Argentina fue ambiciosa, pero Paraguay supo resistir

La jornada comenzó con alguna dificultad. Una molestia muscular no le permitió a Lautaro Martínez comenzar en la alineación titular del partido en que la Selección Argentina visitó a Paraguay en el Estadio Defensores del Chaco, por la 11ra fecha de la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022. Joaquín Correa ocupó su lugar. Marcos Acuña se mostró recuperado del dolor en su tobillo y pudo ser titular. pero los rumores ganaron toda la tarde, en la previa al choque. Hasta que llegó la hora de jugar…

Y fue un encuentro abierto, emotivo, lleno de situaciones. Sobre todo en la primera media hora inicial, Con dos equipos abiertos, francos, que buscaban presionar al adversario, recuperar rápido en zona de ataque y buscar lastimar en ofensiva. Al minuto Correa se metió en profundidad, combinó con Lo Celso y el remate del ex hombre de Central fue controlado por Antony Silva, el arquero de Paraguay. A los 2′ Joaquín Correa picó para aprovechar un excelente pelotazo y Silva lo cortó con una buena y apropiada salida. Paraguay se plantaba con tres centrales, Gustavo Gómez, Junior Alonso y Alderete, Robert Rojas por el lateral derecho y Arzamendia por el costado izquierdo. En el medio, Morel y Matías Villasanti, más adelantados Miguel Almirón y Angel Romero y de cetro atacante, Antonio Sanabria. Y a los 4′ Arzamendia probó de afuera para el lucimiento de Emiliano Martínez, quien sacó el balón al corner.

Argentina se movía al ritmo de Messi, con el respaldo de la línea de cuatro, Molina, Romero, Otamendi y Acuña, los volantes Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Giovanni Lo Celso, más Di María, volcado a la derecha al comienzo y Joaquín Correa del medio hacia la izquierda.

Crédito: @Argentina

A los 9′ Messi habilitó a Correa, este sacó un buen tiro y Silva, con una mano, sacó la pelota al corner. A los 11′ habría una posibilidad más clara aún, cuando Messi tras una gran jugada, combinó con Correa y Alderete salvó sobre la línea. Luego tuvo otra chance a los 25′, con un tiro libre que Messi ejecutó apenas por arriba del travesaño. Había sido casi media hora de ataque constante de la Argentina, en la que acumuló una enorme cantidad de llegadas y situaciones ante el arco local. Luego, el ritmo decayó un poco y el primer tiempo se cerró con muchas expectativas por lo que podría ser el complemento.

Y se dio una continuidad de emociones que iluminaron la noche, aunque el gol no llegó. a los 49′ Lo Celso habilitó a De Paul, este se metió por derecha, cruzó el centro y el balón le pasó por detrás a Angelito Di María, quien no pudo conectar pues le quedó a su espalda. Una chance clarita.

Enseguida hubo una buena para el local, con un contragolpe de Miguel Almirón, quien se proyectó en velocidad por derecha, superó la marca y sacó un tiro potente que Martínez tapó de modo brillante, a los 53′. Llegó el primer cambio del partido; a los 56′ Nicolás Tagliafico reemplazó al lesionado Marcos Acuña. El juego fue abierto y si bien Argentina presionaba, paraguay metía contra golpes con peligro. A los 59′ Messi abrió a la izquierda para Di María, que había cambiado de punta, tiró el centro para Correa y Villasanti salvó a Paraguay, que hizo su primera variante a los 62′: Cardozo Lucena por Morel.

A los 64′ De Paul intentó desde afuera y Silva rechazó el violento remate. Más tarde, Scaloni propuso otras dos modificaciones; Alejandro “Papu” Gómez ingresó por Rodrigo de paul y Guido Rodríguez reemplazó a Angel Di María.

Crédito: @Argentina

Paraguay empezó a tener sus chances y a los 70′ Miguel Almirón asistió a Sanabria, quien sacó un tiro cruzado y cercano. Eduardo Berizzo dispuso otras dos variantes, a los 72′ C. Gonzalez entró por A. Sanabria y R. Sanchez reemplazó a S. Arzamendia, mientras que Scaloni a los 75′ Nicolás González entró por Lo Celso y Julián Alvarez ocupó el lugar de Joaquín Correa.

Siguió Argentina en la insistencia y a los 81′ Guido Rodríguez metió un formidable cabezazo que contuvo muy bien Silva. A los 82′ fue Alejandro Gómez quien sacó un gran remate lejano y el arquero paraguayo desvió al tiro de esquina con un vuelo y la mano cambiada para desviarla.

Paraguay tuvo un gran contragolpe a los 87′, Angel Romero profundizó para Cardozo Lucena, este abrió al medio y González elevó su tiro cuando la ocasión era factible. Los últimos cambios llegaron a los 88′: F. Balbuena entró por Matías Villasanti y J. Escobar reemplazó a Angel Romero.

El encuentro fue rápido como el viento y brillante como la noche estrellada de Asunción. Sólo faltó el gol.

 

Hernán O’Donnell

Argentina viaja a Paraguay con la ilusión de consolidar su marcha

“El equipo no está confirmado; es muy posible que sea el mismo que jugó la final de la Copa América, pero depende de algunos jugadores que están con alguna molestia”, comenzó su alocución Lionel Scaloni, entrenador del seleccionado argentino de fútbol, de cara al partido de mañana por la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022. “Paraguay es un rival muy difícil, cada vez que hemos jugado con ellos nos pusieron en dificultades, estoy de acuerdo con la palabra de su entrenador (Eduardo Berizzo) que siempre fue un rival complicado para todos los seleccionados y mañana necesitará ganar, ante su gente, para mejorar en la tabla de posiciones. Es un rival incómodo para todos”, agregó en la conferencia de prensa previo al partido.

Crédito: Media AFA

El director técnico reveló que hay varios jugadores con molestias y aguardará hasta mañana jueves a la mañana para definir la alineación. “Hoy queremos que el equipo sea competitivo en todos los partidos y las cosas que se hacen bien, potenciarlas. Y las que se puedan mejorar, hacer hincapié en eso, en los entrenamientos y partidos. A nivel colectivo tenemos un rendimiento bastante regular; a nivel individual, es evidente que tenemos jugadores que deciden partidos. Pero lo importante es que el grupo está bien, a nivel colectivo mejoramos muchísimo. Trabajamos como equipo y el que entra o sale sabe muy bien lo que tiene que hacer. Eso es muy importante. Funcionamos bien como equipo, aunque sabemos que tenemos mucho por mejorar”, continuó Scaloni.

