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La magia de la Copa Davis otra vez pasea por Buenos Aires

La magnífica Copa Davis by Rakuten, la histórica, la tradicional, la centenaria. La que vivimos y gozamos desde el legendario Buenos Aires Lawn Tennis Club, allá por fines de los años’70 y comienzos de los ’80, hasta este nuevo formato, con clasificaciones y rueda final en sede única. En el medio, los viajes y las aventuras, de Mar del Plata a Sevilla. Y las emociones irrepetibles de respirar por una camiseta, más allá de los héroes del circuito.

Otra vez la Argentina juega en casa, ante su gente. Contra República Checa, con la que ya tuvo varios antecedentes. El más famoso, el más recordado, ante la entonces Checoslovaquia, que en la primavera de 1980 trajo a un joven que empezaba a tomar protagonismo en el circuito, y ese fin de semana causó sensación, para derrotar a Guillermo Vilas y José Luis Clerc, y frustrar el sueño de jugar la final contra una Italia factible.

Atrás quedaron esos largos días de Copa Davis, con jornadas interminables basadas en partidos a cinco sets largos, es decir que se debían definir por diferencia de dos, no por tie break. Entonces, la duración de cada partido era imprevisible, pero aún el más corto tenía una base de dos horas, o más.

Este fin de semana vuelve el brillo y el calor de la Davis. El sorteo en el Hotel oficial puso la apertura de la serie. El bolillero determinó que el debutante Sebastián Báez, single número dos de la Argentina, debe inaugurar la serie ante el número 1 de República Checa, Jiri Lehecka, de 20 años de edad, quien se ubica 94° en el ranking mundial, y viene de lograr las semifinales del ATP 500 de Rotterdam. “Cuando me enteré de la convocatoria estaba en Córdoba y fue una linda noticia. Como argentino, uno lo que más sueña es jugar la Davis. Es muy especial”, sentenció del debutante.

Luego jugarán Diego Schwartzman y Tomas Machac, en un segundo turno que vio con agrado el mejor argentino, porque, como dijo en varias oportunidades, “prefiero jugar lo más tarde posible, que el día avance y transcurran las horas. Me despierto con el correr de la jornada, y cuanto más pase, mejor”, señaló el “Peque” Schwartzman, entre risas.

La Selección Argentina de Tenis tuvo una larga semana de entrenamientos, con tiempo suficiente para poner a punto el equipo. Ya desde los primeros días se lo vio al capitán Guillermo Coria, entusiasmado. “Estoy ansioso de que llegue el viernes; Diego (Schwartzman) tuvo una gran gira sudamericana, y Seba (Báez) viene de hacer una final; es una lástima que no haya podido vencer. Va a ser fundamental la gente, ojalá nos puedan acompañar para hacerles sentir a los checos el calor de nuestra hinchada”, sostuvo Guillermo Coria.

Luego de los dos puntos del viernes, el sábado se jugarán los tres puntos decisivos: primero, el dobles con Horacio Zeballos y “Machi” González ante la dupla Kolar-Kopriva, y luego los dos singlistas principales, Schwartzman y Jiri Lehecka, para cerrar Sebastián Báez ante Tomas Machac.

Guillermo Coria, capitán de la Selección Argentina de Tenis YPF, también se expresó en la conferencia de prensa, tras el sorteo. “Vivo días muy emocionantes. El equipo tiene mucha química y conexión. Se da todo de una manera muy linda, lo disfruto mucho. Y eso es lo que le aconsejo a los jugadores, que lo disfruten”.

Sobre el equipo rival, comentó: “Es un equipo joven y ningún rival es accesible. Se adaptaron bien a la cancha y nosotros también lo hemos hecho. Cada jugador tuvo su tiempo con el entrenador. No estamos relajados, pero sí seguros y confiados. Va a haber muy buenos partidos, habrá muy buen tenis”, afirmó.

Ya está en marcha el viejo torneo, ya los duendes de la Davis sobrevuelan el Buenos Aires, mientras la Argentina se embarca en una nueva ilusión.

