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Chile se prepara para recibir al Tenis

Será en el Club de Campo Bellavista, a partir del 15 y hasta el 21 de Febrero; tiene nombre y main sponsor: “Dove Men+Care Challenger Concepción, tendrá unos U$ 52000 para repartir en premios y le dará 80 puntos al ganador para el ranking ATP.

Será la apertura del circuito sudamericano, que se ha extrañado mucho en los últimos meses, y pueden darle a los fanáticos del tenis de estos cielos una oportunidad para estar más cerca del circuito.

“Estamos muy agradecidos del Gobierno Regional del Biobío, de la Seremi de Salud y de Deporte, del Club de Campo Bellavista y de la Asociación Regional de Tenis del Biobío. Todos nos han ayudado mucho, porque hacer un torneo de tenis es una tarea difícil. Pero hemos recibido el mayor de los apoyos y compromisos. Acá hay un montón de gente que trabaja, pinta, corta, lija, riega. La verdad es que todo está realmente muy lindo”, señaló Horacio de la Peña, cara visible del torneo.

Y agregó en un comunicado de prensa: “Es un escenario inédito. Es un torneo muy importante, con mucha producción, con siete días de televisación, algo que no había sucedido antes a nivel de torneos Challenger en Sudamérica, porque es algo muy costoso. Pero tenemos que mostrarle al mundo lo que hemos logrado”.

En cuanto a los protagonistas, el cuadro principal será encabezado por el argentino Federico Coria (92° del mundo ATP); el eslovaco Andrej Martin (103°), el portugués Pedro Sousa (107°), el colombiano Daniel Galán (115°), el brasileño Thiago Seyboth Wild (117°), el alemán Daniel Altmaier (134°), el italiano Paolo Lorenzi (154°), el peruano Juan Pablo Varillas (162°) y el ecuatoriano Emilio Gómez (165°), y Nicolás Jarry, quien está sin tranking actual, pero tendrá un wild card concedido por la organización del torneo.

“Su presencia es muy importante, como responsables del Circuito le dimos tranquilidad, queremos ayudarlo a regresar y que no tenga presiones”, señaló de la Peña. También recibieron una invitación Alejandro Tabilo (167°), Tomás Barrios (260°) y Gonzalo Lama (645°).

Faltan unas horas. El Tenis viaja a Concepción, Chile, para poner en marcha su show en Sudamérica.

Hernán O’Donnell

Sebastián Báez tuvo aplomo, ganó con autoridad y se metió en la Qualy del Argentina Open

La Pre Qualy del Argentina Open fue una hermosa oportunidad para muchos jugadores de meterse en la Qualy de un torneo de ATP, de llegar a medirse con las estrellas, a soñar con un futuro mejor. Una posibilidad que no siempre se les puede abrir a jugadores que por ranking no accederían a esta chance de clasificación. Y esta semana que pasó les dio una buena mano para alcanzar el premio mayor: ganar el torneo y recibir el wild card para acceder a la Clasificación del Argentina Open 2021.

Mediodía del Sábado 6 de Febrero de 2021. Un sol de verano, un calor dominante y de fondo, el court central del Buenos Aires Lawn Tennis Club, como marco del partido final.

Arrancó Sebastián Báez con su servicio y se adelantó 1-0; fue sólido para el segundo game, se mantuvo firme y logró quebrar para adelantarse por 2-0. Tuvo alguna dificultad para cerrar el tercer juego, pero tuvo autoridad para adelantarse 3-0. Sebastián Báez era el dueño de la situación y a Mariano Navone le costaba acomodarse al partido.

Navone pudo obtener su primer game para ponerse 1-3 abajo y a partir de allí cada uno mantuvo su servicio; así, Báez quedó 4-1, 4-2, 5-2, 5-3 y cerró con sobriedad el set por 6-3. Había establecido una luz de ventaja al comienzo del partido y luego le bastó con mantener su saque para llevarse la primera manga.

Y comenzó bien Báez el segundo set, porque pudo quebrar a Navone y adelantarse 1-0. Lucía más convencido; Navone no estaba lejos en el juego, pero le costaba entrar en la zona de definición del punto. Perdió su srevicio, volvió a ganar su saque Báez y se adelantó 3-0. Era un comienzo de segundo set muy similar a lo que había pasado en el inicio del primero. Y mantuvo su saque. 4-0 para Báez, aunque cada game parecía equilibrado, y en los puntos lo eran, lo concreto era que a la hora de cerrar, de definir, Báez se mostraba más preciso. Y Mariano comenzó a dar muestras de desaliento y desconfianza. Quebró en el quinto y ya con mayor serenidad definió con su servicio: 6-0 redondo.