“Para este partido no cuentan mucho los antecedentes; se juega en su casa y nosotros veremos que nos proponen, pero nuestra manera de jugar no varía mucho. Nos proponemos ir partido tras partido, pensamos en el encuentro de mañana y después en el siguiente. Esa es la filosofía de nuestro trabajo, no pensamos en cuantos puntos debemos sacar”, siguió el DT.

También comentó: “Nosotros miramos mucho fútbol; tratamos de ver todo, como se paran los rivales, como nos van a enfrentar. No miramos un equipo en sí, sino al fútbol de modo global y sumarle cosas a nuestros conocimientos.”

“El hincha de la selección siempre fue incondicional; siempre ha sido así, si bien es muy reciente lo de la Copa América, pero este es un país muy futbolero, y la gente siempre acompañó al equipo” destacó sobre la presencia del público.

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El entrenador de Paraguay, Eduardo Berizzo, sostuvo: “Argentina ganó en confianza tras obtener la Copa América. Para nosotros el planteo será al margen de esa situación; debemos hacer un partido incómodo, de mucha presión, de mucho ajuste, medirnos uno contra uno donde no perdamos ante nuestro rival a enfrentar, con una presión lo más alta posible para evitar que controlen el partido a través de sus zagueros centrales o su medio centro y que la pelota les llegue limpia a sus atacantes, por eso la presión alta tendrá mucho que ver, y luego hacer un control de balón con mucho criterio y seguridad. Debemos hacer un partido completo, pasar de la fase defensiva a la ofensiva muy rápido, y si hay que retroceder, luego llevar el balón con seguridad. Debemos hacer un partido completo”.

Con respecto a la situación de los Romero, afirmó: “No creo que los afecte el hecho de no tener club. Está claro que los partidos oficiales te afinan, pero hemos trabajado desde el lunes 27 con ellos. Son dos jugadores muy profesionales, que se preocupan mucho por el cuidado, por el entrenamiento, por el descanso; no creo que se deteriore mucho su forma por no tener partidos oficiales, y la idea es que sigan los entrenamientos con nosotros”.

“Tenemos que clausurar nuestra área contra gente que juega muy bien en ataque como Argentina, y aprovechar en ataque con agresividad y practicidad nuestras situaciones ofensivas”, finalizó Berizzo.

Así están las cosas, América. A la espera de una nueva fecha de las eliminatorias, con la pasión y el ritmo que siempre propone cada uno de nuestros partidos.

Hernán O’Donnell

Agropecuario se quedó con la fiesta que se había preparado en Villa Crespo

Desde temprano las calles de Villa Crespo vivieron el partido del regreso. Desde la mañana, en la estación de servicio de Muñecas y Dorrego algunos muchachos tomaban el café con la camiseta del “Bohemio” puesta. Por Juan B. Justo, apuraban el paso. Por la Secretaría de la calle Humboldt la fila para habilitar el carnet de socio era incesante al mediodía…todo estaba dado para que Atlanta tuviera su tarde de fiesta en el reencuentro con su gente, a pesar de que la campaña aflojó en las últimas fechas. Pero la gente estaba entusiasmada por ver otra vez a Atlanta y fue en el número habilitado por las autoridades.

Sin embargo, se iban a encontrar con una sorpresa. Porque Agropecuario les presentó un partido muy complicado desde el inicio. El equipo de Manuel Fernández sostuvo un libreto en el que maniató al rival, le quitó aire y posibilidades y lo remató de contragolpe. Tres zagueros, con Ezequeil Parnisari y Nicolás Dematei siempre en posiciones defensivas y en el medio Juan Ignacio Díaz, quien alternó en posicionarse entre sus compañeros de zaga y adelantarse para unirse con Fernando Juarez, el volante central para encabezar las salidas o cortar los avances locales. A Juarez lo acompañaban Alejo Montero, como lateral-volante por la derecha, Renso Pérez por el medio para batallar y Gabriel Lazarte por el anadarivel izquierdo. Y adelante, Brain Blando, Emanuel Dening y Gonzalo Ríos.

Atlanta tuvo un buen remate de Bolívar a los 9′, pero se fue un poco alto. El equipo de Erviti quería dominar, pero le costaba romper el bloque de Agropecuario. Y a los 14′ sufrió un duro golpe; tras un tiro de esquina a favor y peligroso, que el arquero visitante Darío Sando supo despejar, Atlanta vio como la primera contra lo sacudía, porque el pelotazo largo no pudo ser controlado ni por Alan Pérez ni por la salida presurosa del arquero Rago, y Dening aprovechó para quedarse con la pelota y poner el 0-1 a favor de Agropecuario.

Durante unos minutos el local sintió el cimbronazo. Pero fue a buscar la igualdad. Adelantó a la línea de cuatro, carrasco, Alan Pérez, Martín López y Martín García; Saggiomo fue más por derecha y Dramisino por izquierda, mientras Agustín Bolívar barría a lo ancho de todo el medio campo. Y arriba Bisanz, “Nacho” Colombini y Fabricio Pedrozo.

A los 23′ probó Alejo Dramisino con un tiro bombeado al ángulo, que Sand controló muy bien. A los 29′ Fabricio Pedrozo ejecutó un tiro libre preciso y Martín López conectó bien de cabeza, pero su disparo pasó muy cerca. se lamentó el zaguero, pero le sucederían cosas peores. Porque a los 37′ hubo una falta dentro del área local que el juez Sebastián Martínez no dudó en sancionar. Lo ejecutó Brian Blando, a los 39′, tras las quejas y protestas habituales de nuestro fútbol, y concretó el 0-2 para Agropecuario.

