”, por una cuestión de marketing e intencionalidad de darle un nombre que eleve aún más el valor que tiene de modo intrínseco cada vez que se enfrentan estas dos potencias del Fútbol Mundial.

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El juego ante la “Celeste” llega cargado, con una selección uruguaya muy motivada, sobre todo desde la Asociación que ha promocionado el partido a través de sus redes y medios de comunicación, para darle difusión y buena concurrencia a la noche del Viernes 21 de Marzo. Se espera no solo el habitual público futbolero, sino también el nuevo concurrente a los espectáculos deportivos, que pretende mayores comodidades, más show y entretenimiento, más consumo, y un protagonismo en la experiencia para registrar en sus redes sociales. Por eso habrá un Fan Fest y una tribuna VIP, acorde a estos nuevos tiempos.

Mientras el equipo se alista, la Argentina empieza su tarea. Que comenzará el lunes con una práctica a la tarde, a puertas cerradas, sin contacto con la prensa, y con los jugadores libres tras el trabajo, para reintegrarse el Martes 18 para un segundo entrenamiento vespertino.

El Miércoles 19 de marzo se efectuará una tercera práctica vespertina, mientras que el Jueves 20 el trabajo sería a la mañana, luego el entrenador Lionel Scaloni ofrecerá una conferencia de prensa, y a su término se emprenderá el viaje a Montevideo.

Hasta aquí, la agenda de la selección. Todo diagramado hasta el partido ante Uruguay, el Viernes 21. Después será el momento de pensar en Brasil. Pero, por ahora, el objetivo tiene color celeste.

Hernán O’Donnell

Argentina cerró el año con un triunfo necesario

El año de la selección argentina termina con una victoria necesaria, trabajada y convincente. El equipo de Lionel Scaloni necesitaba volver a lograr los tres puntos, no tanto por su situación en la tabla de posiciones de la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-México, USA, Canadá 2026, sino por los últimos resultados, y más que nada por algún pequeño murmullo generado por estos. Argentina le ganó a Perú por una mínima diferencia de 1-0, que tal vez debió ser un poquito más amplia, por las situaciones generadas en la primera etapa, pero aún con ese estrecho marcador, nunca estuvo comprometido el triunfo local.

El conjunto albiceleste formó con Emiliano Martínez; Gonzalo Montiel, Leonardo Balerdi, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister; Lionel Messi, Lautaro Martínez y Julián Álvarez.

La selección de Perú comenzó con Pedro Gallese; Miguel Araujo, Carlos Zambrano y Alexander Callens; Andy Polo, Oliver Sonne, Jesús Castillo, Sergio Peña y Luis Advíncula; Paolo Guerrero y Alex Valera. 

Argentina comenzó como siempre, con control del balón y muchos pases para buscar el espacio y el momento justo para golpear. Le costó penetrar al medio peruano, al orden táctico que le opuso el equipo de Jorge Fossati, y le llevó unos minutos hasta que fluyeron los ataques.

A los 14′ Julián Álvarez sacó un buen remate que, tras un rebote, fue detenido por Pedro Gallese. Más clara fue la llegada de Álvarez, a los 21′, con un disparo que dio en el poste derecho de Gallese. Y a los 23′ Mac Allister cabeceó apenas desviado, tras un buen centro de un tiro libre de Messi, igual que sucedió a los 37′, con otro cabezazo del volante de Liverpool. Y a los 42′ un tiro libre de leo Messi fue bien controlado por el arquero peruano.

En el segundo tiempo Argentina intensificó el ataque, y a los 54′ abrió el marcador con un exquisito centro Messi y un “tijeretazo” de Lautaro Martínez que se metió en el ángulo superior izquierdo de Gallese, para convertirse en el 1-0 para Argentina.

Entonces movió el banco Jorge Fossati, y a los 62′ Gianluca Lapadula reemplazó al lesionado Paolo Guerrero. Un poco más tarde, a los 72′ hizo dos modificaciones más: Bryan Reina entró por Alex Valera, y Edison Flores entró en lugar de Oliver Sonne.