Un triunfo claro, que tuvo varios momentos muy marcados a favor del vencedor; el arranque de cada set, el final del partido. En cada una de esas situaciones, Sebastián Báez fue superior. Y ganó por 6-3 y 6-0. El primer paso, el primer objetivo, está cumplido. Ahora es el momento de ir por más.

Hernán O’Donnell

El Argentina Open empieza a definir sus clasificados

Sebastián Báez y Mariano Navone van a definir, en un ratito, al Campeón del Argentina Open Pre Qualy y por consiguiente al acreedor a una wild card para la Qualy del Torneo de la ATP en Buenos Aires, el Argentina Open, que ha cumplido ya 20 años de continuidad y nada parece detener su marcha.

Crédito: @ArgentinaOpen

“Creo que jugué un buen partido, enfrentar a un jugador como Nico (Kicker) es algo que me ayuda a motivarme, y ahora tengo que preparar bien el partido final”, declaró Báez tras vencer a Nicolás Kicker por 6-3 y 6-1 en las semifinal.

“Ahora vamos a reunirnos con el equipo para analizar este partido, ver qué hice bien, qué no y corregirlo para el partido final. Es un lindo desafío y vamos a prepararlo lo mejor posible”, declaró Báez a la cuenta de Twitter de @ArgentinaOpen.

El otro finalista es Mariano Navone, quien venció a Juan Manuel Cerúndolo, por 6-3, 1-6 (10-5). “Fue un partido muy duro; Juanma es un amigo de toda la vida, lo conozco desde hace mucho tiempo, somos de la misma categoría. El primer set lo jugamos muy bien; pude impactar bien la bola con la derecha, también me sentí cómodo con el revés. En el segundo set Juanma jugó muy bien, no me dejó hacer nada, hizo muchos tiros ganadores y me complicó el partido. En el super tie-break siempre puede pasar cualquier cosa, y la verdad es que mejoré, volví a impcatar la bola, a hacer daño y por eso me lo pude llevar”, afirmó Navone a la cuenta oficial del Torneo.

Con respecto a la final frente a Báez, respondió: “Mañana hay que ir por todo, después de todo lo que fue esta semana; hay que buscar todas las herramientas posibles para ganarle a Seba (Báez) que es un gran jugador y viene de ganar un gran partido en la semifinal, así que vamos a estar dispuestos a hacer cualquier cosa dentro de los límites y lograr un lugar en la Qualy, que sería un sueño cumplido”.

Crédito: Argentina Open

Allí están las ilusiones. Ahí están las esperanzas. Dos jóvenes que han apostado al deporte, a sus sueños. Que han trabajado mucho tiempo y este día los encuentra a las puertas de un torneo de la ATP, algo que ayer parecía lejano y hoy está cerca de hacerse realidad. Con televisión para todo el país, con los fanáticos del tenis al borde de los sillones y con todas las expectativas por el futuro que empieza a llegar, dos muchachitos sueñan con protagonizar la película.

Hernán O’Donnell

El año empezó lleno de Tenis

Es un momento difícil para la humanidad; para la historia, para la vida. Una pandemia que ha azotado y ha asustado al mundo, que de a poco quiere recuperarse, remontar la economía, disfrutar de la salud, volver a su vida social. El deporte ha sido postergado y también ha recuperado algunas posiciones en el 2020 que pasó, en tanto intenta vivir un 2021 con una semejanza a la normalidad que todavía parece distante, pero que de a poco busca su lugar.

El año empezó lleno de tenis. Primero con el exquisito Delray Beach, un torneo apetecible para los jugadores, atractivo para los argentinos y con el entorno de una ciudad hermosa y unas playas luminosas en el Estado de la Florida, en estados Unidos de América.

Con los certámenes de Oceanía, con Australia a la cabeza, el abierto que está a la vuelta de la esquina mientras se desarrolla la más que atractiva ATP Cup. Y por estos lados ya asoman el Argentina Open y el Córdoba Open. Dos torneos que engalanan la gira de la ATP y que le devuelven a los fanáticos del tenis la posibilidad de revivir los días de gloria, con el arribo de grandes tenistas y un par de torneos de jerarquía, valorables.

