Argentina fue efectiva y dejó a Colombia al borde de la eliminación

Córdoba de llenó de sol, de calor y de una expectativa enorme por la presentación del seleccionado argentino ante Colombia por la 16ta fecha de la zona de la CONMEBOL de la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022. Un partido que para algunos podría tener un interés relativo por la ya asegurada clasificación de la Argentina, pero con una importancia suprema para Colombia tras su derrota ante Perú, y con el desafío para muchos futbolistas argentinos de ganarse en espacio en la lista de futbolistas que vayan al Mundial.
Por eso Córdoba se vistió de fiesta y desde la tarde del día anterior al partido, comenzó a jugar su juego. Primero con una recepción a los jugadores, cuando caía la noche del lunes, llena de emoción, gritos y saludos. Luego, con un martes a pleno, con la llegada de hinchas, colegas y allegados desde las primeras luces del día.
También con las noticias que surgían de la concentración de Argentina: Lucas Ocampos estaba bien, sin problemas físicos y con todo disponible para jugar.

Ni el intenso calor seco de la jornada detuvo al público, que con la llegada del mediodía comenzó a acercarse al Estadio y a las tres de la tarde ya esperaba en gran número que se abrieran las puertas, previsto para dos horas más tarde en un partido que se iba a iniciar al anochecer. Esa locura por el equipo, nacida después de la conquista de la Copa América Brasil 2021, potenciada por un rendimiento confiable y en ascenso desde hace varios años, se repitió una vez más.
Y el comienzo fue a toda orquesta, porque Di María ensayó un lujo y levantó a las tribunas. Argentina iba por la victoria y Colombia especulaba con un 4-5-1 con Miguel Borja como llanero solitario.

Argentina se apoyaba en los cortes sostenido de Montiel y las proyecciones punzantes de Marcos Acuña. Los dos laterales cumplieron una destacada labor. Luego de un tiro cruzado de Di María, a los 15’, llegó el golazo de Lautaro Martínez, a los 28’, tras recibir un centro del “Huevo” Acuña y girar en e área para marcar con una tremenda media vuelta. Argentina se adelantaba 1-0 con justicia.
Colombia sintió el golpe. Fue como un mazazo que dejó al equipo sin reacción por un tiempo. Fue el momento en que Gómez se hizo eje, Montiel y Acuña marcaron presencia y Di María se lució. Un tiro libre que desvió el arquero visitante fue una nueva llegada de equipo y Colombia avisó al cierre del primer tiempo. Borja quedó solo ante Martínez, ejecutó por arriba y el arquero la sacó con una notable reacción. Del rebote, volvió a insistir la visita y Pezzella la sacó en la línea.

En el segundo tiempo el match tuvo un inicio similar, con dominio local, aunque muy pronto llegaron las ventanas de los cambios y el encuentro tomó otra dinámica. A los 56’ Cantillo entró por Uribe, en tanto Luis Suárez reemplazó a James Rodríguez, en la visita, mientras que Scaloni decidió que Maximiliano Meza entrara por Lucas Ocampos, en el conjunto local. A partir de allí se equilibró un poco el juego.

Más tarde, hubo nuevas variantes. A los 66’ Diego Valoyes entró por Medina, y Colombia se hizo un poco más punzante, aunque el local siempre amenazaba con dar el golpe definitivo.
Más cuando Nicolas González ingresó por Angel Di María y Paulo Dybala reemplazó a Lautaro Martínez, a los 68’. Allí Dybala se ubicó de centro atacante, pero no fijo ni estacionado. Por momentos era 9 y por otros, se movía hacia atrás y a los costados. Así desorientó a la defensa rival.
Cuellar por Barrios y Falcao por Borja fueron las últimas cartas de Reinaldo Rueda, a los 73’ de juego. A los 79’ Martínez Qarta entró por Gómez y Emiliano Buendía reemplazó a Lo Celso. Y hubo un par de llegadas de Argentina, aunque sufrió mucho al final, cuando Luis Díaz estuvo cerca de marcar, a los 90+1’.
Claro que la fiesta debía cerrarse con el local al mando y así fue que a los 90+3’ Buendía cedió a Dybala en una situación clara y favorable, pero que no pudo ser capitalizada.

