Inter cantó victoria en una noche llena de goles

Fue un gran partido, plagado de emociones, de goles y de incertidumbre por el resultado final. Tuvo ritmo y llegadas de principio a fin, aunque con algún altibajo en la segunda parte. No fue la locura de Liverpool-Leeds, donde no hubo ni se pidió tregua, pero fue muy loable lo que produjeron Inter, al cabo el ganador del encuentro, y América de Cali, un dignísimo adversario.

Apenas se acomodaban apenas la gente se conectaba a las mútiples paltaformas audiovisuales para seguir el partido en estos tiempos de pandemia, cuando se abrió el marcador. Iba 1′ de juego, el desborde por izquierda del equipo local, el centro al área chica y la aparición del uruguayo Abel Hernández para marcar el 1 a 0.

A partir de allí se armó un encuentro intenso; Inter se movía cómodo con el trabajo de Boschilia como cerebro organizador, en tanto Nonato y Thiago Galhardo acompañaban con mucho protagonismo. le costaba al América entrar en ritmo, lucía mejor en ese tiempo inicial el local. Como si la larga espera del conjunto colombiano le pasara una factura en cuanto al ritmo de juego.

Muy pronto aumentó el local, a través de una llegada por izquierda, el rebote en el arquero de Galhardo y la aparición de Boscilia para subir a 2 a 0 la diefrencia cuando iban 18′ del partido.

Sin embargo, América no se amilanó. Podía quedar expuesto, pero fue por el descuento. Adelantó líneas en el campo y se dispuso a pelear más arriba de la cancha. Así llegó a la posibilidad de convertir, cuando tras un muy buen pase de Sierra, entró por derecha Duván Vergara y conectó cruzado para achicar la distancia; 2 a 1 a los 27′ del encuentro.

Pero el partido no daba tregua; llegó el Inter a los 31′ con una aparición de Galhardo, el arquero que la sacó al corner y de ese tiro de esquina volvió a convertir, pues el arquero salió a destiempo a cortar el centro, el cabezazo de Nonato dio en el travesaño y apareció Hernández para marcar de cabeza el 3 a 1.

Inter había sacdo otra vez dos tantos de ventaja y parecía que podía controlar el juego cuando terminó la primera parte.

Sin embargo, en el complemento se acomodó la visita. Se apoyó en un espíritu más ambicioso y enseguida achicó el marcador, con un gol muy parecido al último, al tercero del Inter, y en el mismo arco. Corner desde la izquierda, cabezazo de Marion Torres que pegó en el travesaño y el balón que le quedó justo a Ramos para achicar a 3 a 2 a los 48′ del match.

En ese momento se cayó el partido. Entró en una meseta, cuando todo hacía presagiar que se encendería aún más. Pero entre el cansancio que se acumuló, el cambio de aire a veces necesario y las variantes que comenzaron a decidir los entrenadores, el ritmo decayó.

Eduardo Couedt decidió, a los 64′, que Johnny ingresara por Nonato y Leandro Fernandez por Abel Hernandez. En América, a los 66′ S. Moreno ingresó en lugar de J. Perez.

Sin embargo, el cuarto de hora final volvió a llenarse de luces en porto Alegre. Cuando parecía que el partido ya se había planchado, una corriente eléctrica lo encendió una vez más.

A los 77′ América llegó al empate, con una jugada desde la derecha, el pase a la otra banda y la aparición libre de Moreno para marcar el 3 a 3.

Ahí vino un cierre a toda orquesta, porque se sucedieron las llegadas, las salvadas y la resolución definitiva.

Primero lo tuvo Inter, a los 83′ con una llegada de Leo Fernández y la tapada del arquero; a los 86′ fue América el que pudo desequilibrar por el pie del arquero local, Marcelo Lomba.

Y a los 90′, Boschilia sacó un remate de afuera del área que se desvió en el pie de Torres y venció a Chaux, para sellar el 4 a 3 final para el equipo brasileño.

Así, Inter se llevó los tres puntos. Con un poco de fortuna y toda la energía desplegada en una noche llena de goles.

Hernán O’Donnell

Colo Colo reaccionó a tiempo y revirtió su partido ante Peñarol

Volvió la Copa CONMEBOL Libertadores y los amantes del fútbol, los integrantes de esa tribu mundial que pululan por estos cielos están de parabienes, aunque aún el público no pueda acudir a los estadios, aunque los partidos sean envueltos en tribunas vacías, esqueletos de multitudes.

Pero volvió la Copa, la vieja y querida Libertadores, que ahora tiene una nueva denominación, pero que para el viejo futbolero siempre será “La Copa”. Casi como si fuera la única. Porque cuando se habla de “La Copa”, así a secas, todos saben que es la Libertadores. No hay otra.

Y para el regreso nada mejor que Peñarol, uno de los equipos más coperos del continente, tal es así que tiene 5 en su poder. Enfrente, el local que lo recibía, el gran Colo Colo de Chile, el equipo más popular de ese país. Y el estadio Monumental como testigo del reencuentro.

