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Real Madrid apretó en el segundo tiempo, goleó a Valencia y persigue al Barcelona

No hay escapatoria para el Madrid. No hay alternativas; debe ganar cada encuentro que se le presenta por delante, pues el Barcelona le lleva una ventaja y perder puntos puede equivaler a un pecado que más tarde, cuando ya queden pocas fechas, la Liga no le deje espacio para sonreir. Desde los tiempos inmemoriales, Madrid y Barcelona se juegan un mano a mano cada vez que se disputa el torneo español. Incluso en aquellas temporadas que otros puedan alzar la gloria, sea el Atlético de Madrid, el Deportivo la Coruña, Valencia, Athletic de Bilbao o Sevilla. Siempre hay una disputa entre Barcelona y Real Madrid, y esto se vive una vez más esta temporada.

Por eso no había alternativas para los “Merengues”. La visita de Valencia implicaba un cierto riesgo, en tanto es un equipo siempre peligroso y que necesitaba sumar para aspirar a ingresar en alguna Copa europea. Entonces, no se presentaba sencillo, en los papeles, el encuentro. Pero debía llevarse los tres puntos y trabajó muy bien para lograr ese objetivo.

Real Madrid salió al ataque. Con un esquema ofensivo, respladado en las proyecciones de Dani Carvajal y Mendy, la firmeza de los centrales, Casemiro para equilibrar, Valverde, Modric y Kroos más delantados y Hazard y Benzema en el frente de ataque.

Y enseguida tuvo chances. A los 11′ quedó Hazard mano a mano con Cillessen y el arquero tapó el remate con el pie; enseguida fue Toni Kroos quein remató desde afuera y respondió el arquero visitante. Valencia tuvo una llegada con una contra de Rodrigo Moreno que pegó en el poste izquierdo de Courtois a los 13′ y a los 16′ respondió Hazard con un violento disparo desde afuera del área que Cillessen contuvo.

Valencia no se quedó en el rol de partenaire; arrastraba un empate ante Levante el tiempo adicional, que le sacó dos puntos importantes para sus objetivos y debía recomponerse. Tuvo una clara chance que el VAR le invalidó a los 20′, cuando Moreno finalizó en gol una maniobra que luego no fue validada por la tencología por un off side previo.

La visita se movía al ritmo de Soler y Dani Parejo. Eran los dos hombres de la media cancha que le daban dinámica al juego y abastecían a Rodrigo Moreno, su principal atacante. Wass se proyectaba por derecha y los centrales Mangalá y Guillamón sostenían con firmeza los avances del conjunto local.

Así se fue el primer tiempo. Entretenido, con varias llegadas y emociones hasta el final. A los 43′ Kondogbia sacó un violento disparo desde afuera que dio en el palo izquierdo de Courtois; a los 45+2′ fue Hazard quein preocupó a la visita con un buen tiro que el arquero Cillessen detuvo.

En el complemento, el desarrollo crecería en intensidad. Real Madrid se acomodó con otro sistema; pasó del 4-1-3-2 a un compacto 4-1-4-1; en este esquema, mantenía la línea de cuatro, Casemiro por delante y Valverde, Modric, Kroos y Hazard para alimentar a Benzema. Enseguida tuvo réditos: a los 57′ una subida de Sergio Ramos provocó un temblor en la defensa visitante, el pase del defensor llegó a Valverde quien remató desde afuera y Cillessen contuvo con seguridad una vez más.

Entonces aceleró a fondo y logró convertir. Arrancó Hazard por izquierda, combinó con Modric, este volvió a habilitar al belga quien le envió el pase exacto a Benzema para que el francés definiera con un lindo tiro cruzado. 1 a 0 a los 60′.

A esta altura ya el Madrid era el protagonista central. Subían Carvajal y Mendy, apretaban desde el fondo los centrales Varane y Sergio Ramos, llegaba con mucha gente. Valencia intentaba revertir la imagen con los cambios. A los 58′ G. Guedes por F. Torres y Kevin Gameiro por M. Gomez; A los 68′ D. Cheryshev por C. Soler y F. Coquelin entró por Dani Parejo; un refresco grande para un equipo que necesitaba renovarse para revertir la situación.

Zinedine Zidane hizo el primer cambio a los 72′, cuando decidió que Asensio ingresara por Federico Valverde. Y el ingresado le dio la razón porque marcó de un zurdazo a los 73′ el 2 a 0 para el local, que empezaba a resolver el partido.

Valencia apeló al último cambio a los  75′, cuando L. Kang-In entró por Rodrigo Moreno. Pero estaba desdibujado y no pudo recuperar el estilo y la propuesta de la primera parte. El segundo cambio de Madrid lo terminó por derrumbar, porque a los 81′ ingresó Vinicius por Hazard y el brasileño muy pronto fue una pesadilla para la defensa visitante. De movida gambeteó a Hugo quien debió apelar a un puntapié grosero para intentar frenarlo. Luego generó una mano del mismo Hugo cuyo tiro libre ejecutó Kroos por arriba del travesaño.

Madrid era más y llegó el golpe definitivo en un contraataque perfecto. Quite limpio de Casemiro a Gameiro, pelota para Kroos, arranque del alemán por izquierda, cambio de frente para Asensio por derecha, y pelota al medio para que Benzemá definiera a los 86′. 3 a 0 contundente para el local.

Un triunfo sostenido por una gran actuación en la segunda parte, cuando el Madrid acomodó algunas piezas y doblegó con altura y autoridad a un Valencia que se cayó con respecto al primer tiempo. Una victoria clara que lo mantiene a la expectativa y a la caza de Barcelona, en una Liga que aún mantiene el suspenso.


Hernán O’Donnell

Nápoli encontró en los penales su merecida Coppa Italia

De a poco, el planeta fútbol empieza a retomar su rutina. Entre aquella Liga Primera de Nicaragua, que nunca se detuvo y finalizó el 9 de mayo cuando el planeta estaba en cuarentena casi en su totalidad, como la Bundesliga, que fue de las primeras en reiniciarse y ya tiene a su Bayern Münich campeón, muchas de las más importantes de Europa ya comienzan a recuperar sus actividades. también la harán la mayoría de los países de Sudamérica. La Argentina, no. No tiene ni fecha de regreso ni mayores novedades.
Por eso, las ligas y copas alrededor del mundo son de inmenso valor para los aficionados a este hermoso deporte.