Y tuvo un poco más de presencia Perú en el campo argentino, sobre todo por la velocidad y la agilidad que le podían dar los ingresados Reina y el “Orejas” Flores. Así, peña sacó un remate un poco alto a los 74′ de juego.

El primer cambio en Argentina fue a los 75′: Nehuén Pérez reemplazó a Gonzalo Montiel. A los 80′, hubo dos variantes más; Giuliano Simeone entró por Rodrigo de Paul, y Giovani Lo Celso ingresó por Lautaro Martínez. El ingresado se ubicó de volante, Álvarez pasó a la posición de centro atacante.

El partido se había aplacado al compás del control del local y la impotencia peruana en ataque. A los 85′ hubo otras dos variantes en Perú: José Rivera entró por Andy Polo, y Piero Quispe reemplazó a Sergio Peña.

En Argentina, las últimas dos modificaciones llegaron a los 88′. Facundo Medina entró por Leonardo Balerdi, y Leandro Paredes reemplazó a Alexis Mac Allister.

Hacía rato que el partido había terminado. Argentina generó bastante en el primer tiempo, marcó al comienzo del segundo y luego controló. Un triunfo lógico, necesario y trabajado, para cerrar un año exigente, pero con un saldo muy positivo.

Hernán O’Donnell

Al Clásico del Pacífico le sobraron ganas y le faltaron goles

El Clásico del Pacífico los encontró en un momento tan complicado, que a la tradicional rivalidad que se pone en juego en cada choque de Perú y Chile, esta vez se le agregó el condimento fatal de hallarse los dos por el fondo de la tabla, y el partido no solo cobraba interés por el histórico honor, sino también porque ponía en juego casi la posibilidad de mantener el sueño de llegar a jugar la Copa Mundial de la FIFA-México, USA, Canadá 2026, o empezar a preparar la despedida. Fue empate, al cabo de casi cien minutos intensos, bien jugados por momentos, con muchas ganas y temperamento, pero con la pólvora mojada para llegar a la red.

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El local formó con Carlos Cáceda; Miguel Araujo, Aldo Corzo y Alexander Callens; Luis Advíncula, Wilder Cartagena, Sergio Peña, Oliver Sonne y Andy Polo; Paolo Guerrero y Alex Valera.

El elenco trasandino comenzó con Brayan Cortés; Felipe Loyola, Guillermo Maripán, Paulo Díaz, Gabriel Suazo; Rodrigo Echeverría, Vicente Pizarro, Arturo Vidal, Diego Valdés y Alexander Aravena; Eduardo Vargas.

El primer período tuvo algunas llegadas más claras de Chile, sobre todo al comienzo. Un disparo de Valdés que tapó el arquero local, otra aparición de Eduardo Vargas, generaron ilusión en la visita. Incluso a los 33′ volvió a tener una chance Vargas, pero luego apareció el local.

Primero fue Paolo Guerrero, quien probó con un remate combado que detuvo Brayan Cortés, a los 39′. Y luego tuvo la más clara del primer tiempo. Iban 41′ cuando Oliver Sonne combinó con Andy Polo, llegó el centro de la derecha, remató Valera, y el balón dio en el palo izquierdo de Cortés. Paolo Guerrero tomó el rebote, pero su tiro salió desviado.

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En el complemento el partido tomó más temperatura. Perú adelantó líneas, Chile, de a poco, se fue unos metros más atrás. Tuvo un buen tiro de Arturo Vidal, a los 49′, que controló el portero local. A los 53′ avisó Advíncula, quien jugó como lateral-volante por izquierda, enganchó hacia adentro y metió un buen zapatazo que Cortés sacó al corner.

Jorge Fossati, entrenador de Perú, efectuó el primer cambio a los 62′: Gianluca Lapadula entró por Paolo Guerrero.

Y tuvo una aparición a los 69′, con un buen giro y remate que controló Cortés abajo. Chile siguió la batuta de Valdés, que recuperó la pelota a los 71′, armó una pared con Pizarro y metió un buen tiro que salió apenas alto.

A los 76′ llegaron dos variantes más en el conjunto local. Piero Quispe entró por Sergio Peña, y Edison Flores reemplazó a Alex Valera.

