Una tarde de calor, una multitud que llega desde dos puntos distantes de la Argentina. El escenario, el Estadio “Julio Humberto Grondona” de Arsenal, en Sarandí, en el conurbano bonaerense, corazón y sìmbolo del ascenso nacional. hasta allí llegaron miles de entusiastas de Puerto Madryn, detrás de la ilusión de ver al Deportivo, al que ellos llaman Madryn, en el fútbol grande. Y miles y miles desde Córdoba, desde el barrio de Nueva Italia para acompañar al Racing mediterráneo, aquel que causó sensación en el Campeonato Nacional de 1980 en un inolvidable equipo que condujo Alfio Basile y en el que jugaban Del Mul, Noriega, Coloccini, Aramayo, Gasparini, Amuchástegui, entre otros, y que fue sub campeón detrás de Rosario Central.

En ese clima de fiesta, alegría y optimismo se jugó la final. Con un clima extraordinario, con dos equipos y sus respectivas parcialidades, algo que parece atípico en el fútbol argentino, pero que en realidad hace a su esencia y a su impronta. Desde los tiempos inmemoriales de su fundación.
El partido fue trabado, luchado, con más nervios que fútbol, sobre todo en el comienzo. Racing se mostró un poco mejor en los primeros minutos, con una línea de cuatro con Rinaudo, Facundo Rivero, Marcio Gómez y Albertinazzi. Emmanuel Giménez como volante central; por delante, Franco García, Raúl Chalabe y Leandro Fernández. Mientras que en el ataque, Emiliano Blanco y Martín Garnerone se ubicaban como referencias.

A los 21′ tuvo una buena jugada y el remate de Blanco fue contenido por Juan Ojeda, el arquero de Deportivo Madryn, que planteó un partido con una línea de cuatro, Mauro Peinipil, Gonzalo Rocaniere, Mauricio Mansilla y Alan Moreno. Marcos Pérez como volante central; a su derecha, Fabio Giménez, más abierto Leonardo Marinucci, por el medio Emiliano López y a la izquierda Farncisco Molina; y como centro atacante, Sebastián Jeldres.
Se acomodó mejor en la segunda mitad del primer período el equipo del sur; a los 23′ tuvo un corner de la dercha, al ras, lo tomó Jeldrès y su disparo salió elevado. Cuando iban 30′ llegó una jugada parecida pero desde la izquierda, también recibió Jeldrés, y remató por encima del zaguero, pero contuvo Rodríguez.

Insistió Madryn con un tiro libre a los 34′ y otra vez el arquero del equipo cordobés contuvo en dos tiempos.
Racing se enredó en la discusión con el árbitro Adrián Franklin, por todo lo que se había hablado en la semana, y perdió el foco del partido. Cuando a los 37′ fue amonestado Raúl Chalabe, se descontroló. Reclamó un penal a los 41′, y de esas protestas fueron expulsados el entrenador Hernán Medina y su ayudante, además de ser amonestados Nicolás Fassino y Diego Jara, quienes estaban entre los suplentes.

No lo conformó el tiro libre de Giménez a los 45+2′, que se fue alto. Se marchó al descanso envuelto en nervios y ni siquiera se tranquilizó en el complemento, cuando tuvo un comienzo favorable. Iban 48′ cuando Franco García quedó mano a mano con Ojeda y el arquero de Madryn tapó el tiro con el pecho. y el rebote lo tomó Fernández, y su disparo pegó en el poste izquierdo del arco de Deportivo Madryn. Volviò a probar García a los 52′ y su remate, que parecía un centro, fue al arco, pero Ojeda contuvo con seguridad. Pero iba a ser la visita el que diera el golpe.
Fue a los 62′, Marinucci se fue por derecha, sacó un centro preciso y Jeldrés convirtió con un cabezazo fuerte y alto, difícil para Rodríguez. 1 a 0 para Deportivo Madryn.
Ahí el partido se tornó favorable para el elenco de Chubut. Supo serenarse, ordenarse y jugar con los nervios del rival. Racing se adelantó por instinto y contó con un tiro libre de Garnerone a los 66′ que controló Ojeda.

Madryn empezó a manejar los tiempos, y a los 69′ Daniel Opazo entró por López y Rodrigo Migone ingresó en lugar de Francisco Molina. El equipo se contrajo, y a los 73′ José Michelena reemplazó a Jeldrés. Entoces se ordenó con un 4-1-4-1. La línea de cuatro inicial, Pérez de volante central, adelante, Marinucci, Migone, Pérez y Michelena, y adelante, Opazo.
Racing trató de acomodar las piezas, y a los 77′ ingresaron Franco Schiavoni y Nicolás Parodi en lugar de Franco García y Emiliano Blanco. Enseguida Schiavoni se fabricó una chance, a los 78′, y apareció otra vez Ojeda. A los 80′ fue Leandro Fernández remató alto, en otra buena chance.

A los 82′ hizo dos cambios más. Diego Jara entró por Fernández y Nicolas Fassino reemplazó a Giménez. Y fue por la heróica. A los 84′ Garnerone rematò fuerte y tapó Ojeda. A los 85′ Schiavoni jugó hacia atrás para Rocaniere, este lanzó un buen centro y Parodi metió un cabezazo cruzado que se fue muy cerca.
Madryn cerró filas a los 87′. Hernán Ruquet entró por Marinucci y el equipo se acomodó con tres centrales, Ruquet, Rocaniere y Mauricio Mansilla. Dos laterales, Peinipil y Moreno, tres hombres para batallar Giménez, Migone y Michelena, y Opazo arriba para aguantar.
La última de la “Academia” fue a los 90+3′ cuando Santiago Rinaudo armó una buena jugada individual y sacó un tiro que pasó muy cerca. Fue la última esperanza cordobesa.

Deportivo Madryn se abrazó al empate, aguantó los minutos que quedaban y celebró el campeonato y el ascenso a la Primera Nacional en una tarde que será inolvidable para el equipo aurinegro.

Hernán O’Donnell