En Italia, el Calcio volvió con las semifinales de la Coppa Italia, y ahora con la gran final entre Nápoli y Juventus, en Roma y a puertas cerradas. Y toda una nación hiper futbolera detrás de las pantallas para ver la pelota rodar otra vez.

Nápoli abrazó la victoria en la tanda de penales, tras un partido que se le presentó complicado en el arranque y que emparejó con el correr de los minutos en el primer tiempo, hasta volcarlo de modo claro a su favor en el complemento y ganarlo con justicia. Pero antes de esa serie definitoria con los remates desde los 11 metros, hubo un partido lindo e intenso que vale la pena contar.
A disfrutar del juego, entonces.

El dominio inicial de Juventus fue la primera imagen de la final. El equipo de Turín salió decidido, adelantado en el campo y con el objetivo de recuperar la pelota lo más alto posible para poder estar cerca del arco del Nápoli. Así construyó una llegada muy clara a los 5′; una pared entre Paulo Dybala y Cristiano Ronaldo finalizó con un buen remate del portugués que el arquero Meret desvió con esfuerzo. Durante un buen lapso fue la “Juve” la que controló las acciones y dominó el territorio. Recién pudo Nápoli arrimarse por primera vez con un buen tiro libre de Insigne que entre Buffon y el palo la sacaron al corner cuando iban 23′ del encuentro.

Con un esquema ofensivo, presión en campo contrario, y el compromiso de todos, Juventus dominó las primeras acciones. Bien adelantados los centrales, Cuadrado y Alex Sandro se sumaban a las bandas en tanto Pjanic controlaba el centro del campo. Betancur y Matuidí construían las primeras maniobras, para la creación de Ronaldo, Dybala y Douglas Costa. Era un esquema ambicioso y peligroso para el rival.

Nápoli fue astuto e inteligente para plantear el partido. Se equilibró de atrás hacias adelante. Con Koulibaly y Maksimovic como ordenadores princiaples de la defensa, se prodigó en correr, bloquear, cortar y buscar de contragolpe a través de la salida de Callejón por derecha y Lorenzo Insigne por izquierda para abastecer a Mertens. Y tuvo sus oportunidades también.

Entonces, sobre el final del primer tiempo, el desarrollo se hizo un poco más repartido. A los 38′ la perdió Koulibaly en una salida y la contra fue acelerada por Dybala, quien buscó a Ronaldo pero el arquero interrumpió justo cuando el portugués entraba al área para definir.

Y después llegó el momento del Nápoli. A los 40′ Alex Sandro salvó de chilena cuando caía la valla de la “Vecchia Signora”; en el rebote la tomó Demme, quien ingresó al área tras sortear dos marcas y su remate fue cortado por Buffón, que la mandó al corner. De ese tiro de esquina vino del despeje de la defensa y el balón lo tomó Insigne, que sacó un lindo tiro al arco desviado por Buffón al corner. Fue el mejor momento napolitano de la primera parte, que se cerró en blanco pero invitaba a ilusionarse con un segundo tiempo superior.

En el complemento se afirmaron las defensas y el juego se volvió más “a la italiana”. más cerrado, con mayores precauciones y más previsibilidad en el desarrollo.

Nápoli se asentó en el campo y mejoró mucho de lo que había sido su inicio. Adelantó líneas y con el correr de los minutos cambió las posturas; lució más ofensivo, incluso dominante. A los 60′ tuvo una linda jugada con varias combinaciones que terminó con un remate alto de Fabián.

Juventus respondió con una llegada a los 62′, pero el tiro de Dybala se fue arriba del travesaño. Y enseguida, a los 64′ Bonucci sacó un tiro lejano, fuerte y recto, controlado por Meret. Y ahí empezaron las variantes: a los 65′, Danilo por Douglas Costa en la Juve, Politano por Callejón y Milik por Mertens.

Y Politano tuvo una chance a los 67′ con un buen tiro bajo que controló Buffón. Enseguida hubo una clarísima: centro de la derecha de Politano, aparace Milik por el medio y su tiro se va arriba. Más cambios; a los 73′ Bernardeschi por Pjanic en la Juventus, mientras que Gatusso decidió que en Nápoli, a los 79′, ingresen Allan por Fabián Ruiz y Hysaj por Mario Rui.

Entonces. llegó el mejor momento de los napolitanos; a los 81′ el cabezazo de Politano fue atajado por Buffón. A los 83′ Insigne remató desviado cuando entraba solo por izquierda. Era más el equipo del sur. A los 84′ Ramsey entró por Cuadrado en la Juve y a los 87′ el último cambio de Gennaro Gatusso: Elmas por Zileinsky.

Y Nápoli estuvo a punto de llevarse la victoria en la agonía del partido. Iban 90+2′ cuando el corner llegó desde la izquierda, el cabezazo fue apenas conjurado por Buffón, Elmas lo tuvo a medio metro del arco y su remate pegó en el palo izquierdo del arquero de la Juventus.

Nápoli había hecho mucho más en el complemento y en los penales tuvo su premio. Erró Dybala, convirtió Insigne y 0-1 para los del sur. Danilo lo tiró arriba y Politano cruzó el suyo, aunque Buffón se tiró bien fue gol y 0-2. Bonucci le pegó arriba, alto, travesaño y adentro, para descontar 1-2, pero en esa tercera serie Maksimovic le pegó fuerte y al medio y quedó 1-3 para Nápoli. Cuarta serie, decisiva. Ramsey suave, para el 2-3; Milik, con toda la responsabilidad, definió con clase y convirtió: 2-4 para Nápoli.

Otra vez el equipo del sur conquistó la Coppa Italia; como otras tantas veces en su carrera. Esta vez con mucho mérito porque soportó el vendaval inicial, emparejó el juego y lo terminó con un dominio claro, que lo hace merecedor legítimo de este festejo en el regreso del Calcio al mundo.


Hernán O’Donnell

La abultada derrota del Arsenal refleja que le queda mucho trabajo para volver a los primeros puestos

De antemano, las formaciones, el historial reciente y la actualidad de Manchester City, por un lado, y de Arsenal, por el otro, mostraban una disparidad notoria entre ambos. Hoy, en el Etihad Stadium, casa de los Cityzens, protagonizaron la reanudación de la Premier League por un partido que quedó pendiente ante la irrupción de la pandemia.

