Torque Montevideo City empezó los entrenamientos el lunes 8 de junio; el resto de los equipos es posible que empiecen a sumarse en las próximas horas, aunque la recomendación de la AUF (Asociación Uruguaya de Fútbol) fue que se reabrieran las prácticas el próximo lunes 15 de junio, todos los equipos. Lo cierto es que el equipo perteneciente al City Football Group, propietario de otras entidades como Manchester City, New York City Football Club, Melbourne City, Girona FC, y Yokohamas Marinos de Japón. El conjunto de Montevideo dio el primer paso y tuvo una repercusión mediática inmensa, que los propios futbolistas reconocieron no estar acostumbrados.
Los equipos ya están habilitados, comenzaron el protocolo sanitario y si bien la mayoría ha dispuesto comenzar los entrenamientos la semana que viene, Torque Montevideo City comenzó un poco antes la fase 1 y despertó variadas opiniones entre sus competidores. En un ámbito de respeto, el presidente de Montevideo Wanderers señaló, en diálogo con radio Sport 890, que no se molestaba por ese inicio, y expuso la situación y los pasos que daba su club. Y en general, no hubo demasiadas quejas.
Defensor Sporting anunció que se iba a plegar a la recomendación de la Asociación. Otros equipos, como Danubio y Cerro ya realizaron los test y en las próximas horas tendrán los resultados, con lo cual podrían llegar a estar habilitados para comenzar.
La AUF dio un exhortación para comenzar el lunes 15, y muchos, o casi todas las instituciones adhirieron a ese pedido, aunque Torque ya había realizado los hisopados a los futbolistas y comenzó las prácticas el lunes a las 9.50 hs en su complejo deportivo.
Las fechas previstas son de seis semanas de acondicionamiento y en agosto la pelota volverá a rodar en las canchas de Uruguay. En la AUF pensaban reanudar el día 1, en tanto la Secretaría Nacional del Deporte recomienda que la actividad se reanude el 15, dos semanas más tarde. No hubo aún una decisión final, pero lo cierto es que en dos meses a más tardar, el fútbol uruguayo vuelve al ruedo
Era un partido de mitad de tabla, pero con mucho interés en ambos, porque si bien puede parecer poco interesante para el espectador común, para el amante del fútbol para el periodista que lo elige como un medio de vida, siempre hay algo atractivo por ver, por descubrir, por analizar. Y ni que hablar para los dos equipos, pues tanto uno como el otro tienen objetivos por los cuales luchar.
El local tiene la meta de escaparle a la zona del descenso. Alejarse del peligro de perder la categoría. Aferrarse a mantenerse en el círculo privilegiado. Para el equipo de Gelsenkirchen, el sueño de llegar a una competición internacional, la Europa League en tren de ser realistas.
Pero no pudieron quebrarse, no pudieron sacarse ventajas y quedaron empantanados en las mismas ubicaciones. Unión Berlín, cerca del fondo. Schalke 04, en la mitad de la tabla…
Lo mejor fue el primer tiempo. El local sacó una ventaja temprana, tras un buen contragolpe bien capitalizado. La jugada nació en un tiro libre a favor del visitante, el disparo al corazón del área, el cabezazo de la defensa para el rechazo largo, Ujah que la pelea y la gana, pelotazo largo y cruzado para la entrada de Andrich que remata ante la salida del arquero visitante, Nübel, para marcar el 1 a 0 a los 10′ del partido.
Ahí el encuentro se volvió más intenso. El local se aferró a su estilo práctico, luchador y sacrificado. Schalke soltó amarras para lograr la igualdad.
Caligiuri se hizo eje, Sané se prodigó en la mitad de la cancha y Matondo se volvió referencia para abarcar los ataques desde la izquierda. De esa zona nació el empate. Fue una maniobra que progresó de modo horizontal, de izquierda a derecha, para la entrada del lateral Jonjoe Kenny, quien sacó un remate fuerte y cruzado desde afuera del área para sellar el 1 a 1 a los 27′ de juego.
El primer tiempo se cerraba con una igualdad que no se modificaría.
Para el complemento, las formas se profundizaron. Unión Berlín se aferró a su manera de juego: inteligente, duro, rocoso. Un equipo áspero que sabe trabajar los partidos, esperar su oportunidad y que no escatima el roce ni la pierna fuerte cuando es necesaria. Distinto a la mayoría de los equipos, con un estilo que se asemeja al Friburgo en cuanto a la capacidad de pensar los partidos y saber en que sector de la cancha ubicarse y plantearlos.
Schalke se parece a la gran mayoría de los conjuntos de la Bundesliga. Buen trato del balón, respeto por el pase, progreso en ataque y búsqueda vertical del arco adversario. Intentó con esas formas en la segunda parte, pero no tuvo profundidad.
Los dos se diluyeron con los cambios. No pudieron prevalecer ni sacarse ventajas. Quedaron atrapados en la igualdad y sumaron sólo un punto, que no les sirvió de mucho para modificar su realidad en el campeonato.
