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La ventana de la clasificación al Mundial de Basketball trajo emociones y sopresas

Noche de viernes, clima de verano de un fin de Febrero que tuvo más lluvias y días frescos de los esperados, pero como siempre, la ilusión de ver básquetbol, un deporte “indoor” que cautiva al planeta y que tiene en esta ventana de la Clasificación a la Copa Mundial de la FIBA Filipinas-Japón-Indonesia 2023, un interés mayúsculo pues se perfilan los equipos que van a llegar a la contienda.

En primer turno fue para Panamá y Paraguay, quienes venían con el arrastre de dos derrotas y la necesidad imperiosa de sumar puntos para mantener la ilusión. El antecedente inmediato eran las victorias del equipo centroamericano sobre Paraguay en los dos últimos enfrentamientos, aunque no venía con mucho “goleo” en sus partidos de la ventana pasada, ambos contra Venezuela, en los que cayó por 77-56 y 70-53.

Paraguay, en tanto, acumulaba ocho caídas en sus últimas presentaciones, algunas muy abultadas como las que tuvo ante Argentina en la primera ventana jugada en Noviembre de 2021.

Comenzó mejor el equipo sudamericano, con buena circulación y efectividad, y se llevó el primer cuarto por un parcial de 19-13. Paraguay se sostuvo en su base, Edgar Riveros y el trabajo de Adolfo López y Fernando Dose, pero en el segundo cuarto se recuperó Panamá con una reacción que lo llevó a remontar el marcador, había quedado 24-16, para acercarse, primero a 24-23, luego lo superó por 26-28, hasta quedarse al final del primer tiempo adelante por 33-39, en un parcial que le fue muy favorable, el segundo, pues en ese lapso la distancia fue de 14-26. Habría de ser el mejor cuarto de la selección centroamericana.

A partir de allí se acentuó el trabajo de Panamá. En el tercer cuarto Eric Alexander Romero James, Josimar Ayarza, Trevor Gaskins y Carlos Rodríguez acentuaron su dominio, y ampliaron la diferencia a 46-55.

El cuarto episodio fue similar al segundo por la amplitud del dominio de Panamá. Tuvo mayores quites de balón, más asistencias, menos perdidas, más bloqueos y menos infracciones. Concluyó entonces con un categòrico 81-59 para Panamá, que ahora se las verá contra Argentina, que sufrió una dura derrota ante Venezuela, por lo que promete ser una noche de sábado de super acción.

Hernán O’Donnell

Banfield tuvo convicción y logró un triunfo importante

Banfield llegó a Vicente López para enfrentar a Platense con una idea clara y definida. Con convicción para llevarla adelante, e inteligencia para sostenerla en los momentos complicados. Salió a atacar, tapó los caminos del “Calamar” y casi no tuvo sobresaltos. El local tuvo voluntad y ganas, pero no encontró los caminos, se enredó en el medio campo y le costó muchísimo abastecer a Gonzalo Bergessio, su anotador. Entonces, el partido tuvo un rumbo y un destino favorable al visitante.

Comenzó bien Platense. Con una disposición que mantiene a lo largo de las fechas; línea de cuatro con Augusto Schott, Ruiz Díaz, Gaston Suso y Juan Infante; doble cinco con Hernán Lamberti e Iván Gómez, por delante Schor, Nicolás Bertolo y Horacio Tijanovich, y “Lavandina” Bergessio en el centro del ataque. Eso, cuando tuvo el balón, porque cuando lo perdió se transformó en un 4-4-1-1, con Schor y Tijanovich en la línea de Lamberti y Gómez, Bertolo más adelantado en el medio y por delante de él, Bergessio.

Banfield avisó a los 8′ con un remate de Juan Pablo Alvarez, su mejor figura, que pasó muy cerca del palo derecho de De Olivera. Era la primera señal del “Taladro”. Con Bologna en el arco, Coronel, Maldonado, Luciano Lollo y Quinteros en el fondo; Matías Romero, Nicolás Domingo y Giuliano Galoppo en el medio, y Agustín Urzi, Juan Cruz y Juan P. Alvarez, la figura del partido, en el ataque. De a poco, se hizo del balón y volcó el juego hacia el arco de De Olivera.

Para colmo, a los 12′ se lesionó Gastón Suso en la zaga local y debió ser reemplazado por Andrade, que redondeó un buen partido.

Y no sería la única lesión en el local. A los 31′ fue Horacio Tijanovich el eque debió dejar el campo y lo sustituyó Russo, quien pasó a la banda derecha y Schor se corrió a la izquierda.

Banfield dominaba y a los 33′ un centro de la derecha fue conectado por Juan Pablo Alvarez, que pasó cerca del poste derecho del arco local.

Y llegó, a los 43′, el tiro libre de Galoppo, bien ejecutado, por abajo y junto al palo izquierdo de De Olivera, para marcar el 0-1 para Banfield.

El aluvión visitante siguió y a los 44′ un jugada por derecha quedó servida para el disparo de Juan Cruz, y su disparo fue rechazado por De Olivera. Así, con un claro dominio visitante, se cerró la primera parte.

Claudio Spontón, entrenador de Platense, determinó una tercera variante en el entretiempo, para no gasta una ventana más, la única que le quedaba. “Tito” Canteros ingresó por Nicolás Bertolo.

Banfield empujaba y a los 50′ Alvarez se fue por izquierda, sacó un centro preciso y Ruiz Díaz sacó el balón. Diego Dabove, entrenador de Banfield, recurrió, a los 63′, a las dos primeras modificaciones de su conjunto. Jesús Dátolo entró por Romero, y Erik López ingresó en lugar de Juan Cruz.

Se sostenía el “Taladro” en su dominio, y a los 70′ desbordó Coronel, sacó el centro atrás y Galoppo elevó su remate por encima del travesaño, en otra clara oportunidad.

Se la jugó, entonces, Spontón. Iban 72′ y decidió sacar a los dos volantes medios, Lamberti e Iván Gómez e ingresaron Franco Baldassarra, volante creativo, y Rodrigo Contreras, delantero. Quedó la línea de cuatro, Canteros como volante medio, y el resto, al ataque.

En la partida de ajedrez de los entrenadores, Dabove respondió con dos cambios a los 74′. Eseiza ingresó en lugar de Urzi, de juego similar, y Juan Andrada, volante central de corte y distribución, entró por el más ofensivo Giuliano Galoppo.

El “Calamar”, jugado, forzó situaciones sobre el final. La más clara fue de Bergessio, a los 76′, pero Bologna rechazó su tiro. Se lesionó el delantero paraguayo López y el defensor Alejandro Macile lo reemplazó. Banfield terminó con tres centrales, Maldonado, Maciel y Lollo, con Coronel y Quinteros por los laterales.

