Vélez tuvo oficio y contundencia para ganarle el duelo a Platense

El mérito de Vélez es que fue a buscar el partido. Intentó ser protagonista desde el inicio, aún cuando careció de puntería y de profundidad, pero se paró en campo contrario e hizo del ataque una constante. Platense se adaptó al partido, forzó situaciones y en desventaja lo fue a buscar sin inhibiciones. Pero también adoleció de definición, y si bien se jugó hasta el final por la igualdad, el contragolpe del cierre lo dejó con las manos vacías.

El local formó con Juan Pablo Cozzani; Bautista Barros Schelotto, Ignacio Vázquez, Gastón Suso y Sasha Marcich; Leonel Picco; Guido Mainero, Fernando Juárez, Franco Zapiola y Agustín Ocampo; Ronaldo Martínez.

El equipo de Liniers comenzó con Tomás Marchiori; Tomás Guidara, Emanuel Mammana, Patricio Pernicone, y Elías Gómez; Cristian Ordoñez y Agustín Bouzat; Francisco Pizzini, Thiago Fernández y Claudio Aquino; Braian Romero.

Vélez comenzó con un juego ofensivo, sostenido en la dinámica de Aquino, la movilidad de Fernández y la presencia de Elías Gómez, para marcar su espacio por la banda izquierda y sostener la ofensiva desde su lateral. Amén del buen trabajo de los dos medios, Bouzat y Ordoñez, el equipo de Quinteros comenzó como dominador. El “Calamar” se adaptó a lo que había surgido, y armó un bloque sólido de contención, hasta que llegó su momento.

A los 28′ desbordó por derecha Bautista Barros Schelotto, lanzó el centro y el tiro de Zapiola se fue por encima del travesaño. Cuando iban 29′ un centro de Guido Mainero fue rematado por Ocampo, y Mammana sacó en la línea.

Pero iba a ser una noche difícil para el local, y a los 41′ se lesionó Lionel Picco. En su lugar entró Carlos Villalba.

Cuando se iba el primer tiempo, a los 43′, desbordó por derecha Francisco Pizzini, lanzó el centro y Thiago Fernández puso el 0-1 para Vélez Sársfield.

Platense salió con mucha decisión a jugar el segundo tiempo. A los 51′ armó una buena jugada colectiva pero se apuró Barros Schelotto y su tiro se perdió desviado.

A los 57′, la dupla Orsi y Gómez hizo el segundo y tercer cambio de su equipo, en la segunda ventana de su equipo; Mateo Pellegrino reemplazó a Ronaldo Martínez, y Augusto Lotti entró por Franco Zapiola.

El “Marrón” puso doble nueve, y atrás Mainero, Juárez, Villalba y Ocampo. Presionó y buscó, pero Vélez sostuvo la defensa, e incluso reacomodó fichas a los 66′, cuando Aaron Quiros ingresó por Claudio Aquino, y Agustín Lagos entró en lugar de Tomás Guidara. Tres centrales, dos laterales, dos medios y tres hombres para armar la ofensiva.

Platense contó con una buena llegada a los 68′, con un centro de la derecha de Mainero y el cabezazo de Augusto Lotti que contuvo Marchiori de manera brillante.

A los 76′, Gustavo Quintros hizo la tercera modificación de la visita; Michael Santos reemplazó a Braian Romero. En tanto, a los 80′ la dupla técnica local realizó la cuarta y quinta variantes de su equipo. Franco Baldassarra entró por Agustín Ocampo, e Ignacio Schor ingresó en lugar de Guido Mainero. Y enseguida tuvo una posibilidad; iban 82′ y Schor entregó a Barros Schelotto, quien lanzó el centro y el cabezazo de Pellegrino se fue por encima del travesaño.

Quinteros efectuó la cuarta variante de su equipo. Iban 88′ y Matías Pellegrini reemplazó a Thiago Fernández.

Tuvo una chance la visita a los 89′, cuando Agustín Lagos elevó su disparo, en una chance muy clara. Y a los 90+1′ sentenció el partido. Atacaba Platense, Barrso Schlotto pretendió hacer un centro rápido, pero la marca de Elías Gómez estaba muy cerca, la pelota rebotó en su pie, y fue derecho a donde estaba Michael Santos, quien emprendió una larga y solitaria carrera que finalizó cuando llegó al área local y puso el 0-2 con un fuerte disparo.

