Primero hay que saber sufrir, después ganar, después partir…

Como el tango “Naranjo en Flor”, Argentina en esta serie de Play Off de Reclasificación del Grupo Mundial I ante Bielorrusia por la Copa Davis by Rakuten, fue una expresión de la famosa canción de Homero y Virgilio Expósito, y que el “Polaco” Goyeneche interpreta hasta erizar la piel. “Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir…” la Selección Argentina de Tenis fue eso. Un sufrimiento enorme por la derrota inesperada de Diego Schwartzman ante Daniil Ostapenkov. Luego, la actuación de Guido Pella que acomodó un poco las cosas, en un sábado de miradas desconcertantes y búsqueda de explicaciones de lo tal vez inexplicable.

Y el domingo también supo, primero sufrir, después ganar y luego partir, a seguir la vida trashumante de los tenistas, que los encuentra en cualquier lugar del mundo. Pero no fue un domingo cualquiera, porque con el nuevo formato de la Davis, aún en esta fase más baja que la Final que se juega como un Mundial de Fútbol, aún con estas reminiscencias de la vieja y añorada Copa, el esquema de jugar en dos días dejó toda la expectativa para la jornada final, pues todo queda por resolverse en ella. Y la Argentina y Bielorrusia llegaron al siempre importante punto de dobles con una igualdad que los colocaba con cierta expectativa. El equipo local ya tenía previsto jugar con Horacio Zeballos y Máximo González; Bielorrusia decidió poner a los dos singlistas, que de hecho ya habían pasado por la prueba de fuego del día inicial. Así, con la desfachatez de Daniil Ostapenkov y la juventud de Erik Ariutunian salió a pelearle el match a la Argentina. Y hubo que sufrir, como dice el tango, vaya si hubo que sudar.

Porque el primer set fue para la visita. Arrancó con el saque Zeballos, lo siguio Ostapenkov, luego González y por último Ariutunian. Todos conservaron y fue 2-2 la primera ronda de servicios. Lo mismo pasó en la segunda ronda, aunque la Argentina tuvo 3 break points en el octavo game que no pudo usufructuar. El match quedó 4-4. Sacó Zeballos, de buen partido, y puso el 5-4. Ostapenkov, con un servicio fortísimo, 5-5. Falló “Machi”, de juego deslucido en el primer set y quebraron los bielorrusos. 5-6. Sostuvo Ariutunian y el set fue para la visita, 5-7.

El segundo parcial fue igual en el inicio; la misma ronda de sacadores y el 2-2 parcial; luego, Zeballos puso el 3-2 para la Argentina, quebraron a Ostapenkov, 4-2; González, que creció en el juego y en la confianza, puso con su saque el 5-2 y quebraron el servicio de Ariutunian para llegar al 6-2.

Y la tercera manga fue similar; defendieron su saque Zeballos, Ostapenkov y González: 2-1 para la Argentina. Quebraron a Ariutunian, 3-1. Sacó bien Zeballos, 4-1. Ostapenkov con su servicio achicó a 4-2. González amplió a 5-2 y quebraron el saque de Ariutuinian para sellar el 6-2 del tercer y último set.

Argentina inclinaba el marcador en el tercer partido para adelantarse por 2-1 ante Bielorrusia.

Y llegó el momento de Diego Schwatrzman. El esperado instante del desquite, de sacudirse los fantasmas y reencontrarse con la gente. Enfrente, Alexander Zgirovsky. Un partido casi sin análisis ni equivalencias: 6-1 y 6-2 para poner el cuarto punto a favor de la Argentina. La serie quedaba terminada con el 3-1, aunque quedaba un partido por jugar.

“La gente te trata muy mal, cuando perdés un partido de tenis, y a veces eso es muy duro”, dijo el “Peque” al borde de las lágrimas en una entrevista para el canal TyC Sports que se reprodujo en los altavoces del Buenos Aires Lawn Tennis Club. “El tenis tiene eso, que vas y venís, perdés y ganás, y por eso les quiero agradecer a todos los que vinieron por el apoyo en los dos días. lo mío el sábado fue malo, no contagié mucho, pero hoy había que salir adelante. Se que puedo jugar mucho mejor, pero lo importante era ganar y sacarme la mala sangre de ayer”.

“Es espectacular representar al país. Tenemos un buen equipo, nos llevamos muy bien, venimos con muchas ganas de jugar. Y también le quiero agradecer a Fede Delbonis, al “Yaca” (Leo Mayer) y todos los jugadores argentinos que ayer me escribieron para darme aliento”, cerró en el court central.

Después fue el turno de la presentación de Federico Coria, quien derrotó por 6-3 y 6-1 a Daniil Ostapenkov. Y también lo embargó la emoción: “Gracias por quedarse, aunque ya habíamos ganado la serie. Este es el día más especial de mi carrera y de mi vida. Se lo quiero dedicar al más grande de todos, a Guillermo Vilas. Gracias a él, mi papá, es profesor de tenis. Gracias a él, mi ídolo se llama Guillermo. Gracias a él, hoy puedo tener el día más especial de mi vida en su cancha. Le quiero agradecer de corazón. Voy a seguir luchando por mis sueños”, afirmó también embargado por las emociones.

Fue como el tango. La Argentina supo sufrir, después gozar…y después partir, a buscar nuevos horizontes, nuevos desafíos, y a soñar con Marzo de 2022, cuando la famosa Copa Davis nos vuelva a llamar al corazón.

Hernán O’Donnell

Platense y Argentinos se respetaron en exceso y el empate fue gris como la tarde

Un clásico con un poquito de público, los famosos allegados y gente del fútbol. Un clima de clásico, con la postura bien definida de los dos equipos, el libreto conocido y el que imaginábamos se iba a cumplir en el desarrollo de Platense vs Argentinos Juniors en el Estadio “Ciudad de Vicente López”. Argentinos Juniors con un poco más de iniciativa, el arquero Federico Lanzillotta en reemplazo de Lucas Cháves, la línea de tres centrales, Kevin Mac Allister, Miguel Torrén y Carlos Quintana, por delante una línea de cuatro con Matías Romero, Franco Moyano, Gabriel Florentín y Elías Gómez, por delante de ellos Gabriel Hauche y dos delanteros por le medio que jugaban mano a mano con los dos centrales de Platense: Mateo Coronel y Nicolás Reniero.

