Argentina fue el verdadero zorro del desierto

Es un partido que tiene una inmensa rivalidad, una historia corta si la medimos con los clásicos que tiene la Argentina en la región, Uruguay y Brasil, pero que ha aumentado la intensidad en los últimos años. Más por cuestiones políticas que deportivas, aunque estas últimas se potenciaron con dos finales consecutivas que jugaron por la Copa América Chile 2015 y la Copa América Centenario USA 2016, en la que los dos partidos se definieron por penales y en los dos casos “La Roja” fue la vencedora.

En esta ocasión Chile impuso condiciones para jugar un partido que era más trascendente para el futuro del equipo local que el de la visita, ya clasificada para la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022. Por eso eligió el Estadio “Zorros del Desierto” en Calama, para aprovechar las condiciones geográficas de la ciudad, la altura, el calor y la sequía, amén de las particularidades del Estadio, pequeño, apretado y con el público bien cerca. El local elige el terreno, como sucedió de manera histórica en la Copa Davis, y Chile aprovechó esa facultad.

El gran interrogante del partido era la ausencia de las principales figuras de los equipos. Con mucho mayor peso la de Lionel Andrés Messi para la Argentina, pero también con el peso específico que tiene Arturo Vidal en el conjunto dueño de casa. En el equipo que condujeron Ayala y Samuel, por la ausencia obligada de Lionel Scaloni, DT principal, el equipo siempre toma como un desafío deportivo poder rendir sin su líder, el mejor futbolista del mundo. Para Chile, la ausencia de Vidal asomaba como una dificultad más significativa.

Crédito: @Argentina

Y se dio un partido de gran intensidad, de un ritmo febril en la primera etapa, donde hubo goles, situaciones, infracciones, roces y buenas jugadas colectivas e individuales. Después, bajó el tono, pero siempre mantuvo la incógnita del desarrollo y la tensión de un partido que empezó antes del pitazo inicial.

Chile tuvo una oportunidad a los 2′ con un tiro libre de Alexis Sánchez que picó delante de Emiliano Martínez y el balón se fue muy cerca de su palo derecho. Era el anuncio de un partidazo, en la caldera propuesta en el Estadio “Zorros del Desierto”.

A los 8′ Rodrigo De Paul habilitó por derecha a Di María, este metió un doble enganche hacia adentro, dejó al camino a dos marcadores, se perfiló para su pie hábil, el izquierdo y sacó un remate bombeado que superó el esfuerzo de Claudio Bravo. 0-1 para la Argentina.

El local sorprendió con algunas posiciones. lìnea de cuatro clàsica, con Paulo Díaz, Maripán, Gary Medel y Vegas. Pulgar de volante central, Charles Aranguiz un poco màs adelante, Vargas, Nuñez y Alexis Sánchez como media puntas y de centro atacante, Brereton. Despuès, cambiaron. Alexis adentro, Brereton a la izquierda, para que lo sufriera Nahuel Molina. Y le costó a la Argentina. Más allá de la voluntad, porque el equipo puso alma y corazón. Con Otamendi, Lisandro Martínez y Tagliafico para completar la defensa, De Paul, Paredes y Alejandro Gómez en el medio, y Di María, Lautaro Martínez y Nicolás González en el ataque.

Empujó Chile y a los 20′ llegó el empate, con un centro pasado desde la derecha hacia la izquierda y el cabezazo bombeado Brereton, quien le ganó el duelo a Molina y por encima de Emiliano Martínez marcó el 1 a 1.

Ya era un gran partido, a esa altura. Porque la Argentina respondió con fútbol. Juego asociado, salida limpia desde el fondo a través de Lisandro Martínez, buen manejo con Gómez y velocidad con Di María y González por las bandas. A los 24′ Di María volvió a enganchar y sacó un buen remate que controló Claudio Bravo.

Era más la visita, y a los 33′ llegó el segundo tanto. Se escapó De Paul por el medio, sacó un tiro potente, rechazó Bravo y Lautaro Martínez, rápido y atento, captó el balón y con un tiro cruzado marcó el 1-2 para la Argentina.

No estaba bien Claudio Bravo, debió dejar el campo de juego a los 34′, reemplazado por Brayan Cortés. Alexis sacó un buen tiro a los 36′, que pasó muy cerca, y Paulo Díaz cerró la etapa a los 45′ con un tiro alto que “Dibu” Martínez desvió con un espectacular vuelo.

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Martín Lasarte decidió una variante más para el inicio del complemento: Gabriel Suazo en reemplazo de Vegas. El juego bajó un poco en creatividad, pero se mantuvo la intensidad en la lucha. Chile se sostuvo con la propuesta de Brereton por izquierda y Alexis volcado al medio, aunque con mayor llegada por las bandas. A los 59′ Montecinos ingresó en lugar de Nuñez y Mauricio Isla entró por Paulo Díaz. La propuesta fue llegar a través de ellos por los costados.

Walter Samuel propuso dos modificaciones en la visita a los 69′ de juego: Giovanni Lo Celso reemplazó a Rodrigo De Paul, y Marcos Acuña entró en lugar de Nicolás González. Un poco más tarde, a los 77′, Julián Alvarez reemplazó a Lautaro Martínez.

Era el último tramo y Chile iba casi sin pensar en el regreso a la defensa. A los 83′ un buen centro de Montecinos fue conectado por Brereton y su cabezazo resultò tapado por una brillante intervención de Emiliano Martínez.

Mientras, seguían las ventanas de los cambios. Cuando iban 84′ Víctor Dávila reemplazó a Eduardo Vargas en el local, en tanto en la albiceleste Angelito Correa ingresó por su tocayo Di María. Otamendi quedó como capitán.

Pero nada podía romper el rumbo del partido. A los 90+2′ Chile tuvo la última, con un tiro libre de Alexis Sánchez bien controlado por Emiliano Martínez. Y todo concluyó, con el abrazo grande de la Argentina, el triunfo luchado y por darle una cuota saludable a la eliminatoria, que ya lo tiene clasificado, pero con margen aún para crecer.

Hernán O’Donnell