RB Leipzig es un equipo que propone, que ataca con mucha gente, que mantiene una identidad y que la respeta siempre. Jugar con vocación ofensiva es su lema, avanzar los once siempre es su táctica. Atacar y buscar el gol, con la mayor cantidad de gente posible. Paderborn, que viene del ascenso y pelea por el fondo de la tabla, con algunos matices, tiene el mismo espíritu. Ir a ganar, buscar los tres puntos, tal vez con algún recaudo mayor, pero no por eso con menor vocación de ataque.
Era lógico que saliera un encuentro entretenido, de ida y vuelta. A los 2’ llegó el local con un gran tiro de Timó Werner que supo controlar el arquero. RB Leipzig mostraba sus atributos naturales, con una dinámica influyente de Nkunku y la permanente amenaza de Werner. Ante la ausencia de los interiores Sabitzer y Laimer, fue el turno de Adams y Kampl de aprovechar su oportunidad. No tuvieron demasiadas complicaciones, aunque el Paderborn les presentó batalla con los cinco volantes que se desdoblaban en la mitad de la cancha. Y la permanente presencia de Mamba, inquietanta para cualquier defensa.
En ese contexto, el partido era más que agradable. Acostumbrados, y esperemos que por no mucho tiempo más, a la ausencia de público, se puede escuchar, aún en la transmisión televisiva, los gritos y órdenes permanentes que suceden en el campo de juego.
Detalles del fútbol de hoy. Y los dos equipos se prodigaban en ataque, aunque el mayor peso lo sostenía el conjunto local.
Así, el primer tiempo tuvo ritmo y dinámica. Y RB empezó a meter su mano, su presión, su fútbol agresivo. A los 26’ abrió el marcador, con un lindo gol por la maniobra. Salida desde el fondo, la conducción posterior de Nkunku, pase profundo a Werner que entraba por el costado de modo leve hacia la izquierda y pase al medio para Schick, quien convirtió con un buen remate. 1-0 y tranquilidad para el local.
El final del primer tiempo fue sacudido por la expulsión del defensor local Upamecano, que se vió obligado a salir por ser sancionado con dos tarjetas amarillas a los 44′. Esto obligó a Julian Nagelsmann a modificar el esquema para la segunda parte. Ingresó el defensor Halstenberg por el delantero Schick, autor del gol inicial de Leipzig.
El visitante salió con todo su ímpetu en búsqueda de la igualdad. Adelantó líneas, se paró en el campo del local y presionó de manera constante sobre su defensa, a fin de recuperar rápido el balón y llegar al arco de Gulacsi. RB Leipzig buscaba mantener el estilo y salir rápido de contra.
Y así el local tuvo varias oportunidades; a los 59′, Olmo probó desde afuera y respondió Zingerle. A los 66′ tuvo un contraataque veloz por medio de Timo Werner, quien se fue por derecha, aprovechó un pase corto de la defensa para hacerse del balón y gambeteó al arquero ante su salida desesperada, pero su remate se fue desviado ante el cierre de Hünemeier.
Paderborn contó con una chance clara a los 69′ cuando Antwi-Adjei ingresó libre al área y elevó su disparo por encima del travesaño.
El partido se consumía entre los cambios masivos y un equipo que desperdiciaba posibilidades de contragolpe, el local, mientras que el otro no podía hacer valer el hombre de más, a pesar de su vocación ofensiva elogiable.
A los 88′ tuvo una chance más el Leipzig, pero Werner remató alto, en otra señal de que no era su día. Y en la agonía, la visita golpeó y logró un tanto que dejó mudo al equipo de Nagelsmann. Corner desde la derecha, remate y rebote del arquero Gulacsi, que le quedó al pie del zaguero Strohdiek, quien no tuvo más que girar y rematar para convertir el 1 a 1 a los 90+1′ de juego.
Paderborn festejó un empate por el que luchó a lo largo de todo el complemento; RB Leipzig perdió en la agonía dos puntos que le posibilitaban afirmarse en alto de la tabla. El fútbol ganó un partido agradable, intenso y entretenido.
Salió a atacar el visitante. Sin demasiados preámbulos. Fue directo, con ese estilo que, en definitiva, es bastante similar en los equipos de la Bundesliga. Ir al fondo, con pases verticales, profundos. Con jugadas veloces, transiciones rápidas. Borussia Moenchengldbach fue el protagonista fundamental del primer tiempo, con la participación influyente de Thuram, siempre activo por la banda izquierda, con el acompañamiento de Neuhaus, Plea por el medio y la velocidad de Herrmann por la banda derecha.
Fueron esos minutos iniciales donde Borussia Moënchengladbach dominó. Y marcó el rumbo del partido. Tuvo una ocasión muy clara a los 16′ cuando Plea sacó un remate fuerte y bien dirigido desde lejos, que se fue muy cerca del poste izquierdo del arquero Schwolow de Friburgo.
Después tuvo más chances, porque el dominio lo llevaba a jugar bien cerca de la portería local. A los 18′ una excelente maniobra colectiva visitante fue cortada en la puntada final por la punta del botín del zaguero Lienhart, quien envió al corner.
