Chelsea logró tres puntos iniciales, pero Lampard aún debe darle forma al equipo

El primer tiempo fue interesante, porque Brighton salió con una postura ofensiva, con un intento de pelearle el partido a Chelsea, de hacerseló de ida y vuelta, con Lamptey y March bien abiertos, la salida prolija desde los centrales y Lallana y Alzate como enlaces con los delanteros. En ese contexto, la propuesta local era apreciable, aunque se veía enfrente un rival lleno de nombres y jerarquía, dispuesto a demostrar por qué es uno de los candidatos de la cátedra.

Chelsea se presentó como un equipo serio, contundente y peligroso. Dos líneas de cuatro, dos volantes que saben trabajar la media cancha como Kanté y Jorginho, un prospecto intersantísimo llegado de la Bundesliga como Kai Havertz, y dos delanteros de experiencia internacional: Loftus-Cheek con la selección inglesa y la figura del prometedor RB Leipzig de Nagelsmann, Timo Werner, en una de las contrataciones más im pactantes del mercado, con muchos partidos jugados en la selección alemana. Esa constelación de estrellas terminó por ser un equipo muy duro, que Lampard le querrá dar su impronta con el correr de las fechas, pero que ya hizo su presentación.

Brighton no se escondió; buscó el partido con sus armas, tuvo bastante el balón y le dio un trato prolijo: Sin embargo, sufrió primero la caída de su valla. Una llegada veloz de Timo Werner y la salida de Mat Ryan que lo cruza cuando entraba al área. Ahí se produjo el penal y el gol de Jorginho a los 22′ para que Chelsea se adelantara por 0-1.

Sin embargo, Brighton continuó con su estilo y su propuesta. Con Maupay y Trossard en movimiento, el local se las arreglaba para preocupar, ante un Chelsea que, aún con intermitencias, mostraba todo su poderío, sobre todo en sus destacados delanteros.

En el complemento hubo veinte minutos iniciales de emociones y definiciones; porque el partido ganó en intensidad en ese lapso y también llegaron los goles, como también la definición que lo dejó casi resuelto en ese momento.

El local salió con mucha decisión y se mostró ambicioso, en tanto desnudó algunas falencias defensivas de Chelsea. Podía llegar con cierta comodidad y así fue que Trossard sacó un fuerte remate cruzado desde la derecha y marcó el 1 a 1 a los 54′ de juego.

La respuesta de Chelsea fue inmediata, porque salió del medio, avanzó y muy pronto encontró el desnivel. Un remate largo y potente del lateral James se metió en el ángulo superior izquierdo de Ryan y el partido quedó 1-2 a los 55′.

El partido creció en ritmo y velocidad; Brighton lanzó amarras para ir por el empate y Chelsea encontró el gol que liquidó el pleito, tras un centro de la derecha, el remate de Zouma y el desvío en la pierna de Webster, que descolocó al arquero local para dejar el marcador 1-3 cuando iban 65′ de juego.

Después se repartieron llegadas. Brighton, con velocidad y varios intentos desde afuera del área. Chelsea, a la búsqueda permanente de Werner, quien ya se postula para ser un hombre importante para su equipo y para la Premier League en sí misma.

Así el visitante se llevó los tres puntos y el partido. Sufrió en defensa, mostró algunas cualidades, fue contundente en ataque, tuvo intermitencias de buen juego, se apoyó en la potencia de Timo Werner y redondeó una actuación aceptable, aunque tendrá que trabajar mucho y darle forma al equipo, pues Brighton le hizo pasar algunas dificultades. Estará en Frank Lampard resolverlas y hacer de Chelsea el equipo temible que todos pensamos que puede ser.

Hernán O’Donnell

Liverpool recibió a Leeds en la Premier, en una tormenta de fútbol

No hubo pausa desde que el árbitro le dio “play” al partido. No hubo respiro desde el inicio del juego. No hubo piedad para perdonar errores y no hubo ni se pidió tregua en la lucha. Fueron noventa minutos de fútbol en su máximo esplendor, con un ritmo impresionante y una cantidad de emociones que decoraron toda la jornada.

Un primer tiempo imparable, con la apertura del marcador a los 4′, tras el penal que convirtió Salah con un remate fuerte y que le permitió a Liverpool ponerse 1 a 0 casi desde los vestuarios.

Pero Leeds no se amilanó; a pesar de que el local salió con fuerza y decisión, listo para acorralarlo y meterlo contra su valla, el equipo de Bielsa planteó el partido con la misma vocación ofensiva; cuando conseguía el balón iba al ataque con la mayor cantidad de hombres posibles. y así llegó muy rápido a la igualdad, tras un pelotazo largo que recibió Harrison, se fue por izquierda, superó a Alexander-Arnold en velocidad, enganchó hacia adentro para superar el débil cierre de Joe Gómez y sacó un tiro fuerte que Alisson no pudo detener. 1 a 1 a los 11′ de juego.

