Ya está. Lo dijo el DT, Lionel Scaloni. Se acabó el tiempo de las pruebas, ahora es el momento de la definición del plantel y del equipo titular. La Argentina ya tiene en mente las eliminatorias de la Copa del Mundo de la FIFA-Qatar 2022 y muy cerquita la CONMEBOL Copa América Argentina Colombia 2020. Por eso los partidos de noviembre, Brasil y otro por confirmar, serán para la consolidación definitiva del plantel.
El empate ante Alemania y la goleada sobre Ecuador quedaron atrás. El DT ya piensa en lo que viene. “La gira fue positiva. Se dio lo que buscamos: que los jugadores sumen minutos y demuestren que pueden jugar con esta camiseta; me emociona como sienten la casaca Argentina, el compromiso que han demostrado”, señaló Scaloni.
“En todas las giras nos fuimos satisfechos; esta tiene el valor delos rivales; la selección siempre estuvo bien, más allá de los resultados. lo que buscamos es conformar el plantel, al márgen de los resultados. Hay calidad, hay muchas cosas positivas y las cuestiones a corregir las evaluaremos junto al cuerpo técnico”, resumió el entrenador.
Algo parecido a lo que sintió el capitán, Germán Pezzella: “Demostramos muchas ganas de estar acá. Siempre es positivo ganar, porque te permite trabajar con más tranquilidad”.
Y agregó: “Todo sirve para crecer: después del primer tiempo con Alemania estábamos preocupados, pero tuvimos la capacidad de revertirlo; ante Ecuador, dimos otro paso adelante”.
Las voces fueron de satisfacción y esperanza. Argentina resolvió otra gira con buenos resultados, los arqueros casi definidos (Armani, Marchesín, Andrada), varias apariciones para tener muy en cuenta (Lucas Ocampos, Lucas Alario), la certeza de algunos futbolistas consolidados (Marcos Acuña, Germán Pezzella, Lautaro Martínez, Leandro Paredes) y el regreso de dos estrellas indiscutidas como Sergio Agüero y Lionel Messi, que pronto se sumarán al equipo. Un estilo versátil y varias maneras de jugar. Un conjunto preparado.
La esperanza y la tranquilidad. Dos valores que ha ganado el equipo de todos.
A los 19′ llegó el corner desde la izquierda, Lucas Alario se elevó en un ramillete de futbolistas en la zona del punto del penal, esa ubicación preferida de los cabeceadores cuando llegan los centros de pelota quieta para poder conectar con potencia y una distancia adecuada, y su golpe con la frente encontró la salida apurada de Ortíz, arquero de Ecuador y abrió el marcador en Elche, España.
Argentina se ponía 1 a 0 y abría (o cerraba) el partido.
El equipo de Scaloni se liberó; había pasado una pequeña zozobra con el tiro libre de Sornoza a los 5′ de juego, que se desvió por la barrera y pasó muy cerca del travesaño. Luego, Ecuador casi no tuvo llegadas.
El balón fue propiedad de Argentina. El control exclusivo era de Leandro Paredes, quien distribuía por todo el campo. Atrás tocaba con Pezzella y Kanemann, por afuera buscaba a Acuña y Ocampos, por adentro se asociaba con De Paul o Alario…Argentina se adueñó del partido y empezó a sumar goles. A los 26′ llegó el segundo, Acuña recibió solo por izquierda, entró al área. intentó sacar un centro y su remate se desvió en Espinoza, para entrar al arco de Ecuador y sellar el 2 a 0.
Poco proponía el equipo de Jorge Célico. Le costaba mucho tener la pelota, menos podía progresar en el campo, y quedaba sometido al ritmo de Argentina. A los 31′ llegó el tercero. Desborde de Acña, centro al área chica, Martínez entraba para definir, y el zaguero Aimar lo taló en los tobillos. Claro penal que convirtió Paredes, tras una pequeña discusión con Martínez, quien quería patearlo, hasta que se zanjó la diferencia con el gol del volante central y el posterior abrazo entre ambos.
Sin mayores inconvenientes, el primer tiempo se cerró con el 3 a 0 para la albiceleste.
En el complemento, la Argentina se distrajo unos cuantos minutos. Tal vez porque no se acomodó rápido a los cambios, o porque el resultado de modo inconsciente lo relajó, lo cierto es que Angel Mena clavó un hermoso tiro libre al ángulo superior izquierdo que sorprendió a Marchesín, a los 48′ y achicó la diferencia a 3-1. Dybala había entrado por Martínez, luego Nico Domínguez por Alario y la Argentina pasó a jugar sin un “9” claro de referencia, aunque el delantero de Juventus era quien más aparecía por ese lugar.
Se retrasó la Argentina y dividió el balón. Le costó quince minutos acomodarse al segundo tiempo. Perdía en la mitad de la cancha. la defensa extravió la solidez y se repitieron algunas infracciones y amonestaciones para los hombres del fondo. No se parecía al equipo de la primera parte, hasta que a los 65′ llegó el gol de Pezzella de cabeza tras un tiro libre y el 4 a 1 ya fue liberador.
Ahí la Argentina sintió lo mismo que en el primer tiempo, cuando abrió el marcador y empezó a acumular goles de diferencia. Que el resultado no corría ningún peligro, a los sumo habría que acertar cuál iba a ser el marcador final, por cuántos goles se llevaría la victoria. Y fue decidido al ataque, a meter al rival en su arco y jugar lo más alto posible.