Por un lado, el local presentó un once inicial en casi su totalidad compuesto por jugadores de reconocida calidad, y hasta con un banco de suplentes envidiable, muchos de esos futbolistas considerados “estrellas”. Desde el arquero, Emerson, junto con defensores como Kyle Walker, por citar sólo uno, ni hablar del mediocampo hacia adelante: Kevin De Bruyne, İlkay Gündoğan, David Silva, Raheem Sterling, Gabriel Jesús, y la lista podría seguir hasta los suplentes que tranquilamente podrían haber sido de la partida, como Sergio Agüero, Bernardo Silva o Nicolás Otamendi. Arsenal, en cambio, atraviesa una realidad más complicada: tiene un equipo desbalanceado, cuenta con algunos pocos jugadores de altísimo nivel, como el delantero Pierre Emerick Aubameyang, el arquero Bernd Leno, sumado a otros nombres que ante el City fueron al banco, como Alexandre Lacazette, (a pesar de que últimamente su rendimiento fue irregular) o Nicolas Pépé, el jóven que prometía mucho (fue la compra más cara de la historia del club) pero que no logró acoplarse aún. A tales figuras los rodean jugadores más modestos, que no demostraron la jerarquía suficiente para que los Gunners compitan en lo más alto. También el equipo se conforma con jóvenes surgidos de la cantera, que asoman como interesantes, sin duda, pero que todavía dan sus primeros pasos: Bukayo Saka, sorpresiva aparición de esta temporada, que se ganó un lugar ya sea como lateral izquierdo o mediocampista por las bandas, Joseph Willock, en la mitad de cancha y Eddie Nketiah como único punta, fueron desde el inicio.

La ubicación en la tabla de posiciones, los antecedentes de los últimos años y los resultados de la temporada actual en las distintas competencias, reflejan la gran brecha que separa al Arsenal, importantísimo club de Inglaterra y que aspira a ser protagonista como lo supo ser históricamente, de los actuales equipos que dominan en la Premier y se presentan como candidatos en la Champions League.

En el cotejo que reunió al City y a los Gunners, se hizo evidente la abismal diferencia entre ambos. El inicio fue lento, incluso fue demorado varios minutos por dos situaciones desafortunadas para el visitante: Granit Xhaka debió retirarse apenas a los 3 minutos por lesión, y poco después, a los 20, el defensor español Pablo Marí también pidió el cambio. El central fue reemplazado por David Luiz, que sumó otro partido para el olvido en la temporada. Hasta los 30 minutos fue más bien un encuentro con pocas llegadas, aunque se hacía sentir el peso del equipo de Guardiola, tan bien aceitado hace años, campeón de la última temporada.

Mikel Arteta, director técnico del equipo de Londres, fue ayudante de Pep hasta la temporada pasada, por lo que conoce de primera mano la forma de actuar del rival. Los recursos de los que dispone, sin embargo, no son de la misma envergadura que los de su mentor, ni elegidos por él ya que asumió la conducción con la liga empezada. Los Cityzens amenazaron en varias oportunidades a sus dirigidos, y hubo una seguidilla de situaciones concretas de gol a partir del minuto 30. La igualdad se mantuvo gracias a las notables intervenciones de Leno, pieza imprescindible de este Arsenal que sin él podría situarse más abajo de la tabla aún.

A pesar de la destacada actuación del arquero visitante, poco antes de que termine el primer tiempo el local pudo imponerse en el marcador. Una pelota que David Luiz no pudo controlar, le rebotó y la chance de convertir le quedó servida a Sterling, que con un derechazo cruzado puso en ventaja a su equipo. Un gol tan cercano al entretiempo, sumado al panorama desalentador que vivió en los minutos anteriores, pareció dar por terminado el encuentro para los Gunners.

De hecho, si es que se renovó alguna esperanza en el descanso, pocos minutos después fue desechada por otra situación con David Luiz en el centro de la escena. Cometió un penal al obstaculizar la carrera de Riyad Mahrez, y fue expulsado, aunque la roja fue tal vez exagerada. Lo cierto es que Arsenal quedó con diez jugadores, De Bruyne convirtió el penal, y el partido pareció casi liquidado apenas a los 51 minutos.

La intensidad fue disminuyendo después del segundo gol, el visitante quedó abatido y Leno impidió en nuevas ocasiones que le conviertan. Ambos equipos tomaron la posibilidad de hacer más de tres cambios, aunque poco cambió en el transcurso del juego. Para ratificar la clara diferencia que hubo entre los dos equipos, Phil Foden estampó el tercer gol del City y el partido cerró con goleada 3-0.

Más allá de la pausa por la pandemia, el Arsenal no logra tener una versión a la altura de rivales como el Manchester City hace mucho tiempo. No conforma un conjunto competitivo, cuenta con pocos jugadores que pueden prometer aspiraciones más altas como volver a luchar por títulos importantes. Aubameyang fue un fichaje extraordinario y es uno de los futbolistas más sobresalientes, incluso de la liga. La última temporada fue el máximo goleador de la Premier con 22 tantos, junto a Sadio Mané y Mohamed Salah. En la actual, lleva 17 tantos en 27 partidos y está a dos de Jamie Vardy, que lidera la tabla. Pero su equipo no lo acompaña. Apenas Leno tiene un nivel similar, abocado a su tarea como arquero, está claro. Con Lacazette hizo una dupla interesante, pero su performance fue menor a la del gabonés. El contrato del delantero vencerá en junio de 2021, y es una incógnita si seguirá en el club o no. Pero por desempeños colectivos como los de hoy, con formaciones que no coincidan con su potencial, será entendible si decide mudarse a donde crea que puede tener más éxito a nivel grupal.

Arsenal todavía puede redireccionar su camino, prestar atención a aquellas piezas que debe reemplazar y trabajar para conformar un plantel donde estrellas como Aubameyang o Leno vean acompañados sus esfuerzos por colegas que estén a la altura de su nivel. Un jóven y capacitado entrenador está al frente de esta reestructuración, con un cierre de temporada exigente por delante, pero que debe tener la posibilidad de trabajar también con la mente puesta en lo que sucederá después de esta liga, cuando pueda reconfigurar a su equipo y así conducir a los Gunners hacia la cima otra vez.

