¡Un sábado de super acción!

Volvieron a aparecer los duendes de la Copa Davis. Esos fantasmas misteriosos que todo lo pueden: elevar rendimientos, disminuir potenciales, revertir resultados lógicos, modificar rumbos de partidos.

Lo que se imaginaba como un partido favorable al dúo francés, en defintiva, uno de los mejores del mundo, terminó por ser una clara victoria argentina.

Argentina y un sábado triunfal
Argentina y un sábado triunfal

El comienzo fue equilibrado con Benneteau y Llodrá en buen nivel, pero con respuestas claras del doble argentino. Recién en el octavo game consiguieron el quiebre los visitantes y tras adelantarse por 5-3 mantuvieron el servicio y cerraron la manga por 6-3.

“Había sido parejo”, dijo Nalbandián en la conferencia de prensa posterior. Es que un quiebre inclinó la balanza para los franceses. Y el segundo set fue parecido, cerrado, donde Argentina tuvo lucidez y firmeza en el tie break para ganar por 7-6 e igualar en sets el partido.

En el tercero, creemos, se dio el quiebre emocional y psicológico del partido. Los argentinos entendían que estaban ante una dupla poderosa, tal vez superior a ellos. Pero que si jugaban con los dientes apretados, concentrados y con su mejor tenis, podían ganar. Siempre confiaron y se aferraron a ese pensamiento. Por eso cuando Francia se adelantó 4-1 tras un quiebre, y luego estuvo 5-2, no perdieron la paciencia ni la forma de encarar el partido. Porque la visita estuvo a punto de llevarse el set, muy cerca de quebrar en el octavo game. Argentina mantuvo la cordura, lo levantó se colocó 3-5, a un sólo quiebre. Que llegó en el game siguiente, entonces del 4-5 se pasó enseguida al 5-5, volver a quebrar para descansar con el 6-5 a favor y el saque para definir.

No fallaron Nalbandián y Zeballos: 7-5 el tercero y el dominio psicológico de un partido a su favor. Francia, que estuvo a muy poco de colocarse 6-2 a favor, perdía esa tercera manga por 7-5: desconcierto, y abatimiento eran los síntomas claros que enviaban los jugadores visitantes.

Un triunfo que invita a soñar
Un triunfo que invita a soñar

Cuando comenzó el cuarto set la imagen de cada dupla era bien contrastante: Agrandados (en el buen sentido) y ganadores se mostraban los argentinos. Desorientados, los franceses, ni siquiera mostraron signos de rebeldía para jugarselá, para variar, para atacar, para intentar la heróica de ‘matar o morir’…Se entregaron, mansos, a los latigazos que sacaban los locales. Zeballos, en ese momento, creció hasta convertirse en la gran figura de la definición.

El sol saludó la victoria
El sol saludó la victoria

La jornada había comenzado fría, muy ventosa y nublada. Parecía que iba a ser una dura contienda, como fue en los momentos iniciales. Con un rival aceitado, una dupla fantástica que esta vez se diluyó con el correr de las horas. Es que aparecieron los duendes de la bendita Copa Davis, esos hechiceros que transforman lo imposible en algo real, como lograron transformar un sábado de nubarrones negros y amenazas de lluvia, en una tarde cálida, soleada y triunfal.

 

Hernán O’Donnell

 

Por ahora, una serie de suspenso

Lo que muchos pedían, especulaban, calculaban y hasta predecían, sucedió: el viernes de abril se cerró en Parque Roca con la serie igualada en 1. Entonces, el suspenso en este match entre Argentina y Francia por los cuartos de final de la Copa Davis se mantendrá hasta el domingo.

Fue un viernes cálido de otoño. Con una brisa permanente que recorría el Estadio Mary Terán de Weiss, un sol que progresó en su protagonismo con el correr de las horas y el penoso recuerdo de las inundaciones recientes hecho frente con una cadena solidaria conmovedora. Porque a la inacción política, al cruce desubicado de acusaciones y a las miserias de quienes pretendieron sacar ventaja de esta situación, la respuesta de la gente (común) fue de una nobleza que muchos gobernantes no pueden comprender.

