Con oficio y oportunismo, Dogos es finalista del Super Rugby Américas 2025

Tuvo un muy buen comienzo, oficio para jugar los momentos claves, sentido de la oportunidad, e hizo pesar la historia. Dogos venció a Pampas en su “casa” en Buenos Aires por 21-27, estiró la paternidad y llegó a la Final del Super Rugby Américas PAX 2025. No fue mucho más que rival, pero en cada situación que se le presentó, facturó. Pampas despertó luego de un comienzo errático, jugó un buen partido, pero no le alcanzó.

El equipo local formó con Matías Medrano, Ramiro Gurovich y Tomas Rapetti; Juan Penoucos y Federico Lavanini; Manuel Bernstein, Juan Cruz Perez Rachel, y Joaquin Moro; Mateo Albanese e Ignacio Inchauspe; Nahuel Clausen, Justo Piccardo, Bruno Heit y Santiago Pernas; Jerónimo Solveyra.

El conjunto de Córdoba alineó a Boris Wenger, Leonel Oviedo y Pedro Delgado; Lautaro Simes y Federico Albrisi; Ignacio Gandini, Aitor Bildosola, y Valentín Cabral; Agustín Moyano y Juan Bautista Baronio; Lautaro Cipriani, Faustino Sánchez Valarolo, Leonardo Gea Salim y Julián Hernández; Mateo Sánchez.

Dogos tomó muy pronto la iniciativa del partido, y con una jugada rápida y buena apertura hacia la derecha, llegó al try por intermedio de Lautaro Cipriani. Con la conversión de Juan Bautista Baronio, el partido quedó 0-7 a los 5′ de juego.

Era más el equipo cordobés, con la buena conducción de Baronio y un ágil juego de manos de los tres cuartos, superaba a un equipo local que no lograba entrar en el partido.

A los 14′ Agustín Moyano logró un gran try, tras la salida de un scrum, amagó con abrir el juego y se filtró por el pasillo que tenía por delante, para sumar cinco puntos; y con los dos que agregó la conversión de Baronio, Dogos quedó adelante por 0-14.

Pampas estaba en una meseta de la que logró salir tras un buen kick de Solveyra, que volcó el juego hacia el campo visitante. Allí tomó territorio, dominó el juego y llegó al try a los 20′ por intermedio de Inchauspe, que también convirtió, para achicar a 7-14 la distancia.

A los 22′ hubo un cambio en la visita, el único a la postre. Se lesionó Cabral y lo reemplazó Genaro Fissore.

Pero ya el dominio era del equipo local, que volvió a lograr un try a través de Mateo Albanese, a los 40′. No acertó la conversión Inchauspe y el primer tiempo terminó 12-14 a favor de Dogos.

El segundo tiempo arrancó más peleado. Cerrado, pero con mucha disciplina, porque el primer penal del partido sucedió a los 53′. Fue a favor de la visita, convirtió Baronio, y el score quedó 12-17.

Cuando iban 54′ fue amonestado Santiago Pernas, y pampas debió jugar con un hombre menos durante diez minutos, en los que pudo acercarse en el marcador. A los 56′ Nicolás D’Amorim entró por Juan Cruz Pérez Rachel, y el local no perdió energía. Al contrario, se vigorizó en la presión, y se acercó con un penal de Inchauspe, a los 56′, para quedar 15-17, y remontó el score a los 60′ con otro penal de su apertura, para ponerse 18-17 adelante.

Allí cambió a dos primeras líneas; Miguel Prince entró por Matías Medrano, y Bautista Bosch reemplazó a Tomás Rapetti.

Un error del local le dio la chance a Baronio, que con otro penal adelantó a Dogos 18-20, a los 63′.

Aquí es donde pesó el oportunismo del ganador. porque mientras Dogos facturaba cada posibilidad, el local no lograba hacer lo mismo. y en esos detalles, se le fue el partido. Inchauspe falló un penal a los 66′, que hubiera cambiado el marcador. Pero siguió 18-20. Y a los 72′ una buena jugada de Dogos, con un ruck bien llevado, la apertura a los backs, la aparición sorpresiva del pilar Boris Wenger para romper la línea con una destacad destreza, la apertura al potente centro Leonardo Gea Salim, quien apoyó el try y con la conversión de Juan Baronio, el partido quedó 18-27, con menos de siete minutos por jugarse.

Pampas agotó los cambios. A los 73′ Leo Mazzini reemplazó a Manuel Bernstein, e Ignacio Botazzini ingresó por Ramiro Gurovich. Cuando iban 75′, Juan Pablo Castro entró en lugar de Nahuel Clausen, y Alfonso Latorre reemplazó a Justo Piccardo.

El penal de Inchauspe, a los 77′, le puso suspenso al partido. Quedaban dos minutos por jugarse, y el marcador 21-27.

Pero no pudo Pampas. No le alcanzó. Dogos salió con un juego largo y presionó en el campo rival, aún a costa de un penal de Wenger que alargó el partido. Pero nada se modificó. El oficio y el sentido de la oportunidad le dieron a Dogos el triunfo, y el premio de jugar otra final.