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Perú empujaba, pero le costaba derribar la barrera chilena. Cuando iban 86′, Fossati fue por los dos últimos cambios. José Rivera ingresó en lugar de Aldo Corzo, y Renzo Garcés entró por Oliver Sonne.

El “Tigre” Gareca, ex entrenador del local y actual de Chile, efectuó dos cambios a los 90+4′. Esteban Pavez ingresó por Vicente Pizarro, y Felipe Mora lo hizo por Eduardo Vargas.

Cuando caía la noche, la emoción mayor llegó sobre el final. Iban 90+6′ y Felipe Mora derribó a Lapadula dentro del área, falta que el juez brasileño Sampaio no dudó en cobrar. Pero unos minutos después, mientras duraban las protestas chilenas, el VAR le advirtió que Lapadula estaba en off side cuando nacía la jugada. Y todo quedó en la nada.

Perú y Chile se brindaron por entero, pero no pudieron vencerse y el empate les dejó un punto que sabe a poco.

Hernán O’Donnell

Paraguay se aferró a su idea y pudo derrotar a la Argentina

Las palabras quedaron atrás, y el verde césped fue testigo de todo lo que había planificado Paraguay, que sorprendió a la Argentina. Tuvo un comienzo complicado, pero con mucha convicción fue a buscar el partido, revirtió el marcador y logró tres puntos muy importantes. por lo que suman n la tabla y ante l adversario que lo realizó.

El equipo de Gustavo Alfaro formó con Roberto Fernández; Gustavo Velázquez, Gustavo Gómez, Omar Alderete, Junior Alonso; Diego Gómez, Damián Bobadilla, Andrés Cubas; Miguel Almirón, Antonio Sanabria y Julio Enciso.

Argentina comenzó con Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Alexis Mac Allister y Enzo Fernández; Lionel Messi, Lautaro Martínez y Julián Álvarez.

El primer tiempo comenzó a todo ritmo. Llegó la Argentina a los 4′, con un desborde por derecha que nadie pudo aprovechar por el medio. Respondió el local, a los 7′, con un remate de Diego Gómez que rozó una pierna argentina y se fu al corner.

Hasta que a los 11′ Argentina abrió el marcador. Un buen pelotazo de Enzo Fernández fue bien controlado por Lautaro Martínez, quien definió cruzado para poner el 0-1 a favor de Argentina, luego de que el VAR corrigiera el error dl asistente, que de modo erróneo había sancionado fuera de juego.

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Reaccionó el local. Apretó más arriba y a los 18′ llegó a la igualdad. la jugada nació en un tiro de esquina que cabeceó Gustavo Gómez y estrelló el balón en el travesaño. Luego, el rebote derivó en una jugada hacia la derecha, y tras el centro, Antonio Sanabria conectó de chilena, para poner el partido 1-1.

A partir de ese momento, decayó el juego. Se hizo más pelado en la mitad de la cancha, se luchó más de lo que se jugó, y a los dos equipos les costó elaborar llegadas claras. Recién a los 31′ Leo Messi habilitó bien a Julián Álvarez, que no pudo controlar la pelota, en una buena acción del capitán argentino.

Para comenzar el segundo período, Lionel Scaloni hizo una variante forzada en la selección nacional: Leonardo Balerdi entró por el lesionado Cristian Romero.

Y no se había acomodado el equipo al complemento, que recibió un duro golpe. De un tiro libre desde la izquierda, llegó por derecha Omar Alderete, quien con un cabezazo cruzado, puso el 2-1 a favor de Paraguay, cuando iban 46′ de juego.

Argentina sintió el golpe, y no pudo salir. Ahogado por un equipo local que sorprendió por su posición en la cancha, con la línea de cuatro defensores bien adelantada, con mucha presión alta, y un juego colectivo compacto. A la “Albicleste” le costaba generar situaciones, y a los 63′ Scaloni hizo la segunda variante: puso a Alejandro Garnacho en lugar de Alexis Mac Allister. Se repartieron el medio Rodrigo De Paul y Enzo Fernández, Álvarez pasó a la derecha y Leo Messi atrás de Lautaro Martínez. Cuatro hombres bien de ataque, pero la pelota no les llegaba, sobre todo porque Garnacho no podía desequilibrar, a pesar de ser asistido en forma constante por Fernández y las subidas de Nicolás Tagliafico.

