Archivo de la categoría: Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022

Argentina venció a Polonia y empieza a tomar forma

La Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022 tiene todos los condimentos de los Mundiales. Expectativa, emoción, sorpresas, color en personajes simpáticos, aliento genuino y también un poco de histeria colectiva en los “figuretis”, tal como hace tiempo se denominó a aquellos que desean “figurar”, pertenecer a un mundo de reconocimientos, estar cerca de los protagonistas y tener por carácter transitivo una fama que se les pegue, o, como en estos tiempos de silencio y aislamiento de los verdaderos protagonistas (jugadores y entrenadores), que les hagan entonces a ellos una nota, un pequeño reportaje, y poder contar sus experiencias en el Mundial. En estos tiempos locos y tecnológicos, donde las cadenas de televisión y las múltiples plataformas derivadas se encuentran “obligadas” a transmitir durante 24 horas del día, es difícil llenar ese espacio cuando no hay acceso a los protagonistas. Entonces, hay que llenar el espacio. Y la mayor parte se cubre con “sesudos” análisis, y sobre análisis, del juego, en mesa de debates donde el número de expositores varía entre dos y ocho, y otra buena parte de esas interminables horas de pantalla se llenan con el “color” del Mundial. Y ahí aparece la repentina y efímera fama de los circunstanciales viajeros. Mientras, el protagonismo de los futbolistas se reduce a pequeñas y apuradas conferencias de prensa antes o después de los partidos. Aquella vieja práctica dele periodismo, en la que se entrevistaba a los jugadores durante la competencia, y se los conocía con mayor profundidad, y se les daba el rol preponderante que tenían, y tienen, en el Torneo, parece haber quedado en un viejo recuerdo del pasado.

Crédito: @FIFAWorldCup

Pero el juego manda, y esos es lo que nos ocupa. Al cabo, el Fútbol siempre se juega dentro de la cancha, y mientras haya cancha, pelota, jugadores e hinchas, siempre habrá fútbol. Los primeros en clasificarse fueron Países Bajos, Senegal, Australia y Francia. Y otros dos grupos entraron en la jornada decisiva. En uno de ellos, se jugó la suerte de Argentina, que debía por lo menos igualar ante Polonia. Una derrota era el pasaje de salida del torneo.

El seleccionado polaco formó con Szczescny; Mathew Cash, Kamil Glik, Kiwior y Bereszynski; Zielinski, Bielik, Krichowiak y Frankowski; Swiderski y Robert Lewandowski. El equipo de Lionel Scaloni comenzó con Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Acuña; De Paul, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister; Angel Di María, Lionel Messi y Julián Alvarez.

Fue un partido unilateral, porque la Argentina lo manejó de principio a fin. Y tuvo ribetes extraños, porque el equipo de Scaloni dominó, buscó, y obtuvo un triunfo claro ante Polonia, aunque lleno de matices: tuvo un penal a favor a los 38′ indicado por el VAR, pero difícil de poder justificar; no lo pudo aprovechar porque Szczesny, el arquero de Juventus, supo adivinar el tiro de Lionel Messi, y desvió su disparo; pero fue paradójico, porque el equipo no sintió el golpe sino que creció en el juego. Y avasalló sobre el cierre del primer período.

Abrió el marcador apenas comenzó el segundo tiempo, tras una buena habilitación de Nahuel Molina a Alexis Mac Allister, y el jugador de Brighton sacó un remate cruzado que puso el 0-1 a los 46′ del partido. Pero las rarezas iban a continuar en este juego, pues a pesar de adelantarse en el marcador, Argentina se encontró con un rival inofensivo e inexpresivo, que no salió a buscar el empate sino que se conformó con un resultado que lo clasificaba porque era difícil que México goleara a Arabia Saudita. Los primeros cambios de Scaloni sucedieron a los 57′ de juego; Leandro Paredes entró por Angel Di Maria y Nicolás Tagliafico reemplazó a Marcos Acuña.

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El partido era tan extraño que Argentina dominaba con claridad, pero el rival no mostraba rebeldía para ir a buscar la igualdad. En una buena maniobra, Fernández asistió a Julián Álvarez, que supo enganchar en el área, y meter un disparo al ángulo superior izquierdo del arquero de la Juventus, para poner el partido 0-2 a favor de Argentina cuando iban 66′ de juego.

A los 78′ llegaron el tercer y cuarto cambio de la Argentina, en la segunda ventana habilitada de variantes, y Scaloni decidió que Lautaro Martinez ingresara por Julián Alvarez, mientras que Germán Pezzella reemplazó a Enzo Fernandez.

Pero Polonia no salía; aún con un resultado adverso, el conjunto europeo prefería cuidar el segundo lugar, y esto significaba no recibir más goles de la Argentina, y a la vez aguardar que México no goleara a Arabia Saudita. Jugaba con “la radio en la oreja”, y mientras recibía las noticias desde el banco de suplentes que los Aztecas ganaban 2-0, el marcador le alcanzaba, y especulaba con eso, aunque le fueron invalidados dos goles a los del “Tata” Martino, que lo hubieran puesto al borde de la eliminación.

Tampoco Argentina forzaba mucho el ataque. Por si hubiera habido pocas rarezas, la Selección no apretó el acelerador para ampliar la ventaja y terminar con tranquilidad. Solo una presión individual de De Paul provocó un mal pase hacia atrás de Skoras, el balón lo tomó Lautaro Martínez, se fue sólo y desvió su disparo. Hubiera sido lapidario para Polonia, porque en ese momento México ganaba 2-0 y un tercer gol de la albiceleste lo hubiera subido al segundo puesto a los aztecas, y los polacos quedaban eliminados. Pero la pelota se fue afuera, Polonia mantenía la ventaja sobre México, y el gol final de Arabia Saudita terminó por condenar al equipo de Gerardo Martino.