El conjunto uruguayo fue mejor en el primer tiempo. Salió a atacar, a apurar a Colo Colo contra su valla y enseguida tuvo sus chances. A los 10′ un tiro libre de David Terans se fue muy cerca, en una llegada oportuna. Con el trabajo de Torres, la contención de Gargano y la movilidad de los delanteros, Peñarol se mostraba más lúcido. El equipo chileno trataba de salir con prolijidad del fondo, vía Insaurralde, pasar por el medio con Suazo y explotar la velocidad de Pablo Mouche y Bolados en las contras, pero le costaba sobrepasar a los uruguayos. A los 34′ otra vez Terans probó de lejos y el arquero Cortés la sacó al corner.

Y a los 39′ llegó la apertura lógica del marcador; una jugada desde la derecha, el centro al medio, la aparición de Alvarez Martínez para rematar, el rebote en el arquero cortés, el balón que lo toma Torres y vuelve a rebotar, para la aparición de Facundo Pellistri, quien con el arco libre aprovechó y marcó el 0-1 para Peñarol, que había sido más en el primer tiempo y se reitró con una ventaja merecida.

En el complemento, Colo Colo revirtió su imagen. Salió con decisión, se adelantó en el campo y muy pronto lo ahogó al visitante contra su área. Leonardo Valencia ingresó por Carmona y le cambió la cara al equipo. Se paró como un cinco clásico, aquellos de manejo y distribución en la zona central a una distancia equilibrada entre los defensores y los delanteros. Y el conjunto chileno empezó a girar sobre su eje.

A los 50′ logró la igualdad, tras un centro de Pablo Mouche desde la izquierda, la aparición de Suazo y su remate, que marcó el 1 a 1 en el partido.

Peñarol se había atrasado unos metros y ya no tenía el control como lo había ejercido en la primera parte. Enseguida llegó el segundo tanto, local, tras una jugada por izquierda, el enganche de Suazo, y la falta del defensor de Peñarol. Vigliano no dudó en cobrar penal y la ejecución de Paredes fue exacta, a los 61′, para revertir el resultado y dejar a Colo Colo 2 a 1 en el marcador.

Mario saralegui, DT de los visitantes, movió el banco: a los 70′ decidió que ‘ Xisco ingresara por D. Terans y K. Vadocz lo hiciera por W. Gargano; buscó altura con el español, y Peñarol reaccionó. Tuvo un tiro libre de Piquerez a los 77′ que se fue arriba del travesaño; a los 80’ una buena jugada derivó en un gran tiro de Pellistri que Cortés sacó al corner. Entonces promovió dos variantes más, a la búsqueda del empate: L. Acevedo ingresó por A.A. Martinez y el chileno Christian Bravo reemplazó a F. Torres.

Pero se había hecho duro y complicado para los uruguayos, pues Colo Colo ya se había acomodado al partido. y de a poco empezó a hacer cambios para enfriar el juego e intentar el clásico “cierre de partido”. A los 83′ B. Vejar entró en lugar de M. Bolados y más tarde, a los 88′ J. Parraguez ingresó en reemplazo de E. Paredes, en tanto’ R.D.La Fuente lo hizo por el argentino P. Mouche. Los delanteros habían corrido mucho y dado todo; era tiempo de cerrar filas. Incluso en una falla defensiva Parraguez se encontró con la pelota y un mano a mano ante el golero visitante, pero Kevin Dawson achicó muy bien y tapó bien el arco para enviar al corner el disparo del delantero local, a los 90+1′ del partido.

Colo Colo se vio superado por Peñarol en el primer tiempo, supo resolver sus inconvenientes y contó con juego y resto anímico para remontar el marcador y lograr un triunfo muy importante en la vieja y querida Copa.

Hernán O’Donnell

Chelsea logró tres puntos iniciales, pero Lampard aún debe darle forma al equipo

El primer tiempo fue interesante, porque Brighton salió con una postura ofensiva, con un intento de pelearle el partido a Chelsea, de hacerseló de ida y vuelta, con Lamptey y March bien abiertos, la salida prolija desde los centrales y Lallana y Alzate como enlaces con los delanteros. En ese contexto, la propuesta local era apreciable, aunque se veía enfrente un rival lleno de nombres y jerarquía, dispuesto a demostrar por qué es uno de los candidatos de la cátedra.

Chelsea se presentó como un equipo serio, contundente y peligroso. Dos líneas de cuatro, dos volantes que saben trabajar la media cancha como Kanté y Jorginho, un prospecto intersantísimo llegado de la Bundesliga como Kai Havertz, y dos delanteros de experiencia internacional: Loftus-Cheek con la selección inglesa y la figura del prometedor RB Leipzig de Nagelsmann, Timo Werner, en una de las contrataciones más im pactantes del mercado, con muchos partidos jugados en la selección alemana. Esa constelación de estrellas terminó por ser un equipo muy duro, que Lampard le querrá dar su impronta con el correr de las fechas, pero que ya hizo su presentación.

