Atlético de Madrid se confió y al final Celta le amargó la noche

Fue muy complicado el primer tiempo para el Atlético de Madrid. Se encontró un rival mañoso, áspero, pero dispuesto a jugar. Con una línea defensiva firme, sostenida en Araujo y Murillo, los zagueros centrales, en tanto Mallo se iba al ataque y el peruano Renato Tapia equilibraba como un termómetro el medio juego, a pesar de la temprana amonestación. Era enrevesado el conjunto de Eduardo Coudet y enseguida consiguió la ventaja, con la jugada combinada por derecha, el centro y el cabezazo de palomita de Santi Mina, a los 12′, para abrir el 0-1 a favor del equipo de Vigo.

El Aleti sintió el golpe y procuró acomodarse rápido a la desventaja, pero no se halló en el campo. No pudo desarrollar juego. Bien Kondogbia para distribuir, pero poco peso en las proyecciones de Renan Lodi, discontinuo Llorente y desconectados Angelito Correa y Lucho Suárez. Entonces, el equipo de Simeone era un conjunto de voluntades. Sacrificados, sí. Pero con poco juego. Y Celta aprovechaba las voladas en ataque de Iago Aspas para hacer algún desparramo, la fuerza de Nolito para desdoblarse, y las combinaciones por los costados para rematarlas con centros rasantes, pasados y dolorosos.

Así se fue la primera parte, hasta que en el cierre el local consiguió la igualdad. Un balón de izquierda a derecha, la trepada de Llorente, el centro rasante y Suárez, que le ganó el pasillo interno a Mallo, se arrojó al piso y convirtió el 1 a 1 a los 44′ de la primera parte.

Lucas Torreira por Felipe fue la decisión de Diego Siemone para empezar el segundo tiempo. Un refresco necesario para el local.

Y fue empezar y desequilibrar; porque Kondogbia, de gran partido, dominó el balón en el centro del campo, abrió a la izquierda, habilitó a Renan Lodi y este lanzó un centro rasante que aprovechó Luis Suárez para marcar el 2-1 a los 49′ de juego.

Se tranquilizó el Atlético de Madrid. Había dado vuelta el resultado, sin más argumentos que el olfato goleador de Suárez, siempre atento e intuitivo para donde va a aparecer la pelota y en que lugar y momento debe ubicarse en la cancha. Sobre todo cuando debe merodear el arco. ese instinto “asesino” del pistolero le permitió al local con dos disparos dar vuelta la situación.

Después llegó el aburrimiento. Un partido de pocas luces, menos llegadas y casi ninguna situación de peligro. Aleti descansó en su campo, a partir del orden defensivo y el despliegue de sus futbolistas. Celta intentó arrimar a partir de la posesión y el avance coordinado.

Augusto Solari por Nolito a los 68′ fue la primera variante de Eduardo Coudet para el Celta; allí la visita trató de abrir la cancha por derecha con el ingreso del ex futbolista de Racing. A los 75′ produjo la segunda modificación: Facundo “Chuky” Ferreyra ingresó en reemplazo de Santi Mina.

Sin embargo, a partir de allí el local se adueñó de las acciones y produjo un par de llegadas que bien le pudieron haber otorgado la diferencia definitiva. Sostenido por el trabajo eficiente de Kondogbia, Atlético de Madrid fue superior en los diez minutos finales. A los 81′ una buena maniobra colectiva finalizó con un remate de Josema Giménez que se fue muy cerca del palo derecho de Rubén Blanco, arquero visitante.

A los 85′ Renan Lodi fue el que intentó desde lejos, pero su disparo pasó un poco arriba del travesaño.

Y cuando todo parecía llegar al final, apareció Augusto Solari por derecha, recibió una buena habilitación, lanzó el centro rasante y Facundo Ferreyra, tras arrojarse al piso, marcó el 2 a 2 final a los 88′ de juego.

Un baldazo de agua fría para el equipo de Simeone, que vio como se le escurrían dos unidades al final del partido y solo cuando se cierre el campeonato podrá medirse el impacto de esa pérdida. Por ahora, es un punto más de luz sobre el perseguidor, pero puede ser un dolor de cabeza a la hora del balance final.

Hernán O’Donnell

Walter Erviti comienza en Atlanta su carrera de entrenador

Es muy joven, pero ya tiene claro lo que quiere y la oportunidad de comenzar con su nueva profesión le surgió con naturalidad. Walter Erviti dejó la práctica activa del fútbol profesional hace muy poco tiempo y encontró en Atlanta el lugar indicado para empezar este nuevo camino: el de Director Técnico de fútbol.

