Atlanta sigue encerrado en su laberinto

Otro empate de local, el cuarto consecutivo sin abrir el marcador y ya son seis las fechas que se acumulan sin obtener la victoria. El equipo de Erviti se encerró en un laberinto del que no puede salir. Tiene la intención de jugar bien, por abajo, de respetar el estilo y de llegar con prolijidad al arco contrario. pero se queda en intenciones, en un voluntarismo que a veces choca con la intrascendencia. Ante Mitre mostró esa idea, pero no la pudo ejecutar a pleno y redondeó una actuación con pocas luces, que pudo haber sido una victoria porque tuvo algunas situaciones claras de gol, pero la producción en general no satisfizo.

Atlanta salió decidido bajo el sol cálido de un invierno que no pareció tal el último sábado. Con los laterales bien adelantados, Leonardo Flores y Ramiro Fernández por derecha e izquierda respectivamente, los tres zagueros, Alan Pérez, Valentín Perales y Martín García se posicionaron bien cerca de la media cancha y se ofrecieron como salida permanente. Pero les costó encontrar socios, que las maniobras trasciendan. Casazza no era eje de circulación, Federico Bizans iba pero no profundizaba y Ochoa Giménez estaba demasiado retrasado, más ocupado en ayudar a Casazza que en conecatrse con Pedrozo o Colombini.

En eso estaba el local cuando Mitre tuvo su primera llegada; a los 16′ Juarez cortó un pase a García, armó el contragolpe y habilitó a Cérica, quien se fue al área y su disparo se fue apenas alto. El conjunto de Santiago del Estero se armó de atrás para delante. Dos líneas de cuatro bien cerradas y cercanas, en tanto Juárez y Cérica buscaban espacios para armar ataques con peligro.

El equipo local tuvo una chance a los 38′, cuando un corner de la derecha de Fabricio Pedrozo cruzó el área y por izquierda surgió Alan Pérez, pero su remate fue atajado por Joaquín Ledesma, arquero visitante.

Para el segundo tiempo, Erviti determinó tres modificaciones en el equipo de Villa Crespo. Cristian Cuenca entró por Casazza, Gabriel Ramírez reemplazó a Ramiro Fernández y Santiago Solari ingresó en lugar de Fabricio Pedrozo. El equipo se paró con línea de cuatro, Gaby Ramírez por delante de los centrales Pérez y Perales, Solari y Cuenca bien abiertos por la derecha e izquierda, respectivamente. Por el medio, Nacho Colombini, y Bisanz y Ochoa Giménez como internos con llegada.

A los 57′ Martín García robó un balón en posición de ataque, cedió a Cuenca, y su remate fue sacado por Ledesma con un gran vuelo. A los 59′ fue Perales el que ganó en un anticipo, abrió a la derecha para Solari, el centro al medio y el remate final fue salvado por Rodrigo Tapia en la línea del arco visitante.

Y siguieron los cambios; a los 60′ Hernán Tifner entró en lugar de Basualdo para reforzar el medio juego de Mitre. A los 62′ Lucas Ríos ingresó en lugar de Federico Bisanz en el equipo local. Y Atlanta volvió a tener una chance.

Fue a los 64′, tras un desborde de Cuenca, el centro rasante y el remate de Colombini fue atajado por Ledesma sobre la línea. A los 66′ vino el segundo y último cambio visitante: Matías Donato entró en reemplazo de Ezequiel Cérica.

Pero Atlanta siguió; con más ímpetu que fútbol, con más empuje que elaboración. A los 68′ probó Ríos de media vuelta y el balón se fue alto. Mitre tuvo una chance a los 72′ con un centro cruzado y la aparición de Donato, cuyo disparo salió cerca pero un poco alto.

Todo se pudo complicar a los 79′, cuando un pase de Ramírez a su arquero quedó corto y Tello debió arrojarse para contener el balón, con lo cual Echavarría sancionó el correspondiente tiro libre indirecto para Mitre. Pero la visita no lo supo aprovechar y la ejecución se fue muy alta.

Fue la última chance de una tarde hermosa de sol, pero apagada de fútbol. Atlanta no pudo salir de su laberinto de empates; no pudo abrir el cerrojo que le propuso la visita y las oportunidades que construyó no las pudo concretar. Chocó con la pared de Mitre y otra vez vio que se le escaparon dos puntos en Villa Crespo.

Hernán O’Donnell

Tampa Bay, amo y señor del trofeo más anhelado

Dicen que un rayo nunca cae dos veces en el mismo lugar, Tampa Bay Lightning demostró ser la excepción que confirma la regla. Tras una actuación sensacional durante toda la fase eliminatoria, el equipo de la bahía logró una hazaña que solo los Pingüinos de Pittsburgh habían alcanzado en el siglo XXI, ser bicampeones consecutivos en la NHL.

Desde el primer juego contra las Panteras de Florida hasta el juego 5 ante los Canadienses de Montreal, Tampa Bay hizo uso de su mentalidad de campeón y su gran resiliencia para arrasar con todo rival que se enfrentase. La primer serie, ante Florida, fue la más competitiva y en la que Tampa se asentó y dejó en claro que no se conformarían con el campeonato obtenido en el 2020 en la burbuja de Edmonton. Les había quedado una cuota pendiente que era tener a su público presente en el estadio y qué mejor manera de compensar que dándole a la ciudad de Tampa, su tercer campeonato de la NHL. Se acerca el verano y en la bahía de Florida no escasean los motivos de celebración.

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La foto que Tampa tenía pendiente; jugadores, dirigentes, entrenadores, la copa y las tribunas colmadas / @NHL

Andrei Vasilevskiy: El ruso infranqueable

Sería imposible y absurdo explicar la consagración del Lightning, sin hacer hincapié en su guardameta. Ganador indiscutido del premio Conn Smythe, otorgado al jugador mas determinante en los Playoffs, el arquero ruso acaparó la atención de todos por sus fantásticas salvadas y la seguridad que transmitía a su equipo. Esta misma intranquilizaba a los rivales y los desmoralizaba, así facilitando la tarea del resto de su equipo para derrotarlos. En todos los partidos de Tampa Bay, sin importar el contrincante, la sensación general era que Lightning anotaba con facilidad y poseía la suerte del campeón, mientras que sus rivales siempre debían dar más del 100% para vencer la guardia de Vasilevskiy. Los ataques ganan partidos, las defensas ganan títulos y arqueros como Andrei Vasilevskiy obtienen bicampeonatos.

