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Inter avanza a pesar de algún contratiempo y con la fortuna de su lado

Internazionale finalizó la Serie “A” del Calcio con tres victorias consecutivas; en Génova sobre Genoa (0-3), en Milano ante Nápoli (2-0) y de visitante frente al sorprendente Atalanta (0-2). Un final de campeonato aceitado, a buen ritmo y con triunfos sólidos, sostenidos en buenos desempeños, potencia en ataque y solidez defensiva. Aún así no le alcanzó para darle pelea a Juventus, que a pesar de sus tropiezos finales y su bajón futbolístico, ganó el torneo con dos fechas de anticipación. Inter terminó a un solo punto de la “Vecchia Signora”, pero fruto de su irregularidad previa, no le alcanzaron los últimos nueve puntos para pasarlo. Lo que sí vale es el inicio del comentario; las tres victorias que marcan un final destacable y venturoso para el futuro.

Y ese futuro se llama la UEFA Europa League. Ahora, por la pandemia, con el nuevo formato de partido único. Y enfrente Getafe, un adversario que no debía complicarlo en la teoría, pero ya sabemos cómo es el fútbol y su eterno desencuentro con la lógica y la razón.

En el primer tiempo su actuación fue correcta. No deslumbró ni fue una topadora, pero estuvo acorde a esos partidos finales que mencionábamos del final de la Serie “A”. Primero Getafe salió a atorarlo, pero después de los diez minutos, Inter se afianzó en el campo, adelantó a sus tres zagueros hasta la mitad de la cancha y apretó al equipo español contra su arco, en el campo de Schalke 04, el Veltins Arena de la ciudad de Gelsenkirchen. Así tuvo un dominio sostenido, con la proyección permanente por las bandas de Dambrosio y Young, la conducción de Brozovic y la peligrosidad que siempre encierra la dupla Lautaro Martínez y Romelu Lukaku.

Entonces era lógica la llegada del primer gol. Ya había tenido un par de oportunidades en los pies de Martínez, y a los 33′ salió un pelotazo largo del fondo de de Vrij y Lukaku corrió el balón, le ganó la carrera al defensor y con un tiro cruzado marcó el 1 a 0 para el conjunto italiano.

En el complemento, Inter se quedó. Tuvo más dificultades, se retrasó en el campo, le cedió la iniciativa a Getafe y, de a poco, empezó a sufrir.

José Bordalás, entrenador del equipo español, decidió darle retoques a la delantera para poder revertir el desarrollo. Primero sacó a Maksimovic y lo reemplazó por Angel Rodríguez; delantero por delantero a los 55′ de juego. A los 65′ tuvo la posibilidad màs clara hasta ese momento. Centro de la derecha de Allan Nyom y cabezazo exacto de Jaime Mata, que el arquero Handanovic sacó al corner con un manotazo excepcional.

A los 68′ volvió a mover el banco y a retocar el ataque: se fueron los dos protagonistas de esa jugada, Nyom y Mata y los reemplazaron Jason, lateral de buena llegada, y Jorge Molina, delantero de mucha experiencia. En Inter, en tanto, Conte decidió que el chileno Alexis Sánchez ingresara por el argentino Lautaro Martínez, a los 69′ del partido.

Getafe se animaba con esos retoques y encontró una excelente posibilidad en un penal sancionado por mano del defensor Diego Godín, tras la revisión con el VAR. Iban 75′ y la igualdad estaba al alcance de la mano, pero el remate de Jorge Molina se fue desviado, sobre el palo derecho de Samir Handanovic, quien se había arrojado hacia esa dirección. El partido seguía 1 a 0 para Inter, pero con el agregado de un golpe anímico importante para Getafe.

Inter lo fue a buscar envalentonado por su buena fortuna y a los 82′ llegó un centro de Dambrosio, el rebote en el defensor Dakonam y el balón que le quedó a Eriksen, que había entrado un minuto antes por Brozovic, y el danés convirtió con un fuerte remate el 2 a 0.

Allí se terminó el partido, Tuvo Alexis Sánchez una oportunidad para ampliar el marcador a los 88′, pero su tiro, de emboquillada frente a la salida rápida del arquero, se fue desviado.

Inter ganó y avanzó en la UEFA Europa League. esta vez, con un poco de fortuna y algún sufrimiento en el camino, pero que aún lo encuentra despejado para seguir la ruta de las ilusiones.


Hernán O’Donnell

Los nervios fueron más fuertes y no hubo milagro para Lecce

Habíamos visto a Lecce en la goleada que sufrió ante Milam, que se concretó al final del partido y más por el peso de las individualidades “Rossoneras”que al propio encuentro, cuyo primer tiempo había sido parejo. También lo vimos ante Udinese, cuando logró revertir un resultado desfavorable y pudo vencer a la difícl escuadra de rodrigo De Paul. Y ese triunfo le había dado una luza de esperanza, pues se jugaba una carta contra Parma. Era vencerlo y esperar un resbalón de Genoa. No pudo ser.

Muy pronto llegaron las malas. Porque mientras llegaba la noticia del gol de Genoa que sepultaba las ilusiones de la salvación, el defensor Lucioni convertía un gol en contra de su valla y Lecce empezaba a caer 0-1 a los 11′ de juego.