Hernán O’Donnell

Schwartzman tuvo un rival difícil pero supo abrirse paso

“Fue increíble, porque jugué muy bien la mayoría de los puntos, pero al momento de la definición, la tiraba a cualquier lado”, así, sin palabras complicadas ni análisis estrafalarios, Diego Schwartzman trazó una síntesis de lo duro que fue el triunfo de anoche, en el cierre de una jornada de jueves muy larga y calurosa, en la que se definieron los jugadores que accedieron a los cuartos de final del ATP 250 Argentina Open 2022.

Debió definir los dos sets en el tie braek, ante el duro español Jaume Munar, para cerrar con un 7-6 (7-2) y 7-6 (7-4), en casi dos horas y media de juego. Nada fácil, porque el rival fue constante, duro y certero.

“Jugué contra un rival muy inteligente a la hora de leer los momentos del partido, sin embargo creo que en los momentos decisivos, en los puntos clave, ahí jugué mejor”, señaló más relajado en la conferencia de prensa posterior al extenuante partido.

Y era cierto, porque en el primer set no pudo cerrarlo. Munar se había mostrado sólido y capaz de devolver todo lo que Schwartzman le tiraba, pero falló a la hora de definirlo y en el tie break el local fue más consistente, más seguro y obtuvo una amplia ventaja.

“Hubo momentos en que yo sentía que terminaba el punto, y sin embargo me traía una más. Pero en los decisivos, creo que estuve bien. Saqué adelante momentos complicados y estoy feliz”, resumió ese momento el “Peque”.

En el segundo set, la tónica fue similar, aunque esta vez fue el “Peque” quien tuvo una ventaja porque contó con la posibilidad de cerrarlo antes de llegar al desempate. Estuvo adelante 5-4 y contó con dos match points, primero en un 30-40, y luego con una ventaja. Pero fueron esos puntos en los que el español devolvió todo, le entraron todas las bolas y al final resolvía algo impensado para el local, a pesar de que este había jugado muy bien los puntos.

“En el tie break del segundo jugué, creo, los mejores seis puntos seguidos de mi vida, si no lo fueron, pega en el palo. Después erré algunas definiciones, pero estaba muy bien de la cabeza y con una devolución lo pude terminar”, analizó Schwartzman.

Ahora viene un partido difícil, ante Francisco Cerúndolo. “El torneo tiene grandes partidos y creo que la gente lo disfruta. Yo también. Va a ser muy complicado, voy a tener que jugar con mucha inteligencia”, respondió.

Ahora es Cerúndolo, que viene de una larga y exitosa semana de triunfos desde la qualy, para meter un semifinalista argentino en el torneo. Otro encuentro que promete ser vibrante.

Hernán O’Donnell

Federico Coria, y el sueño de jugar en Buenos Aires

Tremendo inicio de la segunda ronda, con un miércoles intenso y una apertura de la jornada con un partido que mucho prometía: Dusan Lajovic, que venia de eliminar a Benoit Paire, y Federico Coria, vencedor de Pablo Cuevas.

Y salió un match tremendo, con un primer set muy duro y cambiante. Arrancó el serbio 3-0 arriba, luego Coria achicó a 2-3, avanzó Lajovic a 5-2 y la templanza y la fe de Federico lo llevaron a estar 4-5 con su saque y 40-0 a favor.

Sin embargo, no pudo resolver la situación y se le fue la manga por 6-4.

Sin saber ni imaginar lo que vendría, el segundo set tomo un perfil favorable a Lajovic, quien con un juego sólido, eficaz y potente, dominó hasta ponerse 5-3 arriba en el marcador, con su servicio.

“Fue el momento más difícil del partido”, nos respondió más tarde, en la conferencia de prensa, cuando lo consultamos por esa situación, en la que incluso protestó de manera airada una pelota a favor de su adversario, ”pero decidí serenarme, disfrutar del juego, del partido, y sentir que si era el último game, disfrutarlo. No quería irme de la cancha, me gusta jugar acá, así que me relajé, pude sacar mi mejor tenis y revertir el partido”.