Las últimas emociones fueron en el descuento. A los 90+3′ Jesús Dátolo elevó su tiro por arriba, y a los 90+4′ fue expulsado, por doble amonestación, Coronel, en la visita.

Pero todo concluyó sin modificaciones. Platense tuvo una noche opaca y Banfield supo interpretar su idea, sostenerla con convicción, y lograr tres puntos merecidos.

Hernán O’Donnell

Agropecuario fue paciente, espero su momento y eliminó a Almirante Brown

La Copa Argentina es vibrante, atractiva y emocionante por donde se la mire. De principio a fin, desde el primer encuentro hasta la gran final. Un torneo federal y abarcativo, que propone la participación de todos los equipos profesionales de la Argentina, de todas las categorías y de todo el país. Que comienza con una clasificación por regiones hasta llegar a este cuadro definitivo de 32 avos de final, donde se hallan los conjuntos de las categorías mayores y aquellos que se clasificaron, vinieran de donde vinieran. En esta edición, la décima desde que se restituyó el certamen, han participado, y participan, equipos de todos las categorías: Primera División, Primera Nacional, Primera B Metropolitana, Primera C, Primera D y el Torneo Federal A. El cuadro final cuenta con 64 participantes: los 26 que formaron parte de la Liga Profesional en la temporada 2021, y los conjuntos que lograron la clasificación el año pasado de la Primera Nacional (15), la B Metropolitana (6), la Primera C (4) y la Primera D (3) y el Torneo Federal A (10). 

En esta etapa cada partido es una suerte de final que encierra emociones, intereses y morbo, mucho morbo, porque siempre debe haber un vencedor, entonces cada encuentro debe tener una definición, que cuando llega por la vía de la ejecución de los tiros desde el punto del penal, genera un atractivo irresistible, sobre todo para los “neutrales”.

Esta etapa final ya comenzó, y con Almirante Brown ante Agropecuario de Carlos Casares inauguramos la serie en la web.

Arrancó mejor el equipo de Isidro Casanova, con una disposición ofensiva, un planteo ambicioso, y vocación por el ataque. Los dos presentaron un esquema similar, de 4-4-2. Línea de cuatro clásica en Almirante, con Varela, Dáttola, Alan Barrionuevo y Ghirardello; Leo Flores por derecha, Rodrigo Vélez y José Luis García por el medio y Diego García volcado a la izquierda, en tanto Cristian Chávez y “Nacho” Colombini se mostraban en ataque.

El equipo de Carlos Casares también jugó con cuatro defensores, Montero, Stéfano Callegari, Néstor Moiraghi y Milton Ramos; Alejandro Melo, Maccari, Fritzler y Matías Nuñez; y en el ataque, Brian Blando y Emanuel Denning. Y, después de un cuarto de hora de dominio de Almirante, se soltó Agropecuario y se adelantó en el campo de juego.

Así, empezó a mandar señales de peligro. A los 26′ Montero probó desde afuera luego de una buena jugada colectiva. A los 29′ fue Nuñez el que remató y su tiro pasó cerca. Reaccionó el equipo de Fabián Nardozza y a los 37′, tras un tiro libre a favor, bien ejecutado, apareció Cristian Chávez para cabecear, y el arquero Williams Balasina la sacó al corner.

La última del primer tiempo fue para el equipo de Carlos Casares; vino un centro de la derecha, cabeceó Dening y el balón pasó arriba del travesaño.

Almirante salió con una variante en el segundo tiempo; Guzmán ingresó en reemplazo de Leonardo Flores. Sin embargo, fue Agropecuario el que cosechó las mejores oportunidades. A los 49′ un centro de Montero desde la derecha fue conectado por Dening y Ramiro Martínez, el arquero de Almirante, la sacó con una mano.

A los 54′ hubo una media vuelta de Blando y otra vez apareció Martínez para sacarla al corner. Hasta que llegó un momento clave, a los 61′, cuando tras un tiro libre para Agropecuario llegó Maccari para rematar, sin intención golpeó a Martínez el balón dio en el palo, y como consecuencia del choque el arquero de Almirante debió salir. Lo reemplazó, en su debut, Nicolás Forastiero. Además, Florián Monzón ingresó por Cristian Chávez, y Patricio Núñez reemplazó a Cristian Varela, en tanto en Agropecuario Narese ingresó por Maccari y José Muñoz lo hizo por Matías Núñez. En total, con tantas variantes, llegamos a los 66′ de juego.

Y apenas se reanudó llegó el primer golpe del equipo sojero. Iban 70′ cuando Dening entró al área por derecha, enganchó al fondo, sacó el centro atrás y el ingresado Muñoz remató para vencer al ingresado Forastiero. El encuentro quedaba 0-1 para Agropecuario.

Y enseguida llegó el golpe de gracia, con un contragolpe feroz que Dening aprovechó para gambetear la salida de Forastiero, y definir con precisión para poner el 0-2 a favor de Agropecuario cuando iban 76′ de juego.

Llegaron más modificaciones; a los 77′ Víctor Gómez entró en lugar de Ghirardello, en Almirante. A los 78′, Balbi reemplazó a Alejandro Melo, en Agropecuario. Más tarde, a los 83′, Farías entró en reemplazo de Emanuel Dening, y Milton Leyendeker ingresó en lugar de Brian Blando.

La última esperanza de Almirante Brown fue a los 86′, cuando Diego García remató arriba del travesaño. Después, a los 88′ el equipo de Casares pudo aumentar de contragolpe.

A pesar de que se agregaron siete minutos, el partido estaba definido. Agropecuario supo ser paciente, esperar su momento, estudiar al rival y en el segundo tiempo liquidarlo, para darle una alegría a su pueblo y soñar con la querida Copa Argentina, siempre llena de sorpresas.

Hernán O’Donnell

Con los partidos clasificatorios, el Mundial de Basketball toma vida

La segunda ventana de los Clasificatorios de las Américas para la Copa del Mundo FIBA 2023 ya está en marcha. Igual que en el resto de las regiones que agrupan, según el continente, a los equipos que sueñan con llegar a la Copa Mundial de Basketball de la FIBA Filipinas-Japón-Indonesia 2023, este fin de semana se puso en marcha una agenda nutrida con la segunda ventana de partidos, en las cuatro regiones: África, América, Asia (incluida Oceanía) y Europa.