Liverpool respondió con el mismo planteo asfixiante, la habilidad de Mané, las proyecciones de Robertson, la dinámica de Keita y la enorme jerarquía de Salah. Y a los 19′ llegó al gol otra vez; corner desde la izquierda de Robertson, cabezazo potente de Van Dijk y el arquero Mesllier que no puede detener la potencia del balón, que lo mete a él con pelota y todo dentro del arco. 2 a 1 para el local.

Pero el vértigo no se detenía y el Leeds jugaba con el mismo atrevimiento del local; con la salida permanente de Ayling, el traslado de Phillips, buscó y llegó otra vez a la igualdad tras un pelotazo largo que Van Dijk no pudo controlar con efectividad, le dejó el balón servido a Bamford que a los 29′ puso el 2 a 2.

Y el aire se llenaba de electricidad, porque enseguida Salah volvió a demostrar por qué es, desde hace un tiempo, de los mejores delanteros del mundo. Centro desde la izquierda, rechazo parcial de la defensa y el egipcio tomó el balón sobre el borde del área para sacar un remate extraordinario, fuerte y al ángulo superior izquierdo de Meslier, y poner el 3-2 a los 32′ del encuentro.

Liverpool propuso lo mismo en el segundo tiempo; apretar bien arriba y si tenía que sufrir atrás, que sea un partido de ida y vuelta. Y continuó con esa enorme intensidad, ese vértigo tan propio de la Premier League que obligó a cambios rápidos por el agotamiento de los futbolistas. Así salió Keita, a los 58′ reemplazado por Fabinho en el equipo local, que manetnía la posición ofensiva y generaba una nueva situación a los 61′ con una combinación entre Salah y Mané y este que define mal al entrar al área.

En ese momento, Marcelo Bielsa produjo dos cambios en la visita: Rodrigo Moreno por Bamford, autor del segundo gol de Leeds, y Roberts por Pablo Hernández. También tuvo Kloop que recurrir a otro cambio por agotamiento: a los 65′ salió Henderson, de muy buen partido, reemplazado por Curtis Jones. Y en ese minuto, Leeds volvió a empatar. Buena jugada colectiva, Heider Costa desde la derecha cruzó el pase al medio y Klich apareció libre para dominar y meter un remate cruzado que marcó el 3-3 a los 65′.

Partidazo por donde se lo mire. Porque el local buscaba todo el tiempo y Leeds no se resignaba a ser un simple partenaire; si podía, se llevaba los tres puntos. Por eso tuvo una chance más, a los 75′ con un tiro libre de Phillips que se fue muy cerca del palo derecho del arquero local Alisson Becker. A los 80′ llegó el tercer cambio de Bielsa: Shackleton por Klich, también agotado en lo físico. Pero Liverpool seguía y seguía. A los 86′, una gran jugada combinada entre Salah, Mané y Firmino culminó con el remate del delantero brasileño y el pie de Koch salvó el tiro. Del corner llegó la jugada en la que encaró Fabinho y Rodrigo Moreno le cometió un evitable penal.

Así llegó Liverpool a la victoria. A los 87′ con un remate de penal de Salah, la gran figura de un gran encuentro, que puso el 4-3 final.

Quedó tiempo para el último cambio de Jürgen Kloop, a los 88′: Matip por Alexander-Arnold. Y los minutos finales que encontraron a los dos equipos tal como habían empezado. Con el espíritu intacto, la intensidad inicial, las ganas de siempre y sin dar ni pedir tregua, para sellar un partidazo que empezó y terminó a pura emoción.

Hernán O’Donnell

El rugby de Sudamérica se reúne en Uruguay

Será una suerte de volver a vivir; de tener otra vez la competencia internacional entre nosotros, aquí muy cerca, con una nueva edición del Torneo de las Cuatro Naciones de Sudamérica, en Montevideo y con la confirmación de la participación del local, Uruguay, Argentina XV, Chile y Brasil.

Con un protocolo sanitario preestablecido, con medidas bastante estrictas, pero con la pasión del rugby presente en el magnífico Estadio Charrúa. Serán partidos a puertas cerradas y se desarrollarán a doble jornada, con enfrentamientos cruzados los días Sábado 17, Miércoles 21 y Domingo 24 de Octubre próximos. El equipo que obtenga más puntos será el Campeón, sin final prevista.

El Presidente de Sudamérica Rugby, Sebastián Piñeyrúa, se pronunció y agradeció “el apoyo del gobierno de Uruguay para permitirle a la región volver a disfrutar del juego, con prioridad en la salud y el bienestar de los deportistas y de la población; así generamos una luz de esperanza en los países de la región que no tenían rugby desde marzo.”