Allí se produjo el quiebre del encuentro. Federico se metió en el partido, se olvidó de las discusiones y los reclamos, jugó punto por punto. Quebró para salvar la caída, y quedó 4-5, con su saque. Lo mantuvo, 5-5, para luego llevar al 7-5 y forzar el tercer y definitivo set.

Tras ese remolino de tenis, pasión y ganas, los primeros games fueron parejos hasta que Coria se adelantó primero 3-1, luego por 4-2, y tomó el control definitivo del juego. Había remontado en el segundo set con cuatro juegos casi perfectos y en el tercero tuvo una alta eficacia con el saque, sobre todo con el segundo servicio. desde allí dominó a un Lajovic que había estado cerca de la victoria, pero que lució cansado y errático sobre el final del set decisivo.

Lajovic conservó su saque y se acercó a 3-4; Federico sostuvo el suyo y se adelantó, 5-3. Lajovic, con esfuerzo, se adelantó 40-30 y un passing de Coria quedó en la red. 4-5; o si prefiere, 5-4 porque a Federico le quedaba el servicio para definir.

Y no falló. Se apoyó en el brazo suelto y en esas ganas locas de ganar, por eso celebró con una caída sobre el célebre court, se llenó la espalda de polvo de ladrillo y sonrió como nunca por una victoria enorme, en un partido muy complicado, pero que lo sorteó con jerarquía y le permite seguir en el torneo que más le gusta, por el que eligió ser tenista.

Hernán O’Donnell

Buenos Aires se llenó de emoción con la última presentación de Juan Martín Del Potro

Tal vez no haya sido el último partido oficial de Juan Martín Del Potro; tal vez haya una presentación en el Torneo de Río de Janeiro ya llí habría que ver hasta donde llega. Pero para la gente, para su gente, aquella que vibró con su carrera, que siguió sus partidos del primero al último, que vibró con las conquistas de cada uno de sus torneos, que enloqueció con el US Open y se emocionó hasta el infinito con la Copa Davis; la gente que lo apoyó y lo acompañó en cada interrupción que tuvo su carrera, en cada momento difícil y en los largos períodos de recuperación. La gente que lo llevó al pedestal sublime de los ídolos y que la noche del Martes 8 de Febrero de 2022 colmó el Buenos Aires Lawn Tennis Club para darle el último adiós a su carrera profesional.

El partido casi fue una anécdota. Federico Delbonis, rival y amigo en esta noche especial, dominó desde el principio. Si bien Juan Martín se llevó el primer juego, luego se soltó el brazo del hombre de Azul. y tras el 0-1 inicial, Delbonis fue protagonista exclusivo a partir de las dificultades físicas de Juan Martín para desplazarse y sostener el ritmo del partido. Entonces se llevó la primera manga por 6-1.

Con el apoyo del público, con un aliento constante que bajaba de las tribunas, Juan Martín se hizo fuerte con su servicio y se adelantó en el marcador. Delbonis defendió el suyo y así el set se desarrolló en una cierta paridad hasta llegar al 3-3. Ahí se produjo el quiebre, tras un game largo y parejo en el que ambos tuvieron sus chances pero fueron más las de Delbonis. Por eso logró quebrar para adelantarse 4-3, sostuvo su saque y se puso 5-3.

El clima creció en intensidad emotiva, y Del Potro, al momento de iniciar su saque, se quebró. “Vamos Juan Martín, el último esfuerzo”. Tal vez haya sido ese grito anónimo de la tribuna que le tocó la fibra más íntima, que le llegó a lo más hondo y lo inundó de emoción. No pudo sacar. Debió apoyarse en la toalla, secar las lágrimas, tomar aire e ir, después de una pausa imprescindible, a buscar el último milagro.

No pudo ser. Enfrente había un amigo, pero también un rival con otro presente que, por los puntos y tal como lo indica el manual de lealtad deportiva, le jugó de la manera más seria y respetuosa y le ganó ese game, para cerrar con un 6-1 y 6-3 final.