Parma era superior y tuvo enseguida otra oportunidad, pero el remate del delantero se fue al lado del palo derecho del arquero Gabriel. A los 24′ Caprari aumentó el marcador. Tras una buena contra elaborada desde la derecha, recibió por el medio y tiró de emboquillada para marcar el 0-2 y la deseperación del local.

Lecce sintió el golpe. Caía en un partido que debía ganar y además, el genoa hacía lo suyo en su encuentro con lo cual todo se hacñia cuesta arriba.

Sobre el final del primer tiempo, una pelota que peleó Mancosu, la consiguió, largó el centro y de cabeza Antonin Barak consiguió descontar y abrió la esperanza para el local a los 40′, para poner el 1-2. Y a los 45′, cuando ya se cerraba el primer período, Lecce pegó otro grito de esperanza. Centro de Sapponara por un tiro de esquina desde la izquierda del ataque local y el cabezazo de Meccariello marcó el 2 a 2 de las ilusiones. En cinco minutos Lecce volvía a vivir y sentía que el mundo le daba una posibilidad.

El comienzo del segundo tiempo invitaba a la esperanza, pero en otra contra rápida, Parma volvió a apretar al local y enviarlo un poco más abajo. Caprari se fue por izquierda, cedió atrás y el centro perfecto le llegó a Cornelius para marcar solo el 2-3 a los 52′. Un golpe directo al crozaón de Lecce.

Fabio Liverani decidiò tres cambios para remontar la jornada; a los 60′ entraron E. Shakhov en lugar de F. Falco, J. Petriccione lo hizo por P. Tachtsidis y Z. Majer ingresó por M. Mancosu.

Debía jugarselá el todo por el todo, aunque el equipo se veía golpeado en lo anímico. Y sufrió un nuevo golpe letal, en una jugada muy parecida al del gol anterior, porque llegó el pelotazo desde la izquierda hacia el corazón del área, en este caso para el ingreso libre de Roberto Inglese, que, a los 66′, marcó el 2-4 para la visita.

Salió Lecce y muy rápido pudo volver a descontar y acercarse en el marcador. Llegó el centro de la derecha, el cabezazo de Falco, el balón que dio en el poste derecho de Luigi Sepe y el rebote le quedó a Lapadula, quien, de palomita, marcó el 3-4 a los 68′ del partido.

Quedaba tiempo, pero a Lecce se le escurrió como agua entre los dedos. No pudo arrimarse, tal vez porque las noticias que llegaban de Génova eran desalentadoras. Pero el equipo no dejó de luchar, de buscar, más por inercia que por convicción, porque los minutos pasaban y el fantasma se acercaba de modo inexorable, hasta que llegó el final y el descenso quedó decretado.

Una pena para Lecce que tuvo una esperanza hasta la última fecha, pero que ahora deberá secarse las lágrimas, asumir la frustración y prepararse para el regreso.


Hernán O’Donnell

Minnesota United fue imparable y edificó una goleada concluyente

A los 7′ salió Mario Vega, el arquero de San José Earthquakes a cortar una entrada del delantero de Minnesota, Luis Amarilla, y en el choque quedó lastimado. Cuando entró la asistencia médica se escuchó muy claro la expresión del DT de San José, Matías Almeyda: “¡Vamos! ¡Despiertos!” Era el fiel reflejo de esos pocos minutos de juego; en el grito, el entrenador le pedía al equipo que se metiera, porque Minnesota lo había atorado desde el inicio y lo había empujado hasta el arco de Vega. Era un monólogo de Minnestota que se acentuó en la reanudación del juego.

Y en una ráfaga le pegó dos golpes que lo dejaron “schokeado” al equipo de San José por todo el primer tiempo; a los 19′ tras un centro, el cabezazo abajo y la aparición de Robin Lod para marcar el 0-1. Y cuando áun resonaban los festejos, llegó la jugada que aumentó el marcador. Remate de Amarilla, el rebote de Vega y el oportunismo de Hayes para hacerse del balón y marcar el 0-2 a los 21′ del partido.

En un abrir y cerrar de ojos, Minnesota sacaba la ventaja merecida. Un equipo que se movía con la salida del lateral Gasper, la conducción del cubano Osvaldo Alonso, el trabajo de Gregus y Lod, y el peligro permanente del centrodelantero Luis Amarilla. Era marcada la distancia, Minnesota United era más y el conjunto de San José no podía meterse en el parido.

Un poco de Eriksson, las corridas de Espinoza y alguna subida por izquierda de Lima. Muy poquito lo de San José en el primer tiempo; muy bueno lo de Minnesota, que se mostraba dueño y señor del balón y del juego. Por eso se llevó el primer tiempo con mucha determinación, eficacia y comodidad.

Pero el fútbol tiene duendes que lo rodean, lo envuelven, y lo cambian en un instante. Fue no más iniciar el segundo tiempo que San José se lanzara al ataque, con otra cara y actitud y a los pocos minutos enocntrara un penal por una mano del defensor de Minnesota que Eriksson transformó en gol a los 49′. El partido quedaba 1-2 y comenzaba otra novela.

Pero Minnesota iba a encontrar muy rápido un poco de aire, porque cuando San José se acomodaba, intentaba recuperarse y al compás de la velocidad de Espinoza buscaba la paridad, una pelota que ganó Lod, la llevó con habilidad y habilitó a Amarilla que emprendió una buena corrida y cuando salió Vega metió un remate fuerte que se metió en el primer palo. Otro golpe de Minnesota United que se adelantaba 1-3 a los 56′ del juego.