Argentina hizo el quinto cambio a los 82′, cuando Thiago Almada ingresó en lugar de Alexis Mac Allister. Y tuvo una situación final, casi sin despeinarse, cuando Nicolás Tagliafico entró por izquierda y resolvió “picarle” el balòn a Szczesny, pero el arquero amortiguó el tiro, y cerca del arco Jakub Kiwior rechazó la pelota.

No hubo más situaciones, incluidos los seis minutos adicionales. Polonia no salió de su campo, Argentina no forzó más el ataque y ambos se fueron satisfechos con la clasificación.

El equipo de Scaloni ahora deberá medirse ante Australia. El Mundial avanza, los candidatos se perfilan, y la Argentina de Messi, esa que gran parte del “planeta fútbol” sueña con verla en lo alto del podio, empieza a tomar forma.

Hernán O’Donnell

Con orden y progreso, Brasil llegó a la clasificación

Brasil tuvo orden, precisión, prolijidad y paciencia, para vencer a Suiza, sumar su segunda victoria consecutiva en la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022, y logró la clasificación a los octavos de final cuando aún le queda el tercer partido por jugar. Suiza fue un digno rival, que mostró sus armas y por momentos pudo elaborar maniobras de ataque, pero no pudo sostener la embestida brasileña y ahora deberá definir clasificación ante Serbia, aunque una igualdad le puede servir.

El equipo de Tité salió con Alisson Becker al arco; Eder Militao, Marquinhos, Thiago Silva y Alex Sandro; Casemiro como volante central; Raphinha, Fred, Lucas Paquetá y Vinicius; Richarlison como referencia de ataque.

Suiza comenzó con Sommer en la valla; Silvan Widmer, Manuel Akanji, Nico Elvedi y Ricardo Rodríguez; Remo Freuler y Xhaka; Rieder, Sow y Ruben Vargas; Breel Embolo, de centro delantero.

Fue Brasil el que propuso desde el inicio, con una alta presión, recuperación rápida y ataques constantes. En ese sentido fue muy valioso Eder Militao, quien a pesar de ser zaguero central por naturaleza, cumplió con creces como lateral, sobre todo por la presión sobre el extremo izquierdo del rival, la recuperación permanente de la pelota y la capacidad de cerrarse bien en defensa. Aún así, le costaba a Brasil generar situaciones bien claras. A los 26′ Raphinha sacó un buen centro desde la derecha, entró Vinicius por izquierda y Sommer contestó con eficacia. A los 30′ Rafinha combinó en pared con Militao, recibió y sacó un tiro que volvió a controlar Sommer.

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Para empezar el segundo tiempo, Tité decidió que Rodrygo entrara en lugar de Lucas Paquetá. Suiza, sin variantes, se acomodó un poco mejor, y tuvo unos diez minutos de presencia en el campo rival, sostenido en el buen trabajo de los volantes, Xhaka, Rieder, Vargas y Sow. Pero no tuvo profundidad para herir al elenco sudamericano.

Brasil avisó que estaba en el partido con un centro pasado de la izquierda que Richarlison no llegó a conectar. A los 57′ Bruno Guimaraes entró en lugar de Fred, en el segundo cambio de Brasil, mientras que a los 58′ Edmilson Fernandes entró por Ruben Vargas, y Steffen ingresó por Rieder, en Suiza.

La tarde se sacudió con la definición de Vinicius tras un pase largo del fondo, pero Richarlison había ido disputar el balón y había partido en posición adelantada tras la salida del fondo brasileña. No se convalidó su definición y el partido continuó igualado.

A los 72′ llegaron el tercer y cuarto cambio de Brasil. Gabriel Jesús reemplazó a Richarlison, mientras que Antony ingresó en lugar de Raphinha. En el equipo europeo, a los 74′, M. Aebischer ingresó por D. Sow, mientras que H. Seferovic reemplazó al delantero B. Embolo.

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Las virtudes de Brasil fueron conservar el orden, no desesperarse, y buscar siempre. Sobre todo, cuando hallaba desacomodada la defensa suiza. Y así llegó al gol, a los 82′, con un remate bárbaro de Casemiro, para poner el 1-0, tras una maniobra de recuperación en ataque.

A los 85′ Frei entró por Widmer en Suiza, mientras que Alex Telles reemplazó a Alex Sandro en la escuadra de Tité.

Brasil consumió los minutos finales con la tenencia del balón, los lujos clásicos de sus hábiles jugadores, y una circulación precisa. No perdió la paciencia, mantuvo el orden, se sostuvo en el progreso, y en dos partidos Brasil ya logró la clasificación.

Hernán O’Donnell

Argentina reencontró el triunfo, pero aún no recobró el funcionamiento

Las victorias, y sobre todo en una Copa Mundial de Fútbol, tan sobredimensionadas por el contexto nacionalista que se agita desde los medios de comunicación, sobre todo aquellos que no se dedican con exclusividad al deporte, más las múltiples voces que propalan las nuevas redes sociales, y las notas constantes a los hinchas, tanto en la sede del torneo como en los distintos países, producidas para contrarrestar la falta de un mínimo contacto con los verdaderos protagonistas, jugadores y entrenadores, que se vinculan con los medios de comunicación en conferencias de prensa obligatorias previas y posteriores a cada partido, con lo cual hablan cada cuatro o cinco días, y hay demasiado tiempo libre para llenar de contenido periodístico, todo ese chauvinismo que explota en un Mundial al cabo, hace que las victorias, decíamos, pueden engañar o llevar a alguna confusión. Por todo esto que expresamos, en un Mundial se exagera y se magnífica el éxito (o la derrota), muchas veces sin acentuar las razones o motivos que llevaron a un determinado resultado.

Por suerte, parece no ser este el caso del cuerpo técnico argentino, que fue lúciod para analizar el tirunfo de la Argentina sobre México por 2 a 0, aunque hayan quedado muchas cuestiones para debatir, entre ellas algunas vinculadas también a decisiones del propio cuerpo técnico. Lo cierto es que la Argentina ganó, mantiene la ilusión de la clasificación a los octavos de final de la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022, y todavía quedan días para recuperarse y preparar el encuentro crucial ante Polonia.