El equipo local planteó dos líneas de cuatro. Al arco, Luis Ojeda, que parece adueñarse del puesto. Augusto Schott, cada vez más firme y consolidado, Nahuel Iribarren, Luciano Recalde y Facundo Cardozo. Adelante de ellos, Franco Baldassarra, Iván Gómez, Hernán Lamberti y Nicolás Bertolo. Y Facundo Curuchet y Brian Mansilla como hombres de ataque.

Se respetaron mucho. Jugaron con cautela, midieron cada paso y no arriesgaron más de lo imprescindible. Argentinos intentó con remates desde afuera, más allá de la buena elaboración de juego. Platense fue más profundo en los ataques del primer tiempo, pero siempre se apoyó en el esquema de esperar, neutralizar y salir rápido de contragolpe.

A los 13′ llegó la primera posibilidad, con un disparo de Gabriel Florentín desde afuera del área que se fue apenas alto. Respondió el “Calamar” a los 20′ con una maniobra de Curuchet, donde pareció haber sido tocado en el área por Torrén, pero Silvio Trucco, el árbitro del partido, no consideró que hubiera habido falta. Y a los 30′ Platense volvió a disponer de una oportunidad, cuando Florentín se demoró en la salida, perdió el balón ante la presión de Franco Baldassarra, el balón le quedó a Facundo Curuchet y su disparo se fue apenas arriba del travesaño. Volvió a llegar Platense, con un desborde de Brian mansilla por izquierda, el centro pasado y el tiro de Augusto Schott fue ontrolado por Lanzillotta, el arquero visitante.

El primer tiempo se cerró con un tiro de Gabriel Florentín, también de afuera del área, en otro intento de lejos del equipo de La Paternal.

El segundo tiempo comenzó con el mismo argumento; Argentinos un poco más adelantado, pero sin lograr profundidad. A los 48′ Gabriel Hauche volvió a intentar desde afuera y Luis Ojeda la tapó con rebote, que Iribarren mandó al corner. De ese tiro de esquina, Matías Romero metió un cabezazo que se fue afuera.

La respuesta local llegó con otro ataque. Iban 51′ cuando Brian Mansilla tiró un buen taco por derecha, dejó bien posicionado a Baldassarra, y el remate del volante fue atajado por el arquero Lanzillotta. Y enseguida llegaron las ventanas de los cambios; a los 58′ Horacio Tijanovich ingresó por Nicolás Bertolo. A los 62′ abrió la ventana de cambios visitantes el entrenador Gabriel Milito; así, Gabriel Carabajal reemplazó a Mateo Coronel, y Javier Cabrera entró en lugar de Matías Romero. El equipo de La Paternal varió el esquema y se paró con un 3-4-2-1 bien definido; los tres zagueros, Cabrera, Moyano, Florentín y Elías Gómez; luego, como interiores adelantados, Gabriel Hauche y Gabriel Carabajal, y Nicolás Reniero de centrodelantero definido.

Leonardo Carol Madelón realizó otra variante en el local a los 67′: Matías Tissera ingresó en la posición de Facundo Curuchet. Siguieron las modificaciones y a los 70′ Diego Sosa reemplazó a Gabriel Hauche. El partido había entrado en un bache, donde todo se dirimía en la mitad de la cancha y poco, muy poco, pasaba en las áreas.Iban 79′ cuando llegaron más modificaciones en el equipo de Saavedra; Julián Marcioni entró por Franco Baldassarra y Florián Monzón ingresó en lugar de Brian Mansilla.

Algunas emociones aparecieron al final. A los 80′ Franco Moyano probó desde afuera y Luis Ojeda atrapó la pelota en dos tiempos; a los 82′ pareció que hubo un toque de Torrén sobre Tissera, pero Silvio Trucco entendió que hubo simulación y amonestó al delantero local. A los 84′ Diego Sosa tomó un rebote en el área chica, sacó un disparo violento y Luis Ojeda tapó el tiro con el pecho. Y cuando todo terminaba, a los 90+1′, Florián Monzón sacó un fuerte disparo que el arquero desvió al corner.

Así se cerró la tarde gris en Vicente López. Con un empate lógico entre Platense y Argentinos Juniors, porque ambos se respetaron, se cuidaron y tuvieron la cautela que siempre domina a los clásicos del fútbol argentino.

Hernán O’Donnell

Daniil Ostapenkov dio la sorpresa y la serie está igualada

“De un lado de la red hubo un jugador que hizo todo mal, y del otro lado, uno que hizo todo bien”. Aún con la amargura de la inesperada derrota, Diego Schwartzman tuvo tiempo de hacer un análisis del partido que abrió la serie por los Play Off de Reclasificación del Grupo Mundial I de la Copa Davis by Rakuten, ante el joven bielorruso, Daniil Ostapenkov, quien dio la nota de la jornada, del fin de semana y quizás de las más trascendentes que le tocó sufrir al equipo argentino, porque el tenista europeo aún no tiene ranking de ATP, es su segunda serie en la que participa, y no estaba en los planes de nadie que pudiera ganar el partido.

Sin embargo se hizo del primer juego para Bielorrusia, tras ganar por 6-4 y 6-3, en un partido en el que prevaleció de principio a fin. Aceitó su juego con muy buenos golpes de fondo, un saque fortísimo y seguro, muy consistente para la devolución y por consiguiente para quebrar el saque del tenista argentino, cosa que hizo en 6 oportunidades.

Schwartzman solo dominó en el primer game, en el que quebró el saque de su rival, pero luego se desinfló. Ostapenkov no perdió la calma, quebró el servicio del “Peque” para poner el 1-1, luego mantuvo su saque y volvió a romper el servicio del local para adelantarse por 3 a 1. Quebró Schwartzman y mantuvo, con lo cual se llevó dos games e igualó en 3 el primer game. Después vinieron dos juegos claros de Ostapenkov, se impuso con su srevicio, para quedar 4 a 3 y quebró a Diego para ponerse 5 a 3. Schwartzman aprovechó un par de yerros y errores no forzados en el siguiente juego, volvió a quebrar y achicó la diferencia: el bielorruso quedó 5-4, pero el saque para el argentino. Y volvió a quebrar el europeo para llevarse el set por 6-4.

