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Olimpia ganó el clásico, pero Cerro Porteño avanzó a los octavos de final

Un clima extraordinario, un estadio repleto, las dos hinchadas presentes, un desborde de pasión, locura y expectativa. “La Nueva Olla”, tal como se conoce al Estadio General Pablo Rojas, de Cerro Porteño, fue una olla a presión más que nunca. Con el clásico de Asunción que se desparrama por todo Paraguay, con los dos equipos en la disputa por la clasificación a los octavos de final de la Copa CONMEBOL Libertadores 2022, con una ventaja a favor del local, porque llegaron a este encuentro con Cerro Porteño con 8 puntos y una diferencia a favor de +2 goles, mientras que Olimpia arribaba con 5 unidades y -1 gol en el haber. por lo tanto, para desplazarlo del segundo lugar, la visita debía vencer por una diferencia de dos o más goles.

Y Olimpia le puso un clima bárbaro a la novela, porque a los 9′ abrió el marcador. Pelotazo desde la izquierda de Torres, la bajó Paiva y apareció Fernando Cardozo para rematar fuerte y poner el 0-1 a favor de Olimpia.

El gol no le daba el segundo puesto a la visita, pero sí le aseguraba el tercer puesto y la clasificación a la Copa CONMEBOL Sudamericana, mientras que lo ubicaba en una posición expectante, cerca del obetivo de máxima. Un gol le permitía meterse en la segunda fase de la Libertadores.

Para colmo, Cerro sufría la lesión de Rafael Carrascal, reemplazado por el volante Robert Ayrton Piris Da Motta, de pasado destacado en San lorenzo de Almagro. El equipo debía re acomodarse, aunque el marcador aún lo favorecía. Por eso el desarrollo continuó con el mismo argumento. Olimpia volcado en zonas de ataque, Cerro protegido en su campo y listo para salir rápido de contragolpe.

Pero el correr de los minutos enfrió el juego y Olimpia comenzó ceder ese dominio para cerrar una etapa más equilibrada.

Cerro Porteño comenzó con una variante en el complemento; Enzo Giménez por Benítez. Y tuvo un poco más de dinámica en ese contexto, aunque el partido se jugó, en el inicio, lejos de las áreas.

A los 60′ llegó la segunda variante en el local; Alfio Oviedo entró en reemplazo de Fernando Romero. Luego, a los 61′, llegó Olimpia con un centro peligroso que no pudo conectar Paiva, en lo que pudo haber sido el segundo tanto visitante. Fue el momento en el que sintió que podía aumentar y conseguir el objetivo. Adelantó líneas, sostenido en el trabajo de los dos volantes centrales y armó juego a través de las bandas, sobre todo con Torres.

A los 65′ respondió Cerro con un centro de Rodríguez que resolvió bien el arquero de Olimpia, Gastón Olveira. El local salió de la retaguardia. Con la prolijidad de Piris da Motta, la conducción de Claudio Aquino, y la movilidad amenazante de Marcelo Martins, Cerro empujó un poco más. Mientras Olimpia sentía el trajín y respondía, a los 73′, con un tiro libre de Silva que no prosperó, tras dar en la barrera.

A los 76′ Marcos Gómez entró en lugar de Richard Ortíz, en la primera variante de la visita. Pero el encuentro no variaba porque ambos arriesgaban poco. Cerro, porque el resultado lo favorecía. Olimpia, porque le bastaba un solo gol, y entendía que sete podía caer en cualquier momento. Si era más cerca del final, mejor. A los 80′, Walter González reemplazó a Guillermo Paiva, en la segunda modificación de la visita, en tanto Santiago Vera entró en lugar de Alejandro Silva, fue la tercera variante que decidió Julio César Cáceres en Olimpia. Y fue por el segundo gol en los últimos diez minutos. A los 84′ González sacó una media vuelta que se le fue muy arriba.

Francisco Arce, entrenador local, decidió las últimas variantes a los 87′. C. Rolon entró por A. Espinola, y D. Rivas ingresó en lugar de Marcelo Martins. El local quería cerrar el juego, pero Olimpia apuraba. Y a los 90+1′ Mateo Gamarra conectó bien de cabeza un tiro de esquina, pero el arquero brasileño Jean supo controlar.

Y la última fue para el local, que estuvo a tiro de llegar al empate. Pelotazo largo para Alfio Oviedo, contragolpe letal que lo llevó al área a definir, pero el defensor visitante Luis Zárate lo bajó con infracción y el árbitro Raphael Claus sancionó el correcto penal. Remató Claudio Aquino y desvió el arquero Olveira, para darle un poco más de dramatismo al cierre, cuando iban 90+4′. A Cerro Porteño se le escapó la chance de igualar. Pero no se le escabulló la clasificación, porque la exigua diferencia en el marcador le permitió tener mejor diferencia de gol, aún con la igualdad en ocho puntos. Por eso Cerro se fue tranquilo, a pesar de la derrota. Porque el sueño de la Libertadores sigue en pie, mientras que Olimpia tendrá que buscar el consuelo en la CONMEBOL Sudamericana, con el aliciente de haber ganado el clásico de visitante.