El abrazo entre los contendientes, sentido y emotivo, disipó cualquier duda. La ovación conmovedora de la gente, los aplausos sonoros, la compañía de las figuras de ayer, como Gabriela Sabatini o Guillermo Coria, los ídolos y amigos personales, como el “Flaco” Rolando Schiavi, la madre y los amigos de Tandil. Todo se juntó en esos minutos finales, esos en los que caminó el cose sacó la vincha, la apoyó en la red, saludó a los cuatro costados, levantó los brazos y dejó su nombre flotando en el Adiós…

Hernán O’Donnell

Francisco Cerúndolo no se desesperó y logró un triunfo contundente

Fue una victoria merecida, lógica, clara. Más allá del comienzo, un poco errático, con algunas fallas pero sobre todo con un rival que dejó lo mejor de sí en el inicio del partido. La clave fue que Francisco Cerúndolo no perdió la cabeza, no se entregó ni resignó el primer set, aún cuando parecía perdido, porque tras los primeros games, cuando Bagnis se adelantó 2-0, Francisco no se pudo acomodar al partido y muy pronto quedó 1-5 abajo.

Un poco por los nervios, un poco mérito del rival, lo cierto es que Cerúndolo no entraba en el partido y Bagnis lucía como dominador. Sin embargo, en el séptimo game, “Fran” se soltó. Ganó el primer punto del juego con una fórmula positiva, lo sacó al rival bien afuera de la cancha y con una derecha paralela se puso 0-15. Era una señal saludable. Enseguida quebró el saque de Bagnis y se fue al descanso 2-5, pero ya con otra perspectiva en el partido. Mantuvo el saque y achicó a 3-5 la diferencia, luego vino un game casi decisivo, porque Bagnis con su saque no pudo llevarse el set, aún cuando estuvo a un punto de hacerlo. Y Cerúndolo, que necesitó casi de seis break points, soportó la presión de estar al borde de perderlo, cometió algún error aislado y al final lo ganó con autoridad, lo que desembocó en un grito amplio y efusivo. Quedó 4-5 con su saque y enderezó el camino, hasta llevarse la manga por 7-5.

El segundo set fue más contundente. Muy pronto quedó 4-1. El siguiente fue un game apretado, pero Cerúndolo mantuvo el servicio y se adelantó 5-1. Bagnis no se entregó y defendió su saque: Cerúndolo quedó adelante 5-2 y la gran posibilidad de cerrar el juego.

Así lo hizo, con solvencia y seguridad. Sumó los cuatro puntos del juego y selló el partido con un rotundo 6-2 en el segundo set.

“Fue un partido muy difícil”, dijo ante las cámaras de la TV oficial. “No estaba mal, aunque él arrancó muy bien. Entonces pensé en jugar punto a punto, y a medida que ganaba me decía a mí mismo, ‘vamos por uno más’. Cuando pasé el 3-5, que había sido un poco largo, sentí que lo podía ganar”, dijo Francisco Cerúndolo.

Se fue envuelto por el calor de la gente, los aplausos generales y la alegría de la familia y los amigos, que sueñan y lo acompañan.

Hernán O’Donnell

Dusan Lajovic se equivocó menos y venció a Poiret en el inicio del Argentina Open

Esta vez el Argentina Open comenzó con un día fresco, sin la clásica alta temperatura que suele agobiar cada jornada. Pero con un impetu en la gente, con una pasión y una expectativa enormes, que casi una hora antes que se abrieran las puertas ya los encontraba en los alrededores, dispuestos a vivir una larga jornada.

Benoit Paire y Dusan Lajovic protagonizaron el primer partido, casi el que abrió el torneo. Y mucha gente se acercó a observarlo, al tener en cuenta que se enfrentaban dos jugadores que pueden llegar lejos. Por eso, el mediodía del lunes tenia un gran clima.

Empezó Lajovic con el saque. Se quebraron mutuamente y luego el serbio se quedó con su saque: 2-1. Pero reaccionó el francés y con un saque muy fuerte y un juego solido Dio vuelta el marcador y se adelantó 3-2. Quebró para el 4-2 en el siguiente juego. Lajovic defendió su servicio y se fueron al descanso con el frances adelante por 4-3, hasta que se llevó la manga por 6-4.