Crédito: Prensa Atlanta

Recorrió las instalaciones, conoció a la gente del club y empezó a trabajar. También se hizo tiempo de hablar con la Secretaría de Prensa de la institución y dejar sus primeras impresiones: “mis expectativas son las mismas que las que tiene la gente del club; hacer un equipo con el que el hincha de Atlanta se identifique, poderle acompañar en sus objetivos, y que vean plasmado en el campo de juego lo que esperan de sus jugadores”.

Y agregó: “en la charla que tuve con los dirigentes me identifiqué mucho con los valores que manejan en el día a día, los valores que sostienen el camino para lograr los objetivos, y desde lo deportivo entendí que tienen una línea de trabajo que me gusta, entonces entendí que se cruzaban muchos interese en común que me permiten crecer en esta carrera”.

Crédito: Prensa Atlanta

Sobre la idea de juego del equipo, el volante surgido de San Lorenzo, comentó: “somos de la idea de tener un equipo dinámico, agresivo, y que el hincha se identifique. Queremos un equipo protagonista, con la responsabilidad que implica llevar una camiseta que tiene tanta historia”.

También habló de los entrenadores; de los que tuvo y de los que conoció. “Valoro a los entrenadores desde el día a día, de la forma en que trabajan y de lo que le dejan al club más allá de los logros o de algún título. Creo que los entrenadores debemos dejar algo más profundo en los clubes”, señaló el ex volante de Banfield.

“La gente se va a encontrar con un equipo diferente en cuanto a nombres del último que vio porque debido a los buenos rendimientos hay jugadores que han tenido posibilidades en otros clubes, y nosotros hoy trabajamos en el nuevo armado del plantel. Lo primero que analizamos cuando buscamos a un jugador es si el futbolista tiene ganas de estar en el club. Eso es muy importante. A partir de ahí buscamos jugadores dinámicos, agresivos, que tengan el deseo de ser protagonistas, y que puedan asumir la responsabilidad con mucha integridad. No es fácil, pero trabajamos para darle al hincha lo que este desea de su equipo”, agregó el ex futbolista de Monterrey.

Crédito: Prensa Atlanta

Por último, le habló al hincha de Atlanta: “le quiero transmitir mi alegría, mi felicidad por poder estar en esta institución, conozco la historia del club, conozco su presente y trataremos de darle lo que ellos esperan de su equipo. Vamos a trabajar mucho para que ellos partido a partido se vean reflejados y representados de la manera que desean. Y no sólo el resultado, sino lo que el club representa: orgullo, sacrifico, responsabilidad y un equipo que siempre vaya a buscar la victoria”, definió el joven Director Técnico.

Allí está Walter Erviti; el del largo recorrido en el fútbol, el que nació en Mar del Plata pero se alejó de las playas para darle vida a una carrera detrás de un balón de fútbol y que hoy lo encuentra en el inicio de un nuevo camino.

Hernán O’Donnell

Una defensa superlativa y un Tom Brady encendido conquistan el Super Bowl LV para los Buccaneers

Tampa Bay Buccaneers volvió a conocer el sabor de la gloria en una noche soñada. Los Bucs aplastaron 31-9 a Kansas City Chiefs en el gran evento del deporte estadounidense, que además tuvo lugar en su casa, el Raymond James Stadium de Tampa Bay.

Tampa Bay Buccaneers brilló en el Super Bowl y se consagró. Imagen: @Buccaneers

Fue un recital del equipo de Bruce Arians, que comenzó a imponerse en el partido sobre el cierre del primer cuarto. Tras un inicio lento, en el que ninguno de los finalistas pudo prosperar con las posesiones, poco a poco la ofensiva buc empezó a ganar yardas hasta llegar al primer touchdown del encuentro. Avanzaron de a pasos cortos, pero seguros, de manera terrestre y aérea. Y ya cerca de la end zone, la legendaria dupla BradyGronkowski puso a los Bucs al frente del partido. A partir de ahí, el dominio de Tampa Bay fue abrumador.

Porque tras aquella anotación, Tom Brady y la ofensiva fueron por más. Intentaron sumar otro touchdown por vía terrestre en un cuarto intento que no tuvo éxito, pero no bajaron los brazos. Por el otro lado, los Chiefs, que volvieron a la final de la NFL en busca de defender su título, apenas pudieron sumar a través de field goals. La gran estrella de 25 años Patrick Mahomes, MVP del Super Bowl anterior y con un talento descollante, desde ese momento empezó a sentir las dificultades que lo persiguieron toda la noche.

Una asfixiante defensa lo acorraló y el quarterback no contó con la protección necesaria ni la precisión para salir a flote. Tampa Bay hizo una tarea brillante al momento de defender y desde ese aspecto dio un paso fuerte hacia el título.