Brighton no se escondió; buscó el partido con sus armas, tuvo bastante el balón y le dio un trato prolijo: Sin embargo, sufrió primero la caída de su valla. Una llegada veloz de Timo Werner y la salida de Mat Ryan que lo cruza cuando entraba al área. Ahí se produjo el penal y el gol de Jorginho a los 22′ para que Chelsea se adelantara por 0-1.

Sin embargo, Brighton continuó con su estilo y su propuesta. Con Maupay y Trossard en movimiento, el local se las arreglaba para preocupar, ante un Chelsea que, aún con intermitencias, mostraba todo su poderío, sobre todo en sus destacados delanteros.

En el complemento hubo veinte minutos iniciales de emociones y definiciones; porque el partido ganó en intensidad en ese lapso y también llegaron los goles, como también la definición que lo dejó casi resuelto en ese momento.

El local salió con mucha decisión y se mostró ambicioso, en tanto desnudó algunas falencias defensivas de Chelsea. Podía llegar con cierta comodidad y así fue que Trossard sacó un fuerte remate cruzado desde la derecha y marcó el 1 a 1 a los 54′ de juego.

La respuesta de Chelsea fue inmediata, porque salió del medio, avanzó y muy pronto encontró el desnivel. Un remate largo y potente del lateral James se metió en el ángulo superior izquierdo de Ryan y el partido quedó 1-2 a los 55′.

El partido creció en ritmo y velocidad; Brighton lanzó amarras para ir por el empate y Chelsea encontró el gol que liquidó el pleito, tras un centro de la derecha, el remate de Zouma y el desvío en la pierna de Webster, que descolocó al arquero local para dejar el marcador 1-3 cuando iban 65′ de juego.

Después se repartieron llegadas. Brighton, con velocidad y varios intentos desde afuera del área. Chelsea, a la búsqueda permanente de Werner, quien ya se postula para ser un hombre importante para su equipo y para la Premier League en sí misma.

Así el visitante se llevó los tres puntos y el partido. Sufrió en defensa, mostró algunas cualidades, fue contundente en ataque, tuvo intermitencias de buen juego, se apoyó en la potencia de Timo Werner y redondeó una actuación aceptable, aunque tendrá que trabajar mucho y darle forma al equipo, pues Brighton le hizo pasar algunas dificultades. Estará en Frank Lampard resolverlas y hacer de Chelsea el equipo temible que todos pensamos que puede ser.

Hernán O’Donnell

Liverpool recibió a Leeds en la Premier, en una tormenta de fútbol

No hubo pausa desde que el árbitro le dio “play” al partido. No hubo respiro desde el inicio del juego. No hubo piedad para perdonar errores y no hubo ni se pidió tregua en la lucha. Fueron noventa minutos de fútbol en su máximo esplendor, con un ritmo impresionante y una cantidad de emociones que decoraron toda la jornada.

Un primer tiempo imparable, con la apertura del marcador a los 4′, tras el penal que convirtió Salah con un remate fuerte y que le permitió a Liverpool ponerse 1 a 0 casi desde los vestuarios.

Pero Leeds no se amilanó; a pesar de que el local salió con fuerza y decisión, listo para acorralarlo y meterlo contra su valla, el equipo de Bielsa planteó el partido con la misma vocación ofensiva; cuando conseguía el balón iba al ataque con la mayor cantidad de hombres posibles. y así llegó muy rápido a la igualdad, tras un pelotazo largo que recibió Harrison, se fue por izquierda, superó a Alexander-Arnold en velocidad, enganchó hacia adentro para superar el débil cierre de Joe Gómez y sacó un tiro fuerte que Alisson no pudo detener. 1 a 1 a los 11′ de juego.

Liverpool respondió con el mismo planteo asfixiante, la habilidad de Mané, las proyecciones de Robertson, la dinámica de Keita y la enorme jerarquía de Salah. Y a los 19′ llegó al gol otra vez; corner desde la izquierda de Robertson, cabezazo potente de Van Dijk y el arquero Mesllier que no puede detener la potencia del balón, que lo mete a él con pelota y todo dentro del arco. 2 a 1 para el local.

Pero el vértigo no se detenía y el Leeds jugaba con el mismo atrevimiento del local; con la salida permanente de Ayling, el traslado de Phillips, buscó y llegó otra vez a la igualdad tras un pelotazo largo que Van Dijk no pudo controlar con efectividad, le dejó el balón servido a Bamford que a los 29′ puso el 2 a 2.

Y el aire se llenaba de electricidad, porque enseguida Salah volvió a demostrar por qué es, desde hace un tiempo, de los mejores delanteros del mundo. Centro desde la izquierda, rechazo parcial de la defensa y el egipcio tomó el balón sobre el borde del área para sacar un remate extraordinario, fuerte y al ángulo superior izquierdo de Meslier, y poner el 3-2 a los 32′ del encuentro.