El segundo set comenzó duro y equilibrado. Cada uno mantuvo su saque para colocarse 2-2. Luego Lajovic se hizo fuerte, defendió su saque y con muy buenos passing quebró al francés y se adelantó 4-2. Paire, molesto y confundido quebró su raqueta en el séptimo game, antes de que se le fuera y el marcador quedara 5-2 para el serbio.

Salió mas tranquilo y concentrado Benoit, sacó con holgura, jugó fuerte en el saque del rival y achicó a 4-5 el segundo set, con su servicio a favor. Pero no lo sostuvo y el segundo set fue para Lajovic por 6-4.
El tercer y definitivo set fue intenso y cambiante. Comenzó con el quiebre de Paire, luego quebró el serbio y el tercer game fue para el sacador. Lajovic se fue al descanso 2-1. Paire sacó el látigo de su derecha e igualó 2-2. Lajovic no se quedó atrás a lo hora de los palazos, y se llevó su saque: 3-2, tras una batalla de balazos, en la que se había adelantado 40-0 y luego estuvo a punto de perder el game.

El tramo final del set definitivo fue de la misma manera y con la misma energía e intensidad.

Sacó Benoit para igualar, 3-3. Y fue más decidido en el séptimo game: 4-3 para pensar en resolver el partido con su saque, tras un quiebre fundamental.

El cierre del encuentro estuvo en el mismo tono del partido. Con altibajos, algunos errores y algunas imprecisiones. Paire pudo sostener el dominio, y con cierto sufrimiento sostuvo el saque y se adelantó 5-3.

Un revés cruzado lo adelantó 0-15; luego lo frenó la red, 15 iguales. Una serie de toques sutiles como no se habían visto en el partido lo llevaron al 15-30, pero se recuperó Lajovic y ganó su saque. Paire habria de sacar 5-4 arriba.

Sin embargo, los nervios, la imprecisión y el apuro no le permitieron cerrar el juego. Iba 40-15 y Dusan lo quebró: 5-5. A esta altura el público, que había comenzado con un apoyo irrestricto al francés, ya mostraba alguna simpatía por el serbio.

Pero todo era un concierto de sorpresas y Lajovic no aprovechó su momento. Quebró Paire y a sacar con el 6-5 a favor.

¿Ventaja para el francés? en absoluto. Perdió todos los puntos y Lajovic logró el game para igualar 6-6 y llevar la definición al tie-break.

Allí dominó muy pronto el serbio, se adelantó 4-0 y luego mantuvo la ventaja hasta ganar 7-3 y llevarse el partido.

Fue, al cabo, 4-6, 6-4 y 7-6 (3) para Dusan Lajovic, en un partido intenso, fuerte, con errores y altibajos, en el que ganó el que menos se equivocó.

Hernán O’Donnell

Juan Martín Del Potro, a la hora del cercano adiós

Entró erguido a la sala de prensa, confiado, a paso seguro y vestido para la ocasión. Pero apenas comenzó a hablar, tan solo cuando pidió la palabra y enfrentó a los periodistas, se quebró. ”Tal vez esto sea mas una despedida que una vuelta”, anunció de modo sorpresivo, hasta que la emoción lo embargó.

Fue un sacudón y el ambiente enseguida se llenó de una mezcla de consternación, incertidumbre y sensaciones encontradas, entre la enorme expectativa por ver al tenista otra vez ante su gente en un Estadio que promete estar colmado el martes por la noche, y la melancolía de un adiós al tenista profesional que parece que esta vez se acerca de modo inexorable.

“Desde hace mucho tiempo pienso en el mensaje que quiero expresarles, es muy difícil para mí. Tal vez esto sea más una despedida que el anuncio de otra vuelta. La rodilla me tiene en una pesadilla, hace muchos años que intento alternativas, y tratamientos, médicos y diferentes maneras de solucionarlo. Y es el día de hoy que no lo logro. Nunca imaginé retirarme del tenis si no era en una cancha y no encontraba mejor torneo que el de Buenos Aires para hacerlo; después de estas semanas veré que hago de mi futuro. Hoy tengo que elegir poder vivir como una persona de 33 años, es una decisión difícil pero la quería comunicar”, comenzó su presentación.