Hernán O’Donnell

Vélez ganó en Montevideo y la gran incógnita es quien acompañará a Estudiantes

Nacional sufrió un duro golpe. El equipo quiere recuperar la memoria. Volver a poner al fútbol uruguayo en ese lugar estelar que tuvo en los inicios de la Copa Libertadores de América. Va despacio, paso a paso, con pies de plomo y aplomo en cada partido. Pero le tocó un grupo difícil, con un Estudiantes de La Plata en gran nivel y con la misma intención de revalidar su historia copera. Un Vélez siempre difícil, que le amargó la noche y puso un gran signo de pregunta en la zona, y Bragantino, que va a dar pelea hasta el final.

El equipo de Pablo Repetto sabe lo que quiere. Tiene claras las ideas. Para atacar y para defender. Entiende las facetas del juego, los momentos del partido. Ante Vélez supo ir a buscarlo, a través del juego de Alex Castro y de Diego Zabala, respaldados por el buen trajinar de Felipe Carballo y apuntalados en ataque por la potencia del “Puma” Emanuel Gigliotti.

Enfrente, un Vélez que busca aire a través de una formación muy joven. Con la experiencia de Hoyos al arco, línea de cuatro con Matías Guidara, de los Santos, Diego Gómez y Francisco Ortega. Un doble cinco de buen traslado con Perrone y Garayalde, y lo mejor en el ataque: Luca Orellano, Joel Soñora, Lucas Janson, y Lucas Pratto como centro atacante. Cuatro hombres de buen juego para ilusionarse.

Arrancó mejor Nacional y a los 20′ sacó la diferencia con un gol de Diego Zabala, producto de un remate bajo y bien colocado, lejos del alcance Hoyos, que puso el partido 1-0 a favor de Nacional.

Lo pudo ampliar Castro en un gran contragolpe, a los 29′, pero no pudo resolver ante la salida del arquero de Vélez, quien supo ahogarle el ataque. Y a partir de allí creció la visita. Empezó a manejar la pelota, a partir de Garayalde, la habilidad de los tres hombres de ofensiva y la potencia de Lucas Pratto.

Hasta que a los 43′ Lucas Janson recibió por izquierda, enganchó hacia adentro y sacó un disparo que se metió junto al palo izquierdo de Martín Rodríguez y selló el 1-1.

Así cerró un primer tiempo en el que Vélez tuvo más la iniciativa, mientras Nacional intentó jugar de contragolpe, con un buen escalonamiento defensivo y a la búsqueda del golpe en el momento indicado.

En el segundo tiempo el partido creció en intensidad. Nacional salió más decidido y Vélez mantuvo su idea. A los 48′ Pratto se fue solo por derecha, habilitó a Soñora y el remate de este fue tapado por Rodríguez.

A los 52′ Luca Orellano enganchó desde la derecha hacia el medio y sacó un tiro impresionante, desde lejos, que se estrelló en el palo izquierdo de Martín Rodríguez y se fue afuera, en otra clara ocasión del “Fortín”. El primer cambio de Nacional fue a los 57′; el “Torito” Diego Rodríguez entró por Yonatan Rodríguez.

Y tanto va el cántaro a la fuente, que a los 59′ la “rompió”. Corner ejectuado desde la derecha, y cabezazo de de los Santos, para dar vuelta el resultado: Vélez pasó a ganar por 1-2 en el Parque Central de Montevideo.

Los técnicos empezaron a jugar su partido; a los 63′ Leandro Otormín entró por Alex Castro, en Nacional, mientras que en Vélez Sársfield José Florentín ingresó por Garayalde.

Repetto se la jugó con dos variantes más, a los 73′. El lateral Leandro Lozano ingresó por José Luis Rodríguez, y Franco Fagúndez entró en reemplazo de Alfonso Trezza.

Sin embargo, Vélez era más. tenía el balón, lo manejaba con tranquilidad y amenazaba de contragolpe. Nacional lucía nervioso y apurado. Con una intención de jugar por los laterales, abrir la cancha y resolver por el medio, pero sin poder romper el bloque visitante.

Julio Vaccari, entrenador del equipo de Liniers, decidió dos modificaciones a los 77′ de juego: Agustín Bouzat entró por Orellano, y Abel Osorio ingresó en lugar de Lucas Pratto.

Mientras Nacional empezó a apretar a través de jugadas de pelota parada, a los 86′ Mateo Pellegrino entró por Joel Soñora, en la visita.

Y en esa jugada, del corner de Nacional, el balón pegó en la mano de Osorio, el árbitro sancionó el penal y el “Puma” Gigliotti convirtió el 2 a 2 a los 88′ de juego.

Nacional fue, ya los 90+1′ Fagúndez sacó un tremendo remate que rechazó Hoyos, tomó el rebote Gigliotti y Diego Gómez salvó sobre la línea.

Pero la visita también iba y a los 90+3′ Perrone cabeceó un buen centro dentro del área y marcó el 2-3 para Vélez.

Era el último grito en una noche que lo tuvo todo. Intensidad, ritmo, goles, y un resultado incierto hasta el final, que abre un gran interrogante por quien va a acompañar a Estudiantes en la definición.

Hernán O’Donnell

Delfín logró un amplio triunfo y Defensa deberá definir en la última fecha

El tempranero gol de Corozo fue un verdadero balde de agua fría para Defensa y Justicia; porque hasta ese momento el equipo que conduce Hernán Jorge Crespo lucía mejor, más metido en el partido, más dominante y con una clara actitud ofensiva. Pero llegó el saque largo del arquero local Banguera, el balón que atravesó la noche, la caída de Juan Rodríguez en la lucha con Janner Corozo, y el delantero que se fue sólo al área mientras aguantaba el cierre de Breitenbruch, y sacó un remate fuerte y preciso para vencer el vuelo de Unsaín y marcar el 1 a 0 a los 11′ de juego.