El segundo set fue aplastante. En un abrir y cerrar de ojos Ostapenkov sacó una ventaja inalcanzable. Arrancó con su saque, quebró, mantuvo y volvió a quebrar: 4 a 0. Luego pareció reaccionar el “Peque” y rompió el servicio de su rival, a fuerza de constancia y una pequeña variante en su juego: drops y tiros con slice, algo que no había intentado a la largo del partido. Al contrario, se mantuvo en la inercia del palo a palo, que favorecía el juego de su rival. El set quedó 4-1 y tras mantener su servicio se acercó un poco más. Ahora Schwartzman perdía por 4-2, pero la reacción no fue suficiente. Ostapenkov mantuvo para el 5-2, no perdió la línea ni le ganaron los nervios cuando el “Peque” achicó a 5-3 y se llevó el set y el partido con el 6-3 final.

“Hice todo mal, no encontré mi juego”, dijo Schwartzman. Y agregó: “la única realidad es que jugué muy por debajo de mi nivel y no me salió nada. No hay excusas, ni de la presión del público ni del favoritismo. Tuve un día malo y no hay nada más que decir”.

Luego llegó el triunfo de Guido Pella, más parecido a las expectativas del público y de la opinión generalizada. Ante un rival joven como Erik Arutiunian, el argentino se adelantó 3-0, cedió su saque para el 3-1 parcial, luego recuperó y se puso 4-1, mantuvo para el 5-1 y volvió a quebrar para el 6-1 de la primera manga en 35′ de juego.

El segundo set también lo ganó con contundencia y autoridad: tras el reparto de los primeros juegos, Pella quedó 2-1. Quebró al rival y se puso 3-1, mantuvo para colocarse 4 a 1, Arutiunian ganó su srevicio y el partido se puso 4-2; pero Guido Pella recuperó su tenis, su control y se adelantó con su saque a 5-2 y quebró el servicio visitante para cerrar el segundo set por 6-2.

La serie quedó en un asombroso 1-1 inicial. El domingo arranca el dobles y luego los singles invertidos. No debería haber problemas, pero la Davis está llena de historias fantásticas, misteriosas e impredecibles. Nadie imaginaba que algo así podría suceder en esta, pero los duendes y fantasmas del histórico torneo, otra vez se dieron una vuelta por Buenos Aires.

Hernán O’Donnell

La Copa Davis se enciende en Buenos Aires

La espera terminó. Lo que tanto se anhelaba, el tener otra vez la Copa Davis by Rakuten en casa, con público en las gradas y toda la magia de un torneo legendario, histórico y con ribetes que aún conservan algo de la tradición, a pesar de los cambios en el formato del certamen, las modificaciones en la duración de los partidos, la supresión de los sets “largos”, y la fase final que convoca a los equipos de Tenis a una suerte de Mundial. A pesar de todo, algunas tradiciones parecen sobrevivir y en él Buenos Aires Lawn Tennis Club las volvimos a sentir, luego de tantas variantes y tanta ausencia.

El viernes 17 fue el día del sorteo de los partidos en este play off de reclasificación del Grupo Mundial I de la Copa Davis by Rakuten. Ese día mágico que siempre fue el jueves, donde las especulaciones, pronosticós y chimentos recorrían las salas de conferencias del mundo del tenis, antes, durante y después del sorteo, cuando todo iba al azar y los número uno del mundo podían enfrentarse el viernes a primera hora o el domingo en el último turno, cuando el match ya estaba decidido. Esos jueves de murmullos y rumores, a veces de grandes polémicas, pasaron para el día viernes, que dejó de ser la primera gran jornada para darle lugar a las ceremonias, más solemnes y tranquilas.

Pero algo de todo lo vivido durante casi medio siglo, desde que empezamos a seguir a la bendita ensaladera en 1977, algo de ese olor pudimos percibir en estas horas. El clima, la conjunción del equipo, los entrenamientos, el optimismo marcado, el compañerismo. Valores que siempre se le reclamaron al Seleccionado Argentino de Tenis. Y que hoy, desde hace un tiempo en rigor de verdad, lo tiene. Se percibe con claridad.
Y los jugadores reflejan ese sentir, junto a una lógica seguridad por un match que no debería traerles complicaciones, en función de las notorias diferencias que existen entre los equipos.

Pero todo se maneja con seriedad, con responsabilidad y respeto. Por el rival, por el compromiso, por la historia del certamen y por el público que va a acompañar.
Quedaron algunos detalles del sorteo. Como que a Diego Schwartzman le toca abrir la serie y él, a diferencia de la mayoría de los tenistas, prefiere jugar en segundo turno. “No solo porque puedo dormir un poco más, sino porque se cómo está el día, como se presenta el clima, el viento, y al ver el primer partido ya me doy una idea de cómo afrontar esas cuestiones. Pero no cambia demasiado, me tendré que levantar un poco más temprano y acomodar el juego en primer turno”, dijo el “Peque” desde el court central.
Ya está listo el escenario y las piezas. La Copa Davis se enciende en Buenos Aires. Vamos a vivirla, como en aquellos largos, históricos y fascinantes fines de semana de antaño.

Hernán O’Donnell

Argentinos jugó y perseveró pero Patronato fue tenaz en la resistencia

Argentinos Juniors jugó como siempre, con la misma disponibilidad, la habitual ambición, la búsqueda permanente del arco contrario, y el juego asociado como argumento principal. Pero se topó con un rival duro, complicado, muy convencido de su idea, y voluntarioso para sostenerla. Además, Patronato se encontró muy rápido en ventaja, pero intentó no refugiarse atrás, sino ser flexible en el esquema: 4-4-2, con la línea defensiva ordenada en Geminiani, Guerreño, Olivier Benítez y Kruspzky; dos volantes centrales, Leys y Nievas y por los costados Gabriel Gudiño y Nicolás Delgadillo, veloces para desdoblarse y sumarse a los dos hombres de ataque, Junior Arias y Sosa Sánchez. A los 6′ llegó la oportunidad por una mano de Lucas Villalba en el área y el consecuente penal que, ya a los 7′ convirtió Junior Arias para poner 0-1 el partido a favor del elenco de Paraná.