En total será una serie de seis ventanas que comenzaron en Noviembre de 2021 y finalizarán en Febrero de 2023, para determinar los clasificados: 5 de África, 5/6 de Asia y Oceanía, 7 de América, y 12 de Europa.

Esta segunda fecha es muy importante porque puede determinar a los candidatos a la clasificación a la segunda ronda. Habrá una marca de quienes se perfilan para lograr el primer objetivo. En el caso de la ventana disputada en Buenos Aires, Argentina y Venezuela llegaron a su enfrentamiento con los dos primeros partidos ganados, con lo cual el juego ya tenía un interés extra porque uno habría de resbalar en su marcha, mientras que Panamá y Paraguay tienen en su choque una magnífica oportunidad.

Pero no sólo en Buenos Aires se vivirán grandes partidos. También en Sudamérica se espera ver por el rendimiento de Brasil y Uruguay, o lo que puede pasar en el norte con los choques entre Canadá y República Dominicana, o la exposición que tendrá México ante Cuba, y ni que hablar cuando enfrente a Estados Unidos.

América espera ver partidos emocionantes, con la necesidad de algunos locales, como Cuba o Chile, de revertir malos resultados, aprovechar la localía y encaminarse en la clasificación.

Para la Argentina, todo un sueño, amén de haber recuperado a figuras como Carlos Delfino y otros basquetbolistas que actúan en Europa. Así lo entendió el entrenador Néstor García, quien dijo que “sabemos que tenemos una eliminatoria muy difícil, por eso estoy muy agradecido al Consejo Directivo de la CABB (Confederación Argentina de Basquetbol) y a su presidente, por el esfuerzo que han hecho para convocar del exterior, como Luca Vildoza. Y vienen Delía, Delfino, Brussino y Mata. El resto son jugadores de nuestra Liga Nacional y creo que, al conocer a Panamá y Venezuela, son los ideales para esta ventana”, señaló García, en un comunicado de la Confederación Argentina de Baloncesto.

Ahí están los sueños del entrenador, ahí está el esfuerzo de los jugadores. Ahí está la ilusión del Basquetbol de la Argentina.

Hernán O’Donnell

Saavedra se ilusiona con el gran comienzo de Platense

Otra victoria de local, otros tres puntos ganados y el sueño, aún incipiente, empieza tomar forma. Platense venció a Sarmiento en su cancha, como lo hizo ante Talleres en la primera fecha, aunque esta vez con mejor juego y menos sufrimiento. Estuvo a un minuto de ganar en Tucumán, y la gente se fue feliz en este domingo que amaneció muy lluvioso y cerró con un sol cálido y auspicioso.

Por eso la alegría del pueblo “Calamar”, que gozó, esta vez, no solo de un buen triunfo, sino de una buena actuación. Platense salió a buscar el partido, con muchos cambios obligados por una gripe que afectó a varios jugadores, amén de otros que tuvieron problemas físicos. Pero el equipo no sintió las variantes; más aún, elevó su producción. Con un esquema de 4-1-4-1, línea de cuatro con Augusto Schott, Ruiz Dìaz, Gaston Suso y Cardozo, la responsabilidad de patrullar el centro del campo recayó en Hernán Lamberti, esta vez sin el auxilio eficaz de Iván Gómez. Por delante se pararon “Nacho” Schor, Nicolás Bertolo, Franco Baldassarra y Horacio Tijanovich, y de centro delantero, Gonzalo Bergessio.

Sarmiento le opuso un 4-4-2. Lucas Acosta en la valla, Gonzalo Bettini, Guanini, Federico Andueza y Lautaro Montoya; Sergio Quiroga, Julián Chicco, Emiliano Méndez y Yair Arismendi; y en el ataque, Julián Brea y Jonatan Torres.

A los 7′ tuvo una chance la visita con un tiro libre de Brea que se fue cerca del palo derecho de Jorge De Olivera, el arquero local. Respondió Platense con un buen tiro de Tijanovich que contuvo Acosta. Luego, a los 18′ probó Emiliano Méndez desde afuera para la visita. Y a los 22′ fue Franco Baldassarra el que avisó desde lejos.

Era mejor Platense, y cerró el primer tiempo con un dominio sostenido, que apretó al equipo de Junín ante su área. A los 31′ armaron una buena jugada, nacida en un tiro libre, Schor y Tijanovich. La cerraron con un centro, el rebote le quedó a Schott y el remate del lateral se fue alto. Bergessio remató cruzado, más tarde, ya a los 37′ de juego.

Israel Damonte, el entrenador de Sarmiento, determinó dos modificaciones para el inicio del segundo tiempo. Gondou entró por Arismendi, y Castet ingresó en reemplazo de Lautaro Montoya.

Pero Platense ya había leído el partido y lo había interpretado. Jugaba por adentro, y entraba en algunos pasillos que se abrían en el esquema visitante. A los 46′ remató Nicolás Bertolo por arriba del travesaño; a los 49′ el propio Bertolo inició una corrida por el andarivel izquierdo interior, Gondou lo corrió de atrás y sin el oficio de un defensor, lo llevó por delante cuando entraba al área. al sentir el contacto, Bertolo se dejó caer y el árbitro sancionó la falta. Leve, pero falta al fin.

El penal lo asumió Gonzalo Bergessio, y a los 51′ puso el 1 a 0 a favor de Platense.

Ahí salió con todo la visita; a los 53′ De Olivera detuvo un buen cabezazo de Andueza. A los 56′ Lisandro López entró en lugar de Chicco, y le dio más dinámica al equipo de Damonte. Mientras, Claudio Spontón, el DT local, decidió sus primeras modificaciones a los 69′ de juego; Schor, lesionado, debió dejarle su lugar a Facundo Russo, en tanto “Tito” Canteros reemplazó a Nicolás Bertolo.

El partido creció, Platense lo controlaba y sarmiento comenzó a arriesgar. A los 73′ probó Lamberti y respondió muy bien Acosta. A los 75′ lo volvió a perder Platense, y a los 75′ también entró Jean Pierre Rosso en lugar de Gonzalo Bettini, y Federico Vismara ingresó por Emiliano Méndez.

Platense aprovechó las ventanas de los cambios para manejar los tiempos del partido. A los 81′ Mauro Bogado ingresó por Franco Baldassarra, y cuando iban 85′ Federico González entró en lugar de Horacio Tijanovich, en tanto que Rodrigo Contreras ingresó por Gonzalo Bergessio.

El final encontró a sarmiento jugado y a Platense listo para resolver de contragolpe. Y tuvos varias el “Calamar”. A los 87′ Facundo Russo armó una buena contra y su disparo fue sacado por Acosta.