Matías Almeyda metió tres cambios, con dos delanteros incluídos, para jugarselá a todo o nada: A los 60′ Fierro, Wondolowski y Salinas, adentro, en reemplazo de Thompson, Lima y Judson. Los dos marcadores de punta afuera, a jugar con los dos centrales mano a mano, y Espinoza y Salinas por las bandas como laterales con llegada. United decidió sacar a Amarilla y reemplazarlo por Schoenfeld, quien enseguida tuvo una posibilidad, a los 65′, pero su remate se fue desviado cuando solo Vega estaba en su camino.

Minnesota aprovechaba espacios; San José se desnudaba en el fondo, a la búsqueda del descuento. Y el partido se hizo entretenido.

Un rato después, Almeyda puso toda la carne al asador: D. Hoesen entró por A. Rios y J. Skahan ingresó por M.Eriksson, a los 67′, para hacer los cinco cambios en dos ventanas de las tres permitidas. Pero San José no pudo perforar la defensa de Minnesota, en tanto sólo encontraba oportunidades con remates de afuera del área. United, sin embargo, preocupaba y amenazaba de contra, hasta que terminó de liquidar el pelito con una jugada por derecha, el centro rasante y el toque de Hairston para marcar el 1-4 a los 85′.

Fue el final. El golpe definitivo. Minnesota United fue dueño absoluto del primer tiempo, luego tuvo que trabajar un poco más el complemento y cuando parecía que la noche podía complicarse, lo resolvió en una jugada de Amarilla y un gol final tranquilizador. Ganó casi sin mayores problemas, y avizora un futuro prometedor.


Hernán O’Donnell

Orlando City empató al final, ganó por penales y llegó a las semifinales

Para el local todo se resolvió en el cierre del partido. Porque hasta ese momento parecía una noche complicada, donde todo salía al revés, en la que no lograba hacer pie, en la que no podía hacer la diferencia cuando mejor jugaba, en la que erró un penal y enseguida sufrió un gol en contra; una noche que venía mal barajada y sin embargo al final, cuando todo parecía oscuro, llegaron todas juntas las satisfacciones. estaba con un pie y medio afuera del torneo, y ahora se ilusiona con festejar en casa.

El primer tiempo no había sido muy bueno en lo técnico. Los Angeles un poco mejor al principio con la dinámica de Blessing y la velocidad de los dos punteros uruguayos, Diego Rossi y Brian Rodríguez. Orlando al ritmo de Nani, su jugador más talentoso e importante, con las proyecciones de los laterales, sobre todo Ruan, en forma permanente y la importancia del uruguayo Mauricio Pereyra para acompañar en la creación. Así y todo hubo pocas acciones en los arcos y lo mejor estaba reservado para el segundo tiempo.

No levantó el nivel de juego, pero sí aparecieron las emociones en el complemento. Orlando comenzó con una variante: B. Michel por C. Mueller; y muy pronto tendría su primera ocasión para abrir el marcador cuando Ruan fue derribado en el área y el árbitro sancionó el correspondiente penal. Pero la noche estaba complicada y Nani no pudo convertir; su remate fue desviado al corner por Veermer a los 56′ y el partido siguió 0 a 0. Encima, muy pronto sufrió un golpe más doloroso. Los Angeles abrió el marcador a los 59′ cuando Diego Rossi desbordó por derecha y su centro fue bien aprovechado por Wright-Phillips quien marcó el 0-1. Y para Los Angeles Football Club los cambios llegarían más tarde: a los 65′ F.G. Dabezies ingresó por M. Kaye.

Orlando intentó con todas sus armas. A los 72′ Nani sacó un buen remate que se fue apenas alto. Y metió dos cambios más. Entró A.P. Castañeda por O. Rosell y D. Dike ingresó en lugar de T. Akindele.

El tiempo empezó a agotarse e incluso Los Angeles se perdió el segundo gol a los 82′ cuando Musovski no pudo conectar bien un centro de la derecha y su tiro se fue abierto al palo derecho de Gallese.

Y cuando el final se acercaba, Orlando City empezó a ver la luz. A los 89′ logró el empate. Corner desde la derecha de Nani y el cabezazo de Braganca que aprovechó la duda del arquero y el gol que selló el 1 a 1 final.

Poco más se jugó y llegó la serie de penales, donde todos convirtieron salvo Jordan Harvey que estrelló su remate en el travesaño.

Nani tuvo su desquite, porque le quedó el último tiro para lograr la victoria. Y esta vez tuvo su alegría, porque pudo convertir y cerrar en 5-4-

Orlando City tuvo una noche complicada y trabada, pero al final encontró su alegría, alcanzó la luz y logró el empate, que lo llevó a los penales, el pasaporte para ir por una ronda más, las semifinales y darle un poco más de rienda a su ilusión de festejar en casa.