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“Sabíamos que iba a ser un partido difícil. México nos planteó un encuentro diferente a los que había hecho con anterioridad, teníamos la sospecha de que podía jugar con línea de cinco”, expresó el entrenador tras el encuentro, en la rueda de prensa. Y agregó: “El primer tiempo no fue bueno, para ninguno de los dos. Corregimos en el descanso, con Guido cerca de los centrales, para hacer una línea de tres un poco mentirosa, y empezamos a jugar mejor, a emparejar en el medio. Después vieron lo que pasó, el ’10’ definió el partido y atrás tiene un grupo que lo apoya”.

“El segundo tiempo lo afrontamos diferente, de una manera más agresiva. Era difícil jugar al fútbol, ellos tenían línea de cinco, y cuatro volantes. Hacían su partido, y lo hicieron bien. Nosotros buscamos una línea más de pase, si no eran muy horizontales y no ganábamos. Creo que lo pudimos hacer bien”.

Pero lo más importante que señaló el entrenador argentino está vinculado a la forma en que se toman estos partidos de Mundial. “Es un partido de fútbol; no debería tomarse de otra forma. Es una cuestión de sentido común. Habría que reflexionar un poco sobre lo que se vive acá. La sensación de que te estás jugando algo más que un partido de fútbol…no lo comparto. Seguiremos por este camino, de sentir que solo es un partido de fútbol. De lo contrario, cada vez que estés jugando un partido de fútbol, en cualquier instancia, se vivirá así…Y mañana sale el sol, ganes o pierdas”.

Scaloni reflexionó con una saludable lucidez a la locura y la fiebre que se vive en cada Copa del Mundo, sobre todo en cada partido de Argentina. Hasta ahora, fue lo mejor del Mundial.

Hernán O’Donnell

Inglaterra y Estados Unidos prometían un gran partido, pero todo se fue en amagues

Era, a priori, un partido esperado y con una expectativa grande. Los dos habían hecho un muy buen debut, Inglaterra con una victoria amplia y contundente ante Irán, Estados Unidos jugó un xecelnte primer tiempo frente a Gales. El equipo europeo contaba con un favoritismo mayor, lógico, producto de su enorme plantel, lleno de figuras que brillan en la Premier League, la competición de clubes más importante del mundo. El seleccionado norteamericano, en ascenso desde hace más de dos décadas, apuntaba para plantearle un partido difícil. Hubo un comienzo a buen ritmo, pero con el correr de los minutos el juego se empezó a pagar, y al final encontró a ambos conformes con la igualdad, aunque para Estados Unidos dejó un sabor más agrio, pues estuvo más cerca de convertir, y además deberá vencer a Irán para lograr la clasificación.

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Inglaterra formó con Jordan Pickford en la valla; Kieran Trippier, Harry Maguire, John Stone y Luke Shaw en la defensa. En el medio, Bellingham y Declan Rice; más adelante, Saka, Mount y Raheem Sterling, y de centro delantero, Harry Kane. El equipo de Greegg Berhalter salió con Matt Turner al arco; Sergiño Dest, Zimmerman, Tim Ream y Robinson; Weston Mc Kennie, Tyler Adams y Yunus Musah; Weah, Wright y Pulisic.

El partido tuvo buen ritmo al inicio. Inglaterra salió con una psotura ofensiva, la línea de fondo adelantada, y con la intención de llegar por los costados, para lastimar con el centro al área. A los 9′ Bellingham habilitó a Saka, este metió un buen centro, y Harry Kane definió fuerte, pero el disparo pegó en Zimmerman y se fue al corner. Respondió Estados Unidos, a los 16′, con un buen centro de Mc Kennie, y el cabezazo de Wright salió apenas desviado.

De a poco empezó a llegar el equipo de Norte América con mayor claridad. Si bien la pelota la tenía Inglaterra, y dominaba el juego, con rapidez y verticalidad, Estados Unidos forzaba mejores llegadas. A los 25′ fue Mc Kennie el que elevó el remate tras un centro de la derecha. Y a los 32′ Pulisic metió un buen tiro que pegó en el travesaño. Después fu el turno de Sergiño Dest, quien entró al área con pelota dominada y cuando iba a disparar, le taparon el envío.

Inglaterra se las arregló para volver a llegar sobre el cierrre del primer tiempo. Iban 44′ cuando Luke Shaw envió un buen centro y Saka remató muy alto. Y a los 45+1′ Mount metió un tiro fuerte, que Matt Turner desvió al corner.

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El segundo tiempo fue dominado por Estados Unidos. Sin demasiada profundidad, pero con un juego adelantado, acorraló a Inglaterra contra su campo, no le permitió salir y trató de lastimarlo, aunque sin grandes ocasiones.

Gareth South gate, el director técnico inglés, decidió dos modificaciones a los 67′ de juego. Henderson entró por Bellingham, y Jack Grealish reemplazó a Sterling. Y los cambios hicieron un buen efecto, porque mejoró el conjunto británico. henderson le otorgó orden y precisión en los pases, Grealish aportó su conocida habilidad y fantasía en la gambeta corta.

Entonces llegaron dos variantes para el equipo americano. Aaronso entró en lugar de Mc kennie, mientras que Moore reemplazó a Sergiño Dest, cuando iban 76′ del partido. En esa ventana, ya a los 77′, Inglaterra hizo su tercera modificación: Rashford reemplazó a Saka.

El juego se empezó a diluir en ese tramo final. Ya no dominaba tanto estados Unidos, e Inglaterra no apuraba demasiado las acciones. A los 82′ llegaron el tercer y cuarto cambio del equipo de Berhalter; Giovanni Reyna reemplazó a Weah, mientras que Josh Sargent ingresó por Wright.