Ingresaron Vargas y Guido Rodríguyez en la mitad de la cancha, Saravia en el alteral derecho, Balerdi por Pezzella en el rol de primer zaguero central…Argentina tenía el momento para probar futbolistas.
Y al final, aceleró y alimentó una goleada por peso específico.
Una hermosa jugada colectiva derivó en un centro atrás para la entrada de Nicolás Domínguez, quien sacó un remate muy bien ejecutado de arriba hacia abajo, bien pegado al palo derecho y a los 81′ la “Albiceleste” se estiraba al 5 a 1.
Y no sería lo último. Una jugada por derecha, el rebote en Ortíz y desde un ángulo muy cerrado Lucas Ocampos pudo convertir el sexto gol argentino. Iban 85′ y el 6 a 1 sería el marcador definitivo.
La Argentina armó una goleada sostenida en una buena actuación colectiva e individual ante un adversario de tono menor. No es para descorchar ni creer que es la primera potencia del mundo; la medida del rival también pesa en el análisis del partido. Pero tampoco es para despreciar. Debía ganar, quizás hasta con una buena diferencia, y lo hizo. Cumplió con creces lo que le pedía el compromiso. Estuvo más que a la altura. Dejó mucha cosas buenas, positivas. Y, la más importante, el equipo se arma desde lo grupal y lo individual, sin pausas en un crecimiento constante que alimentan la ilusión de la patria futbolera.
El año que viene comienza la Competición Preliminar de la Copa del Mundo de la FIFA-Qatar 2022, y la Argentina y Ecuador ya nos adelantan lo que va a ser una competencia dura, equilibrada, con varios países que pretenden el boleto para la cita máxima. Porque a los candidatos naturales, Argentina, Brasil y Uruguay, debemos sumar a Chile, Perú, Colombia, Ecuador, Paraguay y también a Venezuela que ve cada vez más cerca la posibilidad de debutar en un Mundial de Fútbol. Tal vez Bolivia sea el único que se encuentra rezagado y con muy pocas chances de clasificarse, pero esto es en los papeles. Cuando empiece a rodar el balón, también ellos querrán subirse al tren de la esperanza.
En unas horas juegan en Elche, España, los seleccionados de Ecuador y la Argentina. “Va a ser un compromiso muy grande, tenemos que dar una alegría a la gente el domingo, porque se han vivido y se viven días difíciles en el país”, dijo el DT de Ecuador, el argentino Jorge Célico. ” vamos a concentrarnos y motivarnos en eso, jugamos por nosotros y nuestra gente”.
El Dt argentino, Lionel Scaloni, confirmó el equipo titular, aún con muchos cambios con respecto al que igualó frente a Alemania en Dortmund 2 a 2.
“El equipo para mañana irá con Agustín Marchesín; Juan Foyth, Germán Pezzella, Walter Kannemann, Marcos Acuña; Nicolás González, Rodrigo De Paul, Leandro Paredes, Lucas Ocampos; Lucas Alario y Lautaro Martínez”, aseguró el entrenador.
“Queremos un equipo ofensivo, que llegue al área con mucha gente. Me gustaron Ocampos y Alario, el otro día, y quiero verlos un poco más. También a Nico González, que es un jugador interesante. Ya empieza a acabarse la época de las pruebas, ya viene el momento de las decisiones”, comentó Scaloni en la conferencia de prensa previa al choque deportivo.
“Es el último partido para sacar conclusiones, los dos que jugaremos en noviembre los vamos a hacer en función de las eliminatorias. Ahí ya queremos definir el equipo. Esperamos que salga todo bien, queremos ver que hagan lo que pedimos, después el resultado es importante, pero tenemos que ver esas cosas”, añadió.
“Messi y Aguero estarán en la próxima llamada; Leo no vino por la suspensión y Aguero no está al 100 por ciento en lo físico, se entrena difrenciado en su club”, sostuvo.
Ecuador realizó dos entrenamientos en España, por la mañana del sábado, y otro a la tarde, aunque las prácticas más intensas las hizo en su país los días lunes y martes. En medio de la crisis del país, el equipo viajó dividido en grupos: algunos lo hicieron vía Alicante, otros por Madrid y otros por Barcelona.
Todo está listo. La Argentina y Ecuador se miden en España, en un anticipo de todo lo que se va a jugar a partir de marzo del año que viene, cuando comience el camino para llegar a la próxima Copa del Mundo.
República Checa acordó cambiar su nombre. Será Chequia, tal como lo determinó un comité constitucional y a partir de ahora habrá que acostumbrarse a esa nueva denominación. También a su fútbol, a su voluntad y al partido que pudo revertir en Praga para vencer a Inglaterra y alcanzarlo en la punta (con un partido más jugado) en el Grupo “A” por la clasificación. Inglaterra mantiene las características que mostró en la Copa del Mundo de la FIFA-Rusia 2018, continúa con la conducción serena y estudiosa de Southgate, transita con la misma convicción el camino hacia la EURO. Y entre los dos armaron un lindo partido.
A los 4′ lo engancharon a Sterling en el área y el penal bien sancionado fue convertido por Harry Kane abrió el 0-1. Poco había sucedido y llegaban las emociones.