“Valoramos el apoyo de las uniones de los países para hacer esta competencia; trabajamos con ellas durante los últimos cinco meses, y esta competencia internacional les da a sus seleccionados la posibilidad de que sus marcas y sponsors estén presentes; confiamos en que las uniones puedan aprovechar de manera comercial este evento y generar contenido para sus auspiciantes.””, agregó Piñeyrúa.

El Secretario Nacional del Deporte del Uruguay, Sebastián Bauzá, afirmó: “Para el gobierno uruguayo, y para la Secretaría Nacional del Deporte, es una gran distinción que Sudamérica Rugby haya elegido a nuestro país como sede del prestigioso Sudamericano 4 Naciones.”

En cuanto a las medidas sanitarias, Cada plantel participante tendrá un encargado sanitario, denominado “Manager COVID-19”, que trabajará en contacto con el Dr. Marcelo Santurio, Médico Jefe de la URU, y el Dr. José Veloso, Director del Centro Médico Deportivo de la Secretaría Nacional del Deporte.

Las delegaciones estarán encapsuladas en su hotel, se entrenarán en campos específicos, con limpieza de lugares y elementos obligatoria, y no podrán realizar vida social, es decir paseos, salidas, caminatas recreativas ni asistencias a bares ni demás.

Todo sea por el rugby, el bendito deporte que tanto nos apasiona y que aún en tiempos difíciles, sueña con volver.

Hernán O’Donnell

Vasyl Lomachenko y Teófimo López prometen la pelea del año

Es un año singular, atípico, muy diferente a todos los que vivimos. Con costumbres modificadas, sueños interrumpidos y una incertidumbre que envolvió al mundo por una pandemia inmanejable y que parece tener un fin lejano. Así se cambiaron todos los hábitos. Primero, la ausencia de competencias deportivas. Luego, la reanudación lenta y por etapas. La disposición en algunos países. los cambios de fases. El cierre de las fronteras y la quietud de un planeta que, como en el caso de este combate, hubiera albergado a miles de fanáticos llegados de todo el mundo. Pero las cosas se dieron así, y con algunas actividades que de a poco se pusieron en marcha, el planeta intenta acomodarse a la vida conocida.

Por eso esta pelea entre Vasyl Lomachenko y Teófimo López por el Super Campeonato Ligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) es uno de los grandes anuncios del año. Que tuvo pocos, es verdad, muchos menos de lo que ocurre en los años habituales, pero que ahora propone un choque entre dos realidades y una velada muy especial el próximo 17 de Octubre en el MGM Grand de Las Vegas, Nevada, USA.

Los dos pugilistas fueron presentados en estas páginas y en la Revista especializada “Ring Side”, con una detallada reseña de sus biografía. Sus comienzos, sus inicios en la actividad, sus influencias y sus sueños. Cada ilusión que los embargó, cada palabra de aliento, cada sueño que los estimuló, en esta web fue comentado. Tuvieron sus notas presentación y vale la pena repasar, por que no, de quienes estamos hablando.

Lomachenko domina la categoría Ligero, es un nombre consagrado y conocido . y muy valorado. Para muchos, está entre los mejores libra por libra de la actualidad. Fue Campeón Mundial Pluma, luego Superpluma y hoy posee los cinturones Ligero de la Asociación Mundial de boxeo (AMB), Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y Organización Mundial de Boxeo (OMB). Tuvo un prolongado recorrido amateur y luego caminó el profesionalismo a pasos agigantados: en su tercer combate se consagró Campeón Mundial de peso Pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), Ahí comenzó una cadena de éxitos que incluyen rivales como Guillermo Rigondeuax, Jorge Linares, José Pedraza, Luke Campbell. Y ahora se enfrenta a un hombre en ascenso, que dejó está en ese momento en que un boxeador debe dejar de ser promesa para ser realidad: Teófimo López.

Teófimo López, el joven nacido en Brooklyn, de origen hondureño, es uno de los prospectos más interesantes del boxeo de la actualidad. Creció al compás de sus fuertes declaraciones, algunas actuaciones histriónicas y un poder de fuego de sus puños.

El 14 de Diciembre de 2019 conquistó el título mundial de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) al vencer al ghanés Richard Commey por KOT 2 en el Madison Square Garden. Esa noche se consagró; se metió de lleno en el panorama del boxeo mundial. Cuenta con el apoyo incondicional de su padre, quien afirmó que vencerá a Lomachenko sin inconvenientes.

En declaraciones que reproduce el sitio notifight.com, Lomachenko dijo que “López puede hablar todo lo que quiera. En eso es muy bueno; soy un peleador y mi objetivo es ganar otro título mundial. Cuando nos enfrentemos en Las Vegas, se comerá mis golpes y sus palabras. Seré el mejor hombre, y llevaré cuatro títulos mundiales conmigo a Ucrania”. 