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Y en el cierre, tal como había sucedido en el final del primer tiempo, Inglaterra volvió a contar con algunas oportunidades. A los 90′ hubo un corner de la derecha que cabeceó Harry Maguire y atrapó bien Matt Turner. A los 90+2′ llegó otro centro que cabeceó harry Kane, ye l balón pasó muy cerca del palo derecho de Turner.

Así se cerró el partido. Con más promesas que realidades, y al conformidad de ambos. Inglaterra, porque está a las puertas de la clasificación; Estados Unidos, porque depende de sí mismo en el duelo ante Irán, donde ambos se jugarán el boleto a la ilusión.

Hernán O’Donnell

Alemania desperdició sus chances y Japón reaccionó a tiempo

El fútbol es maravilloso porque entrega esta clase de partidos. En una Copa del Mundo, o en un torneo de ascenso. Cambiantes, atrayaentes, con giros inesperados y un desenlace imprevisible. Sabíamos que Japón iba a ser un hueso duro de roer para Alemania. Un equipo, el japonés, que crece y evoluciona de modo permanente desde hace unos treinta años, que aprovecha todas las herramientas que la industria le ofrece para progresar, que cuenta con numerosos futbolistas en la Bundesliga y en Premier League, que refleja la idiosincracia de su puebol, respetuoso, trabajador y paciente. Ante ese equipo se midió Alemania, favorito por naturaleza, dueño de una tradición histórica y un concepto del juego cada vez más aceitado y afianzado. Un estilo que supo amalgamar la fuerza, el orden táctico y el desarrollo físico, con el respeto y el buen trato de la pelota. Entre ambas formas de jugar, nos entregaron un partidazo, tal como imaginábamos antes de iniciarse el torneo, y que, por ahora, se lleva el premio al “Mejor Partido del Mundial”.

Crédito: @FIFAWorldCup

Alemania comenzó con Manuel Neuer en la valla; Niklas Sülle, Rüdiger,Nico Schlotterbeck y David Raum; dos medio centros, Joshua Kimmich y Gündogan; Serge Gnabry, Thomas Müller y Jamal Musiala; Kai Havertz como centro atacante.

En Japón jugaron Shuichi Gonda de arquero; Hiroki Sakai, Kou Itakura, Maya Yoshida y Yuoto Nagatomo; Wataru Endo y Ao Tanaka; Junya Ito, Daichi Kamada y Takefusa Kubo; Daizen Maeda.

Empezó rápido el partido, con una llegada de Japón a los 7′, tras un buen cabezazo de Maeda, pero que había quedado invalidado por off side previo. Contestó Alemania, a los 16′, con un corner de Kimmich que cabeceó Rüdiger, pero su lanzamiento salió por arriba del travesaño. Cuando iban 19′ fue Kimmich el que sacó un gran tiro que desvió Gonda. De a poco, el arquero comenzó a ganar protagonismo, porque mientras Alemania se hacía dueño del balón, de las acciones y del dominio del juego, Gonda respondió una y otra vez. A los 27′ fue Gündogan el que sacó un tremendo tiro que desvió el arquero japonés.

Hasta que a los 30′ salió a tapar una entrada de Raum, le cometió falta, y el árbitro sancionó el correspondiente penal que, a los 32′ de juego, Gündogan trasnformó en el 1-0 a favor de Alemania.

Pudo aumentar el equipo europeo a los 45+3′, cuando, tras una enorme jugada con múltiples pase, Havertz definió sobre el área chica rival, pero estaba en posición prohibida. Y Japón cerró el primer tiempo con un buen cabezazo de Maeda, que pasó muy cerca del arco de Neuer, cuando ya iban 45+5′ de juego.

En el segundo período, Hajime Moriyasu, el entrenador de Japón, decidió hacer una variante. Tomiyasu entró por Kubo.

Alemania salió con el mismo ritmo y a los 46′ ya tenía una llegada clara. Müller habilitó a Serge Gnabry, este entró al área y sacó un potente remate que pegó en el travesaño y salió desviado. A los 50′ fue Musiala quien disparó fuerte y el tiro salió alto. Alemania mantenía el ritmo, y japon necesitó de dos variantes más. K. Mitoma entró en lugar de Y. Nagatomo, y T. Asano ingresó por D. Maeda, cuando iban 56′ de juego.

Pero los europeos sostenían el dominio, y empezaban a acumular chances claras para convertir, aunque no acertaban con la puntada final. A los 59′ Gundogan sacó un tiro fuerte, que pegó en la base del palo izquierdo de Gonda, y se fue afuera.

Japón se empezó a animar más con los cambios, y a los 60′ Asano tuvo un remate alto, apenas afuera.

El entrenador alemán, Hans-Dieter Flick, hizo entonces sus primeras dos modificaciones. Jonas Hoffmann entró por Thomas Müller, y León Goretzka reemplazó a Gündogan, cuando iban 66′.

Y seguía Alemania sin aprovechar lo que generaba a través de su buen fútbol. A los 69′ Gnabry sirvió para Hoffmann, pero su tiro fue tapado por Gonda. Del rebote, llegó otra jugada, que derivó en un centro de la izquierda y fue Serge Gnabry quien metió un cabezazo al suelo, pero que Gonda supo desviar tras el pique, ya a los 70′ del partido.

Entonces, cuando todo el desarrollo ya tenía un argumento, el fútbol volvió a demostrar por qué es el juego más hermoso e imprevisible del mundo. Salvó el boxeo, que una mano de knock out puede alterar el desarrollo de un combate de manera radical y absoluta, es difícil encontrar disciplinas que puedan tener ese misterio, esas alteraciones que tiene el fútbol.

Japón se animó a los 72′, con un tiro de Junya Ito que tapó Manuel Neuer, y el rebote le quedó a Sakai, pero le entró abajo al balón y el disparo salió un poco alto. Minamino entró por el propio Sakai, a los 73′, y enseguida le dio un vuelo futbolístico fenomenal al equipo oriental. Desbordó a los 74′, sacó un centro preciso, neuer apenas la pudo desviar, y por el medio llegó Doan para marcar el primer gol de Japón en el Mundial, y poner el 1-1 en el partido.