Más tarde, a los 36′ fue otra vez Plea quien llegó a buena posición y el remate se fue arriba del travesaño. Un tiro de esquina a los 38′ fue otra ocasión, pero Schwolow supo desviar. Y Friburgo contó con su chance, la primera de la etapa inicial, recién a los 44′ cuando Holer sacó un disparo potente, controlado por Sommer.
Así terminó el primer tiempo. Con una imagen superior del visitante. Siempre dominante, parado casi en el campo contrario y con una acumulación de llegadas que lo hacían merecedor de una ventaja que no pudo lograr.
Friburgo se sostuvo en las manos de su arquero, los cierres de Lienhart y los rechazos de Heintz, aunque intentaba salir con Holer, Waldschmidt y Vincenzo Grifo, aunque era maniatado por su rival. Era más el Moenchengladbach, le faltaba plasmarlo en el marcador.
En el segundo período, el local intentó animarse, pero fue dominado por la visita, que apretaba bien arriba, recuperaba rápido en campo rival y llegaba con peligro. Así tuvo varias chances. La más clara fue a los 48′, cuando un centro de Hofmann desde la derecha fue cabeceado por Thuram arriba del travesaño. Enseguida hubo otra llegada clara. desborde de Herrmann por la derecha, centro al corazón del área chica y Lienhart desvió al corner. Era bastante más Borussia Moencehngladbach, pero no podía quebrar la defensa local. Y cuando tuvo una chance, Friburgo la aprovechó al máximo.
El partido parecía tomar un rumbo. Y sin embargo, golpeó el local en el momento justo, para marcar una diferencia que hasta entonces no merecía, pero luego construyó con paciencia y sacrificio. A los 56′ el DT, Christian Streich, movió el banco de los suplentes. Ingresó Scmid por Kubler y Petersen reemplazó a Sallai.
Enseguida iba a sacar rédito de las variantes. Tuvo el Friburgo un tiro liber a favor a los 57′ que Griffo ejecutó con precisión y exactitud, apenas pasado el punto del penal, para la entrada de Petersen, quien de cabeza marcó el 1 a 0 con un pelotazo cruzado que dejó a Sommer a contrapierna y el partido se abría en el 1 a 0 para el local.
Para el visitante era un golpe muy duro; apenas había recibido un tiro de Holler cuando terminaba el primer tiempo y en esta, segunda llegada del partido, recibía un cachetazo. Tenía que reaccionar rápido, pero se encontró con un rival que escalonó muy bien las piezas para cortarle todos los circuitos de juego. Friburgo se ordenó en su campo y cerró las fronteras. Para colmo de males, en Moenchengladbach se fue expulsado Plea a los 66′ por doble amarilla.
Intentó mover las fichas la visita con el ingreso del veterano delantero brasileño Raffael y el también experimentado delantero guineano Ibrahima Traoré. Puso más gente al ataque, asumió riesgos y fue por el empate, pero se desprotegió y de contra sufrió un par de sustos que le pudieron costar más caro aún.
El local se sostuvo en la seguridad de Schwolow, arquero que está en la mira de Sevilla, la firmeza del austríaco Philipp Lienhart, la solvencia de Dominique Heintz, el sacrificio de Hofler y Robin Koch, la dinámica de Grifo y la presencia en ataque de Holer y Waldschmit.
Pero el partido lo definió Petersen en la primera pelota que tocó, el orden colectivo para cerrarse en su campo y una buena dosis de fortuna para evitar que el dominio global de Borussia Moenchengladbach no se tradujese en un dolor de cabeza.
Los dos venían de ganar, por eso llegaban con el ánimo en alza y la expectativa de seguir el camino de la victoria. Los dos buscaban objetivos diferentes, porque uno está en la lucha por no perder la categoría, el local Werder Bremen, y el otro, Eintracht Frankfurt, busca salir de esa zona y a la vez subirse a la discusión de los que pelean por el último vagón de la clasificación a las copas continentales. Entonces salió un partido entretenido, con un primer tiempo donde el equipo visitante prevaleció, a partir del despliegue de sus volantes y la llegada habitual al arco rival.
Eintracht Frankfurt se mostró más agresivo, más potente en el ataque. Se apoyó en el portugués André Silva, picante para el ataque y en la apertura del serbio Gacinovic y Kamada, mientras Touré buscaba siempre por derecha.
El local tenía ímpetu y voluntad, pero no salía de un encierro peligroso, muy cerca de su arco. A los 14′ tuvo una llegada desde lejos, con un buen remate que Trapp desvió al corner; a los 22′ de contraataque Selke remató ante la seguridad del arquero visitante, pero no mucho más. El dominio era de Eintracht Frankfurt, aunque le costaba la puntada final.
Werder Bremen encontró espacios y se animó y tuvo una jugada donde pudo haber sido beneficiado con un penal, pero un off side previo la invalidó. Y a partir de allí, pasada la media hora de juego, empezó a llegar un poco más pero no cambió demasiado la imagen de un encuentro donde el visitante empujaba y toreaba al local contra su valla, en función de quebrarlo, aunque no lo consiguió en el primer tiempo.