Entonces Defensa y Justicia se adelantó aún más en el campo. Puso a Unsaín a jugar como líbero, a tratar de meter al local en su territorio, pero esta era una táctica de doble filo porque mientras más empujaba, más espacios se abrían en su campo para la explotación de los veloces delanteros de Delfín.

El equipo argentino mantuvo el control a través del buen manejo de la pelota, las triangulaciones y la aparición por sorpresa de los receptores en los espacios vacíos. Así generó varias chances, aunque la más clara fue un tiro de esquina desde la derecha que pasó por toda el área y casi se mete, a los 41′, mientras que Delfín tuvo una oportunidad muy nítida a los 45+1′ cuando José Adolfo “El trencito” Valencia gambeteó a dos jugadores en mitad de cancha y se fue solo y rápido hasta el arco visitante, pero su remate fue desviado por Unsaín, en una gran tapada. Así concluyó un primer tiempo más que interesante.

En el segundo tiempo el local se adaptó al resultado a favor y planteó un partido de contragolpe. Villava entró por Corozo, en tanto en Defensa Crespo decidió tres modificaciones: N. Tripicchio ingresó en lugar de Juan Rodriguez, E. Coacci entró por E.M. Duarte que lució con una molestia casi desde el inicio y M. Merentiel reemplazó a N. Acevedo.

El conjunto de Florencio Varela siguió con la misma idea; atacar, empujar hacia el arco de Banguera, con un arquero bien adelantado y con la intención de abrir el juego bien a lo ancho. Llegó hasta el área, pero le faltó la puntada final. Y Delfín empezó a lastimar de contragolpe. A los 60′ un remate de Villava con mucho peligro fue desviado por Unsaín. Luego, a los 67′ Leguizamón reemplazó a Ciro Rius. Y poco más tarde llegó el golpe de gracia para el equipo argentino.

Tiro libre del “Trencito” Valencia a los 71′, bien ejecutado, por abajo para burlar el salto de la barrera y dos o tres piques cómplices que complicaron a Unsaín para que el balón entre junto al palo derecho del arquero. 2 a 0 y un golpe que desmoronó a la visita.

Para colmo, a los 74′ una contragolpe encabezado por Valencia derivó en un pase a Garcés quien remató y marcó el 3-0.

El partido se desdibujó; Garcés tuvo una chance más con un remate que tapó el arquero visitante a los 76, pero ya Defensa sentía injusto el resultado y aparecieron algunos nervios, en tanto Delfín trató de congelar el juego. Entonces surgieron los viejos roces de la Libertadores, alguna pierna fuerte, exageraciones, demoras, discusiones y la expulsión de Breitenbruch a los 90′ por una infracción fuerte.

El triunfo de Delfín fue, tal vez, exagerado en el marcador, pero inobjetable en las maneras de conseguirlo. Defensa perdió una linda chance, aunque nada está definido, aún conserva el segundo lugar en la tabla y todo se resolverá en la última jornada.

Hernán O’Donnell

Racing volvió a ganar de visitante y perfila su candidatura

Racing tiene un estilo definido que mantiene, expresa y respeta en cualquier cancha, en cualquier partido y por cualquier torneo que juegue. Es algo valioso del equipo de Sebastián Beccacece, es una característica muy definida y así lo ha demostrado en estos paridos de Copa CONMEBOL Libertadores. Ante Nacional, en el Gran Parque Central de Montevideo, salió con esa postura. Ofensiva, audaz, ambiciosa. Fue a buscar el partido, con el despliegue de Melgarejo y Miranda, la velocidad de Héctor Fértoli y la dinámica de Montoya, pero sobre todo con la enorme potencia de Nicolás Reniero, su principal figura en el primer tiempo.

Y fue el ex delantero de San Lorenzo quien marcó el gol inicial cuando supo apurar la salida de la defensa local, robó el balón y a los 16′ marcó con un tremendo derechazo el 0-1 para la Academia.

Nacional salió un poco más tras el cimbronazo, pero le costó ser profundo; tuvo una ocasión en una salida rápida de Santiago Rodríguez, pero entre el achique de Gabriel Arias y el pie de Soto, impidieron su intento.

Y a los 41′ volvió reniero a generar una chance clara para Racing, pero el arquero Rochet tapó su remate.

Beccacece dispuso dos variantes para el comienzo del segundo tiempo: Augusto Solari entró por Walter Montoya y T. Banega por Marcelo Diaz; un refresco necesario para un equipo que había hecho un gran desgaste en la primera parte.

Nacional adelantó líneas, aunque no había hecho demasiado en el segundo tiempo y se encontró con el empate transitorio. Un balón que Soto iba a despejar, pero le quedó atrás y sin querer rebotó en su cabeza para vencer su propia valla y dejar el encuentro 1 a 1 a los 53′ de juego.

Ahí Munúa metió tres cambios: iban 54′ cuando Claudio Yacob entró por E. Martinez, Gonzalo Bergessio ingresó por T. Vecino y A. Trezza reemplazó a R. Amaral. En Racing entró Benjamín Garré por Melgarejo a los 66′ y a los Gonzalo castro lo hizo por Ocampo en el conjunto local.