Por supuesto, adelante del portero hay un equipo repleto de estrellas y jugadores ( como Brayden Point, Steven Stamkos ,Nikita Kucherov y Victor Hedman) con el potencial de hacer de cualquier disco una amenaza concreta al arco rival. También, hay defensores arduos y duros de roes que dejan el cuerpo en cada choque, sin importar quien esté enfrente. Montreal llegó a la final sin que nadie lo esperase y dejando en el camino a grandes rivales, como Vegas Golden Knights en la semifinal. Se sabía era un equipo fuerte, con velocidad y un arquero maravilloso. Sin embargo, Tampa Bay lo borró del mapa. Se adueñó completamente de la serie y movió los hilos a su gusto. En ningún momento le dio oportunidad al equipo canadiense, le ganó la batalla física, táctica y la psicológica. Todo lo que Montreal tenía, Tampa hizo que lo pierdan. Los golpearon más fuerte, fueron más rápidos (con y sin posesión) y ante un arquero como Carey Price, le anotaron 17 goles mientras que Vasilevskiy solo concedió 8.

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El capitán, Steven Stamkos, alza la tan preciada copa bajo una lluvia de bebidas alcohólicas. /@TBLightning

Arrollador y apabullante son adjetivos adecuados para describir la postemporada de Tampa Bay. Dejaron afuera a sus rivales estatales en primera ronda y le provocaron dudas respecto a su arquero (en la serie de 6 partidos, jugaron 3 porteros), eliminaron al campeón divisional, Carolina Hurricanes, neutralizándolos por completo. Al durísimo equipo de New York Islanders, lo vencieron en 7 juegos y le anotaron 8 goles en el juego 5 a pesar de ser un equipo defensivo. Montreal fue en los papeles el rival mas accesible pero debido a como resultaron los pronósticos anteriores, respecto a los Canadiens, se le tenía más respeto.

Los Playoffs de la NHL, son de los mas duros y competitivos, gran porcentaje de los jugadores arrastran lesiones y las tratan de cualquier manera para no perderse la acción. Es cuando terminan estas eliminatorias, cuando salen a la luz los detalles e historias de las heridas que estos guerreros poseen sin dejarlas ver. El trofeo Stanley es pesado y suele levantarse por jugadores con hombros dislocados y tantas otras lesiones que pierden importancia cuando se trata de ganarlo todo y tener el nombre grabado en la copa y en el Salón de la Fama. Por todo esto, y la dificultad inicial del deporte, es que lo acontecido en la noche del 7 de julio del 2021 es tan impresionante. A pesar de las polémicas y todo lo que se pueda debatir, hay una verdad irrefutable en el panorama de la NHL y es que Tampa Bay Lightning es el merecido bicampeón y el rival a batir en la temporada entrante. ¿Estaremos presenciando la creación de una dinastía, conducida por Jon Cooper? Ya habrá tiempo para teorizar, por el momento solo se debe felicitar a Tampa Bay y esperar con ansías a octubre, y el inicio de una nueva temporada con ilusiones renovadas.

Federico O’Donnell

Inglaterra encontró en un penal que no fue el triunfo que merecía

Toda la mística de Wembley, la “Catedral del Fútbol”. Toda la pasión de un pueblo futbolero por excelencia, orgullosos de ser los creadores del “beautiful game”. Toda la expectativa de una semifinal de EURO, el torneo de selecciones más atrapante después de la Copa Mundial de la FIFA. Toda la alegría de un estadio lleno de gente, de música y color a la epsera de un choque vibrante. El local, Inglaterra, con el peso de la historia, la obligación de jugar en casa y la ilusión que despierta un equipo que desde la Copa Mundial de la FIFA-Rusia 2018, no para de crecer. Y Dinamarca, otra vez con el traje de cenicienta, como en aquel verano del ’92, cuando accedió a la EURO-Suecia 1992 por la deserción de Yugoslavia, que debido a su inestable situación política no pudo participar, y Dinamarca fue designada sustituta por haber terminado segunda en el mismo grupo de la fase de clasificación de la EURO. Entonces, siempre se lo recordó así, entró por la ventana, y salió por la puerta grande de los vencedores. Esta vez, en una semifinal ante el local, los boletos estaban todos comprados en favor de su rival. Pero el traje de héroe siempre les gustó a los daneses.

La confianza en Inglaterra estaba por las nubes. 4 a 0 a Ucrania en los cuartos de final, un equipo ensamblado, al margen de la decisión de Southgate de reemplazar a Sancho por Saka, y la ilusión de jugar una final en Londres. Todo estaba dado para un gran partido.

Y el primer tiempo fue vibrante. Inglaterra salió a jugar a toda velocidad, con la dinámica de Phillips en la mitad de la cancha, la apertura por los costados a través de Saka y Sterling y el enlace de Mount con Harry Kane para generar peligro. Pero ese furor duró unos diez minutos; hasta que Dinamarca se pudo acomodar, con tres centrales firmes, Christensen de mayor salida que sus compañeros, y Kjaer para respaldar a todos. Stryger y Maehle buscaban alinearse con los volantes medios, Hojberg y Delaney, en tanto los tres delanteros, Braithwaite, Dolberg y Damsgaard se juntaban con los volantes cuando Inglaterra atacaba. porque el equipo danés no tenía prejuicios; si el balón era del local, se replegaban los laterales para formar una línea de cinco, los hombres de costado, Braithwaite y Damsgaard se metían en la línea media y solo quedaba Dolberg como punta de lanza. 5-4-1, para desplegarse a la hora de conseguir el balón.

Y así tuvo un par de llegadas, hasta que abrió el marcador. A los 24′ Damsgaard probó con un tiro cruzado y el balón pasó por delante del arco inglés. Y a los 29′ el propio Damsgaard metió un fabuloso tiro libre que se metió bien arriba, lejos del alcance de Pickford, que significó el 0-1 para Dinamarca.

A Inglaterra se le llenó el cuerpo de preguntas. Confundió juego con velocidad, y apuró el ritmo, aunque encontró en Kane un toque de serenidad para armar las jugadas que lo llevaran al empate. Y así ocurrió a los 39′, con un desborde de Saka por derecha, el centro al borde del área chica, la aparición de Sterling casi bajo el arco y Kjaer, que en su afán de despejar, metió el balón contra su valla. 1 a 1, y fin de la primera parte.

Inglaterra fue otra en el complemento. Se despertó y lo jugó con todas sus luces. Más dinámico fue el local a partir de la levantada de Phillips, el volante de Leeds que se adueñó del centro del campo y organizó el juego, con la habilidad de Mount, la potencia de Kane y las trepadas de Shaw y Walker por los costados. A los 54′ tuvo una chance muy clara, con un centro de Mount, un cabezazo potente, certero y bajo de Maguire y Schmeichel tapó bien con una estirada fenomenal.