En el complemento, tras el 0 a 0 inicial, los equipos salieron con un poco más de ambición. A romper la monotonía. Frankfurt sse sostenía siempre en la seguridad de su arquero Trapp, la firmeza del argentino Abraham y Kohr, como salida y eje de la media cancha. Empezó a empujar y a tener el control del segundo tiempo en el partido que había sido suspendido.
Fue el visitante el que se adaptó mejor y se paró en el campo con más autoridad, con mayor presencia y dominio del juego. Y así abrió el marcador. Ocurrió a los 60′, cuando André Silva metió un formidable cabezazo tras un centro desde la izquierda, para marcar el 0-1 y empezar a definir el encuentro. A partir de allí se tranquilizó el visitante y el local empezó a consumirse en la deseperación.
El partido tuvo un trámite peleado durante veinte minutos, aunque el local chocaba con su falta de ideas y Frankfurt pensaba en liquidarlo. Y en el minuto 80′ se produjo un cambio que iba a tener una significación muy grande en en partido. El ingreso de Ilsanker por Roder no sería una variante más. A los 80′, en la primera pelota que tocó tras un corner de la derecha, y el desvío de la cabeza de un compañero, adentro del ´parea chica la pudo empujar y aumentó a 0-2 el marcador.
Y en el final llegó el tercer gol. A los 89′ el ingresado volvió a marcar! Centro de tiro libre desde la derecha, el salto por detrás de Ilsanker y el cabezazo para marcar el 0 a 3 y cerrar el partido.
Para Frankfurt fue un paso más adelante en la Bundesliga. Se alejó de un peligro cercano como es navegar en la mitad, y un poquito más abajo, de la tabla de posiciones y ahora mira con alguna expectativa la posibilidad de luchar por un boleto a la Europa League. Para Werder Bremen, luego de la ilusión del triunfo de la semana pasada, esta caída contundente fue un golpe duro, que lo empuja más hacia el fondo, donde acecha el fantasma del descenso.
Un partidazo. De punta a punta y de principio a fin. RB Leipzig propuso su estilo franco, ofensivo y audaz desde el principio. Desde el primer instante del juego, cuando sacó del medio y a través deMukiele, Klostermann, Upamecano, Angeliño que se adelantaron bien en el campo, Olmo, Sabitzer, Laimer y Nkunku que cortaban y pasaban al ataque y Werner y Schick listos para romper el área. RB salió a proponer como siempre, y se encontró con un rival complicado, que mientras tuvo a su artillero en campo, lo complicó.
Tal es así que a los 6′ el local abrió el marcador con un gol del colombiano Córdoba que aprovechó un tiro en el palo de Rexhbecaj , quien le ganó la espalda a Upamecano, falló el francés en el cierre y el volante local sacó un remate que pegó en el palo; de rebote, Córdoba marcó el 1 a 0.
Leipzig siguió con su propuesta, aunque le costaba penetrar a un defensa que se descompuso con el correr de los minutos. De hecho, a los 13′ Córdoba se elevó bien en el área para ganar de cabeza y sacar un disparo que Gulacksi pudo contener. RB Leipzig tenía más fútbol, pero el Koln avisaba.
A los 19′ llegó el justo empate; un centro desde la izquierda de Angeliño y el cabezazo de Schick fue certero. 1 a 1. Encima, un minuto después salió lesionado John Córdoba y el local se quedó sin poder de fuego.
La dinámica de Sabitzer, el pase profundo de Laimer, la apertura por las bandas, tanto con Mukiele por derecha como Angeliño por izquierda, hacía práctico el dominio del visitante, que además buscaba llegar con pases profundos, precisos, de primera y verticales. Uno, dos, tres toques…y llegar al área con la mayor cantidad de gente posible.
En un pase profundo a Nkunku, consiguió el desnivel. Fue a los 37′, la habilitación al francés, quen entró solo y se la picó al arquero Horn para colocar el 1 a 2.
Con mucha autoridad, Lepizg cerraba el primer tiempo. Y con un contraataque perfecto abría el complemento; tras un tiro de esquina, el arquero visitante Gulacsi sacó un pase largo para el contraataque de Timo Werner quien se fue sólo, y ante la salida desesperada de Horn, señaló el el 1-3 a los 49′. Parecía que el partido estaba liquidado, pero quedaban muchas emociones por delante en esos minutos iniciales de la segunda parte.
Modeste, que había reemplazado a Córdoba al inicio del partido, sacó un remate potente desde afuera que entró en el ángulo superior izquierdo a pesar de la volada de Gulacsi; a los 55′ el partido quedaba 2-3. Pero la alegría duró poco, porque RB Leipzig volvería a estirar la ventaja. Corner desde la izquierda, despeje hacia afuera, y el tiro cruzado de Olmo sellaba el resultado en 2-4 a los 57′. Sería el definitivo, aunque las emociones perdurarían en el juego. Leipzig no se retrasó y Koln intentó aprovechar algún agujero que quedara en la defensa para poder achicar la distancia.
A los 76′ se lo perdió Olmo, con un tiro de larga distancia que se fue cerca; a los 79′ fue Werner el que desvió un tiro factible. Y Sabitzer tuvo una gran oportunidad a los 81′ tras una excelente maniobra colectiva.