Tras esas ventanas que diluyeron el juego, Racing emergió para erigirse en el dominador, otra vez, del partido. A los 71′ Augusto Solari sacó un remate fuerte y preciso que se fue apenas arriba del travesaño. A los 75′ Rochet salió apresurado del arco y golpeó a Sigali, en un penal que ejecutó Fértoli para que la Academia se pusiera al frente por 1-2.

Racing se hacía patrón y a pesar de que el partido levantó temperatura entendió como jugarlo con inteligencia; a los 80′ Beccacece decidió que el lateral chileno Eugenio Mena entrara por el delantero Héctor Fértoli, mientras que Nacional se jugó un cartucho más: a los 83′ el delantero experimentado Sebastián “Papelito” Fernández entró en lugar del volante Felipe Carballo.

Pero nada cambió. Racing ya se había hecho dueño del juego, sumó otra victoria en calidad de visitante y perfila su candidatura para pelear por el premio mayor.

Hernán O’Donnell

Peñarol volvió a vivir una vieja noche triunfal de Copa Libertadores

Para Peñarol no había alternativa. Sólo cabía la victoria en su choque frente a Colo Colo, porque otro resultado lo dejaba eliminado. El empate lo obligaba a esperar un combo de resultados casi imposible de imaginar; una derrota, lo condenaba al exilio. El pentacampeón de América, uno de los equipos símbolo de esta vieja y querida Copa se jugaba la última carta frente a Colo Colo; y el equipo chileno también necesitaba sumar, por lo tanto, aguardábamos por un partido entretenido.

El local salió con decisión y a los 3′ tuvo su primera oportunidad cuando Pellistri conecó de cabeza un centro que venía desde la izquierda y el arquero visitante tapó con lo justo. Era el primer aviso de Peñarol.

Enseguida llegò un tiro de esquina de Pellistri que casi se mete en forma olímpica, en tanto el arquero Pinto reaccionó a tiempo y desvió sobre la “ratonera”. Y siguió Peñarol con su dominio: a los 17′ Terans recibió un pase fallido de la defensa de Colo Colo y sacó un remate que se desvió al corner. A los 21′ fue otra vez Terans el que tirò al segundo palo y el balón se fue muy cerca. hasta que a los 22′ abrió el marcador; tiro de esquina desde la derecha de Terans, cabezazo atrás del volante visitante Suazo y Kagelmacher apareció por atrás de todos para marcar el 1 a 0.

Peñarol se tranquilizó y se ordenó en el campo, con la marca fuerte de Gargano en el medio y la habilidad de Pellistri para conducir cada ataque, mientras que Colo Colo soltó amarras, fue un poco más adelante y le dio circulación al balón, siempre bajo la suela de Valencia, en tanto Suazo, Paredes, Costa y Bolados acompañaban. Su mejor chance fue a los 41′ con un tiro libre de Valencia que dio en el palo derecho del golero local, y el primer tiempo se cerró con esa última emoción.

En el segundo tiempo Peñarol salió con la misma determinación. Y muy pronto aumentó la diferencia, con una jugada colectiva que terminó con un tremendo remate de Torres que entró por el ángulo superior izquierdo de Pinto, y a los 56’ Peñarol quedó adelante por 2-0.

Peñarol se sintió cómodo y seguro. Se afirmó en el control del juego y dominó a un equipo rival que siempre se mostró tímido, sometido, falto de rebeldía. le costó mucho recuperarse a Colo Colo, el marcador adverso no lo despertó y los cambios ensayados por el DT tampoco le trajeron solución. Primero entró O. Opazo por C. Carmona a los 62′; màs tarde,a los 72′ Matías Fernandez ingresó en lugar de G. Costa.

En Peñarol entraron a los 70′ A.A. Wallace por W. Gargano; a los 74′ Urretavizcaya por F. Torres, lesionado y màs tarde, a los 80′ el “Cebolla” Rodriguez ingresó en lugar de Facundo Pellistri, la figura de la cancha.

Peñarol siempre fue más y a los 82′ Urretavizcaya sacó un excelente remate que se metió en el ángulo superior izquierdo de Pinto y selló el 3 a 0 para el local.

Ya nada había que hacer para el conjunto chileno, que se desdibujó por completo y no tuvo más situaciones que un remate de Fuentes a los 90+2′ que Dawson desvió de manera correcta, tras una serie de rebotes previos en el área local. Tal como había sido el final del primer tiempo con el tiro libre en el poste, las dos únicas llegadas claras del equipo visitante fueron sobre el cierre de cada una de las etapas.

Peñarol fue más, a partir de un trabajo sólido en la defensa donde se destacó Formiliano, también Kagelmacher, sostenido por el empuje de Gargano mientras aguantó, y las figuras de sus cuatro hombres de ataque: Pellistri, Terans, Torres y Alvarez Martínez. Entre todos dieron un paso adelante en la clasificación, armaron un triunfo indiscutible y volvieron a editar una de aquellas noches de copas que parecían olvidadas.

Hernán O’D

Defensa y Justicia logró tres puntos importantes para alimentar el sueño de la clasificación

Defensa y Justicia había empezado la Copa CONMEBOL Libertadores con el pie izquierdo; cayó en su debut ante Santos de Brasil por 1-2 y luego ante Olimpia en Asunción por el mismo resultado. Ahí llegó la detención del certamen por la pandemia, y en la reanudación logró una victoria estimulante en Florencio Varela por 3 a 0 ante Delfín. Con ese panorama afrontó el cuarto juego, otra vez ante Olimpia, pero esta vez de local, y con la “obligación” de ganar, para acomodarse en la tabla y depender de sí mismo en la lucha por la clasificación a los octavos de final.

