Volvió la Copa Argentina con su fútbol por todo el país

Casi sobre el cierre del año, cuando ya este 2020 tan complicado empieza a dar sus últimas luces, y cuando parecía que no habría tiempo, la querida Copa Argentina retomó sus encuentros y con la presentación de Newell’s Old Boys de Rosario y Peñarol de San Juan, en el Estadio Municipal de San Nicolás de los Arroyos, se puso en marcha la edición que va a tener un largo ciclo en 2021 y pondrá un cupo para la Copa Libertadores de Amèrica del año 2022.

Y con un pleno sol de diciembre, armaron un primer tiempo entretenido. Con mayor dominio de Newell’s, lógico, a partir del trabajo del medio campo, con Fórmica y Pablo Pérez como ejes del juego y Sebastián Palacios por el frente de ataque.
El equipo de San Juan intentó en esos minutos pelear el partido en el centro del campo, sostenido en la habilidad de Michel García y el sacrificio de todos, hasta que a los 39’ llegó el gol de Palacios, tras una atropellada luego del pelotazo de Pérez y el centro de Cacciabue, para poner el 1-0 para el conjunto rosarino.

Allí se tranquilizó Newell’s y empezó a manejar el partido de contragolpe. Dejó venir al conjunto sanjuanino y se plantó firme en el medio, para cerrar la etapa con un par de contragolpes peligrosos.

Peñarol sabía que el partido le iba a exigir más en el complemento. Newell’s habìa sido ofensivo con las trepadas de Gabrielli, el andar de Juilán Fernández y la experiencia de Pablo Pérez. Para el equipo de cuyo, había un desafío por delante.

En el complemento se animó un poco más Peñarol. Trató de llevar el partido al centro del campo, y ahí discutirle la posesión del balón para armar después las jugadas de ataque.

Por eso el equipo sanjuanino puso una enorme voluntad, pero no le alcanzó para preocupar a Newell’s, por lo menos para ponerlo en aprietos. Buscó ser un equipo fresco, aunque no contó con demasiadas chances ante el arco rosarino. Y al final sintió la diferencia de categoría, pues los últimos minutos fueron más del equipo de Kudelka que encontró la distancia exacta a los 90+1′ con el gol de Cabrera que selló el 2 a 0 final.

Era el resultado que mejor le quedaba al encuentro, más allá de la voluntad sanjuanina y la tarde tranquila de los rosarinos, que solo aceleraron para asegurar el resultado, ya con el ingreso de Maxi Rodríguez, su principal figura, en el complemento.

El balance fue positivo para los dos; para la “lepra” porque ganó y avanzó de fase; en tanto para Peñarol queda la experiencia de medirse ante un equipo de la Liga Profesional, de tener un roce importante con jugadores de primera categoría que cuentan con una trayectoria destacada, algunos de ellos mundialistas como Maxi, o campeones de Amèrica como Santiago Gentiletti.

La Copa Argentina volvió a brillar una tarde calurosa de Diciembre. En una hermosa San Nicolás, con todo el color del fútbol federal, aunque aún las tribunas no puedan recibir al público y falte,e ntonces, la imagen y el sonido que decoran nuestros escenarios.

Pero regresó el torneo más federal, una hermosa manera de saludar este año que empieza a apagar sus luces y a darle paso a una esperanza de un futuro mejor.

Hernán O’Donnell

Fiorentina fue inteligente y dio el gran golpe en Turín

La Juventus no para de sufrir embates y golpes. Una semana complicada, con noticias que no fueron de las mejores y con golpes en el campo de juego que lo empujan en la tabla de posiciones. Primero, la justicia deportiva determinó que el partido frente a Nápoli debe jugarse, por lo que los puntos que le habían dado en el escritorio, los debe tratar de ganar en la cancha. luego, porque Fiorentina fue a buscar el partido en Turín y le propinó una derrota dura, abultada, de esas que dejan secuelas.

Fue inteligente el equipo de Césare Prandelli. Planteó un partido cerrado, pero con mucha disposición a atacarlo de contragolpe; con una línea de tres defensores, cinco volantes bien apretados y Ribery más adelantado, cerca de Vlahovic. Lo dejó venir al local y lo lastimó de contraataque.

Apenas iban 2′ de juego cuando partió el pelotazo a Vlahovic, el delantero se fue muy rápido, ganó en velocidad y ante la salida de Szczesny definió con un toque suave, por encima de la humanidad del polaco y abrió el marcador. 0-1 para la visita.

Juventus entendió que había que atacar. Aún cuando se abrieran espacios a sus espaldas y el partido pudiera tornarse peligroso. pero se recostó en la habilidad de Cristiano Ronaldo, la velocidad de Chiesa, el apoyo de McKennie y Ramsey, y lo fue a buscar. pero la expulsión de Cuadrado a los 17′ le cambió los planes y le abrió un inconveniente más a su juego. Danilo ingresó por Ramsey a los 19′ para rearmar la línea de defensa y perdió así peso en la mitad de la cancha. Fiorentina se empezó a sentir cómodo con el contragolpe.