 Hernán O’Donnell

 

Fabio Quartararo y Petronas Yamaha SRT amenazan el reinado de Márquez

El mundo y todas sus modificaciones han traído novedades en este lento reacomodamiento que todas las actividades empiezan a realizar tras el gran paréntesis que la pandemia trajo al mundo. Y el dominio que por un lustro tuvo Marc Marquez en la competencia de Moto GP se ve amenazado, o por lo menos con una capacidad de batalla, por parte de Petronas Yamaha SRT, que con la conducción de Fabio Quartararo, ha vencido en el GP de España el 19 de Julio y en el GP de Andalucía, el último domingo 26 de Julio. Y todo hace pensar que será un gran protagonista en la continuación del certamen el 9 de agosto próximo. Su nombre ya está en boca de todos, pues aparece como el indicado a destronar al rey del Moto GP.

Es muy joven, pero apoyado en el equipo Petronas Yamaha SRT, ya empieza a mostrar su jerarquía y la posibilidad de ser la sorpresa de la temporada. Tras la victoria en Andalucía recibió un enorme reconocimiento, como el saludo y las felicitaciones de su compatriota, la estrella del fútbol Kylian Mbappé, figura del seleccionado francés campeón mundial, con quien realizó un divertido intercambio tuitero.

Crédito: Prensa Petronas Yamaha SRT

Tras su victoria en el GP de Andalucía, Quartararo expresó: “Mi trabajo es rendir en la pista como piloto y el equipo cuenta con muchos ingenieros que trabajan en el motor y en la propia moto”, en declaraciones al sitio motorsport.com.

Sabe que le espera un año duro y competitivo, con un adversario grande que tiene en su camino: “Con Marc será más difícil ganar, pero el desafío es que alguien te lleve a tu límite. Si estoy aquí es porque el año pasado Marc me llevó muchas veces a mi límite”, expresó en declaraciones que reprodujo el diario El País, de España.

Alguna vez tomó una decisión fuerte: con solo 7 años se fue con su padre de su país, Francia, hacia un nuevo país, en búsqueda de un mayor desarrollo como piloto de motos. Por eso eligió España, para encontrar su destino. Y el presente lo encuentra hoy en las portadas de todos los medios dedicados al deporte motor, y a su categoría más atrayente, Moto Grand Prix, dentro de la Federación Internacional de Motociclismo.

El gran favorito, Marc Marquez, debió parar y ser operado del húmero tras el accidente del 19 de Julio y no llegó a tiempo con la recuperación para el GP de Andalucía, pero eso no quita que será un adversario duro en lo que resta del año. Tampoco hay que olvidarse de Valentino Rossi, que sumó un tercer puesto en la última competencia y siempre puede dar noticias.

Pero nada parece preocuparle ni quitarle la gran ilusión de aquel niño que esperó su tiempo y ya ha ganado dos carreras consecutivas en el año, para sumar 50 puntos y estar ahí, al acecho.


Hernán O’Donnell

Philadelphia Union fue una ráfaga demoledora y se clasificó a las semifinales

Un partido con una historia equilibrada; antes de empezar, se hablaba de las estadísticas y la paridad entre Philadelphia Union y Sporting Kansas City, dos equipos que en los enfrentamientos entre sí tenían la misma cantida de partidos ganados, 5 y 6 empates, con lo cual ese historial reflejaba una paridad y un equilibrio que abría la expectativa y la incertidumbre, aunque nos daba la sensación que Sporting llegaba un poquito, sólo un poquito, más aafilado.

Pero los papeles se fueron al viento, en el anochecer de Orlando, entre las finas lloviznas y el calor potenciado por la humedad. En un inicio donde Kansas City insinuabaalgo más, fue Philadelphia el que golpeó. Y lo hizo, no sólo primero, sino que también lo efectuó dos veces, bien seguidas, como para dejar “groggy” a su rival. El trabajo de Aaronson, Bedoya y Jamiro en la mitad de la cancha, la movilidad de Santos en ataque, fueron las armas que Union mostraba en tanto Sporting que se basaba como siempre en el peligro latente de Alan Pulido y el trajinar de los internos Busio y Espinoza, en tanto Russell y Salloi buscaban por afuera.

Pero a los 22′ llegó la jugada combinada por derecha, la aparición de Aaronson, el pase a Bedoya que entró al área, el pase al medio y la entrada libre de Mairo para marcar a los 22′ el 1 a 0 para Philadelphia.

Un gol que abría el partido e inclinaba la balanza pero que no se detendría allí porque enseguida Philadelphia iba a volver a lastimar; se jugaban por los 24′ y de un tiro de esquina a favor de Sporting el rechazo de Wagner de cabeza, la llevó Martínez, combinó con Santos y este fue derecho al arco para picarselá a la salida de Melia y señalar el 2 a 0. Tremenda la eficacia y el poder de fuego de Philadelphia.

Kansas City sintió el doble impacto. No estaba en un mal partido ni había hecho mal las cosas hasta ese momento. Distracciones en la marca en el primer tanto, una contra muy rápida en el segundo, lo cierto es que cuando se quiso acordar ya estaba dos goles abajo. Intentó poner la pelota bajo la suela, salir por el lateral izquierdo Luis Martins y tratar de volcar el juego en el campo contrario. Sin embargo, una nueva maniobra rápida del rival y un descuido en las marcas lo iba a dañar una vez más.

Fue Bedoya el que combinó con Aaronson, este giró y en una buena gambeta se sacó la marca de encima y luego abrió el balón para la entrada libre por izquierda de Santos quien definicó con un toque muy preciso el 3 a 0 a los 37′ de juego.