Martín O’Donnell

Bayern Münich ganó en Bremen y es el campeón de la Bundesliga

Salió con todo el ímpetu y las ganas de llevarse el partido para lograr el objetivo soñado. Sabía que dependía de sí mismo, que si bien faltaban tres juegos antes de comenzar su visita a Werder Bremen, una victoria le daba el campeonato y la tranquilidad de terminar lo antes posible con el objetivo tan deseado.

Para Bayern Münich los tres puntos eran algo más que la meta trazada en cada uno de los partidos en que se presenta; los tres puntos eran alcanzar la Bundesliga por octava vez consecutiva, un récord que sólo tiene la Juventus en las Ligas grandes del planeta. Y por eso salió con la decisión de llevarse el partido y el campeonato.

Con el estandarte de Lewandowski en su regreso al equipo tras la suspensión, con la vuelta de Thomas Müller, Coman y Davies, el equipo de Hans-Dieter Flick saliò al campo con la formación de gala. Los titulares, los que construyeron esta campaña asombrosa, llena de victorias, triunfos contundentes y una marcada superioridad a cada uno de los adversarios. Un equipo que se sostiene en el pressing asfixiante, en pararse en el campo contrario, tener los defensores centrales más allá de la mitad de la cancha, el arquero como líbero y la posesión paciente del balón hasta encontrar el agujero para armar la jugada desequilibrante, la maniobra del gol.

El primer tiempo fue cerrado, con dos posturas muy definidas. Porque al ataque permanente de Bayern Münich, el local le opuso una defensa férrea, dura, sistemática. Tuvo una chance a los 12´con una escapada por la banda de Bittencourt, pero no prosperó y no contó con más oportunidades en ese período. Bayerno no fue demoledor, pero si dominante. Contralaba el juego, aunque le costaba perforar la defensa de Wereder Bremen.
Hasta que a los 42’ se abrió el marcador, tras una buena habilitación de Boateng para la entrada en diagonal de Robert Lewandowski y la conversión del polaco para marcar el 0-1 cuando ya terminaba el primer tiempo.

En el complemento el partido mantuvo el mismo libreto. La visita no se conformó con el resultado parcial que lo favorecía. Continuó con la misma postura. Boateng y Alaba parados en el campo local; Pavard casi como un extremo derecho, Davies lo mismo por izquierda. Kimmich y Goretzka en el patrullaje permanente de la zona media hacia adelante. Gnabry, Coman y Müller en el rol de asistidores de Lewandowski, amèn de ser creativos, dinàmicos y ofensivos. Y el arquero Neuer bien adelantado, casi en el rol de líbero, por el cual debió salir dos o tres veces bien lejos de su área para cortar los contraataques del local. El primero lo anticipó con la cabeza, el segundo con dos cortes consecutivos con las piernas. Y por si fuera poco un manotazo para evitar el empate del local luego de un buen cabezazo del japonés Osako, cuando iban 80′ y Werder Bremen se empezó a animar.

El local reaccionó recién en los últimos veinte minutos del partido. Cuando empezó a perder el temor, soltó amarras y decidió ir por el empate. Había aguantado hasta ese momento en su campo y cada vez que quiso salir de contra, se ahogó en la marca y presión a la que lo sometía el bayern Münich. Le costaba mucho elaborar juego al local; intentaba salir desde el fondo con pelota asegurada, pero la perdía rápido y casi siempre en su propio campo. por eso no podía salir del encierro. Recién al final tuvo esa chance de Osako y luego unos diez minutos finales con centros y algún apuro que la defensa visitante supo contener. Para Bayern, un doble enganche de Coman en el área y su remate elevado fueron las posibilidades más claras.

El campeón jugó los últimos minutos en el corner de la derecha de su ataque. Una vez que logró el primero de una serie de varios consecutivos, entretuvo allí el balón hasta forzar otros tres tiros de esquina seguidos. No quería salir, ni arriesgar más de la cuenta. Solo deseaba que el tiempo corriese y poder terminar el partido para gritar Campeón. Los méritos ya los había realizado.


Hernán O’Donnell

Sobre el final, Levante le puso freno al progreso de Sevilla

Una visita al Camilo Cano, el campo del Club de Fútbol La Nucía, que milita en la Tercera División y está situado en la localidad del mismo nombre; tiene una población de poco menos de 20.000 habitantes en la provincia de Alicante y a una distancia de algo más 100 kilómetros de Valencia.

Hasta allí fue el Sevilla, para visitar a Levante, que decidió jugar en ese campo todos su partidos de local que restan para terminar la temporada mientras remodela su estadio. Y con toda la ilusión fue el conjunto andaluz, que dominó el primer tiempo a partir del trabajo elaborado de sus volantes:

Jordan y Banega fueron conductores y socios, para explotar el juego, para buscar a Munir y a Lucas Ocampos por el medio, para asociarse por los costados con las subidas de Jesús Navas o Escudero, o para alimentar a de Jong, incansable en sus movimientos.

Tuvo la más clara oportunidad a los 14′ con un tiro libre de Munir que se estrelló en el travesaño; luego contó con una jugada bien combinada entre Banega, Navas y de Jong que el arquero local Fernández pudo retener. Fue más el conjunto visitante en esos primeros momentos.

Levante progresaba con la dinámica de Campaña y el trabajo en bloque del equipo. Rochina Y Melero se sumaban a la batalla de la mitad de la cancha y Morales buscaba aparecer por sorpresa a las espaldas de los zagueros de Sevilla, Diego Carlos y Koundé. Así tuvo un par de llegadas el local al final del primer tiempo, pero era Sevilla quien había dejado mejor imagen aunque el resultado se mantuviera en blanco al finalizar la primera etapa.

En el complemento la visita se adelantó muy pronto. Apenas comenzado el segundo tiempo, iban solo 20″ y una buena jugada que Munir empleó para habilitar a de Jong y el holandés marcó el 0-1 a los 46′. Un golpe exacto para el arranque, que bien pudo ser más amplio porque a los 52′ Diego Carlos metió un buen cabezazo que hubiera significado el segundo tanto visitante, pero el colegiado no convalidó la acción por un leve empujón previo del defensor sevillista. Y a los 55′, el arquero local le sacó una volea impresionante a Munir.

Así se armó un segundo tiempo con buen ritmo y el partido ganó en intensidad. Aparecieron los cambios para modificar el rumbo. A los 60′ se movió el banco local: Entró J. Miramon por Coke y E. Bardhi por N. Vukcevic. Sevilla produjo enseguida sus modificaciones: A los 62′ Suso reemplazó a Munir El Haddadi, de buen partido; O. Torres entró por el dinámico Ever Banega, y Fernando ingresó por J. Jordan. Triple cambio en la visita.