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Intentó reaccionar el técnico alemán, y dispuso la tercera y cuarta modificación de su equipo en su segunda ventana habilitada para hacer cambios. Niclas Füllkrug entró en lugar de Kai Havertz, y Mario Gotze reemplazó a Musiala, cuando se jugaban 78′.

Pero ya el partido le pertenecía a Japón. A los 82′ salió rápido el equipo con un tiro libre desde el fondo, picó Asano por derecha y sacó un tiro fuerte, cerrado y al primer palo, ante la salida de Neuer, para revertir el marcador y poner a Japón arriba por 1-2.

Hans Flick intentó una quinta variante para torcer el destino, y a los 89′ Youssoufa Moukoko reemplazó a Serge Gnabry.

Alemania fue al frente con fuerza, pero ya sin ideas, ni claridad. Había perdido muchas oportunidades, y el fútbol se había ido con su rival. A los 90+4′ leon Goretzka tuvo una buena chance, pero su tiro se fue afuera. Subió Manuel Neuer a buscar el balón en un par de tiros libres, pero tampoco surtió efecto.

Todo lo que Alemania generó y no supo usfructuar, fue bien aprovechado por Japón, que soportó el temporal del primer tiempo, levantó en el segundo, y al final usó sus armas y encontró la fórmula para llevarse el partido.

Hernán O’Donnell

Un tiempo para Estados Unidos, el otro para Gales

Fue un empate lógico, justo, casi obvio. Estados Unidos y Gales se dividieron el partido casi en partes iguales. El primer período fue para el equipo americano, donde ejerció una presión constante, dominó las acciones y obtuvo la diferencia en el marcador. El segundo tiempo lo controló más el seleccionado europeo, se adelantó en el campo, buscó con más ambición y llegó al empate. Al final pudo ser para cualquiera de los dos, pero la igualdad le queda bien a lo que fue el partido.

Esatdos Unidos formó con Matt Turner; Sergiño Dest, Zimmerman, Tim Ream y Robinson; Weston Mc Kennie, Tyler Adams y Musah; Thimoty Weah, Josh Sargent y Christian Pulisic. El conjunto de las Islas Británicas comenzó con Wayne Hennessey en la valla; Connor Roberts, Mepham, Rodon, Ben Davies, Williams; Aaron Ramsey, Ampadu; Wilson, Gareth Bale y Daniel James.

El comienzo, está dicho, fue de Estados Unidos. Con mucha presión, juego rápido y habilidad en jugadores como Weah o Pulisic, atropelló a Gales, y lo metió en su campo. Un equipo que hace tiempo se metió en el concierto de las Naciones que están un peldaño atrás de las potencias, pero que siempre pueden complicar, y que cada vez son más competitivos. Aunque muchos los decsubran recién ahora. A los 8′ llegó por derecha con una escapada de Weah, el centro recto y el corte de Davies, contra su valla, pero al medio y el arquero Hennessey la pudo controlar. Fue la llegada más clara hasta la apertura del marcador.

Iban 35′ cuando el equipo de Gregg Berhalter armó una buena maniobra colectiva, Sargent cedió a Pulisic, este metió un pase profundo y vertical para la entrada de Weah, quien definió con mucha calidad ante la salida del arquero galés, y puso el 1-0 a favor de Estados Unidos.

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Rob Page, el entrenador de Gales, dispuso una modificación para el comienzo del segundo tiempo; Kieffer Moore entró en lugar de James. Y fue un cambio beneficioso, pues el grandote Moore empezó a pivotear en el ataque, a preocupar a la defensa americana y a darle más compañía Gareth Bale.

Además, el conjunto europeo se adelantó en el campo de juego, tuvo más posesión y mayor actitud ofensiva. A los 63′ Davies metió un tremendo cabezazo que Turner sacó al corner con un vuelo impecable. De ese tiro de esquina, bien ejecutado por Wilson, Moore sacó un cabezazo que salió apenas alto, ya a los 64′.

Berhalter decidió, entonces, hacer la primera variante en Estados Unidos. Brenden Aaronson entró por Mc Kennie, cuando iban 65′ de juego. El conjunto americano no se resignaba, e intentaba meter contragolpes punzantes, como el de Pulisic, a los 72′, que se fue por izquierda y sacó un centro que no pudo ser aprovechado por ninguno de sus compañeros. A los 74′ llegaron tres variantes más en el equipo de Norteamérica: Kellin Acosta entró en lugar de Musah, DeAndre Yedlin ingresó por Sergiño Dest, y Haji Wright reemplazó a Josh Sargent. Y volvió a tener una posibilidad a los 76′ con un corner de Pulisic que Aaronson cabeceó apenas desviado.

Sin embargo, el empuje de Gales era cada vez más sostenido, y a los 78′ Brennan Johnson reemplazo a Neco Williams en el equipo europeo.

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La jugada clave se produjo al minuto siguiente, cuando Zimmerman fue a trabar una pelota que Bale recibí en el centro del área grande, el defensor americano llegó un poco más tarde y golpeó al delantero galés. El juez Abdulrahman Al Jassim sancionó el correspondiente penal, y Gareth Bale lo ejecutó con un tremendo zurdazo, cruzado, fuerte y junto al palo izquierdo de Turner, para que Gales celebrara llegar a la igualdad: 1-1 quedaba el partido.

El quinto cambio de Estados Unidos se produjo a los 87′; Jordan Morris entró en lugar de Timothy Weah. Gales también llegaba agotado al final, y a los 90+2′ Sorba Thomas ingresó en reemplazo de Harry Wilson, mientras que a los 90+4′ Joe Morrell ocupó el lugar de Ethan Ampadu.

Fue lo último de un partido bárbaro, vibrante, y repartido en los momentos, por eso el empate le quedó muy bien al balance final.

