Platense tuvo coraje y convicción para revertir una noche complicada

Platense vive horas de alta tensión. Necesita rearmarse, acomodarse, sumar y escaparle, como marca su historia, al fantasma del descenso. Y para eso, el último jueves dio una muestra de carácter. El equipo tuvo un comienzo errático frente a Lanús, la gente comenzaba a impacientarse, pero mantuvo la convicción en su juego, sacó a relucir el coraje, y remontó un marcador adverso para cantar victoria y poner un manto de tranquilidad de cara al futuro.

El “Marrón” formó con Macagno; Morgantini, Ignacio Vázquez, Gastón Suso y Juan Infante; Franco Díaz e Iván Rossi; Raúl Lozano, Ronaldo Martínez y Lucas Ocampo; Mateo Pellegrino.

El “Granate” comenzó con Alan Aguerre; Juan Cáceres, Cristian Lema, Diego Braghieri y Juan Sánchez Miño; Brian Aguirre, Felipe Peña Biafore, y Luciano Boggio; Matías Esquivel, Leandro Díaz y Pedro De La Vega.

Platense intentó manejar el partido desde el inicio, pero apenas tuvo una chance la visita, le descompaginó los planes. Iban 8′ cuando Brian Aguirre se metió por el callejón interno izquierdo, cruzó el balón a Leandro Díaz, y este definió con comodidad para poner el partido 0-1 a favor de Lanús.

A partir de allí crecieron los nervios en el local, y el “Grana” se sintió cómodo en el partido. Martín Palermo, entrenador del “Calamar”, rotó a los medios; bajó Lozano a cubrir la media cancha junto a Rossi, y por delante se ubicaron Ronaldo Martínez, Franco Díaz y Ocampo, con Pellegrino como punta de lanza.

Pero Lanús complicaba porque tampoco mantenía las posiciones fijas. Sánchez Miño dejó el lateral izquierdo y se posicionó de volante central, mientras Felipe Peña Biafore cubría el lateral izquierdo sólo para comenzar la jugada, y luego se volcaba al centro de la cancha.

El “Granate” contó con más llegadas. A los 25′ Esquivel entró solo por derecha y su tiro fue tapado por Ramiro Macagno. A los 44′ Boggio cruzó el disparo y Macagno fue bien abajo para atajar.

Pero sobre el cierre del primer tiempo, Platense contó con tres llegadas que lo alentaron para lo que vendría. A los 45′ Mateo Pellegrino remató de media vuelta, y su tiro pasó cerca. Cuando iban 45+2′ Ocampo disparó desde un ángulo cerrado, y a los 45+3′ Lucas Ocampo volvió a probar y respondió bien Alan Aguerre.

Platense salió a jugar el segundo tiempo con dos cambios; Nicolás Castro entró en lugar de Lozano, y Luciano Ferreira ingresó por Ronaldo Martínez.

Y tuvo réditos desde el comienzo. A los 48′ llegó a la igualdad, tras un corner desde la izquierda, y el cabezazo de Ignacio Vázquez puso el 1-1 en el partido.

Se acomodó el local, y a los 53′ llegó el tercer cambio; Leonel Picco ingresó por Iván Rossi.

Lanús se empezaba a complicar, más cuando a los 64′, en una acción infantil, Juan Cáceres golpeó a Vázquez en una jugada donde el balón iba por otro lado, y el árbitro Nicolás Lamolina, al observarlo y sin necesidad de recurrir al VAR, lo expulsó de inmediato.

Sebastián salomón, entrenador del equipo visitante, intentó reacomodar las piezas con dos variantes. Lautaro Acosta ingresó por Luciano Boggio, y Augusto Lotti reemplazó a Matías Esquivel.

El partido ya estaba más adecuado a las necesidades de Platense, que había ganado la mitad de la cancha y generaba más peligro. A los 72′ Nadir Zeineddin entró por Franco Díaz, y Nicolás Servetto reemplazó a Mateo Pellegrino. Palermo refrescó el ataque, cerró con el cuarto y quinto cambio, y lo fue a buscar. A los 74′ armaron una buena jugada colectiva; Servetto cedió a Ocampos, y su remate salió muy cerca.

Y cuando iban 75′ Lucas Ocampo encontró un balón suelto, dominó de afuera hacia adentro por el sector derecho, y sacó un latigazo combado que se transformó en el 2-1 para Platense.

El “Marrón” encontraba el gol de la paz. Lanús iba por su tercer cambio; Franco troyansky ingresó por Leandro Díaz, a los 76′ de juego.

Pero no alcanzaba, y a los 86′ Salomón hizo una cuarta modificación; Julio Soler reemplazó a Felipe Peña Biafore.

Platense se abrazó a la victoria y no la soltó más. Aguantó los minutos que quedaban y logró un triunfo que le devolvió la calma.

Hernán O’Donnell

Argentina recibe a Lituania, y la Copa Davis vuelve a vivir en Buenos Aires

El clima eterno, la atmósfera incomparable, las sensaciones inigualables. La magia eterna de la Copa Davis, el “Mundial” de Tenis, al cabo. Más allá de todos los cambios, el formato, el sistema de juego del torneo, más allá del negocio que encierra el deporte del mundo, ahí está la pasión de los fanáticos. Y en el planeta Tenis, para el público argentino nada se compara con la Copa Davis.

Es como ver a la selección de cualquier deporte. Una disciplina que es individual, en este certamen, se vuelve colectiva. Porque el tenista está acostumbrado a jugar por él, por sus puntos y sus partidos. Y l resto de los jugadores, todos, son rivales. Todos. En la Davis, no. En la Copa, se enfrentan dos equipos, y el partido de mi compañero es tan importante como el mío, y si él gana, yo gano. Los dos sumamos puntos para el equipo. Y ese espíritu se traslada a todos los componentes, mientras se transmite al público. Y el argentino, en eso de apasionarse y alentar, está en la primera fila del mundo.

Este fin de semana, Sábado 16 y Domingo 17 de Septiembre, la Argentina recibe a Lituania en el mítico Buenos Aires Lawn Tennis Club. Será por el Grupo Mundial I de la Copa Davis. Y vibra Palermo.