Jason Pierre-Paul y Shaquil Barrett se destacaron en la defensa de Tampa Bay. Imagen: @Buccaneers

Tom Brady se encargó de conducir a los Bucs hacia nuevos touchdowns, que ampliaron la ventaja para su equipo antes del descanso. Con una diferencia notable de 21-6, Tampa Bay se marchó al vestuario con buenas sensaciones previo al halftime show de The Weeknd.

El resultado parecía darle mucha comodidad a los de Brady, en especial al considerar que se trata de uno de los mariscales de campo que mejor se desempeña en escenarios como este. La vasta y destacada experiencia del hombre de 43 años no aseguraban que la historia estuviera terminada, pero sí permitían especular con que los Bucs podían acariciar el trofeo.

Pero enfrente estaba Mahomes, que en su breve trayectoria ya supo encabezar remontadas inolvidables en partidos trascendentes. Tampa Bay fue consciente de ello y su inagotable presión sobre el quarterback no cesó. La consecuencia fue que los Chiefs siguieron sin prosperar con sus posesiones, debieron conformarse con volver a anotar apenas tres puntos.

Los Bucs respondieron al instante con otro golpe duro para las ilusiones de Kansas City. Por vía terrestre lograron avanzar y llegar al triunfo a lo largo de toda la temporada. La gran final no fue excepción de tal herramienta que jugadores como Leonard Fournette y Ronald Jones II saben capitalizar. Y de esa manera la ventaja fue aún mayor y la victoria comenzó a consumarse.

El dominio de Tampa Bay ya era reflejado en el marcador y los Chiefs no encontraban respuestas mientras que el reloj acechaba. A Mahomes no le aparecían las opciones que buscaba y tanto los minutos como los defensas rivales le cerraban el margen de maniobra. La presión fue cada vez mayor y no parecía posible cambiar el panorama.

La intercepción a uno de sus pases fue celebrada casi como un touchdown por unos Buccaneers que veían cada vez más cerca el triunfo.

Luego Tampa anotó mediante el pie de Ryan Succop para alargar la diferencia tres puntos más y aferrarse a la victoria. En el último cuarto, Kansas City ya se encontraba en una situación límite e intentó ir a fondo en busca del milagro. Pero Tampa Bay no cedió lugar para la épica y sostuvo su ventaja.

Los Chiefs terminaron con intentos desesperados por marcar algún touchdown, pero además de que ya era tarde, jamás pudieron lograrlo. Mahomes supo encontrar, a pesar de la agobiante presión de la defensa, a algunos receptores, pero estos no pudieron controlar esos pases. Travis Kelce fue quien mejor conectó con el mariscal, pero no fue suficiente para modificar el marcador.

Tampa Bay Buccaneers se lució en el encuentro más esperado de la temporada de la NFL y alzó por segunda vez en su historia el trofeo Vince Lombardi. Lo hizo tras una impresionante actuación en su propio estadio, frente a una limitada cantidad de público debido a la pandemia, pero la alegría de los Bucs fue inmensa igual.

Tom Brady, aquel legendario quarterback que abandonó la franquicia de toda su carrera, New England Patriots, donde fue protagonista de una dinastía que conquistó seis Super Bowls, volvió a ser el conductor de un equipo campeón. El mariscal completó 21 de 29 pases, anotó tres touchdowns, no tuvo ninguna intercepción y sumó 201 yardas en la gran final. Se llevó todas las miradas, además de la defensa que hizo un trabajo vital, y obtuvo por quinta vez en su carrera el premio MVP al mejor jugador del Super Bowl.

Un líder de 43 años, con un talento inoxidable, una profesionalidad impresionante para mantenerse en forma y una mentalidad ganadora que empujó a los Tampa Bay Buccaneers a reencontrarse con la gloria, aquella que no conocían desde la temporada 2002.

Martín O’Donnell

Adiós a León Spinks, el que sorprendió a Alí y al mundo…

“El mundo no lo puede creer: perdió Alí”. Así tituló la revista El Gráfico aquella pelea que conmovió al mundo, cuando el 15 de Febrero de 1978 un joven y novato León Spinks derrotó al mítico, célebre y legendario Muhammad Alí. Fue una conmoción; pocos creían en ese novato que rceién iba por su octava pelea en el campo rentado y destronaba a una verdadera leyenda del deporte, al que le arrebataba los cinturones de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y Consejo Mundial de Boxeo (CMB) de los pesos pesados.

Había sido su noche. La consagratoria. La que le dio esos quince minutos de fama (en este caso mundial) y que obligó al gran Alí a hacer un replanteo de su carrera. Había tenido una noche desprolija y fue el primero en reconocer su derrota. No habló ni de “robo” ni culpó a terceros. Spinks supo que el triunfo había sido de él, pero el futuro le depararía nuevos desafíos.