Para el local hubo una oportunidad muy clara. Un pase largo a Modeste, que partió apenas pasado la mitad de la cancha, burló el off side y ante la salida rápida del arquero visitante, desvió de modo increíble su tiro, al costado del palo derecho de Gulacsi, cuando se jugaban 86′. Koln se desdibujó con el paso de los minutos, aunque el mediocampista Héctor mantuvo siempre la regularidad y la presencia en el partido.
Y la última la tuvo Sabitzer a los 90+4′, cuando quiso picarselá a Horn quien adivinó la intención y controló.
Era el corolario de una gran jugada y un gran partido de RB Leipzig, un equipo que hace de la búsqueda ofensiva su religión, que ataca siempre y con la mayor cantidad de jugadores posibles, que busca con pases verticales la llegada al arco rival lo más rápido posible y que hace muy atractivas cada una de sus presentaciones.
Sin Haaland, había que ver la reacción del equipo. Y con la presión de ganar para que no se aleje tanto Bayern Münich. Ya demás, ante un conjunto atrevido y audaz que le había metido tres goles en Dortmund en un primer tiempo brillante que terminó en una igualdad de 3 tantos. Todo eso se jugaba Borussia Dortmund en una jornada dura de domingo. Enfrente un Paderborn que juega con un estilo que no coincide con su ubicación en la tabla. Es un conjunto ofensivo, que respeta el balón y el pase como táctica permanente. No tiene complejos y gane o pierda su manera de sentir y vivir el fútbol siempre es ambiciosa. En ese contexto, el primer tiempo fue más que bueno, a pesar de que se cerró sin goles. Pero tanto uno como el otro los fueron a buscar.
Para Dortmund, laausencia de Haaland era todo un desafío. resolver quien podía ocupar su función y como el equipo lograba adapatrse a jugar sin el noruego. La idea fue ubicar a Hazard de centro delantero y reponer a Sancho en la titularidad. Por momentos funcionó bien, aunque se acumularon llegadas y faltó la puntada final. Sobre todo en los minutos finales del primer tiempo. A los 25′ Brandt ingresó por izquierda, habilitó a Guerreiro y el remate del portugués se fue cerca, desviado por un defensor local. A los 30′ Hazard aprovechó un cabezazo atrás de Strohdiek que se quedó cortó y cuando ingresó al área chocó con el arquero y no pudo definir, mientras que el defensor la sacó al corner.
A los 38′ un buen pase de Hazard a la derecha lo encontró a Hakimi en una típica y saludable subida del lateral volante, cuyo centro rasante cruzó el arco y no pudo ser conectado por los atacantes.
Recién a los 40′ tuvo una oportunidad clara Paderborn a través de un remate de Antwi-Adjei que salió cerca del travesaño de Bürki. Y volvió a retomar el control el visitante. A ser punzante y agresivo. Iban 44′ cuando realizó la mejor jugada del primer tiempo: Hakimi se fue por derecha, habilitó a Hazard, este abrió para sancho quien dejó pasar el balón más hacia la izquierda para el ingreso libre de Brandt, quien elevó su tiro de lejos afuera del arco. La primera etapa se cerraba en blanco.
Había que barajar y dar de nuevo. Comenzar con más ideas la segunda parte.Y pensar lo mejor para desequilibrar.
Dortmund salió con más determinación aún en el complemento. Apretó más al local; adelantó las líneas y empezó a meter la pelota y sus hombres de definición en el área chica. A los 51′ tuvo una clarísima cuando desbordó Sancho y el centro fue a mteros del arco, pero el toque de Hazard salió desviados. Y a los 53′ abrió el marcador, tras el remate desde la izquierda que el arquero local Zingerle dejó cerca en un rebote que Hazard aprovechó para marcar el 0-1.
El gol abrió el partido y despertó las emociones; Borussia se tranquilizó, sintió que el objetivo empezaba a cumplirse y muy pronto dio otro golpe tremendo, tras una carrera de Brandt por izquierda, el desborde y la habilitación a la entrada libre de Sancho quien marcó el 0-2 a los 56′ del partido.
Dortmund marcaba una diferencia interesante y se empezaba a acomodar el control del encuentro con más tranquilidad y más aplomo en el campo.
Entonces parecía un partido terminado. Pero había más; un mano discutida del zaguero de Dortmund fue sancionada dentro del área y el penal lo convirtió el local Hünemeier a los 71′. Paderborn abrigaba una esperanza porque el partido quedaba 1-2 cuando faltaban veinte minutos de juego…
Sin embargo, la ilusión duró un suspiro. Enseguida Dortmund pulverizó todas las esperanzas porque le convirtió un nuevo tanto, volvió a estirar la ventaja y le dinamitó todos los sueños de remontar un partido que el visitante hizo inclinar a partir de un sistema filoso y la enorme jerarquía individual de los futbolistas. Fue Sancho el que convirtió de lejos con un remate al ángulo superior izquierdo del arco local para sellar el 1-3 a los 73′.
Y ahí se terminó el juego. Porque en los diez minutos finales Paderborn se descuidó, aflojó, bajó la guardia y se llevó una goleada tremenda en su contra.