“No veo la hora de entrar a esa cancha; voy a jugar el martes. Es el día de hoy que hago un esfuerzo tremendo para poder jugar porque amo este deporte, pero es muy difícil hacerlo con tantos dolores, y no poder dar el 100% como lo hice siempre”, agregó. “Me tocará hacerlo con un amigo como Fede (Delbonis)…Creo que no podía pedir otro rival para jugar que no sea Fede, porque juntos vivimos días muy lindos en nuestras carreras…” y ya las lágrimas fueron incontenibles, en una conferencia emotiva, profunda, impactante.

“Lo deportivo hoy está un poco al margen, aunque en mi esencia siempre está el querer ganar, aunque juegue con Fede, voy a querer ganar. Necesitaba estar en el torneo, ahí tengo el foco, necesitaba sentirme jugador, estar adentro de la cancha”, continuó Del Potro.

“Tuve muchas lesiones a lo largo de mi carrera, pero he logrado muchas cosas en el tenis. Quizás esta vuelta no sea milagrosa como las anteriores y el final esté a la vuelta de la esquina, porque los dolores ya no son solo dentro del deporte sino en la vida cotidiana. A mi me gusta estar con amigos, jugar al fútbol, estar activo, y todas esas cosas hoy no las puedo hacer, así que tengo que pensar en mi vida diaria. Entran en juego esas decisiones que antes no las tenía en cuenta y ahora sí las considero”.

Todo giró sobre esa posibilidad latente de decir adiós y la emoción que encierra un final de una carrera deportiva profesional. Por eso habló de esos momentos tan gloriosos, como el ganar el US Open tras vencer a Rafael Nadal y Roger Federer, la conquista de la ansiada Copa Davis y la medalla plateada en los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016. “Aunque lo del martes puede superar todo”, imaginó en lo que promete ser una noche inolvidable.

“Lo que puedo imaginar creo que va a quedar chico en cuanto a lo que pase, por como me lo hace sentir la gente, aquí en el club, en la calle…jugaré aquí y en Río, porque allí también fui muy feliz con el tenis”, señaló. “Va a estar mi mamá, que nunca me vio jugar…”, y la emoción volvió a aflorar en medio de los sentimientos más profundos.

Al final, consultado por este medio sobre si había hablado de esta decisión con tenistas, amigos, profesionales que haya compartido momentos, “la verdad es que lo hablé con los más íntimos, ustedes saben que siempre mantuve un perfil bajo y me gustó más hablar en la cancha. Era algo que yo tenía guardado desde hace mucho tiempo, y salir a contarlo no es fácil. Pero ahora me siento mucho más aliviado, de haber sido transparente como siempre lo fui. La gente más cercana me dice ‘no pienses en el tenis, tenés 33 años, pensá en tu vida’. Por eso tenía que hacer un corte y comunicarlo”.

Dejó un mensaje en inglés para todos los fanáticos que tiene alrededor del mundo, saludó con cierta timidez, y dejó la sala de prensa, a la espera de la próxima función, que puede ser la última o no, pero que ya se palpita como la del sello del amor eterno con su gente.

Hernán O’Donnell

Se suman nombres a Buenos Aires y el Tenis abre el nuevo año

“¡Hola Buenos Aires! Estoy emocionado de regresar en 2022. Espero con muchas ganas que empiece el torneo de nuevo, ahí donde gané mi primero título. Tengo muy buenos recuerdos. Amo la ciudad, la gente, el court central. Así que nos veremos pronto, no veo la hora de que llegue febrero”. Con un mensaje a través de las redes sociales, fruto de la comunicación de estos tiempos, Casper Ruud anunció su participación en el Argentina Open ATP 250, el torneo que se desarrollará en el Buenos Aires Lawn Tennis Club del 5 al 13 de Febrero, en una nueva edición que, desde 2001 se juega de manera ininterrumpida en cada verano de Buenos Aires.