Philadelphia se encontraba en una noche perfecta, esas donde todo parece salir redondo, donde las jugadas surgen con precisión y eficacia y pareciera que todo lo que toca es oro.

Sin embargo, Sporting Kansas City le demostró que no estaba rendido y sobre el cierre achicó el marcador. Centro de Russell desde la derecha y la aparición precisa de Alan Pulido, quien con una perfecta palomita marcó el descuento a los 45+1′ y dejó el primer tiempo con un parcial de 3 a 1 y el partido abierto para el segundo tiempo.

Sporting arrancó con dos variantes: G. Kinda ingresó en lugar de G. Busio y A. Dia entró en reemplazo de L. Martins; Alan Pulido avisó de entrada en el segundo tiempo que Kansas City no estab rendido. Metió un hermoso tiro libre que pegó en el palo derecho de Blake a los 48′, apenas comenzado el complemento. El partido prometía muchas emociones y casi no había tiempo para pestañear.

Philadelphia propuso poblar y pelear la mitad de la cancha y el brasileño Ilsinho entró por su compatriota Santos a los 52′.

Y el empuje de Sporting se empezó a diluir, porque el equipo blanco llenó de volantes la mitad de la cancha y le hizo difícil tener el balón. Incluos Philadelphia empezó a preocupar con algunas llegadas. Y Peter Vermes, entrenador de Sporting volvió a mover el banco para meter dos cambios más: a los 64′ F. Hernandez ingresó por el español Ilie y G. Fernandes entró por D. Salloi. Buscaba más peso ofensivo, aunque el partido se le hizo más enredado.

Philadelphia metió a A. Wooten por K. Przybylko a los 70′ y se cerró de modo impecable. Sporting se empezó a diluir y los últimos recursos se le agotaron. Las variantes no le dieron demasiado resultado y a los 83′ Cameron Duke entró por Espinoza cuando ya poco tiempo quedaba para revertir el marcador, en tanto Philadelphia cerró la noche de dos de sus figuras al final, cuando a los 85’se fueron Aaronsony Jamiro, reemplazados por M. Real y A. Fontana.

Philadelphia Union tuvo su noche soñada, esa donde le salen todas las cosas, esas en las que todo lo que toca se convierte en oro, esas noches en que cada llegada es gol…tuvo un primer tiempo inolvidable y demoledor. Le alcanzó con ese rato para quedarse con el partido y empezar a soñar con las semifinales que abrazó en la calurosa noche de Orlando.


Hernán O’Donnell

Arsenal y Chelsea buscarán una alegría en la FA Cup

El próximo sábado 1 de agosto, Arsenal y Chelsea darán cierre a la temporada actual con la disputa de la gran final de la FA Cup, el torneo más antiguo de la historia del fútbol, en el mítico estadio de Wembley. La tradicional competencia de Inglaterra reúne a más de 700 equipos tanto de divisiones amateur como de las profesionales, y el desenlace de la edición de este año será con un imperdible derby londinense, con el cruce de dos equipos a los que les alegraría decorar su campaña con una copa icónica, en la casa de la selección nacional y del fútbol inglés.

Para ambos conjuntos el partido de este fin de semana tiene gran importancia, con algunos motivos particulares y otros en común. Al atractivo de la final del certamen se le agrega que se trata de un nuevo enfrentamiento entre rivales de Londres, dos equipos influyentes y protagonistas del deporte en su país, híper conocidos a nivel mundial, y que son de los más ganadores de este trofeo en la historia.

Para el Arsenal esta definición llega como una especial oportunidad de cerrar un año turbulento y mediocre con una alegría. Hace muchos años que los Gunners no logran ganar la Premier League, desde aquella épica campaña de los Invincibles en 2003-04, pero ese éxito que no pueden conseguir hace tiempo por la liga, sí lo encontraron en la tradicional copa doméstica. Luego de un tiempo sin conquistas, el equipo que dirigía Arsène Wenger volvió a festejar un título en el 2014, cuando alzó la FA Cup en un agónico triunfo vs. Hull City. Luego de esa consagración, volvió a quedarse con el icónico certamen inglés en el 2015 (contundente 4-0 a Aston Villa) y en el 2017, cuando derrotó 2-1 a su rival londinense, al que verá este sábado otra vez.

En estos años Arsenal encontró en la FA Cup una suerte de premio consuelo a sus frustraciones por quedarse con la liga. Y la conquista de este título tiene un sabor especial: significa coronarse en una copa con larga trayectoria, con prestigio, más allá de que tenga menos peso que la Premier, otorga la clasificación a Europa League y permite gritar campeón en Wembley. Para los Gunners se convirtió en un torneo entrañable, donde se acostumbró a celebrar y, con 13 títulos, es el equipo más ganador del trofeo en la historia.

Otra vez por la FA Cup Arsenal tiene la chance de festejar un campeonato, y representa la oportunidad de cerrar con una sonrisa una temporada llena de inconvenientes, con cambio de entrenadores, malos resultados y poca competitividad. El comienzo de la 2019-20 fue bajo el mando de Unai Emery, que renunció poco después por un inicio insatisfactorio y una crisis de identidad del equipo. Interinamente se hizo cargo del primer equipo Freddie Ljungberg, un ídolo del club como jugador y protagonista de la época brillante con Wenger, pero el rendimiento no mejoró. Cerca del final de 2019 llegó Mikel Arteta, ex capitán del club, que alzó la FA Cup en el 2014 y 2015.