Y enseguida llegó la igualdad: tremendo remate de Coufal que Pickford desvió con una mano al corner; de ese tiro de esquina desde la izquierda del ataque de República Checa, Celustka conecta hacia la derecha y aparece el otro central, Jakub Brabec para señalar el 1 a 1 a los 8′ de juego.
El partido tomó color y calor muy rápido. República Checa tenía la pelota, pero no podía progresar porque Inglaterra le oponía una resistencia en todas las líneas. parado 4-3-3, los delanteros Sancho, Kane y Sterling eran los primeros en obstruir la salida de la defensa local, que movía el balón de un lateral al otro, pero al no encontrar espacios para el pase a los volantes optaban por el pelotazo largo que se perdía en los costados o en la defensa visitante.
Tampoco prosperaba el fútbol inglés, entonces el partido se equilibraba. Darida, del Hertha Berlín, el centrodelantero del RB Leipzig, Patrik Schick y Jankto, de la Sampdoria, buscaban generar fútbol para el local; cuando lograban sortear la línea de volantes, el peligro se arrimaba al arco visitante. Era un poco más el local en la primera media hora, pero no tanto como para volcar el resultado a su favor.
Pasados los 30′ de juego, Inglaterra se soltó un poco más. Adelantó líneas y explotó la velocidad de Sancho, extremo derecho del Borussia Dortmund, quien marcó un surco por su banda, por su rapidez y habilidad. Fueron más firmes Henderson y Rice para recuperar y el encuentro se equilibró en la mitad de la cancha, aunque no hubo grandes situaciones frente a los arcos y la primera etapa concluyó con el 1 a 1 que había nacido.
Creció Inglaterra en el segundo tiempo. Se animó más. Una buena acción combinada derivó en una habilitación de Kane a Sterling quien entró solo, pero no pudo sortear la salida rápida de Vaclick, el arquero local que actúa en Sevilla. Iban 56′ y el partido ganaba ritmo; la visita se animaba y Masopust contestaba con un gran remate alto que Pickford sacó al corner a los 58′. El clima se contagiaba en Praga y se encendía un complemento con mayor vibración. A los 62′ Kane lanzó otro gran pelotazo para Sancho que salvó Brabec cuando el peligro acechaba. Ya estábamos en el borde de la silla, contagiados por el fútbol.
A los 63′ Sterling largó un gran pase a Kane, que sólo y cuando entraba al área chica ante Vaclick, no pudo conectar. La respuesta local fue un cambio: Ondrasek por Schick.
En Inglaterra entraron Barkley por Mount y Rashford por Sancho para refrescar el ataque cuando llegábamos a los 72′ de juego.
La visita buscaba sumar una nueva victoria; el local también quería ir por los tres puntos. El partido era el beneficiado. y en ese contexto, Inglaterra mostraba más llegadas. Claro que República Checa tenía sus virtudes y una entrada clara de Kral, solo en el callejón del “8”, le permitió sacar un tiro fuerte y directo al primer palo de Pickford quien desvió al corner de manera brillante.
A los 80′ vimos otra posibilidad para los ingleses. Pase desde la derecha, entrada solitaria de Kane y Vaclick tapó con los pies lo que era el tanto de la visita. Kopic por Jankto en República Checa a los 82′. Y el final que llegaba abierto, impredecible.
Y a los 84′, una mala salida de Inglaterra en defensa, la recupera Coufal, el pase abierto a la derecha para Masopust, la entrada al fondo del área, centro atrás y Ondrasek, delantero de Dallas FC, desde el punto del penal sacó el tiro hacia el palo izquierdo de Pickford y marcó el 2 a 1 para el local.
Southgate tiró el último manotazo: Tammy Abraham, joven centrodelantero del Chelsea, adentro por Rice. Pero no alcanzó. El local se refugió en su campo y la visita llenó el área de centros, que chocaron con las cabezas de los defensores de Chequia. Y el triunfo quedó sellado, para la alegría de su gente y para que Europa empiece a conocer al nuevo nombre, Chequia, que mantiene el espíritu de su viejo fútbol, desde Checoslovaquia, luego República Checa y ahora la nueva denominación. Pero nada altera su pasión y viejo amor por la pelota.
Viene de una victoria grande e importante ante Alemania por 4 a 2 y ahora se anotó otra gran victoria ante Irlanda del Norte en su camino a la EURO 2020. Holanda se caracteriza por su tradicional forma de entender el juego: vistosa, elegante y atractiva. Y con esas premisas que vienen del fondo de la historia de Países Bajos, su verdadera denominación, intentó hacer una buena actuación en Roterdam, para encaminarse en el gran torneo que espera el continente: La EURO es, para el viejo mundo una competición que está apena un peldañito abajo que la Copa del Mundo. Es más, lo consideran casi un Mundial sin Brasil ni Argentina (y tal vez, Uruguay) pero fuera de esas ausencias, es un torneo que valoran muchísimo.
Holanda procuró jugar con sus características habituales. Buen traslado, buen manejo del balón, y toques constantes. Pero esta vez le costó mucho desplegarlo en el juego, imprimir sus mejores improntas en el terreno deportivo. Le costó imponerlo y sufrió casi todo el partido. Incluso, hasta parecía que podía perderlo, pero en los últimos 15′ revirtió el marcador hasta sellar una gran victoria por 3 a 1.