Fue el cierre de una noche que prometía mucho y se quedó en amagues. Fue un partido más pensado que jugado, con pocas llegadas claras, pero con un ganador que hizo valer todo su oficio y su contundencia para sacar la ventaja necesaria.

Hernán O’Donnell

Atlanta y Mitre, en un empate frío y opaco

No pudieron armar un buen partido, a pesar de que ambos mostraron intenciones. Los dos trataron de generarse situaciones, pero lograron muy pocas, y el partido se fue en el atardecer del frío del invierno. Atlanta y Mitre, de Santiago del Estero, igualaron en cero, en un partido que dejó muy poco.

El “Bohemio” comenzó con Alejandro Sánchez; Mauricio Rosales, Dylan Gissi, Fernando Evangelista y Tomás Silva; Alejo Dramisino, Carlos Arce y Maximiliano González; Leonardo Marinucci, Ivo Costantino y Nicolás Medina.

El conjunto de Santiago del Estero arrancó con Joaquín Ledesma; Cristian Díaz, Oscar Piris, Facundo Melillan y Tiago Ferreyra; Matías Kabalín y Juan Alessandroni; Tomás Castro, Marcos Sánchez, Alejo Antilef; Favio Cabral.

Atlanta intentó llegar con peligro, y al comienzo del partido tuvo una chance, con un disparo de Alejo Dramisino, que pasó muy cerca, cuando iban 5′ de juego.

Luego tuvo otra chance, a los 13′, con un cabezazo de Maximiliano González, que también salió desviado. Después, el partido se hizo más equilibrado en la mitad de la cancha y se repartieron el dominio. El equipo de Mario Sciaqua avisó a los 24′, con un tiro libre de Marcos Sánchez, que el “Oso” Sánchez desvió al corner, en la primera llegada de Mitre.

A los 28′ se realizó el primer cambio del partido, por la lesión de Leonardo Marinucci, quien debió dejar el campo de juego y fue reemplazado por Federico Bisanz.

El primer período se cerró con otra llegada de la visita. Tras un centro de la derecha, Alejandro Sánchez cortó la llegada, el rebote le quedó a Kabalín, quien intentó de palomita, pero cerró bien Dylan Gissi.

En el segundo tiempo, el local intentó empujar un poco más, pero se encontró con un adversario que le cerró todos los caminos. Así, la catarata de cambios empezó a llenar la libreta de apuntes. A los 53′ Atlanta debió efectuar su segunda variante, esta vez por lesión de Mauricio Rosales, quien fu reemplazado por Carlo Lattanzio.

A los 63′ Marito Sciaqua hizo tres modificaciones en la visita: Germán Díaz entró por Matías Kabalín; Franco Posse reemplazó a Alejo Antilef, y Thobías Árevalo ingresó en lugar de Tiago Ferreyra.

Enseguida llegó el cuarto cambio en el equipo de Santiago del Estero. Facundo Wiechniak ingresó por el lesionado Juan Alessandroni, cuando iban 69′ del partido.

Luis García, el DT de Atlanta, usó la tercera ventana disponible, para realizar el tercer y cuarto cambio de su equipo. Juan Requena reemplazó a Carlos Arce, y Gabriel Vega entró por Maximiliano González, a los 73′.

Empujó el “Bohemio” sobre el final. A los 79′, con una notable jugada individual de Nicolás Medina, quien dejó tres hombres en el camino, pero Piris desvió al corner. de ese tiro de esquina, a los 80′, Fernando Evangelista sacó un buen remate, que pasó muy cerca.

La respuesta de Mitre fue a los 82′, con un tiro largo de Árevalo que dio en la parte superior del travesaño local.

Cuando Matías Ferrari ingresó por Tomás Castro, en el equipo visitante, el partido pareció cerrarse. Iban 83′, y ya nada más pasó.

Atlanta y Mitre se quedaron en cero. Mostraron intenciones, pero hicieron un partido frío, con pocas llegadas, mucha marca y escaso juego.

Hernán O’Donnell

Levantarse y seguir

Fue muy claro y preciso Lionel Scaloni cuando se lo consultó sobre el “ganar”, el hecho de conseguir un título y como debía tomarselo. Para sorpresa d muchos , de aquellos que se abrazan al éxito como si fuera definitivo, afirmó que “se puede ganar, salir Campeón, o no. Perder la final. Pero al otro día sale el sol y hay que levantarse igual, salir a trabajar, a vivir, a seguir. Cualquiera haya sido el resultado”.