Así salió a jugar el partido. Con la determinación de los que necesitan ganar, pero también con la convicción de los que saben a lo que juegan. Y enfrente, un grande del continente, porque eso es Olimpia: tricampeón de la Libertadores, el equipo que hoy conduce Daniel Garnero salió a jugarle de igual a igual. A atacarlo. A los 12′ avisó con un tiro de esquina, un buen remate y el desvío en Richard Ortíz, que estaba adelantado, pero era una alarma para el local. A los 14′ fue Defensa el que arrimó peligro a la valla visitante. Y empezó a mejorar, a tener el balón, a controlar el juego, hasta sacar la ventaja en el marcador.

Se fue Ciro Rius por derecha, tras una buena maniobra colectiva de control y posesión, sacó un centro al medio, el rechazo de la defensa le quedó a Benitez, quien probó al arco. pero su disparo se desvió y le quedó, hacia la izquierda a Isnaldo. Este sacó otro pase atrás y Camacho definió libre y por el medio: 1 a 0 a los 19′ de juego.

A continuación vinieron un para de lesiones. Frías, en Defensa y Justicia debió dejar el campo a los 24′ y fue reemplazado por Breitenbruch; a los 30′ sintió un tirón Iván Torres y lo suplió Jorge Arias en el conjunto visitante.

Olimpia tuvo su chance a los 33′, cuando Derlis González elaboró una jugada personal y el cruce final de Isnaldo derivó el balón al corner; a su vez, Defensa tuvo otra chance tras un centro de Enzo Fernández, de muy buen primer tiempo, y el cabezazo bombeado de Washington Camacho fue sacado al corner por Azcona, el arquero visitante. Y sobre el cierre, ya a los 45′, otra jugada colectiva del equipo de Hernán Crespo terminó en un tiro al palo de Enzo Fernández. Así concluyó un primer tiempo más que interesante.

En el segundo tiempo Olimpia dispuso una segunda variante: Hugo Fernández por Silva. Y comenzó bien el segundo tiempo. Fue más que Defensa, a partir de adelantarse en el campo, dominar la tenencia del balón y llegar hasta el arco de Unsaín. Fue mejor la visita durante el primer cuarto de hora del complemento, y en su mejor momento llegó una estocada feroz del local, tras un buen contragolpe y la definición de Braian Romero, a los 61′, para marcar el 2 a 0 para el conjunto de Florencio Varela.

A los 65′ Crespo hizo dos cambios más para refrescar al equipo local: Nelson Acevedo entró por Enzo Fernandez y M. Merentiel reemplazó a G. Hachen; para Olimpia la noche se había oscurecido, y por si fuera poco, a los 67′ se fue expulsado Hernesto Caballero. Para los de Garnero todo parecía complicarse. Por eso decidió dos variantes: a los 68′ J. Recalde entró en lugar de Derlis Gonzalez y N. Camacho ingresó en reemplazo de Luis de la Cruz. Solo quedaba jugarselá y en un momento complicado, logró descontar porque Defensa había hecho una muy buena contra que Merentiel demoró en pasar el balón, cuando lo hizo a Acevedo ya era tarde, el remate de este no prosperó y de contra llegó la jugada de Olimpia que le permitió a Pitta descontar a los 74′; 2 a 1 quedaba el juego y un final emocionante.

Olimpia fue y Defensa lo amenazó con cada contragolpe. A los 90+2′ tuvo una chance certera que no pudo concretar; y a los 90+4′ Acevedo probó por encima, pero el balón dio en el poste. Así, el conjunto local cerró el partido con dos situaciones claras para aumentar, demostrar que su victoria fue justa y conseguir tres puntos fundamentales para alimentar el sueño de la clasificación.

Hernán O’Donnell

Tigre y Bolívar hicieron todo por ganar, pero empataron y quedaron relegados

El menú de la Copa CONMEBOL Libertadores de América es variado e interesante. Hay partidos para todos los gustos; con grandes candidatos, con equipos grandes, o tradicionales, también con conjuntos con mucha historia copera; pero también vale la pena observar a aquellos que se juegan la última carta, que no son los favoritos, pero guardan una luz de esperanza y sueñan con la chance de alcanzar la clasificación, y a partir de allí jugarse una cara o ceca en los play-off, o en última instancia, llegar al tercer lugar del grupo para sumarse a la Copa CONMEBOL Sudamericana.

En ese lote están Tigre y Bolívar. En un grupo donde Palmeiras había ganado sus primeros tres partidos, un renovado Guaranía de Paraguay se había acomodado al segundo lugar con dos victorias, para Bolívar y Tigre, en la cuarta fecha, el partido en Victoria era la última oportunidad.

Y no defraudaron, porque salió un partido entretenido, con ritmo, llegadas y goles. Luego de unos cinco minutos donde los dos necesitaron acomodarse, se armó un primer tiempo con muchas llegadas. A los 5′ Cavallaro enganchó desde la izquierda y sacó un tiro fuerte que el arquero Rojas sacó al corner; a los 8′ Marcos Riquelme, el centrodelantero visitante, metió un cabezazo bombeado que pegó en el poste izquierdo de Marinelli, el arquero local. A los 10′ Monteseirín arrancó desde el fondo, puso un pase filtrado y certero para el pique de Mangnín, y el cruce de Gutiérrez desvió el balón al tiro de esquina. Eran llegadas claras de uno y otro lado.