Repitió Mount a los 63′ y tapó el arquero danés. A los 66′ se vivnieron tres variantes en la visita; Poulsen entró por Damsgaard, Norgaard ingresó en reemplazo de Dolberg y Wass en el medio campo entró por Strygger. Southgate, en tanto, determinó su primera variante a los 68′, cuando el habil Jack Grealish ingresó en reemplazo de Saka.

Y creció el local hasta sostener unos veinte minutos finales de dominio exclusivo del juego. Manejó el balón, volcó el trámite al campo danés y acumuló situaciones de gol.

A los 72′ remató Mounty Schmeichel sacó al corner. A los 79′ Phillips probó desde afuera y su remate se fue alto. Dinamarca metió otro cambio a los 87′ cuando Jensen ingresó por Delaney. Y al final hubo otro cabezazo de Maguire que controló bien el arquero visitante, a los 90+4′ en tanto a los 90+6′ Kane no pudo conectar un centro de Grealish que al final despejó Kjaer.

El alargue volvió a tener a Inglaterra como principal protagonista desde el inicio. A los 94′ llegó muy bien Harry Kane por derecha y su disparo fue sacado por la pierna derecha de Schmeichel, y a los 95′ vinieron dos cambios muy importantes para el local: Henderson entró en lugar de Rice y el joven Foden reemplazó a Mount. Y ambos se mostraron muy activos; se metieron bien pronto en el partido, sobre todo Foden, que se convirtió en el socio de Grealish para la creación.

Así, a los 98′ Foden habilitó a Grealish quien sacó un tremendo disparo que Schmeichel sacó con un golpe de puños. A los 103′ llegó la jugada (controvertida) del partido. Sterling se metió por derecha, entró al área y cuando iba a sacar el centro, ante una pierna cruzada de Vestergaard, se dejó caer. No se observó falta, pero el árbitro entendió que sí y sancionó el penal que Harry Kane ejecutó Schmeichel rechazó y Kane, de rebote, a los 104′ marcó el 2 a 1 para Inglaterra.

Dinamarca, enseguida, metió su última variante: Wind por Vestergaard, a los 105′ de juego. Para el comienzo del segundo tiempo de la prórroga, Southgate hizo otro cambio: Trippier por Grealish, para sumar marca y lucha en la defensa.

El segundo período de la prórroga fue otro partido. Inglaterra se refugió en su campo, se ordenó hacia atrás y le cedió el control a Dinamarca. Con Henderson y Phillips en el patrullaje de la mitad de la cancha, Inglaterra se sostuvo a partir de ese orden y la inteligencia de Kane para aguantar la pelota en cada ataque.

Dinamarca sintió el paso de los minutos y apostó al pelotazo. Con el sacrificio de Maehle, Braithwaite, Poulsen y Wass, intentó con más vergüenza que fútbol. Y el local jugó a la posesión los últimos cinco minutos del alargue. Toque y toque para sostener el resultado, ante un Wembley exultante.

La verdad estará el domingo en la gran final ante Italia. Inglaterra celebró la clasificación con fervor, en un partido que mereció ganar con claridad, pero que, con el tiempo, deberá hacer olvidar ese penal cuestionable.

Hernán O’Donnell

La CONMEBOL Copa América 2021 ya tiene su primer finalista

La Copa América ya tiene a uno de los protagonistas de la gran final en el Estadio Maracaná a jugarse el próximo sábado. Estaban todos los boletos puestos en Brasil y el local no defraudó.

Fue dominante en el arranque, de punta a punta, con un primer tiempo espléndido, en el que supo saltear cada barrera que lo propuso el equipo de Ricardo Alberto Gareca. Brasil salió a buscar el boleto a la final con mucha determinación, sostenido en la firmeza de Marquinhos, la experiencia de Thiago Silva, la pujanza de Casemiro y el talento asociado de Lucas Paquetá y Neymar. En el ataque Richarlison se distinguía y todo se volcó a favor de la escuadra de Tite desde el inicio. Más allá de los cinco defensores, con dos laterales y tres zagueros casi en línea, porque Trauco y Corzo se ubicaron muy cerca de los centrales. Y si bien Tapia y Yotún se las arreglaron para batallar en el centro del campo, Cueva y Lapadula no podían, más allá de algunos destellos, generar peligro.

A los 7′ Richarlison habilitó a Neymar, y su disparo se fue un poco alto. A los 12′ Casemiro ejecutó con mucha fuerza un tiro libre lejano que Pedro Gallese detuvo en dos tiempos, tras rebotar en su pecho en primera instancia.

Se volvió a lucir el arquero de Orlando City a los 18′ cuando tuvo una doble tapada fenomenal; primero ante la aparición de Neymar, y Gallese con el pecho rebotó su disparo a quemarropa y luego desvió el rebote que había tomado Richarlison.

Hasta que a los 34′ Brasil abrió el marcador, con un buena jugada de Neymar, quien en el área pudo sortear la marca de cuatro hombres, pasar el balón atrás y Lucas Paquetá marcó con un tiro fuerte y al medio el 1 a 0 para Brasil.

No hubo mucho más en el primer tiempo, salvo cinco minutos adicionales para varias interrupciones que había habido en ese período.

En el segundo tiempo, Gareca decidió hacer dos cambios en Perú:  M.J. Lopez ingresó por M. Trauco y ya quedó como lateral izquierdo en una línea de cuatro, porque Raziel Garcia, volante con características ofensivas, ingresó por el zaguero central C. Ramos. Una línea de cuatro defensores, tres volantes adelante con García por la izquierda, más adelante Cueva y Peña, y Lapadula de centro atacante. Perú presentaba la pirámide, 4-3-2-1, y pronto iba a avisar que el DT había acertado, con una escapada rápida de Lapadula y un remate que tapó Ederson a los 48′, en una clara posibilidad. Volvió a llegar a los 52′ con otra jugada colectiva que finalizó con un disparo de García que salió desviado.

Y fue Perú el que tomó el protagonismo del segundo tiempo. Brasil cedió campo y pelota, se tomó un descanso y propuso el engaño, eso que saben hacer hasta en la playa, que está en la esencia del jugador brasileño. Te hace creer que les podés ganar. Pero ojo, porque cuando aceleran…y lo pueden hacer en cualquier momento, en cualquier partido.

A los 69′ vino el primer cambio de Brasil; Everton Ribeiro reemplazó a Everton. Gareca determinó el tercer cambio de Perú en su primera ventana: Carlos Lora, lateral de Sporting Cristal reemplazó a Corzo, con lo cual se modificaron los dos marcadores de punta a los 74′ de juego.