Entonces llegó la mejor jugada colectiva de la visita en la primera etapa a los 25′ de juego, cuando se proyectó el lateral uruguayo Martín Cáceres, abrió para Vlaero, este cedió a Vlahovic, quien enganchó y abrió a la derecha, Ribery amagó, la dejó pasar, Cáceres volvió a cruzar el balón y al final remató Castrovilli, pero Szczsesny logró desviarla al corner con un manotazo bajo junto a su palo derecho. Una situación clarísima que no pudo ser aprovechada.

La Juve apareció por sus individualidades; sobre todo, por Ronaldo. El portugués realizó las mejores y más peligrosas acciones de su equipo. A los 31′ amagó por la izquierda, se metió en el área, gambeteó a dos adversarios y sacó un disparo que se fue muy cerca del palo derecho de Dragowski.

Más tarde, a los 36′, enganchó desde la izquierda hacia adentro, se sacó a un hombre de encima y disparó con fuerza al arco rival, en tanto Dragowski pudo desviar su tiro.

Para el inicio del segundo tiempo, Andrea Pirlo, DT del local, decidió que Bernardeschi reemplazara a un inexpresivo Morata. Juventus buscó atacar por las bandas y se fue a las barbas del visitante en su afán de igualar.

Empujó Juventus, pero no encontró grietas para perforar la retaguardia visitante. Y llegaron los cambios para intentar modificar el curso del juego. A los 51′ Pulgar entró por Borja Valero, quien estaba amonestado y caminaba por la cornisa de la expulsión. A los 62′ el chileno sacó un tiro desde afuera que fue otro aviso de la Fiorentina. Enseguida, Pirlo se jugó una carta brava: dispuso que a los 72′ el grandote delantero D. Kulusevski reemplazara al volante McKennie. Pero no iba a tener mayor peso, pues el local no encontraba una línea de juego. A los 74′ C. Kouame reemplazó a D. Vlahovic en la Fiorentina; y pronto llegaría otro golpe.

Esta vez, la jugada vino desde la izquierda, un pelotazo largo y cruzado al área, Bonucci que erró el despeje y Alex Sandro se llevó por delante la pelota para meterla dentro de su valla y dejar el marcador en 0-2 para la Fiorentina a los 75′. Juventus no hallaba respuestas en su ataque y fallaba también en defensa.

Ahí vino el declive del local, que no pudo reaccionar. Encima tuvo que soportar otro golpe; a los 80′ Ribery habilitó por izquierda a Biraghi, este fue al fondo, sacó el centro al área chica y por ahí apareció libre Cáceres para sellar el 0-3.

Prandelli cerró el partido con las dos últimas variantes; a los 81′ G. Bonaventura entró por el francés Ribery, de gran partido y L. Venuti ingresó en lugar de C. Biraghi, de enorme segundo tiempo. Sólo quedó para la estadística el cambio de Frabotta por el holandés de Ligt, quien salió lesionado a los 87′.

Juventus fue sólo la categoría de Ronaldo. Fiorentina fue sagaz, inteligente y ambicioso, dio el golpe en Turín y empezó a ahuyentar a los fantasmas del descenso.

Hernán O’Donnell

Instituto se llevó un partidazo porque fue un poco más que Santamarina

El equipo de Fernando “Teté” Quiroz salió decidido, punzante, con el eje de ataque fundado en la velocidad de Gustavo Villarruel, Mateo Bajamich, la tremenda habilidad de Damián Arce y la movilidad de Martín Pino en ataque. Con esas cartas salió a llevarse por delante a Santamarina, y a los pocos minutos sacó una ventaja, cuando Arce disparó desde afuera y marcó el 1 a 0 a los 6′ de juego.

Santamarina sentía los efectos del ataque local, y no encontraba soluciones. El ex volante de Racing, Mariano González, a pesar de toda su experiencia, no lograba hacer pie, los delanteros lucían desconectados, Depietri no hallaba socios para su aventura y “Pucho” Barsottini debía multiplicarse para detener los ataques del local. A los 13′ lo volvió a tener Arce, pero el vuelo de Tomás Casas impidió que facturara en la red.

El conjunto de Tandil empezó a animarse después de los veinte minutos iniciales y de a poco sumó llegadas. A los 26′ tuvo la más clara, con un remate fuerte de Arregui que Carranza logró despejar por arriba del travesaño con un notable esfuerzo.

Pero era “La Gloria” el equipo que tenía el control de las acciones; porque era temible cuando atacaba y muy peligroso cuando retrocedía y aprovechaba espacios para meter los contragolpes. A los 30′ el arquero Carranza sacó un pelotazo largo, Villarruel fue al pique, la llevó bien y despachó un centro al área chica al que Arce no pudo llegar a conectar por muy poco; pero tomó el balón sobre un costado del área visitante, tocó atrás para Bajamich y el remate de este se fue muy cerca.

Aunque había más. La llegada más clara del local fue a los 38′, cuando Martín Pino hizo una excelente maniobra individual, entró libre al área, gambeteó la salida del arquero visitante y demoró el remate al arco vacío hasta que Lautaro Arregui salvó el disparo local.

Instituto se fue al descanso con un apretado 1-0, que debió ser más pero pecó en su falta de definición y no pudo ampliar la brecha.