Hasta entonces, su realidad profesional era incipiente. Había ganado la medalla de oro en los Juegos Olímpicos Montreal 1976, y en Enero de 1977 debutó como profesional con un triunfo ante Bob Smith, en Las Vegas. Luego llegaron un puñado de combates más y la gran chance ante el Más Grande de Todos los Tiempos.

A los siete meses, el 15 de Septiembre de 1978, le dio el desquite a Alí. En Nueva Orleans, con una expectativa mundial que batió records de audiencia televisiva. Y allí cayó, casi sin atenuantes. Luego perdió con Gerrie Coetzee y encadenó algunas victorias hasta tener otra chance por el título mundial. la oportunidad la tuvo el 12 de Junio de 1981 ante Larry Holmes, pero perdió por KOT3.

Otra vez, a remar contra la corriente. Una serie de peleas, en la que más se destacó su vicotria frente a Jesse Burnett. Y otra chance en 1986, el 22 de Marzo, frente a Dwight Muhammad Qawi, en la categoría crucero. Pero cayó por KOT en el 6º asalto y allí se acabaron las oportunidades.

Comenzó un derrotero de sobresaltos, con triunfos y derrotas casi alternados. Desde aquella oportunidad, hasta su retiro en 1995, peleó 22 veces con más caídas que victorias.

Su hermano Michael Spinks también le hizo honor al apellido con una fructífera carrera. León, luego del histórico triunfo ante Alí, tuvo una recorrida inestable. El último viernes 5 de Febrero se despidió de este mundo, a los 67 años, en Las Vegas, luego de tantos combates, tantas noches sin lunas ni soles, pero con el recuerdo eterno de los amantes del boxeo que lo vieron consagrarse ante la leyenda de este deporte una noche de febrero que quedará siempre en la memoria.

Hernán O’Donnell

Sebastián Báez tuvo aplomo, ganó con autoridad y se metió en la Qualy del Argentina Open

La Pre Qualy del Argentina Open fue una hermosa oportunidad para muchos jugadores de meterse en la Qualy de un torneo de ATP, de llegar a medirse con las estrellas, a soñar con un futuro mejor. Una posibilidad que no siempre se les puede abrir a jugadores que por ranking no accederían a esta chance de clasificación. Y esta semana que pasó les dio una buena mano para alcanzar el premio mayor: ganar el torneo y recibir el wild card para acceder a la Clasificación del Argentina Open 2021.

Mediodía del Sábado 6 de Febrero de 2021. Un sol de verano, un calor dominante y de fondo, el court central del Buenos Aires Lawn Tennis Club, como marco del partido final.

Arrancó Sebastián Báez con su servicio y se adelantó 1-0; fue sólido para el segundo game, se mantuvo firme y logró quebrar para adelantarse por 2-0. Tuvo alguna dificultad para cerrar el tercer juego, pero tuvo autoridad para adelantarse 3-0. Sebastián Báez era el dueño de la situación y a Mariano Navone le costaba acomodarse al partido.

Navone pudo obtener su primer game para ponerse 1-3 abajo y a partir de allí cada uno mantuvo su servicio; así, Báez quedó 4-1, 4-2, 5-2, 5-3 y cerró con sobriedad el set por 6-3. Había establecido una luz de ventaja al comienzo del partido y luego le bastó con mantener su saque para llevarse la primera manga.

Y comenzó bien Báez el segundo set, porque pudo quebrar a Navone y adelantarse 1-0. Lucía más convencido; Navone no estaba lejos en el juego, pero le costaba entrar en la zona de definición del punto. Perdió su srevicio, volvió a ganar su saque Báez y se adelantó 3-0. Era un comienzo de segundo set muy similar a lo que había pasado en el inicio del primero. Y mantuvo su saque. 4-0 para Báez, aunque cada game parecía equilibrado, y en los puntos lo eran, lo concreto era que a la hora de cerrar, de definir, Báez se mostraba más preciso. Y Mariano comenzó a dar muestras de desaliento y desconfianza. Quebró en el quinto y ya con mayor serenidad definió con su servicio: 6-0 redondo.

Un triunfo claro, que tuvo varios momentos muy marcados a favor del vencedor; el arranque de cada set, el final del partido. En cada una de esas situaciones, Sebastián Báez fue superior. Y ganó por 6-3 y 6-0. El primer paso, el primer objetivo, está cumplido. Ahora es el momento de ir por más.