Hasta que a los 17′ se abrió el marcador. Giacopuzzi sacó un tiro al ángulo para el local, voló Rojas y la manoteó para desviarla, pero el balón quedó servido para la entrada de Magnín que marcó, con un tiro cruzado que dio en el poste izquierdo y entró, el 1 a 0 para Tigre.

Bolívar sintió el impacto y creció en su juego. Ya el equipo de Claudio Vivas había mostrado su intención de jugar al ataque, de presionar arriba, de buscar el partido. Con el resultado adverso, salió aún más. Y a los 26′ Rey se fue por izquierda, pasó el balón al medio y Arce estrelló su tiro en el travesaño. A los 29′ fue Vaca quien se filtró por el medio, quedó mano a mano, y su disparo fue rechazado por Marinelli.

Había hecho méritos Bolívar para alcanzar el empate y lo logró del modo más inesperado, pues llegó tras una salida de Marinelli, quien quiso pasar el balón a un compañero, Riquelme puso el pie para cortar el remate y el rebote elevó el balón por encima del arquero local para meterse en el arco y sellar el 1 a 1 a los 35′ de juego.

Bolívar se había hecho dueño del encuentro en esa parte final del primer período y casi se lleva algo más cuando Riquelme entró solo casi hasta el área chica para cabecear y Gonzalo Marinelli desvió al corner, a los 45+1′ del encuentro.

“Pipo” Gorosito decidió dos variantes para comenzar el segundo tiempo: Facundo Melivilo por D. Gallardo y Bolaño por Juan Ignacio Cavallaro; las modificaciones dieron resultado, porque Melivilo, a quien habíamos visto muy bien en Central Córdoba de Santiago del Estero en la última temporada de la Liga Argentina, se convirtió en el conductor de Tigre, aunque la visita arrancó mejor el complemento: a los 46′ Rey sacó un remate muy bueno que pasó cerca del palo izquierdo del arco local y a los 55′ Riquelme robó un balón en una salida defensiva local, trató de pasarla de emboquillada ante la salida de Marinelli y Abel Luciatti cortó el balón en defensa.

Bolívar también abrió la ventana de los cambios: a los 66′ Andersson. Emanuel entró por A. Rey, de muy buen primer tiempo. Y Tigre levantó a partir de los 70′. primero con un cabezazo de Magnín que Rojas desvío al corner, tras un gran centro de Melivilo. Luego entró Protti por Cardozo, a los 71′ y otra vez Magnín volvió a cabecear, esta vez al ángulo superior izquierdo, pero el arquero visitante Rojas sacó de modo magnifico.

Claudio Vivas observó la necesidad de modificar y a los 72′ V. Abrego entró por L. Vaca, en tanto R. Fernandez Toro reemplazó a E. Flores.

El partido creció en ritmo y llegadas. Lo tuvo Bolívar a los 81′ con un pelotazo largo a espaldas de Monteseirín que aprovechó Riquelme para sacar un remate que pasó cerca del palo derecho local. A los 83′ entró el delantero Enzo Diaz por Diego Morales; en Bolívar a los 86′ V. Castellon ocupó el lugar de J.C. Arce y P. Azogue reemplazó a C. Machado; un minuto más tarde, Martín Galmarini entró, en Tigre, por Giacopuzzi.

Era un final a toda orquesta, porque entre cambio y cambio, los dos llegaban. Hasta que a los 90+2′ vino el centro local desde la izquierda, el cabezazo de Magnín y la mano de Gutiérrez. Penal y la gran chance para Tigre. Lo ejecutó Magnín, el pie abierto y la búsqueda del palo izquierdo de rojas, que supo leer el remate, se tiró bien y la desvió con un toque posterior en el poste.

El partido quedó, entonces, sellado en ese empate 1-1. Y fue un gran encuentro, donde los dos pudieron ganar, jugaron con buenas armas e intenciones, pero la igualdad los dejó relegados.

Hernán O’Donnell

Boca se acomodó pronto y recordó toda su historia copera

Todos los inconvenientes previos, todas las dificultades en la preparación, las noticias impactantes sobre cantidades enormes de futbolistas contagiados de Covid-19, la imposibilidad de hacer una pretemporada normal, los entrenamientos discontinuados…,todo quedó en el olvido apenas empezó a rodar la pelota en Asunción del Paraguay.

Porque Boca se acomodó muy pronto al partido, se organizó en el campo y sacó muy temprano la diferencia en el marcador. Iban 6′ de juego cuando se fue Salvio por derecha, abrió hacia la izquierda, el remate lo rebotó el arquero local Martín Silva, Maroni tomó el rechazo, la pelota dio en el palo y Eduardo Salvio la recibió para convertir el 0-1 para la visita.

Entonces empezó un partido que para muchos no estaba en los papeles; por lo menos, en la previa, cuando se hablaba más de los problemas e inconvenientes de preparación que del propio juego. Y Boca se afirmó ante un Libertad que no tuvo volumen de juego.

Boca se acomodó en dos líneas de cuatro, pero con salida rápida por los costados, vía Salvio y Maroni, y una buena conducción vertical por parte de Pol Fernández. El equipo de Ramón Díaz no hallaba los caminos. Chocaba Tito Villalba en su ímpetu de darle velocidad a cada ataque; Ferreira y Oscar Cardozo no se encontraban y el equipo no se encaminaba. Pero Boca amagaba en cada contra; a los 14′ se fue Maroni y el arquero tapó una buena posibilidad. A los 19′ tuvo un tiro libre Cardozo en la llegada más clara del local. Y poco más hubo en el primer tiempo.