La ceremonia de Apertura del viernes 5 de abril
La ceremonia de Apertura del viernes 5 de abril

 Ante muy poca gente, dio inicio la serie con el partido entre Charly Berlocq y Jo-Wilfried Tsonga. Que tenía al francés como claro favorito. Por las distancias lógicas de jerarquía que marcan uno y otro ranking: el número 8 del mundo visitaba al 71. Pero, como siempre, la Copa Davis tiene esos misterios insondables, esa magia que la transforma en una competencia única, sorpresas y epopeyas que nadie puede explicar. Rendimientos que alteran su ritmo habitual sin ningún tipo de razón…Berlocq comenzó el partido con todos esos duendes alrededor: quebró al francés en su primera servicio, se adelnató 2 a 0 y ya no lo pudo alcanzar en ese primer set. Lo ganó por 6-4, con un juego sólido, consistente y atrevido ante un visitante que lucía errático y adormecido. Hasta que se soltó la fiera: Tsonga se sacó el gorrito, sacudió la transpiración y comenzó a variar su juego: Mostró todo su repertorio en dos sets muy rápidos, que se los llevó por 6-2 y 6-3.

Tsonga se llevó el primer punto
Tsonga se llevó el primer punto

 Se tomó un respiro en el cuarto set, Berlocq continuó con su garra habitual y alcanzó la manga por 7-5 para obligar a un quinto parcial que mostraría, otra vez, la intensidad y variedad de juego del francés: 6-2, y a otra cosa.

“Pico” Mónaco salió a jugar con una carga emocional muy grande: La situación de muchos amigos de La Plata, que no la pasan bien por el reciente temporal; la seguidilla de derrotas en el circuito; un año complicado; y el “stress” habitual de la Copa Davis.

Tuvo un primer set cambiante en su desarrollo, que estuvo cerca de perderlo, pero que finalmente alzó en el tie break. Era 7-6 y la tranquilidad de encaminar el partido.

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Luego se soltó: 6-2 el segundo parcial, con cierta comodidad…Y el cierre que todos esperábamos: Ante un Gilles Simon que mostró sólo destellos de su talento, disminuído desde el punto de vista físico a partir del segundo set, sin terminar de soltarse nunca ni meterse en el partido, el francés se entregó solito al caracter y juego firme del tandilense. 6-4 el tercero y las rodillas que rozaron la aspereza del polvo de ladrillo para volver a sentir el sabor de la victoria…

Mónaco tuvo una tarde feliz
Mónaco tuvo una tarde feliz

Otra vez el dulce sentir del éxito. Otra vez saludar al público argentino con el triunfo apretado al pecho.

Se suponía una serie dura, desfavorable, incómoda. Pero ahora, hay que pensar en un sábado complicado pero que puede tener alguna sorpresa. Y saber que pase lo que pase, hay que esperar hasta el domingo. Porque esta serie con Francia, promete ser de suspenso…

 

Hernán O’Donnell

La ilusión que nos condena

Amanece el equipo. Como en el clásico tema de “Pier”, aparece con ganas de pegar un grito. Un grito de esperanza y de optimismo. La selección argentina fue a la altura de La Paz y se trajo un punto de oro, que le permite mantenerse en lo más alto de la tabla sudamericana y ya más cerca de la Copa del Mundo FIFA-Brasil 2014.

Recuerdos ingratos de aquel mortificante 6 a 1 encontró a varios jugadores con ganas de revertir aquella triste tarde y convertirla en una hermosa ilusión, que nos condena a todos.

Angel Di María, el primero. Porque le tocó vivir (en la eliminatoria pasada) una expulsión prematura, dolorosa, que lo cargó de responsabilidad en esa derrota. Y ahora fue el “héroe” de La Paz. El mejor jugador, el que más corrió, el más sacrificado, el más destacado.

Javier Mascherano también pudo tener su desquite con una tarde euqilibrada, positiva.

Y Leo, claro. Que no convirtió, pero que siempre fue un imán para propios, extraños y para los de afuera. Aún sin aire, con los efectos de la altura que lo mareaban, se las ingenió para meter pinceladas de su talento inigualable. Y preocupar siempre.