Hernán O’Donnell

El Argentina Open empieza a definir sus clasificados

Sebastián Báez y Mariano Navone van a definir, en un ratito, al Campeón del Argentina Open Pre Qualy y por consiguiente al acreedor a una wild card para la Qualy del Torneo de la ATP en Buenos Aires, el Argentina Open, que ha cumplido ya 20 años de continuidad y nada parece detener su marcha.

Crédito: @ArgentinaOpen

“Creo que jugué un buen partido, enfrentar a un jugador como Nico (Kicker) es algo que me ayuda a motivarme, y ahora tengo que preparar bien el partido final”, declaró Báez tras vencer a Nicolás Kicker por 6-3 y 6-1 en las semifinal.

“Ahora vamos a reunirnos con el equipo para analizar este partido, ver qué hice bien, qué no y corregirlo para el partido final. Es un lindo desafío y vamos a prepararlo lo mejor posible”, declaró Báez a la cuenta de Twitter de @ArgentinaOpen.

El otro finalista es Mariano Navone, quien venció a Juan Manuel Cerúndolo, por 6-3, 1-6 (10-5). “Fue un partido muy duro; Juanma es un amigo de toda la vida, lo conozco desde hace mucho tiempo, somos de la misma categoría. El primer set lo jugamos muy bien; pude impactar bien la bola con la derecha, también me sentí cómodo con el revés. En el segundo set Juanma jugó muy bien, no me dejó hacer nada, hizo muchos tiros ganadores y me complicó el partido. En el super tie-break siempre puede pasar cualquier cosa, y la verdad es que mejoré, volví a impcatar la bola, a hacer daño y por eso me lo pude llevar”, afirmó Navone a la cuenta oficial del Torneo.

Con respecto a la final frente a Báez, respondió: “Mañana hay que ir por todo, después de todo lo que fue esta semana; hay que buscar todas las herramientas posibles para ganarle a Seba (Báez) que es un gran jugador y viene de ganar un gran partido en la semifinal, así que vamos a estar dispuestos a hacer cualquier cosa dentro de los límites y lograr un lugar en la Qualy, que sería un sueño cumplido”.

Crédito: Argentina Open

Allí están las ilusiones. Ahí están las esperanzas. Dos jóvenes que han apostado al deporte, a sus sueños. Que han trabajado mucho tiempo y este día los encuentra a las puertas de un torneo de la ATP, algo que ayer parecía lejano y hoy está cerca de hacerse realidad. Con televisión para todo el país, con los fanáticos del tenis al borde de los sillones y con todas las expectativas por el futuro que empieza a llegar, dos muchachitos sueñan con protagonizar la película.

Hernán O’Donnell

Tigres revirtió la adversidad y se clasificó a semifinales

La Copa Mundial de Clubes de la FIFA tiene algunas particularidades; cosas muy previsibles y resultados sorpresivos. Porque entre las cuestiones esperables, siempre, o casi siempre, los equipos europeos se llevan el trofeo. Y cuando no se lo llevaron, jugaron la final. En cambio, entre las sorpresas, los equipos de Sudamérica, en algunos casos, han sufrido mucho para arribar a la final. y hasta en algunos casos se perdieron en el camino tras caer en la semifinal, como le sucedió a River en 2018 cuando perdió frente al Al-Ain.

Hoy comenzó la edición 2020, con el retraso lógico por la demora que produjo la pandemia en todos los calendarios del año último y se extenderá hasta el 11 de Febrero. En realidad, el torneo se inició el día 1º de este mes, pero el encuentro que debían jugar Al Duhail SC y Auckland City en el Estadio Áhmad bin Ali en la ciudad de Al Rayyan, muy cerca de Doha, la capital de Qatar, no se realizó pues el equipo neocelandés no viajó a causa de la pandemia y en los tribunales el resultado quedó determinao por 3-0 a favor del conjunto qatarí.

Los coreanos sorprendieron con un ritmo veloz y una actitud positiva. Fueron a buscar el partido. Tuvieron una posibilidad a los 18′ que fue cortada por el arquero argentino Nahuel Guzmán, y le pusieron color a los 23′ cuando abrieron el marcador a través del gol de cabeza de Ki-Hee que selló el 0-1 inicial.

Para Tigres el comienzo no fue claro. La intención era salir por derecha con Carlos Salcedo, por izquierda con Reyes y dominar el medio a partir del quite de Guido Pizarro y el traslado de Rafael Carioca para que el delantero francés Gignac encontrara los espacios para definir. Tuvo una chance André-Pierre Gignac en el primer período, pero fue intervenida por Hyun-Woo, el arquero asiático.

El conjunto de Corea del Sur propuso un 4-4-2 cerrado, con el talento de Bit-Garam como eje creativo y el acompañamiento en ataque de Ji-Hyun.