El primer tiempo fue de dominio local, aunque no pudo ser profundo ni generar demasiadas situaciones. Irlanda del Norte le opuso resistencia física, con mucho compromiso y solidaridad de sus jugadores. La visita, vestida de un celeste inusual, se multiplicó en defensa y ocupó los espacios con mucho criterio cada vez que tuvo que retroceder, una constante en la primera parte porque si quería ir a buscar chocaba ante Van Dijt y De Ligt, quienes se mostraron firmes y sólidos.
Países Bajos se paró bien cerca de la mitad de la cancha, y por los costados, con las trepadas de Dumfired y Blind, buscó abrir el campo y llegar a posiciones de gol. Pero le costaba progresar ya en el área, porque se acumulaban camisetas celeste y los delanteros quedaban ahogados. Wijnaldum y Dejong elaboraban juego interno, pero el problema era penetrar en una zona muy poblada y protegida.
Se fue el primer tiempo casi sin llegadas claras. Apenas dos centros que descolgó el arquero visitante, Peacock-Farrell, y un cabezazo forzado de Wijnaldum que el portero supo controlar. No hubo más que eso.
Irlanda del Norte había llegado a este partido acompañada de buenos resultados: 4 victorias producto de los enfrentamientos ante Bielorrusia y Estonia, a quienes venció de local y visitante y la derrota frente a Alemania, la colocaban al comenzar este juego como puntera del grupo “C”, y con buenas perspectivas ante los últimos partidos, aunque se los preveía difíciles: la revancha ante Alemania y los dos juegos con la vieja Holanda.
Se paró con un compacto 4-1-4-1 , con Lafferty arriba solo, como el llanero solitario. Los otros sabían que debían pensar siempre en volver cada vez que se iban al ataque. Y cumplieron el plan al dedillo en ese primer tiempo.
En el complemento, Irlanda del Norte buscó salir un poco más, adelantarse en el terreno, ser más incisivo. Pero sin arriesgar demasiado ni desproteger sus espaldas. Y en medio de la confusión que podía ganar al local, los que forman parte del reino Unido de Gran bretaña encontraron la apertur adel marcador tras un cabezazo de Maggenis a los 74′ y el gol que sorprendía a Roterdam: 0-1 y faltaba poco…
El DT local, el famoso Ronald Koeman, resolvió mover el banco y arriesgar. Adentro Malen y Luuk de Jong, delantero del Sevilla. Más fuerza en el ataque, más presencia en territorio enemigo, a adelantarse y a quemar las naves.
Se perdían goles, hasta que llegó una buena maniobra colectiva y Memphis Depay resuelve en el borde del área chica, entre varias piernas y con un remate de punta: 1-1 a los 80′ y la tranquilidad de conservar aunque sea un poroto.
Los Países Bajos fueron por más. Ya el juego estaba volcado en el campo visitante y cuando parecía que todo se cerraba, ya en el tiempo agregado, de Jong buscó un balón en el fondo, no pudo conectarlo bien, su tiro se fue hacia arriba, y cuando bajaba, en la puerta del arco, lo empujó con la punta del botín para señalar el 2 a 1 a los 90’…
La alegría y el suspiro fueron las reacciones lógicas del público local. Se salvaba la victoria, se lograban tres puntos cruciales y se revertía un marcador ante un equipo inferior en los papeles.
Pero aún quedaba un grito más en la noche. Ya no quedaba más tiempo, Irlanda del Norte salió a jugarse en el descuento y de contra Países Bajos armó una jugada rápida, coronada por Depay a los 90+3′, para señalar el definitivo 3 a 1.
Roterdam celebró al final. Un partido que se había complicado en el marcador, que era difícil de quebrar, que siempre lo tuvo como protagonista y que no perdió la paciencia ni el estilo. No pudo coronar una noche de brillo, pero ganó de manera justa y mostró un equipo con mucha madurez, una escuadra que crece y que se anuncia con un gran futuro.
Un clásico del planeta fútbol. Un derby mundial. Dos gigantes que se encontraron en la “Bombonera” de Dortmund para protagonizar una nueva versión de Alemania y Argentina, dos colosos del fútbol mundial.
El equipo de Scaloni salió con un esquema definido. La línea de 4 con Foyth, Otamendi, Rojo y Tagliafico. Dos volantes retrasados, Paredes y De Paul; una línea de tres volantes ofensivos: Pereyra, Dybala y Correa, y Lautaro Martínez como “centreforward” bien arriba.
Alemania planteaba un esquema similar, aunque con Waldschmidtt y Brandt ubicados por las bandas, con mayor vocación ofensiva para acompañar a Gnabry. Los dos se medían, se estudiaban, aunque algunas maniobras de Argentina nos ilusionaban con que podía llegar a lastimar al rival.
Pero enfrente estaba Alemania, y a pesar de tener muchos futbolistas nuevos, era el equipo de siempre, el de temer. Y en su primera llegada, facturó: Klostermann desbordó por derecha, lanzó el centro y Gnabry ganó en el área con un toque que desacomodó a Rojo, entró al área chica y con esfuerzo sacó un tiro cruzado que derrotó a Marchesín cuando iban 15′. El local se ponía muy rápido 1 a 0 adelante.