Cuando el telón bajaba, a los 90+3′, Contreras inició un contragolpe, abrió a la derecha para Russo, este se la devolvió con una buena asistencia y Contreras definió bien ante la salida de Lucas Acosta, para marcar el 2 a 0 para Platense.

Fue una victoria clara, como la tarde se despejó al comenzar el partido, para dejar atrás la intensa lluvia, llenarla de rayos de sol y prender la ilusión al barrio de Saavedra.

Hernán O’Donnell

Atlanta puso fútbol y coraje para llevarse lo que merecía

El Campeonato de Primera Nacional “Islas Malvinas” 2022 promete ser largo, duro y apasionante. Competitivo y extenuante. 37 equipos a enfrentarse todos contra todos, en una sola rueda, pero casi tan larga como los viejos torneos de 20 conjuntos a ida y vuelta con lo cual cada participante jugaba 19 encuentros de local, 19 de visita y sumaba 38 en total. Casi la misma cantidad de ahora, pero desarrollados en un solo enfrentamiento. Y con el premio mayor para el que finalice primero, que es el ascenso a la Liga Profesional, mientras que del segundo al decimotercero van a un torneo reducido que también promete ser apasionante y demoledor. La ventaja para el segundo es que ingresa en semifinales, y el tercero lo hace desde cuartos de final. Del cuarto al decimotercero, empiezan los juegos de octavos de final.

Claro que no todo será un jardín de rosas; los dos últimos de la tabla, descienden. Sin promedios, con lo cual el año es crucial y el arranque decisivo para no jugar contra el conocido y temible “fantasma” del descenso.

En eso están los equipos, y Atlanta y Güemes, sueñan con el premio mayor. Por lo menos, con el ascenso. Y en la tarde calurosa de Villa Crespo el local supo revertir un resultado adverso y un partido complicado, bajo un calor intenso que en el campo de juego se sintió mucho más.

Porque Atlanta ganó sobre el final, es verdad. Pero lo mereció. Fue mucho más que su rival en el primer tiempo y también en el segundo, aunque allí la diferencia se achicó un poco. El equipo de Walter Erviti fue el dueño de la tarde y fue justo que se quedara con la victoria.

Porque había sido más en el inicio. Con las líneas bien adelantadas, la salida prolija desde el fondo a través de los laterales, Alejo Dramisino y Augusto Gallo, el manejo de Maxi gonzález en el centro del campo, la conducción de Juan Galeano por derecha y Pérez Godoy por izquierda, y los tres delanteros, el recuperado Julián Marcioni, Klusener y Edilio Cardozo, el equipo se hizo sentir. respaldado por su arquero, Sumavil y los dos centrales, Alan Pérez y Rodrigo Colombo.

Así, a los 10′ llegò a través de Cardozo, pero su centro fue contenido por Joaquín Papaleo, arquero visitante. Güemes presentó una clásica línea de cuatro con Juan Salas, Gabriel Fernández, Pucheta y Gabriel Lazarte. Tres volantes, Tomás Assennato, Luis Jérez y Mario Juárez, a los que se sumaba Marcos Fernández cuando el equipo perdía la pelota para armar una doble línea de cuatro, y Juan Muriel Orlando y Claudio Salto en el ataque.

Pero le costó mucho a la visita hacer pie en el primer período. Atlanta se había adueñado del balón y sumó muchas situaciones para convertir. A los 21′ Klusener giró sobre la media luna y sacó un remate que se fue cerca; a los 25′ fue Edilio Cardozo quien disparó desde lejos y Papaleo sacó a un costado. Más tarde, a los 27′, Cardozo se fue por izquierda, puso el centro atrás y Galeano abrió demasiado el pie, por eso su tiro se perdió por el lateral, cuando era una chance factible. A los 29′ tuvo un remate alto Cardozo y Dramisino llegó a los 36′, pero su disparo salió alto tras una buena jugada colectiva.

Güemes llegó al área rival recién a los 44′ del primer tiempo. Fue en un pelotazo para Claudio Salto, pero Dramisino le ganó la posición, aunque al caer en el área el balón le dio en la mano, en una jugada controvertida.

Y si el primer tiempo había sido atractivo, el complemento se llenó de emociones. a los 15″ de juego Marcioni apuró la salida del medio del rival, cedió a Klusener, y Papaleo sacó su tiro al corner. Aún se acomodaban los espectadores tras el descanso y el partido entraba en ebullición.

Güemes reaccionó y se empezó a acercar al arco local. A los 47′ Salto sacó un remate que pasó cerca del palo derecho de Sumavil; a los 52′ fue Juárez el que disparó y respondió el arquero “Bohemio”. Hasta que llegó el golpe.

Iban 56′ cuando Orlando cabeceó al arco local, Sumavil pudo rechazar pero el rebote le quedó a Tomás Assennato quien, con un tiro cruzado, puso el 0-1 a favor de Güemes.

De pronto, y sin merecerlo, Atlanta se encontraba abajo en el marcador. Entonces Walter Erviti determinó tres modificaciones, a los 62′ de juego: Frabricio Pedrozo entró por Julián Marcioni, Ramón Fernández reemplazó a Cardozo y Franco Perinciolo ingresó por Augusto Gallo. Para colmo, cuando iban a reanudar, a los 65′, Pérez Godoy no pudo continuar y fue reemplazado por Matías Molina.

El local quedó con Molina, Alan Pérez, Rodrigo Colombo y Perinciolo; Maxi González en el centro del campo; más arriba Galeano, Dramisino, Ramón Fernández y Fabricio Pedrozo, y bien de punta, Klusener. A todo o nada, volcó toda la carne en el campo rival.

Pablo Martel, entrenador del conjunto de Santiago del Estero, propuso los primeros dos cambios a los 70′ del partido; Facundo Melivilo por Marcos Fernández y Veliz por Orlando.

Pero el final tenía más emociones guardadas; a los 76′ Gabriel Fernández despejó con la mano y el árbitro sancionó penal y segunda amarilla para el zaguero visitante. Empató Klusener, desde el punto de penal, a los 78′ y el encuentro quedó 1-1, aunque la visita con un hombre de menos.

Por eso Pablo Martel determinó que Olivares ingresara por Claudio Salto, a los 78′, para recomponer la línea de cuatro defensores. Güemes quedó, de esta manera, con un 4-4-1. Pero ya muy retrasado en campo de juego.

La última variante en el equipo “Bohemio” iba a ser a los 80′ cuando Erviti entendió que era el momento de sumar gente en ataque y buscar la victoria ante un rival en inferioridad numérica. Por eso dispuso que Juan Bisanz ingresara por Alejo Dramisino.