Brasil tuvo su primera llegada en el complemento a los 78′, con un centro de Renan Lodi que se cerró y Pedro Gallese contuvo en su ángulo superior izquierdo. Enseguida llegó el cuarto cambio en la segunda ventana de Perú; Ormeño ingresó en lugar de Cristian Cueva, a los 80′. Y de ahí vino un centro en el que Ederson pasó de largo y el cabezazo de Callens salió desviado.

Tité se guardó las variantes para el final, y en la segunda ventana metió tres modificaciones: Militao por Renan Lodi en la defensa, Fabinho por Fred en la contención del centro del campo, y Vinicius Jr por Richarlison en el ataque. Todos a los 84′ de juego. Ricardo gareca hizo su quinto cambio en la tercera ventana visitante, a los 88′ y Tavara entró en reemplazo de Tapia.

No hubo más emociones. El quinto cambio de Brasil en la tercera ventana local: Douglas Luiz entró en lugar de Lucas Paquetá a los 90+2′. Y todo se cerró sin más sobresaltos. Brasil pasó a la final con tranquilidad, sin descollar, con un primer tiempo espléndido y uno en el que bajó la persiana para aguardar el choque definitivo.

Hernán O’Donnell

Jugaron y lucharon, pero Tristán Suárez y San Telmo no se sacaron ventajas

Fue un partido intenso, luchado, por momentos jugado. Con muchas ganas de ambos lados, con vocación ofensiva, sin la presión del descenso (por ahora) y con ribetes para destacar. San Telmo se paró bien adelante y comenzó al mando del partido, sin embargo la primera llegada con posibilidades fue del local, a los 4′ con un tiro libre de Brian Miranda que pegó en el travesaño de Alan González. A los 7′ volvió a tener una chance el equipo de Aníbal Biggeri, con un tiro de esquina desde la derecha que peinó Martínez y el balón pasó cruzado y apenas desviado.

San Telmo contó con una chance clarita a los 18′ cuando Amilivia se fue derecho al arco local y su tiro salió un poco abierto. El “Candombero” se apoyaba en el talento de Lucas Melgarejo, la sabia experiencia de Ramiro López, y la férrea defensa, en tanto Tristán Suárez se movía al compás del buen pie de Franco Quiroga, la habilidad de Miranda, el empuje de Brítez Ojeda, la velocidad de Bruno Giménez y la potencia del “Tanque” Alexis Domínguez.

En ese duelo, los dos se repartían el momento del control del juego. Volvió a tener una chance el local a los 22′ con un cabezazo de Nicolás Pantaleone que salió afuera. Y a los 37′ Ramiro López aprovechó un balón que le quedó para su zurda y sacó un disparo desde lejos que se fue abierto del poste izquierdo de Lugo, el arquero local.

El segundo tiempo ganó en intensidad y llegaron las emociones. A los 53′ Brian Miranda aprovechó un balón que Toledo quiso jugar y le rebotó a un compañero; la pelota fue hacia el volante local, quien remató al arco, pero contuvo González. A los 55′ hubo otra situación para Suárez, pero sacó Salina en la línea. Y respondió Telmo con una buena jugada colectiva que terminó con un pase a Rueda, solo cuando entraba al área grande. Tenía todo para definir, pero la salida rápida de Lugo tapó su remate, cuando iban 57′.

Después empezaron los cambios. Primero, Gabriel “El Chino” Sanabria por Franco Quiroga, a los 60′ en el local. Y enseguida Biggeri dispuso otras dos variantes en Suárez; Enzo Arreguín por Bruno Giménez y Maximiliano Brombillo en lugar de Melillo, ya a los 69′ de juego.

El “Pato” Frontini metió el primer cambio de su equipo a los 71′, cuando Gaston Ada entró en lugar de Melgarejo. Estaba un poco mejor San Telmo en ese inicio del complemento, como lo había estado en los primeros minutos del partido. Y sin embargo, en una llegada a fondo, el local abrió el marcador.

Brombillo abrió a la derecha para el pique de Enzo Arreguín, este fue al fondo, metió el centro y Domínguez le peleó la pelota que el defensor David Achucarro parecía controlar. Pero el “Tanque” fue fuerte, le ganó el esférico y giró rápido para rematar. vencer a Alana González y marcar el 1 a 0 a los 72′ de juego.

Los técnicos jugaron su partido y cada uno hizo un cambio a los 76′. Biggeri determinó que Matías Muñoz ingresara por Brian Miranda, para darle más lucha y recuperación a la zona central con un volante de marca por uno de creación en el equipo local, en tanto Frontini puso al delantero Rodrigo Depetris por el defensor Claudio Salina, en un cambio de neto corte ofensivo.

Tristán Suárez se acomodó en el juego, se paró de contra y empezó a mostrar una imagen de construcción del resultado. Sin embargo, el “Candombero” fue al ataque. Con vértigo y una cuota de nervios, aunque López aportaba serenidad para buscar la igualdad sin desesperarse. Y llegó casi sobre el cierre del partido. A los 83′ hubo un tiro libre para la visita que ejecutó el volante López y el balón pareció pegar en la mano de Tomasssini, aunque no fue claro. Pero el árbitro Jorge Broggi lo vio así y sancionó el tiro penal, que ejecutó Ramiro López a los 85′ con un tiro suave, a la izquierda de Rodrigo Lugo, quien había ido al otro palo. 1 a 1 y poco tiempo más por jugar.

Pero quedaban cosas en la libreta que la crónica merece mencionar. a Los 86′ se produjo el tercer cambio en San Telmo, también era la tercera ventana, con lo cual agotó ahí Frontini la última chance. Y entró Rodrigo González por Rueda.

Tristán tuvo una oportunidad a los 90+1′ con una jugada de izquierda a derecha que finalizó con la habilitación a Enzo Arreguín y su tiro fue controlado por Alan González, y a los 90+4′ Rodrigo Depetris estrelló su remate en el travesaño de Lugo, en otra oportunidad muy clara para la visita.

Fue un empate entretenido y con emociones de principio a fin. Tristán Suárez y San Telmo lucharon y jugaron, no se scaron ventajas y el empate les quedó bien, aunque ambos hayan lamentado no sumar de a tres para trepar en las posiciones.