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Y esa es la clave de todo. El saber que en este deporte, en la vida misma, el tiempo no se detiene. Aún cuando se vivan los momentos más hermosos, más agradables. Podrán ser inolvidables, pero el reloj sigue su camino. Lo mismo ante la situación más triste o angustiante. Una victoria significa eso, con toda la satisfacción que puede generar. Un triunfo que acaricia el alma y que corona el objetivo perseguido, que queda en la historia, sí, pero no es el fin del recorrido. Lo mismo pensamos para las derrotas. Duelen, pero hasta un punto, hasta un momento. Luego deben transformarse en combustible para la motivación en el camino a seguir.

“En el segundo tiempo mejoramos y merecimos ganar; en el suplementario dimos el plus que siempre da este equipo, y creo que ganamos bien. Lo de Ángel fue espectacular. Al final, cuando todos estaban cansados, empezó a correr como si tuviera 25 años. Es una leyenda, y todo terminó como en una película, aunque queremos que juegue un partido ante su público”, señaló calmo, tras el triunfo final.

“Siempre digo lo mismo. Ganar no significa terminar un trabajo, lo mismo que perder. Lo más lindo de este deporte, y de la vida, es levantarse y volver a construir un camino. Colombia hizo una gran partido, y ese es el camino a seguir. Lo mismo para nosotros si no hubiéramos ganado. Al otro día hay que levantarse y seguir”.

Hace un tiempo atrás, Juan Sebastián Verón afirmó que “En este deporte, hace rato que aprendí que ganes o pierdas, al otro día tenés que levantarte y volver a empezar”. Fue al primero que le escuchamos ese concepto, que ahora Scaloni reafirma, contextualiza y amplía.

Es la mejor definición y cierre para la CONMEBOL Copa América USA 2024. La mejor lección que nos pudieron haber brindado. Para entender mejor este deporte, para que no nos vaya la vida en ingresar como sea, en evitar disturbios que empañan la fiesta. Que la fiesta de hoy no se acaba, habrá otra mañana. Y para eso debemos estar bien. Ganar o perder es una circunstancia. Siempre una de las dos alternativas va a ocurrir en una final. Lo más importante es el día siguiente, levantarse y seguir.

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Miami, Florida, USA)

Argentina se apoyó en su jerarquía y experiencia para ser otra vez Campeón de América

Puede jugar al ataque, a pelear el partido n el medio campo, o retrasarse y atacar de contragolpe. Puede usar distintos sistemas; con línea de cuatro o tres centrales, con tres volantes, o cuatro o cinco. Con dos extremos y un punta, o Messi y un centroatacante. Argentina puede jugar de mil maneras distintas, pero lo que siempre va a imponer son las condiciones del juego. Siempre se va a jugar a lo que la Argentina quiere. Rápido, lento, con pelota, sin tanta tenencia. Y se va a imponer. Así fue a lo largo de toda la CONMEBOL Copa América USA 2024, y así lo hizo en el partido final ante Colombia, donde impuso su juego, y ganó con autoridad y oficio, tras una previa muy tensionante, con enormes dificultades de organización, y problemas múltiples para los hinchas que abarrotaron el Hard Rock Stadium, de Miami Gardens, Florida.

Argentina gritó Campeón luego de ciento veinte minutos de juego duro, pero en el que supo manejar los tiempos con mucha experiencia, controlar las virtudes del rival, y atacar con justeza, aunque recién sobre el cierre halló el gol de Lautaro Martínez para abrochar el triunfo y volver a dar una vuelta olímpica.

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Argentina formó con Emiliano Martínez; Gonzalo Montiel, Cristian Romero, Lisandro Martínez y Nicolás Tagliafico; Enzo Fernández; Ángel Di María, Rodrigo De Paul, Alexis Mac Allister; Lionel Messi y Julián Álvarez.

Colombia comenzó con Camilo Vargas; Santiago Arias, Davinson Sánchez, Carlos Cuesta, Johan Mojica; Richard Ríos, Jefferson Lerma, Jhon Arias, James Rodríguez, Luís Díaz; Jhon Córdoba.