El partido se le había hecho cuesta arriba al “Bohemio” y si bien a los 45+1′ tuvo un tiro libre de Fabricio Pedrozo que el arquero visitante desvió, aún iba a ser peor el final del primer tiempo, porque sobre el cierre, a los 45+2′, Martín López se enredó con el balón, el delantero visitante Dening se lo quitó y cuando encaró la salida de Rago, ejecutó por arriba, para marcar el 0-3 a favor de Agropecuario. El fin del primer tiempo dejó una sensación de malestar en el público local.

Walter Erviti, entrenador de Atlanta, decidió dos modificaciones para comenzar el segundo tiempo: Evelio Cardozo ingresó por Gabriel Carrasco y Mauro Luque por Bisanz. El equipo se paró con línea de tres, Luque se recostó por la banda derecha y se mostró como salida, aunque algo impreciso. A los 48′ probó Pedrozo y respondió Sand. A los 61′, Erviti volvió a modificar la estructura. Gabriel Ramírez ingresó en lugar de Daniel Saggiomo y Santiago Solari entró por Fabricio Pedrozo. Pero el infortunio de Atlanta se revelaría aún más en la siguiente acción: iban 66′ cuando Alejo Dramisino sacó un buen tiro que se fue apenas alto y tras el impacto sintió una molestia muscular que lo obligó a dejar la cancha; Lucas Río lo reemplazó a los 67′ de juego.

El equipo de la localidad de Carlos Casares se sintió cómodo en el planteo. Se retrasó un poco, cedió el balón al local y apostó a liquidarlo de contragolpe. esta última parte del plan no funcionó tan bien, pero el cierre de espacios y el deseo de congelar el desarrollo, lo logró.

A los 70′ Manuel Fernández hizo sus primeras variantes. Gonzalo urquijo entró por Emanuel Dening, en tanto Pablo Rosales reemplazó a Renso Pérez. Agropecuario se sentía cómodo, confiado y sereno, salía desde abajo la mayoría de las veces con Dematei, Lazarte y Juarez, en triangulaciones bien trabajadas, o por el otro lado con Parnisari, Díaz y Montero o Rosales. No lograba romper la barrera de la defensa de Atlanta, pero no sufría sofocones. A los 79′ Atlanta tuvo una llegada, con un centro bien hecho por Mauro Luque y el cabezazo de Colombini que fue bien controlado por Darío Sand. A los 80′ Solari probó con un buen remate que se fue arriba del travesaño. Y a los 81′ Cardozo ejecutó un buen disparo que Sand sacó al corner.

Fernández manejó los tiempos con las últimas modificaciones. A los 81′ Melo entró por Blando. Y a los 87′ dispuso que  N. Menendez reemplazara Gonzalo Rios y Agustín Alles ingresara en lugar de Alejo Montero.

No hubo tiempo para más. La fiesta que Villa Crespo había preparado para reencontrarse con “su” Atlanta se frustró porque se topó con un rival que tuvo un plan de juego, lo ejecutó a la perfección y aprovechó cada situación al máximo para llevarse una victoria muy valiosa.

Hernán O’Donnell

Platense y Patronato no se sacaron ventajas

Fue la tarde del reencuentro con el público, con el socio, con la barra del bombo y la bandera. Pero no apareció el fútbol el Vicente López. La tarde que debía ser para abrazar otra vez nuestro deporte favorito se sostuvo en los cantos, el aliento y el fervor que pone la gente, amén de los gritos, las quejas y las clásicas indicaciones de los plateístas. Y el encuentro tuvo ese clima, tan esperado y necesitado, para que cada contienda se parezca más a una lucha deportiva que a un entrenamiento. En ese sentido, clima de partido no faltó. Lo que se extrañó fueron las ideas, la creatividad, y por supuesto los goles, aunque también hay que decir que los dos intentaron ganar y que, con sus herramientas, buscaron la forma de desequilibrar la paridad.

Patronato se presentó en Vicente López con un esquema pretencioso. No habría que engañarse por su tradicional 4-4-2, porque Iván Delfino dispuso una alineación ambiciosa, ofensiva, con la línea de defensores adelantada, sostenida en la firmeza de Benítez y las subidas de Leandro Marín, la línea de volantes con un trabajo más que interesante, Garay y Pardo por los costados, Nievas más contenido por adentro y Fabio Vázquez más suelto, muy claro en el manejo y la distribución, al cabo la figura de la visita. Y en el ataque Junior Arias y el siempre peligroso Sosa Sánchez.

A los 5′ tuvo su chance con una buena llegada de Junior Arias, el rebote en el arquero Ojeda y luego el remate de Vázquez que se fue alto. Y volvió a tener una chance clara a los 22′, tras un corner de la derecha y el cabezazo de Olivier Benítez que se estrelló en el travesaño.

Era mejor el equipo de Paraná en el comienzo. Platense se empezó a asomar cuando promediaba el primer tiempo. También con una línea de cuatro defensores, cuatro volantes en los que Curuchet empezó a tallar por derecha, en tanto Iván Gómez lucía firme en el quite, y Franco Baldassarra como enlace con Brian Mansilla en el ataque, empezaron a darle forma a la faz ofensiva del “Calamar”.

Así tuvo su primera oportunidad a los 36′ cuando llegó un tiro libre llovido al área, cabeceó Iribarren y Matías Ibáñez desvió el balón en dos tiempos, en una jugada con mucho olor a peligro. Y volvió a avisra el local a los 44′ con un gran cabezazo de Cardozo que también tapó Matías Ibáñez.

En el segundo tiempo Patronato volvió a dominar los primeros minutos. A los 52′ tuvo una clara situación, tras un disparo de Martín Garay, el balón se desvió en Recalde y Ojeda, con esfuerzo, la sacó al corner. Tras ese tiro de esquina, a los 53′, el delanetro uruguayo Sosa Sánchez metió un espléndido cabezazo que pegó en el travesaño.

Claudio Spontón, director técnico de Platense, entendió que era el momento de las modificaciones y a los 60′ realizó dos variantes: Facundo Ruso entró por Gastón Gerzel y Matías Tissera ingresó en lugar de Facundo Curuchet. En la visita, a los 71′ se iba a producir una variante que tuvo influencia en el partido; Nicolás Delgadillo reemplazó a Matías Pardo, e iba a tener mucho recorrido por la banda izquierda.