Crédito: @Argentina

Una contra de De Paul, que recibió un gran pase de Julián Álvarez, no pudo ser concretada. La adelantó mucho Rodrigo, y le entró muy abajo para terminar con un tiro muy alto.

Gustavo Alfaro hizo las dos primeras modificaciones a los 71′. Angel Romero entró por Diego Gómez, e Isidro Pitta ingresó por Antonio Sanabria. De esa manera, el equipo mantuvo la línea de cuatro, dos medios con Cubas y Bobadilla, por delante Romero, Pitta y Almirón, y Julio Enciso de delantero centro. Un moderno 4-2-3-1.

Scaloni volvió a meter mano a los 77′; Gonzalo Montiel entró en lugar de Nahuel Molina, y Leandro Paredes remplazó a Enzo Fernández.

Cobró un poco de espíritu, y a los 78′ un tiro de Messi metió un buen tiro, que se fue al corner. Pero no tuvo mucho más.

A los 81′ llegaron dos cambios más en la “Albirroja”: Ramón Sosa ingresó por Julio Enciso, y Mathias Villasanti reemplazó a Damián Bobadilla. Sosa fue a la derecha, Romero más al medio, y Pitta se adelantó unos metros. En Argentina, la quinta modificación se produjo a los 85′: Valentín Castellanos entró por Julián Álvarez.

Un tiro libre de Ramón Sosa, a los 86′, fue bien controlado por “Dibu” Martínez, en una tapada brillante. Y a los 89′, Alfaro efectuó su última variante; Alejandro Romero Gamarra reemplazó a Miguel Almirón.

No pudo la Argentina. Terminó atrapada en la telaraña defensiva del equipo “Guaraní”. Paraguay tuvo una idea clara, se aferró a ella con convicción, puso alma y corazón, y logró un triunfo que lo llena de esperanza para el futuro.

Hernán O’Donnell

Paraguay y Argentina ya juegan en las voces de Alfaro y Scaloni

En unas horas juegan, pero en realidad el partido ya comenzó. Como suele suceder en cada fecha FIFA, con la ventana que el calendario internacional le tiene reservada para los enfrentamientos entre Seleccionados Nacionales, las conferencias de prensa previas a los partidos de los entrenadores dejan mucha tela para cortar. Y en este caso, con un encuentro tan importante como el que van a jugar en Asunción, el local Paraguay y la Argentina, por la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-México, USA, Canadá 2026, las palabras toman un relieve especial.

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Gustavo Alfaro habló primero y dejó sentencias muy firmes. ” El equipo tiene que empezar a tener sociedades. Si no tenés sociedades, Argentina te encuentra. ¿Qué significa tener sociedades? Que los desplazamientos de los volantes sean en conjunto. Los desplazamientos de laterales y extremos, tanto en función de ataque como en función defensiva. Y ese es el desafío para esta parte. Porque si no, la Argentina se te filtra. La selección Argentina es como la humedad. La humedad por algún lugar se filtra. Si tenes una pared rajada, la humedad aflora. Y Argentina es la humedad. Entonces, si Argentina te descubre las rajaduras, y si vos esas rajaduras no las tenes bien cubiertas, por ahí Argentina se te filtra”.

Y agregó: “Si nosotros somos capaces de, con la garra, con el temperamento, con el orden, con la capacidad de juego, agregarle sociedades y aprender a sufrir, para esperar nuestros momentos, si sabemos transitar la adversidad, ahí tendremos la posibilidad de sacar adelante esto. En esa construcción estamos, es lo que nosotros sentimos para esta etapa”.

Para Lionel Scaloni, el partido “será muy difícil, ante un rival que está muy bien; tengo alguna duda, pero el equipo va a ser similar al que jugó ante Bolivia. Creo que, como en todos los partidos, la mitad de la cancha va a ser muy importante”. Y agregó, “Paraguay, además de ser una selección que a lo largo de la historia ha sido difícil para nosotros en condición de visitante, tiene buenos jugadores. Los equipos de Gustavo Alfaro son organizados y eso lo hace difícil”.