Y empezaba una tormenta: Marcos Rojo intentó un tunel en el medio, cedió el balón, apareció Klostermann por la banda derecha para encabezar una contra tremenda y furibunda. Cuando llegaba al área abrió a la derecha para Gnabry, quien envió un pase cruzado para la entrada libre de Havertz quien marcó con cierta comodidad el 2 a 0 cuando iban 21′ de juego…
A los 30′ Halstenberg metió un tiro libre, de zurda y buena posición sobre el margen derecho, al ángulo poste-travesaño superior izquierdo del arquero argentino, que devolvió el remate, en otra ocasión propicia para el local. A los 32′ llegó la mejor ocasión de Argentina: un tiro de media distancia de De Paul que pegó en el palo derecho de Ter Stegen. A los 34′ armó una buena maniobra la Argentina. Otamendi y el pase verticla a De Paul, este se la abrió a Pereyra, dos amagues y un buen centro que Correa no pudo conectar bien.
La Argentina pudo acomodarse un poco después de haber pasado 15′ de sofocones; los que van desde el minuto 15 al 30. Allí sufrió los dos tantos y varias ocasiones en las narices de Agustín Marchesín. pareció despertarse con el disparo de Rodrigo De Paul y la maniobra combinada que no pudo cerrar Angel Correa. Pero no mucho más; el fin del primer tiempo encontró el dominio sostenido del seleccionado local.
Lucas Ocampos por Correa y Marcos Acuña por Rojo fueron los cambios que introdujo Scaloni para modificar a la Argentina en el inicio del complemento. Tres defensores, Pereyra y Acuña bien abiertos para tapar y cubrir las bandas, y Ocampos para darle más velocidad al ataque.
El comienzo fue cansino, tranquilo, hasta que Alemania metió un contragolpe firme a los 54′ y Marchesín tapó con el pie derecho el remate de Emre Can cuando ingresaba solo y libre por el medio. El arquero argentino evitaba, así, la tercera caída de su valla.
Argentina intentó torcer el rumbo desde el banco, con más variantes y hombres de refresco. Ingresó Lucas Alario por Paulo Dybala, y ya el esquema era con dos hombres bien de punta (Alario y Lautaro) para por lo menos preocupar a los centrales rivales. Si Acuña y Ocampos por izquierda, o De Paul y Pereyra por derecha, podían abrir, quebrar y desbordar, habría dos centrodelanteros para aprovechar en el área, para que busquen esos centros. Una idea, para atacar, para dañar. No estaba mal. Y así llegó el de Alario. Centro de Acuña desde la izquierda y cabezazo de Alario al gol; 2 a 1 ahora para el local a los 65′ de partido.
Alemania puso a Amiri, otro joven que forma parte del recambio de Joachim Low, por Brandt.
El equipo argentino estaba en partido; crecía en entusiasmo y confianza. A los 69′ Paredes sacó un buen remate que Ter Stegen supo controlar con eficacia. Ya era otra cara, con más peso en el campo, con más autoridad, con mayor presencia. Alemania no era la misma del primer tiempo. Los contragolpes eran más esporádicos y se había replegado bastante en su campo. Aunque, como marca la historia, es un equipo del que siempre hay que tener cuidado, nunca confiarse.
Saravia por Pereyra y la primera acción que generó una chance; las ganas del lateral, ex Racing, mostraba a un equipo que se había contagiado y mejorado mucho en el segundo tiempo. Y a los 84′ una gran jugada de Alario, del centro hacia la izquierda, el pase a Ocampos y el remate de Lucas al primer palo para marcar el 2 a 2. Un premio para la gran mejoría que mostró Argentina en el segundo tiempo, por los cambios y la confianza recuperada.
Y quedaba más, porque la Argentina no se conformaba con haber alcanzado el empate. Seguía en la búsqueda, con la velocidad de Ocampos, el despliegue de Acuña, la firmeza de Tagliafico y la habilidad de Alario. Por la izquierda estaban las armas más importantes del seleccionado.
Con cambios en el esquema de juego, con variantes en los nombres, la Argentina mejoró mucho en el segundo tiempo y se llevó un empate meritorio, justo y valioso ante un gran rival, que le abre aún más la ventana de la esperanza en el futuro.
Juega contra Alemania en Dortmund y sobran las palabras. es un partido grande, muy grande, ante un rival muy calificado, con el que jugó tres finales del mundo y una cantidad innumerable de partidos de otro tenor. Argentina ante Alemania, nada menos, cuando se empiza a definir el plantel que va a jugar el año que viene la Competición preliminar de la Copa del Mundo de la FIFA-Qatar 2022 y la CONMEBOL Copa América Argentina-Colombia 2020.
Todo un desafío para un equipo nuevo y un DT, Lionel Scaloni, que comienza su tarea.
“Mañana vamos a jugar con Marchesín; Foyth, Otamendi, Rojo, Tagliafico; Paredes, Pereyra, De Paul; Correa, Dybala y Lautaro Martínez”, anunció el entrenador en conferencia, para no demorar tiempo en especulaciones ni en intrigas ni supuestas alineaciones. Directo y al grano.
“Mañana tenemos un partido importante, contra un rival histórico. Veremos si estos chicos están capacitados para jugar un encuentro de semejante entidad. Es importante que tengan esta oportunidad. Estamos bien, confiados”, agregó el DT.