Crédito: Omar Rasjido/Prensa AAT

El capitán del equipo, Guillermo Coria, se muestra optimista: “El equipo vino del US Open y empezó a adaptarse al polvo de ladrillo. Hicimos entrenamientos muy buenos y enfocados. La serie será difícil. Hace cuatro meses que trabajo en conseguir información de los rivales. A Berankis lo conocemos, pero no tanto a los otros tres jugadores. Sí sabemos que salieron de juniors hace poco tiempo y que juegan muy bien en la superficie”, dijo ante la prensa a comienzos de semana.

Y agregó: “los tres singlistas argentinos saben que cuentan con las mismas posibilidades. El jueves a la mañana creemos que vamos a decidir quiénes serán los que jugarán. Imagino que los primeros partidos individuales se jugarán con un poco de tensión. Nosotros tenemos la obligación de ganar esta serie para poner a Argentina en el lugar que tiene que estar. Nos preparamos con responsabilidad, tratamos de considerar muchas cosas para cuidar a los jugadores y que la experiencia resulte de la mejor manera”.

Mientras, Francisco Cerúndolo, Sebastián Báez, Tomás Etcheverry, y la pareja de dobles, Máximo González y Andrés Molteni junto a los sparrings Lautaro Midón y Luciano Ambrogi, preparan cada mañana y cada tarde, los partidos a jugar.

Mientras, el aire de Palermo ya empieza a cargar la temperatura que se vive en cada serie de este torneo inigualable.

Hernán O’Donnell

Argentina tomó altura y paseó su fútbol por La Paz

Esta vez, el drama de jugar en la altura de La Paz quedó resumido a un fantasma que se fugó apenas empezó el partido. Hubo unos pocos minutos iniciales donde parecía que Bolivia iba a tomar el control del partido, pero bastó con que Rodrigo De Paul se animara, cuando iban 9′ d juego, a encarar y probar al arco, para que la Argentina asumiera el protagonismo principal del partido y fuera a la conquista de la victoria. Aún con la ausencia de Lionel Andrés Messi, sentado en el banco pero no disponible en la lista de los suplentes, el Campeón del Mundo tuvo un despliegue escénico descomunal para trazar una victoria amplia inobjetable.

El seleccionado que dirige Gustavo Adolfo Costas comenzó con Guillermo Viscarra; Diego Bejarano, Jairo Quinteros, Adriano Jusino, José Sagredo y Roberto Fernández; Gabriel Villamil, Luciano Ursino y Jaime Arrascaita; Marcelo Moreno Martins y Víctor Abrego.

El equipo argentino formó con Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; Enzo Fernández, Alexis Mac Allister y Rodrigo De Paul; Ángel Di María, Julián Álvarez y Nicolás González.

Crédito: media.afa.org.ar

Luego de ese remate de De Paul, la Argentina se hizo dueña del partido. A los 10′ Tagliafico cedió a Enzo Fernández, quien sacó un tremendo tiro que el arquero sacó del ángulo, pegó en el travesaño y se fue al corner. A los 19′ Álvarez peleó un balón, se fue al área y sacó un tiro peligroso.

Bolivia había llegado a los 22′ con un tiro de Abrego que controló Martínez, pero ya era todo de la visita.

Y a los 25′ Gustavo decidió meter un cambio en la mitad de la cancha; Villarroel ingresó por G. Villamil.

Otra llegada del local fue a los 27′, con un disparo bajo de Martins, que controló muy bien “Dibu” junto a su palo derecho.

Pero Argentina armó una gran jugada, a los 30′, y abrió el marcador. De Paul se fue por derecha, tocó para Álvarez, éste abrió a la izquierda para Di María, Angelito metió el centro exacto, y Enzo Fernández entró por el medio para poner el 0-1 a favor de la Argentina.

Crédito: media.afa.org.ar

El partido empezaba a resolverse, y para colmo Bolivia se quedaba con un hombre menos por la expulsión de Roberto Fernández por una grave infracción sobre Romero. El árbitro Esteban Ostojich le había sacado la segunda amarilla, pero el VAR le advirtió que era una infracción de posible roja directa, y así lo corrigió el juez uruguayo.

Y para terminar de cerrar el primer tiempo, a los 41′ Di María ejecutó un tiro libre con maestría, le pegó con el hombro Nicolás Tagliafico, y marcó el 0-2 para la Argentina.

Crédito: media.afa.org.ar

Gustavo Costas hizo dos cambios más para comenzar el segundo tiempo; L. Haquin entró en lugar de A. Jusino, y H. Cuellar reemplazó a L. Ursino; ya sumaba tres variantes, y le quedaban dos ventanas más.

Argentina mantuvo el control del juego en el segundo tiempo. Un disparo de Rodrigo De Paul, a los 50′, y otro de Enzo Fernández, a los 53′, que desvió Guillermo Viscarra, eran las señales que daba el equipo.

A los 61′ Costas hizo el cuarto cambio en el seleccionado local. Fernando Saucedo entró por Jaime Arrascaita. Pero no mejoraba el local, que abusaba de las infracciones y no hilvanaba juego ni progresaba en el campo. La “Albiceleste” manejaba el balón, y como aconsejan en la altura, probaba de larga distancia. A los 71′ fue el remate de Di María, el que volvió a exigir al arquero.

Bolivia hizo su quinto cambio a los 72′; Carmelo Algarañaz ingresó por José Sagredo, mientras que la visita hizo su primera variante a los 75′: Exequiel Palacios reemplazó a Rodrigo De Paul.

Crédito: media.afa.org.ar

El tercer gol argentino liquidó el juego. Álvarez quiso ceder a González, el balón rebotó, presionó Palacios, y cedió a Nicolás González, quien sacó un buen tiro que marcó el 0-3 para la Argentina cuando ya iban 83′ de juego.

A los 84′ llegaron tres cambios en el equipo de Scaloni. Leandro Paredes entró por Alexis Mac Allister; Lautaro Martínez ingresó por Julián Álvarez, y Alejandro Garnacho reemplazó a Nicolás González. La quinta modificación en Argentina fue a los 86′; Angelito Correa reemplazó a Angelito Di María.

Y, sin más, terminó el partido. Argentina fue más, de punta a punta. Mantuvo la paz cuando el rival propuso golpes, y tomó altura para dominar el partido y lograr una goleada edificante.