Este año será distinto; habrá menos lugar para la gente. Sin público en la provincia mediterránea y con un escaso aforo en el Buenos Aires Lawn Tennis Club. Pero con los sueños intactos.

En Melbourne, la rosarina Nadia Podoroska derrotó a la checa Petra Kvitova, número 9 del mundo, y pasó a los cuartos de final del Yarra Valley Classic donde se medirá con Marketa Vondrousova. Es un triunfo resonante, que refleja su momento, que, en realidad lleva ya mucho tiempo: desde los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

En la ATP Cup la Argentina cayó ante Rusia y como esta nación también venció a Japón, se clasificó a semifinales. El triunfo de Medvedev sobre Kei Nishikori por 6-2 y 6-4 fue la clave del match y el equipo ruso alcanzó las semifinales. Para los argentinos aún queda el partido ante Japón y el abierto de Australia, que ya comienza.

Pero lo que nos inquieta es la vuelta del tenis en nuestro país; el Argentina Open que tendrá su semana entre los últimos días de febrero y la primera semana de marzo. Del 27 de Febrero al 7 de Marzo, con la participación de Diego Schwartzman, preclasificado primero, y seguido por el chileno Cristian Garín ( que está 22° en el ranking ATP), el francés Benoit Paire (28° del ranking) y el serbio Miomir Kecmanovic (42°). En rigor de verdad, ya se juega la Pre-Qualy, una clasificación exclusiva para tenistas argentinos que otorga al campeón una wild card para la clasificación del torneo con más historia y prestigio de Sudamérica.

Es la semana de la fiesta del Tenis. La que espera el gran público argentino, la que vivimos de manera ininterrumpida desde 2001.

Hernán O’Donnell

Casper Ruud es el nuevo nombre para celebrar los 20 años de Tenis en Buenos Aires

Un nombre nuevo, lleno de futuro, con un tenis atractivo, variado, sólido. Y con una semana impecable, jalonada de buenos triunfos hasta llegar a la victoria final en una tarde contundente. Casper Ruud gritó su primer título ATP en el Argentina Open que se juega, con distintos nombres y patrocinios, desde 2001, hace ya 20 años en el Buenos Aires Lawn Tennis Club, la catedral de este deporte en nuestra ciudad.

El noruego hizo un camino prolijo y sensato. Se llevó cada partido que le tocó jugar y tras vencer al local Juan Ignacio Lóndero en semifinales, se presentó con todas las luces ante un disminuido Pedro Sousa, quien había llegado con cierta fortuna a la final por haber ingresado como “perdedor afortunado” tras la deserción del chileno Cristian Garín, ganador del Córdoba Open, y también se vio favorecido por la lesión de Diego Schwartzman, quien no pudo jugar la semifinal.

Pero estos antecedentes poco le importaron a Ruud, quien salió con determinación a jugar su partido y alcanzó la primera manga con un juego compacto, fuerte, basado en un buen saque, el aprovechamiento de su servicio, y forzar a su rival a moverse cuando le costaba hacerlo.

Casper hizo valer su derecha y no resignó casi puntos, hasta llegar a un 6-1 que presagiaba un final temprano del último partido del torneo.

En el comienzo del segundo set, Ruud quebró el saque de su rival, se adelantó con su servicio 2 a 0 y la situación permitía avizorar un cierre rápido del encuentro.

Sin embargo, Sousa reaccionó. Empujado por el público, el portugués sintió que debía hacer un esfuerzo, que el dolor en el sóleo, molesto y traicionero, debía olvidarse por un momento y tratar de ofrecer lo máximo. “No creo que vuelva a jugar una final, tardé 30 años en llegar a la primera, así que no creo juegue otra a los 60…”, bromeó en la conferencia de prensa posterior al juego. Y se soltó. Empezó a arriesgar, a soltar el brazo, a pegarle fuerte a la bocha. Y ganó su saque para achicar a 2-1.

Y mantuvo su servicio en los games siguientes para llegar a un decoroso 5-4 abajo, con el saque de Ruud.

Fue el final. Si bien Pedro Sousa tuvo varios puntos y el apoyo de la gente para pelear, el final se avecinaba.