Para el “Calamar” los cambios no eran suficientes, si bien Russo entró con buenas ideas en el partido, y a los 72′ Tiago Palacios ocupó el lugar de Franco Baldassarra. Platense buscaba soluciones en un partido que se le había presentado muy complicado. Tal es así que a los 72′ volvió a llegar la visita con un disparo de Sosa Sánchez que se fue apenas desviado. Y a los 78′ el uruguayo encabezó un buen contragolpe que no prosperó. A los 81′ Nicolás Franco sustituyó a Sosa Sánchez, que ya había dado todo, en la segunda modificación de Patronato.

Platense atacaba con más empuje que ideas, pero iba. Patronato recurría a la velocidad de Delgadillo para encabezar cada salida y ataque. A los 84′ Sandoval entró en lugar de Brian Mansilla, en el cuarto cambio de Platense. Y en la visita a los 88′ Gabriel Gudiño entró por Garay, mientras que Lucas Kruspzky ingresó en el lateral izquierdo por Facundo Cobos.

Así llegó el final del partido. Con un encuentro que tuvo más marco que cuadro, pero que dejó algunas emociones y varias sensaciones. Platense esta en etapa de reconstrucción, de búsqueda de su identidad. Patronato luce firme, está consolidado, le da batalla a cualquiera, tal como lo vimos en La Paternal ante Argentinos Juniors, porque sabe cerrarse atrás, pero también abrirse para armar ataques. Y le puede dar un dolor de cabeza a cualquiera, aunque esta vez no le alcanzó en la tarde de lluvia y reencuentro en Vicente López.

Hernán O’Donnell

Oleksandr Usyk abrió las puertas del mundo

“El talento es solo el 1% de lo que soy como boxeador; el resto, el 99%, es fruto del trabajo, del esfuerzo, del sacrificio en los entrenamientos”; así se describió Oleksandr Usyk cuando empezó a asomar su cabeza y su figura en las grandes marquesinas del pugilismo, y así está reflejado en el capítulo dedicado a su vida en el libro “Un puñado de murmullos”, de este periodista.

Oleksandr Usyk trazó una inmensa carrera como amateur, fue dominador de la categoría Crucero y se lanzó a la conquista de los pesos Pesados. Nada menos. Y, para arrancar, derrotó a una estrella como Anthony Joshua, en Londres, en el inmenso Estadio de Totenham Hotspur, ante más de 60.000 personas, y se adueño de los cinturones correspondientes a la Asociaión Mundial de Boxeo (AMB), Organización Mundial de Boxeo (OMB) y Federación Internacional de Boxeo (FIB).

Para el británico Joshua la noche del 25 de Septiembre tuvo un sabor amargo, que retrotrajo a aquel traspié ante Andy Ruiz, cuando pocos apostaban por el mexicano y, sin embargo, ganó sin atenuantes. La noche del último sábado se vivió una suerte de flashback, porque Joshua mostró cierta fragilidad para soportar el castigo. No pudo hacer pesar su mayor altura, su más largo alcance de brazos, ni la distancia que su contextura física le podía facilitar. Otra vez quedó expuesto, en deuda con su gente y con una cuenta pendiente que se podrá saldar cuando llegue el momento del desquite, que se calcula será en Febrero o Marzo de 2022.

Usyk fue inteligente, capaz y ambicioso. Achicó los espacios, se metió en la corta y supo plantear el combate en la zona que más le convenía. Se mostró sólido, con un plan previsto y hasta contó con el beneficio de la mala noche de su rival. Fue tan grande la superioridad de Usyk sobre Joshua que muchos creyeron ver que el último round había finalizado unos segundos antes de los que marca el reglamento, porque el dominio de Oleksandr era notorio y Joshua se veía agotado y desbordado, ante un inminente knock out. Pero varios especialistas comprobaron que el asalto duró los tres minutos reglamentarios y que sólo se vio un desfasaje en la transmisión por streaming a partir de que el cronómetro de la emisión comenzó unos cinco segundos posteriores al comienzo del round.

El ucraniano tiene el objetivo de consagrarse en la categoría completa, y con sus atributos está en camino de poder ser el mejor Pesado, aún cuando su contextura lo vincule más a la categoría Crucero. Tiene una muy buena técnica, si logra crecer en la musculatura (más de lo que ya es) podría ser un temible noqueador. Ante Joshua mostró muchas de sus cualidades de su repertorio.

Pero la mejor imagen la dio al final, cuando todo había concluido y se escuchó el fallo de los jurados. Apenas el árbitro levantó su mano derecha en señal de triunfo, su cara se transformó, se compungió y se apretó al máximo, en un mar de lágrimas que desbordaron sus ojos e invadieron su rostro. Simple y conmovedor. Era el gesto del desahogo, de la ilusión alcanzada, de la emoción que embarga a una tarea planificada, soñada y trabajada para lograrla. El mundo conoció al hombre que quiere ser el rey de los Pesados, y él sabe que el camino para acceder al trono tiene solo el 1% de su talento, porque lo demás habrá que construirlo a base de entrenamientos, humildad y sacrificios.

Hernán O’Donnell

Bayern Münich brindó una exhibición y es un firme candidato en la Champions League

Fue una cátedra de fútbol. Una aplanadora, sostenida en la idea de juego de su entrenador, Julian Nagelsmann, un creativo y revolucionario del fútbol, que hace de sus equipos escuadras temibles, agresivas, contundentes. Este novel entrenador, que ya tiene un currículum destacado, que la frustración de dejar el fútbol joven no bloqueó sus proyectos ni ilusiones, sino que le dio forma a una nueva carrera, la de director técnico. Y comenzó en Hoffenheim, luego tuvo una gran etapa en RB Leipzig y de ese gran equipo que formó llegó la convocatoria para la institución más poderosa de Alemania. Bayern Münich tiene un poderío propio y una tradición histórica, pero con este entrenador, le ha agregado un carácter más eficaz y rudo. El técnico ideal para la idiosincracia del club. Y ante Dínamo de Kiev, por la segunda fecha del Grupo “E”, el equipo alemán fue una tromba que aplastó de principio a fin a su adversario.