El español, que transita su primera experiencia como entrenador principal tras ser ayudante de Pep Guardiola en Manchester City, asumió un reto desafiante con un plantel desgastado en apenas mitad del torneo. Los resultados tardaron en llegar, incluso los Gunners fueron eliminados tempranamente en la Europa League cuando Olympiacos dio la sorpresa y se impuso en el Emirates Stadium.

El rumbo, sin embargo, se enderezó un poco más, aunque quedó claro que el equipo necesita renovación y Arteta, tiempo para reconstruirlo y buscar mejores resultados. En la Premier finalizó 8º, peor resultado desde 1995 (12º), y fuera de la clasificación a competencias internacionales. El decepcionante andar en la liga y en la Europa League se contrastan con el camino hacia el sorprendente lugar definitorio en la FA Cup. Superó al Leeds de Bielsa, al Bournemouth, luego a Portsmouth, y en el reinicio post pandemia venció sobre el final al Sheffield United, revelación de la temporada. En semifinales tenía enfrente al Manchester City: de aquella goleada que recibió por Premier cuando volvió la actividad, pasó a un sorprendente triunfo 2-0 y abrochó la clasificación a la gran final. Arsenal parece sacar lo mejor de sí en este torneo. Ahora está a las puertas de estirar su dominio como el más triunfador del tradicional certamen y tiene la chance de volver a encontrar la gloria luego de arrastrar muchas decepciones.

Chelsea llega a la final con un mejor presente que su rival. Terminó 4º en la liga y clasificó a la próxima Champions League. Además, todavía tiene pendiente el partido de vuelta ante Bayern Munich por la edición actual, aunque la caída por 3-0 en la ida complica sus chances de avanzar. Pero, bajo la conducción de la leyenda del club, Frank Lampard, los Blues consiguieron el objetivo que tenían para la liga, con un equipo que no había podido reforzarse, y el próximo año parece más prometedor: estarán de vuelta en Europa y su plantel se verá enriquecido con llegadas de jugadores top, como Timo Werner (proveniente del Leipzig) y Hakim Ziyech (desde Ajax).

El sábado podrán decorar su gran campaña con un trofeo, que sería el primero de Lampard como director técnico. En sus tiempos de jugador, fue uno de los abanderados de la época más sobresaliente de la institución, se convirtió en un ídolo total y su huella en Chelsea será imborrable. Fue campeón tres veces de la Premier League y formó parte de la hazaña de la primera Champions en la historia del club. En esa exitosa etapa también sumó cuatro títulos de FA Cup, dos Copas de Liga, dos Community Shield y una Europa League.

Frankie tuvo una destacada primera experiencia como entrenador en el Derby County, con el que llegó hasta la final de playoffs por el tercer ascenso a la primera división, aunque su equipo fue derrotado por Aston Villa. Luego de aquella temporada fue anunciada su vuelta a casa, tendría la oportunidad como entrenador del Chelsea. La leyenda volvió a su hogar, y demostró estar a la altura del reto. Por delante le esperan mayores desafíos, pero ya este sábado puede conseguir su primer título como entrenador blue.

Arsenal y Chelsea atraviesan distintas realidades, pero ambos están en cierto proceso de reconfiguración, con la confianza puesta en dos ex jugadores del club como conductores, y tienen en común el deseo por festejar el próximo fin de semana en Wembley y cerrar la temporada con un trofeo.


Martín O’Donnell

Lecce busca lleno de esperanzas y se aferra a mantener la categoría

Habíamos visto a Lecce ante Milan, en un partido duro donde el “Rossonero” al final lo concluyó con una amplia diferencia a su favor, de 1-4, pero que en el desarrollo y sobre todo en el primer tiempo, no había habido tanta distancia entre los dos equipos. Más bien había sido un inicio equilibrado, hasta que la jerarquía de Zlatan y el momento del Milan, con todos sus violines, Rebic, Saelemaekers, Kessie, Paquetá, Bonaventura, terminó por demoler al local. Pero nos había dejado una buena impresión el local, por eso esperábamos que pudiera mantener la expectativa y luchar por no perder la categoría en el apasionante Calcio italiano.

Con Udinese le tocó un partido complicado, con el antecedente del equipo de Udine que le había ganado, y muy bien, a la Juventus, el equipo dominante de la Serie “A” casi por antonomasia.

Por eso sufrió en el primer tiempo. Porque Udinese, al compás de Rodrigo De Paul, supo apretarlo. Lecce salió a buscar el partido, no se puede negar, pero le costó penetrar a un equipo inteligente y con buenos movimientos tácticos. Con el apoyo de Fofana y Walace, más la movilidad de Okaka, Udinese se acomodaba en el campo, en tanto la visita buscaba con la proyección de los laterales, Donati y Calderoni, para abrir el juego y llegar con centros para Lapadula.

A los 14′ llegó el local con una aparición de De Paul, quien metió un centro bajo y peligroso que el arquero visitante pudo sacar al corner.