Liverpool propuso lo mismo en el segundo tiempo; apretar bien arriba y si tenía que sufrir atrás, que sea un partido de ida y vuelta. Y continuó con esa enorme intensidad, ese vértigo tan propio de la Premier League que obligó a cambios rápidos por el agotamiento de los futbolistas. Así salió Keita, a los 58′ reemplazado por Fabinho en el equipo local, que manetnía la posición ofensiva y generaba una nueva situación a los 61′ con una combinación entre Salah y Mané y este que define mal al entrar al área.

En ese momento, Marcelo Bielsa produjo dos cambios en la visita: Rodrigo Moreno por Bamford, autor del segundo gol de Leeds, y Roberts por Pablo Hernández. También tuvo Kloop que recurrir a otro cambio por agotamiento: a los 65′ salió Henderson, de muy buen partido, reemplazado por Curtis Jones. Y en ese minuto, Leeds volvió a empatar. Buena jugada colectiva, Heider Costa desde la derecha cruzó el pase al medio y Klich apareció libre para dominar y meter un remate cruzado que marcó el 3-3 a los 65′.

Partidazo por donde se lo mire. Porque el local buscaba todo el tiempo y Leeds no se resignaba a ser un simple partenaire; si podía, se llevaba los tres puntos. Por eso tuvo una chance más, a los 75′ con un tiro libre de Phillips que se fue muy cerca del palo derecho del arquero local Alisson Becker. A los 80′ llegó el tercer cambio de Bielsa: Shackleton por Klich, también agotado en lo físico. Pero Liverpool seguía y seguía. A los 86′, una gran jugada combinada entre Salah, Mané y Firmino culminó con el remate del delantero brasileño y el pie de Koch salvó el tiro. Del corner llegó la jugada en la que encaró Fabinho y Rodrigo Moreno le cometió un evitable penal.

Así llegó Liverpool a la victoria. A los 87′ con un remate de penal de Salah, la gran figura de un gran encuentro, que puso el 4-3 final.

Quedó tiempo para el último cambio de Jürgen Kloop, a los 88′: Matip por Alexander-Arnold. Y los minutos finales que encontraron a los dos equipos tal como habían empezado. Con el espíritu intacto, la intensidad inicial, las ganas de siempre y sin dar ni pedir tregua, para sellar un partidazo que empezó y terminó a pura emoción.

Hernán O’Donnell

El rugby de Sudamérica se reúne en Uruguay

Será una suerte de volver a vivir; de tener otra vez la competencia internacional entre nosotros, aquí muy cerca, con una nueva edición del Torneo de las Cuatro Naciones de Sudamérica, en Montevideo y con la confirmación de la participación del local, Uruguay, Argentina XV, Chile y Brasil.

Con un protocolo sanitario preestablecido, con medidas bastante estrictas, pero con la pasión del rugby presente en el magnífico Estadio Charrúa. Serán partidos a puertas cerradas y se desarrollarán a doble jornada, con enfrentamientos cruzados los días Sábado 17, Miércoles 21 y Domingo 24 de Octubre próximos. El equipo que obtenga más puntos será el Campeón, sin final prevista.

El Presidente de Sudamérica Rugby, Sebastián Piñeyrúa, se pronunció y agradeció “el apoyo del gobierno de Uruguay para permitirle a la región volver a disfrutar del juego, con prioridad en la salud y el bienestar de los deportistas y de la población; así generamos una luz de esperanza en los países de la región que no tenían rugby desde marzo.”

“Valoramos el apoyo de las uniones de los países para hacer esta competencia; trabajamos con ellas durante los últimos cinco meses, y esta competencia internacional les da a sus seleccionados la posibilidad de que sus marcas y sponsors estén presentes; confiamos en que las uniones puedan aprovechar de manera comercial este evento y generar contenido para sus auspiciantes.””, agregó Piñeyrúa.

El Secretario Nacional del Deporte del Uruguay, Sebastián Bauzá, afirmó: “Para el gobierno uruguayo, y para la Secretaría Nacional del Deporte, es una gran distinción que Sudamérica Rugby haya elegido a nuestro país como sede del prestigioso Sudamericano 4 Naciones.”

En cuanto a las medidas sanitarias, Cada plantel participante tendrá un encargado sanitario, denominado “Manager COVID-19”, que trabajará en contacto con el Dr. Marcelo Santurio, Médico Jefe de la URU, y el Dr. José Veloso, Director del Centro Médico Deportivo de la Secretaría Nacional del Deporte.

Las delegaciones estarán encapsuladas en su hotel, se entrenarán en campos específicos, con limpieza de lugares y elementos obligatoria, y no podrán realizar vida social, es decir paseos, salidas, caminatas recreativas ni asistencias a bares ni demás.