A los 84′ Schmelzer peleó de izquierda al centro y habilitó a Hakimi, quien convirtió el 1 a 4 con un tiro cruzado. Pero el partido no estaba terminado. El propio Schmelzer se llevó su gol cuando marcó dentro del área chica a los 88′ el 1 a 5. Y a los 90+1 Sancho se fue solo por derecha para definir el partido por 1-6.
Fueron diez minutos de un terremoto futbolístico para el visitante que dejó agujeros por todos lados, se fue del partido y Borussia Dortmund aprovechó cada espacio, cada oportunidad y cada distracción, para redondear una actuación estupenda, decorada de goles y con la expectativa renovada de dar pelea hasta el final.
Salió al ataque decidido, con sus hombres de siempre. Muller, Coman, Gnabry, Lewandowski. Cuatro nombre de ataque, con la suma de Kimmich, que se dedobla por toda la cancha y el aporte permanente de los laterales, Pavard y Davies, que van a la zona ofensiva de modo sistemático con velocidad, buen manejo del balón y criterio en la maniobra. Un equipo que se empieza a despegar en lo alto de la Bundesliga, pero que además de lo númerico expone un potencial de juego, una idea, una jerarquía y una superioridad que se impone a sus adversarios. Aún a los más encumbrados.
Todo el valor de Bayern Münich se impuso ante el entusiasta Fortuna Düsseldorf. El equipo visitante fue al Allianz Arena a contener a su rival; a tratar de armarse con una línea de cuatro sostenida en la firmeza de Hoffmann y la salida de Gieselmann y Zimmermann; un volante tapón adelante de los defensores, Bodzek. Cuatro volantes entre los que se destacó Morales y Karaman como punta de lanza. Entusiastas para aguantarle el partido e intentar de contraataque hasta que llegó el primer golpe.
A los 15’ abrió el marcador el local: centro de la derecha, remate de Pavard y Jorgensen que la desvía para marcar en contra de su valla. 1 a 0 y empezaba a terminarse la disputa y a abrirse el festival local.
A partir de allí, el ataque que había sostenido el local desde el inicio se hizo más profundo y más lujoso. Aparecieron los toques, las combinaciones, los pases continuos y los goles como una lógica consecuencia. A los 27′ Müller recibió desde la derecha, giró y sacó un tiro espectacular que el arquero visitante Kastenmeier desvió al corner.
De ese tiro de esquina llegó el segundo gol. Lo ejecutó Coman desde la derecha, la comba alta fue conectada por el defensor francés Pavard quien marcó de cabeza el 2 a 0 a los 28′.
Recien a los 32′ llegó Fortuna Düsseldorf por primera vez en el partido, con un par de centros cruzados que Alfredo Morales no pudo definir.
Y a los 42′ Bayern cerró el primer tiempo con un golazo: pase largo a Lewandowki, habilitación a Müller, tacazo para la entrada de Kimmich, superó a la defensa, taco a Müller quien pasó atrás a Lewandowski y este marcó el 3-0.
En el complemento,el francés Cuisance entró por su compatriota Lucas Hernández y muy pronto llegó la resolución, cuando Lewandowski marcó el 4 a 0 de taquito tras recibir un pase de Coman a los 50′. Y cuando aún se comentaba ese golazo llegó el quinto, del canadiense Davies a los 52′; el local aumentaba a 5-0 la diferencia y podía haber más…
Después lo tuvo Coman. Era demasiada la diferencia y la resistencia visitante se había resquebrajado. Aparecían agujeros por todas partes.
Después, con los cambios, el partido aflojó el ritmo. Bayern se sintió tranquilo y detuvo un poco su marcha; a los 61′ Perisic por Coman y Odriozola por Pavard fueron los siguientes relevos. A los 74′ salió sonriente Tomas Müller y lo reemplazó Zirkzee. Düsseldorf tambén hizo variantes: a los 56′ V. Berisha entró por Stoger; 56′ y M. Sobottka por A. Morales; a los 65′ M. Suttner entró por Thommy; el cuarto cambio fue a los 66′: J. Zimmer ingresó por Zimmermann; y el último relevo fue obligatorio, ya que se lesionó Sobottka y lo tuvo que sustituir T. Pledl a los 72′. Nada cambió el libreto del partido. El local era amo y señor del balón y el control del juego, Fortuna Düsseldorf era un simple acompañante.
La esperanza en la visita era Karaman en alguna corrida, pero la dinámica de Bayern, aún para retroceder y cerrar espacios le hacía imposible la aventura al visitante.
El día se cerró con la goleada de Bayern Münich, su dominio a voluntad, sus superioridad marcada en el juego, en el terriotorio, en la liga…un equipo tremendo, con variantes, con llegadas, con un manejo admirable del balón y una eficacia altísima en el ataque.
Con un partido más le sacó 10 puntos de ventaja a su perseguidor. Dio otra exhibición fútbol con buen gusto y marcha a paso redoblado a la conquista de la Bundesliga una vez más.
