Es el tema que se impone entre los medios españoles: Periodistas, ex futbolistas, aficionados, debaten acerca de las necesidades de un equipo que es candidato, pero al que creen le falta definir algún punto para volver a ser el conjunto temido, el favorito de todos, el que nadie quiere enfrentar.
El empate ante Italia dejó lugar al análisis. Un equipo que sigue al pie de la letra su identidad, del buen toque, el respeto por la pelota y la búsqueda de espacios para encontrar el lugar justo para marcar, o por lo menos llegar al arco adversario.

Y debaten acerca del modo de llegar: Hay quienes creen que la posición del “centre-forward” clásico, el viejo “9” que se metía entre los zagueros centrales, referente de área para sus compañeros, es fundamental para el conjunto. Y creen que allí está la clave. La falta del delantero centro, creen, que le impide ser más profundos.
Hasta referencian el juego del Barcelona: Al prescindir del centrodelantero, el Barca ha marcado un camino. En ese equipo sucumbieron Eto’o y el sueco Ibrahimovic. Y que ese modelo, tomado por el conjunto nacional, termina por perjudicar su juego. Cesc no jugó por el centro del ataque, quizás lo pudo imponer un poco más el “Niño” Torres cuando ingresó en el segundo tiempo en el debut frente a Italia.
Será el tema dominante de las próximas horas. España busca su juego, pero el hecho de sacar al “9”, de no jugar con el clásico “centre-forward” ha revolucionado el debate en torno al favorito de todos.
La ausencia de Villa, más allá de su capacidad goleadora y su posición en el campo, es un motivo más para extrañar. Si juega Llorente, o Silva o Fábregas es la gran cuestión. O si Fernando Torres es el centroatacante elegido.
Lo cierto es que España juega (como aquella Holanda de los ’70) con una dinámica especial, con movimientos permanentes de todos sus hombres. Y eso implica no contar con un clásico “9”.
Claro que, ahora, cuando los resultados no acompañaron y el rendimiento no fue el mejor, todos reclaman por un centrodelantero metido bien en el área.
Hernán O’Donnell