Y si el primer tiempo había sido entretenido, el segundo fue aún mejor. Un partidazo que tomó temperatura desde el inicio del complemento, porque Instituto salió convencido que lo mejor era atacar para ampliar el resultado; y Santamarina se animó a pelearle el control del juego y a a tacarlo cuando conseguía el balón.

A los 51′ Damián Arce metió un golazo de tiro libre, con un remate al ángulo superior derecho de Casas y amplió el marcador a 2-0 para el local; sin embargo, enseguida llegaría el descuento de la visita, tras un tiro de esquina desde la izquierda, el cabezazo de Kabalin, el rebote en el travesaño y Depietri que convirtió con un furibundo disparo, a los 52′, para poner el score 2-1. Pablo Ricchetti, entrenador visitante, movió el banco con la primera variante; a los 54′ G. Santillan reemplazó a G. Iturra.

Y el fuego de las emociones iba a crecer todavía más. A los 55′ Leonardo Ferreyra desbordó por la derecha, sacó un centro al área chica y Gustavo Villarruel marcó el 3 a 1 con un remate certero.

Pero no estaba todo dicho; sacó del medio el equipo de Tandil, armó una jugada por la derecha, Mariano González se metió en el corredor del volante derecho y con un tiro cruzado achicó la diferencia; el partido quedaba 3-2 a los 56′ de juego.

El juego ya era vibrante e impredecible; Instituto se lamentaba todo lo que había fallado en el primer tiempo y Santamarina asumía riesgos que en el inicio no había tomado. Y los cambios, para darle aire a mentes y piernas cansadas. A los 59′ M. Freites entró por Gustavo Villarruel en el primer cambio local; después llegó el segundo, a los 68′ cuando G. Castillejos reemplazó a Martín Pino, mientras que en el conjunto de Tandil, A. Sufi entró por M. Michel y A. Jara lo hizo por Osvaldo Barsottini.

Se repartían ataques y posibilidades, aunque con el correr de las agujas del reloj “La Gloria” comenzó a refugiarse en su territorio mientras Santamarina se soltaba cada vez más en búsqueda de la igualdad. Así, propuso los últimos cambios, a los 80′, cuando N. Valerio entró por Mariano Gonzalez y S.A. Sayago reemplazó a F. Leiva.

A los 83′ tuvo una buena jugada colectiva, pero Matías Donato cayó en off side cuando faltaba la puntada final. A los 86′ Agustín Sufi tuvo una buena aparición, pero Carranza intervino con seguridad. Y a los 88′ un cabezazo de Kabalin fue sacado por el arquero local al corner en una brillante intervención. Santamarina dejaba jirones de vergüenza deportiva para lograr la igualdad.

Pero Instituto había sido un poco más y dejó esa imagen con la última jugada de peligro, cuando a los 90+1′ Rodrigo Garro, que había entrado un momento antes por Bajamich, quedó solo ante Casas y no pudo definir. El arquero lo tapó bien.

Fue la síntesis de un partidazo, que creció con el correr de los minutos y premió al local, que fue un poco más en el balance general.

Hernán O’Donnell

A los seis segundos Milan se abrazó a una victoria dura, sacrificada y merecida

Díaz se la pasó a Calhanoglu, este arrancó por el medio, se metió cerca del área, puso el pase filtrado para Leao y el portugués sacó un remate fuerte que doblegó a Consigli y a los 6″ de juego abrió el marcador, en lo que fue el gol más rápido de la historia del Milan, de la Serie A italiana y hasta, dicen, de las Ligas europeas.

Como decimos en la Argentina, el “Rossonero” comenzó a ganar el partido desde el vestuario. Un hermoso gol con sólo seis segundos de juego, un Sassuolo aturdido en el comienzo que pudo haber sufrido un segundo cachetazo cuando a los 8′ Saelemaekers habilitó a Leao por derecha, el portugués llegó al fondo, se cerró un poco y puso el pase cruzado a Calghanoglu quien sacó un potente remate que terminó en la red, pero el VAR no convalidó la acción por un off side de Laeo cuando nacía la jugada.

El Milan era una catarata de ataques y Sassuolo no podía detener los avances ni prosperar en ataque. recién a los 22′ Berardi sacó un tiro bajo que controló Donnarumma, en la primera llegada del local. Pero la esperanza iba a durar poco tiempo, porque a los 25′ Saelemaekers marcó el 0-2 para la visita, tras una gran corrida con pelota de Theo Hernández por toda la banda izquierda y la posterior cesión al medio al belga.

Milan ampliaba el dominio y la ventaja, sostenido en la conducción de Calhanoglu y la movilidad permanente de Leao. El local era Berardi en su participación permanente y Defrel, quien sacó un buen remate a los 38′ que se fue apenas arriba del travesaño de Donnarumma.

En el complemento Tonali debió dejar su lugar, lesionado, y fue reemplazado por Krunic, en tanto en Sassuolo, F. Caputo ingresó en lugar de G. Defrel y G. Kyriakopoulos reemplazó a Rogerio; el local necesitaba acelerar los tiempos, profundizar sus buenas intenciones. Agregarle una dosis de  pimienta a su habitual juego atildado. Y tuvo una chance a los 52′ cuando Traoré sacó un buen tiro que Donnarumma pudo detener. A los 56′ dispuso otra cambio: Boga por Djuricic, en tanto en el Milan, Pioli determinó que Hauge entrara por Barhim Díaz. Y a los 60′ Muldur entró por Toljan en el local. Todos los cambios produjeron las lógicas demoras en la adaptación, aunque el partido ya había tomado un rumbo bastante definido con el local al ataque y el Milan que apostaba a la contra.