Ruud no se desesperó. Aún con el 15-30 en contra sabía que todo dependía de él. Y sumó los puntos necesarios para llevarse el juego y cerrar el partido con un claro 6-1 y 6-4.

La tarde caliente y calurosa de Buenos Aires llegaba a su fin. Los 20 años del Torneo, la presencia cálida de Gabriela Sabatini, intocable para el público, las palabras de Martín Jaite, alma mater del certamen, la premiación…

La emoción de los años vividos, la alegría de compartir días y noches de tenis con viejos y nuevos amigos, las tardes de calor matizadas con bromas y chimentos, las ofertas de los stands, el desfile de los que quieren hacerse ver más que mirar…

Otro año ha pasado, otra edición se ha cerrado. Y como el mundo no para de girar, para celebrar los 20 años del Torneo de Buenos Aires, la sangre nueva de Casper Ruud simboliza el futuro que no para de venir.


Hernán O’Donnell

Buenos Aires celebra 20 años a puro tenis

Es una edición más que especial la de este Argentina Open 2020. Porque se celebran 20 años consecutivos del mejor tenis en nuestro país y en nuestra ciudad. Desde aquel inolvidable torneo de 2001 con el triunfo del brasileño Gustavo Kuerten en la final ante el misionero José Acassuso por 6-1 y 6-3, hasta esta nueva temporada pasaron dos décadas, mucha agua corrió bajo el puente y una enorme cantidad de cracks con la raqueta iluminaron las canchas del Buenos Aires Lawn Tennis Club.

Aquellas figuras estelares de la legión, Guillermo Coria, David Nalbandián, Gastón Gaudio, “Chucho” Acassuso, Agustín Calleri, Juan Ignacio Chela, Mariano Puerta, Guillermo Cañas, Juan Mónaco, hasta un jóven Del Potro jugó el torneo. Amén de las figuras internacionales, con los españoles a la cabeza, como Rafael Nadal, Carlos Moya, David Ferrer, Juan Carlos Ferrero, Nicolás Almagro. O el italiano Fabio Fognini, o los franceses Gael Monfils, o Tsonga o Gilles Simon…nombres y más nombres.

Hoy es el momento de disfrutar. De vivir una semana que empieza aperfilar a los finalistas, a los mejores, pero que todavía tiene mucho para ofrecer. Una semana que llega a la etapa decisiva tras varios enfrentamientos destacados.

Es la semana del noruego Casper Ruud. Un jugador que llegó en silencio a Buenos Aires, desconocido por el gran público, con antecedentes en Futures y Challengers, pero con pocos años en el circuito profesional. Y sin embargo, mostró aplomo, buen tenis y se metió en el fin de semana final. Una de las gratas revelaciones de esta edición.

También es la semana de Juan Ignacio Lóndero, que ya empieza a ganarse un lugar entre los favoritos del público argentino. Le ganó a Horansky, al serbio Djere, a Guido Pella en la calurosa tarde del viernes 14 de febrero y llegó a las semifinales. Una alegría para el “Topo” que se mete a de a poco en el corazón de la gente.

Es la semana de Pablo Cuevas, quien hizo un interesante camino. Venció al italiano Lorenzo Sonego por un doble 6-4, luego al español Albert Ramos Viñolas y jugó un gran partido ante Diego Schwartzman, en el que incluso tuvo un match point en el tie break del segundo set.

Son los días de Diego Schwartzman, el máximo preclasificado, que llegó al torneo con la enorme carga emocional de ser el candidato, de tener la “obligación” de llegar a la final. Y ganarla. Esa exigencia tan nuestra, que no cambia con los años ni todas las palabras dichas. Ese exitismo tan argentino que conocemos casi desde que empezamos a meternos en el mundo del deporte y del que nos cuesta tanto salir…

El “Peque” luchó contra esa presión y la calidad lógica de los oponentes, toda la resistencia que los rivales hacen cuando entran a la cancha.

Pero es la semana nuestra de tenis. La semana para vivir, para gozar, para disfrutar. Para pasar las horas en el mítico escenario de los bosques de Palermo y ubicarse en el court central, “Guillermo Vilas”, para gozar del deporte, soñar con las hazañas, vivir la épica y conocer a las nuevas estrellas que surgen sin interrupciones.


