Fue una goleada histórica, pero pudo haber sido aún más amplia. Porque la superioridad que mostró la Selección argentina frente a Brasil fue tan grande y tan extensa, que los números bien pudieron ser catastróficos. Desde el minuto uno hasta el último la Argentina merodeó el arco de su rival. Convirtió rápido y a punto estuvo de concretar en el último minuto del tiempo agregado. Y en el correr del juego, su protagonismo fue contundente, aún cuando llegó el gol de Brasil, producto de un error propio más que de mérito del adversario, y hubo algunos minutos de dudas y de crecimiento del “Scratch”, que se apagó como la llama de un fósforo.

La Argentina ganó, goleó y gustó. Fue un 4-1 lapidario que lo clasifica a la Copa Mundial de la FIFA-México, Candá, USA 2026 con más de un año de anticipación.
El local formó con Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; Leandro Paredes; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister; Thiago Almada y Julián Álvarez.
El conjunto de Dorival Junior arrancó con Bento; Wesley, Marquinhos, Murillo y Guilherme Arana; André y Joelinton; Rodrygo, Raphinha y Vinicius Júnior; Matheus Cunha.
Argentina comenzó el partido como una carrera de Fórmula 1. Largó a toda velocidad, tomó la punta y no la soltó a lo largo de todas las “vueltas” (o minutos) programadas. A los 3′ Julián Álvarez entró solo en diagonal y definió con contundencia para poner el 1-0 a favor de Argentina. Ahí se desató un festival de fútbol donde el local tenía el monopolio del balón con un juego asociado impresionante. Cada pase era perfecto, se jugaba a uno o dos toques, y el rival corría detrás de la pelota.

Cuando a los 12′ Enzo Fernández puso el 2-0 para la Argentina, en el estadio Monumental corrió una energía que parecía iba a transformar el partido en algo histórico. Y estaba todo dado para que así sucediera.
Sin embargo, en el fútbol hay duendes misteriosos que aparecen en los momentos menos imaginados, a Cristian Romero se le escapó una pelota, Matheus Cunha la supo aprovechar y con un remate fuerte descontó para Brasil, a los 25′ de juego. El partido quedaba 2-1 a favor de Argentina.
La “Verdeamarelha” tomó confianza y por unos minutos pudo tener la pelota y manejar el juego. Fueron pocos instantes, pero resultó el tramo del partido donde el local debió ponerse el overol y trabajar el partido. Sin perder la identidad y el respeto por su línea de juego, Argentina corrió y volvió a hacerse del balón.

Avisó a los 35′ con un tremendo disparo de Thiago Almada que bento desvió al corner, y a los 36′ Alexis Mac Allister marcó el 3-1 que volvió a estirar la diferencia que se plasmaba en el juego.

Dorival Junior decidió hacer tres variantes para comenzar el segundo tiempo. Joao Gomes entró por Joelinton, Leo Ortíz ingresó por Murillo (Marquinhos se corrió a la izquierda), y Endrick entró en lugar de Rodrygo.
Pero nada cambió para Brasil. Continuó bajo el dominio local, y a los 48′ ya tuvo otro susto, cuando Álvarez definió por arriba y Bento la sacó al corner.
Cuando iban 60′ Nicolás Tagliafico llegó de cabeza, y tuvo otra oportunidad. Y a los 67′ vino la primera modificación en el local: Giuliano Simeone reemplazó a Thiago Almada. A los 68′ Savinho reemplazó a Matheus Cunha, en Brasil.

A poco de entrar el hijo del “Cholo”, convirtió. La jugada vino por izquierda, el centro pasó a todos, y por derecha llegó Giuliano Simeone para meter un terrible remate que puso el 4-1 para la Argentina, cuando iban 71′ de juego.
Cuando iban 75′, Facundo medina entró por Nicolás Tagliafico, y Nicolás Paz reemplazó a Alexis Mac Allister, con lo cual Simeone pasó a la banda izquierda, una posición en la que no lo habíamos visto, y jugó un partido a la perfección.
La visita tuvo una sola chance en el segundo tiempo. El tiro libre de Raphinha que pegó sobre el travesaño, a los 76′ de juego.

Pero era todo de la “Albiceleste”, y a los 80′ un remate lejano de Paredes tuvo un tremendo potencial, pero Bento la sacó al corner. Cuando iban 81′ vinieron dos modificaciones en el local, las últimas. Ángel Correa ingresó por Julián Álvarez, y Exequiel Palacios entró por Leandro paredes. En la visita, a los 83′ Ederson ingresó por André.
Argentina dominó de punta a punta, y así como a los pocos minutos de empezar, convirtió, los 90+2′ Rodrgio de Paul metió un tiro bárbaro que pasó por arriba del travesaño.
Fue toque, baile y milonga. La Argentina sacudió a Brasil con un 4-1 concluyente, para llegar con mucha anticipación al Mundial y dejar para el recuerdo una goleada histórica.

Hernán O’Donnell