El equipo de Néstor Lorenzo intentó hacerse de la pelota al comienzo, y de tomar la iniciativa. Argentina lo esperó con tranquilidad, con la convicción de saber que tenía que hacer en cada circunstancia del juego. Y metió un estiletazo a los 14′ con una escapada de Di María por izquierda, el centro atrás y el remate de Messi que no pudo prosperar.

Era parejo el partido al promediar el primer período, y sobre el final aparecieron algunas oportunidades. La de Colombia, a los 33′ con un tiro de Jefferson Lerma que Martínez desvió al corner. Y Argentina tuvo la suya, a los 43′, con un corner y el cabezazo de Nicolás Tagliafico que se fue por arriba.

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En el segundo período, el ritmo creció de golpe. A los 47′ Santiago Arias sacó un remate cruzado que pasó muy cerca. Contestó Di María con una buena jugada a los 48′. Y a los 53′ Davinson Sánchez metió una cabezazo que salió encima del travesaño. Pero no se quedó la “Albicleste”, y a los 57′ un tiro d Di María fue sacado al corner por el arquero colombiano.

Ambos equipos intentaban jugarselá, con algunos lógicos recaudos. Pero la noticia de la noche sucedió a los 64′, cuando el tobillo de Lionel Messi dijo basta y fue reemplazado por Nicolás González, quien iba a entrar muy rápido, y bien, en el equipo argentino y en el partido.

Argentina parecía sentir el esfuerzo de todo el mes, y a los 70′ debió salir tocado Gonzalo Montiel, quien fue reemplazado por Nahuel Molina.

Cuando llegaba el final, Lorenzo abrió la primera ventana de cambios para su equipo; iban 88′, y Rafael Santos Borre entró por Jhon Cordoba, mientras que K. Castaño ingresó por R. Rios. A los 90′ hizo el tercer cambio: Juan Fernando Quintero entró por James Rodríguez.

Argentina lo pudo ganar a los 90+2′, cuando Nicolás González elevó un disparo, que hubiera cerrado todo en el tiempo reglamentario. No pudo ser, y debió jugarse media hora más.

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Cuando Nico González, a los 94′, tuvo otra chance, esta vez tapada por el arquero, una corriente de electricidad recorrió las tribunas del Hard Rock Stadium. Argentina demostraba que estaba lista para liquidar el pleito, era cuestión de acelerar el ritmo y afinar la puntería.

A los 95′, Lionel Scaloni metió tres variantes: Leandro Paredes entró por Alexis Mac Allister, Giovani Lo Celso reemplazó a Enzo Fernández, y Lautaro Martínez ingresó por Julián Álvarez.

Para comenzar el segundo tiempo suplementario, Colombia tuvo tres modificaciones: iban 105′ y Mateus Uribe reemplazó a Jefferson Lerma; Miguel Borja entró por Luis Diaz, y Jorge Carrascal ingresó por Jhon Arias.

Pero poco pudieron aportar, porque a los 111′ Argentina armó una jugada nacida de la presión y recuperación de Paredes, el pase a Lo Celso, y la asistencia perfecta de este para la entrada de Lautaro Martínez, quien se metió en el área con decisión, y sacó un excelente tiro para poner el 1-0 para Argentina, que iba a ser el sello del partido.

Entró Nicolás Otamendi por Ángel Di María, cuando iban 115′, para cerrar el encuentro. Tres centrales, dos laterales, cuatro en el medio, De Paul, Paredes, Lo Celso y González, y arriba Lautaro Martínez, para correr los últimos pelotazos que le podían tirar…

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Argentina se abrazó a la victoria. Con decisión, determinación, y mucha experiencia para manejar todo tipo de situaciones. Defendió cuando debió hacerlo, atacó con audacia, y definió con justeza. Supo jugar el partido en todas sus facetas. Brilló Emiliano Martínez en cada intervención. Fueron férreos en la marca Lisandro Martínez y Cuti Romero; tuvo mucha proyección Tagliafico. Repitió su clásico orden táctico y dinámica estratégica Rodrigo De Paul. Entró muy bien Nicolás González. La rompió Di María. Gritó con el alma, Lautaro. El capitán Leo Messi dejó lágrimas de impotencia por no poder completar el partido, pero que fueron combustible para que sus compañeros dejen el alma y ganen con justicia un partido difícil, que los pone, una vez más, como los mejores de América.