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“Estamos enfocados en preparar el partido. Nunca nos metemos en las decisiones de los futbolistas con sus clubes, siempre evaluamos su presente. Todos saben que es importante tener continuidad, más allá de dónde jueguen”, continuó.

Con respecto al último joven convocado, Enzo Barrenechea, lo describió de la siguiente manera: “Es un centrocampista que puede jugar de volante central, de doble contención, de número ‘8’…tiene un físico importante. Le va a hacer bien estar con nosotros, jugar en el Valencia, sumar partidos, y su convocatoria, más allá de su rendimiento, está vinculada a la búsqueda de jugadores que puedan estar con nosotros en el futuro. Hoy está acá, se entrena y le hacemos un seguimiento. Más allá de que lo conocemos, es importante que se relacione con sus nuevos compañeros”.

El choque está a la vuelta de la esquina. Pero para los entrenadores, Paraguay y la Argentina ya empezaron a jugar.

Hernán O’Donnell

Messi regresó a su tierra con una actuación magistral, y la Argentina metió media docena de goles

El regreso de Leo Messi a las canchas argentinas no pudo haber sido mejor. Como un sueño perfecto, la multitud que se acercó al Estadio Monumental para observar la vuelta del ídolo, pudo gozar de una actuación magnífica del Capitán, una alta producción colectiva, y una goleada demoledora por 6-0 sobre Bolivia, que hasta sonó como una suerte de desquite por aquella caída estrepitosa en La Paz, hace ya más de quince años.

Como sea, la Argentina no desperdició nada de lo que le ofrecía la noche. Jugó, tocó, atacó, lastimó y goleó. Mantuvo la concentración hasta el final, y respetó al rival y al deporte, al fútbol.

El equipo de Lionel Scaloni formó con Gerónimo Rulli; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister; Lionel Messi, Lautaro Martínez y Julián Álvarez.

El equipo de Bolivia comenzó con Guillermo Viscarra; Diego Medina, Luis Haquín, Marcelo Suárez, José Sagredo; Miguel Terceros, Roberto Fernández, Gabriel Villamil, Robson Tome, Ramiro Vaca; Carmelo Algarañaz.

Argentina tomó muy pronto el balón y el control del juego. Bolivia se paró con una línea de cuatro, cinco medios y sólo Algarañaz en la ofensiva. Trató de contener al local, de no cederle espacios, de mantener juntas las líneas. Y por un rato, el esquema le dio resultado. Porque achicaba espacios, y a la selección le costaba entrar, pero hizo de la paciencia una virtud, y controló la pelota a la espera de hallar el agujero para lastimar.

Un centro y un cabezazo de Robson Tomé que controló Rulli, a los 13′, fue la primera aproximación de la visita. después, todo continuó bajo la tutela del local.

Llegó el local con un remate de Álvarez, a los 15′, y a los 18′ abrió el marcador. Se resbaló Suárez, presionó muy bien Lautaro Martínez, de esa recuperación el balón le llegó Lionel Messi, quien se fue al arco y definió con su enorme categoría para poner el 1-0 a favor de Argentina.

El local consiguió el gol que le daba la serenidad justa para manejar el partido sin ansiedad, y Bolivia no modificó su esquema. Salirse del libreto podía conllevar problemas y mantuvo el plan original. El problema fue que la Argentina no se conformó. Aceleró, y liquidó el pleito. A los 33′ Leo Messi ejecutó con maestría un tiro libre que el arquero Viscarra sacó al corner, con un notable vuelo. Era el preludio de la tormenta que se le avecinaba.

Cuando iban 42′ Julián Álvarez puso un pase profundo y notable para el pique de Messi, quien con un leve giro para perfilarse al arco, ganó metros decisivos de ventaja a su marcador, corrió hacia la meta rival, y cuando tenía todo para definir, en un acto de extrema generosidad cruzó el balón a su izquierda para que Lautaro Martínez pusiera el 2-0 para la Argentina.