A Tigres el partido se le hizo largo, pero fue a buscarlo. Le costaba acomodarse, Ulsan se soltó e intentó manejar el balón, con amplitud de líneas, para que al equipo mexicano le costara presionar. Con la conducción de Bit-Garam, Ulsan se las arreglaba para complicar.

De a poco, empezó a arrimar el equipo americano. A los 36′ un remate de Gignac de tiro libre que se fue al corner desviado por el arquero, provocó la primera alerta. Y enseguida iba a llegar la igualdad. Llegó el tiro de esquina, un rebote y el cabezazo de Guido Pizarro que el arquero volvió a sacar al corner.

De ese tiro desde la esquina llegó el balón al área, el toque suave al medio y la aparición de Guignac para marcar el 1 a 1 a los 37′ de juego.

Tigres se tranquilizó; estaba otra vez en partido y ya la presión dejaba de ser una espada clavada en su espalda.

Y a los 45′ llegó la jugada decisiva. El centro de la izquierda de Tigres, la mano del zaguero Ki-Hee que interrumpió el cabezazo de guignac y el VAR que le advirtió al árbitro que concedió el penal que Guignac trasnformó en el 2 a 1 a los 45+4′ del primer período.

Carlos González entró por Meza al comenzar el segundo tiempo. Y con el correr de los minutos, las variantes jugaron su partido, en cuanto al freno, el corte de ritmo y la disminución de la dinámica.

Ulsan se adelantó y fue por el empate; a los 57′ llegó una definición exquisita de Bit-Garam que no fue convalidada por un off side muy pequeño: cuando partió el pase de la izquierda, estaba unos centímetros adelantado. Off side, al cabo. Pero su gesto técnico, al pararla de pecho, girar y meter una volea en el aire que dejó helado a Guzmán, fue toda una belleza.

A los 65′ R. Fulgencio ingresó en lugar de J. Aquino en Tigres y en Ulsan FC Kim Sung-Joon reemplazó a Kim In-Sung.

El encuentro se había hecho equilibrado, aunque los mexicanos sabían ya jugar con el reloj. Tuvo una chance Fulgencio a los 77′ pero no logró definir.

Ulsan fue por las últimas variantes para buscar algo que lo ayude a igualar el juego; a los 73′ L. Hinterseer había entrado por Kim Ji-Hyun y a los 79′ Y. Kang, delantero, fue por Shin Hyung-Min. El “Tuca” Ferretti también realizó variantes para cerrar el juego: a los 83′ Hugo Ayala entró en lugar de Jesús Dueñas y a los 90′ J. Sierra se ubicó en lugar de L. Quiñones.

Tuvo la última a los 90+4′ cuando Guignac probó al arco y la pelota se fue arriba. Tigres se abrazó al resultado y a la victoria. Sufrió, pero ganó y ya piensa en la semifinal con Palmeiras.

Hernán O’Donnell

El año empezó lleno de Tenis

Es un momento difícil para la humanidad; para la historia, para la vida. Una pandemia que ha azotado y ha asustado al mundo, que de a poco quiere recuperarse, remontar la economía, disfrutar de la salud, volver a su vida social. El deporte ha sido postergado y también ha recuperado algunas posiciones en el 2020 que pasó, en tanto intenta vivir un 2021 con una semejanza a la normalidad que todavía parece distante, pero que de a poco busca su lugar.

El año empezó lleno de tenis. Primero con el exquisito Delray Beach, un torneo apetecible para los jugadores, atractivo para los argentinos y con el entorno de una ciudad hermosa y unas playas luminosas en el Estado de la Florida, en estados Unidos de América.

Con los certámenes de Oceanía, con Australia a la cabeza, el abierto que está a la vuelta de la esquina mientras se desarrolla la más que atractiva ATP Cup. Y por estos lados ya asoman el Argentina Open y el Córdoba Open. Dos torneos que engalanan la gira de la ATP y que le devuelven a los fanáticos del tenis la posibilidad de revivir los días de gloria, con el arribo de grandes tenistas y un par de torneos de jerarquía, valorables.

Este año será distinto; habrá menos lugar para la gente. Sin público en la provincia mediterránea y con un escaso aforo en el Buenos Aires Lawn Tennis Club. Pero con los sueños intactos.

En Melbourne, la rosarina Nadia Podoroska derrotó a la checa Petra Kvitova, número 9 del mundo, y pasó a los cuartos de final del Yarra Valley Classic donde se medirá con Marketa Vondrousova. Es un triunfo resonante, que refleja su momento, que, en realidad lleva ya mucho tiempo: desde los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

En la ATP Cup la Argentina cayó ante Rusia y como esta nación también venció a Japón, se clasificó a semifinales. El triunfo de Medvedev sobre Kei Nishikori por 6-2 y 6-4 fue la clave del match y el equipo ruso alcanzó las semifinales. Para los argentinos aún queda el partido ante Japón y el abierto de Australia, que ya comienza.