Hernán O’Donnell

Las manos de Sommer brillaron, pero las de Simon le dieron justicia a la clasificación de España

Un partido larguísimo, que parecía España lo iba a resolver a lo largo de los noventa minutos reglamentarios, luego la sensación fue que la “Roja” estuvo siempre cerca de ganar en la prórroga, pero las manos del arquero Yann Sommer impidieron una y otra vez que España se adelantara en el marcador . Y todo se resolvió por la vía de los penales.

A los 8′ se adelantó el equipo de Luis Enrique con un gol en el que el desvío en Zakaría le dio la oportunidad de ponerse 0-1. Y allí el equipo español intentó manejar el balón, darle circulación y tener el control del juego con su clásico estilo de posesión.

Fue importante Pedri en la conducción y en la distribución. Koke para darle vitalidad a la mitad de la cancha. Azpilicueta y Jordi Alba siempre listos para subir y adelante Morata, asistido por Sarabia y Ferrán Torres preocupaban a Suiza. Claro que los de Vladimir Petkovic mostraron lo suyo. La velocidad punzante de Shakiri, el trajinar de Zuber y el peligro que siempre lleva Seferovic.

A los 23′ se lesionó Breel-Donald Embolo y fue reemplazado por Ruben Vargas, en tanto el equipo se agrandó en los diez minutos finales de la primera etapa y forzó un par de situaciones ante el arco de Unai Simon.

España salió al segundo tiempo con una variante; Dani Olmo ingresó en lugar de Pablo Sarabia. Y le dio más aire al equipo. Ya a los 49′ ejecutó un centro que Koke elevó de cabeza; era un aviso, aunque Suiza estaba viva y a los 51′ Shakiri ejecutó un corner cerrado, casi olímpico, que pasó muy cerca del primer palo y a los 53′ Gerard Moreno entró por Morata.

Suiza insistía y a los 67′ llegó al empate; un rechazo de Laporte rebotó en la espalda de Pau Torres y el balón le quedó a Freuler, quien se la pasó a Shakiri y el delantero de Liverpool definió bien ante la salida de Unai Simon. 1 a 1 y volver a empezar.

España fue para adelante como lo marca su historia y a los 76′, cuando se fue expulsado Freuler, ya el partido quedó definido: El conjunto ibérico al ataque y los suizos refugiados con dos líneas de cuatro y un delantero que flotaba por delante de ellos. Entonces Sommer apareció en la tarde/noche de San Petersburgo. Porque Petkovic pretendió reforzar la zona del medio y decidió dos modificaciones a los 81′ de juego: D. Sow entró por X. Shaqiri y M. Gavranovic por el centro atacante, H. Seferovic. Sobre el cierre del partido, Suiza realizó una nueva variante, Fassnacht por S. Zuber y España reemplazó a Koke por Marcos Llorente. Y para comenzar el alargue, Oyarzábal, el talentoso volante de la Real Sociedad de San Sebastián.

En la prórroga comenzó el show del arquero Sommer. Suiza retrocedió, de modo peligroso, en tanto España puso toda la artillería en el campo rival. A los 100′ fue Gerard Moreno el que exigió a Sommer y el arquero respondió. Enseguida Oyarzábal enganchó desde la derecha, sacó el zurdazo abierto y otra vez surgió el arquero de Borussia Mönchengladbach para desviar el balón. Suiza hizo dos cambios a los 101′: K. Mbabu entró en lugar de S. Widmer y F. Schar reemplazó al defensor D. Zakaria. Poco después, Oyarzábal repitió esa jugada, casi calcada, a los 105+1′ y volvió a atajar Sommer.

España sumaba una y otra llegada. A los 110′ Busquets abrió a la izquierda para Jordi Alba, el centro fue para Dani Olmo y el remate del delantero de RB Leipzig fue atajado por Sommer.

A los 112′ Thiago Alcántara reemplazó a Pau Torres y otra chance tuvo la “Roja”: a los 115′ Busquets lo tuvo de cabeza tras un buen tiro de esquina y Sommer se quedó con la pelota. Lo último para destacar fue el cambio de Rodri por Pedri a los 118′. Y los penales, que tejieron una historia increíble.

Siempre creemos que lo mejor es empezar en la serie de remates, porque da la sensación que existe una chance más. Que si uno erra el primero, siempre el rival debe patear y allí hay otra oportunidad. Que siempre se tiene la primera chance para marcar diferencias. es sutil, pero una pequeña difrencia, mínima si se quier, pero que España la pudo aprovechar.

Porque Sergio Busquets estrelló el primer remate en el palo derecho de Sommer, que se había arrojado al otro lado. Y, sin embargo, España no pareció abatida, más allá de que Gavranovic marcó el suyo y puso el 0-1 para Suiza en los penales.

Convirtió Dani Olmo con un remate tremendo al ángulo y el encuentro quedó 1 a 1 en la segunda serie porque Unai Simon le atajó el remate a Schar. Debía aprovechar Rodri, para adelantar a su selección, pero volvieron a aparecer las manos de Sommer y ahora era Suiza el que tenía la chance. Pero Schar no fue eficaz, volvió a atajar Unai Simon y llegamos a la cuarta serie con el marcador ¡1-1! en los penales.

Pateó el cuarto de España Gerard Moreno y esta vez fue gol; 2-1. El turno de Rubén Vargas y la presión de convertir para no dejar a España Match-Point en la quinta serie. Y Vargas le entró muy abajo y fuerte y el disparo salió arriba del travesaño español.

Ahí estaba la ventaja de patear primero; pudo remontar dos veces los penales errados y quedaba en la quinta serie con dos oportunidades. La de convertir primero, y si no podía, la de evitar el hipotético quinto remate de Suiza.

Pero fue Mikel Oyarzábal el encargado y con toda la categoría del mundo marcó el 3 a 1 y desató el festejo loco de España que llegó a las semifinales con mucho sufrimiento, pero con una dosis necesaria de justicia.

Hernán O’Donnell

Los Pumas empiezan la gira ante un ilusionado Rumania

Facundo Gigena, Julián Montoya (C) y Enrique Pieretto; Marcos Kremer y Tomás Lavanini; Pablo Matera, Francisco Gorrissen y Rodrigo Bruni; Tomás Cubelli y Nicolás Sánchez; Juan Imhoff, Jerónimo de la Fuente, Matías Moroni y Santiago Cordero; Emiliano Boffelli. Estos son los quince jugadores que arrancarán el sábado, a las 14.50 hs de nuestro país, el partido frente a Rumania en Bucarest, en el inicio de una gira que comprenderá luego dos Test-Match ante Gales.