Así se presentó el noruego Casper Ruud, N° 8 del ranking mundial de la ATP y ganador del Argentina Open 2020 aquella tarde calurosa del 16 de Febrero. Así se sumó al campeón vigente y mejor argentino del ranking, Diego Schwartzman, al austríaco Dominic Thiem, bicampeón del torneo y vencedor del Abierto de los Estados Unidos 2020, y el ascendente italiano Lorenzo Sonego.

Pero esto no es todo, pues aún hay una expectativa muy grande con la posibilidad de tener a Juan Martín Del Potro en el certamen. “Entreno con todo; tengo días mejores que otros, pero siempre con la esperanza de regresar a la cancha a principios del 2022. Sería muy especial volver en Buenos Aires y luego jugar en Río. Trabajo con la ilusión y el esfuerzo como ustedes saben para que podamos vernos acá. En las próximas semanas les contaré cómo evoluciono”, escribió el tandilense en su cuenta de Instagram.

Y la expectativa es enorme. Porque a la pasión por el tenis se suma la jerarquía de estas figuras, tres de ellos dentro de los mejores 15 del planeta.

Estos jugadores son la continuidad de una constelación de estrellas que adornaron el firmamento del Buenos Aires Lawn Tennis Club. Bajo esos cielos desfilaron Gustavo Kuerten, Carlos Moya, Juan Carlos Ferrero, Rafael Nadal, David Ferrer, David Nalbandián, Juan Mónaco, Gastón Gaudio, Guillermo Coria, Nicolás Almagro, entre muchos otros.

Hoy es tiempo de disfrutar la propuesta de Schwartzman, Thiem, Ruud…y tal vez, Del Potro. Hoy es tiempo de creer; aún es tiempo de soñar.

Hernán O’Donnell

El Argentina Open ya se vive en Buenos Aires

El Argentina Open ATP 250, el torneo que conmueve a Buenos Aires en cada verano desde hace más de veinte años, que pertenece al fabuloso circuito de la ATP y que en 2022 se jugará entre el 5 y el 13 de febrero como siempre en el legendario Buenos Aires Lawn Tennis Club, se presentó en una prolija, cálida y descontracturada conferencia de prensa. Allí estuvieron organizadores, representantes del gobierno, directores y, en representación de los jugadores, el campeón vigente, Diego Schwartzman, número 13 del ATP Tour.

Hubo muchas novedades; la más importante es que habrá un 100% de aforo en el torneo, lo que motiva a los jugadores y al público en general, a tener otra vez una presencia masiva en el Estadio principal y en el resto de las canchas en que se juegue. También habrá una pre-qualy que se jugará del 17 al 22 de enero en el mismo escenario.

También se habló de los tenistas. Se ha confirmado la presencia del austríaco Dominic Thiem, jugador número 15 del ranking de la ATP y del italiano Lorenzo Sonego, quien ocupa el 27º lugar del ranking ATP.

Consultado sobre la posibilidad de contar con la presencia de Juan Martín Del Potro, el director del torneo, Martín Jaite, señaló: “Nos encantaría contar con Juan Martín. Depende de su estado físico, si se recupera tendrá su lugar en el torneo; mientras, mantenemos conversaciones con jugadores importantes y en los próximos días puede haber novedades al respecto”.

Otra novedad destacable la aportó Martín Hughes, director ejecutivo y socio de Tennium, la empresa que organiza el Torneo: “El Argentina Open podría pasar a la categoría 500 en dos años; la ATP dará un “upgrade” (ascenso de categoría) a tres torneos 250 en todo el mundo y los elevará a 500. El Argentina Open es uno de los candidatos por su gran organización, que fue reconocida en los últimos años con numerosos premios”, señaló Hughes.

“Soy parte del Argentina Open desde chico. Es un torneo que fue fundamental en mi crecimiento y me encanta que también funcione así para los más chicos hoy en día. Es mi torneo favorito en el circuito”, dijo el “Peque” Schwartzman.