Hernán O’Donnell

Un explosivo Rafael Nadal se adueñó de Roma

Cuando juega así, parece imposible. Sobre todo, en tierra batida. Luce vigoroso, intenso, rápido y certero. Así se mostró en el primer set, cuando cada game duraba pocos minutos y se llevó por delante a Novak Djokovic por 6-0, contundente, sin atenuantes.

Rafael lo superó en muchos aspectos. En lo físico, el más notorio, porque le imponía un ritmo, una velocidad e intensidad que Nole no podía equilibrar. Se quedaba más en el fondo, respondía con menos fuerza y no encontraba los ángulos adecuados. Era muy superior lo de Nadal en esa primera manga.

En el segundo set se recuperó Djokovic y levantó el pie del acelerador Nadal. Cuando estaban igualados 3-3 tuvo tres oportunidades de quiebre Rafel que le hubieran encaminado a la victoria. Pero el serbio supo reponerse y tras colocarse 5-4 pudo quebrar y llevarse el segundo parcial por 6-4.

Y todo quedó abierto para el tercer set. Pero estaba claro que Djokovic venía de un desgaste muy grande. Que los partidos de la semana ya le pasaban factura. Y se notaba. El viernes jugó un partido muy duro ante Juan Martín Del Potro, que estuvo cerca de perder. Levantó dos match points en contra y resurgió. El sábado debió pelear una semifinal muy difícil ante el “Peque” Schwartzman.

Nadal quebró de entrada, defendió su saque y se puso 2-0 en el tercer set. Estuvo cerca en el tercer juego, pero Nole pudo sostenerlo y cerró con 2-1 para el español, que ya no se detuvo.

Se puso 3-1, lo quebró en el quinto juego y se abrió otra vez el partido para Nadal, que lucía intratable como en el primer set.

Fue cuestión de unos minutos más. Rafael estaba como en sus mejores jornadas, amo y señor de la tierra batida, impecable, sólido. La consecuencia fue un 6-1 en el set definitorio. Y la gloria otra vez que lo bañaba, que lo envolvía en aplausos, en otra tarde de triunfo y de levantar un trofeo.

Pasan los años y Rafael Nadal continúa en la cima, gana y escribe una historia increíble, maravillosa, digna de comentar y espléndida para vivir.


Hernán O’Donnell

Fognini ya no quiere detener su carrera

El público argentino lo conoció con cierta profundidad en el final de Enero y principio de Febrero de 2014, cuando se jugó la serie de Copa Davis ante Italia en Mar del Plata. Allí, el jóven rebelde que ya había empezado a forjar una carrera importante se presentó ante el gran público del país, les contó de su vida, de su afición por el fútbol y desplegó un tenis notable, que lo llevó a ganar la serie al equipo italiano.

Después llegó la gira sudamericana y se llevó el Abierto de Viña del Mar al ganarle a Leo Mayer por 6-2 y 6-4 el 9 de febrero de 2014. Una semana más tarde David Ferrer le ganó la final en Buenos Aires por 6-4 y 6-3. Nacía una nueva estrella en el mundo del tenis. En 2015 continuaría con el crecimiento y lograría tres victorias ante Rafael Nadal. En 2016 llegarían más éxitos y el matrimonio con Flavia Panetta; el año siguiente sería el de la explosión de la conducta: la gira por Estados Unidos lo encontraría irascible, nervioso. Primero una multa, luego la expulsión del torneo de Cincinatti y más tarde una suspensión.

Aprendió la lección. Luego del final tumultuoso de 2017, encontraría la paz y la recuperación en 2018, con 3 títulos más del ATP en su haber.

Y ayer conquistó Montecarlo, uno de los torneos más codiciados en tierra batida. Tuvo una semana fantástica y la supo coronar.

Desde la primera ronda frente a Rubliov, luego el triunfo ante Gilles Simon por retiro, el gran paso adelante ante Zverev por 7-6 y 6-1.

En cuartos de final le ganó a Coric, y en semifinales obtuvo la gran victoria del torneo. 6-4 y 6-2 a Rafael Nadal, en una actuación sobresaliente, superadora. Venció sin atenuantes al español, que había tenido una buena semana y sucumbió sin poder dar batalla.

La final ante Lajovic lo encontró en su mejor nivel. Con las luces encendidas, su repertorio variado y el carisma que despierta en su juego. 6-3 y 6-4 fue el resultado final para abrazar su primer Masters 1000 y celebrar una semana estupenda.