Y le dio frutos muy rápido, porque a los 81′ Ramón Fernández cruzó un pelotazo largo y preciso para la entrada de Bisanz, este cedió al medio de cabeza, y Klusener, quien entró como una tromba, puso el 2 a 1 para Atlanta.

El Estadio “Don León Kolbowski” estalló de alegría y de angustia contenida. El “Bohemio” había logrado revertir el marcador.

Martel intentó una reacción y a los 84′ dispuso que Ramón Lentini ingresara por Assennato. Güemes se volcó al ataque. Ya en el descuento tuvo un tiro de esquina a favor y los diez jugadores se metieron en el área a la búsqueda de la igualdad. Incluído el arquero Papaleo. Pero el tiro de esquina fue despejado por la defensa y el “Melli” Juan Bisanz tomó el balón solo en su campo, emprendió una larga corrida con él, cruzó todo el campo y ya dentro del área rival y con el arco despejado remató para convertir el 3 a 1 a favor de Atlanta a los 90+4′ de juego.

Fue el broche de oro para una tarde feliz en Villa Crespo. El equipo supo remontar el marcador, poner fútbol y coraje, y apagar el calor de la tarde con tres tantos que se gozaron como una bebida helada, cuando el campeonato empieza su marcha que promete ser dura, pareja y muy exigente.

Hernán O’Donnell

Argentinos anticipó el primer baile de carnaval

Fue una actuación casi perfecta, con un dominio claro y absoluto desde el inicio del encuentro hasta el final. Fue una producción magnifica la de Argentinos Juniors, que en su casa goleó a Newell’s Old Boys por 3 a 0, en la mejor actuación desde que Gabriel Milito está a cargo del equipo de La Paternal, tal como lo reconoció cuando lo consultamos en la conferencia de prensa posterior al juego. Argentinos Juniors fue muy superior a Newell’s, tuvo la pelota, la supo manejar, presionó con intensidad y mantuvo “pequeñas sociedades” que hicieron al “gran equipo”, tal como alguna vez explicó uno de los tantos secretos que tiene este juego, ese conocedor profundo que es César Luis Menotti.

Y una de las “pequeñas sociedades” la integraron Lucas Villaba y Fausto Vera, para salir limpios desde el fondo, aprovechar los espacios que dejaba el elenco rosarino y jugar con mayoría frente a Pablo Pérez.

Argentinos además se sostenía en la fortaleza que implican Kevin Mac Allister y Miguel Torrén en defensa, la elegancia para conducir de Matías Galarza, las proyecciones de Javier Cabrera y “Lucho” Gómez por las bandas, el talento de Carabajal y la potencia en el ataque de Nicolás Reniero y Gabriel Avalos.

Fue mucho para este tibio Newell’s, que siempre estuvo lejos de la marca y de la recuperación, que no pudo resistir el dominio del local. Y le costó una enormidad llegar a posiciones de ataque, excepto los diez minutos iniciales del segundo tiempo.

Era más el “Bicho” y a los 10′ abrió el marcador con un remate fuerte de Gabriel Avalos junto al palo derecho de Mauricio Arboleda, el arquero de Banfield. Así, Argentinos Juniors se posicionaba 1 a 0 en el marcador.

Insistió el local en el dominio, y a los 16′ fue Gabriel Carabajal el que probó de lejos y el balón pasó muy cerca del poste derecho de Arboleda.

Newell’s no encontraba la pelota, no se acomodaba al partido. Con poca presencia ofensiva, Ramiro Sordo aislado, Nicolás Castro intermitente, sólo algún chispazo de “Panchito” González hubo en el primer período.

A los 29′ Lucas Villalba inició una buena jugada por izquierda y habilitó con precisión a Gómez, quien entró al área con decisión, pero el remate fue al corner. Nicolás Reniero siguió con un buen disparo, cuando iban 32′. Y con un dominio sostenido del local, se cerró la primera parte.

Javier Sanguinetti, entrenador del equipo rosarino, decidió una variante para comenzar el segundo tiempo: Juan Manuel García ingresó en la ubicación de Ramiro Sordo. Newell’s mejoró un poco en ese comienzo; a los 51′ forzó un corner que Cristian Lema estuvo cerca de concretar. Volvió a llegar a los 56′, con un pase de Nicolás Castro del medio a la derecha, la aparición de Garro y el centro que García no pudo conectar y Torrén sacó al corner.

Después, volvió a ser todo de Argentinos Juniors. Volvió a hacerse del balón, y ya Newell’s no se lo pudo sacar. A los 60′ se lesionó Juan Garro y debió ser reemplazado por Justo Giani, en la visita. A los 61′ Gabriel Florentín entró por Gabriel Carabajal, en la primera variante que decidió Gabriel Milito.

Y a los 63′ se empezó a definir el partido cuando Reniero buscó a Matías Galarza, el colombiano Ditta cortó el pase, el balón le llegó a Avalos y este volvió a buscar a Galarza, quien entró libre al área y con un buen remate decretó el 2 a 0 para Argentinos Juniors.

Sanguinettí recurrió a dos variantes más, para intentar modificar el rumbo. A los 64′ J. Cacciabue entró por Pablo Perez y Guillermo Balzi ingresó en lugar de Nicolás Castro.

Pero no pudo influir demasiado, porque ya Argentinos tenía el dominio del partido y la visita lucía sin respuestas. Y enseguida llegó el golpe de gracia. Arrancó Mac Allister por la derecha, abrió para la derecha para Reniero, este lanzó el centro, Kevin recibió el toque sutil de Cabrera, remató al arco y Cristian Lema desvió su tiro. El balón le quedó a Gabriel Avalos que no dudó a la hora de convertir y poner el 3-0 para Argentinos Juniors cuando iban 71′ de juego.

Mateo Coronel ingresó por Reniero a los 72′. Y a los 74′ lo tuvo Avalos, con un gran cabezazo que controló Arboleda. Y a los 78′ llegaron tres variantes para el local; Thiago Nuss entró por Galarza, Mariano Bittolo remplazó a Gabriel Avalos, y Gastón Verón ingresó por Javier Cabrera.

Newell’s tuvo una llegada recién al final, cuando iban 84′ y Balzi remató, Lanzillota tapó y el rebote fue desviado por Torrén al corner. A los 85′ fue otra vez el local quien tuvo una chance más, cuando Coronel cedió a Verón y el disparo fue sacado por Arboleda al córner.