El equipo granota apeló a las variantes y produjo otro doble cambio: Hernâni por R. Rochina y S. Leon reemplazó a J.L. Morales a los 71′; en Sevilla salió de Jong y los minutos finales entraron en los nervios y la ansiedad por resolver el encuentro. Levante iba por la igualdad y Sevilla se rearmaba por sostener lo que llevaba conquistado. A los 79′ lo tuvo Gonzalo Melero, pero su cabezazo se fue desviado.

Sevilla tuvo su chance a los 82′ pero el remate de Escudero fue contenido por Fernández. Y un minuto después Reguilón ingresó por Lucas Ocampos para reforzar la defensa. Ya cerca del final se arrimó el local. A los 86′ Hernani sorteó a Vaclik pero Koundé evitó la caída de su valla. Y enseguida llegó la igualdad cuando se jugaban 87′, en una jugada que Miramón lanzó el centro, Vaclik rechazó y le pegó en el cuerpo a Diego Carlos para ingresar en la propia valla . El partido quedaba 1 a 1 a poco de terminar. Y lo tuvo incluso Mayoral a los 88′, pero el arquero visitante lo impidió.

En la conferencia de prensa virtual posterior, el DT de Levante, Paco López, trazó un análisis del partido: “Pudimos sumar algo más, pero tenemos que estar satisfechos, jugamos ante un equipo bueno. Hay mucho mérito porque venimos de igualar con Valencia, y ahora con Sevilla”.

“Estuvimos groggys diez minutos después del gol, pero luego mejoramos e hicimos un gran partido ante un equipo que tiene nivel de Champions League”, añadió el entrenador.

“Nos debemos adaptar al campo, y no vamos a poner ninguna excusa; esta va a ser nuestra casa durante los próximos partidos, así que tenemos que saber adaptarnos a este campo” reflexionó con respecto a la localía.

Sevilla fue más en el primer tiempo con los ideales de Lopetegui plasmados en su juego, pero no pudo rematar el partido; Levante mejoró en el final, con más ambición y adelantamiento de líneas llegó al empate y le detuvo la marcha ascendente al equipo andaluz, que perdió dos puntos preciosos en la ilusión de perseguir a Barcelona.


Hernán O’Donnell

Augsburgo ganó un partido clave en Mainz y se aleja del descenso

Los dos estaban con la soga al cuello. Con el fantasma del descenso al acecho. Con el apremio de tener que conseguir la victoria, poder escaparse de la zona de fuego y de paso empujar un poquito más al fondo al rival circunstancial de esta tarde de domingo. Y el Augsburgo sacó una ventaja rápida, a los 40” de juego, cuando de un lateral ofensivo a favor, el rebote le cayó al ecuatoriano Carlos Gruezo quien envió de cabeza la pelota al área y allí Niederlechner giró, realizó una media chilena y adelantó al Augsburgo 0-1 en el nacimiento del partido.

Ese tanto encendió el juego. El local se sintió heriod en su orgullo y fue para adelante. Se paró diez metros más cerca del arco contrario y empezó a apretar con el tandem Quaison y Mateta quienes empujaban a su equipo. El visitante se tranquilizó y propuso un partido de contragolpe. Enseguida el local tuvo su primer cambio obligado:  K. Onisiwo por T. Awoniyi a los 22′, con la preocupación de la lesión del nigeriano y la pérdida de un velocista en ataque. Sin embargo, a los 42′ tuvo una buena oportunidad cuando un remate de Mateta fue rebotado por Luthe y el siguiente tiro también fue desviado por el arquero visitante.

A los 45+3′, Luthe se volvió a lucir cuando sacó por encima del travesaño un cabezazo de Niakhate, certero y peligroso. Así concluyó el primer tiempo, con el ataque del Mainz y el surgimiento de la figura del arquero de la visita.

Para la segunda parte las expectativas eran muy grandes. Los dos debían intentar llevarse la victoria. El fondo de la tabla acorrala y las ilusiones tienen fecha de vencimiento en tres jornadas más. Augsburgo apretó los primeros cinco minutos iniciales de esa segunda parte, pero después se replegó y se mantuvo en pie en el afán de contener el ímpetu de Mainz.

La visita empezó a acumular más gente atrás, y el local atacó con más aventura en su propuesta y la lógica asunción de espacios y riesgos a espaldas de sus defensores. A los 50′ tuvo una linda chance cuando Onisiwo metió un tacazo tras un corner, que el arquero Luthe pude contener. A los 64′ llegó una oportunidad clara para la visita, con el remate de Vargas que se fue muy cerca. Era un aviso de lo que proponía Augsburgo, que en cada contra metía una amenaza.

Entonces el partido cobró intensidad. Aunque el nivel técnico no era el de mayor jerarquía esperable en esta liga, lo cierto es que ambos mantenían su vocación de pensar en el arco de enfrente. Los cambios, como suceden en esta época de tantas variantes, descompusieron más el partido, que entró en la vorágine del pelotazo y el centro como principal argumento.

El local tuvo la última posibilidad a los 83′ con un disparo de Mateta que se fue afuera. Allí se diluyeron sus chances. Y chocó con la impotencia de perder un partido clave de local.

Cuando el árbitro Marco Fritz se acercó a Luthe para pedirle el balón y dar por terminado el partido, el arquero visitante primero no entendía que sancionaba el juez, por qué le pedía el balón. Cuando se lo dio en mano y entendió que daba por finalizado el encuentro su reacción espontánea fue la de darle un abrazo al colegiado, tal como hizo el jugador de rugby de Los Pumas, Felipe Contepomi tras un esforzadísimo triunfo ante Irlanda en 1999. Ese abrazo y este abrazo del arquero de Augsburgo reflejan el alivio de un triunfo duro y sacrificado. Es el símbolo de la victoria de Augsburgo que ganó más que tres puntos ante Mainz. Es el alivio de saber que por un año más está casi, casi, prevista la continuidad en la élite del fútbol alemán.