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Miami Gardens, Florida, USA)

La tensa calma, antes de la batalla final

Fueron dos largas conferencias de prensa que ocuparon casi dos horas de la tarde del sábado, antes de la gran final de la CONMEBOL Copa América USA 2024. Dos horas de preguntas a los protagonistas de la última batalla por el Trofeo más antiguo a nivel seleccionados. Y de respuestas sensatas, calmas, discretas y cautelosas. Nadie se salió del libreto; transmitieron optimismo moderado, respeto por el adversario y una confianza grande en sus propias fuerzas. Los entrenadores de la Argentina y Colombia, y dos figuras trascendentes como Emiliano Martínez y Juan Fernando Quintero, dejaron testimonio de la ilusión que embarga a los dos equipos.

Primero fue el turno de la Argentina. “El equipo ha madurado en cuanto al análisis de cada rival, pero el ADN siempre es el mismo, y eso es lo importante”, sostuvo Lionel Scaloni. “Nuestra forma de jugar no va a cambiar, pero es evidente que una final siempre es especial”, agregó.

“Nos preparamos de la mejor manera. Sabemos de la dificultad que tiene el partido contra Colombia, pero tenemos la ilusión de poder hacer nuestro partido. Después, el fútbol tiene muchas sorpresas, pero intentaremos hacer nuestro juego, y que no nos hagan daño”, comentó Scaloni.

Para el DT, lo mejor que tiene Argentina es “cuando nos hacemos dueños de la pelota, el equipo se hace fuerte, es la manera en la que jugamos. Luego, tenemos que saber contrarrestar las fortalezas del rival, pero siempre intentamos dominar el balón”.

Con respecto a algunos incidentes que se vivieron en la semifinal entre Uruguay y Colombia, sostuvo que “esperemos que mañana sea una fiesta. Eso estaría a la par de ganar un campeonato. Tengo el micrófono y la suerte de decirlo, creo que tenemos que transmitir esa tranquilidad”.

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Antes de ir al entrenamiento en la Florida International University, el arquero Emiliano Martínez dejó sus sensaciones. “Me siento hoy más completo, e intento mejorar cada día. Tenemos un gran grupo de arqueros y nos ayudamos en el día a día”. Y enseguida, agregó: “Va a ser nuestra cuarta final y estamos ilusionados como si fuera la primera, con el corazón y las ganas de jugarla. Más allá de los penales, me enfoco en los 90 minutos, que es lo más importante, y luego, a 120′. Recién dspués llegarían los penales”.

“Nunca me imaginé jugar mi cuarta final con la Selección Mayor. A veces el fútbol te da eso. No cambiaría mi carrera para nada, hoy soy el arquero que soy gracias a eso”. Y sobre el partido, opinó: “Las finales se juegan, y se tratan de ganar. Toque quien toque iba a ser difícil. A veces el corazón es gran parte de una final, porque no siempre los planes se dan como uno piensa. Hay mucha tensión, nervios, el que tenga más calma va a tener más chances”.

“Ser campeón no significa no estar motivado, al contrario, estoy más motivado hoy incluso que en la Copa América pasada. Creo que les pasa lo mismo a todos mis compañeros”, respondió.

Luego llegó la palabra de Néstor Lorenzo y Juan Fernando Quintero. Con otros temas, pero el mismo tono. Respeto por el rival, ilusión ilimitada, sensaciones de paz y optimismo. La calma previa que antecede a la batalla final.

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Miami Gardens, Florida, USA)

Colombia puso ritmo, corazón y fútbol para llegar a la Final

Fue un partidazo, por lo que propusieron los dos, pero Colombia resultó el protagonista central. Tanto por lo que hizo, como por algún error cometido que le dio una oportunidad a su rival, Uruguay. El equipo de Néstor Lorenzo tuvo mucho ritmo, un juego atildado y un corazón enorme para jugar más de la mitad del partido con un hombre menos. Sacó ventaja en el primer tiempo, supo resistir n el segundo, y al final hasta pudo ampliar el marcador.

La Selección Colombia formó con  Camilo Vargas; Daniel Muñoz, Dávinson Sánchez, Carlos Cuesta, Johan Mojica; Ríchard Ríos, Jéfferson Lerma, Jhon Arias; James Rodríguez, Luis Díaz y Jhon Córdoba. 