Todo sea por el rugby, el bendito deporte que tanto nos apasiona y que aún en tiempos difíciles, sueña con volver.

Hernán O’Donnell

Vasyl Lomachenko y Teófimo López prometen la pelea del año

Es un año singular, atípico, muy diferente a todos los que vivimos. Con costumbres modificadas, sueños interrumpidos y una incertidumbre que envolvió al mundo por una pandemia inmanejable y que parece tener un fin lejano. Así se cambiaron todos los hábitos. Primero, la ausencia de competencias deportivas. Luego, la reanudación lenta y por etapas. La disposición en algunos países. los cambios de fases. El cierre de las fronteras y la quietud de un planeta que, como en el caso de este combate, hubiera albergado a miles de fanáticos llegados de todo el mundo. Pero las cosas se dieron así, y con algunas actividades que de a poco se pusieron en marcha, el planeta intenta acomodarse a la vida conocida.

Por eso esta pelea entre Vasyl Lomachenko y Teófimo López por el Super Campeonato Ligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) es uno de los grandes anuncios del año. Que tuvo pocos, es verdad, muchos menos de lo que ocurre en los años habituales, pero que ahora propone un choque entre dos realidades y una velada muy especial el próximo 17 de Octubre en el MGM Grand de Las Vegas, Nevada, USA.

Los dos pugilistas fueron presentados en estas páginas y en la Revista especializada “Ring Side”, con una detallada reseña de sus biografía. Sus comienzos, sus inicios en la actividad, sus influencias y sus sueños. Cada ilusión que los embargó, cada palabra de aliento, cada sueño que los estimuló, en esta web fue comentado. Tuvieron sus notas presentación y vale la pena repasar, por que no, de quienes estamos hablando.

Lomachenko domina la categoría Ligero, es un nombre consagrado y conocido . y muy valorado. Para muchos, está entre los mejores libra por libra de la actualidad. Fue Campeón Mundial Pluma, luego Superpluma y hoy posee los cinturones Ligero de la Asociación Mundial de boxeo (AMB), Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y Organización Mundial de Boxeo (OMB). Tuvo un prolongado recorrido amateur y luego caminó el profesionalismo a pasos agigantados: en su tercer combate se consagró Campeón Mundial de peso Pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), Ahí comenzó una cadena de éxitos que incluyen rivales como Guillermo Rigondeuax, Jorge Linares, José Pedraza, Luke Campbell. Y ahora se enfrenta a un hombre en ascenso, que dejó está en ese momento en que un boxeador debe dejar de ser promesa para ser realidad: Teófimo López.

Teófimo López, el joven nacido en Brooklyn, de origen hondureño, es uno de los prospectos más interesantes del boxeo de la actualidad. Creció al compás de sus fuertes declaraciones, algunas actuaciones histriónicas y un poder de fuego de sus puños.

El 14 de Diciembre de 2019 conquistó el título mundial de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) al vencer al ghanés Richard Commey por KOT 2 en el Madison Square Garden. Esa noche se consagró; se metió de lleno en el panorama del boxeo mundial. Cuenta con el apoyo incondicional de su padre, quien afirmó que vencerá a Lomachenko sin inconvenientes.

En declaraciones que reproduce el sitio notifight.com, Lomachenko dijo que “López puede hablar todo lo que quiera. En eso es muy bueno; soy un peleador y mi objetivo es ganar otro título mundial. Cuando nos enfrentemos en Las Vegas, se comerá mis golpes y sus palabras. Seré el mejor hombre, y llevaré cuatro títulos mundiales conmigo a Ucrania”. 

También en notifight.com habló Teófimo López: “Le voy a dar una paliza a Lomachenko y le quitaré los títulos. Tan simple como eso. Vengo a Las Vegas para hacer historia. Él no me cae bien, y me voy a divertir mientras golpeo con mis puños la cara de Lomachenko. El reinado de Lomachenko llegará a su fin”.

Con esa chispa y esas fuertes declaraciones cruzadas, se armó la pelea. La gran pelea del año. Con todas las dificultades de un año atípico, con la imposiblidad de miles de fanáticos de estar presentes, con todas las contras, la pelea promete ser espectacular y para alquilar balcones.

Hernán O’Donnell

Francia fue un canto a la eficacia y derrotó a Croacia como en la Final del Mundo

Como si fuera , de alguna manera, una suerte de desquite de la final de la Copa Mundial de la FIFA-Rusia 2018, de hecho se lo promocionó así al partido, Croacia salió con toda la intención de ahogar a Francia, de apretarlo contra su área, de forzar el error y llegar pronto a convertir. Fue una disposición clara de un equipo que no se sintió visitante ni se excusó en las ausencias importantes de jugadores históricos como Luca Modric o Ivan Rakitic. Sostenido en la verticalidad de su capitán, Perisic, Croacia fue más que Francia en el inicio, hasta que llegó a convertir a los 15′, cuando el zaguero Lovren recibió el balón de un tiro de esquina, la bajó con serenidad, enganchó ante su marca y sacó un remate cruzado que venció la resistencia de Hugo Llorís para marcar el 0-1.