También en notifight.com habló Teófimo López: “Le voy a dar una paliza a Lomachenko y le quitaré los títulos. Tan simple como eso. Vengo a Las Vegas para hacer historia. Él no me cae bien, y me voy a divertir mientras golpeo con mis puños la cara de Lomachenko. El reinado de Lomachenko llegará a su fin”.

Con esa chispa y esas fuertes declaraciones cruzadas, se armó la pelea. La gran pelea del año. Con todas las dificultades de un año atípico, con la imposiblidad de miles de fanáticos de estar presentes, con todas las contras, la pelea promete ser espectacular y para alquilar balcones.

Hernán O’Donnell

Francia fue un canto a la eficacia y derrotó a Croacia como en la Final del Mundo

Como si fuera , de alguna manera, una suerte de desquite de la final de la Copa Mundial de la FIFA-Rusia 2018, de hecho se lo promocionó así al partido, Croacia salió con toda la intención de ahogar a Francia, de apretarlo contra su área, de forzar el error y llegar pronto a convertir. Fue una disposición clara de un equipo que no se sintió visitante ni se excusó en las ausencias importantes de jugadores históricos como Luca Modric o Ivan Rakitic. Sostenido en la verticalidad de su capitán, Perisic, Croacia fue más que Francia en el inicio, hasta que llegó a convertir a los 15′, cuando el zaguero Lovren recibió el balón de un tiro de esquina, la bajó con serenidad, enganchó ante su marca y sacó un remate cruzado que venció la resistencia de Hugo Llorís para marcar el 0-1.

Era mejor Croacia y lo justificaba en ese lapso del partido. Porque hacía aparecer la presión en la salida de Francia, obligaba a los centrales, Upamecano, Lenglet y Lucas Hernández a jugar apurados, porque Kanté y N’Zonzi también estaban incómodos y no les llegaba el balón a los hombres de ataque.

En la visita se destacaba Kovacic y Brozovic en la mitad de la cancha, Kramaric en el centro del ataque y, claro está, Perisic, inteligente para manejar el pressing. Así, fue más a lo largo del primer tiempo, pero después de la media hora, Francia se empezó a asomar en el partido. A los 32′ hubo una buena jugada entre Martial y Griezmann, una doble pared que terminó con un remate del delantero de Barcelona que el arquero Livakovic detuvo con el pie.

A los 42′ llegó el empate, tras una gran maniobra colectiva, con una sucesión de pases entre Mendy, Ben Yedder, Martial y la definición libre de Griezmann para marcar el 1 a 1.

Y a los 45′ desniveló el local, con la subida de Ben Yedder y el centro para Martial que señaló el 2 a 1 con el cierre de la primera etapa.

La visita salió al segundo tiempo con una variante; J. Brekalo ingresó en lugar de A. Rebic. Croacia confiaba en sus fuerzas y en el primer tiempo había jugado bien, por eso intentó mantener la presión y el ataque sobre el local, que había ganado en confianza.

A los 54′ Brekalo llegó al empate tras una buena jugada personal, pues corrió un largo pelotazo superó en la marca a Upamecano, burló el intento de Lenglet y desde el piso convirtió. tras defensores no pudieron con él, ni tampoco Lloris, para sellar el 2 a 2.

Croacia reforzó la defensa; a los 56′ se fue con una molestia Uremovic y lo reemplazó Vida, en tanto Didier Deschamps metió dos cambios a los 63′: Camvinga por Kanté y Olivier Giroud en lugar de Ben Yedder.

El partido se animó mucho más y Francia volvió a sacar ventajas: tiro de esquina de Griezmann, cabezazo limpio de Upamecano y el 3 a 2 para el local a los 64′ de juego.

Ahí se produjo un quiebre, porque Croacia se desdibujó. Sobre llovido, mojado, porque Perisic debió salir con una molestia a los 65′ y lo reemplazó Pasalic.

Francia creció. Encontró espacios, se acomodó mejor en el terreno y empezó a acelerar con la conducción de Griezmann, en tanto Giroud y Martial se mostraban como receptores y definidores de cada contraataque. A los 70′ hubo un buen tiro de Camavinga que controló el arquero visitante; a los 73′ una contra de Griezmann, la habilitación a Martial y el tiro que tapó Livakovic. Y a los 76′ llegó el cuarto gol de Penal, de Olivier Giroud, para marcar el 4 a 2 para el local.

Allí liquidó el partido Francia. Lo sacudió en poco tiempo a un Croacia que había jugado muy bien la primera media hora inicial, pero casi sin darse cuenta se encontraba abajo 4 a 2 como en la recordada final del Mundial. Había hecho méritos, pero la eficacia local lo había sometido. Griezmann dejó su lugar, a los 78′ para que entrara Fekir.

No fue una actuación descollante de Francia, pero tuvo una correcta lectura del partido para corregir el rumbo, fue eficaz para convertir en cada oportunidad e hizo pesar el valor de sus estrellas, para volver a vencer a Croacia como en aquella final recordada.