Con su clásico esquema de línea de cuatro, Süle, Upamecano, Hernández y el canadiense Davies, respaldados por el doble pivot, Kimmich y Goretzka, tres media puntas, Thomas Müller, Sané y Gnabry, y el polaco Lewandowski en ataque, siempre con Manuel Neuer en la valla, Bayern Münich fue demasiado para el equipo ucraniano.

A los 11′ abrió el marcador a través de un penal que convirtió Robert Lewandowski, por una mano de Sydorchuk. El partido se puso 1-0 y casi que quedó sentenciado. porque fue ostensible el dominio local. Atropellaba con Davies, presionaba con los dos volantes centrales, desbordaba con Gnabry…Dínamo era un conjunto de voluntades, con Sydorchuk en el medio, con la misión de apagar incendios, como un bombero atorado de dificultades.

A los 26′ amplió Lewandowski con un remate fuerte, en una entrada franca y libre por derecha. Y Sané tuvo un remate en el palo, a los 35′, que bien pudo terminar en festejo.

Dínamo presentó dos variantes para arrancar el complemento; 45′ T. Kedziora ingresó por O. Tymchyk y V. Shepelev reemplazó a M. Shaparenko.

Pero poco pudo hacer. A los 68′ Gnabry marcó el tercero, con un soberbio remate que se metió en el ángulo superior izquierdo del arquero Bushchan. 3-0 para el local. Y dos variantes que ampliaron las virtudes del equipo de Nagelsmann. J. Musiala entró en lugar de Gnabry y Benjamin Pavard ingresó por A. Davies, aunque el francés fue al lateral derecho y Süle ocupó el lateral izquierdo por el canadiense. En la visita, a los 69′, V. Supriaha entró por D. Garmash y O. Karavayev lo hizo en lugar de V. Tsygankov.

Pero quedaba más para ver en la fiesta de Alemania. A los 73′ Sané sacó un soberbio disparo desde la izquierda, lo que parecía que podía ser un centro fue un disparo con efecto y bien dirigido al arco, que se metió por el segundo palo y señaló el 4-0 para Bayern Münich.

Cuando iban 77′, llegaron los últimos tres cambios del local; E. Choupo-Moting entró por Robert Lewandowski, B. Sarr lo hizo por Leroy Sane y el austríaco M. Sabitzer reemplazó a L. Goretzka.

El dominio local era total, pero hubo tiempo para ver una jugada hermosa, que de una aparente complicación se terminó con un golazo. Pavard se vio apurado y jugó con Neuer; este abrió a la derecha para la subida de Sarr. Se fue por derecha y combinó con Pavard, quien sacó un centro medido y de cabeza Choupo-Moting puso el 5-0 para Bayern Münich.

Fue el final de una noche brillante, de fútbol total y de consolidación de una certeza: el Bayern Münich de Julian Nagelsmann es un gran candidato en esta Champions League.

Hernán O’Donnell

Palmeiras fue práctico, eficaz y contundente, para llegar a la final de América

Todo un partido de Copa CONMEBOL Libertadores de América. Con todos los condimentos, con sus virtudes y sus defectos. Con lo adorable y aquello que aún produce cierto escozor. Atlético Mineiro salió a jugar con el apoyo de su gente y el ímpetu que también había mostrado en Sao paulo, cuando visitó a Palmeiras en la semifinal de ida. Y en la vuelta, el libreto fue similar. Un equipo que intentaba atacar a partir de las combinaciones de Ignacio Fernández, Matías Zaracho, Allan y la capacidad de ataque de Hulk y el chileno Eduardo Vargas. Sin embargo, su primera llegada fue fruto del error rival y no de la elaboración propia. Iban 13′ cuando Luan ejecutó sin precisión un tiro libre, quiso cambiar de frente y sacó un pelotazo que Eduardo Vargas paró con el pecho y se llevó de cara al arco rival. Demoró el pase a Hulk y cuando lo realizó, la salida veloz del arquero Weverton evitó la caída de la valla visitante.

Palmeiras se acomodó en el campo cuando Raphael Veiga entró en contacto con la pelota. Hábil, veloz y dinámico, comenzó a mostrarse al promediar la etapa y de esa manera le dio un descanso a Rony, quien hasta ese momento era el receptor permanente de todos y cada uno de los pelotazos para que el equipo paulista saliera desde el fondo. Veiga le dio otra dinámica, buscó el juego asociado y liberó a su compañero. A los 25′ tuvo su mejor oportunidad: pelotazo largo de Weverton, el lateral Mariano falló en el cierre y el disparo del delantero de Palmeiras se fue muy cerca del poste izquierdo de Everson.

El encuentro no tuvo más situaciones claras hasta el cierre de la etapa cuando Ignacio Fernández sacó un disparo alto y preciso que el arquero de Palmeiras desvió al corner de un manotazo.

En el segundo tiempo el comienzo fue frenético; primero lo tuvo Atlético Mineiro, que avisó a los 47′ con un tremendo remate de Hulk que Weverton desvió al tiro de esquina. Apretó el acelerador y acorraló a su rival, pero respondió Palmeiras con un contra ataque feroz de Rony, a los 48′.

Iban 61′ de juego cuando Mariano habilitó a la derecha a Jair, este sacó un centro bien cerrado y Eduardo Vargas metió un cabezazo tremendo, dentro del área chica, para marcar el 1 a 0 a favor de Atlético Mineiro.

El estadio entró en ebullición. Mineiro sintió que el partido estaba en sus dominios y buscó liquidarlo. Se mantuvo adelante en las líneas, presionó al conjunto paulista y en esos minutos que siguieron, el desarrollo fue en el campo visitante. A los 55′ Vargas entró solo por izquierda y ante una magnífica posibilidad sacó un disparo desviado. El local parecía una tromba que definiría el pleito. Pero, de a poco, la visita se animó.

Se soltó con cautela, con mucha precaución. Como si no quisiera dar un paso en falso que lo liquidara de la serie. Y cuando halló el momento justo, dio el zarpazo. Avisó a los 61′ con una entrada libre de Rony que el arquero local tapó con ubicuidad.

A los 66′ de juego Gabriel Verón ingresó por Rony en el primer cambio de Palmeiras. Lo que parecía una perdida importante para el visitante, por el rol que había ocupado Rony en la primera parte, terminó por ser una medida positiva, porque el recién ingresado enseguida se escapó por la banda izquierda, le ganó la posición a su marcador y lanzó un centro rasante que Dudú, de atropellada, metió en el arco para poner el partido 1-1, a los 67′.