El conjunto de Marcelo Bielsa comnzó con Sergio Rochet; Sebastián Cáceres, José María Giménez, Mathías Olivera; Manuel Ugarte, y Federico Valverde; Nicolás De la Cruz, Rodrigo Bentancur, Maximiliano Araújo y Facundo Pellistri; y Darwin Núñez.

El ritmo fue frenético desde el inicio. Parecía que Uruguay iba a sorprender con su sistema táctico, de tres centrales, dos medio y cuatro volantes con mucha llegada, para abastecer a Darwin Núñez. Pero Colombia tomó muy pronto el balón, empezó a moverlo y se hizo protagonista. A los 14′ Daniel Muñoz llegó con un cabezazo cruzado, que pasó muy cerca del palo derecho de Rochet.

Contestó Núñez, a los 17′, con un disparo cruzado, peligroso.

Pero era Colombia el que más profundidad tenía. A los 33′ fue John Córdoba el que tuvo una posibilidad, con un buen cabezazo. los problemas de Uruguay se empezaron a acentuar con la lesión de Betancur, quien debió dejarle su lugar a Guillermo Varela, a los 34′ de juego.

Y a los 38′ Jefferson Lerma metió un tremendo cabezazo, tras un tiro de esquina ejecutado por Díaz, y puso el partido 0-1 a favor de Colombia.

Pudo aumentar a los 43′, con un remate de Ríos que desvió Rochet. La “Celeste” estaba desconcertada ante el ritmo que imponían los cafeteros.

Sin embargo, el trámite del partido, que tomaba un claro desarrollo, se revirtió sobre el cierre d la primera parte, cuando fue expulsado Daniel Muñoz por un codazo a Manuel Ugarte. Inexplicable reacción de uno de e los mejores laterales de la Copa. El segundo tiempo iba a ser otro partido.

Por lo pronto, ambos iban a hacer modificaciones en sus formaciones. Uruguay efectuó dos cambios; Cristian Olivera entró por Facundo Pellistri, y Giorgian de Arrascaeta ingresó en lugar de Mathías Olivera. Néstor Lorenzo dispuso que Santiago Arias ingresara por Jhon Arias.

El juego fue más peleado y bajó el nivel de juego. Lorenzo debió apelar a dos variantes más en su conjunto; Kevin Castaño entró por Richard Ríos, y Mateus Uribe reemplazó a James Rodríguez, cuando iban 61′ de juego.

En Uruguay, a los 66′ Luis Suárez ingresó por Guillermo Varela, quien había reemplazado a Betancur cuando promediaba el primer período. Y preocupó Suárez, quien a los 71′ metió un tiro en el palo.

Allí el partido volvió a tomar el ritmo frenético del comienzo, y la aventura se hizo “palo a palo”. Uruguay iba y los del Pacífico contragolpeaban. A los 75′ Yerri Mina entró por Jhon Córdoba. Más gente para defender y luchar. Y a los 85′ llegó la última variante de Lorenzo: Luis Sinisterra ingresó por Luis Díaz.

Lo pudo definir Colombia, a los 87′, pero el tiro de Uribe salió ancho, cuando todo parecía indicar que iba a convertir. La Celeste hizo el último cambio a los 88′, Agustín Canobbio entró por Nicolás de la Cruz.

S jugaron siete minutos de tiempo agregado para romper corazones. Lo tuvo Uribe, a los 90+3′, pero entre Rochet y el travesaño le dijeron que no.

Y Uruguay no pudo. No tuvo ideas ni serenidad. Se contagió de nervios e impotencia. Colombia le puso ritmo a la noche, buen juego al partido y corazón a la adversidad. Y es un justo finalista.

Hernán O’Donnell

Argentina encerró a Canadá en su ritmo, y le ganó con autoridad

Lo pensó muy bien Lionel Scaloni y lo ejecutaron con excelsa precisión los futbolistas. Argentina anestesió a Canadá, lo envolvió en su juego, le sacó ritmo y velocidad. Al fútbol físico que proponen los canadienses, la “Albiceleste” le propuso un juego de tenencia de balón, lento, con mucho control y sin dejarlo entrar en ritmo. Le durmió el partido, y cuando vio las oportunidades, lastimó. Con autoridad y clase, la Argentina venció 2-0 para llegar a la final de la CONMEBOL Copa América USA 2024.