Hernán O’Donnell

Un tiempo fue suficiente para que Argentina le marcara diferencias a Chile

Tuvo mucho de los condimentos que se esperaban para este partido, y esta clase de partidos. Un encuentro que, de por sí, encierra una enorme rivalidad, pero que además tenía muchos aditamentos: una Argentina ya clasificada, la necesidad imperiosa de Chile de sumar puntos, un técnico argentino en la banca chilena, criticado y resistido, las declaraciones previas de Arturo Vidal.

Todo eso hizo que fuera un choque vibrante, en el que en el primer tiempo dominó Argentina con amplia superioridad, y la levantada final de Chile le dio un aire de suspenso. Ganó bien Argentina por 0-1, porque fue dominante al principio y se acomodó bien a la faz defensiva cuando el rival lo obligó.

Crédito: @Argentina

El local formó con Brayan Cortés; Felipe Loyola, Guillermo Maripán, Francisco Sierralta, Gabriel Suazo; Arturo Vidal, Rodrigo Echeverría, Vicente Pizarro; Darío Osorio, Alexis Sánchez y Lucas Cepeda.

El Campeón del Mundo alinéo a Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Leonardo Balerdi, Nicolás Tagliafico; Giuliano Simeone, Rodrigo De Paul, Exequiel Palacios, Thiago Almada; Nicolás Paz y Julián Álvarez. 

Argentina salió con una clara vocación ofensiva, aunque la primera llegada fue del local, con un remate fuerte de Alexis Sánchez, que “Dibu” Martínez desvió con una volada espectacular.

Pero era el visitante el dueño del partido, y después de una llegada de De Paul, a los 16′ abrió el marcador, con una jugada que nació en un pase largo de Leonardo Balerdi, de buen partido, a Thiago Molina, la figura del match, quien asistió a Julián Álvarez, quien a su vez definió con un toque sutil, para poner el 0-1 a favor de Argentina.

Crédito: @Argentina

La última media hora del primer tiempo fue toda “Albiceleste”. Con una llegada de Giuliano Simeone, que definió por arriba, a los 33′, y otro tiro claro de Almada, que controló Cortés, a los 43′.

Para empezar el segundo período, Ricardo Alberto Gareca decidió efectuar dos modificaciones. Fabián Hormazabal entró en lugar de Vicente Pizarro, y Javier Altamirano ingresó por Arturo Vidal. y enseguida, a los 56′, Lionel Andrés Messi reemplazó a Nicolás Paz, en la primera variante de la visita.

En tanto, el local también hizo un tercer cambio en ese minuto 56: Alexander Aravena reemplazó a Darío Osorio.

Y creció “La Roja”. Se adelantó en el campo y sumó situaciones. Para ello, fue importante el cambio de Lucas Cepeda de la izquierda a la derecha, donde influyó más en el juego y, sobre todo, en el ataque.

A los 59′ sacó un tremendo remate desde la derecha, que Martínez desvió de manera espectacular. Cuando iban 61′ fue Altamirano el que exigió al arquero argentino. Y a los 63′ Lucas Cepeda sacó otro tiro que pegó en la cabeza de Romero, luego en el travesaño, y se fue al corner. Lo tuvo cerca Cepeda, a los 73′, pero elevó mucho su remate, cuando estaba muy bien posicionado.

Le costaba más a la Argentina el complemento, recién a los 77′ se acercó con un tiro libre de Messi, que atrapó muy bien Cortés.

Crédito: @Argentina

Ante esas dificultades, Lionel Scaloni decidió hacer dos cambios: Ángel Corréa entró por Julián Álvarez, y Facundo medina ingresó por Leonardo Balerdi, cuando iban 78′. Y reacomodó aún más al equipo a los 83′, con las dos últimas modificaciones: Franco Mastantuono debutó en el seleccionado mayor a los 17 años con su ingreso por Giuliano Simeone, mientras que Juan Foyth entró por Thiago Almada, la figura de Argentina junto al “Dibu” Martínez. De esa manera, la Selección se armó con tres centrales, Foyth, Romero y Medina, dos laterales volantes, Molina y Tagliafico, dos medios, de Paul y Palacios, Mastantuono de enlace, y Messi y Angelito Correa en las bandas del ataque. Un 3-5-2 flexible, o 3-4-1-2, para aquellos amantes de los números que identifican a los sistemas.

Gareca hizo dos cambios más a los 85′; Víctor Dávila entró en lugar de Alexis Sánchez, y Marcelino Núñez reemplazó a Felipe Loyola.

pero ya no hubo tiempo para más. Las cartas estaban hechadas. Argentina había hecho un primer tiempo excelso y a Chile la levantada del segundo tiempo no le alcanzó para llegar a la igualdad, con lo cual deberá esperar una combinación de resultados para mantener la ilusión de llegar al Mundial. Casi un milagro, pero que en el Fútbol, a veces, suceden.

Hernán O’Donnell