El “Bicho” salió con fuerza y a los 9′ Villalba sacó un disparo fuerte que Matías Ibañez, el arquero visitante, tapó abajo. Se había armado un partido a todo ritmo. A los 22′ volvió a llegar el local y el travesaño salvó a Patronato. El equipo de Gabriel Milito soltaba bien arriba a Javier Cabrera y Elías Gómez por las bandas derecha e izquierda; Kevin Mac Allister y Lucas Villalba tomaban a los delanteros y Miguel Torrén se posicionaba como líbero.

Adelante, Franco Moyano como volante central, a su derecha Jonatan Gómez, Gabriel Florentín a la izquierda, Gabriel Hauche por la derecha, pero con libertad a volcarse al medio y Nicolás Reniero de centro delantero clásico. Y era muy interesante porque Argentinos dominaba y Patronato respondía de contra; así, a los 24′ fue Gabriel Gudiño el que tuvo una ocasión y su remate se fue muy cerca del palo izquierdo de Cháves. Argentinos elaboró una buena jugada colectiva a los 28′. La tomó Hauche en el medio, la llevó hacia la izquierda, abrió adelante para el pique y desborde de Elías Gómez y el centro lo tomó Reniero de cabeza, pero Matías Ibáñez, en una buena intervención, la sacó al corner. Y a los 30′ fue Patronato el que tuvo la chance en un contragolpe que finalizó con un tiro de Gudiño que pegó en un defensor y estuvo cerca de entrar, pero se fue al corner, muy próximo al poste izquierdo de Lucas Cháves, quien en la acción siguiente tuvo un choque con Sosa Sánchez y debió dejar el campo lesionado; lo reemplazó Federico Lanzillotta a los 30′ de juego.

Volvió a atacar el local, y a los 41′ Hauche cabeceó un centro que salió desviado. La última del primer tiempo fue de la visita, con un disparo de Leys, a los 45′, que salió afuera.

Para iniciar el segundo tiempo, Gabriel Milito dispuso dos variantes: Luciano Gómez ingresó en lugar de Kevin Mac Allister y Mateo Coronel reemplazó a Jonatan Gómez. Argentinos se adelantó en el campo y empezó a ejercer un dominio sostenido. Con pases cortos, juego asociado y tenencia permanente, sin revolear el balón ni tentarse con los pelotazos largos. Pero Patronato intentaba no retroceder, y si podía, metía un contragolpe como lo hizo a los 57′, cuando se escapó Delgadillo y sacó un remate cruzado que pasó muy cerca. Y a los 61′ volvió a probar Delgadillo con un gran tiro que salió apenas desviado.

A los 62′ Diego Sosa ingresó en el equipo local en reemplazo de Javier Cabrera. Y entró bien en el partido, con dinámica y empuje. Se fue Elías Gómez a los 68′ por el lateral izquierdo, metió un centro profundo y Nicolás Reniero cabeceó incómodo, casi se llevó el balón por delante. Pero tendría desquite un minuto después, cuando una jugada enredada en el área visitante fue captada por Mateo Coronel, enganchó en el área chica y sacó un centro cortito para Nicolás Reniero, que enganchó la pelota para llevarla a la red con suspenso, y dejar el partido 1-1 a los 69′.

Iván Delfino, el entrenador de Patronato, ya tenía dispuestos dos cambios; a los 70′ Vázquez reemplazó a Sosa Sanchez y Comas ingresó por el extremo Delgadillo. El equipo se acomodó con un 4-1-4-1, con Leys por delante de los defensores, más adelante Gudiño, Vázquez, Nievas y Comas, y de atacante central, Arias. A los 72′, Albarracín ingresó en lugar de Nievas.

Argentinos siguió con su tesitura. Empujó en ataque, buscó el desequilibrio y a los 75′ Gabriel Hauche sacó un gran tiro que pasó muy cerca del ángulo superior izquierdo de Matías Ibáñez. Luego llegaron dos modificaciones finales en Patronato: iban 79′ cuando Marín reemplazó a Geminiani y Garay ingresó por Gabriel Gudiño.

El final fue una secuencia de situaciones a favor del local. A los 84′ Luciano Gómez tuvo una chance inmejorable con un remate que pegó en el poste izquierdo del arco visitante. A los 90+4′ Lucas Villalba se mandó al ataque, pasó a dos hombres y sacó un disparo apenas alto. Y otra clarísima fue al final, a los 90+5′ cuando Diego Sosa se fue solo por izquierda, quedó en buena posición para definir y Matías Ibáñez le tapó el tiro, cuando la caída de su valla parecía inminente.

Fue el final. Argentinos había hecho mucho para equilibrar un partido que se le presentó desfavorable desde el comienzo, y que estuvo cerca de ganar al final. Patronato jugó con convicción, se aferró al resultado y se fue feliz a Paraná.

Hernán O’Donnell

Arsenal y Colón no hallaron el camino y se quedaron en el cero

Era un partido clave para los dos. Para el local, porque una victoria se volvía imperiosa, para escaparle al fondo de la tabla, romper la inercia desfavorable y empezar a construir el futuro. Para Colón, porque lo alto de las posicones no parecen tan lejano, y un triunfo lo podría acercar al sueño de coronar un año inolvidable…

El frío de la tarde los envolvió y no les dejó pensar y hacer un partido atractivo. Muy estudiado, muy trabado y con pocas situaciones de gol. Pocas llegadas a los arcos. El equipo de Santa Fe tuvo más la pelota y manejó el juego, aunque las posibilidades más diáfanas fueron para el local. Por eso el empate es justo, ya que un equipo mostró más cualidades producto del mayor tiempo de trabajo que lleva; y el otro, que está en el inicio de una nueva etapa, contó con un par de ocasiones que no pudo aprovechar, incluido un tiro penal.