Argentina formó con Emiliano Martínez; Gonzalo Montiel, Cristian Romero, Lisandro Martínez y Nicolás Tagliafico; Ángel Di María, Rodrigo De Paul, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister; Lionel Messi y Julián Álvarez.

El equipo de Jesse Marsch formó con  Maxime Crepeau; Alistair Johnston, Moise Bombito, Derek Cornelius, Alphonso Davies; Ismael Koné, Stephen Eustaquio; Richie Laryea, Jonathan David, Jacob Shaffelburg; y Cyle Larin

Argentina empezó con Di María bien abierto a la derecha, Messi por el medio, como delantero centro, y Álvarez tirado a la izquierda. Con De Paul y Fernández por la zona media, y Mac Allister suelto, más arriba. Después de un comienzo donde Canadá llegó en un par de ocasiones, sobre todo la segunda, a los 7′ con un remate cruzado de Shaffelburg que pasó muy cerca, el equipo de Scaloni se reacomodó, bajó Di María, Mac Allister se abrió a la izquierda, y arriba se repartieron el centro Messi y Álvarez.

A los 11′ di María asistió a Messi, y el tiro de Leo, bajo, pasó muy cerca. Era un aviso.

A los 22′, Rodrigo De Paul puso el estiletazo para la entrada de Julián Álvarez, quien entró por el medio, aguantó la marca y abrió el marcador con un fuerte disparo. 1-0 para la Argentina.

Ahí tomó el control definitivo el equipo nacional. Nunca pudo reaccionar Canadá, ni acomodarse al partido. A los 33′ Di María pudo meter el segundo, con un tiro bombeado que pasó muy cerca. Cuando iban 43′, Di María jugó para Álvarez, este la dejó pasar, y Messi le pegó de derecha, muy cerca.

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En el segundo tiempo, se acabó el partido muy rápido. Iban 50′ cuando una buena jugada por derecha, el centro atrás, y Enzo Fernández metió un tiro fuerte, que Lionel Messi llegó para desviar, y poner el 2-0 para la Argentina.

Jesse Marsch hizo dos cambios a los 54′; Liam Millar entró por J. Shaffelburg, y Ali Ahmed ingresó por R. Laryea. En la Selección, a los 63′ Nicolás Otamendi reemplazó a Nicolás Tagliafico; el ingresado se ubicó d segundo zaguero centarl, y Lisandro Martínez pasó de lateral izquierdo.

También a los 63′ hubo un cambio en Canadá: Tani Oluwaseyi reemplazó a J. David. El partido se diluía entre las modificaciones. A los 70′, Nahuel Molina reemplazó a Gonzalo Montiel, mientras que en el equipo norteamericano, Jonathan Osorio entró por el lesionado Alphonso Davies, y Mathieu Choiniere reemplazó a Eustaquio.

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Cuando iban 76′, se cerraron los cambios en Argentina; Lautaro Martinez ocupó el lugar de Julián Álvarez, Nicolás Gonzalez entró por A. Di Maria, y Exequiel Palacios ingresó por Alexis Mac Allister.

Argentina maniató a Canadá. Lo sometió a su juego, lo anestesió y luego lo liquidó. Fue una lección de fútbol, para pensar en la final.

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a East Rutherford, New Jersey, USA)

Argentina y Canadá, en la búsqueda del pasaje a la final

“Cuando uno viene a jugar estos torneos, el objetivo siempre es llegar hasta el final. Ya cumplimos la primera parte, ojalá podamos llegar a la final”. Así de simple y claro expresó las metas del Seleccionado Nacional su entrenador, Lionel Scaloni. A horas del partido frente a Canadá, en el que está en juego el boleto a la final de la CONMEBOL Copa América USA 2024, el director técnico argentino analizó las posibilidades del equipo.

“Estamos contentos e ilusionados para lo que viene. Demostramos que no nos hemos aburguesado con las victorias ya conseguidas”, señaló el entrenador. Y agregó: “Los partidos que hicimos son acorde a los rivales. Competimos al nivel de esta Copa América; no cambiamos nunca nuestra esencia. Podemos buscar matices, pero siempre intentamos ser protagonistas con la pelota”.

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Scaloni no confirmó el equipo titular. Tampoco lo hizo Canadá. “El haber enfrentado a la Argentina en el primer partido es importante para nosotros; ahora sabemos cuanto dan, como juegan, todo por haber vivido la experiencia”, señaló Jesse Marsch.