Hernán O’Donnell

Un golpe que podrá servir para relanzar al equipo

Cada vez que llega una Copa Mundial, sea del deporte que sea, el público argentino se ilusiona con llegar a lo más alto del torneo. Y en el caso de la Copa Mundial de Rugby, no es la excepción. Los fanáticos de este deporte sueñan con ver a  Los Pumas bien arriba; y lo mismo piensa el Staff Técnico y los jugadores. En su seno íntimo, ellos creen que pueden dar la sorpresa. Así lo expresó el propio entrenador, Michael Cheika en una de las últimas conferencias de prensa que brindó, antes de viajar a Buenos Aires. “Vamos con la intención de ganar; si no, ¿para qué vamos?”.

El duro golpe que significó la derrota ante Inglaterra obliga a replantear todo. Los Pumas no pudieron hacer casi nada de lo previsto. Aún con un jugador más durante casi todo el partido, no lograron tomar la iniciativa; al contrario, se vieron siempre maniatados por el juego inglés dominado por su pareja de medios, quienes jugaron un partido perfecto. El medio apertura, George Ford, fue el dueño del partido. manejó la estrategia y la táctica a la perfección, controló el desarrollo a través del juego de su pie, y fue letal con el remate a los palos, con tres drop-goals consecutivos que liquidaron el ánimo y la mente del equipo argentino, que a partir de esa distancia de 12-3 en contra, pensó más en el marcador adverso, el peso de tener que revertirlo y no poder hacerlo con un hombre de más, lo que torturaba su mente y alma durante el partido.

Crédito: Foto de Michael Steele – World RugbyWorld Rugby vía Getty Images

El equipo no pudo salir de ese pensamiento que lo condicionaba; lo dijo Mallía luego del encuentro, y coincidíamos en esa sensación, durante el juego, que se irradiaba desde la cancha. Un equipo nervioso y presionado por la coyuntura de tener la “obligación” de ganar porque tenía un jugador de más. Y cada drop era como un martillazo que no permitía mantener la lucidez y enfocarse en lo que había que hacer.

Esa ansiedad llevó a cometer errores no forzados que se pagaron muy caro. En el juego en el piso, las infracciones se tradujeron en penales en contra que significaron puntos para Ford; fueron muchas las faltas producidas en los rucks. En el juego aéreo, la superioridad inglesa fue determinante, lo que le permitió ganar bolas importantes y lucir el juego del medio scrum, Alex Mitchell. Excepto Emiliano Boffelli, que tuvo aciertos y mantiene una buena regularidad en la captación de pelotas altas, por el resto la Argentina sufrió en esa parte del juego.

El punto de contacto también fue dominado por Inglaterra. Ganó las disputas, y tuvo más llegadas en la búsqueda del balón suelto. A pesar de la pronta expulsión de Tom Curry, el resto de la tercera línea inglesa, Ben Earl y Courtney Lawes jugó un gran partido.

Crédito: Foto de Michael Steele – World RugbyWorld Rugby vía Getty Images

Tras el partido, los jugadores fueron autocríticos y tuvieron sinceridad para reconocer los errores y las causas de la derrota. También lo entendió así el entrenador jefe del seleccionado, Michael Cheika: “Creo que todo lo que podía salir mal, salió mal. Permitimos que el juego se detuviera y se reiniciara demasiado. Inglaterra aprovechó muy bien las circunstancias y el mérito es de ellos”, señaló.”No tuvimos la mentalidad para tomar el control del partido. Jugamos a la espera de tener una oportunidad, en vez de generarlas nosotros. Las cosas hoy no salieron, pero volveremos a jugar en dos semanas y vamos a continuar con el trabajo. Tuvimos errores que nos costaron muchos puntos en contra, no nos enfocamos en lo que teníamos que hacer. Veníamos bien en los entrenamientos, pero hay que hacerlo en los partidos. Tenemos que estar preparados para enfrentar estas dificultades. Debemos tener paciencia; no necesitamos cambiar mucho, hay que ejecutar”, agregó el entrenador.

De cara a los próximos partidos, declaró: “El Mundial no se terminó. Todavía tenemos trabajo por hacer para lograr la clasificación. Vamos a aprender mucho de esta experiencia. Tenemos muchos jugadores nuevos en partidos de la Copa del Mundo, y vamos a aprender la lección de cómo debemos estar preparados cuando llegue el momento de jugar”.

La Argentina, con el duro golpe del debut, y la ilusión que no quiere marchitarse.

Hernán O’Donnell

Bajo el sol de Villa Crespo, Atlanta y Racing (Córdoba) armaron un empate entretenido

Volvió el sol a Buenos Aires, subió la temperatura, y la tarde de domingo se presentó ideal para ir a ver fútbol. Atlanta y Racing (Córdoba) luchan por meterse en el “Reducido”, y también están atentos a lo que ocurre en el fondo de la tabla. No deben descuidarse, y al sueño de pelear por el ascenso le agregan una atención a no retroceder en la tabla de posiciones.

Y salió un partido muy entretenido, cambiante. Ganaban los cordobeses, los locales revirtieron el marcador, y al final todo terminó en un empate.

El equipo de Nicolás Diez formó con Nicolás Sumavil; Valentín Gelos, Alan Aguirre, Fernando González y Marcos Pinto; Alejo Dramisino y Kevin Duarte; Diego Becker, Juan Galeano y Lucas Ríos; Nicolás Mazzola.

El conjunto de Pedro Llorens alistó a Joaquín Mattalia; Jorge Scolari, Elías Calderón, Francisco Mattia y Gian Franco Ferrero; José Méndez, Axel Oyola, Abel Bustos y Leandro Fernández; Bruno Nasta y Franco Coronel.

Racing de Alta Córdoba se paró bien en el centro del campo, y buscó a Franco Coronel, su jugador más peligroso. Atlanta intentó trabajar con al conexión de Dramisino, Becker, Galeano y Ríos, para asistir a Mazzola. En una contra bien manejada por Galeano, este cerró con un tiro preciso, aunque Mazzola llegaba libre a su derecha. Iban 8′ y se advertía que iría a haber peligro en las vallas. Cuando iban 14′ hubo una buena conexión de la visita. La llevó Fernández por izquierda, combinó con Coronel, este pivoteó bien para Oyola, y el disparo de este pasó muy cerca.

Hasta que a los 25′ se abrió el marcador. Corner desde la derecha, un rebote en el área, el balón en el travesaño y el rebote le quedó a Francisco Mattia, quien definió con certeza, para poner el 0-1 a favor de Racing.