Así llegó un aviso de la visita; a los 71′ un contragolpe tremendo de Theo Hernández derivó en un pase a Leao, el balón le quedó a Saelemaekers y este tiró bastante arriba del travesaño.

Después avisó el Sassuolo; un remate fuerte y potente de Bourabia fue desviado por Donnarumma con un vuelo fenomenal. Iban 75′ y el partido estaba encendido. A los 78′ Castillejo ingresó en reemplazo de Saelemaekers; a los 83′ lo volvió a tener el local, cuando tras un buen pase de Berardi, Traore sacó un tiro alto, desde una posición bastante factible para convertir. Era mucha la presión de Sassuolo y Milan pasaba aprietos. A los 85′ entró Obiang por Traore en el local y en la visita Maldini (nieto) por Calhanoglu.

Todo parecía posible. Más cuando a los 88′ Berardi ejecutó un tiro libre que pegó en la cabeza de Hauge, descolocó a Donnarumma y Sassuolo halló el descuento: 1-2 y varios minutos por jugarse.

El Milan entendió que debía defender la victoria en campo rival y decidió adelantarse; salió del refugio, puso hombres en ataque y trató de volcar el juego hacia el área local. Sassuolo avanzó con sus zagueros, Santos y Ferrari que fueron a buscar el cabezazo salvador, pero no llegó la oportunidad.

Milan se abrazó a la victoria desde los seis segundos, jugó un buen primer tiempo y en el segundo trató de manejarlo de contragolpe. Todo sirvió para ganar y mantener la punta en un año excepcional.

Hernán O’Donnell

Argentinos tuvo decisión y se ganó el derecho a soñar con la final

La Copa Maradona de la Liga Profesional de Fútbol empezó sus jornadas decisivas. Se abrió la segunda fecha de las zonas “Campeonato”, y por el grupo “A”, Arsenal recibió a Argentinos Juniors en el Estadio “Julio Humberto Grondona”, en una noche cálida de Diciembre, cerca de las fiestas de fin de año y con la promesa de buen fútbol. Y con la “obligación” de ambos de buscar los tres puntos, para darle sustento al sueño de la clasificación al partido final.

Por eso aguardábamos un partido interesante; por la ambición de ambos. Dos conjuntos que están muy bien trabajados, preparados, que saben lo que quieren dentro del campo y que están convencidos de lo que tienen que hacer. Y ese es un ítem muy importante. La convicción. Para un equipo, para cada jugador de manera individual. Estar convencido es la primera premisa para salir al campo de juego.

Argentinos saliò decidido. Con Hauche como centro atacante, picante y potente. Edwar Lòpez por derecha y Nicolás Silva por izquierda, este último muy movedizo y hábil para desequilibrar.

A los 2′ tuvo la primera llegada con hache, a los 4′ volviò a avisar. Arsenal no podía sostener los ataques de la visita, le costaba ordenarse y se veía sorprendido. Recién a los 11′ llegó con un ataque de Albertengo, pero Argentinos era más.

Era más en cuanto a la capacidad de daño. Se lo veía más fuerte, más incisivo. Dominaba el medio porque Vera, Moyano e Ibarra lograban imponerse a la lucha solitaria de Méndez. Antilef y Soraire no podían acompañar al volante central y entonces la visita prevalecía en el centro del campo. Para colmo se lastimó Ignacio Gariglio y debió dejar su lugar a los 23′. Entró Julián Navas, se ubicó de lateral derecho y Mateo Carabajal pasó como primer zaguero central, en tanto Fabio Pereyra se corrió de “6”.

A los 41′ tuvo su chance el local. Una pelota perdida de modo ingenuo en la mitad de la cancha, Soraire que aprovecha el obsequio y metiò un pase largo para Albertengo, que djò solo a Candia, pero su disparo cruzado rozó el palo derecho de Lucas Chávez. Arsenal no podía aprovechar su chance y Argentinos no lo perdonó, porque apenas tuvo otra, facturó. A los 43′ Sandoval se fue por derecha, combinó con Ibarra, el centro preciso y Hauche aprovechò para entrar por el área chica y marcar el 0-1 para el equipo de La Paternal.

Rondina entendió que le hacía falta más futbol, y para el comienzo del segundo tiempo dispuso que Alan Ruiz ingresara por Soraire. Se hizo más ofensivo Arsenal, el encuentro creció en intensidad y se armó una linda batalla en el centro del campo. El encuentro se hizo disputado, luchado. Tuvo poco fútbol, pero ganó en emociones.

Arsenal sentía que podía emparejarlo, pero para eso debía modificar más el medio campo. Y así llegaron otras variantes. A los 65′ L. Picco ingresó por Emiliano Mendez y F. Kruspzky entró por Mateo Carabajal; se reacomodó el medio y también la defensa que volvió a tener en Pereyra y Suso la zaga central.