“Este tendría que ser el último escalón para ya consolidar el grupo que se está formando. Por una cosa u otra esta no fue la mejor fecha para nosotros, por el Clásico de la Copa, las bajas que ya conocemos, pero también es un buen momento para hacer algunas pruebas”, comentó.
“Me falta tener a todos los jugadores para poder evaluar y resolver con quien cuento. Me gustaría tener el plantel completo y elegir, no por lesión sino por decisión técnica. Muy pocas veces pudimos tener a todos los jugadores disponibles: por lesión o porque tenían partidos importantes que jugar con sus clubes”, señaló.
“La idea es que vengan todos, poder ver a todos para decidir. Para la próxima fecha FIFA alguno de los dos, Boca o River, jugará la final y nos faltarán esos futbolistas. La idea es que a partir de ahora se terminen las pruebas y poder cerrar el grupo”; dijo Lionel Scaloni.
Con respecto al futuro, alertó: “No tengo ninguna confirmación de con quien vamos a jugar en Noviembre, todavía no sabemos nada. Mañana jugamos con Alemania, una selección histórica, que tiene muchas bajas por lesión, pero que es muy fuerte igual. Tiene una manera muy marcada de jugar, siempre ofensiva. Es una prueba para mañana, para que podamos probar jugadores y ver como nos va de cara a lo que viene”, algo parecido a lo que le afirmó al sitio oficial de la AFA: “Es una potencia, es una selección que se ha renovado, que ha mezclado jóvenes con jugadores históricos, y nos va a dar una idea de donde estamos parados. Tomamos los dos partidos como una última prueba, a partir de allí ya habrá decisiones finales para las convocatorias. Tal vez nos sirva más el segundo partido a futuro cercano, porque enfrentaremos a un rival (Ecuador) al que nos vamos a encontrar en las eliminatorias”, apuntó el DT.
Mientras, la selección realizó su última práctica previa al encuentro del miércoles. Alemania está lista. “No siento ninguna presión”, dijo el arquero Ter Stegen, “voy a disfrutar el partido al máximo”, agregó en rueda de prensa.
“Es un gran partido del que todos tenemos ganas de participar. Hubiese sido bonito jugar contra Leo Messi, aunque a veces también está bien si no es así”, contestó con picardía.
Están abiertas las puertas de la “Bombonera Alemana”, la casa del Borussia Dortmund, nada menos que el Signal Iduna Park, una enorme caja de resonancia que vibra y aturde con sus gritos y su acústica. Allí va la Argentina de Lionel Scaloni, a dar una prueba de fuego ante un gigante del fútbol mundial, en un partido que le permite empezar a observar su futuro inmediato.
La selección de Lionel Scaloni empezó un nuevo camino casi desde que se terminó la Copa del Mundo de la FIFA-Rusia 2018 y coemzó su ciclo. Distinto, renovado, con nuevas caras y una propuesta diferente que en el partido ante México se vio en todo su esplendor. Con un fútbol vertical, directo, el equipo representó en el campo lo que desea su entrenador. Y este nuevo camino que ya lleva unos cuantos partidos y una Copa América disputada, se encuentra con un amistoso importante, de relieve, ante una de las más grandes potencias que tiene este deporte: Alemania, y en su casa. En Dortmund.
Un equipo que siempre encierra un peligro cuando se lo enfrenta. Un conjunto de los más temibles, que es habitual animador de cada torneo que juega y que suele ubicarse en lo más alto de los podios del mundo.
Aunque esta vez llega con varios lesionados y algunas dificultades para armar el conjunto. Toni Kroos se lesionó en el partido de la Liga española que jugó su equipo, Real Madrid, ante Granada, y se sumó a una larga lista donde ya estaban Jonas Héctor, Matthias Ginter, Leroy Sané, Antonio Rüdiger, Leon Goretzka, Kevin Trapp, Nico Schulz, Julian Draxler y Thilo Kehrer. Esto genera un mar de dudas en Joachim Low, DT de los germanos, quien analiza por estas horas si abre alguna convocatoria más, mientras se entrena y empieza a definir el equipo que se medirá ante la Argentina.
Recordemos que entre los citados están los arqueros Manuel Neuer (FC Bayern München), Bernd Leno (Arsenal FC) y Marc-André ter Stegen (Barcelona FC), los defensores: Marcel Halstenberg (RB Leipzig), Jonathan Tah (Bayer 04 Leverkusen), Niklas Süle (FC Bayern München), Lukas Klostermann (RB Leipzig), Niklas Stark (Hertha Berlin), Robin Koch (SC Freiburg). Y aquellos futbolistas que pueden actuar en el medio campo o metros más adelante:Suat Serdar (FC Schalke 04),Joshua Kimmich y Serge Gnabry (FC Bayern München), Luca Waldschmidt (SC Freiburg), Kai Havertz y Nadiem Amiri (Bayer 04 Leverkusen), Julian Brandt, Marco Reus (Borussia Dortmund), Timo Werner (RB Leipzig) -engripado-, Emre Can (Juventus), Ilkay Gündogan (Manchester City)-lesionado-, Sebastian Rudy (TSH Hoffenheim).
Es difícil prever la formación titular. Trascendió que Ter Stegen sería el arquero, y el resto se verá. Sebastian Rudy, del Schalke 04 y Robin Koch de Friburgo, fueron convocados para reemplazar un par de bajas definitivas.