Argentina vs Bolivia 2013Y Sergio Romero, cada vez más firme en el arco. De impecable noche ante Venezuela y mejor aún frente a Bolivia. En el arco, titular indiscutido.

Y Banega, que cuando no juega Gago, se le parece mucho. Y Basanta, que cumplió. Y el esfuerzo de todos. El corazón para estar presentes, cuando el cuerpo ya no da…

Argentina jugó prolijo y ordenado. Pasó algunos sofocones al comienzo, equilibró sobre el cierre de la primera etapa, y en el complemento aguantó a pie firme hasta contar, de contragolpe, con las situaciones más claras para ganar.

“Los jugadores a nivel individual y a nivel de conjunto, hicieron un partido muy bueno”, señaló el entrenador Alejandro Sabella.

“Pasamos de un moderado optimismo a un optimismo mayor, pero todavía tenemos que clasificar. Hay que tener cautela. Tenemos que ir de a poquito con la misma humildad que tienen los jugadores. Pensaremos en los próximos partidos que son difíciles”, agregó el director técnico argentino.

Y añadió: “Pasamos de un moderado optimismo a un optimismo mayor, pero todavía tenemos que clasificar. Hay que tener cautela. Tenemos que ir de a poquito con la misma humildad que tienen los jugadores. Pensaremos en los próximos partidos que son difíciles”.

El equipo fue eso. Un equipo. Duro, solidario, sacrificado. Un rival y un lugar que siempre fueron difíciles para el fútbol argentino. Pero el equipo amaneció. Y propone muchas ganas de pegar el grito. Porque nos alimenta una enorme ilusión, que de modo irremediable nos condena a confiar y soñar.

 

Hernán O’Donnell

 

 

Para que doble la pelota…

Alejandro Sabella integraba el cuerpo técnico del seleccionado argentino que conducía Daniel Passarella cuando tomó preponderancia el tema de la altura geográfica en los partidos de fútbol.

La Argentina, en esos años ’90 jugó varios encuentros en lugares muy elevados del nivel del mar, y a partir de un resultado (y la explicación del entonces entrenador) se generó toda una controversia que terminó en discusiones, frases célebres, polémicas, chistes y ¡hasta el nombre de un programa radial!

El equipo albiceleste había caído con Ecuador 2 a 0, y Passarella dijo: “La pelota (en la altura) no dobla”…en referencia a la falta de efecto, o movimiento por la resistencia del aire. Desde allí se generó un gran debate, que incluyó una nota de este autor en el Diario La Nación con aquel título, “Para que doble la pelota”, en la cual se investigaba cual era el mejor método de afrontar el partido en La Paz, Bolivia.

Alejandro Sabella, Técnico de la Selección Argentina.
Alejandro Sabella, Técnico de la Selección Argentina.

No resultó del todo cómoda aquella excursión. Terminó envuelta en un gran escándalo con el corte de Julio Cruz no muy bien aclarado, una batahola generalizada en el campo de juego, con corridas y golpes que desataron un escándalo, retiro del equipo argentino mientras caía en el campo de juego, y derrota consumada en los escritorios oficiales.

Ahora, la Argentina de Sabella se prepara para un nuevo desafío. Un partido díficil por ese asterisco, el de la altura, pero que convendría capitalizar, para que tenga valor la victoria con Venezuela  y el mundial esté más cerca.

Bolivia vs ArgentinaPor eso se prepara una estrategia especial: Esperar, tomar aire, salir de contra. Y la táctica tiene varios nudos: viajar a Santa Cruz de la Sierra, aguardar en el llano, llegar sobre la hora del partido. Poner a los mejores desde el punto de vista físico. Y no arriesgar a quienes no están bien: El mediocampista Fernando Gago quedó desafectado del plantel debido a una fatiga muscular en el muslo derecho. Se pierde un jugador valioso, pero no se lo arriesga de manera innecesaria.