Se levantó Atlanta, en la búsqueda del empate. Adelantó líneas, y empezó a apretar al rival, hasta que a los 32′ Alejo Dramisino se fue muy bien por la derecha, lanzó un buen centro, Mazzola la bajó cortita para la entrada de Lucas Ríos, quien sacó un fuerte disparo para poner el 2-2.

Era más el local, y a los 40′ desbordó Diego Becker, se filtró entre dos defensores rivales, y lanzó un centro que no tuvo mayores consecuencias, aunque la jugada fue muy buena.

Y cerraron los cordobeses con un remate fuerte de Leandro Fernández, a los 45′, que desvió Sumavil.

El “Bohemio” empezó el segundo tiempo con un cambio. Franco Camargo entró por Valentín Gelos; una modificación comprensible, en tanto Camargo es un marcador de punta natural, y Gelos es un central puesto en la banda. Además, hubo una variante táctica, en el cambio de las puntas; Ríos pasó a la derecha, y Becker a la izquierda. Creció Atlanta, y a los 48′, Lucas Ríos generó un buen remate y corner. Volvió a llegar el local a los 56′, con un centro de Pinto, Mazzola la bajó al medio y el disparo de Juan Galeano se fue muy alto.

Y la presión local surtió efecto, porque a los 62′, tras un remate fuerte que Mattalia no alcanzó a desviar, junto al palo izquierdo apareció Nicolás Mazzola para poner el 2-1 a favor de Atlanta.

Parecía encaminado el partido, pero reaccionó el entrenador visitante e hizo tres variantes ofensivas. Francisco Aman Campos entró por Gian Franco Ferrero; Iván Pomba ingresó por José Méndez, y Pablo López reemplazó a Axel Oyola. Fue Pablo López, ex jugador de Guemes, quien tomó la batuta; ya le habíamos observado buena conducción en el equipo de Santiago del Estero, y volvió a tener una participación activa en el equipo cordobés.

Era el momento para tomar algún recaudo de parte de Atlanta, porque el equipo de Córdoba había puesto mucha gente de ataque y peligrosa. Iban a llover centros, tal vez poner a Tomás Fernández y jugar con tres centrales…

Entró Kevin Pavia por Lucas Ríos, a los 73′, en la segunda modificación local. Extremo por extremo, pero iba a sufrir con los ataques de la visita, que ya había sumado a López para armar, mientras tenía a Pomba; Nasta, Coronel y Aman Campos para llevar peligro. Racing se había hecho de la pelota, y a los 76′ un buen centro de la derecha fue cabeceado con efectividad por Bruno Nasta, para poner el 2-2 en Villa Crespo.

Nico Diez trató de ganarlo con dos cambios ofensivos; iban 79′ ya y entraron Javier Ferreira por Nicolás Mazzola, y Federico Bisanz en lugar de Diego Becker.

El encuentro estaba para cualquiera, porque Atlanta intentó refrescar la ofensiva, pero Racing ya tenía armado un esquema ofensivo del que no se volvió a apartar. Entonces, todo estaba abierto.

Y Racing contó con una buena chance, a los 87′, con un remate de Franco Coronel, que salió apenas alto.

Y con la caída del sol y el cierre de la tarde, terminó el partido. Que fue muy entretenido, con dos equipos que buscaron y honraron las viejas tardes de domingo del querido fútbol argentino.

Hernán O’Donnell

Una vez más, Messi frotó la lámpara para que Argentina concrete la victoria

El jueves amaneció fresco, lluvioso, muy húmedo. Era el día del debut del vigente Campeón del Mundo en su nuevo recorrido para defender la corona, que implica llegar a la próxima competencia de la FIFA, la Copa Mundial de la FIFA-México, Estados Unidos, Canadá 2026. Para la Argentina se acabaron los festejos; llegó la hora de defender el trono, y eso se logrará en el próximo Mundial. Y para eso, hay que clasificarse.

Se vivieron días intensos en la semana previa al debut frente a Ecuador. Con el arribo de los futbolistas, los pocos entrenamientos realizados, y la palabra del entrenador, Lionel Scaloni, donde recalcó las bases de este equipo. La humildad que debe mantener, y el ojo puesto en una nueva competición que se pone en marcha, con todos los riesgos y los desafíos que implica. Ecuador, el primer adversario en la eliminatoria, llegaba con un nuevo entrenador, Félix Sánchez Bas, de experiencia en España y Catar, un plantel ambicioso, una buena eliminatoria pasada, y una figura estelar, Enner Valencia.

Y fue un partido duro, complicado. Con la Argentina dispuesta desde el minuto inicial, con Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister; Lionel Messi, Lautaro Martínez y Nicolás González. Y enfrente Ecuador, con un planteo inteligente, sostenido en Hernán Galíndez; José Hurtado, Félix Tores, Robert Arboleda, William Tenorio, y Pervis Estupiñán; José Cifuentes, Carlos Gruezo y Moisés Caicedo; Gonzalo Plata y Enner Valencia.

La visita se sostuvo en la tarea de la línea de tres centrales y los dos carrileros, amén de la voluntad de Carlos Gruezo y José Cifuentes para pelear en la mitad de la cancha. Con eso le pudo trabar el partido a la Argentina, que contó con un tiro libre de Messi, a los 11′, que controló Galíndez; una jugada de Mac Allister, Lautaro Martínez y Leo Messi, cuando iban 15′ de juego, que finalizó con un remate del capitán argentino apenas desviado.

Y cerró el primer tiempo con un tiro de Lautaro Martínez en el poste derecho de Galíndez, cuando iban 45+1′ de juego.

No había podido profundizar el local, a pesar de los intentos, del cambio posicional entre Fernández, que pasó a la izquierda y Mac Allister, que se corrió de ese lugar al medio de la cancha, donde estaba Enzo; tampoco con las subidas de los laterales, ni con el juego asociado por el medio.

En el segundo tiempo acentuó el dominio. Ya fue más sostenido el ataque, y más cercano a la meta del rival. A los 54′ un tiro libre de Messi generó un rebote y una sensación de peligro. Cuando iban 57′ Tagliafico probó de media distancia. Era mejor el local, y a los 60′ vino el primer cambio: Angel Di María entró por Nicolás González.