Alemania viene de ganarle a Irlanda del Norte 2 a 0 por la clasificación a la EURO 2020; antes había perdido el clásico contra Holanda por 2-4. Pero no hay señales de como formará. ¿Jugará el joven Nadiem Amiri, del Bayer Leverkusen, capitán del sub21 y promesa de gran futuro?; ¿ Y Stuart Serdar, del Schalke 04 tendrá la oportunidad? ¿Actuará con 3 centrales o Low se inclinará por la tradicional línea de 4? ¿Será Gnabry el delantero de referencia?
Un partido con una historia gigante detrás. Dos seleccionados poderosos, de los más atractivos del mundo. Protagonistas estelares de las Copas del Mundo, el evento más trascendente que tiene la FIFA. Ganadores y cautivantes. Alemania ganó 4 mundiales; la Argentina, 2. Fueron subcampeones en varias ocasiones y se enfrentaron en ¡3 finales del Mundo!!
Será el miércoles en el Signal Iduna Park de Dortmund, una especia de “Bombonera”, con una acústica sensacional y la cercanía de la gente que parece caerse y presionar sobre los futbolistas.
Un clásico grande del fútbol mundial que ya empezamos a vivir.
Lo presentamos en la Revista “Ring Side” en una serie de publicaciones que llevaban como título “Hombres del Este”. Hacía mención a los pugilistas que comenzaban a dominar las grandes carteleras de Estados Unidos, que reinaban en las categorías más importantes y cautivaban al público por su boxeo duro, agresivo y potente.
Estaban Sergei Kovalev, Lomachenko…y por supuesto, GGG. Venían de Kazajistán, Rusia, Ucrania y otros países del este de Europa. Entonces, una oleada parecía que dominaría al pugilismo mundial, pero en los últimos dos o tres años, americanos y mexicanos retomaron posiciones. Para Golovkin, el camino se complicó. Tras vencer a Marco Antonio Rubio, David Lemieux, Dominic Wade, Kell Brook, todos nombres de importancia, llegó la complicada vicotria ante Daniel Jacobs y luego el enredo que fueron los dos combates con Saúl “Canelo” Alvarez. Empate y derrota fueron los resultados oficiales, aunque muchos lo hayan visto ganar en las dos peleas.
Tuvo que empezar el camino de la reconstrucción. Triunfo con el canadiense Steve Rolls y anoche la pelea que lo vuelve a catapultar a las grandes luminarias: ante Sergiy Derevyanchenko en el mítico Madison Square Garden, por el título vacante Mediano de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
Y fue un combate duro, cambiante, agotador. Tremendo en lo físico, impredecible en la definición y con un ritmo de batalla que lo lleva a ser el principal candidato a “Pelea del año”.
Golovkin ganó el primer round por dos puntos, tras derribar a Derevyanchenko cuando quedaba 1′ por desarrollar. Esos dos puntos pudieron ser decisivos al final de las cuentas.
También ganó el segundo asalto y parecía que la precisión de sus golpes, la fuerza de su izquierda, serían armas decisivas para terminar el pleito. pero el ucraniano tenía la sangre y el espíritu de no rendirse jamás, aún con una herida abierta en su ceja derecha.
El tercer asalto lo vimos para Derevyanchenko. De modo claro. Sacó las mejores manos, dominó a GGG y lo arrió contra las cuerdas. Se recuperó del mal comienzo y acentuó su ofensiva en el cuarto y quinto rounds; ahí, Derevyanchenko había logrado equilibrar las tarjetas. 47 a 47.
El sexto round fue el más parejo de toda la pelea. Muy difícil de decidir, para un lado o para otro. Se lo dimos a Golovkin, por ser más justos sus golpes, más plenos y precisos; pero retiteramos, en la apreciación subjetiva este asalto fue muy cerrado. Se lo puede aprobar para cualquiera de los dos boxeadores.
El séptimo también fue parejo, aunque Golovkin sacó una pequeña luz de ventaja. Allí las tarjetas se cerraban en 67-65 para el kazajo.
El round número 8 fue de GGG y allí creímos que el combate tomaría un rumbo (77-74); percepción equivocada, el ucraniano no se rendiría aún con la presión constante de los médicos que en cada descanso lo revisaban y advertían del peligro de continuar en la lucha. La pelea podía ser detenida y la derrota de Derevyanchenko flotaba en el ambiente cada vez que era controlada su herida.
Pero el hombre tenía mucho para dar. Se recuperó en el noveno (86-84) y en el décimo soltó un repertorio de velocidad, potencia y puntería. Dominó el ucraniano con autoridad, lo puso a Golovkin en aprietos y encnedió las alarmas de las últimas vueltas.
Aquí tenemos el punto final y la definición: Golovkin, que había llegado al round 11 con ventaja de 95-94, tuvo determinación y serenidad par dominar esos rounds. Sin ser rimbombante, ni desbordante, creemos que tuvo precisión en su izquierda, control con la derecha, y fue el ganador del 11ro, para quedar 105 a 103, y del último encuentro para cerrar con un 115-112.
Podremos discutir horas, días, y sería interminable, porque los rounds más parejos fueron el sexto (parejísimo), el séptimo, incluso el octavo y el último. Si usted los vio a favor de Dervyanchenko, no hay mucho para criticar. Es un deporte de apreciación, y como tal, todas las opiniones son respetables.