Hernán O’Donnell

Bayern Münich ganó sobre el final y aguarda por la definición

La victoria agónica de Borussia Dortmund ante Fortuna en Düsseldorf unas horas antes de su partido, le ahogó el festejo a Beyrn Münich y le generó una pequeña “presión” para su presentación ante el Moenchengladbach. Porque hasta ese gol agónico de Haaland, el empate parecía sellado y el perseguidor perdía dos puntos casi decisivos. Es más, hasta lo pudo perder de contragolpe. Pero ganó con el cabezazo del joven noruego a los 90+5′, y Bayern Münich debía ir por la victoria.

El partido tenía un punto a tener en cuenta; con muchas ausencias salió el local: Lewandowski, Davies, Müller, Coman… le faltaba el goleador, nada menos, y dos de los principales generadores de juego, amén de un lateral izquierdo de notable rendimiento a partir de su velocidad y despliegue en el campo. Perisic fue un buen reemplazante, con su dinámica resultó de lo mejor en el primer período.

Intentó jugar simple y buscar espacios. Con orden y serenidad, Bayern se apropió del balón, pero la visita lo corrió en la media cancha y a partir del trabajo de Neuhaus, Hofmann y Herrmann tuvo buenas aperturas por los costados. Sufrió la salida del joven Thuram a los 9′ de juego, pero no se resignó.

A los 15’ avisó el visitante, pero una buena jugada terminada en gol no fue convalidada por un offside finísimo.
Perisic lo tuvo a los 22’, con un tiro fuerte, cuando entró libre y por sorpresa por el medio de la defensa de Moenchengladbach, pero el arquero Sommer lo impidió con una fantástica tapada. Pero el fútbol tiene tantas idas y vueltas que un error del arquero visitante con un pase equivocado le permitió a Bayern ponerse 1-0 a los 25’ del partido cuando Zirkzee, el reemplazante de Lewandowski, capitalizó la equivocación y con un remate de lejos abrió el partido.

Pero el visitante no bajó los brazos y siguió metido en el partido. Y llegó a la igualdad, producto de una maniobra colectiva del medio a la derecha, el desborde de Herrmann, el centro rasante y Pavard que en su afán de cerrar se arrojó al piso e introdujo el balón en contra de su valla. 1 a 1 a los 36′.

Así terminó el primer tiempo. Con un empate entretenido y justo. Un equipo, el local, que buscó a través del orden y el control del balón, y la visita que trató de ampliar el campo, para llegar por los costados.

En el segundo tiempo Borussia Moenchengladbach comenzó con una segunda variante en la alineación: Jantschke por Elvedi, con alguna molestia; se acomodó más de contra y metió varias salidas rápidas para el manejo del camerunés Embolo quien las manejó con inteligencia. A los 53′ armó una linda maniobra de contragolpe, habilitó a Herrmann por derecha y el remate se fue arriba del travesaño.

El local movió el banco a los 61′ y dispuso del ingreso del lateral candiense A. Davies, que loe extrañaba y necesitaba por Lucas Hernandez; y el hábil francés, Coman por Cuisance; Bayern empezó a ser más profundo y agresivo. A los 63′ Pavard metió un buen cabezazo, tras un corner, que se fue apenas arriba del travesaño. A los 65′ Gnabry sacó un exquisito remate y el arquero Sommer la desvió al corner con un justo manotazo sobre el poste derecho. Empezaba a dominar Bayern, muchas veces con faltas leves o inexistentes que el árbitro sancionaba y mantenía acorralado al rival. Más allá de esa lateralidad, el local derrochó virtudes para dominar el juego. Buen trato del balón, control permanente, adelantamiento en el campo, posicionamiento de Neuer bien afuera del área, defensa más adelante de la mitad de la cancha…ya tanto fue el cántaro a la fuente, que la rompió.

A los 85′ llegó el desnivel. Salida por izquierda con Davies, pelotazo largo cruzado a la derecha, Goreztka se abrió de piernas y la dejó correr, Pavard apareció por derecha y envío el centro atrás para la entrada libre de Goretzka quien marcó con un tiro cruzado. 2 a 1 cuando el partido agonizaba.

A partir de allí, Bayern Münich tomó recaudos. Javie Martínez por Ivan Perisic a los 87′. para armar una línea de cinco, solidificarse en defensa, cerra el medio campo y luchar los últimos minutos del juego. Borussia fue con ímpetu y ganas. Por primera vez en el complemento se pudo soltar, y perdido por perdido se volcó al ataque. Tuvo una oportunidad al final, pero el remate de Hofmann se fue desviado. No hubo espacio ni teimpo para más.

Bayern Münich logró una esforzada victoria. Tuvo paciencia para buscar su desnivel, algún fallo favorable, varias figuras destacadas y su estilo agresivo y dominante de siempre. Le falta un pasito más para que la Bundesliga sea otra vez de su propiedad.


Hernán O’Donnell

RB Leipzig logró un gran triunfo y se afirma en su objetivo

Tuvo dos empates de local, cuando se reanudó la Bundesliga, que lo retrasaron mucho en las posiciones. Esos cuatro puntos que dejó en casa le restaron toda ilusión de pelear contra el gigante de Münich, y ahora para el equipo de Julian Nagelsmann todo quedó en la apuesta a llegar una vez más a la Champions League, en la que está clasificado en los cuartos de final de esta temporada. El empate duro ante Friburgo, que le convirtió en su única llegada a los 30′ del primer tiempo y se defendió con uñas y dientes, fue el primer golpe. logró el empate cuando restaban quince minutos por jugar, mereció más, pero allí empezó a escurrírsele el sueño a Leipzig. Dos fechas más tarde, volvió a empatar de local, esta vez ante Paderborn y en el descuento, en un encuentro que fue un poco más equilibrado, pero que no supo rematar con la ventaja y lamentó la igualdad que llegó en el tiempo agregado a los 90′ oficiales. Una pena. Por eso debía jugarselá ante el duro Hoffenheim, en el inicio de la jornada 31.

El comienzo fue a todo ritmo. Hoffenheim salió decidido, con una postura ofensiva muy marcada. Trataba de apretar al RB Leipzig en su campo y buscaba su oportunidad. A los 4’ tuvo una llegada clara por izquierda, el centro al medio y la entrada libre de Baumgartner, quien sacó un tiro que rozó el poste izquierdo de Gulacsi. A los 6’ tuvo un penal que luego el VAR descartó. Y de esa contra sufrió el primer gol en contra, tras una buena maniobra por derecha de la visita, la llegada de Mukiele, el pase al medio y Dani Olmo que se la lleva y saca el remate fuerte para marcar el 0-1 a los 8’ del partido.