Era mejor Croacia y lo justificaba en ese lapso del partido. Porque hacía aparecer la presión en la salida de Francia, obligaba a los centrales, Upamecano, Lenglet y Lucas Hernández a jugar apurados, porque Kanté y N’Zonzi también estaban incómodos y no les llegaba el balón a los hombres de ataque.

En la visita se destacaba Kovacic y Brozovic en la mitad de la cancha, Kramaric en el centro del ataque y, claro está, Perisic, inteligente para manejar el pressing. Así, fue más a lo largo del primer tiempo, pero después de la media hora, Francia se empezó a asomar en el partido. A los 32′ hubo una buena jugada entre Martial y Griezmann, una doble pared que terminó con un remate del delantero de Barcelona que el arquero Livakovic detuvo con el pie.

A los 42′ llegó el empate, tras una gran maniobra colectiva, con una sucesión de pases entre Mendy, Ben Yedder, Martial y la definición libre de Griezmann para marcar el 1 a 1.

Y a los 45′ desniveló el local, con la subida de Ben Yedder y el centro para Martial que señaló el 2 a 1 con el cierre de la primera etapa.

La visita salió al segundo tiempo con una variante; J. Brekalo ingresó en lugar de A. Rebic. Croacia confiaba en sus fuerzas y en el primer tiempo había jugado bien, por eso intentó mantener la presión y el ataque sobre el local, que había ganado en confianza.

A los 54′ Brekalo llegó al empate tras una buena jugada personal, pues corrió un largo pelotazo superó en la marca a Upamecano, burló el intento de Lenglet y desde el piso convirtió. tras defensores no pudieron con él, ni tampoco Lloris, para sellar el 2 a 2.

Croacia reforzó la defensa; a los 56′ se fue con una molestia Uremovic y lo reemplazó Vida, en tanto Didier Deschamps metió dos cambios a los 63′: Camvinga por Kanté y Olivier Giroud en lugar de Ben Yedder.

El partido se animó mucho más y Francia volvió a sacar ventajas: tiro de esquina de Griezmann, cabezazo limpio de Upamecano y el 3 a 2 para el local a los 64′ de juego.

Ahí se produjo un quiebre, porque Croacia se desdibujó. Sobre llovido, mojado, porque Perisic debió salir con una molestia a los 65′ y lo reemplazó Pasalic.

Francia creció. Encontró espacios, se acomodó mejor en el terreno y empezó a acelerar con la conducción de Griezmann, en tanto Giroud y Martial se mostraban como receptores y definidores de cada contraataque. A los 70′ hubo un buen tiro de Camavinga que controló el arquero visitante; a los 73′ una contra de Griezmann, la habilitación a Martial y el tiro que tapó Livakovic. Y a los 76′ llegó el cuarto gol de Penal, de Olivier Giroud, para marcar el 4 a 2 para el local.

Allí liquidó el partido Francia. Lo sacudió en poco tiempo a un Croacia que había jugado muy bien la primera media hora inicial, pero casi sin darse cuenta se encontraba abajo 4 a 2 como en la recordada final del Mundial. Había hecho méritos, pero la eficacia local lo había sometido. Griezmann dejó su lugar, a los 78′ para que entrara Fekir.

No fue una actuación descollante de Francia, pero tuvo una correcta lectura del partido para corregir el rumbo, fue eficaz para convertir en cada oportunidad e hizo pesar el valor de sus estrellas, para volver a vencer a Croacia como en aquella final recordada.

Hernán O’Donnell

Polonia logró una merecida victoria y sueña con la clasificación

No era, a priori, el partido más llamativo de la fecha. Había, para la cátedra, para el show y para los aficionados, que a veces sólo buscan el encuentro de mayor rating o de mayor cantidad de figuras, otros partidos, incluso de las Ligas “B” o “C”. Pero valía la pena ver a Bosnia ante Polonia. Porque creemos que la Liga “A” juega cosas más importantes, sí. Pero también porque hay que ver a todos los equipos, por lo menos de esta Primera categoría de la UEFA Nations League y además Bosnia nos había dejado una buena impresión en su match ante Italia. Quizás sin desbordar fútbol ni brillar en su juego, pero con una idea clara de la contención, del uso de los espacios y de la utilización de Edin Dzeko ara el armado de contragolpes. Y Polonia era un equipo a conocer por este medio.

Con algunas modificaciones en el local, con Dzeko en el banco de suplentes y la ausencia de Lewandowski en los visitantes, el partido aún invitaba a conocer sus realidades.