Pero lo que nos inquieta es la vuelta del tenis en nuestro país; el Argentina Open que tendrá su semana entre los últimos días de febrero y la primera semana de marzo. Del 27 de Febrero al 7 de Marzo, con la participación de Diego Schwartzman, preclasificado primero, y seguido por el chileno Cristian Garín ( que está 22° en el ranking ATP), el francés Benoit Paire (28° del ranking) y el serbio Miomir Kecmanovic (42°). En rigor de verdad, ya se juega la Pre-Qualy, una clasificación exclusiva para tenistas argentinos que otorga al campeón una wild card para la clasificación del torneo con más historia y prestigio de Sudamérica.

Es la semana de la fiesta del Tenis. La que espera el gran público argentino, la que vivimos de manera ininterrumpida desde 2001.

Hernán O’Donnell

Estados Unidos vibra con la llegada del Super Bowl LV

El Super Bowl LV, el número 55 desde aquel lejano partido que inauguró la modalidad de definir al campeón de la temporada entre los dos ganadores de la National Football League y la American Football League, jugado el 15 de Enero de 1967 y que resolvía al campeón de la temporada 1966. Mucha agua corrió bajo el puente tras esa gran final que los Green Bay Packers le ganaron por 35-10 a los Kansas City Chiefs. Fue lo que se denominó como “Primer Partido por el Campeonato Mundial de la AFL-NFL”. Pero todo el mundo lo conoció como Super Bowl, y hoy tras más de medio siglo recorrido, se lo conoce también como la gran fiesta anual del deporte profesional de Estado Unidos.

Es un evento que paraliza al país; en estos tiempos de pandemia quizás se alteren algunas costumbres habituales, como las de reunirse en grupos en hogares, salones y condominios para ver el partido como una fiesta, compartir la bebida y la comida, bromear y disfrutar del juego, en tanto la TV y su cotizada tanda comercial acerca las imágenes desde el lugar de los hechos.

En el corazón de los sucesos, el Raymond James Stadium, habrá algunas situaciones también inéditas para este encuentro decisivo. Por primera vez un equipo será local en el partido final; Tampa Bay Buccaneers tendrá el privilegio de jugar en su casa, porque la elección del estadio es anticipada y el equipo de Tom Brady realizó los méritos para arribar al Super Bowl. Y le tocará en su propio hogar.

El estadio tiene capacidad para 75.000 espectadores, pero otra situación nueva que se vivirá es que habrá alrededor de 22.000 personas el próximo domingo. 14.500 de esas localidades fueron puestas a la venta; habrá 7.500 reservadas para los trabajadores de la salud de Tampa que han sido vacunados y estuvieron en las primeras líneas de trabajo cuando comenzó la pandemia en la región.

El partido encuentra a los dos mejores equipos de la temporada, aunque todas las miradas, los análisis y las palabras se reducen al duelo entre los “Quaterback” de los dos finalistas. El experimentado y múltiple ganador, Tom Brady contra el joven brillante, Patrick Mahomes.

El duelo entre el hombre de 43 años que ya ha jugado 9 Super Bowls, de los cuáles ganó 6 con sus equipos, y el presente y futuro del Football Americano: Patrick Mahomes, el muchacho de 25 años que en la última temporada hizo su ingreso a la galería de los grandes con la conducción de su equipo, Kansas City Chiefs, a la victoria en el Super Bowl disputado el 2 de Febrero de 2020. El triunfo por 31-20 ante San Francisco 49ers tuvo el sabor de una remontada inolvidable, tras llegar en desventaja de 10-20 al último cuarto y en los seis minutos finales tres touchdowns sumaron 21 puntos para sellar la victoria final.

Todo está preparado y el reloj con la cuenta regresiva se puso en marcha. Es la semana previa a la gran fiesta del deporte de los Estados Unidos de América.

El Super Bowl presentará su edición número 55. Un número fantástico que pocos imaginaban a lo que podía llegar cuando se pensó el primer juego, sólo para ver cual de las dos ligas tenía mejores equipos que la otra, cual era la que podía jactarse de su supremacía.

Hoy, en este 2021, el enfrentamiento es otro. Entre Tam Bay Bucaneers y Kansas City Chiefs, aunque muchos creen que es solo un duelo individual entre la leyenda de Tom Brady y el futuro de Patrick Mahomes.