A los 8’ llegó Colón con una jugada colectiva. Aliendro abrió para Lértora, este profundizó a la derecha para Meza, llegó el centro y Alejandro Medina, el arquero local, cortó abajo. El conjunto de Eduardo Domínguez jugaba con muchos señuelos; cada pase que parecía dirigido a un futbolista, este lo dejaba pasar y aparecía otro para recibir. Si Piovi hacía un lateral que todo indicaba era para Bernardi, este amagaba ir a buscarla y el que la perseguía era Aliendro, por ejemplo. O si Lértora parecía buscar a Aliendro, este la dejaba pasar y la tomaba Farías. Señuelos y amagues, como en el rugby moderno.
Sin embargo, Arsenal iba a tener la posibilidad más clara del partido con un penal por mano de Aliendro, pero el remate de Nicolás Mazzola se fue alto y el marcador quedó en cero cuando iban 21’ de juego. Le cuesta al equipo de Israel Damonte, que lleva cinco partidos sin convertir, producto de dos derrotas y tres empates.

Arsenal desaprovechaba una magnífica oportunidad. Le iba a costar encontrar otra en el partido. En el equipo de Santa Fe Gonzalo Piovi debió dejar el campo de juego a los 23’ ya que no había podido recuperarse de los problemas físicos con los que llegó al partido. Arrancó con lo Justo y tuvo que dejarle su lugar a Mura.
Y no hubo más para destacar en la primera parte. Apenas el esquema de Colón, con línea de cuatro, Lértora y Aliendro en la mitad de la cancha, Alexis Castro por derecha, Bernardi por izquierda más adelantados y Farías y Leguizamon en el ataque. Arsenal salía por Benavídez, se apoyaba en Goñi y Suso y por la izquierda trepaba Emiliano Papa. En el medio, por el centro, Emiliano Méndez, por delante Farioli, Dardo Miroc y Nicolás Castro, y en la delantera Nicolás Mazzola y Matías Belloso.

En el complemento el libreto fue similar. Colón con un poco más de fútbol, mayor tenencia de balón y una propuesta de ataque. Arsenal bien estructurado, concentrado para neutralizar, cortar y salir rápido de contragolpe. Así se tejió un partido donde la visita era un poco más pero el local sumaba alguna chance más peligrosa. A los 48′ se armó un ataque del “Viaducto” con la conducción de Farioli, el balón al medio para Belloso, este abrió a la izquierda para Emiliano Papa, el lateral se la devolvió a Belloso y este la volcó a la banda derecha para la entrada del marcador lateral Gastón Benavídez quien sacó un remate fuerte y alto.

A los 54′ volvió a tener una llegada Arsenal, el centro fue preciso para Mazzola, quien entraba libre por el medio en buena posición de remate, pero no pudo conectar el balón. En tanto la visita se aproximó a los 56′ con un disparo de Christian Bernardi, pero Alejandro Medina controló su remate.

Después, el partido cobró un poco más de intensidad con las variantes, que fueron bastantes y seguidas: a los 61′ Facundo Kruspzky reemplazó a Brian Farioli y Lucas Albertengo ingresó por Nicolás Mazzola en el equipo de Damonte, mientras que en el elenco que conduce Eduardo Domínguez ingresaron dos ex jugadores de River, Lucas Beltrán y Cristian Ferreira, en lugar de Alexis Castro y Nicolás Leguizamón, cuando iban 63′.

A los 69′ Arsenal se encontró con un balón disponible por una salida fallida de Burián, pero Kuspzky no pudo entrarle bien al remate y el tiro fue controlado por el arquero uruguayo. A pesar de ese accidente, Colón se mostraba mejor en el juego, mientras que el equipo de Sarandía ya se apretaba con un compacto 4-4-2, aunque dejaba latente siempre la aventura del contra ataque.

A los 74′ Damonte dispuso que Bruno Sepúlveda reemplazara a Matías Belloso. Arsenal apostaba al juego aéreo, con dos hombres de área, pero sobre todo de buena presencia en la “cancha de arriba”, como Albertengo y el ex centro delantero de Estudiantes de Río Cuarto. A los 75′ tuvo otra oportunidad el local con un tiro libre que ejecutó Nicolás Castro y contuvo Burián. Después, a los 80′, Domínguez usó una sola variante de las dos que le quedaban en la última ventana, y determinó que Santiago Pierotti reemplazara a Christian Bernardi, de buen partido.

Aunque la figura de Colón fue Facundo Farías, constante en el ataque para gambetear hacia adelante, buscar combinaciones y tratar de llevar peligro al arco adversario. Así se armó una buena jugada combinada por izquierda, Meza tiró el centro y Mura no llegó del otro lado. Y la mejor chance la tuvo a los 90+4′ cuando Farías combinó con Mura, entró por derecha, sacó un centro atrás y el disparo de Pierotti fue desviado por Medina. Sobre el cierre, Burián desvió un tiro bombeado.

Fueron las últimas emociones de una tarde muy fría, que contagió el juego de los dos equipos, que intentaron, sí, desde la voluntad, pero produjeron muy poco, no pudieron salir del 0-0 y extraviaron dos unidades que les hubieran resultado muy útiles.

Hernán O’Donnell

La magia de la Copa Davis vuelve a Buenos Aires

Hacía mucho tiempo que la esperábamos. Mucho tiempo que no se vivía la adrenalina de la semana de la Copa Davis by Rakuten en la casa del tenis argentino, el Buenos Aires Lawn Tennis Club. Porque ese es el Estadio emblemático del Seleccionado Argentino YPF de Tenis. Allí nació la mística, allí se forjaron las primeras ilusiones, ahí, en ese court y bajo esas tribunas la utopía le dio paso al sueño, el sueño a la ilusión, y la ilusión lo convirtió en una obsesión que se coronó en Zagreb, y que tuvo que transitar numeroso escenarios a lo largo y a lo ancho del mundo; de hecho también viajó por varias provincias y ciudades del país, incluso en la misma Ciudad de Buenos Aires se jugó en muchas oportunidades en el Estadio Mary Terán de Weiss, incluso en River Plate…pero el hogar de la Copa Davis by Rakuten para la Argentina es el BALTC, y allí se vivirá y respirará tenis durante toda la semana de la Davis, porque eso es lo que genera, aunque haya variado el formato y la definición en sede única. Pero este hecho de jugar por el Grupo Mundial I pone otra vez a la más hermosa competición de tenis al alcance de los amantes de ella. Es verle el lado positivo a un momento deportivo no tan bueno. Pero crecer desde ahí; ganar, para soñar con ingresar otra vez en la Fase Final. Y la Argentina, en esta serie ante Belarús, tiene muchas chances.