Hernán O’Donnell

Polonia logró una merecida victoria y sueña con la clasificación

No era, a priori, el partido más llamativo de la fecha. Había, para la cátedra, para el show y para los aficionados, que a veces sólo buscan el encuentro de mayor rating o de mayor cantidad de figuras, otros partidos, incluso de las Ligas “B” o “C”. Pero valía la pena ver a Bosnia ante Polonia. Porque creemos que la Liga “A” juega cosas más importantes, sí. Pero también porque hay que ver a todos los equipos, por lo menos de esta Primera categoría de la UEFA Nations League y además Bosnia nos había dejado una buena impresión en su match ante Italia. Quizás sin desbordar fútbol ni brillar en su juego, pero con una idea clara de la contención, del uso de los espacios y de la utilización de Edin Dzeko ara el armado de contragolpes. Y Polonia era un equipo a conocer por este medio.

Con algunas modificaciones en el local, con Dzeko en el banco de suplentes y la ausencia de Lewandowski en los visitantes, el partido aún invitaba a conocer sus realidades.

Y fue el visitante el que mejor se mostró en la primera parte. Con un trabajo prolijo y una disposición a tener el balón, Polonia se armó alrededor de la conducción de Zielinski, el trajín de Grzegorz Krychowiak y la potencia ofensiva de Milik, en los primeros quince minutos de juego, lució mejor. Pero Bosnia tenía preparada una sorpresa, y tras una llegada con un pelotazo a Koljica se iba a encontrar con un regalo de la visita: a los 22′ llegó el penal para el local tras el agarrón en el área de Bednarek, que además se llevó la amarilla y que convirtió H. Hajradinovic a los 23′ para marcar el 1 a 0 para el equipo local.

Polonia no se desesperó; mantuvo su idea, siguió su camino de a poco torció el partido a su favor, hasta tener un cierre de primer tiempo con muchas llegadas al arco local.

Primero, a los 42′ llegó un centro desde la izquierda de Kamil Jozwiak, y el cabezazo de Grosicki fue a las manos del arquero local, Begovic. A los 43′ fue Milik el que terminó una buena jugada colectiva con un remate que se desvió al corner; y de ese tiro de esquina, a los 44′ llegó el empate con el cabezazo desde el punto de penal de Glik. 1-1 para terminar el primer tiempo.

Bosnia afrontó el segundo tiempo con una variante:  E. Visca ingresó en reemplazo de A. Gojak; pero seguía Polonia con el dominio y el control de las acciones. Buscaba por las bandas, con la progresión de Grosicki y de Jozwiak, en tanto Zielinski y Milik trataban de llegar al medio para definir. A los 55′ hubo una buena intervención de Begovic para cortar abajo un centro peligroso para el arco local.

Entonces, el Dt local recurrió otra vez al banco de suplentes y a los 60′ ingresó E. Dzeko por M. Besic. Se jugaba una carta muy importante. Polonia igual insistía por los costados y su amenaza permanecía latente…y tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe. A los 66′ un nuevo desborde por izquierda, en este caso de Ribus, el centro preciso al medio y la aparición de Gorosicki para marcar el 1-2 para la visita.

Polonia se acomodaba en el marcador y también en el campo; Klich, del Leeds United, ingresaba por  Krychowiak, para ordenarse en el centro del campo.

Apurado por el marcador adverso, Bosnia intentó salir. Con la potencia de Dzeko se las arregló para tener ocasiones de mayor peso en el área visitante, pero siempre era Polonia el que lucía mejor, el que más impresionaba a partir de su control del balón. A los 79′ produjo otra variante la visita: S. Szymanski ingresó en lugar de K. Grosicki, de buen partido, mientras que en Bosnia llegó el tercer cambio a los 81′ cuando D. Milosevic remplazó a E. Civic. El último cambio en Polonia fue a los 84′, cuando K. Linetty entró en lugar de P. Zielinski.

El final fue todo para la visita; a los 86′ un buen centro de Rybus fue concetado por Kilch poero intervino Begovic para controlar; y a los 90′ un tiro libre de Milik se fue cerca del poste izquierdo del arquero bosnio.

Así cerró Polonia una victoria merecida, alcanzó el segundo lugar en el Grupo y sueña con poder dar el zarpazo para llegar a la clasificación por el título.

Hernán O’Donnell

España impuso sus condiciones y se llevó el triunfo

España puso su autoridad, impuso su juego y marcó diferencias desde el inicio del partido. Salió a atacar, a ganar y muy pronto tomó ventajas en el marcador. Iban 2′ de juego cuando Ansu Fati arrancó por izquierda, le hizo un túnel al primer marcador que le salió, luego entró al área y fue derribado. Penal que marcó Sergio Ramos para poner el 1 a 0 en el Estadio Alfredo Di Stéfano, en el predio de la Ciudad Deportiva de Real Madrid.