Argentinos entendió que el partido era otro y si bien tuvo una chance clara con Edwar López que Suso alcanzó a trabar con lo justo, el equipo de Dabove se puso el overol y le respondió con batalla a la propuesta local.

Y Arsenal tuvo una inmensa posibilidad cuando Nicolás Castro desbordó por izquierda y el cabezazo de Candia pegó en el palo derecho de Cháves.

Después se lesionó Alan Ruiz y Pons entró por él cuando ya iban 78′ y Arsenal no podía doblegar la voluntad de Argentinos. Dabove ahí empezó a meter mano. A los 79′ M. Coronel ingresó por Edwar Lopez y G. Florentin reemplazó al “Demonio” Hauche; salían dos hombres im portantes, que habían hecho un gran desgaste.

Dejó correr un poco el juego, que a esa altura ya era una batalla táctica y física en la mitad del campo, y el DT de la visita realizó otras dos variantes: a los 85′ F. Mater entró por Franco Moyano y J. Pucheta ingresó por Nicolás Silva, la figura de la noche.

No tuvo más Arsenal, al margen de su voluntad, su esfuerzo y su vergüenza deportiva. Intentó hasta el último minuto, forzó un cambio más del rival, el de Mac Allister por Ibarra para terminar con cinco defensores. No pudo. Enfrente tuvo un rival que tuvo decisión para jugar el partido y realizó méritos para ganarlo, porque Argentinos Juniors fue audaz, ofensivo, ordenado y equilibrado. Fue más a lo largo del encuentro y se ganó el derecho a soñar.

Hernán O’Donnell

Racing estuvo más metido y se llevó el primer chico

Racing intentó sorprender y salió a buscar el partido. Trató de sacarse ese estigma que le habían endosado durante la semana, que era menos que su rival y no gozaba del favoritismo de la “Cátedra” para avanzar de ronda. por eso Becccacece jugó a la sorpresa y trató de apretar en el medio y buscar a Lisandro López con la velocidad de Fértoli y Melgarejo. Y la habilidad de Miranda y Rojas para armar juego le sumaron creatividad al equipo.

Eso duró un rato. Después, Boca se acomodó en el campo. Se acentó. Y comenz{o a tener la pelota, por el quite de Campuzano y el destino que le daba Tévez, en tanto Eduardo Salvio y Villa buscaban abrir la cancha, hacer ancho y profundo al equipo de Miguel Angel Russo.

Se dividieron los tiempos, mientras que la visita tuvo las mejores llegadas al final de la primera parte.

En el complemento Racing volvió a tomar las riendas del partido; busco atacar con un esquema abierto, audaz, y empezó a llegar al área visitante.

Y a los 59′, Racing abrió el marcador. Una jugada bien elaborada, de derecha a izquierda, con el primer pase de Fabricio Domínguez, el pase posterior de Rojas a Soto, este que abrió a la izquierda para Mena y el centro preciso para la palomita de Melgarejo. Golazo y 1 a 0 para la Academia.

Miguel Russo movió el banco y a los 60′ Soldano entró por Cardona, para poner un hombre de área. A partir de allí se adelantó Boca en el campo, un poco por obligación y otro poco porque el local le cedió unos metros para tener campo y espacios para explotar el contragolpe. A los 67′ Beccacece decidió que Alcaraz ingresar por Fértoli, y enseguida hizo dos cambios más para acomodar bien las piezas. Iban 74′ cuando Darío Cvitanich entró por “Licha” Lopez y Lucas Orban en lugar de A. Soto; en Boca entró Mauro Zárate por Eduardo “Toto” Salvio.

Pero cambiaron poco las cosas, porque a Boca no se le ocurrían ideas para perforar el cerrojo local. Racing se acomodó bien en su campo, pero no le regaló el balón. Se lo peleó en todos los sectores, y cuando lo conseguía, tenía espacios para explotar. El conjunto visitante no tuvo explosión, pero tampoco forzó mucho las cosas. Como que el resultado le venía no del todo mal, aunque parezca increíble. Como que confía que en la Bombonera todo lo puede remontar.

Racing se amoldó a las últimas modificaciones; a los 80′ Augusto Solari entró en lugar de M. Rojas y Walter Montoya ingresó en reemplazo de L. Melgarejo.

Y el partido concluyó sin demasiadas emociones. Apenas un remate elevado de Soldano, un cabezazo de Zárate y muy poco más.

Todo está abierto para el desquite y en el fútbol no hay certezas sino presunciones, que luego deben ser corroboradas en la cancha; y para el desquite, las páginas están en blanco y tanto Boca como Racing tienen la oportunidad de escribir su historia.

 Hernán O’Donnell

El Mundial de Rugby Francia 2023 ya se empezó a jugar

Con una ceremonia atractiva, bien organizada, con un número menor a lo habitual en cuanto a las presencias, pero con los ojos, el corazón y el alma de millones que tienen la ovalada en la sangre y lo siguieron de modo virtual, se produjo el sorteo en París de las zonas en que se dividirán los equipos para la Copa Mundial de Rugby Francia 2023.