Argentinos había redondeado una tarde excepcional, donde el equipo ganó, goleó y gustó. Fue superior a Newell’s de punta a punta, de principio a fin, generó una enorme ilusión en sus hinchas y se anticipó a los primeros bailes de carnaval que, año tras año, llegan en febrero.

Hernán O’Donnell

Cuando la noche se hacía oscura, Gonzalo Bergessio encendió la luz

Habrá que empezar por el final; por el último minuto del partido, cuando todo parecía concluir con híbrido 0 a 0 entre Platense y Talleres, en una noche que tuvo más oscuros que claros y donde el equipo cordobés mostró algunas variantes más que el local, y dentro de la paridad, hizo algo más. Sin embargo, el fútbol está lleno de sorpresas y de incertidumbre, que muchas veces al final tuercen la balanza para el lado menos esperado. Eso fue lo que sucedió en ese momento, cuando ya iban 90+3′ de juego y Nacho Schor se fue por derecha, enganchó hacia adentro, sacó el centro al corazón del área y Gonzalo Bergessio se metió como una tromba para conectar de cabeza y vencer la resistencia de Guido Herrera, el arquero visitante, y sellar el 1 a 0 para Platense, que ya, con pocos segundos de juego por delante, no habría de modificarse.

Era el cierre impensado de un partido que se le había hecho muy complicado al “Calamar”. porque Talleres había tenido más el balón, había sido más protagonista y manejó los movimientos en el inicio del encuentro. Fueron unos veinte minutos donde el conjunto de Angel Guillermo Hoyos tuvo la iniciativa, aunque no generó llegadas profundas. A los 24′ ganó un balón Enzo Díaz, habilitó a Girotti, y De Olivera, el arquero local, supo salir rápido y cortar el avance. A los 28′ volvió a llegar la visita a través de una buena maniobra de Díaz. Talleres mostraba sus cartas.

Platense se acomodó un poco más al final del primer tiempo. Con una clásica línea de cuatro, Schott, Ruiz Díaz, Suso e Infante, doble volante central con Iván Gómez y Hernán Lamberti, más adelante Tijanovich, Delgadillo y Brian Mansilla, con “Lavandina” Bergessio como referncia de ataque, a los 33′ avisó ccon un remate cruzado de Iván Gómez.

Talleres buscaba salir por los laterales, Matías Catalán y Enzo Díaz. Méndez, de buen primer tiempo, y Fernando Juárez para contener, Matías Esquivel, Garro y Héctor Fértoli para apoyar a Federico Girotti en el centro de la delantera.

Platense atacó a los 41′ con un centro de Tijanovich que Bergessio cabeceó alto, y Talleres respondió con un disparo de Girotti, que pasó muy cerca del poste izquierdo del arco local.

En el complemento, el trámite fue parecido. Insinuó más la visita, pero sin peso ofensivo. Y de a poco, el partido se oscureció. Intentaron los entrenadores con algunas modificaciones. Primero fue Claudio Spontón, el técnico local, quien a los 54′ hizo dos variantes: Nicolás Bertolo entró por Brian Mansilla, y Schor reemplazó a Nicolás Delgadillo.

Talleres tuvo su primer cambio a los 67′, cuando Juan Carlos Esquivel entró a jugar bien abierto en la banda derecha, en reemplazo de Matías Esquivel. Y tuvo, el ingresado, una oportunidad clara a los 71′, cuando le llegó el balón y, tras acomodarse, sacó un disparo que se fue alto.

A los 75′ Franz González entró en lugar de Horacio Tijanovich. Pero no cambiaba el rumbo, el partido se jugaba en la mitad de la cancha. Platense ya era un 4-1-4-1, con Lamberti como único volante medio y Gómez sumado a la línea de Schor, González y Bertolo. Luego, a los 85′ Baldassarra reemplazó a Gómez, pero el esquema se sostuvo.

También a los 85′ Andrade debió reemplazar a Gastón Suso, con alguna molestia. Y en la visita, Francisco Alvarez entró por Rafael Pérez, cuando iban 87′ de juego.

En ese final llegaron las emociones. Primero, con un disparo de Schor que Herrera sacó al corner, a los 88′. Parecía que iba a haber algo. A los 88′ Angelo Martino ingresó en lugar del “Rayo” Fértoli, en el equipo cordobés.

Y cuando la noche le ganaba al juego, apareció Schor por derecha, el centro, el cabezazo de Bergessio y las luces de Vicente López de pronto se encendieron para iluminar una ilusión.

Hernán O’Donnell

Super Bowl LVI: Cincinnati Bengals va por la gloria con Joe Burrow, el joven estrella que no quería ser quarterback

Cincinnati buscará su primer Super Bowl de la mano de Joe Burrow. Crédito: Twitter @Bengals

Tuvieron que pasar 33 años para que la ciudad de Cincinnati vuelva a ilusionarse con alcanzar, por primera vez, la gloria máxima en la NFL. El domingo 13 de Febrero de 2022, en Los Ángeles, los Bengals harán su primera aparición en un Super Bowl desde 1988. Se enfrentarán ante los Rams en su casa, el SoFi Stadium, en un evento que incluirá un concierto plagado de estrellas en el entretiempo.

Un escenario que ni el más optimista podría haber imaginado meses atrás, aún cuando los Bengals tenían un inicio de temporada prometedor. De hecho, el propio quarterback del equipo, Joe Burrow, admite que no esperaba llegar tan lejos antes de que comience la campaña: “Creo que si me hubieras dicho antes de que iniciara la temporada que llegaríamos al Super Bowl, probablemente hubiera dicho que estás loco. Después, jugamos toda la temporada y nada me sorprende”.

La temporada 2021 significó un giro rotundo para la franquicia de Ohio. De ser últimos en su división, la AFC Norte, por tercer año consecutivo en 2020, pasaron a ser los ganadores, por encima de los Pittsburgh Steelers, Cleveland Browns y Baltimore Ravens. A partir de ahí, gestaron el camino hacia el Super Bowl LVI, al que accedieron tras una épica remontada ante los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes en la final de la Conferencia Americana.

La transformación de los Bengals, que dejaron atrás su mote de equipo débil para convertirse en uno de los más respetados de la liga en tan sólo un año, tiene mucho que ver con la llegada de Burrow. Tras una decepcionante temporada en 2019, en la que terminaron con récord de 2-14, los Bengals se aseguraron la primera selección del Draft del año siguiente por ser el equipo con la peor marca. Y no dudaron al momento de elegir a quien venía de tener un año fantástico en el fútbol americano universitario.