El torneo ya alcanzó la mayoría de edad; aquel certamen que nació en 2001, con una enorme expectativa pero sin imaginar el tiempo que iba a pasar y que se jugaría de forma ininterrumpida, tendrá el año próximo su edición número 22. “Me llena de orgullo”, dijo Jaite ante tamaña aventura. Y ahí está el Argentina Open. Con distintos sponsors que cobijaron su historia y le dieron nombre a cada una de sus ediciones, pero que en todas ellas hubo un hilo conductor: el amor incondicional por el tenis.

Hernán O’Donnell

Avanza la semana y las candidatas se perfilan en el Argentina Open

Pasó un miércoles intenso, con muchos partidos y el perfil que empieza definirse en el Argentina Open WTA 125 K. En la tradicional belleza que encierra el Buenos Aires Lawn Tennis Club, con los bosques de Palermo y el lago de Regatas alrededor, con el público tradicional de tenis, que arrastra décadas y décadas de ver lo mejor de este deporte en este escenario, cuna de grandes alegrías y olvidables tristezas, que hemos caminado desde hace más de cuarenta años, cuando en 1980 fuimos con la ilusión adolescente a ver a la Argentina ante Estados Unidos por la final americana, en un marzo de calor intenso y tribunas atiborradas para ver a Vilas, Clecr, Mc Enroe…en ese mismo Estadio, las chicas viven su momento en una semana hermosa, que avanza y resuelve sus favoritas.

Irina Bara, recién llegada de Rumania y con una expectativa importante, logró el primer gran triunfo del miércoles ante la local Martina Capurro Taborda por 6-3 y 6-1. Fue sólida con el servicio, sobre todo con el primero que le permitió tener dominio del partido y también supo ser agresiva en la recepción del saque de la joven argentina. Se sintió cómoda y así lo expresó tras el juego, en el mismo court, aún con las secuelas del largo viaje de Europa.

Luego llegó el turno del partido del día; la brasileña Beatríz Haddad Maia frente a la ascendente chilena Daniela Seguel. Comenzó la trasandina con su saque y se adelantó por 1 a 0, pero allí se vino un vendaval de tenis de la brasileña que ganó tres juegos seguidos sin ceder ni un punto, para adelantarse por 3-1. Quebró en el quinto game y se hizo fuerte con su saque: 5-1. Seguel sirvió y achicó a 5-2, y Haddad Maia mantuvo su servicio para cerrar la primera manga por 6-2.

Era más agresiva, más intensa y muy ofensiva, con un juego de ataque y cercanía a la red que la hizo dominar con autoridad ese primer set.

Mejoró Seguel en el segundo set y lo hizo más peleado. Mantuvieron ambas su saque hasta igualar 3-3 y en el séptimo game, la brasileña logró quebrar y esa fue la diferencia. Porque con el 4-3 conseguido, sacó y se puso 5-3, luego Seguel ganó con su saque (5-4) y la brasileña mantuvo el suyo para cerrar por 6-4.

Fue, al cabo, 6-2 y 6-4 para Beatríz Haddad Maia, y avanzó a los cuartos de final a jugarse el viernes.

El último partido del miércoles en el court central lo jugaron la húngara Anna Bondar y la número uno de juniors, Victoria Jiménez Kasintseva, de Andorra. Comenzó con el saque Jiménez y se quebraron de manera mutua en los primeros cuatro games: 2-2. Luego supieron conservar el servicio en los cuatro siguientes, 4-4. Quebró Bondar, para ponerse 5-4 y luego mantuvo para ganar el primer set por 6-4.

En el segundo set cada uno conservó el saque hasta el 3-2 de la andorrense. Allí logró quebrar y se adelantó por 4-2, con la posibilidad de forzar un tercer set. Pero afloró la experiencia de la húngara y quebró el saque de Jiménez, luego mantuvo el suyo y el set quedó igualado en 4. Luego, 5-5. Allí volvió a obtener un quiebre Bondar, para adelantarse por 6-5 y con su servicio cerró la manga 7-5.

El partido fue para Anna Bondar por 6-4 y 7-5. Y el miércoles se llenó de sol, ante un público que empezó a acercarse al Buenos Aires y a revivir los viejos noviembres, cuando el Abierto de la República invitaba a disfrutar de buenos partidos en un escenario entrañable.

Hernán O’Donnell