Se pensaba de antemano que iba a ser un partido complicado. Porque Venezuela dejó, hace rato, de ser la “Cenicienta” de Sudamérica, porque el viaje de la Selección estuvo rodeado de inconvenientes, entre los problemas climáticos, y algunos contratiempos con los lesionados y los suspendidos. Pero cuando suena el silbato, y la pelota empieza a rodar, el juego manda. Y todo lo que había pasado antes resultó poco a partir de la intensa lluvia que cayó tres horas antes de empezar el partido, que produjo una enorme capa de agua bajo el césped que hacía casi imposible mover la pelota a ras del suelo. Y lo que debió ser un partido de fútbol, terminó en algo parecido al Waterpolo.

Venezuela formó con Rafael Romo; Alexander González, Yordan Osorio, Nahuel Ferraresi y Jon Aramburu; Yangel Herrera, Tomás Rincón y José Martínez; Jefferson Savarino, Salomón Rondón y Yeferson Soteldo.
El equipo de Scaloni comenzó con Gerónimo Rulli; Nahuel Molina, Germán Pezzella, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández y Thiago Almada; Giovani Lo Celso; Lionel Messi y Julián Álvarez.
Costó mucho hilvanar juego durante el primer tiempo. La pelota no fluía con naturalidad, el agua frenaba cada pase y había que calcular mucho la potencia para que el balón llegara al destino pensado. Los pases eran más cortos de lo imaginado, o los pelotazos se frenaban, y lo que en una cancha normal se hubiera ido lejos, acá cada pelotazo era un peligro incipiente por la frenada brusca del balón.
Así, a los 8′ De Paul le quiso dar la pelota a Otamendi, pero quedó un poco corta. Otamendi se tiró para llegar, pero también se frenó; se la llevó Soteldo y cuando cruzó al medio surgió Tomás Rincón para sacar un fuerte tiro que controló bien Gerónimo Rulli.

Sin haber generado demasiado peligro, Argentina abrió el marcador. Iban 12′ cuando un tiro libre de Messi desde la izquierda fue cortado con los puños por el arquero Romo, pero la pelota rebotó, le cayó a Nicolás Otamendi, quien con un repentino pase a la red, puso el 0-1 a favor de Argentina.
El juego continuó en esa pileta indomable, pero Venezuela comenzó a tener más llegadas. A los 20′ probó José Martínez y controló muy bien Rulli. A los 23′ tuvo la chance Salomón Rondón, y su tiro salió al lado del palo derecho de Rulli.
Argentina volvió a avisar cuando iban 28′, y un buen pase de De Paul a Álvarez fue rematado por el ex delantero del City, y Romo supo atajarlo bien.
El local tuvo una nueva chance a los 39′; de un tiro libre, llegó solo Rondón, y su disparo cruzado fue bien sacado por Otamendi, cerca de la línea de gol.

Para empezar la segunda parte, Lionel Scaloni hizo una modificación en la Argentina: Gonzalo Montiel ingresó por un errático Thiago Almada. El ingresado se ubicó de lateral derecho, y Molina avanzó a la línea de volantes.
Venezuela atacó desde el comienzo del complemento, y a los 46′ Tagliafico salvó una llegada de Rondón. De ese tiro de esquina, ya a los 47′, Yangel Herrera sacó un tremendo cabezazo abajo, que Gerónimo Rulli tapó de modo excelente. Y a los 50′ otra vez Herrera, esta vez con un disparo de lejos volvió a exigir a Rulli, que de a poco se transformaba en una figura importante de Argentina, al igual que el zaguero Germán Pezzella.
Fernando Batista, DT del local, hizo dos variantes a los 58′: Jhonder Cádiz entró por Tomás Rincón, y Darwin Machís ingresó en lugar de Jefferson Savarino.
Cuando iban 64′ llegó la igualdad. Soteldo amagó por izquierda, sacó un excelente centro, y Salomón Rondón, con un cabezazo certero convirtió el gol de Venezuela que puso el partido 1-1.
Estaba complicado para la Argentina, y Scaloni decidió hacer una segunda variante que le dio mucho resultado. Leonardo Balerdi entró por Giovani Lo Celso. Y acertó el entrenador, porque la línea de tres, con Pezzella, Otamendi y Balerdi, hizo más eficaz la defensa, cerró mejor los caminos y equilibró al equipo, al darle más salida a Montiel y Tagliafico. Además, Balerdi entró muy bien y jugó un gran partido.
Mejoró Argentina y a los 72′ tuvo la jugada más peligrosa, cuando Rodrigo De Paul le puso un pase perfecto a Messi, este entró al área, remató y Romo sacó la pelota al corner. Había sido una chance clara para la Selección.
Sobre el cierre, llegaron las últimas variantes. A los 84′ Lautaro Martínez ingresó en lugar de Julián Álvarez, y Leandro Paredes reemplazó a Enzo Fernández. En el local, a los 90+3′ Edson Castillo entró por el lesionado José Martínez.
Fue un empate pasado por agua. Venezuela tuvo algunas chances más que la Argentina, y cierto predominio del juego, pero cuando armó línea de tres, la visita terminó con varias llegadas. Pero no se puede profundizar demasiado el análisis, cuando hubo poco de Fútbol y mucho de Waterpolo.

Hernán O’Donnell