Y enseguida llegó el segundo gol de Leipzig. Cuando Hoffenheim intentaba salir, sacarse de encima el golpe recibido. Cuando el local intentaba mostrar que estaba intacto, un pelotazo largo, el cabezazo al medio de Schik y otra vez la entrada de Olmo para marcar de manera similar al primer tanto. 0-2 a los 10’ y ya era muy buen partido.

Se armaron y animaron los dos. El local fue con alma y corazón; la visita, con su estilo agresivo habitual, con 11 jugadores en bloque donde todos atacan y todos defienden.
Iban 15’ y Hoffenheim volvió a llegar. Un remate cerca de Rudy que avisaba…

A los 26’ hubo otra chance clara del local con un cabezazo en el travesaño. Después fue héroe Gulacsi quien tapó dos tiros seguidos a los 37’. Primero el centro y luego la atropellada a Baumgartner. A los 41’ Bicakcic desvió su tiro arriba del travesaño. El local sumaba situaciones y méritos, aunque Leipzig tuvo su oportunidad de contra a los 43’, pero Timo Werner elevó mucho su remate tras su corrida solitaria.

Así se fue el primer tiempo, a todo ritmo. Con muchas ocasiones, con dos equipos ofensivos, ambiciosos, rápidos.
Más trabajado el visitante, con un libreto más internalizado. Con las convicciones que respeta en cada presentación.

La segunda parte comenzó a buena intensidad. A los 51’ hubo una muy clara para el local, pero el disparo de Rudy fue controlado por Gulacsi. Y los cambios que empezaron, como decimos siempre, a desvirtuar el partido, hasta que al final se volvió a acomodar.

Skov y Kramaric ingresaron en el local con el inicio del complemento. Fue este último quien condujo al equipo para tener más presencia en campo adversario. A los 63′ un tiro de Bebou tuvo respuesta del arquero visitante y enseguida se firmó Leipzig en el dominio, control y autoridad sobre el juego. Porque si bien el equipo tuvo que adaptarse a los cambios, una vez realizados todos y con el ajuste del tiempo, terminó con un claro dominio y una seguidilla de situaciones que le pudieron dar un resultado más holgado.

A los 61′ C. Nkunku entró por K. Laimer; a los 67′, dos variantes: A. Lookman por Schick y T. Adams por Kampl; y más tarde, a los 77′, las dos últimas variantes: I. Konate por Sabitzer y A. Haidara por D. Olmo, el goleador de la noche. Se acomodó el equipo y metió unos diez minutos finales a todo trapo.

A los 84′ Timo Werner habilitó a Nkunku y lo tapó el arquero local Baumann; enseguida otra vez Werner se la dió a un compañero, esta vez Lookman, que enganchó y pateó al arco, pero otra vez surgió el arquero de Hoffenheim. A los 85′ fue Werner quien sacó un remate peligroso que salió afuera. Después fu el turno de Haidara, a los 87′ quien disparó desde afuera del área y el arquero local la sacó al corner. Y ya en tiempo adicionado, a los 90+1′, Nkunku remató desde lejos y el tiro pegó en el poste izquierdo de Baumann.

Con esos diez minutos finales, el equipo de Julian Nagelsmann cerró una jornada a toda orquesta. Ante un rival complicado, que tuvo un buen comienzo y se diluyó con el correr del segundo tiempo, la visita construyó su triunfo con los argumentos conocidos. Ataque masivo, retroceso en bloque, juego vertical, búsqueda ofensiva, dinámica permanente. es una de las gratas revelaciones de Europa y volvió a ganar en la Bundesliga con su acostumbrado andar.


Hernán O’Donnell

Sevilla se quedó con el clásico andaluz y se reanudó la Liga Española

¡Volvió la Liga! la competición española, el torneo de las grandes luces y las grandes figuras, donde reina Lionel Andrés Messi, donde Real Madrid desfila con su aureola cautivante, donde el “Aleti” encara el espíritu de los soñadores idealistas, donde el Valencia se ha ganado el corazón de tantos argentinos, donde los duelos son encarnizados y los partidos una fiesta, donde los equipos vascos relucen su identidad, donde en cada pueblo se esconde una ilusión…

Volvió la Liga y lo hizo con el clásico andaluz. Nada menos que Sevilla y Betis. Un duelo de larga tradición, de enorme rivalidad futbolística que divide a la ciudad en dos pasiones.

El local llegaba mejor. En realidad es una forma de decir, porque luego de un largo paréntesis de más dos meses, los antecedentes inmediatos quedaban un poco en la nebulosa. Más bien, era un volver a empezar en situaciones similares en cuánto a pérdida de ritmo futbolístico, disminución de la concentración, dispersión y ausencia de ambiente de competencia. Ambos, igual que el resto de los equipos de La Liga, vivieron una desvinculación con todo lo que atañe al juego, que les va a costar un tiempo volver al ritmo tradicional, en tanto en la bandera de largada, casi que todos están de la misma manera. Salvo en la tabla de posiciones, donde Sevilla se afirma desde el tercer lugar y Betis navega por la mitad de las ubicaciones.

Por eso, el partido se lo aguardaba con mucha expectativa y entusiasmo. Y fue Sevilla el que salió a buscar. Enseguida soltó amarras, fue por el arco rival y Lucas Ocampos sacó un fuerte remate que pegó en el travesaño cuando iban 9’ de juego. Era un aviso. Mientras Betis peleaba en el medio campo, luchaba y ponía el alma en el derbi.
Era el comienzo, con mucha intensidad. Con la presión de Fernando, los movimisntos de Munir y la proyección permanente de los laterales, Sevilla
avanzaba. La visita se apoyaba en un esquema apretado de 4-1-4-1, con Guido Rodríguez como equilibrista, con Fekir y Tello como promotores del juego. Costaba, pero peleaba. Y aparecía el arquero Robles para cualquier inconveniente.