Un centro de De Paul, un tiro de esquina desde la izquierda, fue bien conectado por Samir, que supo dar dos pasos adelante, ganar la posición y convertir de cabeza el 1 a 0 para el local a los 35′ de juego. Udinese sacaba una ventaja ante la bronca del DT de Lecce, Liverani, quien se quejaba desde el banco por la pérdida de la marca del defensor local.

Pero la esperanza se iba a hacer presente muy pronto porque una mano del defensor de Udinese le permitió igualar de penal. Mancosu se hizo cargo del remate, disparó al medio y Musso, que había elegido su izquierda, vio caer su valla. 1 a 1 a los 40′ de juego.

En el complemento Lecce fue un poco más. Sabía que el empate era un resultado escaso, debía arriesgar si quería aferrarse a la esperanza. A los 51′ abrió la primera ventana de los cambios: B. Meccariello ingresó en la defensa por Nehuen Paz y C. DellOrco reemplazó al lesionado Calderoni en el conjunto visitante.

El orden táctico de Udinese le complicaba los planes; pero el equipo igual se soltó a buscar el resultado. Lecce era más en el inicio del segundo tiempo, y en esos primeros quince minutos recobró la fe, porque se vio la mejor producción del encuentro. Falco, Barak y Petriccione se apropiaron del balón y Lecce se mostró más incisivo que el rival. A los 78′ tuvo una chance en la figura del zaguero Fabio Lucioni, pero su disparo salió desviado.

Y por ese ir y creer, encontró su premio: una doble pared en el área, que Lapadula concretó a los 80′ para marcar el 1-2 y la gran alegría del Lecce.

Un equipo que muestra alma y corazón y que no perdió la esperanza cuando el resultado le era desfavorable, por eso remontó el partido, revirtió el resultado y se aferra a la ilusión de conservar la categoría.


Hernán O’Donnell

Minnesota dio el golpe y en la tanda de penales eliminó a Columbus Crew

Fue y es, hasta ahora, la gran sorpresa del torneo. Si había un candidato, reconocido por los hinchas, medios y hasta los propios jugadores de otros equipos, era Columbus Crew. Por sus antecedentes, por su primera fase de excelencia, porque había acumulado el puntaje ideal con 9 puntos en tres presentaciones, con muchos goles y una defensa segura que no le había permitido a los adversarios convertir. Sin embargo, en una noche lluviosa y desacertada, Columbus Crew perdió en la serie de penales frente a Minnesota United y quedó afuera del Torneo de la MLS.

Fue un partido duro y complicado. Se sabía que Columbus iría al ataque, que buscaría concretar, sacar ventajas y manejar el juego. Pero Minnesota United tenía una sorpresa preparada, y a los 17′ abrió el marcador con el tanto de Robin Lod que puso el partido 0-1. Y a partir de allí empezó a jugar con los nervios del favorito y el reloj como aliado.

En ese primera parte Columbus intentó aplicar su estilo y forma; con la habilidad del argentino Zelarayán y la movilidad de Luis Díaz y Pedro Santos, el equipo forzó situaciones, en tanto intentaba descifrar el planteo del rival, que lucía sereno y con pocas cosas por perder. Cinco volantes que se apretaban y el paraguayo Amarilla como punta de lanza para pivotear cada uno de sus contraataques. Era más Columbus, pero no lo pudo traducir en el marcador.

En el complemento Columbus apretó aún más. Propuso, de movida, una vriante: Derrick Ettiene por Luis Díaz. Adelantó líneas, buscó más arriba y acumuló chances. Un remate a los 56′ de Pedro Santos se fue arriba; a los 63′ fue otro remate que salió pegado al palo. Con la conducción de Lucas Zelarayán, Columbus se había hecho del control, pero los nervios empezaban a preocuparlo y a jugar su partido. Minnesota se sentía cómodo en el rol de refugiarse en su campo, cerrar espacios y mover la pelota cuando la conseguía para aumentar la desesperación del candidato.

A los 76′ tuvo otra chance Columbus, tras el centro de Cadden y la entrada de Zardes que no pudo conectar bien su remate, y el balón se perdió muy cerca del poste izquierdo de Tyler Miller.

Y a los 78′ llegó el penal que Zardes tradujo en gol; su remate fue rechazado por el arquero Miller, pero el rebote lo obtuvo el delantero de Columbus y marcó el 1 a 1 cuando ya el tiempo empezaba a preocupar.

Minnesota, que se había refugiado en su campo e intentaba que el tiempo fuera su aliado mientras sumaba jugadores en defensa y resignaba ataque, ahora tenía que aferrarse a la lotería de los penales.

Columbus había hecho un esfuerzo enorme y empezaba a sentir el cansancio, el calor y la humedad acumulada en una noche con mucha lluvia en el primer período. Y por eso llegaba al final con el último esfuerzo. Y en la jugada final Zelarayán enganchó entre dos rivales y sacó un remate bajo y preciso, pero Miller acertó y contuvo el tiro cuando ya estábamos en 90+3′ de juego. Y ahí todo terminó para darle paso a la serie de penales. Ahí fue el momento de Tyler Miller porque atajó el tercer penal a Cadden, y eso le alcanzo a Minnesota para ganar pues convirtió los cinco penales de la primera serie reglamentaria y venció por 5 a 3.

Minnesota United dio el golpe del torneo. Venció al gran candidato, al equipo que despertaba todo el favoritismo, el Columbus Crew que llegaba invicto, sin goles en contra y con el puntaje ideal, pero una noche de esas que siempre el fútbol tiene escondidas le cortó el camino y le abrió a Minnesota una hermosa oportunidad.