Se piensa en un 4-4-2; o en un más conocido 5-3-2. Este esquema táctico ya lo utilizó Alejandro Sabella. Lo hizo en todos los enfrentamientos con Brasil. Y cree que puede ser el adecuado.

La selección viaja a La Paz. La espera un rival duro y la complicada altura. Sumar, será una buena recompensa.

 

Hernán O’Donnell

 

Argentina, tres pasos adelante

Fue un partido impecable, con algunas cosas para revisar y corregir, pero con muchos factores para destacar y elogiar.

Argentina resolvió de modo muy sencillo un encuentro que, en la previa, se podía entender como complicado. Sobre todo por el crecimiento de Venezuela, por su mejoría, por la capacidad de su técnico y su evolución psicológica.

Sin embargo, estos factores quedaron minimizados cuando el balón comenzó a rodar. Muy firme Mascherano, espléndido Gago en su amplio rol de recuperador y generador de juego, veloz y sacrificado Lavezzi, voluntarioso Zabaleta en cada subida, y la magia deslumbrante de Messi en cada intervención.

Argentina tuvo el control total de la pelota en el primer tiempo. Y bastó con que Gonzalo Higuaín contara con su primera oportunidad, para que mostrara toda su jerarquía y la tradujera en gol. Con el partido 1 a 0 Argentina monopolizó la tenencia del balón, creció Montillo, se asoció bien en el juego (de una buena combinación de Walter con Leo Messi nació la habilitación a “Pipita” para el el primer gol), y el dominio fue total.

El Monumental vibró con el seleccionado
El Monumental vibró con el seleccionado

 Venezuela estaba atado y confundido. No podía salir de su campo. No encontraba la pelota y apenas le alcanzaba para intentar contener los avances locales.

Llegó la jugada del penal, el acierto de Leo Messi y el gol que sellaba el rumbo del partido, aunque aún restaran más de 45 minutos.

En la segunda parte, un poco más de lo mismo. A los 14 del complemento llegó la habilitación de Messi, la definición estupenda de Higuaín y el 3 a 0 que sentenciaba el resultado.

Salió un poco Venezuela, y hasta contó con alguna llegada peligrosa. La más clara fue un remate dentro del área con mucho olor a gol, pero apareció la extraordinaria reacción de Sergio Romero y rechazó el tiro cuando parecía que llegaba la conversión.

Allí aparecen algunas dudas: la defensa no termina de mostrar solidez, se vio en algún momento de desborde y habrá que trabajar aún más en ese sector: en algún momento se efnfrentarán a delanteros como Olivier Giroud, Wayne Rooney, Podolsky, Mario Gomez, Neymar, Balottelli, David Villa, Falcao, Teo Gutiérrez…

Argentina ganó y dejó una buena imagen. Fue muy superior a su rival, lo dominó, lo maniató y supo liquidarlo. Con la paciencia de la que hablábamos en la previa. Con la categoría de sus estrellas. Y el camino a Brasil 2014 parece cada vez más corto…

 

Hernán O’Donnell

 

La Selección va por los tres puntos

Llegó el día del partido. El seleccionado nacional ya debe salir a la cancha. Venezuela enfrente, y el Estadio Monumental otra vez aloja al combinado albiceleste.

Está todo dado para hacer un gran partido; mucha gente para alentar, un equipo lleno de figuras, la presentación estelar de Leo Messi, Gonzalo Higuaín, la explosión que suma Ezequiel Lavezzi y la habilidad de Walter Montillo para desequilibrar.

Argentina, esta noche, frente a Venezuela en el Monumental
Argentina, esta noche, frente a Venezuela en el Monumental

Y enfrente, la nueva Venezuela. La selección que ya dejó de ser la Cenicienta de Sudamérica. Un equipo que creció mucho en los últimos años. Desde que decidieron dejar de ser partenaires, para ser protagonistas. Venezuela contrató a José Omar Pastoriza, el recordado Pato, quien comenzó el ciclo con un cambio profundo de mentalidad. Dejar de ser meros espectadores, crecer, animarse, empezar a ganar.