Y fue el visitante el que mejor se mostró en la primera parte. Con un trabajo prolijo y una disposición a tener el balón, Polonia se armó alrededor de la conducción de Zielinski, el trajín de Grzegorz Krychowiak y la potencia ofensiva de Milik, en los primeros quince minutos de juego, lució mejor. Pero Bosnia tenía preparada una sorpresa, y tras una llegada con un pelotazo a Koljica se iba a encontrar con un regalo de la visita: a los 22′ llegó el penal para el local tras el agarrón en el área de Bednarek, que además se llevó la amarilla y que convirtió H. Hajradinovic a los 23′ para marcar el 1 a 0 para el equipo local.

Polonia no se desesperó; mantuvo su idea, siguió su camino de a poco torció el partido a su favor, hasta tener un cierre de primer tiempo con muchas llegadas al arco local.

Primero, a los 42′ llegó un centro desde la izquierda de Kamil Jozwiak, y el cabezazo de Grosicki fue a las manos del arquero local, Begovic. A los 43′ fue Milik el que terminó una buena jugada colectiva con un remate que se desvió al corner; y de ese tiro de esquina, a los 44′ llegó el empate con el cabezazo desde el punto de penal de Glik. 1-1 para terminar el primer tiempo.

Bosnia afrontó el segundo tiempo con una variante:  E. Visca ingresó en reemplazo de A. Gojak; pero seguía Polonia con el dominio y el control de las acciones. Buscaba por las bandas, con la progresión de Grosicki y de Jozwiak, en tanto Zielinski y Milik trataban de llegar al medio para definir. A los 55′ hubo una buena intervención de Begovic para cortar abajo un centro peligroso para el arco local.

Entonces, el Dt local recurrió otra vez al banco de suplentes y a los 60′ ingresó E. Dzeko por M. Besic. Se jugaba una carta muy importante. Polonia igual insistía por los costados y su amenaza permanecía latente…y tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe. A los 66′ un nuevo desborde por izquierda, en este caso de Ribus, el centro preciso al medio y la aparición de Gorosicki para marcar el 1-2 para la visita.

Polonia se acomodaba en el marcador y también en el campo; Klich, del Leeds United, ingresaba por  Krychowiak, para ordenarse en el centro del campo.

Apurado por el marcador adverso, Bosnia intentó salir. Con la potencia de Dzeko se las arregló para tener ocasiones de mayor peso en el área visitante, pero siempre era Polonia el que lucía mejor, el que más impresionaba a partir de su control del balón. A los 79′ produjo otra variante la visita: S. Szymanski ingresó en lugar de K. Grosicki, de buen partido, mientras que en Bosnia llegó el tercer cambio a los 81′ cuando D. Milosevic remplazó a E. Civic. El último cambio en Polonia fue a los 84′, cuando K. Linetty entró en lugar de P. Zielinski.

El final fue todo para la visita; a los 86′ un buen centro de Rybus fue concetado por Kilch poero intervino Begovic para controlar; y a los 90′ un tiro libre de Milik se fue cerca del poste izquierdo del arquero bosnio.

Así cerró Polonia una victoria merecida, alcanzó el segundo lugar en el Grupo y sueña con poder dar el zarpazo para llegar a la clasificación por el título.

Hernán O’Donnell

España impuso sus condiciones y se llevó el triunfo

España puso su autoridad, impuso su juego y marcó diferencias desde el inicio del partido. Salió a atacar, a ganar y muy pronto tomó ventajas en el marcador. Iban 2′ de juego cuando Ansu Fati arrancó por izquierda, le hizo un túnel al primer marcador que le salió, luego entró al área y fue derribado. Penal que marcó Sergio Ramos para poner el 1 a 0 en el Estadio Alfredo Di Stéfano, en el predio de la Ciudad Deportiva de Real Madrid.

Así, el local se puso al mando de su choque ante Ucrania, por la segunda fecha del Grupo 4 de la Liga “A”.

El dominio local se acentuó con el correr de los minutos. Con la salida permanente de los laterales de Sevilla, Jesús Navas y Reguilón, el trabajo prolijo de Thiago Alcantara y Rodri en la mitad de cancha y la dinámica de Dani Olmo, España se adueñó del balón y del partido.

A los 10′ llegó bien Reguilón por izquierda, la bajó de pecho y su disparo se fue desviado; a los 22′ Ansu Fati se metió en diagonal y sacó un tiro cruzado que apenas se fue afuera. Y enseguida ampliaron la diferencia.

A los 28′ Sergio Ramos volvió a marcar, esta vez de cabeza, de emboquillada tras recibir el pase de Dani Olmo. El partido quedaba 2 a 0. A los 31′ Ansu Fati ampliaba, tras recibir el balón de Reguilón y aprovechar su corrida de distracción, se metió por adentro y sacó un remate espectacular para dejar el primer tiempo 3 a 0, que pudo ser más amplio, porque hubo una chance màs, bien clara, en la que la presión de Gerrad Moreno obligó a salir mal a la defensa visitante y la recuperación de Rodri lo dejó a Thiago Alcantara solo, pero su tiro se fue arriba a los 43′.