Hernán O’Donnell

San José Earthquakes se suelta con una catarata de goles

Un primer tiempo electrizante, con dos equipos bien predispuestos, aunque con una preponderancia del conjunto de Matías Jesús Alemyda, en el dominio y en la verticalidad de su juego. Ya hablaremos de él, de Almeyda, de la pureza máxima que se puede encontrar en el fútbol y en la vida, del muchacho que llegó muy joven de una pequeña ciudad de la Provincia de Buenos Aires a la gran capital, la ciudad impactante e imponente. Como llegó con toda su transparencia y su bondad, y la adaptación a la “selva”…

Hoy es tiempo de hablar de fútbol y del partido en sí. De ese primer tiempo que San José tuvo igualado con Real Salt Lake, en cuarenta y cinco minutos a todo ritmo.

El equipo de Almeyda había producido una muy buena primera fase, terminó primero en su grupo y mostró destellos de buen fútbol, amén de una característica muy marcada: la de hacer marcas establecidas, cada jugador tiene su adversario para jugar o marcar siempre mano a mano. En ese contexto, Cristian Espinoza se mostraba como el más ofensivo, el más intimidante para el rival. Salt Lake proponía mucho esfuerzo físico y cubrir todos los espacios posibles para que su adversario no llegue a su valla.

A los 20′ llegó la apertura del marcador. Una jugada vertical, con pases diagonales y profundos, la entrada de Espinoza por derecha y el gol para poner el 1-0 para San José.

Una alegría que iba a durar un suspiro, porque enseguida el equipo de Salt Lake llegaría a la igualdad.

Tras la salida de la mitad de la cancha, el pelotazo para Martínez, el salto del zaguero 37 Kaya de San José que falla cuando quiere rechazar la pelota y el delantero Douglas Martínez que se va solo para definir de emboquillada cuando salía el arquero. A los 21′ Real Salt Lake igualaba el marcador. 1 a 1.

El primer tiempo culminó con el mismo ritmo e intensidad que había empezado. Y aguardábamos más por el complemento.

A los 47′ una jugada prolija de San José, llena de toques y triangulaciones, de derecha a izquierda y luego de izquierda a derecha, culminó en el pase al vacío al lateral derecho Thompson y la falta del defensor Jones derivó en un claro penal.

Luego de las clásicas protestas, el sueco Eriksson se encargó de marcar, de zurda, el 2 a 1 a los 48′ de juego. San José volvía a adueñarse del partido.

Real Salt Lake sintió el golpe y fue por el empate. Soltó un poco los laterales, se adelantó en el campo y trató de empujar a los Earthquakes contra su campo.

Entre Ruiz, Baird, Herrera y Martínez, empezaron a generar fútbol y llegadas, pero San José se mostraba muy activo y atento a todos los controles. De los pies del arquero Vega nacían las jugadas desde la base. Y amenazaba en cada contragolpe. Así tuvo una chance más en los pies de Espinoza, con un remate cruzado que se fue cerca del palo derecho a los 57′ del partido.

La respuesta de Salt lake fue un remate de Kreilach que Vega sacó muy bien al corner, a los 58′ de juego.

Y a los 60′ San José metió un golpe duro. Valeri Qazaishvili, “Vako”, peleó una pelota entres cuartos, la ganó, habilitó a Andres Ríos, este se fue por el costado izquierdo y lanzó el centro que el propio “Vako”, que había iniciado la jugada, transformó en gol. 3 a 1 y a cobrar.

El conjunto de Almeyda alcanzó la tranquilidad necesaria y empezó a manejar los tiempos. Es cierto que Real Salt Lake no se rindió y empujó hacia el arco de Vega, pero el balón era controlado por San José y con muy buenos toques llegó hasta otra oportunidad a los 68′, luego de una subida correcta del lateral izquierdo Lima, de muy buena labor.

Tras la pausa de hidratación, Salt Lake encontró el descuento; el balón que salió del fondo llevado por Jones, pasó por el medio y el pase recto a Kreilach quien entró al área y definió. 3 a 2 a los 74′ y el partido que se abría una vez más.

La emoción se mantenía por la incertidumbre del resultado. San José había jugado mejor, pero se encontraba apretado en el marcador. Y Salt Lake, que parecía la cenicienta, aprovechaba a fondo sus oportunidades y se metía en la expectativa del encuentro. Con la movilidad de Ruiz, Real era un equipo peligroso. El propio Ruiz sacó un remate fuerte que se fue apenas alto a los 81′, en una situación clara para Salt Lake.

La expulsión de Silva a los 84′ fue una estocada para Real. Y aprovechó San José, que enseguida estiró la ventaja con el gol de Wondolowski a los 85′ para dejar las cosas 4 a 2.

Al final, cuando el partido entró en una zona claiente y abundaron algunos golpes y puntapiés, el equipo de Almeyda encontró una diferencia más, tras la mano de Beckerman, y Eriksson que marcó el 5 a 2 con su remate a los 90+5′ del juego.

Con buen fútbol, mucha intensidad y un gran espíritu de sacrificio, San José Earthquakes se llevó la victoria y un montón de goles para soñar.


Hernán O’Donnell