Así, comenzaron a desandar un camino que los llevó a ganarse el respeto internacional. Y lograron cosas importantes: la última, una muy buena actuación en la Copa América Argentina 2011, donde el seleccionado vinotinto les dio un dolor de cabeza a más de uno.

Y ahora marchan cuartos en la tabla clasificatoria, con la esperanza de llegar a la Copa del Mundo FIFA – Brasil 2014. Para eso deben continuar por esta senda.

Los Vinotinto, arribaron a tierra albiceleste el lunes y se instalaron en el predio de Estudiantes de la Plata, lugar donde trabajaron tres días a doble turno y consiguieron afinar todos los detalles para este importante partido.

“Siempre hay una primera vez”, ha repetido César Farías como mensaje motivador antes del partido de esta noche en Buenos Aires. Es que Venezuela nunca ha podido siquiera empatar ante Argentina de visitante.

Es cierto que le ha ganado en condición de local en la primera ronda; tanto como que este ciclo que, decíamos, comenzó Pastoriza, luego siguió con Richard Paéz y ahora Farías, ha tenido mojones interesantes: En 2001 la Vinotinto derrotó a Chile en Santiago, en 2004 sorprendió a Uruguay en el mismísimo Estadio Centenario, en 2008 Brasil cayó en un amistoso en Boston y durante 2011, en Puerto La Cruz, lograron vencer a la Argentina.

“No es imposible ganarles otra vez”, afirmó durante la semana Andrés Túñez. Es que Venezuela tiene optimismo. Y quiere creer. Por eso se anima, como lo hace el volante Tomás Rincón, un jugador de gran despliegue y potencia física: “”Puede ser el mejor jugador del mundo pero yo le voy a querer comer los tobillos”, declaró sobre Messi el mediocampista de Hamburgo. “Yo no digo que haya que faltarle el respeto; lo que tenemos que entender es que dentro de la cancha tanto Messi como yo, somos seres humanos y la pelota es redonda para ambos”‘, sentenció el volante.

Allí está Venezuela. Envalentonada y con fe. Atrás quedó el equipo débil que caía con todos sus adversarios sudamericanos.

La Argentina tiene equipo, individualidades y capacidad colectiva para llevarse la victoria. Deberá tener paciencia, orden y concentración. Saber que el partido dura 90 minutos (y algo más…) y enfrente habrá un rival dispuesto a esperarlo en su campo y salir rápido de contragolpe para dar el batacazo.

Pero si los músicos están finos, y la orquesta bien arreglada, la canción de la victoria debería sonar a orillas del Río de la Plata…

 

Hernán O’Donnell

Sabella piensa, prueba y decide

Está tranquilo, pero no decidido. Sabe que se juega un partido importante, más por la obligación de conseguir los tres puntos, que por lo que implica el encuentro en sí.

Alejandro Sabella entiende que será un rival difícil Venezuela. Pero que tiene cierta necesidad de conseguir la victoria, que hay un ambiente triunfalista tal vez un poquito exagerado y que la presión puede ser contraproducente. Además se prepara un homenaje anticipado a Leo Messi y esto también puede desviar el enfoque a pocos minutos del partido.

entrenamiento_seleccion1_44016Tiene un tiempo para definir el equipo: “Voy a ver en la práctica de la tarde; el esquema es 4-3-3, aunque no puedo confirmar los nombres. Haremos un entrenamiento liviano y ejercicios de pelota parada”.

“Venezuela creció muchísimo, hizo una gran Copa América, como todos saben, es el único equipo que nos ganó y cuenta con un gran entrenador. Tiene jugadores jóvenes que se incluyen de a poco, y la realidad es que todo está mucho más parejo. Venezuela está cuarto en la eliminatoria y tiene un equipo respetable. Muchos de sus jugadores actúan en el exterior, por eso han ganado en experiencia, juegan en ligas exigentes y eso los hizo crecer”, señaló respecto al rival.

Antes de hablar de La Paz, y la dificultad que plantea la altura, Sabella tiene claro que debe sortear el paso ante la “vinotinto”. “No tengo el equipo; Gago se ha entrenado bien, veremos como está, es un jugador base.”