“A lo largo de la historia, Rumania siempre tuvo muchos jugadores en Francia, de hecho todos los años jugaban un partido Rumania vs Francia y alguna vez, creo, han llegado a ganar. Ahora tienen un poquito menos de jugadores, los ha reemplazado Georgia, pero siempre hubo jugadores allí. Sus características son físicas, como los equipos del Este europeo, muy valientes y acostumbrados a las batallas”, declaró sobre el rival del sábado.

“El desafío es jugar nuestro mejor rugby, ser humildes, tener mucha ambición, afrontar el desafío. Debemos construir en confianza, energía, identidad. Y tenemos que respetar el proceso de trabajo”, dijo Mario Ledesma, Head Coach de Los Pumas.

Crédito: UAR

Sobre la identidad del equipo y el trabajo, el entrenador señaló: “Se presentó bastante complejo; este año fue tan difícil como el anterior, al que llegamos con 33 jugadores al Rugby Championship. Por la pandemia la situación fue la misma; lo complejo es el armado, sobre todo desde lo físico. En cuanto a la identidad, lo peligroso es creer que es algo adquirido, creer que con un “chasquido” de dedos ya está. Y la verdad es que es una “semillita” que hay que regarla todos los días, hay que recordarla todos los días, aunque parezca forzado. Hoy hablamos mucho de como generamos energía dentro del grupo, como generamos confianza. No digo que arrancamos de cero, pero siempre hay que trabajarlo”. Y en cuanto a la forma de trabajar y preparar al equipo, ante tantas dificultades, señaló: “Les mandamos mensajes en cuanto a como queríamos defender, como queríamos atacar, la manera de hacer el line out, empezamos a hacer reuniones con jugadores que dejaban de competir con sus clubes, la idea era que ellos hicieran los deberes y los trajeran masticados, para la hora de trabajar ya supieramos lo que queríamos. No tenemos que dejarnos llevar por las expectativas sino por el proceso”.

“Algunos chicos llegan con el cansancio del fin de la temporada, pero hay energía, hubo un reencuentro muy emocionante. Los argentinos en eso somos un poco distintos, estuve en otros seleccionados y se vive de otra forma”.

“Hay mucho puestos peleados. En la tercera línea, el centro de la cancha, los tres del fondo…es difícil elegir, hay muchos jugadores de mucha calidad, es un lindo problema para tener”, respondió sobre la definición del equipo.

“Nosotros no nos medimos sobre si somos potencia o no, estamos muy ocupados en nuestro trabajo. Andy (Robinson, el Head Coach de Rumania), es un gran entrenador y nos han tratado bárbaro, de hecho varios miembros del staff fueron a comer con ellos el otro día, y nos han recibido muy bien, jugaremos en un estadio hermoso, pero bueno, esas cosas de la “potencia” a veces se dicen para delegarle la presión al otro equipo, es común en nuestro ambiente”, aclaró.

Allí están Los Pumas, frente al primer gran desafío del año. El choque ante Rumania, para que el público del rugby vuelva a ver a la camiseta más querida.

Hernán O’Donnell

Atlanta mantiene su estilo, pero no puede salir del empate

El Campeonato de Primera Nacional no da respiro. Esta temporada 2021, con dos zonas que dividen a 35 equipos, 17 en una y 18 en otra, se presenta apasionante, pareja, equilibrada y con sorpresas a la orden del día. Atlanta es uno de los equipos que sueñan con el ascenso y tiene argumentos para pensar en ello. Pero surgen obstáculos en modo permanente. Y en los últimos tiempos muchas barreras se interpusieron en el camino entre Atlanta y la punta. Cinco partidos consecutivos sin ganar, cuatro empates, tres de ellos de local y 0-0, una derrota en Carlos Casares ante Agropecuario y esta tarde fue Alvarado de Mar del Plata el equipo que le frustró la ilusión y que incluso pudo llevarse algo más en la última bola de la fría tarde de Villa Crespo.

No hubiera sido Justo, porque Atlanta fue un poco más a lo largo del partido, aunque el equipo de Mar del Plata también contó con situaciones favorables. Esta vez, el equipo de Walter Erviti presentó un esquema táctico diferente al habitual. Tres zaguerso centrales adelante del arquero “Pancho” Rago: Alan Pérez, Valentín Perales y Martín García. Los laterales ubicados en una línea media, Leonardo Flores y Mauro Luque. Agustín Bolívar como volante central, Joaquín Ochoa Giménez de enlace y arriba Santiago Solari, “Nacho” COlombini y Fabricio Pedrozo.

El conjunto de Walter Coyette ubicó una línea de cuatro con Juan Alsina, Julián Vitale, Irazoque y Darío Cáceres. Santigo González como volante por derecha, La “Bomba” Navarro por el medio, a su izquierda Sebastián Jaurena y adelante Ezquiel Vidal, Joaquín Méndez y Marcos Astina, quien se retrasaba a colaborar con los volantes cada vez que hacía falta.

A los 10′ llegó Atlanta con un corner de la izquierda que García no pudo conectar y Pedro Fernández, el arquero visitante, controló sin problemas. respondió Alvarado a los 15′ con una pared entre Cáceres y Vidal, pero el “Oso” Méndez no llegó al remate; y de contragolpe, Nacho Colombini se fue solo, pero su disparo fue bien tapado por la salida eficaz de Fernández, quien despejó el balón con su pierna izquierda. Volvió a tener una chance Alvarado a los 23′ con un tiro libre de Vidal que Irazoque cabeceó apenas desviado.

Después Atlanta se afirmó un poco más en el control del juego y tuvo un par de ocasiones claras. A los 29′ Perales lanzó un pelotazo largo para Pedrozo, y el ex jugador de San Lorenzo metió un pase cortado para la entrada solitaria de Santiago Solari, quien desde posición inmejorable, solo, frente a la salida de Fernández, elevó su remate por encima del travesaño.

Y volvió a tener una situación favorable el local a los 39′ cuando Fabricio Pedrozo ejecutó un tiro de esquina desde la derecha y Valentín Perales metió un cabezazo que pasó al lado del palo izquierdo de Fernández. Sobre el cierre, a los 45′, el “Oso” Méndez volvió a tener una chance, en una entrada libre, pero le psuo bien el cuerpo Perales, lo movió y su disparo salió desviado.

En el complemento los dos equipos se presentaron sin modificaciones. De entrada, a los 46′, Santiago González recibió solo por derecha, sacó un remate fuerte, al primer palo y Juan Francisco Rago sacó el balón al corner. Respondió el local con un tiro de esquina a los 51′ que Pérez cabeceó un poco alto.

