“Sevilla, tan sonriente. Yo me lleno de alegría cuando hablo con su gente…”; las estrofas de una de las canciones más bellas, las que reflejan el color, el ánimo y los secretos de una ciudad que enamora, que apasiona, que cobija el corazón de Andalucía y que vive detrás de su enorme cultura, y que late detrás de las pasiones de sus equipos de fútbol, en el que Sevilla Fútbol Club ocupa un lugar especial e inmenso. Y ahí está el equipo de Julen Lopetegui detrás de una esperanza, en un torneo que es difícil, que estuvo (está) monopolizado por Real Madrid y Barcelona, que tiene un Atlético de Madrid valiente y que ha logrado dar el zarpazo en un par de ocasiones.
Este año, otra vez la ilusión se puso en marcha. ¿Será posible? Depende. De su rendimiento y el de los demás. Sobre todo de su propia producción, para que los “Palanganas” vuelvan a vivir esa miel de sentirse el mejor de España, tal como sucedió una vez, allá por la temporada de 1945/46. Para ello deberán jugar mucho mejor de lo que hicieron en Mallorca, ante un conjunto local que fue más en el primer período, que lo pudo resolver en el inicio del complemento y que terminó apretado, pero que con sacrificio, y VAR mediante, se llevó el empate y dejó al equipo andaluz atrás de la Real Sociedad de San Sebastián y con el futuro más complicado.

Mallorca avisó a los 38″ de juego, con una llegada a fondo. Bono, el arquero visitante, debió intervenir, pero era todo un mensaje del conjunto mallorquín. Y a los 21′ logró el primer gol del partido. Fue una jugada desde la derecha que Antonio Sánchez supo capitalizar y venció a Bono con un fuerte remate que puso el 1 a 0 para Mallorca.
Sevilla intentó salir. Apretado por la presión local, con una buena tarea de sus volantes donde se destacó Baba, a la visita se le hacía complicado manejar el balón. Salía mejor por los costados a través de Jesús Navas y Marcos Acuña, pero no tenía elaboración de juego en tres cuartos de cancha. Logró llegar con un pelotazo largo a Rafa Mir a los 32′ que el delantero resolvió con un disparo de emboquillada que salió desviado. Luego tuvo una magnífica chance, a los 38′, con un tiro de esquina ejecutado por Jordan desde la derecha y el cabezazo de Diego Carlos salió apenas afuera del poste izquierdo local.
Mallorca cerró la primera parte con un disparo de Angel que se fue ancho cuando se jugaban 42′.

Julen Lopetegui, el entrenador de Sevilla, decidió que Lucas Ocampos ingresara en lugar de Marcos Acuña para el comienzo del segundo tiempo. Sin embargo, Sevilla sufrió con una línea de tres, pues Mallorca le generó más peligro, incluso a los 48′ Angel Rodríguez estrelló un tiro en el palo derecho de Bono, así que Lopetegui volvió a la línea de cuatro con tres variantes a los 52′ de juego: Erick Lamela ingresó por Suso; T. Delaney reemplazó a O. Torres y L. Augustinsson entró en lugar de M.El Haddadi.
Y mejoró mucho la visita. Porque el “Coco” Lamela se hizo cargo de la pelota y la conducción. Porque se adelantaron las líneas y los zagueros, Koundé y Diego Carlos, se pararon cerca de la mitad de la cancha. Porque Navas se proyectó una y otra vez. También porque Mallorca retrocedió en forma peligrosa. Y empezó a rondar la igualdad…
A los 56′ Lamela puso un buen pase al vacío para Mir y el arquero Manolo Reina atoró bien la llegada del atacante. A los 58′ Rafa Mir metió un tiro muy peligroso que desvió Reina con un pie y luego la pelota dio en el poste. A los 69′ Jesús Navas se proyectó por derecha, sacó un buen centro y Lucas Ocampos metió un cabezazo, pero medio se había pasado y su remate salió paralelo a la línea de gol, que resultó más sencillo para que Reina controle.
Mallorca abrió su primera ventana de variantes, y a los 70′ A. Sedlar entró por el lesionado Antonio Sanchez.
Era más la visita, y a los 72′ logró el empate, tras una jugada de Lamela, quien sacó un disparo fuerte, con la comba exacta, y metió el balón en el ángulo superior derecho de Reina. Un golazo para poner 1-1 las cosas.

Luis García, entrenador del equipo local, decidió tres modificaciones, a los 77′ de juego: F. Niño ingresó por Angel Rodriguez; Salva Sevilla reemplazó a I. Ruiz de Galarreta y J. Costa entró en lugar de A. Ndiaye.
La última variante de la visita fue a los 81′, cuando Ivan Rakitic reemplazó a Jordan.
Y todo parecía concluir, cuando llegó la gran polémica de la noche. Jesús Navas cruzó un pelotazo de derecha a izquierda, sobre esa banda recibió Fernando y dentro del área, controló el balón con el pecho y cruzó el centro dentro del área chica, donde arremetió Lucas Ocampos para convertir, cuando ya iban 90+4′ de juego. Sin embargo, el VAR convocó al árbitro, quien observó que el volante brasileño había desviado el balón con su mano luego de bajarlo con el pecho y antes de sacar el centro al área chica. No validó el tanto, el resultado quedó en 1-1 y las protestas cerraron la noche, que tras la reanudación se jugaron unos segundos y todo concluyó.
Mallorca sorprendió a su rival con un juego ambicioso y ofensivo. Sevilla tardó un tiempo en meterse en el partido, cuando lo hizo llegó al empate y no le alcanzó el tiempo para revertir el marcador. Una lástima, porque dejó dos unidades importantes en su camino al sueño de tantos años postergado.

Hernán O’Donnell