Hernán O’Donnell

Se abrió el telón del Mundial con una victoria clara de Ecuador

Al fin comenzó la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022. El fútbol se volvió a dar cita en su Campeonato cumbre, el más célebre, el más codiciado y el más afamado. El Mundial está otra vez entre nosotros, la tribu futbolera desparramada por el mundo que vive y respira a través de la pelota, que encuentra en cada partido una razón para ser feliz, y que se conmueve con este torneo, pero no mucho más que con cualquier campeonato, liga o partido de fútbol que se ve semana tras semana. Porque en definitiva, es un Campeonato de fútbol, un torneo de partidos, como tantos existen en el planeta. Con más glamour, tal vez con más jerarquía, con más categoría en los futbolistas, sin dudas, y con equipos que han hecho un recorrido para llegar a la cita, con la excepción del seleccionado local, que como es tradición en la FIFA, tiene se lugar asegurado. Hasta hace poco tiempo también el último campeón obtenía su boleto directo al Mundial siguiente, pero esta norma cambió hace unos años.

Crédito: @FIFAWorldCup

Hubo una ceremonia linda, austera, entretenida. Con una cuota de emotividad ante la presencia del actor Morgan Freeman, con un espacio para la cultura local y un momento para escuchar las canciones de aliento de los países participantes. Y después, sí, el fútbol.

Qatar y Ecuador abrieron la Copa del Mundo. Aunque el protagonismo casi exclusivo fue del equipo visitante, que tuvo el control absoluto del juego, dominó las acciones, generó la mayor cantidad de posibilidades de gol y logró un tirunfo claro por 0-2.

El local comenzó con Saad Al Sheeb en el arco; tres centrales: Husham, Khoukhi y Abdelkarim Hassan; Pedro Ró-Ró de lateral volante derecho, Hasan Al Haydos, Karim Boudiaf y Abdelaziz Hatem en el medio; Homam Ahmed, de carrilero izquierdo. Y adelante, Almoez Ali y  Akram Afif.

El conjunto de Gustavo Alfaro se presentó con Hernán Galíndez en la valla; Angelo Preciado, Félix Tores, Piero Hincapié y Pervis Estupiñán; Gonzalo Plata, Jhegson Méndez, Moises Caicedo y Romario Ibarra; Enner Valencia y Michael Estrada.

Desde el inicio Ecuador fue a buscar el partido. Salió a ahogar al rival, a meterlo en su campo, bien cerca del área y a presionarlo bien alto en la salida. Llegó al gol a los 2′ de juego, pero ese cabezazo de Valencia no fue convalidado porque el VAR detectó una posición adelantada previa. Pero fue una señal clara de lo que podía pasar. Una mala salida del arquero Al Sheeb había metido a su equipo en problemas.

Se mantuvo el ritmo del partido, con el ataque permanente del equipo sudamericano, y a los 15′ llegó al gol, de Enner Valencia de penal, por una infracción previa del arquero local, y el resultado quedó abierto para Ecuador por 0-1.

No podía Qatar salir del encierro. Un poco por defectos propios, y otro poco por la presión constante del equipo de “Lechuga” Alfaro. Así, a los 30′ aumentó el marcador. Comenzó en un centro muy preciso de Angelo Preciado desde la derecha y el cabezazo de Enner Valencia puso el score 0-2 a favor de Ecuador.

Bien trabajado el visitante, con las subidas permanentes de Pervis Estupiñán, uno de los mejores laterales por izquierda de Sudamérica, el tándem aceitado de Gonzalo Plata y Preciado por derecha, las llegadas de Ibarra y el peligro permanente de Valencia, hicieron del primer tiempo, un monólogo. El local recién pudo llegar al área visitante a los 45+4′, cuando el centro de la derecha no pudo ser bien capitalizado por Almoez Ali, y su frentazo se fue muy desviado.

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El segundo tiempo mantuvo el mismo argumento. Ecuador llegó a los 54′ con un remate de Romario Ibarra que, esta vez sí, el arquero local desvió con una buena intervención.

De a poco, Qatar se animó y a los 61′ un cabezazo de Pedro Ró-Ró se fue muy cerca. Cuando iban 67′ se produjo la primera variante del partido; Jeremy Sarmiento ingresó por Romario Ibarra. A los 71′ movió el banco el entrenador del equipo local, el español Félix Sánchez, y determinó que M. Jadoua entrara por H. Al Haydos, y M. Muntari reemplazara a Almoez Ali.

Volvió a llegar Qatar, con un remate de Afif que se fue alto, cuando iban 74′ de juego. A los 75′ José Cifuentes entró por Enner Valencia, en Ecuador.

Bajo un poquito la intensidad del equipo del Pacífico y Qatar se animó a tener la pelota, a trazar algunos pases correctos y llegar un poco más al área de Galíndez. A los 85′ Mohammed Muntari sacó un buen tiro, que se fue apenas elevado. Y a los 89′, Gustavo Alfaro hizo dos cambios más en su alineación; Kevin Rodriguez entró en lugar de Michael Estrada, y Alan Franco reemplazó a Moises Caicedo.

Fue lo último que quedó anotado en la libreta de apuntes. Los minutos finales se consumieron sin mayores emociones. El Mundial abrió el telón y Ecuador logró una valiosa victoria. El fútbol, al cabo el juego que tanto nos apasiona y nos atrae alrededor del mundo, comenzó otra cita. Con más repercusión, más atracción mediática, más publicidad y más repercusión alrededor. Con el color y las notas aleatorias que van desde interesantes temas geográficos, políticos y sociales, hasta lo más superficial sobre restaurantes, comidas y tiendas, que se pueden apreciar en cualquier programa del rubro y en cualquier momento del año. El fútbol, en definitiva, lo que más nos importa y gusta, aún sigue envasado en el campo de juego, los noventa minutos reglamentarios y los veintidos futbolistas que inician cada partido. Como en cualquier país, en cualquier campeonato, que se pone en marcha en cada rincón del planeta. Desde el Mundial, hasta la última liga de ascenso del más remoto país, el fútbol siempre es eso. Lo demás, cotillón para la tribuna.