Había quedado muy golpeado por la derrota ante Wolfsburgo. Derrota que fue dura en el resultado y en el ánimo del plantel. Nadie esperaba perder y menos por goleada. Sin embargo, el Bayer Leverkusen tropezó y ese resbalón lo obligaba a salir a buscar una victoria como una necesidad imperiosa para mantenerse en los puestos de arriba en la Bundesliga.
Y lo logró tras una trabajada actuación ante Friburgo. Un triunfo que le permite soñar con la clasificación a la Champions League. Friburgo salió como todo equipo de Alemania, a jugar el partido sin complejos, sin medir diferencias de categoría. A intentar ganar. Bayer sabía que tenía que remontar la última actuación y propuso mejorar su imagen. Entonces hubo un buen primer tiempo. El visitante se sostenía en Aranguiz y su capacidad de distribución, mientras Havertz era una permanente amenaza. También utilizó a Bailey para desbordar en ataque y con el correr de los minutos empujó a Friburgo contra su arco hasta someterlo y dominarlo en ese primer tiempo. Sin embargo, Friburgo iba a contar con la situación más clara de la etapa a los 42’ cuando Holer burló el achique de la defensa visitante, se fue derecho al arco y cuando le salía el arquero cruzó un remate que se fue apenas desviado del palo izquierdo. Bayer Leverkusen había sido más, y sin embargo casi se le escapa en el cierre de la primera parte. Era barajar y dar de nuevo.
En el complemento, el trámite fue similar. Con un equipo visitante que fue a buscar y encontró el gol rápido, tras una excelente jugada individual del jamaicano Bailey quien gambeteó a dos defensores en el área, abrió a su izquierda para la entrada de Havertz quien abrió el marcador con un tiro cruzado, a los 53’. 0-1 y Bayer que respiraba.
A partir de allí se tranquilizó la visita; sabía que obtenía una victoria necesaria. El equipo contaba con Bender para respaldar sus movimientos y esperar el ataque del local. Enseguida entró Lucas Alario por Sinkgraven, para darle más toque al juego y cumplir el objetivo de sumar y treparse en la tabla. A los 65′ salió Havertz por lesión y lo reemplazó Diaby. Una pérdida valiosa para el visitante. En el local entró Schmid y en la primera que tocó sacó un remate desde afuera del área que se fue muy cerca del poste derecho de Hradecky, a los 67′. Friburgo intentaba empujar para equilibrar el resultado. En definitiva alumbraba y aún lo hace, la chance de llegar sexto lugar e ingresar a la Europa League.
No se modificaba el partido a pesar de los cambios; en el local salieron tres volantes, Sallai, Koch y Grifo, e ingresaron también tres mediocampistas: Schmid, Frantz y el coreano Chang-Hoon. No pesaba en el desarrollo, mientras Bayer Leverkusen se sentía cómodo y confiado. A los 84′ entró Paulinho por Wirtz, y también Tapsoba por Bailey.
El juego nos satisfizo pero no fue mucho más. Apenas satisfactorio. Hubo algunas llegadas pero extrañamos una cuota más alta de ritmo en el juego. Sí vale destacar el esfuerzo del local por lograr la igualdad con mucho ímpetu en los minutos finales del encuentro. Hubo situaciones para el local sobre el final del partido como el tiro libre que consiguió Schmid a los 83′ y ejecutó el mismo, aunque el tiro rozó en la barrera y se fue al corner. Y a los 87′ hubo un lindo contragolpe para el local, donde Petersen remató de lejos y el arquero visitante la sacó al corner.
Para Bayer Leverkusen fue una victoria imprescindible. Tres puntos más que le permiten olvidar la goleada sufrida de local, treparse al tercer puesto de la tabla de posiciones y aguardar con esperanza la clasificación a la Champions League, mientras pueda mirar, de reojo, el campeonato que parece definido.
Siempre se habla de los futbolistas uruguayos; de sus características, sus cualidades, su capacidad para sobrevivir en cualquier medio. Tan parecido al argentino, esa mezcla de habilidad y garra que muchas veces se funden en el mismo jugador, y que los lleva a tener un reconocimiento en el mundo. Y se los asocia a las grandes gestas de los clubes y del seleccionado celeste en las canchas del mundo.
Pero ese reconocimiento debe ir acompañado de otra rama del fútbol en la que Uruguay genera profesionales de jerarquía y de capacidad mundial a lo largo de los tiempos.
Desde el mítico Washington “Pulpa” Etchamendi hasta el gran “Maestro” Tabarez de estos tiempos; hubo otros que los antecedieron,como el célebre Ondino Viera, pero la memoria de este cronista se remonta a la niñez y a las anécdotas del “Pulpa”, uno de los primeros que conocí del Uruguay, y que hizo de sus conocimientos del juego y su manera de expresarse una leyenda viviente del fútbol de esta parte del mundo. El hombre que patentó la frase “dos cosas faltan en Latinoamérica: democracia y wing izquierdo”, o la otra que le cabe a la Argentina y a muchos otros países, aunque él refería a su nación, “el problema uruguayo es que todos somos muy vivos. Habría que traer dos o tres camiones de bobos y mezclarlos, a ver si conseguimos mejorar la especie”. Por cierto, tan válido para nuestras tierras pampeanas…
Luis Cubilla, Nelson Acosta, Jorge Fossati, Sergio Markarián, el “Maño” Ruiz, Gregorio Pérez, Gerardo Pelusso, y tantos otros.