Así, el local se puso al mando de su choque ante Ucrania, por la segunda fecha del Grupo 4 de la Liga “A”.

El dominio local se acentuó con el correr de los minutos. Con la salida permanente de los laterales de Sevilla, Jesús Navas y Reguilón, el trabajo prolijo de Thiago Alcantara y Rodri en la mitad de cancha y la dinámica de Dani Olmo, España se adueñó del balón y del partido.

A los 10′ llegó bien Reguilón por izquierda, la bajó de pecho y su disparo se fue desviado; a los 22′ Ansu Fati se metió en diagonal y sacó un tiro cruzado que apenas se fue afuera. Y enseguida ampliaron la diferencia.

A los 28′ Sergio Ramos volvió a marcar, esta vez de cabeza, de emboquillada tras recibir el pase de Dani Olmo. El partido quedaba 2 a 0. A los 31′ Ansu Fati ampliaba, tras recibir el balón de Reguilón y aprovechar su corrida de distracción, se metió por adentro y sacó un remate espectacular para dejar el primer tiempo 3 a 0, que pudo ser más amplio, porque hubo una chance màs, bien clara, en la que la presión de Gerrad Moreno obligó a salir mal a la defensa visitante y la recuperación de Rodri lo dejó a Thiago Alcantara solo, pero su tiro se fue arriba a los 43′.

En el segundo tiempo España mantuvo su dominio, la posesión de la pelota y el control del partido. Bajó un poco la intensidad y se refugió en mantener siempre el balón consigo, incluso para descansar por momentos. Ucrania apenas podía ofrecer resistencia y la intención de ordenarse en defensa, ante cada embate del equipo local.

Muy rápido llegaron las variantes en la “Roja”, más para preservar jugadores u observar a otros, que como modificaciones tácticas. Así, a los 60′ Eric García ingresó por Sergio Ramos, a los 68′ Oscar lo hizo por Rodri y a los 73′ Ferrán Torres entró en lugar del delantero de Villarreal, Gerard Moreno.

Fue Oscar Rodríguez, justo uno de los que entró, quien forzó una nueva situación para el local a los 76′, con un remate seco que tocó el arquero visitante, pegó en el travesaño y se fue al corner; del tiro de esquina llegó el cabezazo de Pau Torres y la entrada libre de Ansu Fati, pero Pyatov la pudo atajar sobre la línea.

Era abrumadora la diferencia entre uno y otro equipo. A los 83′ Ferrán Torres convirtió el cuarto gol, tras un centro desde la derecha, el rechazo de la defensa local y el balón que le quedó para el remate al delantero del City quien marcó el 4 a 0 para el local.

Ucrania había hecho muy poco en el primer tiempo y en el segundo no había llegado hasta De Gea, recién a los 90+1′ tuvo su primera jugada de ataque en el área, con una media vuelta de Roman Yaremchuk, que el arquero español controló bien. Apenas esa aproximación y la voluntad de Andriy Yarmolenko fue lo que pudo oponer el equipo del gran delantero que fue Andriy Shevchenko. Muy poco para resistir a una España que fue ambiciosa, voraz, ofensiva y que impuso condiciones de principio a fin para adueñarse del partido.

Hernán O’Donnell

Pierre Gasly dominó la “segunda carrera” y se llevó el Gran Premio de Monza

Todo cambiò en la vuelta 25; cuando Charles Leclerc se fue de pista, chocò de forma violenta contra la zona de protecciòn y se rompieron las barreras; ahí se detuvo la competencia, se debió parar y acabó lo que hasta entonces era una carrera unilateral, con el dominio claro del Mercedes de Lewis Hamilton y algunos resbalones en la performance de sus seguidores; le había sucedido a Bottas y a Verstappen, que tuvo problemas serios en el motor y debiò abandonar mientras que Ferrari veía otra vez quedarse sin sus pilotos en la competencia, tras la deserción de Sebastian Vettel y el feroz despiste de Charles Leclerc.

Después de esa vuelta 27, se volvió a la pista, para dar un giro y acomodarse para largar por segunda vez y darle paso a una nueva carrera, así comenzò otro Gran Premio, con una salida rápida de Lewis, la excelente partida de Gasly y Lando Norris, en tanto Stroll se pasaba de largo en una curva y perdía posiciones.

Hamilton, que debía cumplir una penalización de 10″ por haber entrado a boxes cuando estaba la luz roja, paró en esa vuelta 29 para cumplir la sanción y cayó al fondo del pelotón; aprovechó Pierre Gasly para tomar la delantera en tanto los Haas de Raikkonen y Giovanazzi se ubicaban en la segunda y tercera posición. Luego, por lógica, se quedaron y detrás de Gasly se puso Carlos Sainz, en tanto Lance Stroll en la vuelta 47 se colocaba en el tercer lugar.