Ecuador, que había hecho un planteo duro y cerrado, tuvo su primera llegada a los 66′, con un remate de Enner Valencia, que controló Emiliano Martínez.

A los 67′ hizo los dos primeros cambios la visita; Kevin Rodriguez entró por Gonzalo Plata, mientras que Julio Ortiz reemplazó a José Cifuentes.

Enseguida llegó una espléndida jugada de Messi, quien se llevó la pelota con su pie izquierdo, limpió a dos hombres y sacó un tiro rasante que tapó el arquero visitante.

Llegaron, entonces, la segunda y tercera modificación en la Argentina. Leandro Paredes entró por Alexis Mac Allister, mientras que Julián Alvarez ingreso en lugar de Lautaro Martínez, cuando iban 75′ del partido.

Cuando el árbitro colombiano Wilmar Roldán sancionó el tiro libre a favor de Argentina, tan cerca del área, un fuerte rumor de sensación de gol recorrió las bases del Río de la Plata. Messi se paró frente a la pelota, y sucedió lo mágico, pero ya, de tan repetido, previsible. Un toque suave y perfecto al balón le dio la comba necesaria para elevarse y caer junto a la red, y hacer del gol un estallido popular. Argentina abría el marcador a los 77′ de juego, para ponerse 1-0 y encaminar una victoria que se le negaba.

Félix Sánchez Bas, el entrenador español de Ecuador, sintió que había que meter mano rápido en el equipo; así, a los 80′ hizo el tercer y cuarto cambio de la visita. Angelo Preciado entró por J.Hurtado Cheme, y Angel Mena lo hizo por Félix Torres.

Pudo aumentar la “Albiceleste”, a los 84′, con un tiro de Di María, cruzado y peligroso. y a los 88′ llegó el cambio que fue toda una rareza, pero podrá ser un anuncio a futuro. Salió Lionel Andrés Messi del campo de juego. Lo reemplazó Exequiel Palacios. Y la cinta de capitán le quedó a Angelito Di María.

Toda una novedad en la Selección, que se las arregló sin El rey, para armar una gran jugada, a los 90+1′, que arrancó con un pase largo de Otamendi, la corrió por izquierda Álvarez, cedió al medio para Fernández, este tocó con Di María, que abrió para Molina, y el centro final fue cortado por la defensa ecuatoriana.

Un símbolo de lo que será el futuro; aunque por ahora, lo esperamos lejano, bien lejano.

La Argentina ganó con merecimientos, pero la lámpara la frotó el genio para que el deseo se haga realidad.

Hernán O’Donnell

Los Chiefs estrenan su anillo frente a una manada de leones ambiciosos

Más de 200 días transcurrieron tras la última gran función de la National Football League, el Super Bowl LVII en Arizona. Esa mítica noche en que los Kansas City Chiefs obtuvieron su tercer campeonato, y su mariscal de campo Patrick Mahomes capturó su segundo anillo, ya quedó atrás y es hora de ver hacia adelante. En la mira del conjunto de Missouri se encuentra, nada más ni nada menos que los Detroit Lions, un equipo en ascenso que buscará dar un golpe sobre la mesa derrotando al rey en su castillo, el icónico Arrowhead Stadium.

Patrick Mahomes y Travis Kelce, el dúo más temido
por las defensas //@NFL en Twitter

El nuevo monarca indiscutido

Entre las cientos de noticias que sacudieron al universo de la NFL, quizás una de las más gravitantes para lo que será la historia futura de la liga fue el retiro profesional de Tom Brady, quien con su marcha del emparrillado deja vacante el trono. Existen muchos postulantes, pero ninguno con la carta de presentación que posee Patrick Mahomes. El oriundo de Texas demuestra domingo tras domingo su vasto arsenal y su capacidad de opacar incluso a los focos, cuando estos brillan en su máximo esplendor.

Podrán argumentar que Joe Burrow, quarterback de los Cincinnati Bengals, tiene un récord de 3-1 en sus enfrentamientos directos, pero al final del día la mano derecha de Mahomes enseña dos anillos que ningún otro mariscal de su generación puede ostentar. Mejor no provocar al nuevo rey de la NFL, porque en sus manos aún hay lugar para más bisutería, en su mansión sobra espacio para los trofeos y en su mente no hay ni una pizca de saciedad.

Los Lions de Dan Campbell: una manada esperanzada

Detroit Lions, un equipo que puede y quiere dar de que hablar // @DetroitLionsNFL

La NFL es muy cauta y estratégica al diseñar su calendario, por más que los rivales de cada equipo ya estén definidos de antemano, los directivos de la liga número uno de los Estados Unidos se encargan de que cada pieza vaya en su lugar óptimo y que nada quede a la suerte. Por ello no es, bajo ningún punto de vista, azarosa la designación de el partido que dará inicio a la competición. La tradición indica que el vigente campeón estrene la campaña ante su público. La decisión recae en el rival al que se enfrente. Los Detroit Lions parecen ser el actor perfecto para ese rol. Un plantel hambriento, agresivo e ilusionado con sentarse en la mesa de los poderosos, tras tantos años en el fondo del barril.

El cambio rotundo en la “Motor City” debe acreditarse al entrenador en jefe, Dan Campbell, un verdadero apasionado por el deporte que transmite un mensaje basado en el esfuerzo y la ambición como bandera. En su presentación como Head Coach describió la identidad que tendrá su equipo y la basó alrededor de la idiosincrasia de la ciudad de Detroit, una urbanización golpeada, pero que encuentra la manera de ponerse de pie. “Cuando nos noqueen, nos levantaremos y les arrancaremos una rótula. Les tomará más trabajo noquearnos, y si lo hacen nos pondremos de pie arrancándoles la otra rótula”, fue su frase introductoria a la franquicia y también la introducción del equipo a toda la NFL, alertando a todo quien se cruce con estos despiadados leones.

Este jueves 7 de septiembre los Lions de Campbell tendrán una oportunidad soñada de someter al campeón en su casa y ante los ojos del mundo entero. La última función de este conjunto fue mucho antes que aquella en febrero de los Chiefs, pero se trató de una victoria determinante frente a su eterno rival, y verdugo, los Green Bay Packers en el Lambeau Field, donde años atrás los Lions solo podían fantasear con no salir humillados del estado de Wisconsin. Aunque la victoria no les alcanzó para meterse en la postemporada, sirvió como llamado de atención a la división Norte de la NFC. División, que dicho sea de paso, se postula como una de las grandes incógnitas de cara a esta temporada, sus cuatro equipos pueden hacerse con el título divisional.