Muy pronto llegaron las ventanas de los cambios. A los 75′ Gabriel Menino reemplazó a Marcos Rocha, en Palmeiras, a los 76′ Hulk metió un fuerte tiro libre que Weverton sacó al corner y a los 77′, el venezolano Savarino ingresó por Jair en el equipo local.

El Atlético Mineiro quemó las naves, con más empuje que fútbol, pero con mucha vocación por querer torcer el destino. Se le hizo difícil, porque Palmeiras cerró los caminos. Y cuando pudo, metió la heladera de los cambios. A los 81′, armó de modo definitivo, la fortaleza: Ze Rafael ingresó por Dudu y Wesley Ribeiro entró en reemplazo de Raphael Veiga. Salían, Dudú y Veiga, dos hombres de ataque y creatividad en la visita, para reforzar la contención con dos volantes en la mitad de la cancha.

Atlético Mineiro buscó forzar y a los 83′ metió un delantero, Eduardo Sasha en reemplazo del volante Matías Zaracho. Pero el equipo se repetía en el esquema de abrir a la derecha para Mariano, sacar el centro y buscar el cabezazo de Hulk, que siempre encontraba una cantidad importante de camisetas verdes que lo rodeaban. O iba Arana por izquierda, y la situación se repetía. Porque siempre surgía Gustavo Gómez, o Piquerez, o renan, o Felipe Melo, que se desdobló en el esfuerzo.

El local, a los 89′, apeló a las dos últimas modificaciones para torcer el destino; T. Tchê ingresó por Allan y Rever reemplazó al volante argentino, Ignacio Fernández. Pero no alcanzó. La situación no varió. Siempre chocó con la pared verde.

Palmeiras supo hacer su negocio. Jugó con cautela, con precaución, fue práctico y aprovechó a fondo su momento. Y otra vez llega a la final da la vieja y querida Libertadores.

Hernán O’Donnell

Arsenal fue un canto al sacrificio y logró un valioso triunfo

En la previa, era un partido muy difícil. Complicado. Ante un rival que tiene buenos jugadores, un técnico con mucho tiempo de trabajo y un funcionario aceitado. Era una parada brava, y para la “cátedra”, Arsenal la tenía muy difícil ante Lanús. Es más, el equipo de Luis Zubeldía era el favorito, por antecedentes y por actualidad. Pero el fútbol es dinámico, impredecible y cambiante. Lo que hoy parece una cosa, mañana no lo es. Y Arsenal, con un esquema aplicado, concreto y perseverante, logró dominar el partido y vencer a Lanús en una de las grandes sorpresas de la fecha.

Israel Damonte hizo un planteo simple, pero efectivo y con una variante táctica muy interesante. Propuso un esquema que Arsenal había planteado en varias oportunidades; línea de cuatro, un volante por delante, tres hombres más avanzado y dos delanteros. Así, con el respaldo del arquero Alejandro Medina, por delante estuvieron Gastón Benavídez, Gustavo Goñi, Gastón Suso y Emiliano Papa. Como volante central, Dardo Miloc, de caracterías tias más vincualdas al juego y la distribución que al quite; delante de él, Leonel Picco, un “5” recuperador pero que muchas veces lo ponen adelantado. A su derecha, el zurdo Nicolás Castro. Y por izquierda, Facundo Kruspzky. Como delanteros, Nicolás Mazzola y Bruno Sepúlveda.

Las variantes le dieron resultado, porque Arsenal tomó el control del partido desde el inicio. Al minuto tuvo un corner a favor que Picco cabeceó apenas desviado. A los 6′ Sepúlveda sacó un remate que se fue alto. El equipo de Sarandí mostraba sus armas y atacaba a un Lanús que planteó un esquema con Lucas Acosta en la valla, cuatro defensores, Brian Aguirre, Guillermo Burdisso, Diego Braghieri y Alexandro Bernabei. El paraguayo Morel por delante, a su derecha o adelante, dependiera de las circunstancias, Tomás Belmonte, más abierto Angel González, a la izquierda Lautaro Acosta y dos delanteros: “Pepe” Sand y José López. El “Granate” trató de llegar con juego asociado, trianngulaciones por los costados y centros a la potencia de sus hombres de ataque.

A los 13′ tuvo una chance con un buen disparo de José López que detuvo muy bien Alejandro Medina. Y después hubo poco fútbol, bastante lucha y escasas llegadas a los arcos.

En el complemento se abrió enseguida el marcador y se desarrolló otro partido. Más vibrante y con mayor intensidad en el juego. Iban 48′ cuando se equivocó la defensa visitante; Guillermo Burdisso tocó hacia atrás para su arquero Lucas Acosta, pero la recepción fue defectuosa, con un rebote un poco largo, Nicolás Mazzola estaba muy atento, capturó el balón y cedió al medio para que Bruno Sepúlveda pusiera el 1-0 para Arsenal.

No se habían acomodado para el segundo tiempo y el local ya se ponía en ventaja. Y a los 58′ volvió a avisar con una buena jugada de Kruspzky, quien enganchó dentro del área y sacó un remate que se fue desviado.

Luis Zubeldía decidió meter mano en el equipo y realizó cuatro cambios juntos; a los 64′ Ignacio Malcorra ingresó por Lautaro Acosta; Pedro de la Vega reemplazó a José López. También Matías Esquivel ingresó en lugar de Tomás Belmonte y Morgantini entró en reemplazo de Brian Aguirre. Pero no se movió demasiado el desarrollo del juego. Lanús se adelantó un poco por la inercia de la búsqueda del resultado y Arsenal se atrasó unos metros para aprovechar mejor los espacios, pero no tuvieron gran influencia los cambios. De hecho, pronto surgió otra llegada local, con un remate de Kruspzky, a los 67′, que salió alto.

Pero era lógico que Lanús empezara a llegar hasta el área local. Por este del empuje, y de las obligaciones de buscar la paridad. A los 71′ tuvo una oportunidad con un doble cabezazo en el área rival, el último de Guillermo Burdisso, que se fue, de modo leve, por arriba del travesaño.