El Capitán Gastón Gaudio dispone de un equipo sólido y con una buena mezcla de experiencia y juventud: Diego Schwartzman, Federico Coria, Guido Pella, Horacio Zeballos y Máximo González fueron los convocados. En caso de ganar la serie, avanzarán a los Qualifiers 2022 para buscar la plaza en la Fase Final de 2022. El equipo visitante llega con un plantel en el que no estarán sus principales figuras; el capitán visitante, Aliaksandr Vasileuski, convocó a Martin Borisiouk, Alexander Zgirovsky, Erik Arutiunian y Daniil Ostapenkov. Sus mejores tenistas no estarán en la partida;  Ilya Ivashka (53°) comunicó que no jugará la serie, Egor Gerasimov (82°) quedó aislado luego de dar positivo por coronavirus tras jugar la primera ronda del US Open, y el doblista Andrei Vasilevski (85°) va a ser padre y por ese motivo permanecerá en su hogar.

La Copa Davis llega a la Argentina en Septiembre, mes del Centenario de la Asociación Argentina de Tenis. Y se aprovechará esta serie para darle conitnuidad a las celebraciones que ya empezaron. Habrá reconocimientos a miembros del Salón de la Fama del tenis argentino; habrá encuentros entre los dirigentes de la Asociación con los dirigentes de las federaciones del país. Habrá público en las gradas…

Será el sábado 18 y domingo 19 de Septiembre de 2021. La vuelta de la bendita y amada Davis al Buenos Aires Lawn Tennis Club, después de 16 años de espera. Será para celebrar, sin dudas.

Hernán O’Donnell

La noche del reencuentro del Seleccionado y la gente

El partido ante Bolivia por la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-Qatar 2022 tomó un cariz y una expectativa inusual, mucho más grande que todos los partidos anteriores frente al mismo rival. La Argentina jugó ante el conjunto boliviano en Córdoba en 2016, para el camino a Rusia 2018, antes en noviembre de 2011 en el estadio de River Plate para llegar a Brasil 2014, y en ambos casos, y en los anteriores, a los que siempre asistimos desde los años ’80, no se había generado esta expectativa. un poco por ver a los Campeones de América, otro tanto por el regreso del público a las canchas luego de casi dos años de ausencia. Y el clima previo, la semana fría, con muchas lluvias y tormentas, le puso un marco de épica y melancolía a todas las horas expectantes.

Crédito: AFA Media

Además estaba en el medio toda la cuestión del partido suspendido ante Brasil, la salida de los cuatro futbolistas que actúan en la Premier League de Inglaterra y las variantes obligadas porque dos de los cuatro que juegan allí son titulares del conjunto de Scaloni: el arquero Emiliano Martínez y el zaguero Cristian Romero. Por “Dibu” ingresó Juan Musso, portero del Atalanta de Italia. Y por el defensor jugó Germán Pezzella, a esta altura, un histórico del elenco nacional.

Fue la noche del reencuentro. Con la gente, con la victoria, con el Estadio “Monumental”, con las celebraciones y una actuación estupenda, ante un rival digno, que hizo todo lo que pudo, planteó un partido de neutralización y no se alejó de su libreto. Bolivia trató de sostenerse en el partido a partir de su excelente arquero, Carlos Lampe, una línea de tres zagueros, Jusino, Haquin y Quinteros, dos laterales volantes que se proyectaban pero también eran muy disciplinados para retroceder y armara una línea de cinco cuando Argentina atacaba (la mayor parte del tiempo), Jesús y José Sagredo. Tres volantes, Saavedra, Justiniano y Villarroel, más adelante Henry Vaca y como referencia de ataque, Marcelo Martins Moreno.

Crédito: AFA Media

En ese esquema se destacó, como es habitual, el volante central Leonel Justiniano, de gran despliegue en el centro del campo, mucho temple para luchar y buen pie para jugar. Pero era difícil marcar a Messi en la noche de su “casamiento” definitivo con el público argentino. Y así fue como a los 13′ abrió el marcador, tras un balón robado en ataque y un zurdazo de afuera del área que marcó el 1-0 para la Argentina.

Después de esos quince minutos iniciales frenéticos, el equipo de Sacloni se tomó un pequeño respiro. Invitó al rival a salir, a buscar un poco el campo contrario, para encontrar más espacios donde desarrollar su juego y sobre todo las maniobras de ataque. Pero la visita no salió, solo lo hizo a cuenta gotas y le alcanzó para tener dos oportunidades: primero un cabezazo de Moreno Martins que controló Musso y sobre el final del primer tiempo Henry Vaca intentó por arriba, pero el disparo se fue alto.

La realidad es que la Argentina dominó con la proyección de sus laterales, Nahuel Molina y Marcos Acuña, la firmeza de los centrales, Pezzella y Nicolás Otamendi, el ritmo que marcaron De Paul, Paredes y Alejandro Gómez, de gran primer tiempo en la creación, la distribución y el tándem formado con el “Huevo” Acuña, Leo Messi suelto y Di María por derecha, Lautaro Martínez por el medio completaron el equipo.

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Y tuvieron muchas situaciones en el primer período. A los 38′ Leo Messi encabezó una veloz corrida por izquierda, habilitó al centro a Lautaro Martínez y el remate con pie abierto del delantero del Internazionale de Milan se fue apenas desviado.

A los 42′ probó Messi desde lejos y el balón pasó muy cerca. Con ritmo y llegadas, la Argentina cerró una primera etapa elogiable.