El fútbol americano, en los genes de los Burrow

Nacido un 10 de diciembre de 1996 en Ames, Iowa, la vida de Joe Burrow estaba ligada al deporte ni bien llegó al mundo. Su padre, Jim, jugó fútbol americano universitario en Nebraska (al igual que los hermanos mayores de Joe, Jamie y Dan) y tuvo una larga trayectoria en los roles de entrenador asistente (Iowa State y Nebraska) y coordinador defensivo (North Dakota State y Ohio University).

Sin embargo, Burrow no quería ser quarterback al principio: “Quería ser corredor o receptor, no sé por qué. Supongo que pensaba que en el fútbol americano infantil no lanzarían mucho el balón, así que quería tenerlo en mi mano. Obviamente, me alegro de que haya funcionado. Esta es mi carrera, no sé si podría haber sido receptor en la NFL, pero puedo jugar de quarterback bastante bien.” El tiempo le dio la razón a su entrenador de la infancia, que lo formó en esa posición. Mientras su padre trabajaba en la universidad de Ohio, Burrow asistía a la secundaria en Athens. Allí, se destacó tanto en fútbol americano y básquetbol, aunque luego optaría por el primero.

Como quarterback de los Bulldogs, Burrow condujo a la escuela a los playoffs en tres años consecutivos antes de dar el salto a la universidad. Su excelente estadía en Athens (11400 yardas aéreas y 157 touchdowns) culminó con un gran 2014 que le valió el Mr. Football Award, un premio al mejor jugador de fútbol americano de escuela secundaria en Ohio. Cuatro años después, el estadio de la escuela fue renombrado en honor a Burrow.

El estadio de fútbol americano de Athens High School fue renombrado en honor a Burrow. Crédito: Twitter @ACSD_Athletics

La irrupción a la escena nacional

Su explosión en el fútbol americano universitario tardó en llegar. Luego de tres temporadas en Ohio State (aunque en la primera no jugó para adaptarse y estirar su período de elegibilidad), donde sólo jugó 10 partidos y se graduó en servicios financieros para el consumidor y la familia, Burrow se cambió a Louisiana State University (LSU) en 2018 y a partir de allí escribiría otra historia. Fue nombrado quarterback titular en su primera temporada, en la que completó casi 3000 yardas con 16 touchdowns y cinco intercepciones. Y el año siguiente fue aún mejor.

El 2019 de Burrow es considerado como la mejor temporada de un quarterback en la historia del fútbol americano universitario. Ese año, Joe condujo a los Tigers de LSU a la consagración en el campeonato nacional tras una temporada regular invicta (15-0) y, además, ganó el Trofeo Heisman (otorgado al mejor jugador de fútbol americano universitario del año) con un récord de casi 2000 votos de diferencia sobre Jalen Hurts, hoy quarterback de Philadelphia Eagles.

Joe Burrow con el trofeo de MVP de la final del Campeonato Nacional de fútbol americano universitario en 2019. Crédito: Twitter @LSUFootball

Con 5671 yardas, 60 touchdowns y seis intercepciones en aquella temporada, Burrow se despidió del deporte universitario acumulando un registro total de 8852 yardas, 78 touchdowns y once intercepciones. Ya estaba listo para dar el paso a la NFL y sería sin lugar a dudas el jugador a elegir por los Bengals, que contaban con la primera posición del Draft.

La primera selección suele generar la esperanza de que el destino de un equipo puede cambiar, pero muchas veces las expectativas no son cumplidas o hace falta algo más que un jugador para lograr modificaciones. En su año de novato, parecía que Burrow tendría una misión imposible en tratar de revertir la suerte de Cincinnati.

Una revolución en Cincinnati

Fue nombrado titular ni bien se sumó a los Bengals, pero las debilidades de la línea ofensiva y la carencia de talento en otras posiciones dejaron al recién llegado un tanto solo. Ya en la segunda semana frente a los Browns, en la que firmó 316 yardas y tres touchdowns, se reflejaba la falta de ayuda que Burrow recibía, ya que el equipo no pudo aprovechar su gran actuación y perdió 35-30. Aunque logró su primera victoria dos semanas después, al equipo le costó levantar cabeza y la NFL le terminaría proporcionando una dura bienvenida al joven quarterback: en la semana 11 frente a Washington, una lesión de gravedad en su rodilla izquierda le impidió a Burrow terminar la temporada. Los Bengals terminaron el 2020 con un pobre récord de 4-11-1. Era esperable que Cincinnati tardara un tiempo en fortalecerse, aún con el prometedor quarterback en sus filas. Pocos imaginaban que el salto llegaría en la próxima temporada.

Con la quinta selección del Draft 2021, los Bengals seleccionaron al talentoso receptor Ja’Marr Chase, quien además de asomar como uno de los jóvenes más prometedores de su camada, ya se conocía muy bien con Burrow de sus años en LSU.

El reencuentro de Joe Burrow y Ja’Marr Chase dio resultado en Cincinnati. Crédito: NFL.com

El quarterback encontró en él al socio que le faltaba en el campo de juego: con 81 recepciones, Chase aportó 1455 yardas (récord de la NFL para un rookie y la mejor marca en la historia de la franquicia) y 13 touchdowns. Teniendo en cuenta su química en los años universitarios (conectaron 621 de 906 pases para lograr 8565 yardas, 76 touchdowns y 11 intercepciones en dos temporadas juntos en LSU), podía anticiparse que este dúo funcionaría muy bien. Solo que nadie sabía que lo lograrían tan rápido.

Sin embargo, no fue solo la llegada de Chase lo que potenció a Burrow. Aunque los problemas de la línea ofensiva persistieron, ya que Burrow recibió 51 sacks en la temporada regular y otros 12 en los playoffs, los cambios en la defensa potenciaron al equipo: agunas de las caras nuevas fueron BJ Hill, Larry Ogunjobi y Trey Hendrickson (quien firmó libre y registró 14 sacks).

Una decisión clave fue la selección del pateador Evan McPherson en la quinta ronda del draft. Aunque muchos lo subestimaron, el tiempo le dio la razón a los Bengals. McPherson completó el 84.4% de las anotaciones de campo en la temporada regular y desempeñó un papel protagónico en el camino hacia el Super Bowl: convirtió las 12 anotaciones de campo que pateó en postemporada, incluidas las que le dieron la victoria a Cincinnati frente a Tennessee Titans y ante los Chiefs.