A los 72′ llegó la primera variante en el local, que no solo se refirió al cambio sino a un acomodamiento de posiciones. Julián Navas ingresó por Kruspzky, pero ocupó el lugar de Benavídez; este se adelantó por derecha, a la posición que había ocupado hasta entonces Nicolás Castro, quien se movió a la izquierda, donde había jugado Kruspzky, en definitiva, el lugar natural de “Nico” Castro.

Insistió Lanús, y a los 77′ “Pepe” Sand sacó un buen tiro, tras una media vuelta, que salió arriba del travesaño. Era un final electrizante y Arsenal se empezó a acomodar para jugar con inteligencia los minutos finales. A los 82′ Valentín Larralde ingresó en lugar de Bruno Sepúlveda. Quedó libre delante de la línea de volantes, mientras Mazzola se posicionó como centro delantero.

Zubeldía jugó su última carta a los 86′, con el ingreso de Agustín Rodríguez por Angel González. Pero no le encontraba solución a la imposibilidad de generar ataques profundos, mientras Arsenal volvía a avisar, con una jugada en la que Larralde combinó con “Nico” Castro, este cedió a Benavídez, el lateral enganchó en el área y sacó un gran tiro que controló muy bien Lucas Acosta.

Quedaba tiempo para la angustia final y los seis minutos adicionados. A los 90′ Juan Andrada reemplazó a Leonel Picco, en el tercer y último cambio del local. Y la visita tuvo una última oportunidad a los 90+4′ cuando “Pepo” de la Vega metió un gran cabezazo que Medina atrapó con un espectacular vuelo.

Fue el cierre y la locura. El grito eufórico y el abrazo apretado de los jugadores de Arsenal, titulares y suplentes, todos juntos, pues habían conquistado una victoria ante Lanús en la que pocos creía, pero que ellos construyeron a base de un esquema aplicado, una contracción al esfuerzo, y un sacrificio permanente durante todo el partido.

Hernán O’Donnell

“Es el equipo del traductor”

El grito fuerte, unánime y feliz de los jugadores de Godoy Cruz de Mendoza no hacía más que reconocer a un hombre que llegó en silencio, sin resonancia, con el único antecedente conocido de haber trabajado con Marcelo Bielsa, primero como traductor y luego como entrenador ayudante. Un hombre que comenzó su carrera futbolística en las ligas regionales de Córdoba, y allí jugó hasta los 30 años, pero que un tiempo antes ya tenía decidido ser entrenador profesional de fútbol. Dejó la actividad de jugador y enseguida viajó a Europa para aprender francés e inglés. Cuando estaba en Francia llegó Marcelo Bielsa al Marsella y luego, cuando estuvo en Lille, Flores, a través de un contacto pudo relacionarse con él.

El tiempo lo convirtió en ayudante del rosarino, y hoy es el técnico de un Godoy Cruz que avanzó a cuartos de final de la Copa Argentina, tras vencer a Racing por 5-4 en los penales, en un partido electrizante que había finalizado 3-3. Y en la tanda de los penales también fue tensionante la pardad, porque recién al final, en la última ejecución, apareció el paraguayo Juan Espínola, arquero del equipo mendocino, para atajar el disparo de Copetti y sellar el 5-4 final.

Pero antes hubo un partido, que tuvo un comienzo muy atractivo del “equipo del Traductor”. Porque Godoy Cruz presentó un esquema ágil, eficiente, dominante. El equipo se paró con una línea de cuatro con Elías López, Gianluca Ferrari, Leonel González y Ian escobar. Dos contenciones, Leyes y Guillermo Pereira, tres hombres de creación y velocidad como Lomónaco., Bullaude y Burgoa, y de centro delantero, Badaloni.

Racing soportó un vendaval inesperado, con problemas desde el inicio, porque a los 8′ se lesionó Matías Rojas y debió ser reemplazado por Chancalay. Enseguida llegó el contra ataque de Godoy Cruz, tras cortar un pase de Aníbal Moreno, Leonel González se proyectó por su banda, combinó con Lomónaco, llegó el centro y Bullaude tocó suave para marcar el 1-0 para el equipo cuyano cuando iban 12′.

Y aún no se habían despertado de ese golpe, que llegó una segunda cachetada: a los 15′ Burgoa tomó el balón en la banda izquierda, tras una pelota presionada sobre Cvitanich, enganchó hacia adentro ante la marca de Cáceres, Fabricio Domínguez tampoco lo pudo controlar y cuando encontró el espacio, sacó un remate combado que se metió en el ángulo de Gabriel Arias y Godoy Cruz se adelantó por 2-0.

Racing estaba aturdido y sin reacción. Lentos atrás, Cáceres, Sigali, Nery Domínguez, solo el lateral Eugenio Mena se proyectaba con determinación. En el medio, Aníbal Moreno. Más adelante, Fabricio Domínguez, “Licha” López y el ingresado Chancalay, y en el ataque, Enzo Copetti y Darío Cvitanich. Pero el equipo no salía de su encierro ni lograba presionar arriba.

Para Racing era difícil controlar la rapidez con que se movía su rival. Y cuando llegaba a posiciones ofensivas, se veía ahogado, sin espacios para lastimar. El equipo de Mendoza se sentía cómodo y los cuatro hombres de ataque generaban peligro en cada movimiento. A los 40′ tuvo una chance clara con un tiro libre de Lomónaco que desvió Gabriel Arias con acierto. Era un sacudón más, pero la “Academia” sobre el cierre del primer tiempo renovó la esperanza. Fue a los 43′ cuando el lateral chileno Eugenio Mena se lanzó por la banda izquierda, levantó la mirada y sacó un centro preciso que Lisandro López convirtió de cabeza para achicar el score a 2-1 a favor de los mendocinos.

En el complemento, Claudio Ubeda, entrenador de Racing, decidió presentar una segunda variante: Carlos Alcaraz ingresó en lugar de Juan Cáceres. El conjunto de Avellaneda intentó ser más profundo, de adelantar líneas. Diego Flores, a su vez, determinó dos modificaciones cuando iban 56′ de juego: Martín Ojeda reemplazó a V. Burgoa y G. Abrego ingresó en reemplazo de G. Pereira. A los 60′ llegó un tercer cambio en Godoy Cruz; Nelson Acevedo reemplazó a Leyes.