“Vamos partido a partido, las eliminatorias son muy difíciles. Tengo un moderado optimismo, pero no debo pasarme de eso. Hay que tratar de enfocarse en el partido. La euforia o el optimismo exagerado nos puede llevar a relajarnos o a subestimar al rival.

No ganamos nada; transitamos un camino, vamos bien, pero no ganamos nada. Tenemos que tener sobriedad y seriedad.”

Y continuó: “”La Selección Argentina está presionada porque es el equipo que va primero y jugamos de local. El partido contra Bolivia es muy especial porque se juega a una altura que a los jugadores del llano se les hace dificultoso”.

“En general el rendimiento tiene que ver con el resultado, pero a veces puede pasar que no sea así. El equipo puede haber jugado bien pero también puede perder. El resultado no siempre es justo”.

Y se fue, al paso rápido y a la espera de un entrenamiento que le deje ver el equipo. Que sólo aparezca, para mañana soñar con que el Mundial está más cerca.

 

Hernán O’Donnell

 

 

La Argentina cuenta con su “quinto Beatle”

Todos aguardan por un estadio colmado, con todas sus banderas desplegadas y con la expectativa lógica que despierta un equipo que está conformado por las más grandes estrellas del fútbol mundial

El regreso al Estadio Monumental
El regreso al Estadio Monumental

Juega Leo Messi y está todo dicho. Es, quizás, la máxima expresión de este bendito deporte, un jugador que concita el interés mundial cada vez que ingresa en un campo de juego.

Un extraterrestre que cautiva con su magia, velocidad y habilidad, todo junto y mezclado, lo que lo convierte, de modo permanente en un cocktail explosivo que sacude al público, siempre a la expectativa de que algo impensado puede suceder.

Es el eje de la selección argentina. El faro que todo lo ilumina , el protagonista estelar. Sabe de su potencial y también lo reconocen sus compañeros. Así en Barcelona como en el seleccionado.

Y los socios del equipo lo saben. Conocen las caraterísticas de Leo, saben asociarse a él. Junto a Di María, Higuaín y Agüero conforman un poker de ases. Pero el “Kun” está en duda. Y todo hace pensar que ingresaría Ezequiel Lavezzi, el “quinto beatle”.

Un jugador de notable velocidad, que le agrega cierta habilidad y buen porcentaje de gol. Un hombre que se hizo en el ascenso, en Estudiantes de Buenos Aires, creció y se consolidó en San Lorenzo de Almagro, fue figura fundamental en el título logrado por el equipo de Boedo en 2007, y se consagró en el plano internacional en Nápoli y París Saint Germain.

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Se entiende con Ibrahimovic y con Pastore, tal como lo hace con Messi e Higuaín.

Sabe cual es su rol en el equipo: aporta velocidad y desborde; le agregó madurez a su habitual frescura. Es potente y desequilibrante. En una semana clave, llena de detalles que la Argentina ajusta para lograr los 6 puntos, Lavezzi aparece como úna solución a la ausencia de Agüero; el “quinto beatle” quiere meterse en la sintonía fina del equipo.

 

Hernán O’Donnell

La selección y una semana clave

No es definitiva, ni decisiva, lo aclaramos bien de entrada. No define la clasificación a la Copa del Mundo FIFA-Brasil 2014, ni tampoco condena a una eliminación.

Pero es una semana importante, trascendente. La Argentina tiene dos partidos por delante que le pueden dar un gran impulso para llegar a la fase final del Mundial. Dos juegos bastante accesibles, con dos rivales de cuidado como todos, pero que no representan las principales potencias: Venezuela, en River, y Bolivia, en la altura de La Paz.

El viernes la Argentina se mide con la “vinotinto”. Es bueno admitir que el equipo venezolano creció mucho en los últimos años; ya no es la “cenicienta” de Sudamérica, ese equipo al que casi todos le ganaban y muchos lo goleaban. De hecho, la Argentina le ganó ¡11 a 0! con un combinado de jugadores de equipos rosarinos, allá por mediados de los ´70…

La selección vuelve al Monumental
La selección vuelve al Monumental

La vuelta al Estadio Monumental es otro ingrediente. Es la “Casa del Seleccionado”, aunque la experiencia vivida en los partidos en el interior fue de lo más fructífera y gratificante. El equipo de Sabella se sintió feliz y acompañado. Además, los resultados llegaron: se ganó ante Paraguay y ante Uruguay, en Córodoba y Mendoza.