Una nación que respira rugby y que contó con la presencia del Presidente de la República, Emmanuel Macron y el Presidente de World Rugby Sir Bill Beaumont, vibró e irradió al mundo todo lo concerniente a un Torneo que se jugará recién dentro de tres años, pero que ya se vive en todo el planeta.

Tras el sorteo, los grupos quedaron conformados de la siguiente manera:

  • Grupo A: Nueva Zelanda, Francia, Italia, Américas 1, África 1
  • Grupo B: Sudáfrica, Irlanda, Escocia, Asia/Pacífico 1, Europa 2
  • Grupo C: Gales, Australia, Fiji, Europa 1, Ganador del Clasificatorio Final
  • Grupo D: Inglaterra, Japón, Argentina, Oceanía 1, Américas

No hay grupos fáciles ni sencillos, pues además restan ver los seleccionados que se clasifiquen por América, Oceanía y Africa; nunca es simple medirse con esos equipos llamados “emergentes”, pero que en algunos casos de esa denominación tienen muy poco. Samoa no es emergente ni novato en estas lides; tampoco lo es Uruguay o el propio Estados Unidos. Podría llegar a clasificarse Canadá.

Tras la ceremonia, los entrenadores de los seleccionados ya clasificados se comunicaron en conferencia de prensa con los medios del mundo a través de un encuentro virtual, vía zoom. El coach francés, Fabien Galthié, el primero en hablar, afirmó que jugar contra Nueva Zelanda e Italia de local “será un gran desafío; será emocionante enfrentar a los All Blacks, son un gran equipo; todos aman a los All Blacks y nos encantaría enfrentarlos en el primer partido, en casa”.

Para el entrenador de los All Blacks, Ian Foster, “los Mundiales son torneos especiales y no hay grupos fáciles, así aprendimos en los últimos años. No pudimos jugar con Italia en la última Copa Mundial por el tifón, por lo tanto será especial jugar con Francia”.

El entrenador de Australia, Dave Rennie, también comentó su zona: “No hay grupos fáciles. Los tres rivales que nos han tocado, así lo indican. Fiji tiene muy buenos jugadores y con Vern a cargo, tendrán un plus. Creo que estaremos todos mejor preparados dentro de tres años.”

Eddie Jones, quien condujo a Japón en la célebre victoria frente a Sudáfrica en el mundial de Inglaterra 2015, esta vez estará al fente del equipo de la Rosa ante los nipones. “no deajré que la emoción se interponga”, afirmó Jones, quien agregó: ” será un partido muy duro, juegan muy distinto y no tenemos tantas chances de enfrentar equipos como Japón, así que tendremos que estar bien preparados; Argentina venció a los All Blacks en un excelente partido, así que será un grupo muy interesante”.

El Mundial ya empezó a jugarse; tres años antes, con una ceremonia emotiva y cálida y con la palabra justa de los comandantes de los sueños.

Hernán O’Donnell

Agropecuario aprovechó unas distracciones de Atlanta y se llevó un valioso triunfo

Una tarde que mezclaba nubes, gotas y algunos rayos de sol. Una tarde como aquellas de hace tantos años, cuando el hermoso Estadio “Don Leon Kolbowski” se iluminaba los domingos para darle paso a jornadas llenas de brillo, expectativa y fútbol. Y gente, mucha gente. La que hoy no está en los estadios del mundo y se la extraña. Pero hay fútbol al fin y juegan Atlanta y Agropecuario, en uno de los partidos más importantes de la tercera fecha de la Zona Campeonato de la Primera Nacional. Y vinimos a llenarnos de fútbol. Una tarde de domingo de Diciembre en Villa Crespo.

A priori, aguardábamos por un buen partido. Por un encuentro disputado entre dos equipos con aspiraciones a subir a Primera División. A La Liga Profesional.
Atlanta salió a buscar el partido con un esquema muy ofensivo. Línea de cuatro, Bolívar como contención, Previtali a su derecha un poco más adelantado y Valdez Chamorro como enlace. Y tres hombres de ataque: Marcioni, Gimenez y Pedrozo.

Agropecuario amagó con varios contragolpes al principio. Su esquema fue el clásico del equipo que busca un resultado de visitante; 4-4-2. Bien apretadas las líneas, con la intención de salir rápido por los costados y llegar con la potencia de Urquijo y la velocidad de Blando. Y tuvo varias llegadas en los primeros minutos, siempre a través de las transiciones veloces de sus jugadores.

Después llegó la apertura del marcador. Iban 11’ cuando un pelotazo a Marcioni fue buen aprovechado por el puntero, quien le ganó la posición a Dematei, lo eludió y entró al área. Allí sacó un pase preciso para Valdez Chamorro, que entraba por el medio y metió un zapatazo al ángulo superior derecho de Perafán para poner el 1-0. Se armaba un gran primer tiempo. Y el parido que imaginábamos, empezaba a desarrollarse.