Atlanta se había parado bien adelante en el campo de juego, en tanto la visita apostaba a la contra, sin resignar ambiciones. Pero el “Bohemio” trataba de mandar. Se desprendía Perales por el medio, a veces tanto que Bolívar quedaba parado como el central del medio y Valentín como el volante central. Se invertían los roles. Buscaba por el costado derecho con Flores, creación con Ochoa Giménez, velocidad con Solari, pero no alcanzaba profundidad. A los 65′ llegó la primera variante y fue por el lado del visitante; Juan Rivolta reemplazó a Darío Cáceres.

Y Atlanta tuvo una clarísima a los 67′, con un corner de la derecha y el cabezazo limpio de Pérez que Pedro Fernández despejó con un vuelo fenomenal. A los 72′ debió salir Luque, tras un choque de cabezas con Vidal que lo dejó un poco mareado y lo reemplazó Sebastián Riquelme, en la primera modificación local.

Luego, a los 75′, Walter Coyette determinó dos variantes en el elenco de Mar del Plata. Manazza entró en lugar de Astina y Espíndola reemplazó a Joaquín Méndez. Tuvo una oportunidad más el local con un tiro libre que Fernández, a esa altura, la figura del partido, despejó con una mano y repsondió Alvarado a los 81′ con un disparo de Sebastián González que pegó en el travesaño de Rago, aunque muchos creímos que su objetivo era lanzar un centro, pero el balón tomó un efecto raro y casi se mete en el arco local.

El conjunto de Erviti siguió en la búsqueda de los tres puntos y contó con una nueva oportunidad a los 84′. tras una escalada de Santiago Solari por derecha, el pase al medio para Riquelme, el hermano de Román buscó la mejor posición y sacó un buen tiro que desvió Fernández con un vuelo magnífico.

Y la última fue para la visita; iban 90′ cuando Alvarado metió una gran jugada, en la que Vidal habilitó a Manazza con un pase entre líneas que lo dejó solo ante Rago, pero la slaida perfecta del arquero local tapó el disparo del joven visitante y el rebote le quedó a González, quien envió un tiro alto y así desperdició la visita su última chance.

Atlanta dejó pasar otra posibilidad. No pudo quebrar el cero, tal como le había sucedido ante Deportivo Maipú de Mendoza y Quilmes, sus dos últimas presentaciones de local, y con esta igualdad lleva tres empates consecutivos 0 a 0 en casa. En el medio, cayó ante Agropecuario y empató con Tigre. El equipo mantiene el estilo y esos es muy valioso y elogiable, pero extravió la senda de la victoria y eso le impide acomodarse mejor en la tabla. Tiene muchas cualidades como para volver a ser.

Alvarado tuvo demasiados problemas para conformar el plantel para este encuentro, entre lesionados y una cantidad importante de contagiados en el equipo, pero tuvo sus oportunidades y mostró vergüenza para medirse ante uno de los mejores equipos de la categoría y se llevó un punto que supo celebrar.

Hernán O’Donnell

Argentina avanzó con una goleada al paso

Fue el partido que imaginaba la “Cátedra”, el que se relató antes de jugarse, el de las diferencias marcadas. Argentina salió, como siempre, a llevarse por delante a su rival, y vaya si lo hizo. Pero esta vez se encontró con un adversario un poco más débil que el resto del los rivales anteriores y sacó una ventaja amplia en el primer tiempo que le permitió conducir el juego con mucha serenidad.

A los 2′ tuvo la primera llegada, un desborde de Alejandro Gómez, el remate de Agüero y Lampe que tapó el disparo a quemarropa. El rebote le quedó a Angelito Correa y otra vez el arquero boliviano impidió la caída de la valla. Y luego, a los 5′ llegó la apertura del marcador, una jugada bárbara de Correa, recostado sobre la derecha, el pase a Messi volcado a la izquierda y la habilitación a Gómez, para que el “Papu” definiera por emboquillada y marcara el 0-1, pues Bolivia ofició de local en el “Arena Pantanal” de Cuiaba.

Argentina fue dueña del primer tiempo. Con una presión constante de sus volantes más retrasados, Palcios y Guido Rodríguez, una tarea encomiable de Angel Correa para la elaboración de juego, la habilidad de Gómez y la experiencia y jerarquía de Messi y Agüero. Demasiado para Bolivia, que trataba de apoyarse en Justiniano, desprenderse con Ramiro Vaca y atacar con Chura. Pero no podía con una defensa firme, que además de sostenerse en Martínez y Pezzella, tenía una salida permanente con el “Huevo” Acuña.

A los 31′ aumentó Lionel Messi de penal, y ya con el 0-2 la incógnita era a cuanto podía aumentar el resultado. Bolivia tuvo su primera llegada a los 38′ con un disparo lejano que tapó Franco Armani y a los 41′ Leo Messi convirtió el tercer gol de Argentina ante la salida de Carlos Lampe, que no podía detener toda la artillería que le tiraban. Entonces, con ese 0-3 se terminó el primer período.

Los dos equipos salieron a disputar el segundo tiempo sin modificaciones. Y con la misma tesitura; Argentina con la pelota, el manejo sereno y con buena circulación, para abrir espacios y encontrar los caminos libres hacia el arco de Lampe. Bolivia cautelosa, a la espera de no perder la brújula ni exponerse a una goleada catastrófica. Con dos líneas de cuatro replegadas y atentas a cubrir todos los espacios.

A los 55′ vino el primer cambio para la Argentina; Julián Alvarez ingresó en lugar de Alejandro Gómez.

Y, de pronto, cuando nada hacía sospechar que algo iba a pasar, Leonel Justiniano se proyectó por derecha, fue al fondo, sacó un buen centro y Saavedra metió un remate alto que dejó inmóvil a Armani y el encuentro quedó 1-3 para la “Albiceleste”.

César Farías tenía tres variantes decididas para su selección y tras el gol de descuento, a los 60′ determinó que J. Sagredo ingresara por B. Cespedes, Henry Vaca lo hiciera por J. Chura y R. Ramallo entrara en lugar de G. Alvarez. Enseguida se abrió la segunda ventana de cambios de Argentina y a los 62′ Lautaro Martínez entró en lugar de Sergio Aguero y Giovanni Lo Celso ingresó por Angelito Correa, hasta ese momento, la figura de la cancha.

Y como parecía la noche de reencuentros y reivindicaciones, Lautaro volvió a abrazarse al gol, tras una maniobra por izquierda en la que Acuña recibió de Messi, lanzó el centro, el desvío de la defensa le cayó a Montiel, quien pateó al arco, rechazó Lampe y en el que encontró el rebote final para marcar el 1-4 a los 64′.