Sidnei era el sosten en defensa para la salida del visitante. Por el local, el juego comenzaba con Jesus Navas y finalizaba con Ocampos; era por la derecha donde progresaba con más frecuencia en el inicio. Después se volcó al progreso desde la izquierda con Reguilon, y así sumó una nueva posibilidad a los 26’ cuando el lateral ex Real Madrid se fue por izquierda, lanzó el centro y el cabezazo cruzado del delantero de Jong se fue cerca del palo izquierdo del arco visitante.
Betis tuvo pocas oportunidades, pero peleó el primer tiempo. Con mucho ímpetu transformó el clásico en un encuentro ardoroso.
El local tuvo otra chance clara al final del primer tiempo cuando de Jong armó un buen contraataque, abrió a la derecha para Ocampos y picó al medio a buscar la devolución, pero el argentino prefirió rematar al arco y el arquero Robles rechazó con esfuerzo a los 45+2’ de juego.

El primer tiempo se terminó con una mejor imagen del local.

El segundo período arrancó con un Sevilla más provocativo, más incisivo. Y por allí empezaron las emociones, con el nacimiento del complemento. El local apretó y sacó ventajas. A los pocos minutos una falta leve en un salto en el área de Bartra, el árbitro la sancionó con infracción y el penal lo tomó Lucas Ocampos, quien marcó con un remate suave a la izquierda de Robles que fue para el otro lado; 1 a 0 a los 55′ para el local.

Con la tranquilidad del resultado, Sevilla aceleró y aprovechó el desconcierto de su clásico adversario. Fue por más, y tuvo la oportunidad de volver a marcar muy pronto, para estirar la ventaja y marcar una buena diferencia. Tras un tiro de esquina, Ocampos la levantó de taco y Fernando metió la cabeza para señalar el 2-0 a los 61′. Un golpe contundente y a futuro importante.

Sevilla fue inteligente para manejar los tiempos. Supo Lopetegui hacer los cambios para regular el manejo del partido. Banega por Ocampos, para tener más el balón, controlar las acciones y conducir el juego. Sevilla resignaba potencia en ataque por orden en la mitad de la cancha a los 70′. También salió el centrodelantero holandés de Jong y a los 73′ ingresó Suso, para darle aire a la banda derecha y poco más tarde Franco Vázquez, para tener más el balón y conducir los contragolpes.

Betis intentó con las variantes permitidas, pero no tuvo profundidad para llegar al arco rival. Y se chocó con una defensa firme, sostenida en el brasileño Diego Carlos. No pudo descontar, más allá del esfuerzo de todos y la seguridad del arquero para que no estirara la diferencia.

Sevilla ganó en un Sánchez Pizjuán espléndido aunque vacío de multitudes. Celebraron en sus hogares los seguidores de este equipo, que dicen que nunca se rinde y volvió a ganar en la reapertura de La Liga, para afirmarse en el tercer puesto y soñar con el futuro.


Hernán O’Donnell

La MLS anuncia la vuelta del “Soccer” en Julio

El certamen ya tiene fecha, sede y nombre. Comenzará el 8 de julio próximo, se jugará en el ESPN Wide World of Sports Complex, situado en Bay Lake, Florida, muy cerca de Orlando, allí donde se encuentra Disney World, el mundo más famoso de fantasía y entretenimiento y en el que se jugará el Torneo Especial “MLS is back”.

No habrá acceso al público y se acentuarán los protocolos de seguridad sanitaria. El campeón tendrá un lugar asegurado en la Liga de Campeones de la CONCACAF 2021. La estructura de la competencia tendrá fase de grupos, fase de eliminación y una final, en un sistema que muchos asemejaron al mismo de las Copas Mundiales de la FIFA.

“Va a ser como un Mundial de 26 equipos, se van a jugar 54 partidos. Tendremos fase de grupos, así como el Mundial que conocemos y amamos”, explicó Don Garber, comisionado de la MLS. “Esto significa que cada equipo va a jugar tres partidos en su grupo”, agregó.

“Luego, habrá un pase a octavos de final, cuartos, semifinal y final. El campeón ganará una plaza para la Liga de Campeones de CONCACAF 2021”, añadió el dirigente.

Los preparativos ya están en marcha. Los equipos viajarán a la Florida a partir del 24 de Junio; se alojarán en Orlando, y las ciudades aledañas. Allí comenzarán los entrenamientos previos al torneo; pueden hacerlo más tarde, pero deben estar en la zona una semana antes de su primer encuentro del campeonato.

El protocolo sanitario para viajar a Orlando será el siguiente:

Antes de viajar al Walt Disney World Resort, a todos los miembros esenciales de las delegaciones de los equipos, árbitros, personal del club y personal de la MLS se les harán dos pruebas de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) con 24 horas de diferencia. Los jugadores también recibirán una prueba serológica (anticuerpos) como parte de un examen físico que incluye un control de temperatura y la realización de un cuestionario de detección. Las pruebas de PCR detectan una infección activa por COVID-19, a través de un hisopo nasal o una prueba de saliva. Las pruebas de serología (anticuerpos) detectan la presencia de anticuerpos en respuesta a una infección por COVID-19. Los 26 clubes de la MLS viajarán a Orlando en un avión chárter.

Una vez arribados a Orlando, se les hará una prueba de PCR; si los resultados dan negativo, los equipos podrán comenzar sus entrenamientos en el ESPN Wide World of Sports Complex.

También habrá exámenes de control automatizado de temperatura y la realización de cuestionarios de salud diarios para todo el personal que ingrese a trabajar al complejo deportivo “ESPN Wide World of Sports”, al hotel y al centro de convenciones donde se alojará el personal de la MLS.

Durante las primeras dos semanas en la Florida, a cada persona se le realizarán pruebas cada dos días. Los jugadores, entrenadores y el personal de PRO serán evaluados cada día, incluso antes de un partido.

La fase de Grupos tendrá a los 26 equipos divididos en 6 zonas, de las cuales la Zona “A” estará encabezada por Orlando City y contará con 6 equipos; las otras dos zonas de la Conferencia del Este tendrán 4 equipos. En tanto, La Conferencia del Oeste tendrán 3 zonas de 4 conjuntos.

Cada equipo jugará tres partidos de la fase de grupos, con esos resultados contando en la clasificación de la temporada regular de la MLS 2020. Se jugarán partidos durante 16 días consecutivos. Los dos primeros de cada grupo se clasifican a octavos, junto a los 4 mejores clasificados a partir del tercer lugar.

Habrá entonces 16 equipos en octavos, que se eliminarán en forma directa para darle paso a los cuartos de final, semifinales y la gran final programada para el 11 de Agosto. El Soccer vuelve a Estados Unidos, un país y una liga que abrazaron a este deporte y no paran de crecer.


Hernán O’Donnell