Y todo continuó en el complemento. La visita arrancó con una modificación: Ramiro Vaca reemplazó a Villarroel, que estaba amonestado por una violenta falta a De Paul y bien pudo haber sido expulsado en esa jugada. por las dudas, César farías decidió su reemplazo. Fue empezar y que las situaciones cayeran como hojas en invierno. A los 48′ remató Leandro Paredes y rechazó Lampe; tomó el rebote Angel Di María y volvió a desviar el arquero boliviano. A los 57′ probó Rodrigo De Paul, y el balón pasó apenas alto.

A los 60′ Joaquín “Tucu” Correa ingresó en lugar de Alejandro “Papu” Gómez. Y a los 63′ llegó el segundo gol, quizás el más elaborado de la noche. Messi tocó al medio para Leandro Paredes, este abrió a la izquierda para Correa, el “Tucu” se la devolvió a Messi, Leo combinó con Lautaro Martínez en una hermosa doble pared, se perfiló por el medio, remató, rebotó en la pierna de Jusino, le quedó a Leo y con un toque suave marcó el 2-0 para la Argentina. Y se desató el carnaval. Adiós a los protocolos, los barbijos y el moderado silencio. Los cantos ya se hicieron sentir fuertes y constantes. El aliento para el equipo y los jugadores, como en las viejas épocas.

Bolivia intentó dos variantes a los 66′ de juego: Roberto Fernandez reemplazó a E. Saavedra y C. Algarañaz ingresó en lugar de Henry Vaca. Enseguida Lionel Scaloni trazó dos variantes en el equipo local: Nicolás González entró en lugar de Angel Di Maria y Angelito Correa ingresó por Lautaro Martinez, a los 70′ de juego.

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A los 76′ Villamil reemplazó a Jesus Sagredo en la selección de Bolivia, mientras que a los 80′ Argentina hizo sus últimos cambios: Exequiel Palacios ingresó en reemplazo de Rodrigo De Paul y Lucas Martínez Quarta ocupó el lugar de Nicolás Otamendi.

Ya el dominio de la selección local era absoluto. Bolivia solo mantenía el orden en función de no sufrir una catástrofe, porque la Argentina lo apretaba mucho y cuando Messi tomaba el balón, parecía que el peligro era inminente.

Y así fue como cerró la fiesta con un tercer gol de Messi. Iban 87′ cuando Angelito Correa intentó un remate que rebotó en la pierna de Haquin; el balón lo tomó Paredes, quien sacó un tiro fortísimo al arco, pero el vuelo de Carlos Lampe rechazó la pelota. Y le quedó servida a Messi para que disparara y marcara el 3 a 0 para la Argentina.

Fue el cierre del show del juego, aunque quedó una última variante en la visita, que los medios y la gente perdieron de vista, porque cuando se jugaban los 90+4′ del partido Sebastián Reyes entró en lugar de Haquin. Casi nadie se dio cuenta, porque a los pocos segundos el árbitro peruano Kevin Ortega dio por concluido el partido.

Durante una media hora, el equipo celebró junto a su gente. Camisetas alusivas a la conquista de América, la entrega de la Copa por parte del Presidente de AFA, Claudio Tapia, al capitán Messi, la vuelta olímpica, las lágrimas de Leo y el baile de los más desenvueltos…

Una noche de reencuentros, la selección y su gente. Lo esperábamos hace bastante tiempo.

Hernán O’Donnell

El gol de Tomassini puso justicia en una tarde caliente

Se jugaba el último minuto de descuento; en rigor de verdad, solo faltaban cuarenta segundos para que se cumplieran los cinco minutos agregados. Y Brian Miranda condujo con paciencia, se metió por el pasillo del volante interno izquierdo, abrió a la banda izquierda para El “Pony” Oyola, este sacó el centro pasado y Gabriel Tomassini metió el cabezazo que marcó el 2 a 2 final cuando iban 90+4′ de juego. Explotó Tristán Suárez en un alocado festejo y se cerró así el partido con un empate 2 a 2 ante Barracas Central en una tarde en la que los fallos controvertidos del árbitro Carlos Córdoba y los jueces de línea fueron protagonistas, en tanto el juego se hizo caliente con el correr de los minutos.

Tristán Suárez y Barracas Central igualaron en dos tantos, en un partido que además tuvo emociones, momentos de buen fútbol, otros de juego enredado y una sensación de que el empate agónico puso un marco de justicia pues el juego fue equilibrado y si bien Tristán Suárez dejó una mejor imagen y la impresión de que pudo llevarse algo más, la igualdad, al cabo, se acerca a lo que fue el encuentro.

El equipo de Aníbal Biggeri salió con la intención de jugar, manejar el balón y atropellar a Barracas. Una línea de cuatro renovada, con Francisco Martínez por derecha, de gran partido, Tomassini y Bruno Duarte como zagueros centrales y Nicolás Pantaleone por el lateral izquierdo. Dos medio centros, Marcos Brítez Ojeda y Saúl Nelle; Enzo Arreguín por el costado derecho y Ezequiel Merillo por la raya izquierda. Miranda, como enlace y organizador, y Lucas Delgado de centro atacante. A los 7′ tuvo una chance con un remate potente de Merillo que Monllor, el arquero visitante, desvió al corner. Y de ese tiro de esquina vino el cabezazo de Merillo que se introdujo en la valla visitante, aunque Córdoba no lo convalidó por una falta previa que no pudimos detectar. Ahí se produjo el primer foco de conflicto. Suárez protestó de modo enérgico. Enseguida tuvo otra chance, a los 9′, con un centro de Arreguín y el cabezazo de Marcos Brítez Ojeda

Barracas tuvo una llegada a los 11′ con un disparo de Germán Estigarribia que Rodrigo Lugo, el arquero local, sacó al corner. Luego lo tuvo Suárez, a los 17′, con un desborde de Arreguín por derecha, el centro atrás y el tiro de Miranda que Mariano Monllor sacó al corner. A esa altura, el partido ya era de alto vuelo.

El “Guapo” propuso un esquema ordenado; línea de cuatro, Arce como medio centro, IvánTapia para manejar el balón, Buter como referencia de ataque y Valenzuela suelto para desequilibrar con su tremenda habilidad. Así llegó una jugada inmediata, donde se fue por izquierda, sorteó dos marcas y dentro del área le cometieron penal. Lo ejecutó Ivan Tapiá y lo tradujo en gol, para poner el 0-1 para Barracas Central a los 22′ de juego.