La sensación de partido terminado también pareció transmitirla el entrenador argentino, Lionel Scaloni, porque a los 70′ decidió usar la tercera ventana y las dos últimas modificaciones: Leandro Paredes reemplazó a Guido Rodriguez y Nicolás Dominguez entró por Exequiel Palacios.

Argentina dio por cerrada la cuestión. Había sacado una ventaja importante y ya no tenía más apremios que hacer circular la pelota, mover al rival y esperar el final del encuentro. Tuvo una chance con un tiro libre de Messi, a los 76′, que Lampe controló abajo; luego tuvo otra Julián Alvarez a los 77′ que se desvió en un defensor y Lampe controló arriba.

Diego Wayar ingresó por Fernández en Bolivia, cuando ya iban 80′ de juego. Y a los 84′ Moisés Villarroel ingresó en lugar de Erwin Saavedra, para cerrar las variantes del equipo de Farías. Y al final, a los 90+1′ Messi pudo convertir, pero su remate seco y al primer palo fue desviado por Carlos Lampe con la pierna derecha al corner.

Pero todo había terminado, casi desde el arranque. La Argentina cerró la primera fase de grupos en lo más alto de la tabla con una goleada al paso y ahora espera por Ecuador, a la hora de la verdad.

Hernán O’Donnell

En la agonía de un partido controvertido, Laferrere se llevó una victoria impensada

Pintaba para partido entretenido, pero de a poco se apagó, las buenas intenciones quedaron a un lado y entre la intrascendencia del segundo tiempo y el final controvertido, polémico y discutido, quedó un partido “caliente”, con un desenlace imprevisto.

Deportivo Laferrere consiguió el triunfo en el “Coliseo del Bajo Belgrano” cuando ya el partido terminaba y parecía que Excursionistas se quedaba con la victoria. Pero el fútbol tiene estas cosas, estas sorpresas y esa indefinición hasta que suena el silbato final. Por eso es el deporte más lindo del mundo, el más apasionante y el que despierta más fervor. El local había sido un poco más en el primer tiempo, salió a atacar en el complemento y al cierre parecía tenerlo controlado. Pero sucedieron varias situaciones que modificaron el resultado final y ya vamos a contarlas. Lo cierto es que se le escurrió el triunfo como el agua entre los dedos y la alegría viajó para Ciudad Evita.

El partido comenzó con buen ritmo, con Excursionistas a paso firme, a la búsqueda del arco rival, con la dinámica de Nahuel Arias, la velocidad de Ivan Müller, el talento de Matías Morales y el respaldo que da la experiencia de Patricio Roldán en el centro de la cancha. Aí logró abrir el marcador a los 11′, tras un centro de Morales y el remate de Rodrigo Faust para marcar el 1 a 0.

Pero iba a durar poco, porque “Excursio” mostró esa cara que se reitera a lo largo de las fechas; un equipo que ataca bien, pero que tiene falencias a la hora de defender, y Deportivo Laferrere las supo aprovechar, porque de un centro de la derecha Gustavo Fernández marcó el 1 a 1, cuando iban 12′ del partido.

El partido ganó en intensidad y emociones, y a los 17′ el local tuvo una situación para aumentar: tiro libre a fovor que ejecutó Diego Molina, y el balón fue rechazado entre las manos del arquero Mitre y el poste izquierdo. Respondió Laferrere con un remate alto de Ríos que Cajal desvió con un vuelo espectacular. Y enseguida llegó el segundo gol de Excursionistas, con un penal ejecutado por Nahuel Arias que puso el partido 2 a 1 a los 27′ de juego.

Reaccionó Laferrere y a los 30′ Ríos disparó un tiro libre que otra vez cortó Cajal con un gran vuelo. Y a los 35′ otro tiro de pelota detenida, esta vez desde la izquierda, volvió a ser desviado por el arquero local.

La visita inició el complemento con una variante; Campostrini ingresó en lugar de Castro. Pronto tuvo que recurrir a una segunda variante, por la lesión del zaguero Cafferata y lo reemplazó Diego Gómez. Excursio salió a buscar, con las líneas adelantadas, a la caza del tercer tanto que le diera mayor tranquilidad. Allí estaba cuando la visita sufrió la lesión del recién ingresado Campostrini, quien dejó el campo en camilla y fue reemplazado por Gabriel Bravo, a los 61′ de juego.

El “Villero” buscaba y a los 65′ tuvo una buena llegada con el “Colo” Müller, quien quedó de espaladas al arco y debió definir de taco, que fue controlado por Mitre. A los 71′ Segundo entró por Rodrigo Faust, un cambio posicional: centrodelantero por centrodelantero.

Hasta que llegó el cuarto de hora final, los fallos discutidos, la intensidad aumentada del juego y un desenlace que no estaba en los planes de nadie. A los 76′ se fue expulsado el zaguero local Gutiérrez Arango por foul sobre Rosetti, en una decisión que pareció exagerada. El verde necesitó rearmar la defensa y antes de que se ejecute el tiro libre para Laferrere, Guaricuyu entró por Arbello, a fin de reponer un hombre en la línea de cuatro defensores. El tiro libre de Rosetti pegó en el poste derecho local, luego Cajal atrapó el rebote y ahí el partido cobró otra emoción.

“Lafe” hizo el último cambio a los 80′, con el ingreso de Faillace en reemplazo de Santiago López. Y “Excursio” también refrescó al equipo a los 83′, con el ingreso de Miguel López por Matías Morales y de Jantus por el “Pato” Roldán. El Verde del Bajo Belgrano estaba en inferioridad numérica y el plan era refrescar el medio juego para pelear allí y salir rápido de contra.

Pero el destino le tenía preparada una sorpresa y no muy agradable. A los 90′ llegó el pelotazo al área, la aparición del “Tortuga” Fernández y su aprovechamiento del balón que no pudo retener Cajal para marcar el 2 a 2. El local, que no estaba conforme con el árbitro por la expulsión de Gutiérrez, ahora reclamaba una posición adelantada en el tanto del empate.

Pero no todo estaba concluído; Excursio fue con lo que tenía y Laferrere se encontró con espacios para buscar el tercero, que llegó tras un centro de Ríos, el “Tortuga” Fernández chocó con Molina y el balón le quedó a Faillace quien remató fuerte y señaló el 2-3 para Leferrere a los 90+5′ de juego.

En pocos minutos el partido pasó de un equipo a otro. Excursio lo tenía, pero la expulsión de Gutiérrez lo dejó con un hombre menos y las dificultades lógicas que eso conlleva. Laferrere no bajó los brazos, y al final encontró la victoria cuando pocos sospechaban que lo lograría.

Hernán O’Donnell