La fiesta fue de la gente. De aquellos que laten al ritmo de la selección. Y que volvieron a vivir una noche de fiesta, emoción y sueños.

Hernán O’Donnell

(Enviado especial a Ciudad de Córdoba, Provincia de Córdoba)

Sergio Martínez se encamina al sueño que pocos imaginaban

Luce mucho mejor que en la pelea en que decidió remontar el barrilete del sueño imposible. Está más rápido, más acentuado, más sólido y con un mejor manejo del tiempo y la distancia. Sergio “Maravilla” Martínez se propuso volver a ser Campeón Mundial de Boxeo, tras más de 6 años de inactividad. Porque cuando cayó ante Miguel Cotto el 7 de Junio de 2014 en el Madison Square Garden de Nueva York, el final parecía definitivo. En un combate que se fue olvidado e inadvertido por un público argentino pasional, pero muy afecto al exitismo, y por esa cercanía al inicio de la Copa Mundial de la FIFA-Brasil 2014, donde los sueños de Campeón eran alimentados a diario por la masa de la “patria deportista” cosumidora de casi todos los deportes, pero si traen victorias, mucho mejor, tras esa caída, con la imagen de sus rodillas maltrechas y tapadas por una larga bermuda, amén de la superioridad marcada con claridad por el portorriqueño, salvo para los fanáticos del boxeo, el adiós a la actividad de Martínez para muchos se fue como una ola regresa al mar…

Pero para “Maravilla”, la historia no estaba terminada. Y luego de un largo paréntesis que incluyó presentaciones teatrales en versión del llamado “Stand-up”, incursión como promotor de boxeo, algún paso por los medios, el pugilista que lleva en la sangre volvió a tocar la sensibilidad de su corazón. Anímate y arriesgate, le dijo. Y tras seis años de ausencia, un día “Maravilla” volvió a subirse a un ring en forma profesional.

Fue el 21 de Agosto de 2020, en la ciudad de Torrelavega, en Cantabria, comunidad autónoma española. Allí se midió ante José Fandiño, a quien venció por KOT 7, en una pelea pactada a 10 asaltos. Luego venció al finés Koivula, más tarde al inglés Brian Rose, y el último Jueves 27 de Enero de 2022 logró un triunfo contundente, sólido, inapelable, ante el Macaulay Mc Gowan, a quien derribó en tres oportunidades, la última, la más clara, sobre el cierre del décimo round, pero que no le alcanzó para ganar por knock out, pero sí para llevarse el combate por decisión unánime en medio de la algarabía y los aplausos del público que concurrió al WiZink Center, como se conoce hoy al viejo y añorado Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid, España.

Y fue una pelea tremenda, que creció con el correr de los minutos. Si bien Martínez sacó ventajas rápido y tomó el control de la contienda desde el inicio, en el segundo ya marcó una diferencia cuando lo dejó expuesto sobre el cierre del round, y salvo un sobresalto entre el tercero y el cuarto, a partir del quinto asalto el dominio del argentino fue marcado.

En el séptimo estiró dos puntos más la ventaja, tras un gancho al hígado que obligó al británico a poner la rodilla en la lona y soportar la cuenta de protección. Por experiencia y capacidad, Martínez se adueñó de los siguientes rounds y, lo dicho, sobre el cierre de la pelea estuvo a punto de noquearlo, tras otro golpe que derribó al oponente.

“Hasta el Mundial no paro!” gritó Sergio una vez acabado el combate. Fue el momento suyo de la noche, de los que más disfruta cuando se presenta, en un ring o en un escenario. Cuando está ante el público y deja florecer sus sentimientos. Esta vez, aún con el cansancio y la sed acumuladas, se dio un tiempo para pedir un aplauso para su adversario Mc Gowan, celebrar la noche y proponer un grito que nos recuerda el pasado glorioso y nos adelanta el futuro deseado.

Hernán O’Donnell

(Enviado especial a Ciudad de Córdoba, Provincia de Córdoba)