Un recuerdo festivo de los Chiefs en su último encuentro con los Lions // @Chiefs

Dos mentes maestras con similitudes

Sobre los costados del campo de juego de Arrowhead se ubicarán dos hombres que comparten mentalidades y una devoción total por el deporte. De más esta decir que son dos genios creativos, porque todos los entrenadores en jefe de la NFL lo son, pero entre Andy Reid y Dan Campbell se da un choque de dos filosofías que pregonan el sacrificio y premian las genialidades. De el partido inaugural de la temporada 2023 podemos esperar un gran abanico de jugadas ingeniosas y momentos emocionantes.

Posibles ausencias

La preparación para la temporada regular es desgastante y deja moretones por demás. Prueba de ello son las decenas de lesiones que se lamentan durante “Training Camp” y los entrenamientos de pretemporada. En los últimos días, incluso, han ocurrido desafortunadas lesiones que afectan a los equipos y sus estrellas. La más resonante y la cual afecta al juego del jueves por la noche, es la lesión de Travis Kelce, el ala cerrada superestrella de los Chiefs, quien sufrió una hiperextensión en una de sus rodillas y podría perderse el partido ante Detroit. Será una decisión de último momento, ya que Kelce hará la entrada en calor y el cuerpo médico de Kansas City lo evaluará allí.

La gran ausencia confirmada en el lado de los campeones será la de Chris Jones, el mejor jugador en el grupo defensivo de los Chiefs, quien se encuentra en receso como forma de protesta y reclamo por una renovación contractual multimillonaria.

Por el lado de los Lions, la mayor preocupación se encuentra en el esquinero Emmanuel Moseley, quien se perderá el juego por una lesión en la rodilla. Sin embargo, contará con sus principales figuras como Amon-Ra St. Brown, Aidan Hutchinson y el ansiado estreno, como profesional, de Jahmyr Gibbs y, en su nuevo equipo, de CJ Gardner-Johnson.

Una atrapada de Kelce ante una cobertura asfixiante // @Chiefs

Goff vs Mahomes: un recuerdo que ilusiona

La última vez que se encontraron Jared Goff y Patrick Mahomes fue en la temporada 2018, por entonces el quarterback de Detroit jugaba en Los Angeles Rams, y dio lugar a un duelo memorable en el que ambos ataques ofrecieron un espectáculo. Goff se hizo con la victoria en uno de los partidos con mayor goleo de la historia, siendo triunfo de los Rams 54-51 en el Los Angeles Memorial Coliseum. El recuerdo cercano, dos ofensivas explosivas dirigidas por mentes inagotables y conducidas en el campo por mariscales audaces, uno mucho más certificado que el otro, pero sin temor a ser protagonistas, la mesa está lista para que los fanáticos de la NFL se hagan de un banquete en la inauguración de una temporada prometedora.

Chiefs contra Lions, Reid contra Campbell, Mahomes y Goff otra vez cara a cara, la adrenalina de las 76 mil almas que colman Arrowhead y lo convierten en el escenario más ruidoso de la liga. El Rey estrena su corona, los leones van tras ella y no hay distancia a la que no estén dispuestos a llegar, el resto de la liga observa, toma nota y se prepara para sus estrenos, pero en definitiva todos van detrás del mismo objetivo, y este reposa bajo la protección de Mahomes, Reid y Kelce, incluso sin rótulas serán difíciles de derribar.

Federico O’Donnell

La noche invernal enfrió las buenas intenciones de Atlanta y Aldosivi

Empezó entretenido, con dos equipos muy dispuestos, con vocación ofensiva y buen trato de pelota. Redondearon un aceptable primer tiempo, pero con el correr de los minutos, el frío de la noche de fin de invierno de Buenos Aires se impuso sobre las intenciones de Atlanta y Aldosivi, el partido cayó en un pozo, y no pudieron quebrar la igualdad con el marcador en blanco.

El equipo local formó con Nicolás Sumavil; Valentín Gelos, Tomás Fernández, Fernando González y Marcos Pinto; Alejo Dramisino, Kevin Duarte y Juan Galeano; Diego Becker, Lucas Ríos y Federico Bisanz.

El conjunto de Mar del Plata comenzó con Luis Ingolotti; Rufino Lucero, Stéfano Callegari, Ariel González e Ian Escobar; Facundo Pereyra, Gustavo Turraca y Eamnuel Maciel; Elías Brítez; Elías Torres y Facundo Curuchet.

Aldosivi salió a presionar bien alto. En las salidas de arco, que Atlanta suele comenzar con el juego asociado desde adentro del área, Curuchet y Torres presionaban a los dos zagueros que se ubicaban a los costados de Sumavil. El lateral Escobar subía hasta la posición de Gelos, los volantes tomaban hombre y atrás quedaban Lucero, Callegari y González, mano a mano con los tres hombres de punta del local, Becker, Ríos y Federico Bisanz. Así lo sostuvo en cada saque de arco de Atlanta, hasta que el local optó por salir con el pelotazo largo de Sumavil.

Sin embargo, el “Bohemio” también atacaba. Llegó a los 9′, con un centro de Dramisino y el remate de Juan Galeano que contuvo el arquero Ingolotti. A los 16′ un centro pasado de Pinto no pudo ser conectado por Dramisino, y a los 20′ Bisanz cabeceó desviado, desde una buena posición, tras recibir un centro de la derecha.

Luego fue el momento de Aldosivi; a los 20′ un remate cruzado de Brítez pasó muy cerca, y a los 22′ desbordó Facundo Curuchet por izquierda, remató desde un ángulo cerrado, y Sumavil sacó al corner.

El cierre fue de una llegada por lado; a los 41′ un corner de Becker, cerrado, fue rematado por Tomás Fernández, y el balón salió junto al palo. Y Facundo Pereyra lanzó un buen disparo, a los 44′, que fue bien tapado por el arquero local.

Los dos equipos hicieron un cambio para empezar el segundo tiempo. Nicolás Mazzola entró por Federico Bisanz, en Atlanta. El ingresado se ubicó en su posición de centro delantero, y Lucas Ríos pasó a la banda izquierda. Y en el equipo del puerto marplatense, Matías Morello reemplazó a Elías Brítez.