En el complemento, Antonio Bareiro ingresó por Bogarin. Libertad buscaba más profundidad en ataque, pero era el visitante el que se mantenía como el controlador del juego. Y sumó trabajo y oficio a un equipo que se adaptaba al partido. Con una buena agrupación, la firmeza de Zambrano en defensa, el manejo de Fernández, el sentido colectivo, Boca le hizo difícil el encuentro a Libertad.

A los 57′ N. Capaldo entró en lugar de G. Maroni; eso significaba más patrullaje en la mitad de la cancha y menos vértigo y dinámica para salir de contra. Después, cambios para refrescar el trabajo en el medio y zona de ataque: iban 72′ cuando Leandro Somoza, que ocupó el rol del ausente Miguel Russo, junto a Mariano Herrón, decidieron dos variantes: E. Cardona en lugar de Carlos Tevez y Walter Bou en reemplazo de F. Soldano.

Ramón Díaz también metía mano en búsqueda de soluciones; primero habían entrado a los 66′ A. Martinez por O. Cardozo y M. Espinoza en lugar de D. Bocanegra; y más tarde, a los 79′ A. Oviedo reemplazó a Héctor Villalba y L. Sanabria en lugar de A. Mejia.

El final lo encontró a Boca mejor; había tenido una chance clara Salvio en una contra que el arquero Silva rechazó bien, y poco más tarde logró el segundo tanto con otra escapada de Salvio por derecha, el pase exacto que le envió Cardona, un buen enganche de “Toto” hacia adentro y un remate cruzado que venció a Silva y marcó el 0-2 para Boca.

Un golazo para definir el pleito. Por el pase del colombiano, como se lo había “marcado” Salvio, el propio enganche del delantero y el remate final. Todo un resumen de un buen partido de Boca que logró una victoria con más comodidad de la que se hablaba en la previa, con un buen trabajo colectivo ante un deslucido equipo local.

Un triunfo que tuvo el sello de un equipo copero, que se sintió cómodo, en su salsa y que promete dar pelea.

Hernán O’Donnell

Nacional aprovechó su mejor condición y ganó en Avellaneda

La vieja y querida Copa CONMEBOL LIbertadores volvió el martes 15 de Septiembre de 2020 a jugarse en el continente, tras una larga suspensión de más de seis meses por la pandemia de Covid-19. Esa jornada quedó impreganda por los amantes del fútbol de esta región, porque el balón volvío a hermanar a Sudamérica; Colo Colo y Peñarol fue el partido que elegimos para ver y a partir de allí la fiesta de América y todas laas voces todas empezó a recorres nuestros países.

Pero hacía falta que volviera a la Argentina; que nuestro país también tuviera bajo sus cielos la fiesta del fútbol. Y así fue que al atardecer del Jueves 17 en el Cilindro de Avellaneda, Racing recibió a Nacional de Montevideo y en nuestra tierra otra vez la pelota volvió a rodar…

La visita salió a tratar de imponer un ritmo fuerte, una alta velocidad para intentar explotar una diferencia de ritmo futbolístico y físico. Por eso trató de apretar la salida de la defensa de Racing y en un par de oportunidades consiguió robarle el balón en tres cuartos y llegar rápido al arco local. Así fue, por ejemplo a los 4′ cuando presionó y logró la pelota, pero el pase de Rodríguez a Bergessio fue demorado y el tiro de Gonzalo salió tarde y débil, por lo que Arias contuvo sin problemas.

Enseguida respondió Racing, corner desde la derecha de Miranda y cabezazo de Mauricio Martínez apenas arriba del travesaño, cuando iban 5′ de juego.

De a poco, el equipo de Beccacece se acomodó en el campo. Le dio circulación a la pelota, trató de manejarla con prolijidad, no aceleró la velocidad y al compás de Matías Rojas, se las arregló para distribuirla a derecha e izquierda y se hizo dueño del control. Bien Garré por derecha, en tandem con Solari y Mena por izquierda. Con sus subidas, el equipo generó peligro y al final del primer tiempo generó varias situaciones. A los 36′ Fértoli lanzó un centro desde la izquierda, el rebote fue al medio y Garré sacó un tiro fuerte que Rochet supo rechazar con seguridad. Y a los 39′ tuvo la más clara, otra de Garré, quien enganchó por derecha y sacó un tiro rasante que cruzó la línea y Cvitanich no pudo conectar.

Racing salió con un cambio al complemento: C. Alcaraz ingresó por Matías Rojas. Nacional sacó ventajas de su situación en el segundo tiempo. Entendió que si apretaba, como lo había hecho al principio, podía obtener la diferencia, porque el ritmo futbolístico y físico lo podía hacer sentir. Y muy pronto obtuvo lo que quería, tras una mano de Mauricio Martínez en el área y el penal que ejecutó Bergessio para marcar el 0-1 a los 52′ del partido. Y por si fuera poco, Racing muy pronto se quedó con un jugador menos: a los 54′ fue expulsado Augusto Solari, y entonces debió afrontar el resto con ese problema sumado.

Pero había más porque a los 57′ Bergessio recibió un pase en el área producto de un error de la defensa de Racing y sacó un remate alto, arriba del travesaño, que bien pudo ser otro tanto del equipo visitante.