Nosotros vimos ganar por una pequeña luz a Gennady Genadievich Glovokin. Luz que se amplió por tirar a su rival en el primer round. Luz que se agrandó, un poco más aún, por el mítico escenario de New York, el Madison Square Garden, que lo vió regresar una noche, vencer en una gran batalla y a decir presente por el futuro que aún le queda en el boxeo.
La Bundesliga tiene un gran candidato, dos o tres equipos que sueñan con disputarle el título, 6 o 7 que se ilusionan con el ingreso a alguna de las Copas, y otros 5 o 6 que pelean por no descender de la categoría. Eso nos lleva a que todos tienen más o menos claro su objetivo y sus posibilidades. Pero en lo que todos se alinean, se igualan, es en la voluntad de jugar. de intentar, de tratar de tener el balón, de darle un buen destino y producir juego, generar el fútbol más puro, más genuino.
Por eso cada partido tiene su atractivo en sí mismo, porque uno sabe que más allá de los nombres, de los equipos y de los objetivos de cada uno, en cualquier encuentro de la Bundesliga se va a encontrar con un juego atrayente, positivo, entretenido. La ambición es el común denominador, por eso vale la pena detenerse en cada pleito.
Hertha Berlín y Fortuna Dusseldorf protagonizaron un partido como se esperaba. Con ritmo, emociones, llegadas y goles. Con dos equipos ambiciosos, que pueden pensar en el ingreso a las Copas, aunque el visitante también debe sumar para no deslizarse a la zona del fondo.
Tuvieron buen despliegue desde el inicio. Con el local un poco más ambicioso, más ofensivo. Subían los laterales, Klünter y Mitteldstädt, se asociaban bien con Wolf y Dilrosun y así, al abrir por las bandas, el local tenía llegadas. No se quedaba atrás el equipo de Düsseldorf; al contrario, buscaba con velocidad y llegadas directas. Así contó con el penal a los 32′ que fue otorgado una vez certificado por el VAR, y Hennings logró abrir el marcador con un remate suave a la derecha de Jarstein. 0-1 para la visita.
No había hecho más que el rival, pero el premio a no ser avaro lo había encontrado.
El local sintió el golpe y fue con decisión a romper el cero en el arco del Fortuna Düsseldorf; tuvo enseguida una posibilidad que no pudo aprovechar y a los 37′ Ibisevic selló el empate 1 a 1.
Berlín se reconciliaba con el resultado y lo ajustaba un poco más a la realidad del juego. Insistió en los minutos que quedaban del primer tiempo y obtuvo lo que quería: pasar al frente, tras un gran remate de Dilrosun a los 43′, que impuso el 2 a 1 para el cierre de la primera etapa.
El complemento se inició con la misma tónica. El local empujaba y quería más. Ansiaba un tanto que le diera más aire, más tranquilidad. Lo empujó al Düsseldorf contra su valla. Fue por más. Y cuando la visita empezó a atacar, a salir del asedio para tratar de arrimarse al empate, llegó una terrible estocado del Hertha Berlín: Dodi Lukebakio consiguió una pelota en su campo y trazó una veloz corrida de contragolpe, con gambetas y excelente dominio del balón hasta llegar al área visitante, habilitar a Vladimir Darida que entraba por el medio, y este, solo ante la salida del arquero Steffen marcó el 3 a 1 con un remate preciso a los 61′ de juego.
Hertha Berlín había clavado el tercer gol con inteligencia táctica y buenas destrezas individuales. Sabía que si se retrasaba unos metros, invitaba a su rival a tentarse con la igualdad, lo podría liquidar de contragolpe. Así le salió y a partir de ese momento mantuvo esa tesitura. Pararse más cerca de su área, provocar la salida y tener espacios grandes a disposición cuando apareciera el contragolpe.
El partido cambió, entonces el libreto. Era el Fortuna Düsseldorf el eque manejaba el balón, dominaba el campo y se acercaba a la valla rival. Pero era el local el que le sugería ese juego. El que cedía campo y terreno para amenazar de contragolpe. Y mientras la visita se arrimaba, Berlín calculaba el momento de lanzar la contra.
Lukebiako era una pesadilla por izquierda. Davie Selke, que había ingresado por Ibisevic, contó con una inmejorable posibilidad. El Hertha tenía un plan y lo ejecutaba con inteligencia. Faltaba una mínima precisión para liquidar el juego, pero las amenazas eran constantes. Las variantes le habían dado un aire fresco muy positivo.
Una mano en el área local fue muy discutida por los hombres de Düsseldorf. Bien pudo ser sancionada con penal, porque ampliaba el espacio, aunque el árbitro considero que era una jugada natural y una mano involuntaria que no debía penarse. Se jugaban 81′ y se le acababan las chances a la visita. Además, cada contragolpe, en su mayoría encabezados por Lukebiako, eran algo parecido a un temblor en el área visitante.
El Olympia Stadion vivió una noche de fiesta. Un cierre a toda orquesta del equipo que supo asimilar el golpe inicial de su adversario, reponerse rápido, marcar el empate, dar vuelta el resultado antes del cierre del primer tiempo y ampliar la diferencia cuando el reloj se aproximaba a la mitad del segundo tiempo. Después manejó el encuentro a voluntad y con un poquito más de precisión hubiera llegado a un margen más amplio en el marcador. Vivió una noche mágica y abre su sueño en la mágica Bundesliga.