Y ya en el descuento, a los 45+2′, Messi realizó un rápido tire libre para asistir a Julián Álvarez, que con un tiro combado colocó el 3-0 a favor del local.

En el segundo tiempo, el dominio de Argentina se hizo ostensible. Mucho más marcado, porque Bolivia ya casi ni pudo cruzar la mitad de la cancha. Todo fue un monólogo del equipo local. Y a los 64′ abrió la primera ventana de modificaciones, con tres cambios: Exequiel Palacios entró en lugar de Rodrigo De Paul; Thiago Almada ingresó por Julián Álvarez, y Leandro Paredes reemplazó a Alexis MacAllister.

En la visita, enseguida llegaron dos variante, Luis F. Paz ingresó por Roberto Fernández, y Lucas Chávez entró en lugar de Miguel Terceros, cuando iban 66′ de juego.

Pero nada modificó el desarrollo del partido. los cambios fueron solo de protagonistas, porque el dominio argentino se profundizó con el cuarto gol, convertido por Thiago Almada tras una gran jugada colectiva, que puso el marcador 4-0 para la Argentina, cuando iban 68′.

Entonces, Lionel Scaloni decidió hacer los dos cambios que le quedaban en la segunda ventana de variantes. Iban 72′ cuando Lisandro Martínez entró por Nicolás Otamendi, y Nicolás Paz reemplazó a Lautaro Martínez. Fue más que auspicioso el debut de Nico Paz, porque se destacó con cada toque, pisada, giro y gambeta. Un show de fútbol en veinte minutos.

Oscar Villegas, el entrenador visitante, hizo la tercera y cuarta modificación de su equipo a los 78′ de juego; Enzo Monteiro entró por Carmelo Algarañaz, y Adalid Terrazas ingresó por Robson Tome.

Todo parecía concluido. pero quedaba diez minutos más de espectáculo, y la Selección decidió ofrecérselo a la gente. A los 81′ Messi armó una monumental jugada individual, eludió a dos hombres y sacó un tremendo remate que se fue afuera por muy poco. Era la señal de que no todo estaba terminado.

Por eso, El Rey expuso su corona con dos gritos más. A los 83′ gambeteó a Suárez, y sacó un remate cruzado para poner el 5-0 a favor del local.

Y cuando iban 85′ Nico Paz fue el gestor de una enorme jugada. Primero con la apertura a Fernández; luego para devolverle una pared a Messi, quien aprovechó para sacar un remate lejano que se transformó en el 6-0 para la Argentina.

Un show de luces, goles y fútbol propuso la Argentina. Comenzó paciente y terminó indomable. Para regalar otra noche feliz a un público que la sigue con fidelidad y admiración.

Hernán O’Donnell

Venezuela y Argentina igualaron en un partido más cercano al Waterpolo que al Fútbol

Se pensaba de antemano que iba a ser un partido complicado. Porque Venezuela dejó, hace rato, de ser la “Cenicienta” de Sudamérica, porque el viaje de la Selección estuvo rodeado de inconvenientes, entre los problemas climáticos, y algunos contratiempos con los lesionados y los suspendidos. Pero cuando suena el silbato, y la pelota empieza a rodar, el juego manda. Y todo lo que había pasado antes resultó poco a partir de la intensa lluvia que cayó tres horas antes de empezar el partido, que produjo una enorme capa de agua bajo el césped que hacía casi imposible mover la pelota a ras del suelo. Y lo que debió ser un partido de fútbol, terminó en algo parecido al Waterpolo.

Crédito: @Argentina

Venezuela formó con Rafael Romo; Alexander González, Yordan Osorio, Nahuel Ferraresi y Jon Aramburu; Yangel Herrera, Tomás Rincón y José Martínez; Jefferson Savarino, Salomón Rondón y Yeferson Soteldo.

El equipo de Scaloni comenzó con Gerónimo Rulli; Nahuel Molina, Germán Pezzella, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández y Thiago Almada; Giovani Lo Celso; Lionel Messi y Julián Álvarez.