Beccacece decidió dos cambios más para sacudir a su equipo; dos variantes en la delantera: a los 57′ Nicolás Reniero entró en lugar de Darío Cvitanich y Lisandro Lopez reemplazó a Héctor Fertoli.

También Nacional apeló a las variantes: iban 62’cuando G. Castro reemplazó a B. Ocampo y F. Carballo a Claudio Yacob.

Esas variantes descompusieron ese tiempo del partido, porque después llegaron dos más en Racing: a los  67′ Nery Dominguez entró por Mauricio Martinez y Walter Montoya por B. Garre, el más destacado en la Academia.

De a poco, con el correr de los minutos finales, Racing empujó a Nacional contra su arco. Un poco por el espíritu competitivo, otro poco por la movilidad de Reniero y otro poco porque Nacional decidió apostar a los contragolpes. Así, mientras Racing rodeaba el área de Rochet, el “Bolso” tuvo varias contras con mucho olor a peligro.

Y al final, cuando Pillud quedó bien posicionado para sacar un tiro fuerte y el empate se podía olfatear, apareció la volada estupenda de Rochet para desviar el remate al corner, cuando ya estábamos en los 90+2′ de juego.

Fue la última. Racing no tuvo más resto para forzar la igualdad; Nacional supo sacar provecho de su mejor situación y se llevó tres puntos valiosísimos de Avellaneda.

Hernán O’Donnell

Inter cantó victoria en una noche llena de goles

Fue un gran partido, plagado de emociones, de goles y de incertidumbre por el resultado final. Tuvo ritmo y llegadas de principio a fin, aunque con algún altibajo en la segunda parte. No fue la locura de Liverpool-Leeds, donde no hubo ni se pidió tregua, pero fue muy loable lo que produjeron Inter, al cabo el ganador del encuentro, y América de Cali, un dignísimo adversario.

Apenas se acomodaban apenas la gente se conectaba a las mútiples paltaformas audiovisuales para seguir el partido en estos tiempos de pandemia, cuando se abrió el marcador. Iba 1′ de juego, el desborde por izquierda del equipo local, el centro al área chica y la aparición del uruguayo Abel Hernández para marcar el 1 a 0.

A partir de allí se armó un encuentro intenso; Inter se movía cómodo con el trabajo de Boschilia como cerebro organizador, en tanto Nonato y Thiago Galhardo acompañaban con mucho protagonismo. le costaba al América entrar en ritmo, lucía mejor en ese tiempo inicial el local. Como si la larga espera del conjunto colombiano le pasara una factura en cuanto al ritmo de juego.

Muy pronto aumentó el local, a través de una llegada por izquierda, el rebote en el arquero de Galhardo y la aparición de Boscilia para subir a 2 a 0 la diefrencia cuando iban 18′ del partido.

Sin embargo, América no se amilanó. Podía quedar expuesto, pero fue por el descuento. Adelantó líneas en el campo y se dispuso a pelear más arriba de la cancha. Así llegó a la posibilidad de convertir, cuando tras un muy buen pase de Sierra, entró por derecha Duván Vergara y conectó cruzado para achicar la distancia; 2 a 1 a los 27′ del encuentro.

Pero el partido no daba tregua; llegó el Inter a los 31′ con una aparición de Galhardo, el arquero que la sacó al corner y de ese tiro de esquina volvió a convertir, pues el arquero salió a destiempo a cortar el centro, el cabezazo de Nonato dio en el travesaño y apareció Hernández para marcar de cabeza el 3 a 1.

Inter había sacdo otra vez dos tantos de ventaja y parecía que podía controlar el juego cuando terminó la primera parte.

Sin embargo, en el complemento se acomodó la visita. Se apoyó en un espíritu más ambicioso y enseguida achicó el marcador, con un gol muy parecido al último, al tercero del Inter, y en el mismo arco. Corner desde la izquierda, cabezazo de Marion Torres que pegó en el travesaño y el balón que le quedó justo a Ramos para achicar a 3 a 2 a los 48′ del match.

En ese momento se cayó el partido. Entró en una meseta, cuando todo hacía presagiar que se encendería aún más. Pero entre el cansancio que se acumuló, el cambio de aire a veces necesario y las variantes que comenzaron a decidir los entrenadores, el ritmo decayó.

Eduardo Couedt decidió, a los 64′, que Johnny ingresara por Nonato y Leandro Fernandez por Abel Hernandez. En América, a los 66′ S. Moreno ingresó en lugar de J. Perez.

Sin embargo, el cuarto de hora final volvió a llenarse de luces en porto Alegre. Cuando parecía que el partido ya se había planchado, una corriente eléctrica lo encendió una vez más.

A los 77′ América llegó al empate, con una jugada desde la derecha, el pase a la otra banda y la aparición libre de Moreno para marcar el 3 a 3.

Ahí vino un cierre a toda orquesta, porque se sucedieron las llegadas, las salvadas y la resolución definitiva.

Primero lo tuvo Inter, a los 83′ con una llegada de Leo Fernández y la tapada del arquero; a los 86′ fue América el que pudo desequilibrar por el pie del arquero local, Marcelo Lomba.

Y a los 90′, Boschilia sacó un remate de afuera del área que se desvió en el pie de Torres y venció a Chaux, para sellar el 4 a 3 final para el equipo brasileño.

Así, Inter se llevó los tres puntos. Con un poco de fortuna y toda la energía desplegada en una noche llena de goles.

Hernán O’Donnell