Pero en unas horas, la albiceleste regresa al Monumental de Núñez, que en realidad está en Belgrano. Pero, los usos y costumbres lo identifican con un barrio vecino. Allí llega otra vez la selección. Para enfrentar a Venezuela, que no es la misma de hace unos años, pero a la que se le debe intentar ganar para que los tres puntos le den más forma al sueño de llegar al Mundial.

Es una semana clave, para dar el salto definitivo al objetivo principal. Lo saben el entrenador y los muchachos. Por eso se preparan, para dar el zarpazo y que el mundo sepa que la Argentina será la potencia futbolística que todos suelen temer.

 

Hernán O’Donnell

Con la cabeza en la Boca…

El día y el horario no eran de los mejores ni de los más apropiados para ver fútbol: lunes a las 17, en pleno marzo, cuando las jornadas laborables empiezan a tomar el ritmo fuerte del comienzo del año productivo, cuando ya han comenzado las clases y casi nadie está de vacaciones.

Pero más allá de esa incomodidad, un buen número de gente se acercó al viejo estadio del Bajo Belgrano. Allí, donde se afincó, desde hace muchos años, el Club Atlético Excursionistas. Mucho antes de que el barrio se transformará en la meca del “mundo fashion” y los arribistas de siempre, oportunistas de la moda y el exhibicionismo, lo invadieran de forma masiva y atropellada. Mucho tiempo antes, cuando se mezclaban los studs y el río parecía más cerca, cuando las referencias eran la iglesia, el Colegio San Román y el Instituto Santa Ana, la estación de tren y las Barrancas de Belgrano, los comercios de Migueletes y los lagos de regatas. Mucho tiempo ante, cuando aún estaba la villa de emergencia y los laboratorios Alex, Excursionistas era “el corazón” del barrio…

Excursio sólo empató
Excursio sólo empató

Excursio se jugaba un partido importante. No trascendental, ni mucho menos histórico como el que va a jugar. Pero sí importante para esta campaña en el torneo de la C, para mejorar la performance y evitar dolores de cabeza el año que viene.

Y no encontró el camino. Se enredó en la telaraña que le ofreció Argentino de Merlo. Muchas imprecisiones, barullo y poca claridad en el medio campo, transformó al partido en una repetición de choques, errores y pelotazos sin sentido. No hubo ni una jugada elaborada, nada para destacar, sólo fricción y desaciertos que lo llevaron al aburrimiento total.

Empate gris en el Bajo Belgrano
Empate gris en el Bajo Belgrano

La gente, la hinchada tenía el partido con Boca en la cabeza. Es verdad, es un acontecimiento histórico que incluso supera esta realidad desteñida del Verde del Bajo Belgrano. Y por eso, los comentarios estaban todos referidos a ese choque, la posibilidad de jugar en Resistencia, Chaco, o tal vez en algún lugar de Buenos Aires, ya que Bianchi prefiere que el equipo no viaje tanto.

Y entre tanta ilusión, llegó un penal a los 37 minutos del segundo tiempo. Era el momento para torcer la mala racha en el torneo local…

El penal que no se pudo concretar...
El penal que no se pudo concretar…

Sin embargo, el remate de Amarilla se fue alto. Y el 0 a 0 ya no se modificó. Excursionistas empató con Argentino de Merlo, y sumó una preocupación más en el certamen de Primera C.

Mientras, la Copa Argentina, como si fuera la otra cara de la moneda, le abre una invitación para soñar a lo grande. El partido más importante de la historia de Excursionistas se está por jugar. Y el viejo barrio, el de los adoquines y las caballerizas, el de las casas bajas y los vecinos conocidos, empieza a soñar…

 

Hernán O’Donnell