Fabio Fognini, ese viejo conocido del público argentino dio otro paso adelante en su carrera. Y tras un tiempo tormentoso, quiere que el camino ya no se detenga.



Hernán O’Donnell

Un italiano suelto en Buenos Aires

La sonrisa lo decía todo. Marco Cecchinato venía de levantar el trofeo correspondiente al Argentina Open 2019 y no dejaba de expresar su alegría. “Sabía que hacía mucho tiempo que no ganaba un italiano en Argentina, estoy muy feliz”, dijo en la rueda de prensa.

“Hoy sabía que me esperaba un partido muy duro, con toda la gente que apoyaba a Diego, pero me concentré, me enfoqué bien en mi juego y pude hacerlo bien. Estuve concentrado, saqué bien y fui agresivo”, señaló.

“Después del torneo de Río de Janeiro voy a ir a casa, porque la gira fue muy larga y tengo que descansar. Creo que la semana fue muy buena, aunque al principio no juegué tan bien, recién pude alcanzar un buen nivel en la semifinal.; el año es largo, así que hay que esperar y ver como se desarrolla. Ahora estoy bien de la cabeza, con la mentalidad fuerte, y pienso que puedo ir a ganar en cada torneo”, agregó.

“Me siento capacitado para jugar en cualquier superficie. Además siento que puedo ganar aunque a veces juegue mal, y eso es bueno. el tenis italiano está en un buen nivel”, amplió.

Aljaz Bedene, de Eslovenia, fue su verdugo en Río de Janeiro, al ganarle 7-5 y 7-6 en primera ronda.

El cansancio, el agotamiento y la gira dura le habían pasado un precio. Había dejado todo en Buenos Aires, ahora es el tiempo de descansar y pensar en un año a pleno.



Hernán O’Donnell

Marco Cecchinato, un jugador para todas las superficies

Para aquellos que sólo lo recuerdan por haber hecho semifinales de Roland Garros en la última edición. Para aquellos que pensaban que sólo era una semana fantástica en un torneo de ensueño. Marco Cecchinato cambió su mente, se adaptó al sistema y tras esa formidable actuación se metió en la discusión importante y comenzó a cosechar buenos resultados en distintas superficies: césped, cemento, indoor, y por supuesto en tierra batida.

“Cambié mi mentalidad y ahora voy siempre a ganar, en cualquier lado”, afirmó cuando ya la tarde le reglaba la primera gran alegría de 2019.

Tuvo una semana buena, de menor a mayor, que consolidó con una final impecable, intratable, indomable ante un Diego Schwartzman que sucumbió por 6-1 y 6-2, y se llevó el título del Argentina Open 2019.

Fue demoledor de principio a fin. El italiano dominó todos los aspectos del juego, fue sólido desde el inicio, tuvo un revés formidable y un servicio muy eficaz. Luego del 1-1 inicial empezó a imponer condiciones, tras el 2-1 quebró e inició una larga serie de juegos ganados, para llevarse la manga por 6 a 1 y enseguida ponerse 2-0.

Poco pudo hacer Schwartzman, quien se lució tenso, tal vez por la presión de la localía y no encontró variantes en el juego. El “Peque” no pudo meterse en el partido, arrastraba un cansancio lógico y se vio desbordado por un jugador que se mostró concentrado y confiado desde el primer punto.

Lo de Cecchinato fue formidable. No se amedrentó con la hinchada (“Me parece normal que el público aliente a su jugador, a mi no me molesta y me concentro en el juego”; declaró), mantuvo la serenidad y cada vez que el “Peque” amagaba con una reacción volvía a tener el mando del juego.

En el segundo set no se desesperó. Llegó el 1-2 del peque, el 2-3 que Schwartzman quiso aprovechar para ver si se arrimaba y mantuvo su servicio, el italiano, para alcanzar el 4-2. El quiebre del séptimo game fue decisivo. Cuando fueron a sentarse en el descanso del 5-2 el silencio y la resignación habían envuelto al Buenos Aires Lawn Tennis Club.

El final lo encontró con un grito de desahogo, el desplome habitual a modo de festejo sobre el polvo de ladrillo del court central y un aplauso respetuoso de toda la gente.

Se había llevado el premio mayor a base de un juego creciente, sólido, firme y variado. Marco Cecchinato encontró la fórmula, y en Buenos Aires le anunció al mundo que habrá que tenerlo muy en cuenta.



Hernán O’Donnell