Hernán O’Donnell

La ruleta de los penales giró para Australia y se clasificó al Mundial

Australia sonrió al final. Se llevó el boleto para volver a Doha, tras una dramática serie de penales ante Perú. La Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022 ya empezó. En realidad, hace rato, porque las llamadas “eliminatorias” son, para la FIFA, la Competición preliminar, es decir cada partido que se juega en cada Confederación, es un juego correspondiente a la Copa del Mundo. preliminar, sí, pero parte del certamen ecuménico. Y cada uno está bajo la órbita de la FIFA. Pero en este caso, el juego de repechaje ya tiene un clima especial de Mundial. Porque se jugó en el Al Rayyan Stadium, en Doha, Catar, con una temperatura que superó los 38º centígrados y nos puso en clima de lo que va a ser el Mundial. Porque además, el partido tuvo de todo, como cualquiera que se juega a partir de los octavos de final, incluso en el gran final. Fue para Australia, pudo haber sido para Perú. Tuvo ritmo, bajones, especulación, cautela, alguna jugada de gol, y la siempre morbosa serie de definición con remates desde el punto del penal.

Crédito: @Socceroos

Australia hizo valer su sistema. El juego físico, la presión en la mitad de la cancha, la intensidad en el desarrollo. Perú intentó poner el balón bajo la suela y hacerlo circular para provocar espacios y encontrar los caminos hacia el arco adversario. lo consiguió por momentos. Pero en líneas generales fue un partido parejo.

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A los 2′ remató Duke y el balón salió apenas desviado. Era el primer aviso australiano. respondió el conjunto de Ricardo Gareca con un desborde de Carrillo, el centro y el cabezazo de Lapadula que se fue apenas alto. A los 6′ otra vez Duke consiguió una pelota cerca del área y sacó un tiro fuerte que salió apenas afuera. Y a los 15′ tuvo un tiro de esquina el conjunto de Graham Arnold, cabeceó Irvine y el balón se fue por arriba del horizontal.

No hubo nada más en el primer período. Todas las emociones se consumieron en el cuarto de hora inicial. Australia se paró con Ryan al arco; en el fondo Atkinso, Wright, Rowles y Behich. Mooy como volante central; por delante, Boyle, Hrustic, Irvine y Mathew Leckie; y en el ataque, Mitchell Duke.

Perú presnetó un esquema similar. Pedro Gallese en la valla. Luis Advíncula, Carlos Zambrano, Callens y Miguel Trauco en la defensa. Renato Tapia como volante medio. Por delante de él, Carrillo, Peña, Gonzáles y Cristian Cueva. Y en el centro del ataque, Lapadula.

Todo se dirimía en el centro del campo, pero el encuentro había entrado en una larga meseta.

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En el complemento, se acomodó un poco mejor Perú. Con toques cortos y control del balón, el conjunto dirigido por Ricardo Gareca se adelantó en el campo, aunque sin lograr profundidad. A los 64′ Edison Flores ingresó en lugar de Carrillo, y con el correr del partido tomó un protagonismo importante. El “Orejas” fue de lo mejor del equipo sudamericano.

A los 68′ avisó Perú; se fue Cueva por izquierda, y sacó un remate que salió apenas afuera. Arnold movió el banco australiano y a los 69′ Marbil ingresó por Duke. El ingresado se recostó en la banda izquierda y fue muy trascendente por su gran velocidad y su buena técnica, mientras que Leckie fue al centro del ataque en el espacio que había dejado el reemplazado Duke.

El cansancio se hacía sentir, y a los 79′ Aquino reemplazó a Sergio Peña, en el segundo cambio de Perú. El equipo ya sentía un poco el desgaste físico y mental y el cierre del partido encontró mejor a los australianos. A los 80′ un tiro libre de Hrustic fue bien controlado por Pedro Gallese. A los 83′ desbordó Mabil por izquierda con gran velocidad y el centro no prosperó; luego fue Behich el que se generó una oportunidad con una doble gambeta y un remate que pasó cerca, a los 84′ de juego. A los 85′ Mac Laren, centro delantero natural, entró en lugar de Leckie, en la segunda modificación de los oceánicos. Y a los 87′ volvió a llegar Mabil a un balón largo que parecía que se iba a perder por el lateral; el extremo se hizo del balón, sacó el centro, disparó Hrustic y Gallese contuvo con esfuerzo.

Crédito: @SeleccionPeru

Había que ir al alargue. Australia comenzó con una nueva variante, la tercera: Karacic entró en el lateral derecho en reemplazo de Atkinson. Y poco varió en el desarrollo. Mucha cautela, búsqueda de asegurar la tenencia del balón, y ataques con los ojos más puestos en la espalda que en el frente. Se pensaba más en defender que en producir jugadas de riesgo. Porque no se quería arriesgar. Perú tuvo una llegada con un disparo de Flores, tras una buena maniobra colectiva, que Ryan atajó con seguridad, a los 98′.

Se fue muy rápido el primer tiempo del alargue y en el segundo se vio lo mejor de Perú en el partido. Se soltó, proyectó los laterales, Trauco y Advíncula, se metieron más Cueva y Flores, y Lapadula estuvo más acompañado. A los 105′ desbordó Flores, sacó el centro y el tiro de Cueva se fue apenas afuera. A los 106′ llegó el centro de la izquierda y el cabezazo de Edison Flores pegó en la base del poste derecho de Ryan, en la llegada más clara de Perú, y del partido. A los 107′ disparó Luis Advíncula, y su remate se fue por arriba del travesaño.

Extenuado, a los 114′ debió salir Cueva y fue reemplazado por Valera, en la tercera modificación que ejecutó Ricardo Alberto Gareca.