“Estamos calmos, tranquilos. Sabemos lo que podemos dar y queremos hacer historia”, agregó.

Así está Canadá. Con la confianza bien alta, con el conocimiento claro del rival que enfrentará, con la esperanza de hacer historia. Con un equipo que se basa en un arquero, Crepeau, seguro y con personalidad, una defensa liderada por Alphonso Davies y Bombito, un medio seguro como Eustaquio, y volantes con mucha llegada y despliegue físico, como Laryea y Schaffelburg.

Y con una ilusión enorme, como la de la Argentina. En unas horas, el primer finalista se define.

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a East Rutherford, Nueva Jersey, USA)

Semana crucial, para definir a los finalistas

La Copa América entra en su etapa decisiva. Ya están los cuatro mejores del continente clasificados para jugar en búsqueda del boleto hacia la gran final. Ha habido pocas sorpresas; tal vez, el empate de Costa Rica ante Brasil. Los “Ticos”, un equipo muy bien trabajado por su DT, Gustavo Alfaro, dieron el golpe en el primer partido del grupo, para quitarle dos puntos a la “Canarinha”, y hacerle perder una buena chance de llegar primero en la zona, y evitar a Uruguay en cuartos de final. El “Scratch” pensaba cerrar primero y dejar a Colombia ante la “Celeste”, pero el camino se le complicó, y la definición por penales, una de las “vedettes” del torneo, lo dejó afuera de todo.

Para Colombia, terminar primero en el grupo significó medirse ante panamá, un conjunto de gran crecimiento en la CONCACAF, pero de lejanía aún ante los grandes de Sudamérica.

Y ahí está una de las semifinales más equilibradas y atractivas para ver. Uruguay vs Colombia, en Charlotte, el gran partido del miércoles, de pronóstico incierto y reservado. La historia parece jugarle un guiño a Uruguay, pero no siempre juega la tradición y habrá que ver como responde un equipo, el colombiano, que hasta ahora caminó con tranquilidad, pero que ahora tiene un desafío enorme por delante.

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La primera de las semifinales la van a jugar Argentina y Canadá. Ya se enfrentaron, en el partido inaugural de esta CONMEBOL Copa AMÉRICA-USA 2024. En aquella oportunidad, que hoy parece lejana, la Argentina ganó por 2-0.

“Trataremos de dar lo máximo”, dijo el entrenador del equipo canadiense, Jesse March. “Nuestro objetivo s llegar al límite de nuestras posibilidades, y soñamos con hacer un buen partido”.

en unas horas será el momento de las conferencias de prensa y el reconocimiento del terreno de juego. Habrá más informaciones, más declaraciones y más expectativa.

La semana d definiciones de la Copa américa, ha comenzado.

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Manhattan, Nueva York, USA)

Los remates desde el punto del penal, los protagonistas de las dos Copas

Pasó en la UEFA EURO Alemania 2024, y sucede con naturalidad en la CONMEBOL Copa América USA 2024. La paridad de los partidos de play off, rodeados de una enorme emoción y tensión, ha llevado a la mayoría de ellos muchos de ellos a terminar igualados y resolverse por la vía de “los penales”. Incluso el juego que España le ganó a Alemania fue definido a los 119′, casi sobre el epílogo del tiempo de juego oficial y agregado, cuando los penales iban derecho al corazón de los hinchas.

En el resto de los partidos, el desempate fue el gran protagonista. En Europa, en Francia ante Portugal. En América, hasta ahora hemos visto varias de esas definiciones. En el primer partido de cuartos de final, Argentina ganaba por 1-0 a Ecuador, cuando llegó la igualdad a los 90′. Y en los penales, el arquero argentino Emiliano Martínez consolidó su figura del partido, con dos remates atajados. Con el yerro de Messi incluído, la definición fue muy tensionante.

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Fue una noche mágica para el arquero marplatense, como fue una tarde gloriosa para Jordan Pickford, l arquero inglés que contuvo un penal, el primero de la serie, a Manuel Akanji, para que Inglaterra veniera a Suiza por 5-3 en la serie de penales.

La goleada de Colombia ante Panamá, por 5-0, fue el primer resultado amplio y contundente de las dos competiciones. Que por esa excepción, sin contar el triunfo apretado de Países Bajos ante Turquía, entiende que el código penal es la mejor forma de resolver los play-off.

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Manhattan, New York, USA)