Costó mucho hilvanar juego durante el primer tiempo. La pelota no fluía con naturalidad, el agua frenaba cada pase y había que calcular mucho la potencia para que el balón llegara al destino pensado. Los pases eran más cortos de lo imaginado, o los pelotazos se frenaban, y lo que en una cancha normal se hubiera ido lejos, acá cada pelotazo era un peligro incipiente por la frenada brusca del balón.

Así, a los 8′ De Paul le quiso dar la pelota a Otamendi, pero quedó un poco corta. Otamendi se tiró para llegar, pero también se frenó; se la llevó Soteldo y cuando cruzó al medio surgió Tomás Rincón para sacar un fuerte tiro que controló bien Gerónimo Rulli.

Crédito: @Argentina

Sin haber generado demasiado peligro, Argentina abrió el marcador. Iban 12′ cuando un tiro libre de Messi desde la izquierda fue cortado con los puños por el arquero Romo, pero la pelota rebotó, le cayó a Nicolás Otamendi, quien con un repentino pase a la red, puso el 0-1 a favor de Argentina.

El juego continuó en esa pileta indomable, pero Venezuela comenzó a tener más llegadas. A los 20′ probó José Martínez y controló muy bien Rulli. A los 23′ tuvo la chance Salomón Rondón, y su tiro salió al lado del palo derecho de Rulli.

Argentina volvió a avisar cuando iban 28′, y un buen pase de De Paul a Álvarez fue rematado por el ex delantero del City, y Romo supo atajarlo bien.

El local tuvo una nueva chance a los 39′; de un tiro libre, llegó solo Rondón, y su disparo cruzado fue bien sacado por Otamendi, cerca de la línea de gol.

Crédito: @Argentina

Para empezar la segunda parte, Lionel Scaloni hizo una modificación en la Argentina: Gonzalo Montiel ingresó por un errático Thiago Almada. El ingresado se ubicó de lateral derecho, y Molina avanzó a la línea de volantes.

Venezuela atacó desde el comienzo del complemento, y a los 46′ Tagliafico salvó una llegada de Rondón. De ese tiro de esquina, ya a los 47′, Yangel Herrera sacó un tremendo cabezazo abajo, que Gerónimo Rulli tapó de modo excelente. Y a los 50′ otra vez Herrera, esta vez con un disparo de lejos volvió a exigir a Rulli, que de a poco se transformaba en una figura importante de Argentina, al igual que el zaguero Germán Pezzella.

Fernando Batista, DT del local, hizo dos variantes a los 58′: Jhonder Cádiz entró por Tomás Rincón, y Darwin Machís ingresó en lugar de Jefferson Savarino.

Cuando iban 64′ llegó la igualdad. Soteldo amagó por izquierda, sacó un excelente centro, y Salomón Rondón, con un cabezazo certero convirtió el gol de Venezuela que puso el partido 1-1.

Estaba complicado para la Argentina, y Scaloni decidió hacer una segunda variante que le dio mucho resultado. Leonardo Balerdi entró por Giovani Lo Celso. Y acertó el entrenador, porque la línea de tres, con Pezzella, Otamendi y Balerdi, hizo más eficaz la defensa, cerró mejor los caminos y equilibró al equipo, al darle más salida a Montiel y Tagliafico. Además, Balerdi entró muy bien y jugó un gran partido.

Mejoró Argentina y a los 72′ tuvo la jugada más peligrosa, cuando Rodrigo De Paul le puso un pase perfecto a Messi, este entró al área, remató y Romo sacó la pelota al corner. Había sido una chance clara para la Selección.

Sobre el cierre, llegaron las últimas variantes. A los 84′ Lautaro Martínez ingresó en lugar de Julián Álvarez, y Leandro Paredes reemplazó a Enzo Fernández. En el local, a los 90+3′ Edson Castillo entró por el lesionado José Martínez.

Fue un empate pasado por agua. Venezuela tuvo algunas chances más que la Argentina, y cierto predominio del juego, pero cuando armó línea de tres, la visita terminó con varias llegadas. Pero no se puede profundizar demasiado el análisis, cuando hubo poco de Fútbol y mucho de Waterpolo.

Hernán O’Donnell