“Es una alegrìa grande, no tengo palabras; este equipo hizo tanto por mí, me dio la oportunidad, pude tener mi primer podio con ellos y ahora ganar; es un día espectacular”, dijo el francés que consiguió volver a poner a su pais en lo más alto de las ubicaciones desde la última victoria que fue de Olivier Panis en 1996. Para Pierre Gasly fue una jornada espectacular.

Porque todo se definió en la “segunda carrera”. La conducción de Gasly fue prolija y contundente, igual que el trabajo de Alpha Tauri. El trabajo de Carlos Sainz fue para el elogio, igual que Lance Stroll y Lando Norris quien ya tiene toda la temporada para el recuerdo. Màs atràs llegaron Bottas, Daniel Ricciardo y séptimo Lewis Hamilton, que efectuó una tremenda remontada para pasar del 17 lugar al 7 en esa segunda parte. Ocon, Kwyat y “Checo” Pérez conformaron los puestos restantes de la zona de puntuación.

Pero todas las palabras y las emociones quedan para el francés Pierre Gasly, quien se llevó su primer triunfo luego de un gran esfuerzo, una conducción soberbia y los duendes de la Fórmula 1 que lo acompañaron para que viva esa enorme y dulce sensación de subirse por primera vez al escalón más alto de un podio.

Hernán O’Donnell

Inglaterra cantó victoria en un final emocionante

Todo sucedió en la agonía. Porque el partido fue monótono, previsible, unilateral. Inglaterra tuvo la pelota, la hizo circular, la condujo con precisión, dominó en el territorio a Islandia, pero le faltó “chispa” para desnivelar. Y lo consiguió en el cierre del juego, cuando ya se habían completado los noventa minutos reglamentarios y nos metíamos en el tiempo adicional.

Allí se resolvió el pleito. Porque en la última bola del tiempo legal, llegó un tiro de esquina de Alexander-Arnold desde la derecha, El tiro bien pasado, el remate de Sterling y la mano de Ingason tras arrojarse para desviar el tiro del delantero de Manchester City; el balón le pegó en el codo, y el árbitro no dudó en sancionar la falta dentro del área local. Penal en el minuto final y Sterling que convierte con un tiro al medio a los 90’ para que Inglaterra se adelante 0-1.

Pero aquí no terminaba el partido, aunque muchos creíamos que así era. Pero se lanzó con todo Islandia al ataque y Joe Gómez cometió un tonto penal tras agarrar al delantero cuando ingresó al área a buscar el pelotazo local. Penal y Bjarnason que asumió la responsabilidad, pero su tiro se fue arriba del travesaño e Islandia se perdió la oportunidad de igualar a los 90+2’ del partido.

Inglaterra se abrazaba así a una victoria justa, apretada sí, pero por la que había hecho muchos méritos. Trabajó el juego, movió la pelota, la hizo circular y procuró generar acciones de peligro a través de la movilidad de sus hombres más creativos, pero falló en el armado final, en tanto Islandia se agrupó muy bien en bloque, trabajó el partido con mucho espíritu de lucha y tuvo siempre presente que debía mantener el conjunto bien corto, con pocos metros entre sus defensores y atacantes.

La visita crecía desde el fondo; con la salida por los laterales, Walker y Trippier, para abordar desde allí acciones ofensivas. Mejor este último en cada intervención, luego el trío Sterling, Sancho y Foden procuraba darle el mejor destino al balón, pero chocaba con el orden defensivo local y la tarde apagada de Harry Kane, que jugó un primer tiempo interesante, pero en el segundo se diluyó hasta ser reemplazado. A los 63′ tuvo una llegada precisa con un tiro libre de Trippier que Ingason desvió al corner. Islandia era un conjunto abroquelado y concentrado en su tarea; cuando produjo la primera variante, a los 66′, y A. Sigurdsson entró en lugar de J. Thorsteinsson, se animó un poco más. Porque el ingresado mostró algún atrevimiento, un poco de manejo y una disposición a la aventura en ataque. Pero igual era la visita la que manejaba el trámite. Y para profundizar, Ings entró por Froden a los 68′. Aún cuando a los 70′ se fue expulsado Walker y quedó con un hombre menos continuó el dominio inglés; entonces, el DT Southgate decidió que ingresara Alexander-Arnold por Sancho, a los 72′ para cubrir ese lateral e hiciera la banda con una mezcla de buena salida y también marca, como acostumbra el lateral derecho de Liverpool.

Pero costaba lastimar y entonces Kane, que había desmejorado, dejó su lugar a los 77′, para que lo reemplazara Greenwood.

Y así llegó el final. Cuando todo parecía diluirse en un insulso 0-0. Cuando se empezaba a jugar el tiempo de descuento; cuando todo parecía concluído. Por eso el fútbol es y será siempre el más hermoso de todos los deportes. Porque parecía terminado, luego era de Inglaterra, Islandia tuvo la chance de empatar y no lo pudo lograr. Todo, en los cuatro minutos agregados. Para celebrar la magia de este bendito deporte.