En el segundo tiempo España mantuvo su dominio, la posesión de la pelota y el control del partido. Bajó un poco la intensidad y se refugió en mantener siempre el balón consigo, incluso para descansar por momentos. Ucrania apenas podía ofrecer resistencia y la intención de ordenarse en defensa, ante cada embate del equipo local.

Muy rápido llegaron las variantes en la “Roja”, más para preservar jugadores u observar a otros, que como modificaciones tácticas. Así, a los 60′ Eric García ingresó por Sergio Ramos, a los 68′ Oscar lo hizo por Rodri y a los 73′ Ferrán Torres entró en lugar del delantero de Villarreal, Gerard Moreno.

Fue Oscar Rodríguez, justo uno de los que entró, quien forzó una nueva situación para el local a los 76′, con un remate seco que tocó el arquero visitante, pegó en el travesaño y se fue al corner; del tiro de esquina llegó el cabezazo de Pau Torres y la entrada libre de Ansu Fati, pero Pyatov la pudo atajar sobre la línea.

Era abrumadora la diferencia entre uno y otro equipo. A los 83′ Ferrán Torres convirtió el cuarto gol, tras un centro desde la derecha, el rechazo de la defensa local y el balón que le quedó para el remate al delantero del City quien marcó el 4 a 0 para el local.

Ucrania había hecho muy poco en el primer tiempo y en el segundo no había llegado hasta De Gea, recién a los 90+1′ tuvo su primera jugada de ataque en el área, con una media vuelta de Roman Yaremchuk, que el arquero español controló bien. Apenas esa aproximación y la voluntad de Andriy Yarmolenko fue lo que pudo oponer el equipo del gran delantero que fue Andriy Shevchenko. Muy poco para resistir a una España que fue ambiciosa, voraz, ofensiva y que impuso condiciones de principio a fin para adueñarse del partido.

Hernán O’Donnell

Pierre Gasly dominó la “segunda carrera” y se llevó el Gran Premio de Monza

Todo cambiò en la vuelta 25; cuando Charles Leclerc se fue de pista, chocò de forma violenta contra la zona de protecciòn y se rompieron las barreras; ahí se detuvo la competencia, se debió parar y acabó lo que hasta entonces era una carrera unilateral, con el dominio claro del Mercedes de Lewis Hamilton y algunos resbalones en la performance de sus seguidores; le había sucedido a Bottas y a Verstappen, que tuvo problemas serios en el motor y debiò abandonar mientras que Ferrari veía otra vez quedarse sin sus pilotos en la competencia, tras la deserción de Sebastian Vettel y el feroz despiste de Charles Leclerc.

Después de esa vuelta 27, se volvió a la pista, para dar un giro y acomodarse para largar por segunda vez y darle paso a una nueva carrera, así comenzò otro Gran Premio, con una salida rápida de Lewis, la excelente partida de Gasly y Lando Norris, en tanto Stroll se pasaba de largo en una curva y perdía posiciones.

Hamilton, que debía cumplir una penalización de 10″ por haber entrado a boxes cuando estaba la luz roja, paró en esa vuelta 29 para cumplir la sanción y cayó al fondo del pelotón; aprovechó Pierre Gasly para tomar la delantera en tanto los Haas de Raikkonen y Giovanazzi se ubicaban en la segunda y tercera posición. Luego, por lógica, se quedaron y detrás de Gasly se puso Carlos Sainz, en tanto Lance Stroll en la vuelta 47 se colocaba en el tercer lugar.

“Es una alegrìa grande, no tengo palabras; este equipo hizo tanto por mí, me dio la oportunidad, pude tener mi primer podio con ellos y ahora ganar; es un día espectacular”, dijo el francés que consiguió volver a poner a su pais en lo más alto de las ubicaciones desde la última victoria que fue de Olivier Panis en 1996. Para Pierre Gasly fue una jornada espectacular.

Porque todo se definió en la “segunda carrera”. La conducción de Gasly fue prolija y contundente, igual que el trabajo de Alpha Tauri. El trabajo de Carlos Sainz fue para el elogio, igual que Lance Stroll y Lando Norris quien ya tiene toda la temporada para el recuerdo. Màs atràs llegaron Bottas, Daniel Ricciardo y séptimo Lewis Hamilton, que efectuó una tremenda remontada para pasar del 17 lugar al 7 en esa segunda parte. Ocon, Kwyat y “Checo” Pérez conformaron los puestos restantes de la zona de puntuación.

Pero todas las palabras y las emociones quedan para el francés Pierre Gasly, quien se llevó su primer triunfo luego de un gran esfuerzo, una conducción soberbia y los duendes de la Fórmula 1 que lo acompañaron para que viva esa enorme y dulce sensación de subirse por primera vez al escalón más alto de un podio.

Hernán O’Donnell