Graham Arnold, el entrenador de Australia, realizó dos variantes sobre el final, cuando iban 118′ del partido. Goodwin entró en lugar de Behich, y reemplazó al arquero: Mat Ryan le dejó el lugar a Andrew Redmayne, arquero de Sydney Football Club, casi un desconocido en el gran concierto del fútbol mundial, pero con buenos antecedentes como atajador de penales. Y montó un show personal a la hora de la definición, en el que se movió de palo a palo, bailó y buscó desconcentrar a cada uno de los ejecutantes peruanos. Hasta llegó a darse vuelta previo a un remate.

Quedará la incógnita de por qué Pedro Gallese, quien ganó el sorteo, eligió empezar con él al arco, cuando la teoría indica que siempre es mejor rematar primero. Si convierte, saca una mínima ventaja. Si falla, tiene el desquite por delante. Es una teoría que no siempre se refleja en el resultado final, pero me aferro a ella y le confieso que en caso de poder elegir, siempre quiero que mi equipo ejecute primero.

Sin embargo, Gallese prefirió atajar en primer turno y ese penal incial pareció darle la razó, pues detuvo el tiro de Boyle, quien había sido la figura de la cancha. Comenzó el show de Redmayne, pero Lapadula no se inquietó y puso el 0-1 a favor de Perú. Convirtió Mooy, 1 a 1. También lo hizo Callens y adelantó a Perú por 1-2.

En la tercera serie ejecutó el último ingresado, Goodwin y logró igualar 2 a 2. Fue Luis Advíncula, no pareció afectarle los movimientos excéntricos del arquero australiano, pero su tiro pegó en la base del poste derecho y salió rechazado. Todo quedaba empatado y Australia retomaba el inicio.

Convirtió Hrustic, 3-2. Lo mismo hizo Renato Tapia, 3-3. Quedaba la última ejecución por equipo de la serie inicial de cinco. Fue Mac Laren para Australia, 4-3 arriba. Y toda la presión para Edison Flores, que ni se inmutó por el espectáculo de Redmayne, y con serenidad convirtió el empate en un penal crucial, como fue este e iban a ser todos los posibles siguientes para Perú.

Empezó la serie de uno. Australia con la chance de ejecutar y más allá de convertir o no, saber que tenía luego el penal de su adversario. Fue Mabil, con toda la picardía que mostró en el rato que jugó, y puso el 5-4 para Australia. La responsabilidad y la presión cayeron sobre Alex Valera. Redmayne apostó a su show. Fue, vino, bailó, se dio vuelta, saltó hacia adelante y luego retrocedió para volver a pisar la línea cuando Valera había comenzado la carrera del disparo y el silbato del juez ya había sonado. Nadie se percató de esta falta, pues al momento de patear, ya estaba el arquero australiano otra vez con un pie sobre la línea. Fue a su derecha y encontró el balón que había disparado Valera. Allí sucumbió el sueño de Perú.

Australia se abrazó al 5-4 final de los penales. Se abrazó a Redmayne y su show particular. Estalló en un grito estruendoso y un abrazo grupal interminable. La noche de Doha le abría las puertas del Mundial después de un largo recorrido.

Hernán O’Donnell

Perú y Australia, detrás del sueño de llegar al Mundial

Esta semana se definen los últimos boletos para la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022. Quedan dos lugares, que van a dirimirse en los repechajes que se disputarán este lunes y martes. Perú enfrenta a Asutralia el lunes 13; y el martes 14 Costa Rica y Nueva Zelanda se medirán por el último pasaje al Mundial.

El equipo que conduce Ricardo Alberto Gareca, quinto en la Clasificación Sudamericana, jugará contra Australia, que derrotó a Emiratos Árabes por 2-1, con goles de Jackson Irvine y Ajdin Hrustic, en tanto que Caio Canedo había conseguido el empate transitorio para el equipo que conduce el argentino Rodolfo Arruabarrena, con la asistencia técnica de su compatriota, Diego Markic. Allí, los australianos mostraron solidez y un esquema basado en la fuerza física, el empuje y mucha actitud para enfrentar el partido. Pero ahora deberá medirse ante un adversario calificado, con experiencia en torneos continentales de relieve, como la CONMEBOL Copa América, y los mismos Mundiales en los que ha participado.

Crédito: @SelecciónPerú

“Va a ser un partido entre dos selecciones que tienen características diferentes, pero también tienen puntos en común. Australia tiene jugadores muy buenos, físicamente es una selección fuerte”, señaló Gareca ante los medios de comunicación.

Con respecto a la alineación, señaló: “Vamos a esperar a Yotun hasta el día del partido, vamos a esperar y luego decidir. En el caso que Yotun no llegue vamos a ver con quién lo reemplazamos. Christofer Gonzáles es un jugador muy reconocido por nosotros y es una opción”.

También habló Graham Arnold, el entrenador del seleccionado de Australia: “Es una final. Eso es muy claro para todos. Es un solo partido. Lo más importante es que mantengo el mensaje para los jugadores: conocen su trabajo, tienen que salir y hacerlo a nuestra manera, es decir, pelear y luchar durante los noventa minutos, hacer vale el juego físico. Y se van a sorprender por la mejoría técnica de nuestro equipo”, expresó.

“El fútbol sudamericano es muy técnico, pero confiamos en nuestro equipo”, agregó.

Crédito: @SelecciónPerú

Será un partido a todo o nada. Una final, para conseguir un lugar en el grupo D de la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022, junto a Francia, Dinamarca y Túnez. No hay lugar para otra oportunidad. Noventa minutos, y si hay igualdad, se jugará un alargue en dos tiempos de quince minutos. Si persiste el empate, habrá serie de ejecución de tiros desde el punto del penal. Primero, una serie de cinco. Luego, de uno por conjunto.

Ya esá todo listo. Perú y Australia se juegan el anteúltimo boleto al Mundial.

Hernán O’Donnell