Atlanta se sintió confiado y seguro. Mantuvo su diagrama táctico, en tanto Agropecuario seguía con la línea de cuatro, los cuatros volantes en hilera por delante y Urquijo y Blando para atacar. Pero el local era más profundo y a los 24’ Marcioni recibió en el área, la mató de pecho, giró y cuando le salió el arquero visitante definió entre sus piernas. Un golazo y 2-0 para el local.
Cambió el esquema la visita. Soltó a Montero, armó una línea de tres en defensa y conectó a Miño con los dos delanteros. De a poquito empezó a torcer el rumbo, a llegar un poco más al área de Rago. Y sobre el final del primer tiempo tuvo su premio.
A los 38’, tras una buena maniobra colectiva Urquijo definió al ángulo superior derecho de Rago y achicó la diferencia a 2-1.
Y a los 45’ fue Miño el que llegó al área y marcó el 2-2 sobre el cierre de la etapa.

En el complemento Alejo Dramisino entró por Giménez, en el local. Y le dio vértigo y velocidad al ataque, en un cambio positivo. Y en el momento en que ambos empezaban a acomodarse, llegó el tanto de Agropecuario: de un despeje de Alan Peréz, el balón fue a la media cancha, lo recuperó la visita y surgio una buena combinación entre Molina y Blando, para que la pelota le quede a Molina y defina ante la salida de Juan Rago a los 57′ de juego. Agropecuario remontaba el 2-0 del inicio para ponerse en ventaja por 2-3.

Allí se armó una media hora final intensa, con pierna fuerte, muchos roces y varias llegadas que levantaron emociones. Marcioni lo tuvo solo ante la salida de Perafán y tapó el arquero visitante. Luego, en una jugada calcada, quedó libre Molina y Rago le ahogó el cuarto gol al equipo de Carlos Casares. Enseguida volvió quedar mano a mano Molina con el arquero local y otra vez Rago tapó el remate; también Perafán impidió el tiro limpio de Pedrozo cuando faltaba poco para el final.

Hubo situaciones para ambos, mucha pierna fuerte, reclamos permanentes al árbitro Mario Ejarque y un duelo que se definió por muy poquito. Atlanta había comenzado muy bien, sacó una buena diferencia y un par de distracciones al final del primer tiempo lo dejaron en igualdad de condiciones con un Agropecuario que supo aprovechar sus ataques, y en el segundo tiempo aseguró una valiosa victoria en un partido más que vibrante en una tarde a plena sol, como tantas y tantas que vivimos en el bendito fútbol argentino.

Hernán O’Donnell

Estudiantes y Platense igualaron en un ida y vuelta permanente

Era una promesa de buen partido y la verdad es que en el primer tiempo cumplieron con lo que auguraban. Porque Estudiantes de Río Cuarto y Platense protagonizaron un encuentro interesante, cambiante, con momentos de protagonismo repartido y porque hubo algunas figuras destacadas en cada equipo.

El local se mostró mejor en el inicio, en el primer cuarto de hora. Un equipo rápido, dinámico, con circulación precisa comandada por Néstro ortigoza, en tanto Arismendi por izquierda era un pistón permanente que aceleraba y desequilibraba.

De a poco, Platense comenzó a equilibrar el juego. Se afirmó Hernán Lamberti en el círculo central, comenzó a tener mayor presencia Mauro Bogado a su lado y Zeineddin y Tissera comenzaron a inquietar a la defensa local.

Así se armó un encuentro equilibrado, donde el local nos dejaba una mejor impresión, por lo menos de mayor pujanza en la ofensiva; sin embargo, sobre el cierre de ese tiempo la visita marcó una diferencia.

A los 43′ una muy buena maniobra individual de Zeineddin derivó en un centro rasante y peligroso que Tissera convirtió en gol para sellar el 0-1. Y a los 45′ una presión de Lamberti en la media cancha derivó en un pase potente para Tissera, quien se fue directo al arco local y su remate certero fue sacado al corner por Luis Ardente, el arquero local. Así se cerró el primer tiempo, con una leve mejor imagen del “Marrón”, en tanto en el desarrollo nos había dejado una impresión un tanto más ofensiva el equipo local.

En el segundo tiempo, el local presentó dos modificaciones. B. Sepulveda ingresó por el amonestado I. Hesar y N. Cainelli entró en lugar de A. Vester. En Platense, Pugliese reemplazó a Schor.

Y el local se acomodó a sus circunstancias. Fue a buscar el encuentro, a revertir el mal momento. Así llegó al empate, tras un tiro de esquina desde la derecha y el cabezazo limpio de Sepúlveda, a los 49′, para marcar el 1 a 1.

Estudiantes se entusiasmó por el empate y durante un buen lapso volvió a encontrar el control del juego. Con Benavídez y Comba por derecha, Estudiantes comenzó a tener una buena opción de progreso. Sepúlveda se adaptó al partido y se animó el local.

Platense iba a tener una nueva variante: a los 50′ Bustos entró por Palacios. Y a los 64′ iba a hallar, en la correcta expulsión del lateral izquierdo local Padilla, un camino para aprovechar y atacar. Salió Ortigoza reemplazado por Beraldi quien se abrió un poco a la izquierda y Arismendi pasó a marcar la banda izquierda. Para Estudiantes fue perder orden y peso en el medio juego.

Aprovechó Platense, y el “Chocho” Llop decidió el ingreso de Messidoro por Tissera a los 77′. Enseguida tuvo una chance, pero Messidoro no llegó a conectar cuando el balón le quedaba solo ante Ardente, a los 78′ de juego.