Y en eso estaban, en el momento en que los equipos empiezan a acomodarse a las variantes, cuando Racing llegó a la igualdad, a los 61′ con un cabezazo de Copetti, quien había recibido un centro desde la derecha.

El partido se hizo más equilibrado, porque la “Academia” creció en el rendimiento. Y se paró un poco más adelante, en la zona donde se gana el control del juego, el centro del campo. Insistió Racing, mientras a los 69′ Maxi Lovera reemplazó a Lisandro López. A los pocos minutos, Godoy Cruz cerró sus variantes: M. Ramirez entró por S. Lomonaco y C. Colman reemplazó a Badaloni, cuando iban 72′ de juego.

Parecía que el empate quedaba encaminado, sin embargo al encuentro le restaban más emociones. A los 77′ Ramírez enganchó desde la banda izquierda hacia adentro, y cuando se vio listo sacó un disparo bombeado y fuerte que se metió junto al palo izquierdo de Gabriel Arias, para poner el 3 a 2 a favor de Godoy Cruz.

Claudio Ubeda se jugó una última carta. A los 85′ decidió sacar a Darío Cvitanich y poner en su lugar a Javier Correa. Y el tiempo le dio la razón, porque a los 89′ Maxi Lovera ejecutó con maestría un tiro libre, puso el balón en el corazón del área y Correa metió un tremendo cabezazo para sellar el definitivo 3-3.

Llegó entonces el momento de definir por ejecución de remates desde el punto del penal. Y fueron pateados todos de muy buena manera; todos fuertes, algunos a colocar, otros con buena altura, otros al medio. González abrió el marcador para Godoy Cruz, igualó Maxi Lovera y siguieron Ojeda, Fabricio Domínguez; Acevedo y Chancalay; Ramírez y Alcaraz. El partido estaba 4-4, sin errores. En la última serie, el quinto penal de Godoy Cruz lo convirtió Bullaude. 5 a 4. Y Espínola atajó el de Enzo Copetti.

Ahí se desató la euforia y la alegría. Y el canto promisorio “Borombombón, borombombón, es el equipo, del traductor…” Godoy Cruz sueña, como alguna vez soñó su joven entrenador.

Hernán O’Donnell

La CONMEBOL Libertadores busca a sus finalistas; Palmeiras y Atlético Mineiro, dejaron todo abierto

La Copa CONMEBOL Libertadores 2021 entra en su etapa de definiciones. Parece raro, extraño, porque le habíamos perdido el rumbo luego de los partidos de cuartos de final, que quedaron allá lejos en el tiempo, hace más de un mes, cuando a mediados de Agosto los equipos argentinos que hasta allí habían llegado, se quedaron en el camino. River, ante Atlético Mineiro, como en octavos le pasó ante el mismo rival a Boca Juniors, y también en esa primera fase de play off se quedaron afuera Vélez, Argentinos Juniors, Defensa y Justicia…Pero el fútbol sigue y la vieja y querida Copa continuó, esta vez con el primer choque de ida de las semifinales: Palmeiras frente a Atlético Mineiro, en el Allianz Parque. Un choque interesantísimo para vivir la fase decisiva.

Dos equipos potentes, equilibrados, con figuras relevantes. Gustavo Gómez, Luan, Felipe Melo, Rony, Raphael Veiga, Luiz Adriano, Dudú, en Palmeiras. Y en la visita, los argentinos Ignacio González y Matías Zaracho, más el paraguayo Junior Alonso, Jair, Allan, Hulk y el español Diego Costa.

Una constelación de estrellas que en el primer tiempo no pudieron iluminar el cielo de Sao Paulo. Porque resultó híbrido el partido, con pocas llegadas, pocas alternativas y la más clara, la posibilidad más factible, llegó sobre el cierre con un penal a favor de Atlético Mineiro por una falta de Gustavo Gómez sobre Hulk en el área. Pero el disparo de Hulk, a los 41′ pegó en el poste izquierdo de Weverton, el arquero local que se había jugado al otro lado, dejó las cosas con el marcador cerrado, aunque la visita merecía un poquito más.

Antes de ese momento, el primer período dejó pocas cosas para resaltar. El cruce de Felipe Melo a Hulk, a los 7′, que produjo un diálogo “picante” entre ambos, el tiro que ejecutó el delantero visitante que no prosperó, más una llegada del lateral Arana, también de Mineiro, a los 13′ con un remate que se fue un poco abierto, la respuesta de Rony a los 23′ con un tiro desviado en la posibilidad más diáfana del local, y el final con esa chance desde los once metros que la visita no pudo usufructuar.

Un primer tiempo equilibrado, parejo y en el que Mineiro fue un poco más incisivo, pero sin dejar una estela de fútbol ni tampoco deslumbrar con su juego.

El complemento fue tan flojo como el primer capítulo. Casi sin llegadas, con un juego enredado y poco claro, la visita insinuó un poco más. pero no mucho más.

Tampoco fueron productivas las ventanas de las modificaciones. A los 54′ Keno reemplazó a Diego Costa en Atlético Mineiro, quien nunca pudo asociarse con Hulk. En tanto, Palmeiras tuvo sus primeras variantes a los 63′ cuando Deyverson ingresò en reemplazo de Luiz Adriano y W. Ribeiro reemplazó a Dudu.

A los 68′ Danilo entró por el volante local Felipe Melo, y a los 74′ el delantero chileno, Eduardo Vargas reemplazó al argentino Matías Zaracho, en el elenco visitante. Y a los 85′ se vino una catarata de cambios; P.de Paula ingresó en lugar de Ze Rafael y G. Veron entró en la ubicación de Rony, en Palmeiras mientras que en la visita, Nathan ingresó por el volante Ignacio Fernández y E. Sasha reemplazó a Hulk, quien había tenido un potente tiro libre, en la expresión más clara del segundo tiempo.

No hubo casi nada más para destacar. Apenas la igualdad y la incógnita de que va a suceder en el futuro. Una serie que quedó en cero y que está abierta de par en par.

Hernán O’Donnell