El torneo uruguayo tiene una cierta complejidad en su definición que parece un jeroglífico, pero en verdad es menos difícil de lo que aparenta. Se juega un torneo Apertura y un Clausura. Además, se conforma una tabla “Anual” con la suma de los dos certámenes. El campeón del Apertura juega una “suerte” de final, también llamada semifinal, con el campeón del Clausura, y el vencedor juega ante el ganador del torneo “Anual” para definir al Campeón Uruguayo.

Pero puede suceder que se repita un equipo en el éxito de más de uno de los torneos, con lo cual le da un plus de chances de salir Campeón Uruguayo. Que fue lo que sucedió, porque Plaza Colonia ganó el Apertura, Peñarol fue el primero en el Clausura y obtuvieron el derecho a jugar el encuentro que le diera el boleto al enfrentamiento con el ganador del “Anual”. Y hete aquí que ese vencedor del “Anual” fue Peñarol, por lo que si el “Aurinegro” vencía a “Pata Blanca”, de modo automático se consagraba Campeón Uruguayo. Si ganaba Plaza Colonia, obtenía esa clasificación a jugar la gran final frente al ganador del “Anual”, Peñarol.
Todo un laberinto para quienes no siguen la Liga Uruguaya, pero lleno de emoción y de interés por una definición que asoma justa, más allá de su complejidad. Y Peñarol se consagró ¡Campeón! porque esta suerte de semifinal la ganó por penales, 8 a 7, tras una larga serie de ejecuciones, llena de incertidumbre, emoción y suspenso, precedida de un partido que tuvo un pico de rendimiento en la primera parte, se contrajo en el complemento y en la prórroga bajó su intensidad. Porque en la primera etapa se vieron los goles, de Renzo López a los 35′, de penal, para Plaza Colonia, y a los 40′ igualó Facundo Torres, para el aurinegro.

Peñarol siempre tuvo un poco más la pelota, intentó dominar las acciones y acabar con el pleito para no ir a la gra final prevista para el sábado si el equipo de Colonia ganaba. Así fue como a los 75′ Alvarez Martínez sacó un gran remate que se fue desviado. y en el alargue fue Busquets el que consiguió el balón, con una plancha previa, el juez dejó seguir y largó un disparo alto y preciso que Mele, el arquero de Plaza, desvió al corner.

Cuando llegó la tanda de penales parecía que Plaza iba a forzar una gran y definitiva final, porque comenzó con la primera ejecución, se adelantó 2-1 y en el cuarto penal Mele le detuvo el remate al argentino Damián Musto, volante de Peñarol. Con el 3 a 2 a favor, y para iniciar la cuarta serie, Ivo Calleros desvió su disparo y no logró ampliar la ventaja para el “Pata Blanca”. Peñarol aprovechó, empató 3-3 Ruben Bentancourt y terminaron 4-4 la primera tanda.

La serie de un penal por equipo fue emotiva y larga. Porque todos fueron bien ejecutados hasta llegar a un empate en 7, tras seis penales pateados. En la cuarta serie, Zevallos, de Plaza Colonia, elevó su tiro y toda la responsabilidad quedó en el argentino Nicolás Gaitán, quien se paró con toda serenidad ante el balón, no le hizo mella el “histrionismo” de Mele, y con mucha seguridad puso un remate bajo, a la derecha del arquero, que se jugó al otro palo. Y Peñarol ganó por 8-7, para desatar la locura, el delirio, y la alegría de un Estadio Centenario desbordante de banderas aurinegras.

¡Peñarol Campeón Uruguayo 2021! Un grito de corazón, amplio, estruendoso, emocionante y merecido. Ante un dignísimo rival, Plaza Colonia, que ofreció batalla a lo largo de dos horas, el pueblo “Manya” celebra un fin de año con otra vuelta olímpica, acorde a su riquísima historia.

Hernán O’Donnell