En el local entró M. Fernandez en lugar de J. Ferreira a los 81′ y en el “Calamar” a los 86′ el contador Vega ingresó por Zeineddin.

Las últimas fueron para el local. Un tiro libre de Beraldi a los 89′ que se fue cerca y una llegada limpia de Sepúlveda a los 90+4′ que De Olivera supo tapar.

Fue empate al final. Con un ida y vuelta permanente, un dominio alternado y un encuentro que resultó muy entretenido.

Hernán O’Donnell

Nápoli inauguró el “Stadio Diego Armando Maradona” con un empate ante Real Sociedad

Fue un día de emociones. Y decimos emotivo por todo lo que encierra que el Stadio de Nápoles se llame “Diego Armando Maradona”, en un tributo especial a uno de sus hijos pródigos, porque a pesar de no haber nacido allí, Diego siempre será, entre muchas otras cosas, un hijo dilecto de Nápoli. Del club y de la ciudad. porque allí renació; porque allí comenzó la construcción de la leyenda.

Diego irrumpió en el fútbol profesional con toda su magia, su carisma y su descomunal habilidad a los 15 años, y tuvo un crecimiento y un desarrollo imparable hasta su llegada a Barcelona, o mejor dicho, hasta el traumático Mundial de España 1982, donde su figura no alcanzó el brillo que el planeta fútbol le auguraba y comenzó una etapa difícil, con una hepatitis que lo marginó de las canchas por casi dos meses, una fractura de tobillo fatal, una serie de desencuentros con su club que desembocaron en su salida a Nápoli. Esos años previos, desde mediados de 1982, 1983 y mediados de 1984 fueron complicados, y con la llegada a al sur de Italia, Diego comenzó la reconstrucción de su imagen dentro de la cancha hasta alcanzar la cúspide en el Mundial de México 1986 y a partir de allí jalonar éxitos y hazañas hasta convertirse en el mejor del mundo; para muchos, el mejor de todos los tiempos. y si no lo es, está en esea galería que integran Alfredo Di Stéfano, Pelé y Messi.

En Nápoles comenzó la redención, y a la hora del Adiós la ciudad lo homenajeó con todo su respeto y su emoción. Pero lo que perdurará por siempre es la nueva designación del viejo estadio San Paolo. Es, desde esta inauguración ante la Real Sociedad de San Sebastián, el “Stadio Diego Armando Maradona”.

Para que el homenaje sea completo faltó el calor del pueblo napolitano. Un estadio vacío, la ausencia de los devotos del “10” y la lluvia que cargaba de dramatismo la jornada. Real Sociedad, aún sin Oyarzábal, se mostró superior en el primer tiempo. Con un esquema de corte ofensivo, jugó al péndulo, a tratar de mover el balón de lateral a lateral hasta conseguir el espacio para penetrar. Pero era un movimiento que no alcanzaba a profundizar en el daño y de contragolpe el local avisaba. Primero con una escapad de “Chuky” Lozano, en un contragolpe que no prosperó. Luego, con la apertura del marcador.

A los 34′ Zielinsky tomó un rebote afuera del área, y con un remate alto, cruzado y al ángulo superior derecho de Alejandro remiro, marcó el 1 a 0 parcial para el local.

Real Sociedad sintió el impacto y en el segundo tiempo presentó una variante: A. Gorosabel por J. Zaldua. A partir de allí planteó el partido con un poco más de riesgos asumidos, en tanto Nápoli intentó lavar la cara de la primera etapa, que lo había visto muy volvaco al contragolpe. Astuto y precavido, pero con poca audacia.

Enseguida, la visita propuso otra variante ofensiva; a los 55′ el delantero A. Barrenetxea entró en lugar del extremo Portu. Nápoli, en tanto, buscaba de contra poder estirar la diferencia.

El problema para el equipo vasco era poder romper el cerco italiano. Porque mantenía el balón, pero no podía hallar los caminos hacia el arco de David Ospina, el arquero del conjunto local. Y por si fuera poco, Genaro Gatusso decidió tres cambios a los 69′ de juego: 69′ A. Petagna reemplazó a D. Mertens; D. Demme ingresó en lugar de T. Bakayoko y M. Politano entró en reemplazo de H. Lozano; aire fresco para aguantar el partido. Luego, a los 73′. Elmas entró en lugar de Zielinsky.

Imanol Alguacil, entrenador de la Real Sociedad, dispuso tres modificaciones para torcer el rumbo final: A. Isak entró por R.Le Normand; A. Muñoz lo hizo por N. Monreal y M. Sagnan ingresó en lugar de A. Guevara; tres apuestas, a los 77′, para ir por la igualdad que le permitiera la clasificación.

Y tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe. Cuando todo parecía acabar, a los 90+1′ Willian José acertó y logró el 1 a 1 para la Real Sociedad, que pactó el empate final con el local y ambos avanzaron en la UEFA Europa League.

El “Stadio Diego Armando Maradona” tuvo su bautismo. Sin fieles, con mucha agua caída, que bendijo la apertura de un escenario que será un templo mundial para todos los amantes de este deporte.

Hernán O’Donnell