Desde luego, poco hubiera importado todo esto sin Joe Burrow. No solo se recuperó al 100% para el comienzo de la temporada, sino que volvió mejor todavía. Los Bengals empezaron con el pie derecho y, aunque tuvieron algunos altibajos en cuanto a resultados, su triunfo en la semana 16 ante los Ravens confirmó que tendrían una temporada ganadora por primera vez en seis años. Aquel día, Burrow se llevó todas las miradas al registrar 525 yardas (récord personal y de la franquicia) y cuatro touchdowns. La semana siguiente, Joey repitió una actuación estelar en el triunfo 34-31 frente a los Chiefs al lanzar 446 yardas y cuatro touchdowns para asegurarle a los Bengals el primer lugar en su división.
De esa manera, Burrow cerró la temporada regular con 4611 yardas y 34 touchdowns, lo que supuso un récord en la historia de los Bengals.

Semejante nivel significó también un aviso de cara a los playoffs. Burrow continuó haciendo historia en Cincinnati ni bien empezó la postemporada: el triunfo ante Las Vegas Raiders en la ronda de comodines terminó una sequía de 31 años sin victorias para los Bengals en los playoffs. El éxito en Tennessee en la ronda siguiente significó la primera vez que Cincinnati ganó como visitante en unos playoffs. En la final de conferencia, Burrow y compañía revirtieron un duro comienzo para remontar un 21-3 en contra, forzar el tiempo extra y ganar el juego a través de McPherson.

Por si había alguna duda, Burrow demostró que fue una acertada primera selección. Tan solo en su segundo año en la liga, logró lo que los Bengals tanto esperaron por más de tres décadas e ilusiona a Cincinnati con entregarle el esquivo trofeo Vince Lombardi. La franquicia había llegado al Super Bowl dos veces en su historia, en 1981 y 1988, pero cayó en ambas ocasiones ante los San Francisco 49ers.

Con su triunfo en la final de Conferencia Nacional, Los Angeles Rams evitaron una tercera final entre los Bengals y su verdugo. Aunque Matthew Stafford y compañía presentan un reto difícil, además de que jugarán en casa, nadie podrá quitarle la esperanza a Cincinnati, independientemente del resultado. Ya han sido muchos los años de pesimismo y frustración. Ahora es tiempo de creer, porque empieza un nuevo capítulo en su historia. Y quien mejor que Joe Burrow para ser quien lo escriba.

Martín O’Donnell

Excursionistas e Italiano mostraron algunas virtudes y un margen para mejorar

Excursionistas renovó casi todo el equipo y en ese cambio de figuritas aún debe afinar la máquina, pulir detalles, encontrar el juego y tal vez, la formación titular. es un plantel que se ha modificado con respecto al anterior. Se ha ido sus mejores figuras, con el “Colorado” Iván Müller a la cabeza que se marchó a la segunda división de Grecia. Hombres importantes como Miguel López y Leandro Montemarani. También el experimentado arquero Carlos Kletnicki, o el lateral izquierdo Matías Alaníz. Futbolistas útiles como Nahuel Arias o Ricardo Segundo también dejaron la institución, y el emblemático Patrico Roldán se retiró. Por lo tanto, se armó casi un equipo nuevo, que tuvo su estreno ante el siempre muy complicado Sportivo Italiano.

Al minuto llegó la visita, con una aparición por derecha y una doble tapada de Hugo Acevedo, el arquero local. El equipo de Della Picca se paró con una clásica línea de cuatro, sostenida por la experiencia de Nicolás Pizarro; En el medio Cabrera por derecha, Sosa en el medio, a su lado Marcelo Scatolaro y Lucas Vera Piris. Adelante, Alejandro Noriega y Valentín Robaldo.

El local se plantó con una línea de cuatro respaldada por el capitán Diego Molina, en el medio Franco Quiroz trabajó con voz de mando, por derecha Leonel Barrios, cerca del medio Franco Benítez, por izquierda Leandro Rodríguez y en el ataque Claudio Galeano y Alberto Benítez.

Se repartían el dominio, hasta que llegó el golpe del local. Iban 24′ cuando Juli Canosa lanzó un centro al área, la bajó Barrios y Benítez sacó un remate muy potente que se transformó en el 1 a 0 para Excursionistas.

Con el marcador en contra, Italiano se soltó un poco más. Buscó a partir del manejo claro de Cabrera por derecha, de Sosa en el medio, y el juego aéreo de Alejandro Noriega, en el que sobresalió el centro delantero visitante. Ganó una y otra pelota que le tiraron. Forzó la visita, hasta que tuvo su premio. Tiro libre a los 37′ que ejecutó Robaldo y con una buena comba, la puso junto al palo derecho de Acevedo para sellar el 1 a 1.

Y sobre el final pudo ampliar, la visita cuando un pelotazo largo fue captado por Cabrera por derecha, le ganó la espalda a Canosa y se fue mano mano contra Acevedo, pero su disparo fue rechazado por el arquero local que salvó la caída de su valla.

En el segundo tiempo levantó Excursionistas. Se paró unos metros más adelante y tuvo un poco más el balón, aunque le costaba armar juego. Después llegaron las ventanas de los cambios. A los 63′, el primero en la visita: Matías Martínez reemplazó a Vera Piris. Enseguida, a los 65′, hubo dos variantes en el “Villero”; Matías Morales reemplazó a Leandro Rodríguez, y Emanuel Grespán ingresó por Alberto Benítez.

Italiano volvió a tener una chance de tiro libre; fue a los 69′ y otra vez en los pies de Robaldo, pero el vuelo de Acevedo desvió el disparo.

A los 74′ se fue golpeado Valentín Robaldo y lo reemplazó Lucas Vicó, en Italiano.

Excursionistas mejoró con el ingreso de Morales, hábil y rápido en el sector izquierdo, y a los 77′ enganchó hacia adentro y sacó un tiro alto, en una buena posibilidad para el local. A los 78′ Jorge González reemplazó a Galeano en el local, y fue muy productiva y esperanzadora su tarea. González puso voluntad, mucho ímpetu y una búsqueda permanente de jugadas ofensivas.

Empezó a empujar más Excursionistas y tuvo un par de corners a favor, como para torcer el resultado, pero la defensa “Azurra” se mostró segura. A los 85′ Félix Orode entró en reemplazo de Barrios, en “Excursio”, y a los 86′ Mauro Scatularo ingresó por Alexis Cabrera, en el equipo visitante.

La última fue para el local. A los 89′ tuvo un tiro libre que ejecutó Franco Benítez, el arquero visitante Bruno Centeno dio un rebote corto y el lateral Pansardi la sacó al corner.

Había sido la última para el local, que tuvo un partido de menor a mayor, que levantó con los ingresos de Morales, González y Orode, y que tiene margen para trabajar y crecer, igual que su visita, Sportivo Italiano, que mostró destellos de un equipo para tener en cuenta.

Hernán O’Donnell