Hoy es el tiempo de nombres que se han empezado a ganar un lugar en el mundo. Diego Alonso, el actual entrenador de Inter de Miami, equipo debutante en la MLS, fue elegido entre los mejores 30 entrenadores del mundo en Octubre de 2019 según el portal “World Football Ranking”; se lo consideraba a partir de su buen trabajo en Monterrey de México. Si bien comenzó su carrera en los clubes Bella Vista de Uruguay y Guaraní de Paraguay, enseguida llegó a instituciones de prestigio como Peñarol de Montevideo y luego Olimpia de Asunción.
Creció en Pachuca, donde fue campeón Clausura 2016 y de la Liga de Campeones CONCACAF 2017 y clasificó a la Copa Mundial de Clubes de la FIFA-EAU 2017, donde salió tercero. Más tarde fue a Monterrey, en el que ganó la Liga de Campeones CONCACAF 2019 y ahora comenzó en la MLS un desafío mayúsculo: insertar a un equipo nuevo dentro de un campeonato duro, competitivo y en alza permanente. Tiene la cara visible de David Beckham detrás, con lo cual la presión de los buenos resultados es aún mayor.
En su presentación en el equipo, señaló a modo de presentación: “Los grandes soñadores nunca cumplimos nuestros sueños. Los superamos”.
“Aprendí desde pequeñito en mi país que no hay nada imposible; vivimos en el medio de dos gigantes, Argentina y Brasil, y me han enseñado desde chico que les podíamos ganar igual. Brasil ganó 9 Copa América, Argentina 14 y Uruguay 15. Podemos ser menos, pero cuando competimos somos más”. Toda una declaración de principios. Hoy está al frente de un equipo que quiere entrar y consolidarse en la MLS.
Guillermo Almada todavía no es un nombre frecuente en el fútbol de Argentina. pero se empezó a ganar un nombre tras salir campeón con Barcelona de Ecuador en 2016 y llegar a Santos Laguna de México.
Empezó su carrera como DT en Tacuarembó, luego dirigió a River Plate de Montevideo donde ganó el Torneo Preparación 2012. Tanto en Uruguay como en Ecuador fue elegido DT del año.
Martín Lasarte lleva casi 25 años de profesión en el mundo. En su país ha dirigido a Rampla Juniors, Rentistas, Danubio, Nacional. Entrenó en Arabia Saudita; Millonarios (Bogotá, Colombia) Real Sociedad (San Sebastián, España), Universidad Católica (Santiago de Chile) también contaron con su experiencia.
Así como Julio Comesaña tiene una larguísima trayectoria en muchos equipos de primera línea de Colombia, el público argentino lo “descubrió” recién en 2019, cuando dirigió a Colón de Santa Fe, también el “Cacique” Medina se hizo conocido a su llegada a Talleres de Córdoba, aunque ya había dirigido a Nacional y ganado dos campeonatos locales.
Pablo Repetto dirigió a Fenix (campeón de Segunda División 2007), a Cerro, a Blooming de Bolivia y a Defensor Sporting (Campeón Torneo Apertura 2010), antes de dar el salto a Ecuador para hacer grandes campañas con Independiente del Valle. Fue Sub campeón de la Copa Libertadores de América 2016, y luego fue a Liga de Quito donde ganó la Serie A en 2018, la Copa de Ecuador en 2019 y la Supercopa del mismo país en 2020.
A Juan Ramón Carrasco los argentinos lo conocen por su pasado como brillante futbolista de Racing y River; siempre estuvo en la mente de varios dirigentes de nuestro fútbol para dirigir equipos locales; Diego Aguirre comenzó su profesión en Plaza Colonia, luego fue a Peñarol para salir campeón dos veces del torneo uruguayo, ganó cuatro copas en el Al-Rayyan de Doha, el campeonato Gaúcho con Internacional de Porto Alegre y tuvo un buen inicio con San Lorenzo hasta llegar a las semifinales de la Copa Sudamericana 2016.
Y la lista sigue. Todo coronados por el hombre más influyente, tal vez más pedagógico y que mas ha aportado para el crecimiento y estabilización del fútbol uruguayo: Oscar Washington Tabárez. El “Maestro” fue el gran artífice de la resurrección de la Celeste, de un seleccionado lleno de gloria pero que había quedado retrasado, la mano prudente, trabajadora y persistente de Tabárez lo volvió a posicionar entre los grandes y poderosos seleccionados del mundo.
Uruguay recuperó la estima y el valor. Su fútbol creció en la última década hasta ser 4to en la Copa Mundial de la FIFA-Sudáfrica 2010, Campeón de la Copa América Argentina 2011 y protagonista esencial de los torneos que siguieron.
Por sensatez, dignidad y capacidad, ocupa el primer puesto en la lista, pero que tiene una longitud y una cantidad de nombres más que interesantes, que revelan el grado de conocimiento y trabajo de una profesión cada vez más exigente en este bendito fútbol.