Porque cuando todo parecía terminado, en su presentación en el Grupo 2 de la Liga “A” de la UEFA Nations League, Inglaterra se abrazó a una victoria estimulante.

Hernán O’Donnell

Edin Dzeko le puso un freno a la recuperación de Italia

Le dolió mucho la eliminación a la última Copa del Mundo de la FIFA-Rusia 2018; en realidad, fue un sacudón en el mundo del balompié, una sorpresa para todo el planeta fútbol. Nadie podía entender que sucedía, y a la Italia futbolera y opulenta, la que levantó ¡cuatro veces! la Copa Mundial, quedar afuera de ese Campeonato le dolió hasta el infinito. Y el mundo quedó boquiabierto. Una suerte de conmoción futbolística que desató una crisis y el punto de partida para el relanzamiento, la refundación de su fútbol y la búsqueda de volver a ser una de las grandes potencias futolísticas, esas que son respetadas y temidas con el solo hecho de mencionar su nombre o que aparezca su camiseta en un campo de juego. Se fue tras esa Competición Preliminar el entrenador Ventura y asumió Roberto Mancini, quien brilló como delantero en la Sampdoria, conquistó el Scudetto con el equipo genovés en 1992, formó una dupla de ataque trascendente con Gianluca Vialli y fue parte del seleccionado que salió tercero en el Mundial en su casa, en 1990. Luego jugó en Lazio y en el Leicester de Inglaterra.

Dirigió a equipos muy importantes como Fiorentina, Lazio, Inter, Manchester City y luego de dirigir al Zenit de San Petersbugo, llegó a la “Nazionale”. Y emprendió con entusiasmo esta nueva etapa.

Tuvo una buena participación en la primera edición de la UEFA Nations League, mantuvo la categoría y ganó los 10 partidos de su zona de clasificación a la EURO 2020.

Uno de sus rivales fue Bosnia y Herzegovina, a quien había batido 2-1 de local y 0-3 de visitante en ese clasificatorio. Y le tocó debutar en esta UEFA Nations League en el Estadio Artemio Fancchi, en Florencia.

El primer tiempo casi se podría pasar de largo; fue livianito, con el dominio de Bosnia inicial, en los primeros quince minutos, más por su intención de ir a buscar el partido que de generar situaciones concretas. Después se acomodó el local, a partir de la movilidad de Lorenzo Insigne y el empuje de Sensi, pero no tuvo más que la posesión, el traslado prolijo y una media vuelta de Belotti como llegada más importante; el visitante se desdibujó después de ese cuarto de hora inicial, y dependía de Dzeko, figura y capitán, para armar algo que se asemejara a una maniobra ofensiva.

En el complemento se armó el partido. Creció en intensidad y tuvo un poco más de emoción, amén de la llegada de los goles. A los 51′ Insigne tuvo un buen remate que tapó Sehic, el arquero de Bosnia; de contra, se fue Hodzic por izquierda, sorteó la salida de Donnarumma y su tiro, con un ángulo muy cerrado y difícil, pegó en el palo derecho del arquero del Milan.

Y a los 56′ Bosnia y Herzegovina llegó al gol; corner desde la derecha, la bajada de cabeza de Sunjic y Dzeko de media vuelta lanzó un buen tiro cruzado que se convirtió en el 0-1 en Florencia.

Con el marcador en contra, se despertó Italia. A los 62′ un tiro libre desde la derecha fue rechazado por la defensa visitante y el balón le quedó a Barella, pero el remate del volante de Inter fue controlado por Sehic. Pero pronto llegó a la igualdad.

Iban 66′ de juego cuando se produjo el desborde por izquierda y Sensi sacó un remate fuerte, que se desvió en un defensor para descolocar al arquero; así llegó el 1 a 1 para tranquilidad de Mancini.

Italia movió el banco a los 72′ con los ingresos de 72′ N. Zaniolo en lugar de F. Chiesa y de Ciro Immobile en reemplazo de A. Belotti; el equipo tuvo más frescura en ataque e insistió por desequilibrar el marcador, pero le costó ante una defensa que se cerraba y apostaba al ímpetu de Dzeko para generar contragolpes; así, las llegadas más peligrosas, al final las tuvo la visita: a los 82′ Visca se fue solo y salvó Donnarumma. A los 89′ el contragolpe lo encabezó Besic, la defensa tardó en tomarlo y el bosnio se fue solo ante el arco local, pero su disparo salió al lado del palo izquierdo de Donnarumma. No hubo tiempo para más. Italia tuvo más el balón, pero le faltó profundidad, imaginación y creatividad para generar situaciones de peligro. No pudo continuar con su serie larga de victorias, pero mantuvo el espíritu y a pesar de este freno, vive el tiempo de la recuperación.

Hernán O’Donnell