A los 46′ hubo un buen tiro de Morello, mientras que Mazzola ejecutó por arriba, cuando iban 56′ de juego. A los 57′ un remate de Galeno pasó cerca; respondió Curuchet, con un enganche por izquierda y un disparo cruzado que Sumavil sacó con un vuelo, cuando iban 59′.

Después, el partido se empezó a enfriar, hasta caer en la oscuridad de la noche. Mientras, llegaron las variantes. A los 61′ fue el segundo cambio en el “Bohemio”, Juan Krilanovich ingresó por Alejo Dramisino. Claudio Riaño entró en lugar de Turraca, a los 62′, en el equipo marplatense. Y el “Tiburón” cambió su fisonomía. Mantuvo la línea de cuatro, adelante puso dos volantes, Morello y Maciel; tres media punta, Torres, Facundo Pereyra y Curuchet, y de punta de lanza, Claudio Riaño.

Atlanta se había adelantado un poco más en el campo y tuvo una chance, a los 64′, con un tiro de Becker, que salió cerca.

A los 70′ llegaron el tercer y cuarto cambio del local; Franco Vedoya entró por Lucas Ríos, y Kevin Pavia ingresó por Diego Becker.

Una buena maniobra de Mazzola finalizó con un tiro de Vedoya que atrapó el arquero visitante, a los 74′ de juego. y ya no hubo mucho más.

Cuando iban 76′ vino la tercera variante en la visita. Maximiliano Elsener entró por Elías Torres. Y a los 79′ llegaron las dos últimas modificaciones en el “Tiburón”. Manuel Guanini reemplazó a Stéfano Callegari, y Brian Guerra ingresó en lugar de Facundo Curuchet.

En el local, Mauro Bogado entró por Kevin Duarte, a los 86′.

Pero el partido se había apagado en el cuarto de hora final. Ya no hubo más llegadas, ni emociones; el viento helado le ganó al ingenio, y los pelotazos se impusieron a la creación, mientras que las defensas se cerraron para no perder lo poco que se llevaban. Atlanta y Aldosivi se repartieron los puntos. El frío polar de una noche de fines de invierno, fue el telón que puso fin a una obra que se quedó en las buenas intenciones.

Hernán O’Donnell

El Mundial del 2026 se pone en marcha con la Competición Preliminar

La Copa Mundial de la FIFA-México, Estados Unidos y Canadá 2026 empieza a jugarse en esta ventana internacional. Se pone en marcha con la Competición Preliminar, lo que en la Argentina llamábamos, y muchos aún lo hacen de esa forma, de manera simple “eliminatorias”. Es el paso previo a la Copa del Mundo, pero desde hace mucho tiempo la Federación internacional lo ha considerado como parte propia del mismo Mundial.

En Ciudad del Este, el local Paraguay frente a Perú, pondrán en marcha este camino en el marco de la CONMEBOL, el Jueves 7 de Septiembre de 2023. Esa misma noche, sólo 263 días después de salir Campeón del Mundo, la Argentina comenzará la defensa del título cuando enfrente a Ecuador en Buenos Aires.

Crédito: media.afa.org.ar

Más tarde jugarán Colombia-Venezuela. Al día siguiente, el Viernes 8, se completará la primera fecha con los encuentros entre Uruguay-Chile y Brasil-Bolivia.

La CONMEBOL tendrá 6.5 plazas y media para llegar al mundial. seis de modo directo, los primeros clasificados de la Tabla General de Posiciones, mientras que una selección disputará el torneo clasificatorio intercontinental de la FIFA.

La Confederación Asiática de Fútbol, AFC, comenzará su competencia regional un poco más tarde. Hay una enorme expectativa en la confederación más poblada de la FIFA, con la cifra récord de ocho selecciones clasificadas de forma directa y la posibilidad de obtener otro lugar a través de la repesca. La primera ronda de la clasificación para la Copa Mundial de la FIFA-México, Estados Unidos y Canadá 2026 se celebrará en octubre de este año. Veinte equipos se enfrentarán en 10 eliminatorias a ida y vuelta, y los ganadores se unirán a otras 26 selecciones en la segunda ronda.

En total, habrá cinco cinco rondas de clasificación para decidir las ocho plazas directas que Asia dispone para la Copa Mundial de la FIFA 26 y la última selección que avanzará a la reclasificación.

Crédito: media.afa.org.ar

Uno de los torneos de clasificación que más expectativa despierta es el de África. Tiene una enorme cantidad de selecciones, la clasificación es durísima, y siempre surgen equipos que son altos animadores de las Copas del Mundo. Comienza el 13 de noviembre de 2023.

Las 54 selecciones de la Confederación Africana de Fútbol, CAF, se dividirán en nueve grupos de seis selecciones cada uno, y cada uno de los ganadores de grupo se clasificará de forma directa para la Copa Mundial de la FIFA 26.

Los cuatro mejores segundos de grupo pasarán a una fase de playoff para determinar el único representante de África en el repechaje de la Copa Mundial de la FIFA-México, Estados Unidos, Canadá 2026.

Para la CONCACAF hay tres lugares aseguradas. Son las de los anfitriones, México, Estados Unidos y Canadá. Luego, habrá tres plazas directas y otras dos a través de la reclasificación.

El torneo clasificatorio empezará en marzo de 2024. Los cuatro equipos peor clasificados de la región se dividirán en dos emparejamientos y disputarán eliminatorias a ida y vuelta. Los vencedores pasarán a la segunda ronda.

En la segunda ronda, un total de 30 selecciones de la CONCACAF se dividirán en seis grupos de cinco equipos. Cada selección jugará una vez contra las demás selecciones de su grupo. Cada país jugará dos partidos en casa y dos partidos como visitante. Los primeros y segundos de grupo (12 equipos en total) avanzarán a la fase final.

Esas 12 selecciones clasificadas a la fase final, se dividirán en tres grupos de cuatro equipos cada uno. Dentro de cada grupo, los equipos se medirán entre sí en partidos de ida y vuelta. Los primeros de cada grupo (3 selecciones) se clasificarán directamente para la Copa Mundial, uniéndose a los anfitriones Canadá, México y Estados Unidos. Los dos mejores segundos se clasificarán para la repesca.