Hernán O’Donnell

Deportivo Maipú, otro sueño para Mendoza

Había hecho una muy buena campaña cuando se interrumpió el torneo original y realizó también una buena performance en el certamen que reanudó el fútbol luego de la larga cuarentena. Deportivo Maipú de Mendoza, el famoso “Cruzado”, el equipo de la ciudad tan cercana a la Capital provincial, venció en la final por el segundo ascenso a Deportivo Madryn por 2 a 0 y acarició el largo sueño de retomar la segunda división del fútbol grande de la Argentina. La hoy llamada Primera Nacional, que el “Botellero” conoció y transitó en sus años originales, a partir de 1986 cuando se la conocía como Nacional B. Después de una final intensa y disputada, Deportivo Maipú regresó a las fuentes.

Fue un primer tiempo bien jugado por el local. Firme en sus líneas, concentrado, y con mucha dinámica en ataque, encontró la diferencia en ese tiempo y luego supo trabajarla. Arrancó con una idea clara: atacar. Buscó con las subidas de Bonnacorso y Díaz por los costados, el transitar de José Méndez y la presencia de Diego Tonetto. La fuerza y habilidad de los delanteros hizo el resto.

A los 7′ Méndez buscó a Alvaro Veliéz, este se metió de la derecha al centro y sacó un excelente remate que se metió en el ángulo superior derecho de Lencina y señaló el 1 a 0 para el local.

Fue una explosión de alegría y de confianza. El “Cruzado” empujó aún más y a los 13′ desbordó Bonnacorso por derecha, sacó el centro al corazón del área y Veliéz metió un cabezazo que fue desviado al corner con mucho esfuerzo por el arquero visitante.

Madryn no encontraba el balón y no lograba afirmarse en la cancha. Giménez y Pérez buscaban el equilibrio en el centro del campo, pero no había juego. No había conexión entre líneas. Y para colmo de males, a los 25′ Elgorriaga no pudo controlar un balón que le llegó de un rechazo, se enredó y perdió una pelota sencilla en el atropello de Matías Persia, que se la birló y se fue derecho al arco para sellar el 2 a 0 para Deportivo Maipú.

Era un golpe duro para la visita, porque si empezaba a esbozar una recuperación, un error no forzado lo llevó a sufrir otro gol en su valla. Y el local mostraba su confianza, que lo llevaba a pelear cada pelota con una fe enorme y una moral en alza para lo que restaba del encuentro.

En el segundo tiempo Deportivo Madryn se presentó con dos modificaciones. Franco Niell entró por Moreno y Canhué reemplazó a Jendrés. Y lo fue a buscar, con más vergüenza que fútbol.

Las ventanas de los cambios cortaron el segundo tiempo. A los 56′ Herrera ingresó por Matías Persia en el local; a los 58′ Riera ingresó en lugar de Franco Moreno en su segunda modificación y en Madryn se produjo una tercera variante: Michelena por Triverio.

El local se acomodó en tres cuartos de cancha, cedió un poco de terreno y aprovechó los espacios a las espaldas de Torres y González para meter contragolpes que terminaran de sentenciar la contienda. Madryn, perdido por perdido, fue con rabia y tozudez.

A los 76′ la visita apeló a una nueva modificación, la cuarta en su equipo: Capellino reemplazó a Pérez, en una decisión más ofensiva. En el local, llegaron los tres cambios que le quedaban todos juntos: Díaz entró por José Méndez, Puntano ingresó en lugar de Alvaro Veliéz y Daher se ubicó en reemplazo de Bonnacorso.

Y con toda la confianza del mundo, Maipú fue a liquidarlo. A los 79′ lo tuvo Díaz, pero cortó el arquero de Madryn. A los 80′ Madryn encontró una situación en un pelotazo largo a Franco Niell, pero la salida rápida del arquero local, Matías Alasia, cortó la posibilidad.

Maipú se quedó con 10 futbolistas a los 82′ por la expulsión de Daher, tras una entrada violenta en una decisión justa del árbitro Pablo Echavarría, de muy buena actuación.

En Madryn hubo tiempo para la quinta y última variante en su formación; a los 86′ Rodrigo Bona ingresó en lugar de Peinipil. Y a los 90′ un tiro libre muy bien pateado por Michelena fue desviado por Alasia, en la última esperanza del equipo visitante, que tras ese grito ahogado empezó a pensar en la última carta que le queda, en otra final con San Telmo.

En una contra, Riera tuvo una ocasión a los 90+1′, pero su tiro salió desviado. Era una ocasión más que no aprovechó el “Cruzado”, pero que poco le importó. Enseguida terminó el partido y el ascenso estaba decretado. Deportivo Maipú se abrazó a la gloria y al regreso a la Primera Nacional, para hacer más famosa a la Provincia de Mendoza.

Hernán O’Donnell