Suárez no se desordenó. Insistió con su propuesta y por una mano en el área tuvo también un penal a favor, a los 31′, que Brian Miranda convirtió y el encuentro quedó 1-1. Pero la alegría duró poco.

Fernando Valenzuela, el mejor de la visita, volvió a ser derribado en el área, y él mismo se encargó de patera el penal para poner el 1-2 a los 34′ de juego.

Respondió Tristán Suárez a los 36′ con un disparo de Arreguín, pero estaba muy oblicuo en su posición para rematar al arco y el balón salió desviado. Algunos fallos desfavorables provocaron las protestas del local y en el entretiempo fue expulsado el director técnico Aníbal Biggeri.

El complemento fue menos lucido y más luchado. Suárez buscó atacar para llegar a la igualdad, pero Barracas opuso resistencia y la amenaza permanente con la velocidad y habilidad de Valenzuela. A los 58′ Ezequiel Merillo probó desde afuera y el balón pasó cerca. Enseguida se abrieron las ventanas de los cambios. A los 59′ Franco Quiroga entró por Saúl Nelle y Juan Román Pucheta ingresó en lugar de Marcos Brítez Ojeda. Desde el palco de prensa, Biggeri buscó arriesgar, mientras el equipo intentaba progresar por el sector izquierdo. En la visita, a los 59′ también, cambiaron delantero por delantero: Mauro Albertengo reemplazó a Leonel Buter.

El juego se hizo más parejo. Y Suárez tuvo una buena contra a los 66′ con una escapada de Pucheta, pero Monllor le tapó el disparo y el rebote le pegó al delantero y se fue afuera. A los 75′ el “Pony” Oyola reemplazó a Enzo Arreguín. Se ubicó en el costado izquierdo, mientras Merillo pasó al derecho. En la visita, a los 76′ Facundo Stábile, rápido para el contragolpe, reemplazó a Juan Vazquez. El “Guapo” apostaba al contra ataque.

A sea altura, todo era lucha y fricción. Biggeri pedía calma y juego. Que arriesgaran si era necesario, pero que no renunciaran a la búsqueda ofensiva. Y puso a José Barreto en lugar del defensor Bruno Duarte. El equipo se paró con línea de tres, Martínez, Tomassini y Pantaleone, Franco Quiroga por delante de ellos como volante central, Merillo más cerrado a su derecha, Miranda a su izquierda y arriba Barreto, Pucheta, Delgado y Oyola.

Barracas metió dos variantes a los 84′. Luciano Romero entró por Germán Estigarribia y Daniel Martínez ingresó en lugar de Carlos Arce. Y trató de aguantar, aunque Suárez se venía con el resto que le quedaba, con mucho empuje y coraje. La cancha era un hervidero y los roces le dieron paso a las discusiones, como las que tuvieron varios jugadores locales con el banco de la visita.

Hasta que llegó esa jugada final. El ataque sereno de Miranda, a pesar de las circunstancias y la enorme presión reinante, la apertura para Oyola, el centro y el cabezazo salvador de Tomassini para marcar el 2-2 a los 90+4′.

El final fue el festejo grande de Tristán Suárez, el abrazo de todos sus jugadores y la resignación de Barracas Central, que vio en la agonía como se le esfumaban dos puntos por el empate, pero el que no quedaba muy lejos de la justicia.

Hernán O’Donnell

Argentina cierra la triple fecha ante Bolivia

Parece lejano todo el escándalo de la suspensión del partido frente a Brasil en Sao Paulo, cuando la Argentina ya debe salir a la cancha para medirse ante Bolivia. Una pena, porque el equipo había jugado muy bien en Caracas frente a Venezuela y el impulso parecía mantenerse en esos primeros minutos jugados en el Arena Corinthians. Pero no hubo continuidad en el juego y el equipo de Lionel Scaloni deberá aguardar el fallo de la FIFA mientras los abogados de la AFA plantean el descargo.

Crédito: AFA Media

A propósito del entrenador, como es norma en esta clase de partidos, habló con la prensa en la conferencia habitual del día previo al encuentro: “La sensación que nos quedó es la de todo el mundo, que esperaba un espectáculo de gran nivel y nos quedamos sin nada”, apuntó Scaloni, “En ningún momento pensamos que podía pasar lo que ocurrió en Brasil. Fue todo raro, muy extraño. Habíamos tomado todos los recaudos necesarios, pero no nos enroscamos con lo que sucedió. Solo pensamos en jugar al fútbol. Somos un grupo muy fuerte y debemos seguir de esa manera”.

Y agregó: “No cambió la planificación prevista, debemos jugar con Bolivia e intentar ganar. Hoy me mantiene ocupado este partido, después veremos que sucede con el encuentro frente a Brasil”.

Con respecto a la presencia del público, señaló: “Es una gran alegría que la gente pueda venir a ver a la Selección. Será con aforo limitado, pero ya es un avance increíble que puedan disfrutar de los jugadores; siempre sentí que el hincha es incondicional a la Selección. Eso no creo que haya cambiado. Sí es cierto que haber ganado un título motiva más, es algo especial”.

Crédito: AFA Media

“Puedo confirmar que Juan (Musso) va a ser el arquero. Para las demás posiciones me voy a tomar el entrenamiento de la tarde para definir el equipo”, señaló a modo de adelanto de la alineación. “Conocemos a la selección de Bolivia, tiene jugadores de buen pie de mitad de cancha hacia adelante. Intenta jugar un buen fútbol, es un rival difícil. No damos nada por descontado”.

Y por último, dejó un mensaje optimista de cara al futuro. “Somos una Selección competitiva, un adversario difícil para cualquiera. Podemos complicarle las cosas a los mejores equipos de Europa. Si nos toca estar en el Mundial, vamos a ser muy competitivos”.

Allí está el entrenador, Lionel Scaloni, en la búsqueda del nuevo examen, mientras los ecos del choque inconcluso con Brasil entran un compás de espera.

Hernán O’Donnell