Por primera vez en la historia, Oceanía tendrá un lugar asegurado para la Copa Mundial; también contará con un segundo boleto para el repechaje.

En septiembre de 2024 comenzará la primera fase, que enfrentará a las cuatro selecciones peor clasificadas del continente. Luego, los siguientes dos meses, tendrá lugar la segunda fase, con dos grupos de cuatro equipos; continuará con una tercera ronda decisiva que se desarrollará en marzo de 2025. Allí se enfrentarán cuatro equipos en semifinales y final para determinar los representantes de la OFC, Confederación de Oceanía de Fútbol, para la Copa Mundial y para la repesca.

La Unión Europea de Fútbol, UEFA, tendrá 16 selecciones clasificadas al Mundial.

La competición preliminar comenzará en marzo de 2025 y finalizará en marzo de 2026.

La primera ronda tendrá un formato conocido. Doce grupos de cuatro o cinco selecciones, y los primeros de grupo obtendrán plaza para la Copa Mundial. Las cuatro plazas continentales restantes se decidirán en una competición de repesca de la UEFA de 16 equipos; los 12 segundos de grupo, y los cuatro mejores primeros de grupo de la UEFA Nations League.

Esta es la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-México, Estados Unidos, Canadá 2026. El Mundial se pone en marcha.

Hernán O’Donnell

Milán logró una victoria por la que no debió sufrir tanto

Milán venció a Roma en el Estadio Olímpico de la capital italiana, en un partido en el que fue amplio dominador mientras estuvieron once contra once. Durante una hora tuvo el control del juego, generó las mejores llegadas, convirtió los goles y casi no sufrió en su área. Con la expulsión de Tomori, a los 60′, el partido se modificó y el equipo de Stéfano Pioli terminó apretado contra su arco y con el triunfo en riesgo. Pero ganó, y alcanzó, por unas horas, la punta en la tabla de posiciones de la Serie “A” italiana.

El equipo local formó con Rui Patricio, Mancini, Smalling y Diego Llorente; Mehmet Zeki Çelik, Bryan Cristante, Leandro Paredes, Houssem Aouar y Nicola Zalewski; Andrea Belotti y Stephan El Shaarawy.

El conjunto de Milán comenzó con Mike Maignan; Davide Calabria, Malick Thiaw, Fikayo Tomori y Theo Hernández; Ruben Loftus-Cheek, Rade Krunic y Tijjani Reijnders; Christian Pulisic, Olivier Giroud, y Rafael Leao.

Apenas comenzó, la visita tomó la iniciativa. Y enseguida se puso en ventaja. Iban 8′ cuando le cometieron una falta a Loftus-Cheek, advertida por el VAR, y el penal lo convirtió Olivier Giroud, para poner el partido 0-1 a favor de Milan.

La Roma empezó a salir con el golpe, pero no podía progresar más allá de tres cuartos de cancha. Era buena la tarea de la defensa visitante en la recuperación, y Loftus-Cheek le aportaba mucha dinámica a la salida por derecha, sumado a la participación activa de los tres delanteros, Pulisic, Giroud y Leao.

A los 21′ un centro de Theo Hernández desde la izquierda, fue bien aprovechado por la entrada decidida de Pulisic, y el arquero local sacó el tiro al corner.

Se le sumaban problemas a la Roma, y a los 30′ debió dejar el campo, lesionado, el francés Aouar. En su reemplazo, ingresó Lorenzo Pellegrini.

Milan era mejor. Cerró la primera parte con una clara superioridad, y comenzó el complemento de la misma manera.

Iban 47′ cuando llegó el segundo gol. Un centro de Davide Calabria desde la derecha, y Rafael Leao, en una extraordinaria maniobra de tijera, le cambió el palo a Rui Patricio, y puso el encuentro 0-2 a favor de Milan.

Creció la visita, y en cada contragolpe avisaba que podía aumentar. A los 50′ se fue por izquierda Theo Hernández, tocó al medio para Rafael Leao, este cedió a Loftus-Cheek y su remate pegó en un defens or local, para irse al corner.

Todo cambió al cumplirse una hora de juego. Iban 60′ y fue expulsado el defensor visitante, Fikayo Tomori, por doble amonestación. Y ahí cambió el desarrollo del juego.

Pioli determinó un cambio para volver a acomodar a la defensa. Pierre Kalulu Kyatengwa ingresó por Loftus-Cheek, cuando iban 64′ de juego. Perdió un hombre valioso en el medio, y la Roma se hizo del balón y del dominio del juego.

Llegó, a los 68′, con un tiro de El Shaarawy, que controló el arquero de la visita. Milan debía recomponerse aún más, y a los 69′ vino la segunda variante en el equipo. Tommaso Pobega reemplazó a Olivier Giroud.

José Mourinho, entrenador del local, dispuso tres modificaciones, cuando iban 70′ de juego: Leonardo Spinazzola entró por M.Z. Celik; Romelu Lukaku ingresó por S. El Shaarawy, y Edoardo Bove reemplazó al volante argentino Leandro Paredes.

El debut de Lukaku llenó de entusiasmo al público local. Y ni bien entró, a los 71′, sacó un disparo fuerte que salió apenas arriba del travesaño.

Stéfano Pioli intentó contener el avance local y realizó otras dos variantes, a los 76′ de juego. Samuel Chukwueze entró por Christian Pulisic, y Noah Okafor ingresó en lugar de Rafael Leão.

Mourinho hizo el quinto y último cambio en la Roma cuando iban 78′. Riccardo Pagano entró en reemplazo de Gianluca Mancini.

El final fue del local. A los 80′ un disparo de Spinazzola pasó apenas alto. Atacaba el local y la visita aguantaba. Un hombre más era mucha diferencia en un juego tan pensado.

Y a los 90+2′ Leonardo Spinazzola se fue por izquierda, cruzó el remate, que además se desvió en una pierna, y marcó el tanto de la Roma, para achicar la desventaja a 1-2, siempre con Milan adelante.

El fervor creció en las tribunas y una salida apurada de Maignan casi termina en un susto mayúsculo del equipo de Pioli, cuando iban 90+4′.

Pero zafó del vendaval, y se abrazó a la victoria. Milan había hecho muchos méritos para llevarse el triunfo, pero la expulsión de Tomori lo condicionó y lo llevó a sufrir hasta el final.

Hernán O’Donnell